Aquella tarde llovía a cantaros y el Dr. Leeteuk se encontraba en los vestuarios del hospital. Estaba casi listo, ya se había cambiado de ropa y solo le faltaba guardar su bata y estaría listo para marcharse a su hogar junto a su peculiar y querida familia. Pero el destino quiso que su ida a casa se tuviera que posponer pues acababa de recibir un mensaje en el busca. Era una emergencia y él siendo el doctor jefe no podía marcharse así que no le quedó de otra que volver a ponerse encima la bata pues no le daba tiempo a cambiarse. Nada más salir del vestuario se dirigió a la sala de emergencias y la enfermera Kang Sora le explicó lo ocurrido. Un chico de unos dieciséis años aproximadamente había sido arrollado por un coche y ahora estaba gravemente herido. Leeteuk rápidamente junto con su equipo pasaron a la sala de operaciones pero antes este amablemente le pidió a Sora, como otras tantas veces, que llamara a su casa para avisarles que posiblemente llegaría tarde y que le trajeran ropa nueva para cambiarse.
Mientras Leeteuk se disponía a realizar una operación de tres horas para salvar la vida del joven, Sora sacó su móvil y rápidamente llamó a casa de los Lee.
En aquella enorme casa de dos pisos, se encontraban solo tres personas. Pues Heechul había salido a una cita con Siwon. Era la primera y estaba muy nervioso e ilusionado aunque no quería que se le notase.
En la casa, Sungmin había empezado a preparar la cena, Kanging el padre, estaba sumergido en su trabajo y Hyukjae se encontraba aburrido pues no sabía qué hacer. En la tele no daban nada interesante y solo escuchaba música. Fue entonces cuando escuchó el teléfono. Había un teléfono en cada habitación y en la sala pero todos estaban conectados. Hyuk al ver que nadie contestaba, resignado y con un mal presentimiento lo cogió.
-¿Sí?- contestó.
-Hola, soy Sora del hospital…
-Ahhh hola Sora, soy Hyukjae, ¿Qué pasa esta vez con mi tío?? –le interrumpió Hyukjae que más o menos ya tenía una cierta idea de lo que Sora le iba a decir pues ya no era nada nuevo para él o para alguien de la familia.
-Pues ha habido una emergencia en el hospital… -como siempre, pensó Hyuk. –Y seguramente llegará tarde –continuaba Sora. –Pero me ha pedido que os dijera que si alguno de vosotros puede llevarle ropa limpia para cambiarse.
-¿Ahora, es que no se ha dado cuenta de que está cayendo un diluvio allí fuera?? –Sora se rió ante la exageración de Hyuk.
-Hyuk siempre tan perezoso. Haz el favor de traerle la ropa a tu tío. –le dijo y seguidamente le colgó para no escuchar los refunfuños de Hyukjae.
-Enserio no sé quien me manda a contestar el puñetero teléfono. –se quejó enfadado.
Se cambió y se fue a la habitación de sus tíos a coger la ropa de Leeteuk. La puso en una bolsa y bajó dispuesto a marcharse pero entonces recordó que Sungmin estaba preparando la cena y no tuvo otro remedio que ir a la cocina y decir que saldría y que seguramente llegaría tarde y por supuesto su tío también.
Cuando salió al exterior, el frio apresó su cuerpo y aunque llevaba un paraguas, el viento hacía que se mojase. Se dirigió al metro más próximo y subió a este. Por suerte el metro estaba casi vacío. Miró su reloj y se alarmó. Eran ya las 21:30 y ya empezaba a tener hambre. Todo por culpa de su tío y de su trabajo pensó frustrado. Siempre era lo mismo. Su tío le dedicaba tanto tiempo al trabajo que a veces parecía olvidar que tenía familia. Aún así Hyukjae no podía olvidar cuanto apoyo y cariño recibió a los trece años de su tío cuando sus padres y él tuvieron el accidente de coche. Leeteuk no se separó ni un minuto de su lado y le apoyó con la muerte de sus padres y le animó a seguir adelante, además le recibió con los brazos abiertos en su casa, no obstante desde la muerte de sus padres Hyuk cogió un cierto desprecio a los médicos que solo le salvaron a él devolviéndole a una vida más triste y dura de lo que jamás había pensado.
Sabía que no debía odiar a los médicos pues su tío le había demostrado que la medicina podía llegar a hacer milagros y salvar vidas, la suya en concreto, no obstante Hyuk por mucho que lo intentara no podía dejar de tener ese resentimiento en su cuerpo.
Con la muerte de sus padres su vida dio un vuelco completo y fue como si le desterrasen de su apacible hogar, donde se sentía a gusto y protegido, al duro mundo exterior. Recordaba perfectamente que cuando llegó a casa de su tío esta le pareció extraña y eso que no era la primera vez que la visitaba pero eso sí, sus visitas habían sido cortas y escasas. La última había sido hacía ya un año y lo había hecho para darle la bienvenida a Heechul que desde aquel día formaba parte de la familia pues Leeteuk junto con Kanging le habían adoptado. Heechul era dos años más mayor que Hyuk y al haberse criado en una familia desestructurada, su carácter era más duro y por ello habían tenido algún que otro enfrentamiento, pero con el tiempo habían conseguido llevarse bien, como buenos amigos.
A Hyukjae le costó acostumbrarse a su nuevo hogar y enfrontar la muerte de sus padres por ello había visitado al psicólogo Zhoumi muy famoso en su ámbito.
Un año después de la llegada de Hyuk llegó Sungmin otro chico del que su tío se había apiadado y había conseguido que este aceptara vivir con ellos. Sungmin solo tenía un año más que Hyuk pero parecía mucho más pequeño y también era muy dulce, no obstante nadie se atrevía a hacerle enfadar porque el último que lo hizo le envió a la enfermería del instituto. Él desde un principio se ganó el cariño de todos incluso de Hyuk no obstante era el más reservado de todos.
En fin, aquella familia extraña que habían formado sus tíos escandalizaba a sus vecinos. Ellos vivían en una zona muy lujosa de Gangnam y sus vecinos siempre les habían mirado mal y en el instituto de los chicos algunos de sus compañeros se metían con ellos o creaban falsos rumores diciendo que todos eran gays cosa que sacaba de quicio a Hyukjae porque aunque no odiaba a los gays, sí odiaba que lo metieran en el mismo saco. Para Hyukjae la gente podía llegar a ser muy ignorante. No obstante, pasaba de los comentarios estúpidos de algunos de sus compañeros y seguía con su vida.
***
Cuando Hyuk llegó al hospital ya eran las 22:05. Por suerte en el hospital ya lo conocían de sobra y sabía a dónde dirigirse. Fue al vestidor y a la taquilla donde se cambiaba su tío. Sabía la contraseña así que la abrió y dejó la ropa de su tío y como estaba empapado de arriba abajo, sacó la toalla que había en la bolsa y se secó un poco el cabello.
Salió de los vestuarios y fue a la sala de emergencias y nada más entrar se encontró con su tío. –Hyuk gracias por venir. Lamento haberte molestado. –se disculpó este.
-Da igual…. Por cierto ¿por qué vas lleno de sangre??- le preguntó observando como la bata y las mangas de la camisa de su tío estaban manchadas.
-Oh esto… acabo de hacer una operación. –le contestó cansado su tío y le sonrió.
-Ya veo. ¿Esa era la emergencia??
-Sí. El pobre muchacho casi muere atropella… -antes de continuar Leeteuk se interrumpió pues recordó que ese era un tema delicado para Hyukjae. Este solo le sonrió. –Tranquilo, no pasa nada… ya lo he superado. ¿Ahora está bien? –preguntó este para cambiar de tema pues aunque sí lo había superado aún no estaba preparado para hablar de aquello.
-Sí –respondió feliz Leeteuk. –Ese chico es muy afortunado, la operación ha ido como la seda. Hyukjae alzó una ceja ante el comentario de su tío. -¿Enserio?? ¿El chico ha sido atropellado y es muy afortunado?? –preguntó con sarcasmo. Su tío iba a responderle pero entonces de hacerlo una mujer les interrumpió. –Disculpe, ¿usted es el doctor que atendió al joven?? El del accidente de coche. –Leeteuk la miró confuso – Sí. ¿Es usted familiar del chico??
-No. Mi marido y yo íbamos en el coche y entonces el chico se nos cruzó, aún así me preocupé y quería ver como estaba. Sabe mi marido no tuvo la culpa… -A Hyukjae le pareció increíble. No sabía si la mujer había venido a disculparse o a inculpar a un chico que por poco pierde la vida. No sabía porque pero eso le cabreó bastante. Leeteuk intentó tranquilizar a la mujer diciéndole que el chico estaba fuera de peligro. Cuando la mujer se marchó y Hyukjae estaba a punto de marcharse, Leeteuk lo detuvo. –Espera, primero debo ir a dar un ojo al chico tú puedes acompañarme, no tardaremos te lo prometo. –le sonrió su tío y Hyukjae resignado le siguió a la planta de arriba.
Llegaron a una habitación pequeña y se encontraron con Sora y con el paciente que dormía en la cama totalmente ajeno a que su vida había corrido peligro. – ¿Sora has encontrado lo que te pedí? –preguntó Leeteuk.
-Sí. Bueno lo único que he encontrado en su chaqueta es su cartera y solo había su tarjeta de identidad y unos dólares.
-¿Y bien, como se llama nuestro paciente??
-Su nombre es Donghae y tiene dieciséis años. Es lo único que pone. No hay ni un número a quien llamar para que respondan por él. –A Hyukjae se le hizo un nudo en el corazón. Ese chico había pasado por una experiencia tan dura y nadie se había enterado. Y si no encontraban a sus familiares probablemente cuando despertara se encontraría más solo y hubiese preferido morir o al menos eso sintió él el día que despertó.
Hyukjae se acercó un poco a la cama y observó al chico. Se asombró que a pesar de lo magullada que tenía la cara, su rostro parecía el de un ángel. Sus facciones eran suaves y su piel era blanca y lisa. Aunque sintió pena por él al ver como de su nariz salían unos tubos que le permitían respirar.
Hyuk no pudo evitar compararse con aquel chico. ¿Así me vería yo en aquel tiempo? Pensó y recordó lo asustado y aturdido que se encontró cuando despertó, por no hablar del dolor de su cuerpo que fue mínimo cuando se enteró que sus padres habían muerto. Se estremeció al recordar momentos tan tristes de su vida y sintió compasión de aquel chico.
-¿Así que lo atropellaron cerca de aquel barrio eh??- preguntó Leeteuk a Sora y atrajo la atención de Hyukjae.
-Eso parece pero no entiendo como un chico como él pudo estar por allí, no creo que sea de los que van a los prostíbulos y por dios, es muy joven para trabajar de eso. –exclamó Sora y a Hyuk se le erizó el cabello. En efecto el chico era demasiado joven como para ser puto al no ser que le obligaran. De repente Hyuk sintió más lastima por el chico.
-Es poco probable pero es una opción, si no, no se explicaría. Además mientras le operaba pude observar su cuerpo y había algunas heridas que no creo que se hayan hecho en el accidente. Y en cuanto al accidente, si la mujer dice la verdad, el joven ¿Donghae? Bueno, él se interpuso en su camino. –Hyuk se sintió desvanecer. No era posible lo que estaba pasando por la alocada cabeza de su tío. – ¿Crees que se intentó suicidar? Preguntó incrédulo Hyukjae y lo último lo dijo casi en un susurro como si no se lo creyese. Pero es que era imposible. Para Hyukjae ese Donghae era muy joven y para su desgracia, su caso le recordaba demasiado a él años atrás y hacía que reabriera viejas heridas.
-Es una opción. –respondió pesimista Leeteuk.
Hyuk se acercó un poco más al chico y pudo escuchar como latía el corazón de este gracias a una maquina que mostraba los sonidos. El corazón de Donghae sonaba calmado como si no supiese el infierno que le tocaría pasar una vez despertase. Hyuk observó mejor el cuerpo del chico y vio que este era muy delgado y después volvió a observar su cara pero esta vez con más detalle. Divisó que había un mechón de pelo castaño que cubría un ojo al joven y pensó que quizá le molestaría así que muy tímidamente pasó su mano casi rozando la frente del chico y apartó su mechón. De repente todo ocurrió muy rápido para Hyukjae que escuchó como el corazón de Donghae iba cada vez más lento y su cuerpo empezó a moverse de una manera extraña en la cama. Leeteuk apartó rápidamente a un desconcertado Hyukjae y empezó a atender al paciente junto con la ayuda de Sora y de unos médicos que acudieron a ayudarlos. Hyuk por otra parte, se quedó en una esquina de la habitación totalmente inmóvil y sin saber aún lo que había pasado y con el miedo en su cuerpo no paraba de observar como aquellos médicos intentaban salvar por todos los medios a aquel joven de rostro angelical.