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¿Y la fiesta? No importa, estaré contigo por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

Estoy usando Internet Explorer, puede que te tarde un poco en publicarse, pero espeor que al final lo haga :F

Notas del capitulo:

Je, basado en hechos reales?

Ya sben que me encta que sea lo más real posible, asi que qué máspuedo decir?

Estupido Internt Explorer :V 

A leer!

Es mi pequeña aportacion para el cumple de la Diva de SHINee :D

Peinado, listo. Colonia, lista, ¿desodorante? Listo. Regalo, listo. ¿Presentación? ¡Lista! ¿Calzado limpio? Listo. ¿Aliento fresco? Listo. Ropa presentable, lista. Seguridad, lista.

Ya todo está bien.

Suspiré una vez más e iba a empezar a tararear a no ser que me tocó el alto en el semáforo, ¿los ciclistas también contamos como vehículos? Me detuve, quiero llegar vivo y completo a la casa de PinKey.

El asiento de esta bicicleta es mucho más cómodo que el anterior. Espero que la persona que lo tenga también se lastime con él. Ya no puedo estacionar mi bici en la calle porque luego desaparece. Aunque si la persona que se la llevó tenía otro uso como un hermano pequeño estaría bien.

Pero si solo la tomó por tomarla, espero que se caiga. Jejeje.

De recién que aprendí a andar en bicicleta, lo que es bueno, ahora podré salir con Key como esperaba hacerlo desde hace mucho. Recuerdo que la última vez que monté en una fue con Minho en la doble que tiene pero eso no cuenta como andar en bici, ¿o si? Iba en el asiento trasero y prácticamente él era quien pedaleaba.

Pero bueno, crédito a quién crédito merece.

Aunque cuando volví a ir a la tienda de bicicletas el señor me reconoció, tuve que mentirle y decirle que la otra se la había regalado a mi hermana… si tan solo tuviera una. ¡Lo siento señor! Pero no quería reconocer que me la habían robado además de que entré en pánico.

De todos modos se me había roto la cadena y planeaba arreglarla, ahora el Sr. Ladrón que la tiene tendrá que hacerlo por mí.

Ahh~ Jonghyun eres muy bueno.

Verde, iba a andar de nuevo pero los autos empezaron a avanzar más rápido que yo, ese último así se lleva mi hombro.  Me orillé más a la banqueta y me bajé de la bicicleta. El asiento de esta es mucho más cómodo.

Subí la bicicleta a la grada y comencé a caminar con ella a mi lado. Será mejor llegar así, será un poco tarde per llegaré seco. Y oliendo a colonia no a colonia más sudor. ¿El regalo? Toqué el bolso de mi chaqueta y ahí lo sentí, creí que se caería por andar en la bici pero me alegro de que no fuera así.

Suspiré feliz, hoy mi hermoso PinKey cumple un año más. Me pregunto ¿cómo se arreglo hoy? Su cabello es negro de nuevo, lo que se me hace curioso porque días antes me pregunto acerca del color del cabello y le dije que me gustaba más oscuro, después apareció con el tono azabache.

¿Debería de cuidar más lo que digo?

Pude ver la casa de Keybum a lo lejos, alcé una ceja porque está normal, ¿no organizó fiesta? No es que no me haya enterado o algo, solo que a veces planea las cosas solo con Minho a mí me excluye.

Me volví a subir a la bicicleta, ya pasaron la zona de los semáforos así que probablemente aquí no me encuentre con tantos autos. Bajé a la calle y pedaleé hasta llegar a su casa. Cuando llegué me bajé y caminé con ella de lado hasta la puerta de Key, compre una cadena y un candado para que esta vez no se vaya de mis manos.

Me agaché y la encadené a uno de los arbolitos que tiene PinKey.

Llamé a la puerta, probablemente esté ocupado con las cosas de su fiesta. Espero poder ayudarle en algo, tal vez ordenando la comida o como ¿servicio de seguridad? No, para eso está Minho.

Me balanceé una vez más sobre mis pies, alzando los talones y flexionado las rodillas, estoy nervioso.

La perilla giró y entonces me erguí y puse mi mejor sonrisa.

-Quién… oh, ¿Jonggie?- abrieron la puerta pero lo que vi no me dio emoción o alegría, sino preocupación y hasta pánico. ¿PinKey está enfermo?

-¿Estás bien?- le pregunté a la vez que me dio paso para entrar. Cerré la puerta tras de mí y luego se subió más la cobija que trae alrededor de los hombros.

-Sí. Solo es un resfriado.- alcé una ceja y lo miré preocupado. –Ayer se fue mi mamá a trabajar de nuevo y me dio un beso en la mejilla, creo que me contagió.- me acerqué a él y lo ayudé a regresar al sofá, en donde tenía una máquina de vapor, se sentó y lo cobijé más con el cobertor que traía.

-¿Pero ya fuiste al médico o algo? ¿Ya tomas medicamento?- le pregunté mientras ponía mi mano sobre su frente, parece que tiene la temperatura elevada.

-Ya lo hice, no te preocupes. Llamé a un médico y vino a revisarme, solo es una resfriado común, me dio pastillas ya me las tomé, ahora solo necesito reposo, eso dijo.- ladeé mi boca, no tenía pensando pasar su cumple así.

-¿Quieres descansar?- le pregunté preocupado, si es así, podría estar aquí a su lado pero sin molestarlo.

-No, siento que echaré raíces en unos minutos más si sigo sentado sin hacer anda.- se quejó a la vez que se descubría de la cobijas. –Gracias por venir.- me miró a los ojos y sonrió.

-No lo agradezcas.- dije. –¿Haz estado solo todo el día?- pregunté volteando a ver su cocina, parece que no ha cocinado porque todo sigue muy limpio.

-Hace rato vino Minho y Taemin, me trajeron regalos.- tomó un pañuelo de una cajita que tenia al lado, se ve muy enfermo hasta su nariz empieza a hacerse rojiza.

-¿Y qué te trajeron?- le pregunté curioso.

-Minho me dio un jarabe para el resfrió.- dijo un poco fastidiado, sonreí por eso. –Y una caja de pañuelos.- asentí lentamente.

-Bueno~- solo él puede dar ese tipo de cosas “útiles y duraderas” es su lema.

-Extra suave, de doble hoja y son 500.- miré a Key mostrándome la caja de la que sacaba los pañuelos. –Y Taemin me dio un pantalón muy hermoso, está en mi cuarto, además de que su madre me mandó una caja de carne. Está en el refrigerador.- me apuntó y solo asentí.

-Han estado viniendo algunos amigos a dejarme regalos, creían que haría una mega party pero no estoy en condiciones, tal vez para la siguiente semana.- asentí y regresé mi vista a él, eso me recuerda que tengo que darle su regalo, metí mi mano a la bolsa de mi chaqueta y sentí la cajita.

-Yo también…-

-Me dijeron que esperaba una semana más para la fiesta del año, jejeje, me alegro de que crean eso de mis fiesta, uno se esfuerza para tener esos resultados.- dijo antes de limpiarse la nariz con los pañuelos de Minho.

-Siempre tus fiestas son las mejores.- le dije. –Siempre termina tu casa destrozada de lo buena que se pone, te ayudaré en lo que quieras.- le sonreí. –¿Quieres que te prepare un té o algo?- tengo que hacer algo por él, de menos ese té si es que ya está tomando medicamentos.

-Todavía tengo un poco en la tetera del que me preparó Nicole.- ¿Nicole? También vino.

-¿Y ella que te regaló?- pregunté un poco incomodo. Aunque ellos dos han dicho mil veces que jamás serían la pareja del otro, no me siento tan a gusto como debería.

-Unas nuevas gafas fabulosas.- dijo antes de empezar a estornudar. –Son oscuras también están en la mesa por si quieres ver qué más he recibido.- ladeó su cabeza en dirección al comedor, entonces volteé y vi muchas cajas, bolsas y de más de tamaños deferentes, me mordí el labio desilusionado y un poco frustrado, mi regalo es mucho más pequeño que esos.

-No hace falta.- dije devolviendo mi mirada con PinKey. –Son tuyos y no tengo porque husmear en tu privacidad.- le sonreí, además de saber que todos esos reglaos son mucho mejores que el mío.

-Jejeje, estás sudando.- su voz incluso es diferente por la mucosa que se ha acumulado en la nariz. Me sorprendí y pasé mi mano por la frente, ¿aun sudo? –¿Vienes del gym?-

-No, no.- negué incluso con las manos. –PinKey, ¡ya sé andar en bicicleta!- le dije y note que sonrió muy amplio, dejó la caja de pañuelos de lado y se levantó, también lo hice yo y me abrazó. –Vine en bicicleta por eso estoy un poco sudado. Espero que no te moleste.- sonreí apenado.

-No nada de eso, es genial.- me abrazó de nuevo. –Es genial que ya sepas andar en una. Ahora sí podemos ir a pasear los dos.- sonrió y asentí. –Me alegro mucho por ti, Jonggie.- volvió a abrazarme y correspondí.

-Gracias.- le dije sonriendo.

-Muéstrame.- dijo sonriendo y levantando sus cobijas para volverse a cubrir. –Quiero verte andar en ella.- me sonrió y asentí pero…

-Estás enfermo, no puedes salir de casa.-

-No saldré, te miraré desde la puerta, ¿te parece bien?- bueno si lo pone así, creo que entonces estaría bien.

-Ok.- dije emocionado. –Vamos.- tomé su mano pero él la contrajo, eso me extrañó.

-Estoy enfermo, no te quiero contagiar.- sonrió y asentí. –Será malo que los dos estemos así, quiero que estés sano.- volví a asentir. Caminé hacia la puerta la abrí lo suficiente para salir y que no entrara el aire frio típico de un anochecer, porque Onew no me dejó salir antes de la dulcería en la que trabajo, así que tuve que esperar a que terminara mi turno, cerrar, bañarme y arreglarme para poder venir.

Salí de su casa, él se quedó como dijo en la puerta de su casa, desencadené la bicicleta y dejé la cadena junto con el candado en su puerta, después la saqué por completo él la miró y alzó las cejas.

-Es hermosa Jonggie.-  dijo así que sonreí. –Negro fabuloso.- entonces gracias señor ladrón por llevarse la blanca.

-Sí, porque los hombres usamos negro.- contesté un poco nervioso. –Mira, aun se mueve un poco pero es cosa de práctica, pronto se irá hacia el lado que quiero.- le dije sonriendo.

-No te apures, lo importante es que ya puedes andar en una.- asentí y me monté en ella.

-Estoy pensando en un nombre.- por su historia tendría que ser uno bueno. –Pero aun no me decido.-

-Ya se te ocurrirá uno bueno. Después de todo has escrito muchas canciones muy buenas, un nombre para tu bicicleta no es mucho.- pero las letras son diferentes porque intento contar una historia o situación, el nombre para la bici es diferente. Pero entiendo su punto.

-Podrías pensar en uno tú también.- le sonreí y él asintió. –Mira, pero no dejes de verme, soy tan rápido que podrías perderme de vista.- tonteé y él río bajo.

-Ok, ok, tengo ganas de verte.- asentí y sonreí.

-Puedes dejarla ahí hasta que te vayas.- la acomodamos en su cochera a un lado del auto. –Afuera es peligroso, pueden robártela.- reí nervioso, si supiera que ya me pasó.

-Gracias.- dije mirando mi bicicleta, decidimos que el mejor lugar para que estuviera mientras estoy aquí será en la cochera, no le gustó la idea de dejarla afuera.

-Ya es tarde, ¿quieres cenar algo? Puedo cocinarte para que comas, yo no siento apetito, tengo mucha agua en el estomago.- salimos de su cochera para entrar a su casa, al hacerlo él volvió a ponerse las cobijas.

-¿Y no vas a probar nada?- le pregunté mientras lo seguía con la mirada. Volvió a ir al baño de verdad que tiene mucha agua dentro.

-No tengo hambre, pero quién sabe y cocinando me dé un poco.- cerró la puerta y asentí, debería de ir a buscarle una chaqueta o chamarra para que no esté envuelto en cobijas.

-Ok, iré a buscarte una chamarra para que no antes envuelto si cocinas puede ser peligroso, ¿necesitas otra cosa?- pregunté mirando la puerta del baño, esperando una respuesta.

-No, solo la chamarra gracias.- asentí y subí las escaleras. Mientras lo hacía metí mis manos a las bolsas de mi chaqueta, encontrando la cajita, ¿no se la he dado?

Llegué a su habitación, no quiero sentirme opacado por los súper reglaos que los demás le han dado. Suspiré frustrado, tal vez unos pantalones o un conjunto de ropa hubiera sido mejor.

Entré a la habitación y busqué en su armario la chaqueta, antes de salir decidí que sería mejor dejar el regalo que le compré para que él lo vea cuando tengamos que dormir.

Caminé hacia el tocador en el que PinKey tiene todos sus accesorios y lo que usa para el cabello. Saqué la cajita y la puse sobre él, poniendo a un lado la carta que había escrito ayer en la noche. Lo acomodé para que no resaltara tanto pero que fuera atractivo para sus ojos. Sonreí al ver cómo había quedado todo.

Después regresé por la chaqueta, la tomé y bajé ya estaba Key en la cocina. Caminé hacia él con la prenda en las manos.

-Perdón por tardar, jejeje.- me rasqué la nuca un poco apenado. –No la encontraba.- me volteó a ver y se giró por completo.

-Está bien, recién entré aquí.- se quitó los cobertores y me los pasó para ponerse la chaqueta. Me quedé mirando como es que la subía y acomodaba el cuello además de las mangas. Cuando menos esperé ya me estaba observando. –Hoy no Jonggie, hoy estoy enfermo.-  me sonrojé por su suposiciones, pero también asentí. –¿Qué quieres cenar?- me preguntó luego de lavarse las manos.

-Mejor dime tú, te prepararé algo.- me sonrió mientras se lavaba las manos. Aunque sería mucho mejor que yo le cocinara.

-Mejor yo te cocino algo, después de todo es tu…- el teléfono empezó a sonar así que él fue a contestar, fruncí el entrecejo un poco molesto. Ese teléfono me quitó la oportunidad de decirle feliz cumpleaños.

Tomó la llamada y para no interrumpirle busqué una receta con una de las aplicaciones que hace poco descargué. Algo rico para KeyBum~ seleccioné una que se veía muy rica en la imagen, espero que me pueda salir así como se ve. Pero no revisé si tenía todos los ingredientes. Es hora de buscar en su refrigerador.

-¡¿En serio?!- gritó Keybum así que lo miré. –No, no ¡es fenomenal! gracias, gracias.- me preguntó qué habrá pasado. –Gracias no se arrepentirá, prometo trabajar duro.- ¿trabajar duro en qué? –Sí, sí no faltaré. Gracias de nuevo.-

-Mmm.- lo miré alzando la ceja, sintió mi mirada y me volteó a ver, después sonrió tan amplio que me la contagio.

-Sí, sí, gracias… adiós.- finalizó la llamada y me volteó a ver. –¡Lo conseguí!- gritó tanto que empezó a toser después, así que fui su lado casi corriendo para asegurarme de que todo esté bien. –Tonta garganta.- se quejó y me acordé de Taemin. –¡Lo tengo Jonggie! ¡Me dieron el papel!- me abrazó y también lo apreté. –¡Tengo el papel, soy el protagonista! ¡Yei yei yei!- empezó a saltar así que lo seguí.

-Qué felicidad, me alegro por ti.- sonreí al verlo tan feliz. –Pero papel de qué.- dejó de sonreír para poner su cara de obviedad, creo que ya eché a perder algo.

-De un musical. ¿No te lo dije?- me preguntó y negué lentamente. –¡Oh ya! No te lo dije porque tenía miedo de que no me lo diera y en falso te emocionará, audicioné para un musical que ofrecerá La Casa de la Cultura y quedé, ¡tengo el papel principal!- volvió a gritar y a alzar las manos como toda una Diva.

-¡Eso es genial!- grité también. –Me alegro, ¿abrazo?- extendí los brazos y se me aventó, lo apreté con fuerza pero sin lastimarlo.

-Jejeje, soy el protagonista de Bonnie & Clyde.- me dijo con orgullo. Pero alce una ceja. Bonnie & Clyde? –Me dijeron que mañana podría ir a ver las audiciones femeninas para saber cuál sería Bonnie.-

-¿Puedo audicionar también?- pregunté y él sonrió negando. –Ok, ok, te apoyaré en el musical. ¿Pero no había mejor obra?- pregunté regresando a la cocina con él detrás.

-¿Por qué?- me preguntó.

-¿Recuerdas a Nana?- le pregunté y asintió. –Ella tenía tres libros de Bonny & Clyde y los leí, se llamaban “Bonnie & Clyde; Sádicos depravados” tal vez no sea la misma trama pero me doy una idea de tu musical.- ya en la cocina saqué lo que vi tenia para poder hacer algo de cenar.

-Jejeje creo que no será esa, la escena con la que audicioné no tenía nada de tortura.- lo miré y sonreí.

-Aunque no fuera esa iré a verla, tendré un letrero de “Kibum por ti me depilé”- lo miré estaba riendo. –La que leí era rara. Bonnie era admiradora de Clyde, él estaba recluso en una prisión porque había sido sentenciado por violación y asesinato a una adolescente. Ella lo admiraba mucho tanto que se mudó a la cuidad más cercana de la prisión y lo visitaba cuando era tiempo de ello, hasta que una vez Clyde le pidió una prueba de fidelidad que no llevara ropa interior y Bonnie obedeció, así empezó su relación tan rara.- empecé a lavar las verduras que necesito y Key solo me miraba sonriendo.

-Creo que definitivamente no es esa.- negó riéndose.

-Y cuando Clyde salió de prisión ellos dos se juntaron y empezaron por orden de Clyde a secuestrar, violar y asesinar a varias chicas menores De edad. Así pasó el tiempo ellos cometían asesinatos seriales cada vez más crueles y agonizantes. Lo que me dio escalofríos es que las torturas eran muy descriptivas. Al final Bonnie se entrega a las autoridades por Clyde, por eso tengo una idea de tu musical.-

-Definitivamente no es la misma.- afirmó. –Pero espero verte ahí sentado con ese letrero.- asentí efusivamente.

-Y yo espero verte cantando y bailando.- le dije. –Por cierto.- su celular comenzó a sonar y él lo buscó con la mirada. Suspiré frustrado.

-Ash…- se quejó. –Tengo que contestar.- asentí. Bueno de menos puedo preparar la cena. Pero me pregunto quién será, por esa impresión supongo que podría ser alguien que molesta a Key.

Regrese a mi labor de hacer la cena. Ocasionalmente miraba a PinKey que estaba en la sala de estar hablando con esa persona. Terminé de cocinar y él seguía hablando. Me pregunto quién será. Serví en dos platos, uno para mí y otro para él.

Me senté en una de las sillas y lo miré, seguía hablado o discutiendo.

Miré la comida, cada vez se enfriaba más. Había dejado de salir vapor. Suspiré y subí mis codos a la mesa.

-Lo siento.- se sentó a mi lado. –Apagué mi celular, así no nos interrumpirán más.- sonrió y negué mientras me acomodaba en la silla.

-Pero es tu cumple, no puedes apagarlo tal vez aun más personas quieran felicitarte.- le dije y solo negó.

-Que lo hagan por SplashFace.- dijo mientras se abrazaba. –Tengo frio.-

-Iré por otra chaqueta, no, toma la mía.- me la quité y se la pasé. –Así de menos no te enfermas más.- él la tomó y la apretó contra su cuerpo. –Huele a ti.- me sonrió mientras se la empezaba a poner. –Deberías de hacer la cena más seguido.- ahora que recuerdo, su voz empieza sonar menos ronca. Eso es bueno.

-Podría cocinarte todo lo que quieras.- le contesté sonriendo. –Comamos.- le sugerí y él asintió. –Seguro está un poco fría.- susurré. –Tardaste en esa llamada.-

-Lo sé y también me arrepiento.- me contestó antes de llevarse a la boca una gran porción de comida. –Pero no pude cortar antes.-

-No hay cuidado.- le dije antes de hacer lo mismo. –Quién era.- pregunté.

-Ya sabes quién.- contestó irritado, ya sé quién.

Después de cenar y mientras lavaba la loza que ensucié él cantó unas partes de su musical, dijo que como yo era cantante le podía ayudar en algunas partes, me pareció que estaba entonado y sinceramente, terminé tatareando una de esas partes.

-Iré al baño, te espero en la habitación aquí ya empieza a enfriar.- me dijo mientras me secaba las manos en una toalla pequeña. –¿Puedes cerrar las puertas por mí? la cochera aun quedó semi abierta.-

-Tú no te preocupes por eso, sé cómo cerrarlas. Ve a descansar no tardaré.- me acerqué a él y lo abracé por la cintura, él sonrió hasta sonrojarse.

-No tardes.- susurró y me dejó un besito en la mejilla.

-No lo haré.- se lo regresé en la mejilla contraria. –De verdad, no tardo.- sonreí y lo solté para ir a la puerta principal.

-Te espero arriba.- asentí y cerré bien la puerta, incluso se puse seguro. También tuve que cerrar las persianas y correr las cortinas. Fui a la cochera y después de acomodar mi bicicleta y asegurarme de que estuviera bien cerrado entre de nuevo.

Cerré absolutamente todas las puertas. Después de apagar las luces de la planta baja subí para ir a la habitación de PinKey, entré y estaba mirando por la ventana.

-Quítate de ahí, te puedes enfermar más.- le hablé y me volteó a ver, sus ojos estaban rojos hasta llorosos.-¿Te sientes mal?-me acerqué a él preocupado.

Cuando estuve lo suficientemente cerca, me abrazó y apretó contra su cuerpo, extrañado le correspondí.

-Gracias.- me dijo con su voz entrecortada. –Gracias, gracias.- asentí y lo apreté también.

-De nada.- contesté pues vi su mano la carta que le había dejado hace unas horas. –Te amo.- contesté.

Se separó de mi cuerpo, me miró con sus ojos llorosos y sonrió.

-De verdad, ¿de verdad Jonghyun soy tu medicina?- me preguntó, asentí, tomé con mis manos su rostro y mis pulgares limpiaron sus lágrimas.

-¿Puedes escuchar mi corazón que late tan fuerte para ti?- le pregunté. –No hay otra medicina que no seas tú.-

-No podré vivir sin te dejo ir.- terminó de recitar lo que le escribí. –Te amo.- sonrió y me besó.

Fue un beso lento, suave, sus labios se movían penosos incluso llegaban a temblar, sentía ese peculiar piquito que se forma en el labio superior.

-Feliz cumpleaños.- le susurré sobre los mismos. 

 

Notas finales:

¿Y?

Espero que les haya gustado :D 

Se hace con mucho amor~~ de verdad que sí n.n 

Rw? sí? no? malvadas? jejeje de cualquier manera, se agradecen las lecturas ^^

Nos leemos!


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