-Jeremy, I know how you like this place, But we not stay here anymore- Me encontraba encerrado en mi pieza, con la puerta con pestillo. Estaba bajo mi cama – Come on, we need to go. Your father is waiting us
Tomé un poco de aire, sequé mis lágrimas y traté de hablar lo más claro posible – Mom… - Temblé un poco, pero continué hablando - I want stay here, I don’t want go… - unas nuevas lágrimas cayeron por mis mejillas
-I don’t want do this… but you force me to do - De una sola patada hizo trisas mi puerta – Come on, beauty boy – Tomó mi maleta y pasó por aquel umbral – Faster!! You fucking slow turtle! – al no escuchar mis pasos se devolvió y me dedicó una mirada asesina. Sin querer de que se enojara más salí de mi escondite (que desde ya estaba más que descubierto, ya que, siempre me escondía allí) Y corrí a la salida de la casa.
En la casa se encontraba todo intacto, desde la cocina hasta el jardín. Debido a que este viaje ha sido informado de un día al otro no hemos podido desarmar nada, además que nuestro destino es tan lejano que llevar nuestras cosas ha de ser un acto totalmente estúpido.
Una vez fuera divisé el rojo auto perteneciente a mi padre, Sacarías Thompson.
Cuando subí a aquel antiguo y desaliñado auto sentí como toda mi vida era totalmente modificada para siempre, sin decir que esta no era la primera vez que era modificada, ya era tercera vez que viajábamos de una distancia tan larga. Viajamos de Canadá a Chile, luego de unos 3 años de Chile a Argentina, luego de Argentina a Estados Unidos y ahora de Estados Unidos a Japón… definitivamente somos nómades… si, unos indecisos nómades
Tal vez aprender Ingles, Ingles Británico y español no se me ha hecho difícil ya que no son muuuy diferentes, pero Japonés es algo totalmente distinto… no sé si podré acostumbrarme
Mientras estaba en el auto solo podía escuchar una ligera conversación de mis padres, excluyéndome, después de todo no quería saber de lo que hablaban. Me dediqué a mirar por la ventana. Esta sería la última vez que vería estas calles, esta carretera. Mis amigos, que creí que serían para siempre ya nunca más los veré.
Saqué mis audífonos y me puse a escuchar música.-
Después de aproximadamente 30 minutos llegamos a… ¿la casa del jefe de mi padre?
-Dad, ¿por qué manejaste hasta aquí? – me saqué mis audífonos y me coloqué entre el asiento de él y mi madre
-Aquí tomaremos el helicóptero
-What?! – E... esto… ¡¿es acaso cierto?!
-The boss wants me now, is very important - ¿Desde cuando es importante él?
Casi aturdido salí del auto tal cual como ellos.
Tal vez la casa se podría ver simple por fuera, pero una vez que ya estábamos dentro… podría decir que era más lujosa que la misma casa blanca, sin exagerar
-Hi, Little boy, your father tells me a lot of you – desde un cuarto ligeramente oscuro apareció un hombre un tanto Viejo, su cabello era canoso a tal modo que ya casi era de un blanco intenso
-Oh, nice to meet you – estreche su mano.
-Please, feel like in home – nos hizo un ademán con su mano para que lo siguiésemos, cosa que de inmediato hicimos.
Nos guió por un sinfín de pasillos hasta llegar a lo que creo que podría ser un pa…tio
¡¡Esto no es un patio!! ¡¡En los patios no hay helicópteros!!
Aquella salida era más bien de abordaje… este caballero fácilmente podría pasar como jefe de alguna mafia
-My Butler brought your baggage and put him in the Helicopter – nuevamente hizo un leve movimiento con su mano e hizo que varios hombres pusiesen una escalera hacia el helicóptero – Pass…
El primero en entrar fue mi padre, luego mi madre y por último yo. No antes de subir al segundo escalón sentí como una tibia mano se posaba en mi muñeca
-Good luck, Pretty boy – soltó mi mano y se dirigió donde unos hombres vestidos de terno
Ignoré aquello y subí los escalones restantes que no eran muchos
Allí dentro era a pesar de todo un lugar amplio, lo suficiente como para mantenerme derecho. Lo bueno es que no nos demoraríamos demasiado en el viaje, Serían como 1 o 2 días. La comida no faltaría por lo que nos rogaron no preocuparnos por aquello.
A pesar del cansancio que tenía no quería dormir, así que nuevamente me dispuse a escuchar música. No mucho después mi madre me llamo la atención
-Jeremy, Why are you so serious? – me quite los audífonos y le hable
-Mamá, ¿Por qué aún me sigues hablando en ingles? No es necesario – la miré de soslayo
-Bueno, creo que es costumbre – Hizo una leve pausa – Creo que ahora tendremos que acostumbrarnos a hablar japonés ¿no crees? – Sonrió notablemente – He aprendido lo básico así que podría yo enseñarte ¡Sería divertido! – Realmente me agrada su entusiasmo pero... no
-No te preocupes mamá, yo veré algún instituto que me enseñe todo lo necesario después de clases. Creo que en clases tal vez aprenda algo o lo que sea de Japonés
-¡Claro hijo mío! – Salió a hablar mi padre – Tu tienes un don, Hijo. ¡Podría decir que un regalo de los dioses! Aprendes cualquier idioma en un santiamén – dijo orgulloso
La verdad es que no me gusta cuando me alagan, me hace sentir una persona horrible
-No digas esas cosas papá, sabes lo que pienso de ello – dije volviendo a poner sobre mis oídos los audífonos.
El día paso algo lento, y peor aún el segundo, pero gracias a dios las 46 horas con ellos se había terminado.
Una vez que me di cuenta que el helicóptero estaba descendiendo me percaté que estábamos sobre el techo de una especie de empresa. Aquello me sorprendió… ¡¿Qué tipo de trabajo es el que hace mi padre?!
Nos bajamos y nos recibieron unos cuantos hombres que al igual que los anteriores vestían de caros trajes y zapatos de cuero italiano.
-Por favor, síganme. Los guiaré a su nuevo hogar desde ahora , por las maletas no se preocupen, ya están en su hogar– nos hablo en un perfecto español un hombre calvo un tanto moreno con ojos que exigían miedo y respeto
-Si… - hablamos al unísono los tres, a lo cual aquel atemorizante pero agradable hombre sonrió cálidamente
Lo seguimos hasta un auto bastante actualizado pero no demasiado lujoso color negro con ventanas polarizadas.
Demoramos un trayecto bastante largo. Mientras veía por las ventana podía ver una gran diversidad de estilos, más de los que podía haber siquiera pensado.
Sin darme cuenta aquel hombre nos dijo sutilmente que nos bajásemos, cosa que no nos opusimos ni un mili-segundo
-Por favor, tengan un buen día – apenas termino aquella oración y partió a todo motor a la dirección por la que habíamos venido… Si, lo más seguro es que estaba yendo contra el trafico.
Era un vecindario bastante elegante he de decir, todas las casas tenían la misma fachada blanca, pero por alguna razón cada una tenía su toque especial, ya sea por que algunos les había puesto plantitas afuera, o por que había una terraza o incluso una piscina.
Miré mi futuro hogar, no podía ser tan malo después de todo
-¿Nos vamos a quedar mirando la casa o vamos a entrar? – dijo algo aburrida mi madre
-¡Cierto!... esto, ¿Dónde dejé las llaves, amor? – habló mi padre mientras registraba sus bolsillos, tanto como los de su saco de genero firme y sus pantalones de un negro intenso.
-Tal vez estén… - revisé su mano - ¿en tu mano?
-¡¡Verdad!! Como es que puedo ser tan idiota – rió fuertemente. Abrió la reja, luego la puerta - ¡Pasen! No se queden parados como tontos allí, Jeremy cierra la puerta cuando entres – tiró la llave de la entrada hasta donde me encontraba yo. Mi madre entró y yo me dispuse a cerrar la reja, luego cuando entre a la casa deje las llaves en un tipo llavero que estaba tras la puerta, y por supuesto cerré dicha puerta.
Una vez adentro se podía notar a simple vista que la casa era bastante espaciosa así que revisé todo el primer piso…
Principalmente estaba un pasillo que guiaba de la entrada al living, donde ya se encontraba un gran televisor junto con un sofá de cuero, tras el cual hay una puerta de vidrio gigantesca que deja ver un gran jardín. No muy lejos había una puerta con una ventana con persianas, dentro estaba la cocina y un poco más lejos en aquella habitación estaba el comedor, que era una mesa elegante de un buen material con sillas de aquel mismo material pero con unos diseños elegantes y melancólicos. La cocina estaba muy bien equipada, podría decir que incluso mejor de que la cual ya teníamos.
Había un poco más lejos… bueno al principio, por le pasillo una puerta, la cual llevaba a la lavandería.
Subí por una escalera al estilo ‘caracol’. Allí estaba justo, 5 puertas dispuestas en un largo pasillo. Entré a la primera, era una habitación en la cual ya se encontraban mis padres… ¡¿toqueteándose?! ¡¡Puaj!! Mejor me voy…
Entre a la segunda y había una habitación… debido a que no estaban mis cosas creo que era de huéspedes. La tercera era… ¡Mi habitación! Es muy espaciosa, tenía un balcón que daba vista a… al otro balcón de la casa de al lado… muy linda vista –sarcasmo- La cama ya estaba ubicada en una vértice de aquella gran habitación. Se sentía tan vació, pero creo que debo acostumbrarme. Compraré una alfombra o algo para poner linda mi nueva pieza.
Ordené la poca ropa que tenía y la colgué cuidadosamente en el closet. Me coloqué mi pijama, me miré a un pequeño velador que estaba en la pieza (el cual no me molestaba, pero era muy de niña, así que mañana tal vez lo saque de la habitación y lo ponga en la habitación de huéspedes) y ordené mis desordenados cabellos rubios.
Cansado abrí la cama y me tapé con las ásperas y duras sábanas que espero que pronto se tornen más suaves. Me acurruqué buscando más calor y trate de dormirme.
Pude escuchar unos leves ‘gemidos’ provenientes de la pieza de mis padres, los cuales me repetí más de 1500 veces que habían sido mi imaginación. Pensé en las miles de cosas que tendría que hacer mañana y a la nueva preparatoria que tendría que asistir y me dormí
~*~