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dulce y amargo amor por fujioshidetected

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Notas del fanfic:

diganme que tan bien esta soy novata y es mi primer fanfic :)

Marshall lee x Gumball

Ya era la sexta vez en la semana que el dulce príncipe era capturado por la reina helada. Fiona y su hermana, ya cansadas de que esto sucediera como si fuera una rutina, acudieron a su rescate.

El dulce príncipe se encontraba atado a una columna de hielo. Este se movía violentamente para lograr escapar de aquellas ataduras, cuyas le apretaban  las muñecas dejándole una marca. Fiona y cake peleaban contra la reina helada. Fiona esquivaba sus ataques con agilidad y los repelaba con su  espada de hielo. Parecía que la pelea no terminaría nunca hasta que uno de los hechizos revoto sobre la espada de la ojiazul y dio contra la reina helada.

Ya fuera del reino helado Fiona y Gumball se dirigían hacia el dulce reino montando a cake.

-Gracias Fiona, siento que tengas que venir a ayudarme cada vez que esa maldita reina me atrapa- tras un suspiro dijo- debo ser una carga, perdóname

-para nada - se apuró a decir la rubia- tú no eres una carga…-

-bueno eso  no importa, igualmente gracias-dijo el pelirosa con una sonrisa. Fiona se sonrojo y volteo la cabeza para que no la vea.

Al llegar al dulce reino, Gumball, después de despedirse y agradecerles nuevamente a las heroínas,  fue  a su  habitación y se acostó en la cama con un largo suspiro. Estaba cansado de que la reina helada lo secuestrara. Su acoso cada vez lo molestaba aún más.

Se sacó sus ropas. Un baño de burbujas lo esperaba. Al entrar al baño sintió un olor dulce que lo hacía relajarse, se metió en la bañera y se sumergió hasta que no le cubriera la cabeza. Pensaba sobre Fiona, que se había confesado pero él no sentía lo mismo  por ella, sobre la reina helada y sus molestas acosaciones, y pensaba sobre Marshall lee, y sus molestas bromas que lo hacían nada más que enojar. Después de secarse con la toalla, salió del baño. Mentita había colocado su pillama  sobre la cama y la ropa usada, se la habría llevado para lavarla. Se colocó la remera que Marshall le había regalado y su pantalón rosado. Estaba demasiado cansado, se acostó en su cama y se tapó con su sabana. Minutos más tarde estaba durmiendo placenteramente.

       

Sintió  como la puerta del balcón se abría lenta y dificultosamente. Dejo entrar un poco de aire, haciendo que el príncipe tuviera un escalofrió. Abrió los ojos, aun medio dormido, y pudo ver como una sombra negra se colocaba justo encima de él. Sorprendido abrió  aún más los ojos y pudo ver como el vampiro, con una amplia y burlona sonrisa, lo contemplaba.-hola Gumgum-dijo este sin quitar esa sonrisa. El dulce príncipe se sentó en la cama, mirándolo con el ceño fruncido, lo había despertado de su placentero sueño y no tenía el mejor humor para atenderlo.

-me podrías decir ¿qué haces aquí?-dijo este sin dejar de mirarlo con su mirada enojada y cansada.

-nada, solo quería ver como se encontraba el príncipe Gumgum-dijo el vampiro con tono de burla.-Fiona me dijo lo que paso con la reina helada, esta es la sexta vez, Gumgum, deberías tener más cuidado.

-eso ya lo sé, Marshall, y no es de tu incumbencia así que podrías, por favor, irte de mi habitación-dijo el pelirosa ya molesto que el vampiro venga a molestarlo a esas horas de la noche.-… si es por eso a lo que viniste.

-sí que estas de buen humor-dijo Marshall sarcásticamente.-solo vine verte para asegurarme de que estabas bien, Fiona me dijo que lo hiciera.-

Marshall había borrado su sonrisa de la cara.-…oye Gumball sabes que a Fiona le gustas mucho, y te aprecia pero tú... ¿que sientes hacia ella?-

Se sorprendió al ver la cara de seriedad en él, era extraño verlo así.

-la verdad es que ella es bonita y simpática pero estoy interesado en otra persona…-dijo desviando la mirada de los ojos carmesí de Marshall.

Era verdad, él estaba enamorado de otra persona, pero esa persona no lo sabía. Estaba enamorado de Marshall desde que vio un lado dulce y simpático de él, pero si se enamoraba del rey de los vampiros, los dulces súbditos no lo aceptarían y el dulce príncipe no quería que su amor no correspondido los afectara, y decidió rendirse anuqué no podía dejar de pensar en él.

-¡¿en serio?!-dijo sorprendido el no muerto.- y dime quien es ¿ya te le declaraste? ¿Es bonita?-

Gumball sintió como algo dentro de él se le hacía pedazos pero no quiso darle vueltas al asunto y le respondió cortante.-no te interesa, así que por favor podrías irte de mi habitación que quiero dormir.-

El vampiro sin rendirse insistió sobre el tema pero el dulce príncipe  a empujones lo saco al patio, y le cero la puerta en su cara, evitando que Marshall vuelva a entrar en toda la noche. El vampiro enojado por su actitud se fue volando del dulce reino sin que los guardias notaran su presencia.

De nuevo recostado en la cama, el príncipe trataba de dormir pero no dejaba de pensar en Marshall. Se odiaba a si mismo por las palabras que le dijo, aun así trato de conciliar el sueño.

 

Marshall se fue volando hasta llegar a su casa. En su cabeza no dejaban de resonar las palabras que le había dicho Gumball. No podía creer que al dulce príncipe le gustara otra persona. Él lo había amado desde que se habían conocido. Fue amor a primera vista. Trato de no mostrar tristeza alguna ante la noticia pero por dentro se sentía triste. Trato de dejar de pensar en eso y agarro su bajo-hacha y empezó a tocar pero aun así no podía despejar su mente de esos pensamientos.

 

Al despertar sentía como su cuerpo se sentía extrañamente pesado. Vio como unas manos frías como la nieve lo guiaban hacia el balcón. Después de que esas manos colocaran un pañuelo sobre la boca y nariz, cayó inconsciente.

 

Marshall se había despertado por los gritos de Fiona. Pensó en ignorarla pero al parecer era importante y decidió bajar a ayudarla. Como pudo se puso su camiseta y salió sin desayunar. Tenía sombras negras debajo de los ojos por pensar tanto en lo que le iba a decir a Gumball, iba a declararse ese día aunque sabía muy bien que parecía que el dulce príncipe lo odiaba. Pero al escuchar  a Fiona se puso tenso. El príncipe Gumball había sido secuestrado nuevamente por la reina helada pero esta vez la reina helada había puesto una barrera para evitar que ellos pudieran avanzar. Marshall al terminar de escuchar lo que Fiona le decía se puso en marcha hacia el castillo de la reina helada.

Ya enfrente de la torre de esta, Marshall se elevó hacia la ventana y vio a su amado atado a una silla inconsciente pero al parecer la reina helada no estaba cerca de él. Escucho sonidos que venían de la entrada de la torre, enfrente de la puerta, la reina helada y Fiona estaban luchando y al parecer nadie cedía. Al parecer era el momento para romper la barrera mágica que esta había construido, parecía débil, en un pestañeo la barrera había desaparecido. Nada que el rey de los vampiros no pudiese hacer. Entro al frio cuarto y se acercó a Gumball, estaba helado. Lo desato de  la silla, lo cargo y se fue volando por la ventana, fuera de los fríos reinados. Fiona había derrotado a la reina helada pero  Gumball aún estaba  frio. Necesitaba calor. Voló hasta  su castillo y poso al dulce príncipe sobre su cama, llamo a mentita para que buscara ayuda lo más pronto posible

Capítulo 1 FIN

 

 

 

Notas finales:

porfavor diganme si sigo la serie soy novata y es mi primer fanfic :)


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