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Celos...jodidos celos... por Naomiyaoi38

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Notas del fanfic:

 

Bueno esto nació mientras trataba de hacer una cosa y me salió otra más loca :P. Pero véanle lo bueno Santiago y Alex regresaron XD (Para quienes no lo leyeron aquí les dejó el link en donde encontraran los demás link, valga la redundancia de los otros one-shots de esta pareja :3 http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=95090 )

Esto será tantito más largo que los one-shots  anteriores aunque no mucho :P; tres capis y epilogo a lo máximo :3

Bueno ya no hablo más y espero les guste :3...Y disculpen si se me coló algun horror ortografico e.e

Despertó con el olor a comida quemada inundando el ambiente. Presintiendo lo que ocurría Santiago se dirigió a la cocina algo somnoliento, en donde contempló el caos...


El lugar estaba vuelto un completo desastre; y peor aún, sobre la estufa se hallaba cubierto en llamas y echando humo una cosa amorfa completamente chamuscada, la cual en algún momento supuso ser algo comestible.

Un tic atacó el ojo derecho al ver al responsable de esa caótica situación...Alex, el cual se encontraba intentando apagar el fuego y disipar el humo..."¡¿Cómo rayos un solo idiota es capaz de hacer esto?!...Al ver que el humo comenzaba a expandirse aún más, actuó
rápidamente ayudando al ojigris.


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- ¿Y ahora?...¿Se puede saber qué carajos pasó? - preguntó el castaño mirando con el ceño fruncido y los brazos cruzados al mayor, el cual se encontraba en medio de aquel "cataclismo" con actitud un tanto nerviosa.


- Ehmm...Hacer el desayuno...- respondió de forma "inocente", sonriendo nerviosamente.

El ojimiel resoplo algo molesto, masajeándose el entrecejo. En algunas ocasiones comenzaba a creer que lo que Alex llegaba a tener de sexy y dulce lo tenía de idiota...¡¿Hacer el desayuno?! ¡Pero si él era capaz de hacer estallar la cocina con tan sólo acercársele!...Y eso fue algo que descubrió el primer día de los seis meses que llevaban viviendo juntos -después de que lo decidieran luego de más de año y medio de relación-. Santiago aún podía recordar ése nefasto día, en el cual aparte de casi hacer volar la cocina el peliazabache le preparó una "dichosa" cena que le causó una jodida intoxicación; la cual le dejó dos putos días recluido en el hospital. Jamás entendería cómo semejante tarado que no sabía ni freír un huevo había podido sobrevivir viviendo solo sin "envenenarse" el mismo.

- Serás...- suspiro calmándose aunque aún se notaba la molestia en su ser.


- Ya, ya...no te enfades...- hizo un gesto con la mano, como intentando restarle un poco de importancia al asunto - Yo limpiare todo esto...Además...yo sólo quería probar si esta vez finalmente podía lograr cocinar algo...- se colocó detrás del menor, abrazándole por la espalda - para reponer energías por lo de ANOCHE ronroneo insinuadoramente al oído del ojimiel, colando sus manos debajo de la camiseta de éste, atrayéndole más hacia sí. Santiago no pudo evitar sonrojarse ligeramente al comprender lo de "ANOCHE" y al recordar "ciertas" cosas sucedidas.

 

Y justo en ese momento cayó en un pequeño detalle, al cual antes no le había prestado ni la más mínima atención...Mientras que él vestía unos cortos shorts y una ligera camiseta; Alex tenía como única vestimenta unos ajustados boxers negros, lo cual junto con su cabello en cual llevaba recogido con una liga al descuido, dejando algunos mechones sueltos le hacían ver de una forma jodidamente sexy...Y todo eso junto con la cercanía y aquella actitud del mayor le comenzaban a hacer sentir "acalorado" a tan tempranas horas.

 


- No comiences a joder tan temprano...- se separó del mayor, usando su fuerza de voluntad para no caer en la tentación de aquel sensual moreno de ojos grises - Ahorita no tengo tiempo para "eso"...- dijo tratando de evitar los colores de su cara - prometí a Cristian ir a visitar  a su hermano al hospital...Cristian era su mejor amigo, el cual junto con el hermano de éste los consideraba como una familia aunque no compartieran vínculos sanguíneos.

El ojigris suspiro resignado y mascullo algunas cosas ininteligibles entre dientes por lo bajo. Santiago sonrió ligeramente ante la actitud del mayor. Sabía que Alex podía llegar a ser algo celoso y que su estrecha relación con su amigo a veces le molestaba un poco

 

- Y ya deja los estúpidos celos...- dijo en un tono ligeramente burlón, acercándose al ojigris - Tú eres el único idiota al que quiero...- depósito un suave beso en los labios del mayor, para luego halarle de forma suave y  juguetona un mechón de cabello y antes de que Alex pudiera agarrarle para devolverle el beso de una forma más pasional; el menor se fue rápidamente de allí, dejando al moreno con unas incipientes ganas de hacer algo, lo cual no era precisamente volver a intentar hacer el desayuno.


Con resignación y una cara de: "a menos que sea Superman jamás voy a terminar de limpiar esto", Alex veía el lugar. Una expresión de incredulidad surco su rostro al ver como inclusive en el techo había pegados rastros de "extrañas" formas chamuscadas...

"Pero...¿Cómo mierdas...?

 



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El agua caía de manera refrescante por su cuerpo. Escuchó la puerta del baño abrirse y una figura corrió la puerta de cristal de la ducha.

- ¿Limpiaste tu desastre? - pregunto con una ligera mirada acusadora al mayor, quien se encontraba mirándole desde la puerta de la ducha; el hecho de que éste estuviera allí le decía que la pobre cocina debía estar aún en caos.

- Ehmm...más o menos...- respondió con una sonrisa, ante lo cual el castaño rodó los ojos suspirando entendiendo que ése más o menos significaba algo así como: "Sigue vuelta medio mierda pero al menos está tantito mejor que cómo estaba"

 

- ¿Qué haces?...- vio al peliazabache despojarse de sus boxers, para luego introducirse junto a él; abrazándole por la espalda.

Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Santiago ante el contraste del agua y del roce con la piel de Alex, una combinación tentadoramente peligrosa.

- Nada...Solamente yo también quiero bañarme...-respondió de forma "inocente", mordiéndole el lóbulo de la oreja, haciéndole emitir un pequeño gemidito.

- Alex...- pronunció el nombre del mayor en un ligero tono de regaño, intentando zafarse sin éxito de su agarre. Estaba seguro de que si caía ante tan provocativo moreno terminaría llegando tarde donde Cristian.

- ¿Qué?...- aparento inocencia mientras seguía sin dejar escapar al menor - Será rápido...- hablo a su oído con voz sensual - Además estoy seguro de que tu "amigo" puede esperar...- el castaño sonrío ligeramente ante el tono celoso utilizado por el ojigris para referirse a Cristian.

La mano del mayor serpenteo por su abdomen hasta su miembro, haciéndole emitir un pequeño jadeo.

- Idiota celoso...- una pequeña sonrisa de burla surco los labios de Santiago, a la vez que echaba su cabeza hacia atrás, recargándola en el peliazabache que comenzaba a besar su cuello.

 


Siempre que Alex actuaba de esa forma terminaba cayendo...Finalmente decidió rendirse ante el calor que empezaba a recorrer su cuerpo.


El mayor sonrió al ver que Santiago al fin terminaba cediendo, pero no pudo evitar gemir ligeramente cuando el castaño comenzó a acariciar de forma inesperada su hombría. Se sorprendió un poco cuando el menor logro zafarse de sus brazos y con sonrisa pícaramente traviesa volteó a verle, besándole con pasión.

- Santi...- pequeños suspiros de placer escapaban de sus labios al momento que el menor empezó a besar y mordisquear ligeramente su cuello, mientras seguía masajeando su miembro.

- ¿Qué?...- el ojimiel aparentaba "inocencia", rozando con sus labios y lengua sensualmente desde el cuello hasta el pecho del peliazabache; en donde se entretuvo unos instantes, lamiendo juguetonamente las tetillas del mayor. Alex siempre podría lograr que cayera ante él, pero no por eso significaba que Santiago permaneciera totalmente quieto a merced del ojigris; a él también le gustaba deleitarse con aquel moreno y delicioso cuerpo, no importa cuántas veces lo hiciera jamás se cansaría de recorrerlo.

Con una ligera expresión traviesa descendió lentamente por el abdomen del peliazabache, hasta quedar a la altura de la hombría de éste, arrodillándose frente al mayor; quedando su rostro a la altura de aquel miembro.

Alex observaba expectante y deseoso al menor, el cual le dirigía una mirada con rastros de lascivia. Si había algo que aprendió a amar de Santiago era lo inesperado que podía ser. Un momento se estaba haciendo el difícil y al otro se volvía sumamente atrevido...


La lengua del castaño rozo el glande del moreno, haciéndole emitir un gemido...Le encantaba ver a Alex de esa forma...tan ansioso.

Con parsimonia comenzó a lamer aquella hombría; desde la base hasta la punta.

- Santi...- jadeó el ojigris como en una súplica, ante lo cual el menor esbozo una sonrisa ladina, engullendo por completo ese miembro - Aahh...- se estremeció al sentir aquella cálida boca devorando su miembro, llevando sus manos a la cabellera del castaño.


Al menor le complacía ver el rostro de placer de Alex...Cuanto le gustaba ésa expresión...Intensificó el ritmo de la felación, enroscando su lengua de vez en cuando en la punta, mordisqueando suave y ligeramente en lugares específicos, deleitándose con los gemidos que brotaban de los labios del moreno.

- ¡Aahh! - sin poder resistirlo más el peliazabache se vino en la boca del ojimiel, el cual bebió la mayor parte de esa esencia. Un pequeñísimo rastro de semen resbalaba por las comisuras de los labios del menor, el cual limpio con sus dedos para luego lamerlos de manera insinuante, dirigiendo una mirada provocativa al mayor.

Alex no podía recordar en que momento Santiago se había convertido en semejante provocador, pero esa imagen del menor era demasiado como para resistirlo, haciendo que nuevamente el calor del deseo inundara su cuerpo.

Hacer llegar al éxtasis al moreno era algo que divertía y complacía al castaño. Le gustaba saber que aunque de vez en cuando alguna que otra zorra y en ocasiones uno que otro pendejo desubicado que le provocaba hervirlos en aceite se le insinuara a SU Alex, él era el único capaz de tocarle y hacerle sentir de esa forma.

El ojigris le halo por el brazo, levantándole a su altura; apegándole contra sí, atrapando los labios del menor para devorarlos con pasión.

- Eso no fue suficiente...- ronroneo el moreno con voz lujuriosa al oído del castaño - todavía tengo ganas de ti...- paseó su lengua por el contorno de la oreja del menor, quien sentía las manos del mayor comenzando a serpentear su piel bajo el agua de la ducha su piel, bajo el agua de la ducha que seguía cayendo.

- ¿En serio?...- Santiago dejó escapar una pequeña risa ligeramente burlona, profiriendo un gemido cuando el mayor apretó sus glúteos.


El ojigris no le contestó, se limitó a reír un tanto juguetón mientras le empujaba con su cara de frente a la pared de cerámica azul de la ducha; quedando la mejilla del castaño contra ésta, sintiendo la fricción del cuerpo del peliazabache tras de sí, entremezclado con el agua que caía.

Gimió al momento en que un dedo del mayor se coló en su interior, mientras le besaba y mordisqueaba ligeramente el cuello y hombro. Un segundo dedo se unió al primero; moviéndose en forma de tijeras en ésa aún estrecha entrada.

- Alex...- jadeo ansioso cuando un tercer dígito se internó en él, comenzando a dar en aquel punto que le hacía perder la razón.

Sintió la húmeda y tibia lengua del moreno pasar por su cuello, y como los aquellos dedos que danzaban deliciosamente en su interior salieron de sí; pero no tuvo tiempo de quejarse ya que el miembro del moreno suplantó el vacío que habían dejado los dedos.

- Aah...- sintió la gruesa hombría del ojigris entrar en él, comenzando con un lento vaivén. Movió sus caderas deseoso de más...quería mucho más de esa enloquecedora sensación de Alex llenando su ser, envolviéndole en placer.

Sabiendo los deseos del menor, el moreno aumento la velocidad de sus estocadas; embistiéndole con pasión.

Sin poder evitarlo los gemidos brotaron de los labios de Santiago, y subieron de intensidad cuando aquellas estocadas empezaron a tocar su próstata; haciéndole vibrar intensamente.

 

Las corrientes de placer se expandían por su ser con cada potente y deliciosamente certera embestida. Sintiendo el orgasmo aproximarse cuando la mano del mayor serpenteo hasta su miembro, masturbándole al compás de las estocadas. Llegó al clímax sin poder resistir más las intensas sensaciones que se acumulaban en su ser; corriéndose en la mano del ojigris a la vez que profería un fuerte gemido. Sintió como en tres potentes embestidas más el moreno se vino en su interior, llenándole con su cálida y abundante semilla.

Ambos intentaban normalizar sus respiraciones, las cuales permanecían aún algo agitadas. Alex apoyó la cabeza en el hombro del menor, besándole dulcemente el cuello mientras salía de éste.

- ¿Ahora si con esto me vas a terminar dejar de bañar en paz?...- el tono de Santiago fingía molestia...A veces pensaba que se había vuelto un maldito cursi durante el tiempo que llevaba con Alex porque no podía negar que estar con él le llegaba a sacar en algunas ocasiones toneladas industriales de dulzura que ni idea tenía de dónde carajo le salían que le hacían gustar cada vez más el estar junto al peliazabache...Sin embargo, sabía que si en esos momentos seguían con "esas" cosas jamás terminarían salir de allí.

- Mejor que eso...te ayudare a terminar de bañarte...- ronroneo con una de sus sonrisas freidoras de neuronas, besándole la mejilla para luego atraerle junto a él bajo el agua de la ducha; dispuesto a terminar de ayudarle a bañar, bajo la mirada del castaño que le veía con cierta desconfianza por si intentaba algo más que no fuera sólo lo que decía.

Pero el mayor no planeaba intentar nada más, porque sabía que eso podría molestar al menor...y ver a Santiago enojado sólo lo hizo un par de veces y era una experiencia que jamás querría repetir; además de que podría castigarle donde más le dolía... dejándole en abstinencia sexual... 


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Santiago se hallaba sentado en la amplia cafetería de un hospital, acompañado de un chico de cabellos rubios de reflejos miel, tez nívea y orbes esmeralda; que aparentaba más o menos la misma edad del castaño. Aquel chico era Cristian, su mejor amigo desde que ambos eran niños. El ojimiel había ido  allí para visitar al hermano del ojiesmeralda, el cual había tenido un accidente y se encontraba recuperándose. El ojimiel bebía un café mientras que el contrario comía felizmente un postre de chocolate.

Si había personas a las que apreciaba y valoraba inmensamente eran a Cristian y su hermano. Ambos eran prácticamente una familia para él.

- ¿Y cómo van las cosas con Alex?...- preguntó sonriente el rubio. Algo que a pesar de todo agradecía Santiago inmensamente era la comprensión por parte de Cristian y el hermano de éste cuando la relación con el moreno se hizo pública. Ellos fueron una de las pocas personas que le mostraron su apoyo incondicional, al contrario de algunas falsas amistades que se sintieron asqueadas ante el hecho de que él se hubiera vuelto un "marica"; como le llamaban algunos, los cuales se alejaron de su persona juzgándole.

- Normal...Él sigue igual de idiota así  que supongo que bien...- a pesar de agradecer la compresión del rubio y confiar en éste; Santiago jamás había sido de los que contaban muchas cosas sobre su intimidad más reservada...Además de que para su "desgracia" Cristian se tomaba con tanta naturalidad su relación que a la final terminaba haciéndole ciertas preguntas que moriría atragantado de la vergüenza antes de responder.

- ¿Y?  ¿Algún día me dirás quién se la mete quién?...- la naturalidad e "inocencia" con la cual Cristian preguntó aquello casi hace que se atragante con el café que estaba tomando.

 


Por eso es que a veces trataba de evitar hablar de su Alex con el rubio. Desde que éste se enteró de su relación con el moreno le daba por hacer preguntas "incómodas" movido por su curiosidad y como también  Santiago estaba seguro de que era por el simple hecho de fastidiarle y avergonzarle como siempre había hecho desde que eran pequeños: "¿Cómo es chupársela a un hombre?"...¿De verdad ya no se te hace raro follar con otro tipo?"...Preguntas como ésas solía hacerle todo el tiempo el ojiesmeralda que él ni muerto le respondería, pero era la primera vez que le preguntaba eso y ni bajo tortura china pensaba contestarle.

- Cristian...- el tono del castaño sonaba algo amenazador y molesto por hacer que se avergonzara de esa manera, lo cual se hacía evidente en el rubor de sus mejillas.

- ¿Qué?...- aparento "inocencia" ante la mirada de asesino que comenzaba a poner el ojimiel - Ok...ya no pregunto más...- se encogió de hombros comiendo una cucharada de su postre - Seguro que no quieres decirme porque te da vergüenza porque a ti es al que te la meten...- soltó con tanta naturalidad sus palabras que ahora si la vergüenza de Santiago aumento, subiéndole todos los colores al rostro para luego dirigir una mirada de asesino serial al pobre rubio, el cual decidió que o dejaba de molestar por diversión a su amigo o estaba seguro de que sería víctima del "pequeño" lado oscuro que poseía su amigo cuando se enfadaba - Uy mira la hora...cuanto tiempo ha pasado mientras hablamos...- miro la hora de su celular intentando hacerle olvidar a Santiago el asunto - Mejor te acompaño a la parada del autobús...- y con una sonrisa de "no me mates por favor. Ya no preguntaré más nada...al menos por ahora" Cristian logró que el ojimiel le se le pasara la molestia, decidiendo que realmente ya era hora de irse.

 


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Finalmente ambos chicos habían llegado a la parada de autobús, luego de hablar todo el camino sobre trivialidades; las cuales para la suerte de Santiago no fueron más preguntas acosadoramente incómodas.


- Ven...- halo por el brazo al rubio para que lo acompañara al ver una dulcería frente a donde estaban. A Alex le encantaban los dulces y seguramente se pondría feliz si les llevaba algunos. Además de que la idea de un sensual moreno con dulces y chocolate por su cuerpo desnudo le resultaba muy atractiva; pero claro, esa parte de sus intenciones jamás la imaginaria su amigo.

Al llegar cerca al negocio se detuvieron y el rostro del castaño quedó casi en blanco, ante lo cual el rubio le miro algo extrañado sin comprender el cambio de actitud, pero al dirigir la vista al frente; cerca de la puerta de la dulcería y un poco oculto por las personas que iban y venían pudo ver la razón del cambio de actitud de su amigo...

Notas finales:

¿Les gusto? ¿Qué piesan del nuevo personaje? ¿Qué habrá visto Santi? D: ¿Quieren que continue mi fumada idea? :P

Ok...muchas preguntas jejeje...si quieren conti en tres semanas y media estare por aquí más o menos :P (Y para l@s que planean lincharme porque aún no subo la conti de Amando al enemigo D: sólo les pido paciencia u.u. Pronto la subiré ewe)

Sayonara


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