Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi version de San Valentin por Ana Reiko

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia nacio de mi falta de espera por ver la Ova de Sekaiichi Hatsukoi San Valentine Hen que estrena en Marzo junto con la pelicula de Yokosawa no Baai

Notas del capitulo:

2011 Sekaiichi Hatsukoi©Shungiku Nakamura

De Nakamura sensei son los personajes de , yo solo los uso para explayar mis fantasias

que disfruten

No sabía exactamente qué era lo que le molestaba en este día, seguramente fue porque hacía poco había podido salir con vida después de que casi muere aplastado por una montaña de chocolates enviados por admiradoras para los editores del departamento de las doncellas. Sin embargo lo peor del día, era que precisamente, ese día era San Valentín.

Y para empeorar las cosas, tuvo que ver como una chica le daba un chocolate a Takano-san, no es que sintiera celos o algo, empero la escena era irritante,  el editor en jefe simplemente a cada chica la despedía con su sonrisa de caballero y con un agradecimiento muy comprensivo, ¿Acaso las chicas no sentían que Takano se comportaba igual con todas?,  para ya no ver esto Onodera se dispuso a ir al sanitario, no obstante  simplemente su jefe lo siguió y lo que aconteció fue lo siguiente.

-¿No vas a darme un chocolate?...—pregunto Takano mientras caminaba detrás del Novato, quien para despejarse un rato del ambiente, se condujo a sí mismo al baño

-¿Qué?, ¿Por qué demonios haría algo así…?—contesto Onodera ligeramente irritado, de repente se dio cuenta de la situación, su jefe lo estaba persiguiendo--- ¡Espera! ¿Por qué vienes conmigo?

-¿Qué?, ¿Acaso debo pedir un permiso tuyo para tomar un respiro?...

-Por supuesto que no, eres libre de hacer lo que quieras

-Ya veo.

-Oye el día de San Valentín no es como el seibo, por eso no tengo que darte algo

-Personalmente creo que las personas que no pueden ser consideradas con otros no llegan a ningún lado en la vida…--comento al aire Takano con cierto sarcasmo, luego agrego--… ¿No entiendes lo que es ser considerado “mi pequeño príncipe”?

Esto me molesta…. pensó Ritsu con un chasquido y una venita de enojo en su cabeza

Después de eso, Takano se hizo el disimulado y entro al baño, Onodera simplemente se fue a enfriar la cara, tenía que bajarse el enojo de semejantes palabras del descarado de su jefe, y rápidamente retorno a su puesto de trabajo, lo que menos quería era volver con Masamune de nuevo.

Y así nos reintegramos a la situación actual. Onodera se hallaba pensativo en su escritorio.

¿Acaso Takano-san es idiota o qué? Bien podría poner una tienda de dulces con todos los chocolates que recibió, ¿Por qué demonios quiere que le de uno?

Es absolutamente ridículo

Tal vez no sea malo darle aunque sea pequeño

¡Imposible, incluso considerándolo es ridículo!, ¡Trabajo! Si debo trabajar

¡Esto me molesta!…. pensó al mismo tiempo que golpeaba el escritorio al lado de su laptop.

Y después ya sabemos lo que paso inexplicablemente una montaña de chocolates lo sepultó, haciéndole caer al suelo.

-¿Que se supone que haces en el suelo?...—pregunto Takano, después de regresar un rato con unos papeles en mano.

Onodera se dio cuenta de la presencia de su jefe y se levanto con la poca dignidad que le quedaba, haciendo a un lado varias cajas de chocolates que por suerte no se habían descompuesto.

-¿Estas  bien Ritchan?...—pregunto Kisa-san, quien presencio todo el incidente desde su asiento de trabajo. El chico ya estaba acostumbrado a los accidentes inesperados que involucraban a su colega.

-Si Kisa-san no te preocupes, no me paso nada…

-Esto es un verdadero desorden…--exclamo Takano, viendo el desastre, no solo había cajas de chocolates en el suelo de todos los tamaños, sino que se amontaban en los espacios de trabajo de todos sus subordinados, y de por si no era suficiente se acumulaban los papeles en torres desordenadas que amenazaban con caer, todo este desbarajuste por el dichoso “capitulo  especial de San Valentin” que todas la revistas Shojo por excelencia realizaban.

Después de un gran suspiro, el editor en jefe dijo:

--… Yamane-san…--llamo a una de asistentes del departamento--… ¿Podrías dar un orden todas estos regalos y colocarlas en bolsas?

Yamane Masami, una chica de cabello negro y ojos castaños, apareció para acatar la orden.

-Si claro Takano-san.

-Quiero aligerar el desorden…

¿Está pensando en tirar los chocolates?

Ese pensamiento embargo a Onodera, mientras veía junto con los demás editores como daba los mandatos.

-Takano-san los colocare en bolsas y les pondré los nombres de cada uno, así sabrán cuantos les corresponden…

-Excelente idea Yamane

-De inmediato entonces, Hikari-chan…--llamo la chica a su compañera de trabajo y amiga, Takagawa Hikari, una joven de cabellos largos, ondulados, castaños y ojos del mismo color.

-Si, ¿que ocurre?...—contesto al llamado desde la comodidad de su escritorio, estaba atareada con algunos documentos que tenía que entregar al archivo de Marukawa.

-¿Podrás ayudarme un poco?, son muchas las cajas

-Si en un momento en cuanto termine este reporte de este mes…

-¡Es verdad el historial!...—exclamo sorprendida, olvido cierto detalle, aun tenía algo que terminar aquel reporte tedioso mensual para el Archivo de la compañía, ya que, llevaban un historial de todo lo que estaría por publicarse en Emerald.

-Yamane…--llamo de nuevo Takano a su empleada de confianza, le hizo un gesto para susurrarle algo al oído a lo que la chica asintió y luego embozo una sonrisa, parecía que su jefe le había dicho algo especial.

Después las dos chicas volvieron a su zona de trabajo, después de todo conversando entre ellas.

Al poco rato, las dos jóvenes de Emerald volvieron con tres  grandes cajas para acomodar todos esos obsequios llenos de vistosos moños, elegantes bolsas y todo detalle que una mujer podría colocar a un chocolate de San Valentín.

-Ahora solo hagan a un lado los chocolates, y Onodera recógelos para que los puedan disponer de ellos…--dijo Takano.

Tanto Yamane como Takagawa iniciaron su labor rápidamente para que sus compañeros editores pudieran trabajar a gusto, por su parte Onodera también les dio una mano al levantar lo que cayo al suelo, aun así el novato estaba inquieto, por una extraña razón tenía curiosidad sobre lo que había contando en secreto su jefe a Yamane-san, pero no podía preguntarle.

Se hará la idea equivocada de que estoy celoso o algo medito para sí el ojiverde

Y así ese tedioso día siguió, para el departamento de las doncellas, siempre era así, ya que el Shojo y San Valentín era una combinación peligrosa para el caos,  mas allá de lo acostumbrado en Emerald, bueno en realidad no era solo ahí, sino también en Saphire, al ser la zona encargada de los mangas BL, no se salvaba. El único departamento por así decirlo que no era “atacado” por las flechas de Cupido  era Japun Shoten, el área encargada de Kirishima Zen, era muy raro que hubiera capítulo especial que conmemorara esta fecha, a menos que el editor lo viera conveniente o que aportara a la trama.

Regresando con nuestros chicos de Emerald.

-Takano-san, ¿Por qué tenemos que terminar siempre en este estado todos los años?...-se quejo Kisa con un cansancio sumamente marcado

-Todo esto, es por la mala costumbre de celebrar San Valentín…

Hacia media hora que Hatori y Onodera se habían marchado por el manuscrito del primero, mientras los demás se quedaban en el campo de batalla. Mino ya tenía su manuscrito listo, al igual que Kisa, quien solamente se hallaba dándole los toques finales al de Ritchan. Entretanto Takano no muy convencido de su manuscrito hablaba con la estrella del Shojo,  Achinase Erika, cuyo trabajo debería estar llegando a Marukawa en las próximas horas. Según Onodera la hora pactada seria la acostumbrada las 9 pm, es decir, de último minuto.

-¡Hemos llegado!...—anuncio Hatori, su expresión significaba solo una cosa, había peleado con Yoshikawa-sensei, detrás de este venia Ritsu totalmente agotado.

No solo Onodera presencio la discusión tan acalorada con “Yoshikawa-sensei”, sino que se sintió incomodo en todo momento, su mente le jugaba que tal vez Hatori y el mangaka fueran algo más que amigos de la infancia, pero pues si esto era o no verdad, no era algo en que quisiera o debiera inmiscuirse.

Ya eran las de las  3 pm, y el ambiente de trabajo empeoraba... al fondo se escuchaban los gritos de las chicas del departamento Saphire, y aunque la editora en jefe llamada Konishi Sawako,  trataba de calmarlas  y que mantuvieran su compostura en el trabajo,  lo obtenía pero por tiempos y es que algunas editoras eran sido fanáticas del Yaoi desde su época de instituto y su vena fujoshi no podía controlarse.

-Hoy están muy animadas las chicas de Saphire…--comento Kisa, quien a pesar del cansancio en sus ojos, y estaba por desmayarse, se mantenía en su silla con la cabeza recargada de lado en su escritorio, divagando de vez en cuando cosas del manuscrito, siendo que este ya estaba terminado, de pronto se incorporo y admiro la energía que emergía de la zona saphire. —Tengo envidia parece que no se cansan…

-Es verdad…--dijo Mino en la misma situación, durante todo el tiempo se mantuvo en pie, presentía que si se sentaba colapsaría.

-Para ellas es su época del año favorita, ya que son editoras y consumidoras al mismo tiempo…eso si tiene sus ventajas…--explico Hatori, organizando su propuesta que le solicitaron para el lanzamiento de un nuevo manga.

Onodera escucho todos los comentarios sorprendido, y dirigió su mirada hacia las chicas, quienes parecían que resplandecían de juventud, parecían un grupo de niñas pequeñas que soñaban despiertas. Entonces algunas se percataron que estaban siendo observadas y se toparon con los ojos esmeraldas de Ritsu.

Me han visto, mejor regreso al trabajo, no quiero que piensen que las estoy mirando fijamente pensó Ritsu al mal disimular ´prestando atención a los papeles frente a él.

Dos chicas que se dieron cuenta de la atención de parte del novato de Emerald, desde hacía mucho  le habían puesto el ojo, y es que siempre hacían de sus compañeros de trabajo victimas de sus gustos en modo secreto. Entonces comenzaron las risitas de fan girls y sus grititos, hasta que su jefa les paro el alto, y todas volvieron a trabajar, volviendo sus ojos de vez en cuando a Ritsu y buscándole “Pareja” dentro de Emerald para alimentar sus fantasías.

El tiempo transcurría, y el estomago de Onodera le protestaba que solo se hubiera  alimentado con una bebida enérgica, los malos hábitos alimenticios del castaño se habían modificado, gracias a la presión de Takano que lo obligaba a comer bien al menos una vez al día.

-Hatori…--llamo Takano a su subordinado, entregándole una bolsa con sándwiches de queso y jamón y unas cuantas bebidas, hacía rato que salió a buscar discretamente.--…toma un emparedado y bebida, y repártelo, tendremos que estar aquí otras 3 horas máximo.

Y justo como ordeno su jefe, Hatori pasó la bolsa a sus compañeros después de haber escogido su refrigerio. Cuando llego la bolsa de plástico a sus manos, Onodera tomo lo que quedaba, aunque prácticamente todos los lonches eran iguales, miro de reojo a Masamune, presentía que su superior compro para todos para despistar y al mismo tiempo asegurarse que comiera apropiadamente, y sin que Ritsu se percatara, Takano lo miro profundamente.

Por fin después de mucho batallar, ya era más de 8 pm cuando el encargado de la imprenta llego a Emerald, para suerte del director de contenido, Onodera Ritsu, el ultimo manuscrito llego temprano esta vez, como a las 6 pm llego el mensajero con un paquete con el ansiado contenido. Al ver el objetivo cumplido, Takano pudo dar luz verde para que sus editores se retiraran, Kisa, Mino y Hatori estaban casi hechos unos zombis, la buena noticia de todo esto era que al salir el especial de San Valentín no pasarían por el final de ciclo, al termino del mes.

-Esperen…--pidió Masami, comparado con sus compañeros, ella estaba hecha una lechuga, fresca y manteniendo su sonrisa, aunque su cabello perdio algo de estilo, y es que ella junto a Hikari pudieron lograr la orden titánica de los chocolates.-Aquí tenemos las bolsas de chocolates de San Valentín

Entonces Hikari le entrego a cada uno dos bolsas de cartón de regalo con la etiqueta con su respectivo nombre, estaban llenos hasta el copete. Al ver semejante “carga” no pudieron simplemente negarse, un aura pesada se cernió sobre ellos.

-Muchas gracias…--dijeron con la poca energía los tres editores.

Hatori vio los dulces, era una “molestia” de todos los años y pensó

Tal vez no sea mala idea a Chiaki le gustan las cosas dulces, además seria un desperdicio no comerlos, siempre y cuando coma la cena, seguro se fue a la cama temprano, enojado por lo de esta mañana

Por su lado Kisa al vislumbrar aquella bolsa, debido a su baja estatura seguro sí que sería duro llevarlas.

Pasare por Yukina a la librería y le preguntare que si quiere probarlos, porque la verdad no tengo las energías ni las ganas para comerlos, de seguro se pondrá muy feliz con lo que le encantan las golosinas, eso me recuerda tengo que comprarle algo…Mmm creo que Chocolates no, ya los odio por el momento

Mientras Mino solo pensaba en los pequeños hijos de su hermana menor y su madre, que Vivian en un pueblo lejos del bullicioso de Japón.

Chitose estará encantada de usar estos dulces para “manipular” a Satoshi y Yukari, ya me imagino sus caras de suplica al querer probar los chocolates, será una buena arma para que se comporten, además mi madre estará muy feliz de que los comamos todos juntos este fin de semana

Los tres pensaban cosas distintas y en como emplearían sus dulces.

Entretanto Onodera y Takano se quedaban en el campo de batalla, después de despedirse de sus colegas, tanto Masami como Hikari le entregaron a cada uno las bolsas que les  correspondían de dulces, y luego  terminaron su jornada. Por su primer año en Marukawa, Onodera recibió solo una bolsa, mientras que su jefe tres. Más importante que eso, fue el deber cumplido, cuando entrego todos los manuscritos en las manos de la imprenta, era un alivio pensar que todo había terminado con éxito.

Onodera ya tenía todo listo para marcharse, estaba cansado como de costumbre, lo único que deseaba hacer era llegar a casa y tirarse en la cama, tomo su bolso y sus cajas de chocolates.

-Me retiro, gracias por el trabajo de hoy…--dijo a su jefe e hizo una reverencia y dispuesto a ir al ascensor.

Somos los únicos en el piso, quiero irme rápido a casa, antes de que me arrastre Takano-san, algo me dice que hoy trajo su vehículo y querrá obligarme a irme con el

-Oi…--llamo el editor en jefe a su novato, este sintió un escalofrió ante esto y apresuro su paso hacia el ascensor. Takano por su parte recogió sus cosas de inmediato, tenía que ser más veloz que el elevador.

Rápido, date prisa

Se quejo Ritsu mientras esperaba a que el elevador llegara desde la planta baja hasta 4to piso, cada segundo era valioso, podía sentir a su jefe acercarse. Cuando por fin las puertas automáticas se abrieron sintió un pequeño alivio al voltear su alrededor y no ver a nadie y entro en un segundo, apretó el botón que lo conduciría al primer piso y así las puertas se iban a cerrar.

-Oi déjame subir, idiota…--aviso Takano, impidiendo que las puertas del elevador se cerraran.

Plan fallido.

Y ahí se encontraban los dos, jefe y empleado en el mismo espacio, con tranquilidad el “as de esmeralda” pulso el botón de Planta baja, para poder ir al estacionamiento de la editorial y salir en su carro con su novato.

Cuando el ascensor se detuvo en su primer destino, antes de abrir sus puertas, Onodera se preparo.

Si salgo corriendo no habrá manera de que me persiga por la calle

Sin embargo, como si leyera su mente, Takano lo tomo del brazo en el instante en que las puertas se apartaron.

-Takano-san, pero que estas hac-

No pudo terminar la frase, su jefe le robo un beso profundo, y fue acorralo contra el interior del cubículo de metal, con su espalda tapaba el campo de visión de curiosos, y al ser más alto Takano que su uke nadie podría saber que existía otra persona ahí.

Onodera forcejeaba tratando de empujar a Masamune, mas fue en vano.

La potencia del beso ocasiono de que el menor cerrara fuertemente los ojos, en un instante los abrió un poco solo para contemplar como las puertas del ascensor se cerraban arrastrándolo hasta la planta baja, en el área del estacionamiento.

Cuando se libro del sorpresivo “ataque” de su jefe

-¡Takano-san!...—se quejo, entonces se percato que su bolso se esfumo y también sus bolsas de chocolates.-- ¡Devuélveme!

Sin embargo Masamune se hizo el sordo, y simplemente cargo el bolso y sus demás regalos de San Valentín de su novato por sobre su hombro, como si sus quejas y los bufidos tsundere no fueran nada. Llego a su transporte y se metió dentro, dejando el morral como anzuelo, entonces en cuanto Ritsu entro furioso a recogerlo, Takano tiro del cuello de su camisa a cuadros, metiéndolo en el interior del auto y colocando los seguros en las puertas, encendió el auto.

Onodera entonces comprendió que era absurdo hacer una escena para que Takano lo dejara salir, puesto que pudo vislumbrar a varios trabajadores de Marukawa que se dirigían a sus respectivos autos para irse a casa, no era el momento para armar una “escena”.

 

 

Notas finales:

En breve el proximo capitulo que sera el ultimo >w<


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).