-Vamos! Haru-chan!
-Déjalo cinco minutos as
Makoto le dedico una leve sonrisa al pelinegro que aún estaba flotando en la superficie del agua. Realmente cuando él estaba bajo el agua no tenía que pensar en nada, no tenía ninguna preocupación por lo que ocuparse. Solo era él y el agua. Si pudiera compartiría todo su tiempo con ella, disfrutando de su frescura y de la libertad que le daba.
Poco después ya no podría seguir en la alberca, por lo que resignado solo un poco de aire, formando unas pequeñas burbujitas en el agua y salió. Tomo su uniforme y diez minutos después ya estaba saliendo del colegio. Era como cualquier día normal, Makoto y él regresaban a su casa, aunque platicaban poco no era incomodo pues desde siempre habían sido amigos y se conocían perfectamente. Ambos se tenían que separar para llegar a sus respectivas casas, por lo que se despidieron y tomaron sus caminos.
-Haru –el cabello pelirrojo se daba a notar aún más con el reflejo anaranjadizo del sol, provocando que el pelinegro abriera mucho los ojos ante la sorpresa- otra vez te atrapo el agua?
-Que haces aquí? –Haruka caminaba hacia la entrada de su casa, donde estaba el más alto
-S-solo pasaba por aquí- los ojos azules se dirigieron a los de Rin, haciendo que este lo esquivara-vamos a comer vale?
Tiempo después, ambos ya se encontraban en un pequeño local de comida marina cerca de la playa. Ya estaba oscureciendo pero eso no importaba, los rojos faroles iluminaban perfectamente la costa.
-Qué tal? Pide todo lo que quieras
Una orden de caballa, por favor
-Q-que? Oye come algo diferente
-…..pero tu dijiste
-Ok ok, désela por favor
No podía evitarlo, si por él era ya se hubiera transferido del Samezuka al Iwatobi, pero su capitán aún estaba enojado con él por la competencia, era obvio, ambos equipos habían sido descalificados. Bueno, que importaba, ahora ya no estaba frustrado, solo le hacía falta una cosa, tener a Haru.
Así estuvieron durante un rato, platicaban algo o contaban como les había ido en la semana, nada muy interesante, según Rin. Poco después ya se hallaban de regreso hacia la casa del ojiazul.
-Bien, solo te acompañare un poco, pues si descubren que llegue tarde al dormitorio tendré problemas, vale?
-Está bien-contesto Haruka
-Ammm… y…. te gusto la comida?
-Si, era caballa
-Ya se que era caballa! Haru, deberías comer otra cosa de vez en cuando
-….tal vez…-una mirada de resignación fue puesta sobre el peli azul, Rin sabía que no lo iba a hacer-Oye Rin
-mmm? Que pasa?
-Que pretexto inventarías si no pudieras llegar a tu dormitorio?
-….?- muy sorprendido, Rin se quedó unos cuantos segundo pensando, en primera, en cual sería una buen pretexto sin que Nitori no se diera cuenta, y segundo, porque Haru había preguntado eso- tal vez podría decir que..fue el cumpleaños de Gou y que me obligaron a quedarme pues no lo había recordado.
-Rin eso es poco creíble
-mmmm bueno…am tal vez-en la cabeza del mayor solo daban vueltas varias ideas, de las cuales pocas serian buenas excusas- y si digo que fue tu cumpleaños?
-Rin...no puede ser otra cosa que no sea un cumpleaños?
-Aggggh...!- este revolvió su cabello, porque justo ahora no le llegaba la inspiración- bueno, y para que Haru? No hay nada planeado, o si?
-Quédate hoy conmigo….-Rin no se había dado cuenta hasta ese momento del notorio sonrojo del peli azul, provocando que él se sonrojara igual.
-Que pasa Haru? –de la misma forma en la que no se había dado cuenta del sonrojo de Haru, igual no se había percatado de que ya estaban a unos cuantos pasos de la casa de este- Haru…? –seguramente no quería, pero si el menor no decía nada, iba a explotar, el corazón le latía a mil, o decía algo o terminaría por decirle cuanto le gustaba y con eso saldrían sus bajos instintos. En ese momento la puerta corrediza se abrió, dejando entrar a ambos, quedando en total oscuridad, los dos con sus corazones acelerados.
-Haru…
-Rin…yo-las palabras del ojiazul eran suaves, pero aun así se entendían perfectamente. Hay algo que te he querido decir
-…? Qué es?-los nervios lo mataban, no tenía ni la menor idea de lo que diría el joven
-…..-uno, dos, tres segundo y para los dos ya era una eternidad hasta que los labios de Haruka se separaron-….me gustas…-dos simples palabras, había sido suficientes para que el pelirrojo, solo lo acorralo al otro contra la pared, pudiendo así colocar sus labios sobre el otro, resultando así un beso bien correspondido
-Idiota
-Eh? Porque?
-Se supone que yo iba a decir eso- a pesar de la oscuridad que los envolvía, podían verse perfectamente no era porque hubiese alguna luz que los reflejara desde lo lejos, no, si no que ambos se conocían perfectamente, hasta en sueños se recordaban-….lento
-No se supone que también digas eso Har…-no pudo completar su frase cuando sintió que los labios del ojiazul besaban los suyos, y su cuello era rodeado por sus bazos. No era un beso para nada inesperado, muchas veces había soñado con que fuera así, por alguna razón se sentía cómodo, sentía como si estuviese nadando, no en una competencia, si no como si el agua fuera parte de él. Poco a poco el también rodeo con sus brazos a esa sensación del agua, que no era más que Haruka no emocionaba calor alguno, no, era fría, mientras que el sentía como su cuerpo aumentaba de temperatura, de una forma pensó que si seguía así haría que esa agua que sentía se evaporase, desapareciera, no quería eso, no quería hacerle daño a Haruka, no ahora que estaban así.
-Entonces te quedaras?-en ese preciso instante los ojos azules de Haruka se entreabrieron, seguramente no esperaba una respuesta afirmativa, sabía que Rin tendría problemas con el capitán de Samezuka
-Baka…-la mirada del peli azul lo había hecho rendirse, ya mañana se inventaría algo, o igual solo los ignoraría- no me voy a ir, no después que escuché lo que más quería oír tomando las piernas del contrario , lo subió para que así el pudiese abrazarlo con ella, y poder así besarlo nuevamente, pero esta vez sus manos recorrían su espalda, su abdomen y sus piernas mientras que el peli azul se mantenía fuertemente abrazado a él, acariciando su cabello y su rostro, como nunca lo había hecho, como si así pudiera transmitirle todos sus sentimientos guardados por tantos años