Día 1
Escuchar el alegre sonido de la guitarra, le hacia permanecer con los pies en la tierra. Podría caerse el mundo en este mismo instante pero ella seguiría llevando el ritmo con su pie derecho. Como si todas aquellas cosas banales a las que tanto le daba importancia desaparecieran con solo escuchar aquel hermoso rasgueo. La música era lo único que le hacía sentir tan humana. El único lazo afectuoso que podría llegar a tener.
Abrazo su bolso como si de un bebé se tratase, se dejo consentir un rato más por la música y el aire fresco que emanaba aquel parque familiar. Deseaba que nada de eso se acabará, pocos momentos como aquellos tenía.
Abrió los ojos lentamente al ver que la persona que tocaba la guitarra seso, de vuelta a la realidad. Decidió que era hora de volver a casa o al menos eso pensó pero sus piernas fueron más rápidas porque ya estaba caminando.
Por un momento se sintió tan fuera de lugar, alguna clase de extraterrestre. Esa sensación de tenerlo todo pero a la vez no tener nada. De querer comerse el mundo pero de repente ya no tener hambre. De querer estar arriba pero de pronto solo querer quedarse ahí. Adornando, no querer destacar.
-¡Hey!- escucho un grito desde el otro lado de la acera. Ni se inmuto a voltear, sabía que no le hablaban a ella así que siguió su camino.- ¡Hey! Tú- volvió a escuchar y pensó “Que gente tan molesta”. –Oye tú- sintió un jalón en el hombro, volteo a ver asustada.-Se te ha olvidado esto - la extraña castaña sostenía su bolsa, extendió su mano poniéndola casi en la cara.
-Gracias…- la tomo cuidadosamente, colgándola en su hombro derecho.
-De nada, deberías tener más cuidado- La chica de ojos grandes sonrío ampliamente, mostrando su perfecta dentadura.-No toda la gente es tan honesta-
No dijo nada, hizo una reverencia torpe y continuo camino.
-Hasta luego… - murmuro la otra rascándose la nuca, extrañada por el gesto de la otra.
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Día 5
De vuelta a la rutina, cerro la tapa del piano con la delicadeza que le caracteriza.
-Perfecto simplemente perfecto, has mejorado muchísimo… ya lo imagino, Tú serás la salvación para la música. Arrasaras, lo aseguro – dijo el muchacho emocionado, apretando ambos puños.
-Esperas mucho…-Dijo un poco fastidiada.
-Pero si sólo leo tu futuro, querida. No es mi culpa que seas un prodigio-
-…- Alzo la ceja- Estoy cansada… me voy a casa- dijo molesta.-Nos vemos mañana Oppa-
No tardo mucho en salir de lo que ella llamaba su “martirio”, paso por un café y una ensalada, ahí estaba, su lugar favorito del parque. Tratando de comer. Uno muy cerca de los columpios, donde muchas veces músicos principiantes iban a practicar. Admiraba como llegaban y tocaban, sin esperar nada a cambio.
-¡Hola!- El grito se le hizo familiar.
Sus ojos dejaron de ver enfrente y se posaron en la persona que tenía justo alado.
-Estas muy cerca…- murmuro al ver su espacio vital invadido.
La extraña se alejo un poco-Sabes el otro día te vi y te fuiste tan rápido que no pude preguntarte tu nombre, casi hasta te puse un apodo algo así como Jane Doe como la canción o Mulán- Lo que le faltaba, compañía no deseada-¿Te han dicho que te pareces a ella?...bueno tu cabello es lacio y negro…y tus ojos son rasgados…tal como los de ella y además…-
-¿Te conozco?- soltó, cortándole la conversación de una manera abrupta.
Lejos de sentirse ofendida, sonrío con ternura-Si y no- Alzo los hombros de manera desinteresada, al mismo tiempo que estiraba sus largas piernas sobre el pasto-Digo, me has visto, yo te he visto muchas veces… pero tampoco me conoces… lo que nos convierte en “extrañas conocidas ” pero .. Si lo quieres hacer más formal soy Im YoonA- La mano de Yoona ahora estaba muy cerca de ella. Le tomo varios segundos en reconocer el rostro de la señorita Im
-Ah…- apretó la mano por pura cortesía.
-Como lo supuse no hablas mucho, bueno yo estoy acostumbrada a hablar, mi trabajo se basa en ello, soy recepcionista, tú… ¿A que te dedicas?-guardo silencio para que su compañera le respondiera pero solo recibió una mirada llena de desinterés - … pensándolo bien si quieres no puedes contestarme, supongo que es raro que una extraña te aborde así de la nada pero la vida esta llena de rarezas -
-…- Esa mujer estaba loca fue lo primero que le paso en la mente.
-O… podrías hacerlo más divertido… ¡Eres abogada!, tienes cara de ser seria … y por tus pintas pareces una … pero… no hablas mucho así que no creo que seas abogada…Tal vez…-chasqueo los dedos-¡eres una espía! Si eso explicaría el porque eres tan bonita y tienes un porte tan elegante.-
¿Le acababa de decir bonita? Ahora la situación se tornaba más irreal y absurda.
-Yo… tengo que irme…-De un brinco bien “disimulado” se levanto, con más ganas de salir corriendo de allí. Haciendo lo que mejor sabía hacer, huir.
-Oh claro, hasta mañana- dijo Yoona dando por hecho que se volverían a ver- Cuídate “Jane Doe”- agito la mano en manera de despedida sin dejar de sonreír.
Y sí, salió corriendo.
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Día 6.
No fue al parque.
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Día 8
-He arreglado todo para tú presentación, será dentro de una semana, puedes invitar a quien quieras-
-No sé porque te esfuerzas tanto, ya casi nadie gusta de este tipo de música…-
-No es eso, tocas de maravilla pero tu aura los repele, si has escuchado que el 90 % es actitud…si no fueras tan fría te iría mejor.- el muchacho cruzo los brazos, con la boca hizo un tierno puchero.
-Lo que sea.- rodo los ojos, al mismo tiempo que empezaba a tocar algo de Chopin.
-Seo enserio deberías tomarte las cosas enserio…-
-ya… déjalo -finalizo la platica ahora toda su concentración se basaba en como sus dedos deslizaban por teclas del piano.
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