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¿No están hermosas las flores esta mañana? por KuroKagami

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Notas del fanfic:

Hola!

gracias por entrar a ver este fic! 

xDDD

Se que el resumen de verdad es un asco, pero que va!

Acabo de terminar el primer capítulo y fue como "Necesito publicarlo!" así que aquí estamos 

Espero a que les guste!

 

Notas del capitulo:

¡HOLA!

como estáaaan?

Waaaaaaaaaaaah! AÑOS sin publicar cosa alguna!

Espero a que les guste!

Espero haber mejorado en la manera de escribir fhnfshejof

¡Dejádme comentarios si quereís!

 

En aquellos años, era realmente feliz

Me sentía acogido…

¿Por qué tuvo que cambiar?

 

Capítulo 1: Todo Tiene Un Comienzo

 

Eran recién las 6:30am y el despertador había comenzado a chillar.

Sus resonantes sonidos llegaron hasta mis tímpanos logrando despertarme del profundo sueño que estaba experimentando.

Antes de siquiera abrir los ojos ante el nuevo día, levante con pesar una de mis manos y la dejé caer con brutalidad encima de el despertador logrando a que dejara de sonar

Con flojera abrí los parpados acostumbradme de apoco a la luz.

“Otra vez no cerré la cortina…”

El renaciente sol estaba saliendo a esplendor con una potente luz.

El cielo estaba totalmente despejado, lo cual me desanimó un poco.

No me agradaban los días como estos, me agradaban nublados o mejor, con lluvia.

Quiza no me agradaba mucho la luz, ya que me resultaba molesta ante mis ojos.

No tenía la mejor vista que hubiera deseado, pero al menos podía ver sin la necesidad de Gafas, pero cuando el sol estaba en su apogeo me era necesario usarlos, ya que mis ojos no filtraban muy bien la luz, lo cual me molestaba más que a los demás. Por esta razón mis lentes se oscurecían cuando estaba bajo una fuerte luz.

Tenían un poco de aumento, pero no tan brusco como algunos.

 

Con cansancio cerré las cortinas y me dispuse a buscar mi uniforme en el armario que tenía en mi habitación.

Una vez que tenía todas las cosas necesarias para poder vestirme, me adentré al baño que estaba frente a mi habitación.

 

Saqué una toalla y me desnudé para poder entrar a la ducha.

 

Abrí el grifo y dejé que el agua corriese por mi cuerpo, causándome dolor cuando pasaba por una que otra herida que tenía en el

Al comienzo el agua era helada pero nada tardó en calentarse

Me restregué por todos lados de mi cuerpo hasta asegurarme que estuviese limpio. No me iba a lavar el cabello, ya que no me gustaba estar con el mojado.

 

Salí de la bañera tomando rápidamente la toalla anterior colocándola alrededor de mi cintura

Me acerqué a un espejo mediano que se encontraba frente al lavamanos y pude ver lo miserable que era

Mis cabellos negro azabache caían despreocupadamente por mi frente y un poco por los hombros.

Mis ojos se notaban decaídos y con unas prominentes ojeras. Como mi piel era pálida las hacia resaltar más aún

Observé mi abdomen, tomando atención a las profundas laceraciones que tenía en el

Mi contextura delgada me hacía ver débil y frágil…

Enfadado por estar haciéndome recordar mi nefasto ‘yo’ físico me remojé con fuerza la cara con un poco de agua

 

Una vez que estaba listo bajé por las escaleras

Nuevamente no había nadie.

 

Me dirigí a la cocina encontrándome con una nota

Lo siento, hijo

Pero tuve que subir más temprano a la mina

Te dejé el desayuno y almuerzo para que vayas al Liceo con todo listo

Quizá nos veamos en 7 días ya que es mi turno esta vez

Te dejé una cantidad generosa de dinero en mi habitación por si lo necesitas

Cualquier cosa o problema que tengas no dudes en llamar a la abuela

Te quiero mucho, Cuídate.

             Tu papá”

 

Revisé el refrigerador encontrándome con miles de potecillos de plástico con diferentes comidas.

Saqué dos y las eché a mi mochila.

Subí a su habitación y saque solo $2.000 pesos (N/A: Acá en Chile 2.000 son aproximadamente unos 4 Dólares)

 

Tras bajar nuevamente las escaleras salí de la casa cerrando con doble llave

Con el paso calmado me dirigí al Metro que se encontraba por lo menos a unas 10 cuadras, pero como era temprano no tuve necesidad de tomar Locomoción.

Tras unos cuantos minutos llegué a la estación de Metro.

Compré un ticket y esperé a que el Metro arribara.

La gente rápidamente intentó de entrar para encontrar asiento empujando a quien tuvieran frente.

Al fin tuve que ir parado.

No había mucha gente, por lo que no iba incómodo.  

Observé a los pasajeros. Pude observar que había 4 estudiantes de mí mismo Liceo.

Dos Niñas que cuchicheaban entre ellas emocionadas. Dirigían continuamente sus miradas a un chico, el cual era del mismo Liceo.

Él se encontraba impenetrable. Tenía ambas manos en sus bolsillos con la mirada fija en una de las ventanas. Al parecer iba escuchando música, ya que ignoraba por completo a las niñas que estaban hablando realmente fuerte acerca de él.

En un momento, él se giró para mirar a las chicas, las cuales solo desviaron la vista con las mejillas coloradas. Con la misma mirada seria (incluso de ‘Niño malo’) ahora dirigió su mirada a mí

Estuvimos unos minutos sosteniendo la mirada del otro hasta que finalmente apartó la mirada para volver a mirar la misma ventana que estaba observando anteriormente sin mover un solo musculo de su rostro

Una vez que la parada en la cual tenía que bajar llegó, los cuatro los dirigimos a la puerta, para que una vez que estuviésemos fuera nos encamináramos por diferentes caminos.

En realidad aquellos tres fueron por el mismo camino, solo que las niñas juntas y el solo.

A mí me gustaba pasar un rato por un pequeño parque que estaba casi abandonado. Pero tenía unas hermosas flores de aquí y allá.

– ¡Vaya! Pero si eres tú Alex ¿Cómo has estado? – Habló un agradable hombre vestido de jardinero, quien estaba regando las flores y plantas

– Bien, Señor Díaz ¿Y usted?

– ¡Bien! Aquí pasando mis días de vejez cuidando estas flores

– Pues lo está haciendo de maravilla. Las flores están más hermosas de lo que estaban cuando me venía a pasear por aquí

– Gracias – Dio una sonrisa de oreja a oreja – ¿Vas al liceo ahora?

– Iba de camino, pero es demasiado temprano como para ir ahora. Así que vine a ver las flores un rato

–Ya veo…

– ¿Puedo ayudarle?

– ¡Por supuesto! –  Dejó a un lado la manguera y rebuscó entre sus cosas hasta encontrar unas tijeras – ¿Sacas las hojas secas de los arboles?

– ¡De inmediato!

Me puse manos a la obra y saqué una por una las hojas secas.

El Señor Díaz era un hombre agradable. Me hacía siempre animar

Él era aproximadamente un hombre de al menos unos 75 años.

Estaba jubilado, así que no tenía nada que hacer  (Según lo que él me contó)

Su casa estaba cerca de este parque, pero se había mudado. Me contó que un día había pasado por aquí y vio lo pobre que estaba el parque, así que trajo todas sus cosas de jardinería  y se dispuso a arreglarlo

– Oye Alex… – Tomó aire y no habló. Quizá esperando a que le dijera algo

– ¿Qué?

– ¿No te han vuelto a golpear? – Quedé en blanco. ¿Cómo? – No tienes que ocultarlo, lo sé desde un principio. Se ve en tus ojos

– Yo… No sé… Cómo

– No te preguntes como diablos es como lo descubrí. Atribúyelo a que soy viejo. Solo respóndeme

– Ayer lo hicieron…

De la nada dejó de regar – ¿Dónde te golpearon esta vez? – Se giró hacia mí. Yo solo desvié la vista – Dímelo, por favor. Me tienes preocupado

– Aquí… – Toqué mis piernas, cerca de la entrepierna – También por aquí y aquí –  Toqué mis hombros y abdomen. En su rostro se podía ver furia, parecía querer ir al liceo y hablar al respecto – ¡Pero no diga nada! No fue nada… no me dolió

– ¡No lo puedo creer! Pero…  ¡¿Cómo te pueden golpear?! Eres de lo más inocente y puro que he visto en toda mi vida…

– No pasa nada… después de todo lo merezco…

– ¿Cómo que lo mereces? –  Ahora en su rostro se demostró confusión

– Lo… lo merezco por ser marica… –  Agaché la mirada, haciendo que unas indeseables lagrimas cayesen por mis mejillas – Por favor… Tengo toda la culpa de ser así… es lo que ellos…

– ¿Es lo que ellos te dicen? – No le respondí – Oye Alex… ¿Eres Gay? –  Asentí levemente –  ¡¿Y qué le importa a ellos?! –  Se acercó a mi abrazándome por los hombros. Se podía sentir notablemente la diferencia de estatura – Escúchame bien… – Se arrodilló y acarició mi mejilla – No tienes por qué merecer eso… ¡No tiene nada de malo tener ese gusto! Tu eres así y siempre serás así. No tienes por qué ser algo que los demás dicen que debes ser. ¡Tú eres igual a ellos! – Nuevamente me abrazó – Por favor… no dejes que te golpeen – Sentí como una pequeña gota cayó en mi hombro – Te siento, y te quiero como un hijo… así que… cuídate ¿Está bien? –  Me levantó el rostro y secó con sus dedos los rastros  de lágrimas. Simplemente asentí –  Muy bien… ahora ve al liceo, ya va hora de que vayas

– Está bien – Lo abracé y luego me encaminé a ir – ¡Hasta luego!

– ¡Que te vaya bien!

Partí rápidamente para llegar a tiempo y no tener que toparme con nadie indeseable.

 

Cuando estaba a punto de llegar al salón sentí como una gran mano me retuvo

– ¿Adónde crees que vas, Pequeña Ratita?

Un grandulón junto a unos 5 integrantes más miraban de arriba hasta donde estaba yo.

“Nuevamente soy la presa…” 

Notas finales:

El pobre Alex!

¿Que le pasará? :O

El señor Díaz me cayó bien :)

Y su papá ¿Cuando sabremos de él? ¡Quien sabe!

 

Espero con todo el alma que les haya gustado!

Dejadme sus opiniones referente al capítulo igualmente su han encontrado algún fallo o cualquier cosa xDDD

¡Incluso para contar un chiste! 

 

¡Coman muchas galletas de chocolate con chispas de chocolate! Son deliciosas! Yo todos los sábados me como una! jfushjdpojn 

Y eso!

Para los que ya me vienen leyendo.... ¡Siento no publicar nada! es que no sabo :I 

pero prometo actualizar lo más pronto posible!

 

Gracias por terminar el capítulo y (quizas) leer esto que escribí según mis emociones (?)

Nuevamente gracias!

Chaooooo~


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