Besó los nudillos y dedos lastimados del oji-azul, continuó con sus palmas, terminando en una caricia temblorosa sobre las pequeñas manos. Quería besarlo más que a nada en el mundo ahogándose con aquel olor a chocolate.
- Eres un idiota- dejo salir el pelirrojo
Y aun con la ofensa, su voz era tan sueva temiendo herirlo por sobre todas las cosas.
Odiaba a Haru por haber permitido aquel daño al menor. Las ampollas en aquellos delgados dedos no tardarían en sanar, pero el gesto de dolor al tomarlos entre sus manos le enfurecía. Comprendió de la peor manera que cualquier rastro de dolor en aquel chico le afectaba, mirarlo ahora lo inquietaba.
- Sempai…
- Eres un idiota- elevado su voz. Su enojo aumentaba por aquella idiotez
- Rin…sempai…- no podía ver a quien más amaba a los ojos, avergonzado por sus acciones
- Ai…. - acercándolo más a él, acariciando sus costados- ¿qué demonios es?
Pero la risa sobre salía ante la masa de chocolate amargo frente a él.
- Eso es cruel sempai….- separándose del seguro pecho y aroma varonil de Rin- es obvio… es un corazón… - apenas susurro contemplado mejor su obra, no tan seguro de aquel trabajo.
Un semicírculo de chocolate decorado con las sencillas palabras “Rin-sempai”, reposaba en el escritorio del mayor, un chocolate elaborado por las propias manos de Ai.
No necesitaba de chocolates, fechas o regalos, una simple sonrisa y la mirada brillante de Nitori bastaba. Quizás unos besos y no tan inocentes caricias podrían animarlo, sonriendo predadoramente, estrechándolo aún más.
Porque él no necesitaba de chocolates, fechas o regalos para dedicarle un cariñoso
“Te quiero Ai”
Y un apasionado
“Te amo”
Aunque el dulce sabor del chocolate en aquellos labios no serían mal recibidos.
Feliz dia del chocolate ;D
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por el numero de palabras requeridas
Besó los nudillos y dedos lastimados del oji-azul, continuó con sus palmas, terminando en una caricia temblorosa sobre las pequeñas manos. Quería besarlo más que a nada en el mundo ahogándose con aquel olor a chocolate.
- Eres un idiota- dejo salir el pelirrojo
Y aun con la ofensa, su voz era tan sueva temiendo herirlo por sobre todas las cosas.
Odiaba a Haru por haber permitido aquel daño al menor. Las ampollas en aquellos delgados dedos no tardarían en sanar, pero el gesto de dolor al tomarlos entre sus manos le enfurecía. Comprendió de la peor manera que cualquier rastro de dolor en aquel chico le afectaba, mirarlo ahora lo inquietaba.
- Sempai…
- Eres un idiota- elevado su voz. Su enojo aumentaba por aquella idiotez
- Rin…sempai…- no podía ver a quien más amaba a los ojos, avergonzado por sus acciones
- Ai…. - acercándolo más a él, acariciando sus costados- ¿qué demonios es?
Pero la risa sobre salía ante la masa de chocolate amargo frente a él.
- Eso es cruel sempai….- separándose del seguro pecho y aroma varonil de Rin- es obvio… es un corazón… - apenas susurro contemplado mejor su obra, no tan seguro de aquel trabajo.
Un semicírculo de chocolate decorado con las sencillas palabras “Rin-sempai”, reposaba en el escritorio del mayor, un chocolate elaborado por las propias manos de Ai.
No necesitaba de chocolates, fechas o regalos, una simple sonrisa y la mirada brillante de Nitori bastaba. Quizás unos besos y no tan inocentes caricias podrían animarlo, sonriendo predadoramente, estrechándolo aún más.
Porque él no necesitaba de chocolates, fechas o regalos para dedicarle un cariñoso
“Te quiero Ai”
Y un apasionado
“Te amo”
Aunque el dulce sabor del chocolate en aquellos labios no serían mal recibidos.