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Algo así como una regla matemática por taptap

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Notas del fanfic:

Cortito y sencillo.

Espero que os guste y os acordéis de mí :)

-          ¿Tú lo ves normal? Acostarte con tu mejor amigo es lo más normal del mundo, ¿no?

Unos meses atrás, aquella pregunta que Kyuhyun le hizo a Hyuk en un bar de mala muerte, a altas horas de la noche, le pareció totalmente intrascendente. Ahora, sentado en el borde de su cama, esperando a que Donghae vuelva del rodaje de un nuevo dorama, le parecía la pregunta más torturadora del planeta.

No sabía por qué, pero nunca se planteaba las cosas antes de hacerlas: ocurrían sin más. ¿Quería un teléfono nuevo? Se lo compraba. ¿Quería ropa? Pagaba por ella. ¿Quería acostarse son alguien? Lo hacía. Todo había sido así desde que el mundo era mundo, pero con Donghae era distinto. Desde aquella vez que se habían acostado después de una de las fiestas privadas de Super Junior, cada uno de sus actos pasaban un examen previo.

-          No, no es normal.

-          ¿Qué dices?

-          Que no es normal que te hagan terminar de rodar a estas horas. Es inhumano.

Donghae se echó a reír como un niño. Se cogía la barriga como si fuera a salirse de sitio y no paraba de decir lo gracioso que era Hyuk cuando hacía bromas de ese tipo. Lo que él no sabía es que Hyuk adoraba cuando Hae le decía esas cosas; bueno, cuando le decía cualquier cosa. Se había dado cuenta de que la opinión de Hae era mucho más importante que la suya propia, que cualquier comentario del pez era mucho más necesario que nada.

-          ¡Buenos días, dormilón!

Donghae acarició la mejilla del que él consideraba el amor de su vida. Eso sí, sin que el propio Hyuk lo supiera. La noche antes había llegado tarde y esperaba de todo corazón que el mono lo estuviera esperando despierto. Hicieron una promesa años atrás, que consistía en esperarse el uno al otro cuando tenían diferentes horarios de trabajo. Era una manera de sentirse acompañado.

-          ¿Qué te apetece para desayunar?

Ojalá Hyuk dijera que lo quiere a él. Y es que Hae no ha olvidado aquella vez que se acostaron por primera y última vez. Porque ya no es solo estar enamorado, es desear consumar ese amor de miles de formas distintas. Les encanta cada una de las facciones de su querido mono; cada uno de los músculos a los que dedica diariamente varias horas. Siwon tiene buen cuerpo, pero Eunhyuk, más.

-          Quiero una historia de amor como las que salen en los fanfics.

El día en que Hyuk se enteró de que las fans escribían cosas como las que pasaron esa noche después de la fiesta, estuvo tentado de registrarse en alguno de aquellos foros y decir: “Soy Hyuk y eso realmente pasó”. Pero también le gustaría decir a las fans que el Eunhae no fue más allá que una sola noche. El Eunhae está a la espera de volver a renacer de sus cenizas, como el ave Fénix. Por eso, cuando Hyuk le dijo a Hae que quería una historia de amor como las que salen en los fanfics, no especificó en qué fanfics ni con qué persona. Total, ¿para qué?

-          Voy a cenar a casa de mis padres y me han dicho que te vengas.

Hyuk adora por encima de todo a su familia: no sabe qué haría sin ellos. Pero ellos tampoco saben qué harían sin Donghae. La muerte de su padre fue un duro golpe que la familia de Hyuk supo para, dándole al pececito las fuerzas que le eran necesarias. De esta manera, no había cena familiar a la que Hae no asistiera: era condición sine qua non que el chico con cara de niño pasara por casa de los Lee.

La madre de Hyuk sabía lo mucho que representaba Hae para Hyuk: lo notaba en las miradas que le echaba el mono a su pez cada vez que se reunían todos. No le hacía falta saber que habían compartido algo más que las sábanas para ver que entre ellos había amor. Su hijo dependía de Lee Donghae; Lee Donghae dependía de su hijo. Era algo así como una regla matemática.

-          Debo cambiar el fondo de pantalla de mi teléfono, ¿nos hacemos una foto juntos y la pongo?

Los detalles así derretían a Hae. Si quieres cambiarte el fondo de pantalla de tu Iphone, tan solo debes buscar alguna imagen que te robe el corazón. Para Hyuk, la imagen que le robaba el corazón era una en que saliera en Eunhae. A Hae le gustaba que quisiera tenerlo presente durante todo el día: al fin y al cabo, eran mejores amigos, ¿no? Ya fuera con cara de idos o con cara seria, cualquiera que viera las fotos que se hacían juntos sospecharía que hay algo… Menos ellos mismos.

-          Duerme conmigo. Te echo de menos.

¿Dormir con Hyuk? El mejor de los placeres que Donghae podía permitirse por el momento. Dormir con él suponía poder abrazarse a su cuerpo cuando se le antojara, sin límite de tiempo. Poder oler su aroma hasta quedarse tonto con el perfume que se pone. Pensar “es mío, solo mío” y que sea verdad por una vez. Vamos, el plan perfecto.

 

Hyuk se mete en la cama, seguido de un Donghae que siente como cada segundo que emplea deleitándose con la vista del cuerpo de Hyuk, son segundos que luego deseará haber ahorrado para estar pegado a él. Hyuk lo estira de una de sus muñecas, obligándolo a perder el equilibrio y estirándolo a su lado. Una de sus manos se pasea por el torso desnudo de Donghae, quien se estremece ante un contacto tan inesperado. El pez, busca mentalmente los labios del mono, sin darse cuenta hasta que no está a escasos centímetros de él. Es entonces cuando, ante la cara de duda de Hyuk, Donghae recuerda la última frase del mono al acabar de hacer el amor – o eso pensó Hae que habían hecho en un primer momento: “Esto no ha pasado. No te acerques a mi jamás, de ninguna manera que no sea como un amigo se le acerca a otro”.Estas palabras golpearon fuertemente a Donghae en el pecho. Asumir que estás enamorado de tu mejor amigo y que luego te diga esto, duele.

 En cambio, Hyuk no recuerda nada de eso. Recuerda que hicieron el amor, con cariño, dejando salir por cada uno de los poros de su piel las “hormonas del amor”, o las conocidas mariposas del estómago que en el punto más álgido del acto, echaron a volar por toda la habitación. Es por eso, que antes de que Hae se aparte, junta sus labios en un beso tierno, dejando a Hae el poder de decisión. ¿Quieres continuar?, le pregunta con la mirada. El pez se siente inseguro, quizá después de esa noche Hyuk lo mande a la mierda y no quiera saber nada más de él. Aún así, se arriesga juntando sus labios una vez más. Quiere, que por última vez (si así lo decide Hyuk), le pueda demostrar lo mucho que lo quiere.

-          Hace bastante que debería haberte dicho algo.

-          ¿De qué se trata?

-          De la regla matemática del amor.

El corazón de Donghae dio un salto que el propio Hyuk notó. Fue entonces cuando el mono supo que iba por buen camino.

-          Esta regla matemática establece que el futuro es el resultado de una interacción entre tú y yo; el producto de lo que eres tú y lo que soy yo, para siempre.

Notas finales:

Besis <3


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