Tensión Sexual
Jadeó suavemente cuando pasé mis manos por su espalda, la música seguía sonando mientras yo me pegaba más a su cuerpo, aquella competencia había quedado olvidada, pues lo único que importaba ahora era el deseo que se podía oler en el aire. Giró su angelical rostro y lanzó aquella mirada llena de lujuria hacia mí, entonces me atreví a terminar con el pequeño juego de seducción y saciar mis ansias de una vez…
-Flash Back-
-Haremos una competencia para ver quien es el mejor bailarín de la compañía. – Ese fue el presidente, quien había propuesto esa idea para motivar a las bandas que últimamente andaban desanimadas por tanto trabajo. – ¡Cada banda escogerá a un miembro que competirá por el trofeo! – Todos los presentes aplaudieron. Suho hyung me miró y supe que yo sería el escogido por mi banda.
-Bien, ¿Quién será la escogida por las Girlsgeneration? – Preguntó el vicepresidente. Las chicas cuchichearon un rato y luego Jessica noona se levantó. Todos volvieron a aplaudir mientras ella se iba al centro del salón junto con el vicepresidente.
-¡Fighting! – Gritó ella muy emocionada.
-¿Quién irá por Super Junior? – Ryeowook hyung se paró rápido e hizo lo mismo que Jessica noona. Y así cada banda escogió un miembro en representación. Hasta que fue el turno de SHINee.
-Yo iré. – Taemin se levantó con ese aura de confianza que yo aborrecía, desde que entré a la compañía lo he odiado. Es tan engreído y vanidoso, frente a las cámaras me trata bien para aparentar que somos amigos pero luego me trata mal. Se cree que es mejor que yo porque tiene más experiencia, pues no es así.
-Yo voy por EXO. – Me levanté igual de orgulloso pues no lo dejaría opacarme, rodó los ojos y sonrió con autosuficiencia. Ya le demostraré quien manda aquí.
Mas tarde ese mismo día me dirigí a una de las salas de ensayo para practicar algo para la competencia. Y justo la persona que menos quería ver estaba ahí. Bailaba una canción de su propia banda, no podía ser más arrogante. Cerré la puerta bruscamente a lo que se volteó y dejó de bailar.
-¿Qué pasa? ¿No ves que esta ocupado? –Me miró desafiante mientras intentaba regular su respiración.
-Esta es mi sala de ensayos. – Le dije tirando mis cosas a un lado. Se rió y caminó hacia mí.
-Que yo sepa no dice tu nombre en la puerta.- Habló ácido, mi furia aumentaba a cada momento.
-Y el tuyo tampoco, así que ¡sal! – Ordené, si no era por las buenas sería por las malas.
-¿Y quien me va a obligar? ¿Tú? – Me miró de arriba abajo y se burló. Yo no entendía de que se reía si de lejos se notaba que era más fuerte que él.
-¿Me estás retando? – Me acerqué más y él retrocedió, obviamente tenía miedo de pelear conmigo pus sabía que le ganaría en menos de un minuto.
-¿Qué tal si te esperas a que te pateé el culo en la competencia? – Lo miré incrédulo pero me seguía acercando y él retrocediendo.
-Eres un miedoso. – De pronto lo acorralé contra la pared y sonreí victorioso.
-Y tú eres… demasiado sexy. – Dijo lo último en un susurro. Sus ojos se clavaron en mis labios y su respiración volvía a ser irregular de nuevo. Me quedé en blanco con aquellas palabras y sus acciones, exhalaba fuerte y entrecortado, lo que me estaba poniendo caliente, pero no se lo demostraría.
-Con que ya te rendiste a mis encantos. – Mordí mis labios al terminar la frase, Taemin me miró enojado pero luego sonrió, se pegó a mi cuerpo y acercó su rostro hasta que solo unos milímetros nos separaban.
-O tú te rendiste a los míos. – Lamió su labio superior sensualmente. Para este entonces ya no sentía calor, ahora estaba ardiendo. Puse mi mano al lado de su rostro pegándome a él completamente, me agarró por la cintura y se acercó más, pensé que iba a besarme y cerré los ojos, pero sus labios no fueron a los míos si no más atrás, a mi oído. – Tengo que seguir ensayando. – Luego me apartó con un leve empujón.
-Pues practica mucho porque te voy a hacer polvo. – Me miró por encima del hombro pues se había alejado por completo de mí.
-No deberías estar tan confiado. – Se volteó a ver al espejo dándome la espalda. Empezó a bailar de nuevo e iba a irme, pero por alguna razón me quedé viéndolo. Su cuerpo se movía con una sensualidad impropia de él, la expresión en su rostro era increíblemente provocadora y eso sumado a la temperatura de mi cuerpo, me provocaban sensaciones que jamás imaginé sentir por Taemin. - ¿Te vas a quedar ahí babeando o vas a hacer algo? – Sacudí mi cabeza, pero repasé sus palabras en mi mente, ¿hacer algo? ¿Él quería que hiciera algo? Bueno, si eso era lo que quería…
-Fin Flash Back-
Uní mis labios a los suyos, Taemin se giró para profundizar el contacto. Me besaba de una forma demasiado salvaje y me encantaba, lo empujé fuertemente contra el espejo a lo que soltó un jadeo y se subió a mis caderas abrazándome y restregándose contra mí. Ya no estaba ardiendo, ahora me estaba carbonizando. Le quité bruscamente la camisa y comencé a torturar sus pezones rosaditos a lo que gemía fuertemente contra mis labios, volví a besarlo metiendo mi lengua y soltó un gemido que murió en mi garganta, todo iba demasiado rápido pero así me gustaba, jamás me imaginé que el “inocente Taemin” fuese capaz de besar así, porque tenía una forma delirante de besar, como si quisiese tragarme entero.
-Hah… Sabía que te morías por mí. – Dijo de pronto mientras me encargaba de besar su cuello, oí un pequeño golpe y me di cuenta de que Taemin había recargado su cabeza contra el espejo y tenía los ojos cerrados. Lo mordí antes de responder.
-No te creas tan importante. – Sus manos estaban desesperadas tratando de sacarme la camisa, así que me separé lo suficiente para que pudiera quitármela. La tiró por algún lado y acarició desesperado mi cuerpo, lo que me hacía sentir en el paraíso.
-Umm… Jong In, me encantas. – Mi mano bajó hasta su miembro atrapado entre ambos y comencé a masajearlo. Me agarró de las nalgas pegándome más a su cuerpo. Entonces lo obligué a bajarse de mi cintura y lo giré, me pequé a su espalada – Ahh… - Se estremeció cuando pegué mi miembro semi erecto a su redondo trasero.
Lamí uno de sus hombros y dejé una mordida, seguí lamiendo por su espalda dejando besitos ocasionales, con mis manos acariciaba también aquella pecaminosa y blanca piel. Llegué al borde del pantalón en donde me detuve para bajarlo.
-Lindo culo. – Le di una mordida una vez estuvo libre de la ropa, Taemin me miró alzando una ceja. –Lástima que te lo voy a romper. – Finalicé lamiendo una de sus nalgas para darle otra mordida, con mis manos las separé encontrando lo que quería. Lamí levemente el pequeño y rosadito agujero, Tae cerró los puños contra el espejo y apoyó su frente a este.
-Ahh… - Rodeé con mi lengua aquel anillo virginal. Luego la metí sintiendo como Taemin se tensaba y gemía fuerte. - ¡Ahh! J-Jong In… - Extrañamente, escuchar mi nombre de esa forma tan excitante hizo que mi miembro vibrara de pura anticipación. Mis dedos se unieron a mi lengua empezando a introducirse uno por uno. Subí lamiendo su espalda, lentamente mientras metía el primer dedo, su interior era cálido, delicioso…
-Que apretadito. –Susurré en su oído para molestarlo justo cuando metí el segundo dedo.
Tae echó su cabeza hacia atrás dejándola en mi hombro y gimiendo fuertemente, besé su cuello propinándole una lamida luego, y dejando un leve mordisco. Metí otro dedo moviéndolos rudamente haciendo al ego centrista de Taemin rogar por más. Movía mis dedos en su interior hasta donde me permitiera llegar, él tenía sus ojos fuertemente cerrados pero en un pequeño momento de lucidez, los abrió y me obligó a sacar los dedos.
-Quiero chupártela. – Dijo sin vergüenza alguna una vez estuvo frente a mí, ahora podía escucharlo claramente pues la música se había acabado hace rato. Devoró mi boca una vez más jalándome el cabello y restregándose contra mí, provocando que se me cortara la respiración por segundos.
Se fue bajando por mi cuello y me abrazó por la cintura, lamió hasta mi hombro y luego por mi pecho hasta el ombligo donde se entretuvo un rato. Mis ojos lo seguían perdidos en ese inusual encanto que de repente había encontrado en Tae, como si fuese una persona totalmente distinta, su cuerpo perfecto, su piel de porcelana, sus curvas, su aroma, su calor, todo de él, me tenía en un hechizo. Como si nada bajó mis pantalones holgados hasta quitármelos con el bóxer. Miró mi miembro con gula antes de lamerlo en toda su extensión.
-Mmm… - Gemí por el acto, con una mano me masturbaba mientras que con la otra acariciaba mi pecho deteniéndose en la zona en donde se marcaban mis pectorales.
Lamió de nuevo hasta la punta en donde pude ver como su traviesa lengua jugaba con mi glande, me dedicó una mirada excesivamente lujuriosa y cargada de deseo. De pronto se metió mi pene en la boca dejándome en blanco por un momento, lo metía y lo sacaba a un ritmo lento y tortuoso, me sentía chocar contra su garganta y como su lengua enrollaba mi extensión cuando estaba dentro. Tomé sus cabellos y lo hice ir más rápido, hasta literalmente, follarle la boca; pero no se negó y se acostumbró al ritmo sin rechistar.
– Ahh, Tae… Eres, jodidamente bueno… Ahh. – Casi estaba al límite y él intentó separarme al momento de correrme pero no se lo permití, me vine en su boca. Sentí como mi miembro convulsionaba dentro de aquella boca del pecado, con una última lamida se lo casó de la boca, se había tragado todo mi semen.
-¿Te gustó Innie? – Preguntó “inocentemente” limpiándose mi esencia de la comisa de sus labios con la lengua.
Subió hasta mi altura otra vez, nos vimos a los ojos un instante, solo podía encontrar una desbordarte pasión retenida en esos ojos castaños. Pero no duró mucho pues se echó en el piso frente a mí, abrió sus piernas dejando ver bastante, una mano bajó acariciando su propio cuerpo hasta su miembro duro y lo tomó soltando un gemido, yo solo podía disfrutar de la vista, pues me estaba volviendo a excitar solo con ella. Su mirada no se separaba de la mía, ni siquiera cuando entrecerraba los ojos para gemir. Mientras se masturbaba lentamente, con su otra mano se echó el cabello para atrás relamiéndose los labios, tentándome y encendiéndome a límites nunca antes conocidos.
– Ahh… Jong In… - Gimió aumentando el ritmo, arqueó levemente la espalda dándome una visión exquisita, entonces reaccioné y me fui sobre él.
Lo besé de forma demandante introduciendo mi lengua al instante, comencé un vaivén frotando nuestros cuerpos calientes y deseosos de sentirse, lo tomé de las piernas y lo obligué a abrazarme con ellas, sus manos fueron a mis nalgas aumentando la fricción. Sentía que me vendría en cualquier momento, Taemin gemía tan alto y agudo que seguro estaba en las mismas.
-¡Ahh! ¡Aahh! Jong In… Ahh… - Decidí no torturarnos más y acerqué mi miembro a su entrada. Lo introduje lento sin querer lastimarlo, su rostro iba del dolor al placer rápidamente.
-Demasiado… Estrecho. – Susurré en su oído para después lamerlo y morderlo. Golpeó mi brazo sin que llegara a dolerme realmente.
Comencé a moverme de inmediato, Taemin se aferró a mí besando mi cuello, estar dentro de él era una sensación indescriptible y realmente excitante, su interior cálido y húmedo me apretaba deliciosamente robándome el aliento en cada embestida. Él solo podía pedir por más, hasta que el ritmo fue aumentando junto con el sudor, el placer y los gemidos desesperados de Tae para que se lo metiera más fuerte. Hasta que di en un punto en su interior que lo hizo casi gritar.
-Mmm. Kai, ahí. Dios. Ahh… - Decía incoherencias pero me excitaban sus palabras sucias.
-Taemin, te voy a partir. – Lo besé algo errático por el rápido vaivén, su cuerpo realmente me volvía loco y me tenía perdido en el placer más absoluto.
-Ahh… Si, hazlo. – Nos resbalábamos en pulido piso de madera de lo duras que eran mis arremetidas contra esa perfecta anatomía. Puse mis manos a cada lado de su cabeza para apoyarme mejor y entrar más profundo, si era posible.
-Ahh, ya me vengo… - Avisé cuando me apretaba fuertemente, tomé su miembro y empecé a masturbarlo al ritmo de las embestidas.
-¡Jon In! – Gritó mi nombre al tiempo en que se venía en mi mano, el orgasmo le llegó tan fuerte que contrajo su entrada haciéndome llegar a mí también. Mi semen se esparció en él.
Lo miré y su respiración estaba hecha un caos, su cabello despeinado, sus manos alzadas hacia mí pues en ningún momento dejó de abrazarme. Me atreví a darle un beso más, esta vez más lento y pausado. Succioné su labio inferior besándolo tiernamente, llevé una de mis manos a su mejilla acariciándolo. Su boca se amoldaba a la mía en un perfecto y sutil beso, Sentí como me tomaba de la muñeca y retiraba mi mano de su rostro, entonces cortó el beso, pero yo no quería. Solo me quedé viéndolo, y esa absoluta fascinación hacia él aun no se iba, ¿No se suponía que lo odiaba?
-Ha sido increíble. – Dijo con una sonrisa. – Pero tengo que seguir ensayando. – Puso sus manos en mi pecho apartándome. Salí de su interior y soltó un jadeo. Me levanté primero y le ayudé.
Ahora el ambiente era pesado, era algo incómodo mientras nos vestíamos en silencio. Lo miré de reojo varias veces pero él parecía estar muy concentrado en sus pantalones. Sentía que faltaba algo, aunque no sabía qué era. Siempre he tenido sexo sin compromiso, ¿entonces por qué ahora tenía la necesidad de decir algo? Terminé de vestirme y Taemin casi estaba listo, cuando se agachó a recoger su camisa vi una mueca de dolor y por alguna extraña razón me preocupé.
-¿estás bien? – Me acerqué y lo tomé del brazo al tiempo que me agachaba para pasarle la camisa.
-Me duele un poquito. – Hizo un puchero terriblemente adorable. ¿Qué me pasaba? ¿Y que le pasaba a él? ¿Por qué no me estaba gritando o insultando?
-No deberías seguir practicando. – Le ayudé a ponerse la prenda que le faltaba. – Fue tu primera vez y deberías descansar. – Al sacar la cabeza por el hoyo de la camisa me miró sonrojado.
-¿C-cómo…?
-hahaha… ¿Te vas a avergonzar a estas alturas? – Me reí y le miré incrédulo. Frunció el ceño y me alejó de él con un manotazo.
-Serás imbécil. – Y ahí estaba ese Taemin insoportable. Pero ahora no quería golpearlo, solo quería abrazarlo. ¿Raro no?
-Nos vemos después hermosura. – Le robé un pequeño beso antes de tomar mis cosas y salir corriendo de la sala. No sé que habrá pasado en esos minutos de pasión entre nosotros, pero algo cambió, eso era seguro. Al final llegué a la conclusión de que ese “odio” hacia Taemin no era más que pura Tensión Sexual.
~FIN~