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Peach Love. por AquaDreams

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Notas del fanfic:

Shippeo esta pareja hace poco.

 

 

Notas del capitulo:

Enjoy.

 

Capítulo 1: Peach

POV XIUMIN

Estaba caminando por el parque, dónde eventualmente, conseguía un poco de paz. El aire no era muy puro que digamos, tampoco muy contaminado, pero conseguía calmarme de alguna manera u otra.

Sonreí observando el cielo esplendoroso y las, según mi punto de vista, suavecitas nubes, que de alguna forma me recordaba a mi rostro. Reí internamente y seguí mi camino hasta conseguir asiento bajo la fresca sombra de un gran árbol. Mire a mi alrededor y, como era sabido, a esas horas, no había nadie en el parque a excepción de mí, unos niños infantes con sus padres y algunas mascotas jugando por ahí.

Suspiré y cerré mis ojos tirando todo mi peso al respaldo de madera. Solo tuve unos minutos de paz cuando sin notarlo sentí algo húmedo en mi mejilla repetitivamente. Abrí mis ojos molestos y me encontré con un tierno cachorrito lamiendo mi cachete. Me ladraba amistosamente mientras movía su cola en muestra de felicidad, o así lo interpretaba yo.

Espere unos minutos para que el dueño apareciera, pero al parecer, el dueño no tenía esos planes, ya que en ningún momento, había aparecido reclamando al lindo cachorro. Suspiré desganado y lo lleve en brazos hasta mi hogar, dónde cuidadosamente, miré la placa en su collar y esta decía su nombre, Peach.

—    Así que… Peach eh, ¿Durazno? — sonreí enternecido por el cachorrito que al pronunciar su nombre había paseado su lengüita por mi mejilla llenándome de su saliva. — Debes de tener hambre. Veamos que hay acá para que te alimentes — lo deje en el suelo y el me siguió hasta la cocina dónde tome un tazón y lo rellene de leche — Lo siento, no tengo mascotas. Esto es lo único que tengo — dije acariciando su pelaje mientras el cachorro bebía todo ese líquido.

«Seguramente su dueño lo está buscando» Pensé con picardía, pues ese perrito era muy lindo y aún que no lo pareciera quería quedármelo pero no quería ser injusto con su dueño que, al menos esperaba, estuviera preocupado por el perro. Camine hasta mi cuarto tome mi cámara, unos marcadores y una hoja de color azul, salí y me dirigí al comedor dónde dejes los útiles en la mesa y le tome una foto al cachorro, luego está salió por una ranura debajo de la misma y la pegue en la hoja. Escribí: “La encontré en la plaza principal” “¿Usted es su dueño? diríjase a esta dirección xxxxx al 12xx”

Fui a mi impresora e hice algunas copias, tome al cachorro en brazos y fui a pegar esas hojas por todo el barrio, dónde indudablemente el dueño debería verlas.

Cuando volví a casa deje al perrito en el jardín trasero mientras me dedicaba a hacer unos buñuelos dulces y como toque final a la mezcla le coloque trocitos de durazno, se me había antojado. Luego de que estuvieran fritos y con una temperatura considerable para comer me lleve uno a la boca y lo deguste, no estaba mal, de hecho, me habían salido mejor que usualmente me salían y sabía que era por la fruta, debería ponerla en el menú de mi cafetería; Buñuelos de durazno. Seguro y era furor, con eso de que ahora nadie quiere comer sano, al menos, pueden comer frutas en un postre.

Luego de comer unos cincos buñuelos el timbre de mi casa había sonado unas dos veces consecutivas. Me limpie las manos y camine tranquilamente hasta la puerta a la cual abrí luego de ver por la mirilla de la puerta. Era un muchacho de pelo negro con una bonita sonrisa, su rostro podía ser definido como “Femenino”.

—    Hola, ¿En qué puedo ayudarlo?— Pregunte sonriéndole de igual forma que él lo hacía

—    Eh visto este cartel y es mi perrito, es Peach — me mostro el cartel. Alto, él dijo perro… por su nombre denominaba que era niña. Pero, ni modo. Le hice lugar y el entro, le ofrecí asiento y fui por Peach al patio trasero, estaba dormido dentro de una de mis masetas vacías. Sí, mi segundo hobby era cultivar flores, era tranquilizador y daba un bonito entorno.

Enternecido solté un Awn y procedí a tomarlo entre mis brazos, camine con cuidado hasta el dueño quien agradecido hizo una venía y me sonrió, otra vez, encandilándome con esa bonita curvatura en sus labios.

—    Gracias, si lo hubiera tomado otra persona no sé qué hubiera hecho. Peach es muy importante para mí — Dijo — ¿Cómo puedo pagarte esto?

—    No fue nada. ¿Pagarme? No creo estar en posición en pedir algo — Dije avergonzado.

—    Realmente debo de darle una recompensa — dijo y se quedó pensante unos minutos para luego iluminar su rostro. Seguro se le ocurrió algo — ¡Una Cita!

—    ¿Cita? — Pregunté

—    Sí. No me malinterpretes. Podemos salir a comer algo en honor a lo que has hecho. — Tomo mi mano diestra — ¿Tu eres el dueño de la cafetería Bāozi? ¿Verdad?

—    Sí

—    Pues, de hecho soy fan de tus postres y me gustaría pasar tiempo contigo. Eres muy lindo— Dijo haciéndome sonrojar, claramente lo noto— Lo siento — Paso su mano detrás de su cabeza sonriendo avergonzado — No mido lo que digo. Siento hecho sentir avergonzado.

—    No te preocupes, después de todo… siempre soy vergonzoso

—    Eres muy tierno — Picó una de mis mejillas y camino hasta la salida a lo que le seguí, abrí la puerta y le salude con una venía— Ojala nos veamos pronto.

—    Pienso lo mismo — Dije con voz de idiota, cómo si ese chico tuviera algún hubiera tirado sobre mí un tipo de conjuro en tan poco tiempo de verlo de cerca, porque sí, era del barrio y lo veía muy seguido en mi cafetería. Mi mejor amigo decía que ese muchacho estaba ahí por su increíble belleza, Jongdae tenía un gran complejo con su apariencia.

Sonreí y volví a lo que estaba haciendo, comiendo. Luego guarde un poco para mi compañero de piso y mejor amigo, porque luego se quejaba de que estaba rechoncho y con mucho cachete. El bautizo mi cafetería como Bāozi, porque dice que mi apariencia es como la de un Bollo chino.

—    XiuMinnie — Escuche una conocida voz cantando mi nombre, a decir verdad, Jongdae o cómo yo suelo decirle, Chen, canta muy bien.

—    ¿Qué sucede Jonggie? — Pregunte mientras iba a la sala dónde él estaba sonriendo

—    ¡Mira lo que te traje! — me mostro un peluche en forma de  conejo con un corazón entre sus brazos— Lo vi y dije: ¡Debe ser de Minnie! — me entrego el muñeco y me sonrió otra vez.

—    No te hubieras molestado Chennie — deje un beso en su frente y lo guíe a la cocina dónde le di los buñuelos con durazno — Y… ¿Qué tal?

—    Hum, están deliciosos. ¿Los incluirás en la carta?— me pregunto limpiándose las manos

—    Sí, ¿Qué hora es? — Pregunté

—     Las cinco y menos diez

—    Ommo, y tu ni me avisas — dije terminando de comer el ultimo buñuelo — tenemos que preparar más para mañana estrenarlos en el local. Deberíamos hacer una oferta de “Con tu compra de una malteada tienes tres buñuelos de durazno” durante una semana y si a la gente les gusta podemos incluirlos.

—    Eres una mente brillante, hyung — fue por los delantales para cocinar, ya que le enseñaría cuando yo estuviera enfermo o no pudiera acudir a la cafetería.

*

Notas finales:

Espero les haya gustado. Dejen rw o el xiuhan se separará. 


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