Capítulo único: ¿Y tu excusa es...?
Ya era suficiente, había llegado a su limite.
Sasuke sabía perfectamente que Naruto era un idiota, pero, ¿esto? No, definitivamente eso no lo iba a dejar pasar.
Ya con esa eran cinco noches seguidas que lo dejaba solo en la cama. Sus oportunidades ya se le habían dado, ya no había más.
Se lo había prometido. Dijo claramente que llegaría a las nueve. ¿Qué hora es? ¿La una de la mañana? ¡Qué se joda y duerma afuera por cabrón incumplido!
"Naruto, bien sabes que tus trabajos los puedes terminar después, tu jefe es jiraiya y es flexible contigo por ser su nieto"
"Lo sé, Sasuke. Pero si hago tiempo extra, tendré dinero y-"
"A mi no me importa el dinero, lo sabes"
"Sí, lo sé, pero-"
"¿Pero?"
"Lo ocupo"
"¿Para qué?"
"Para algo"
"Ok, esta bien"
"¿Sasuke?"
"Será mejor que busques donde dormir hoy, Naruto. Porque en mi cama ya no dormiras"
"¡No, espera! ¡Esta bien! ¡Te prometo llegar a las nueve!"
"..."
"Vamos, Sasuke, no te enojes conmigo. Te lo prometo"
"..."
"Sasuke..."
"Esta bien, pero esta será la última vez, ¿entendido?"
"¡Sí!"
Rompio su promesa. Lo dejó solo otra vez, y era la quinta noche. ¿Acaso creia que le gustaba estar solo, sin él? Le va a costar caro dejarlo solo en una noche tan fria como esa, sin su calor, sin sus brazos que lo rodean y lo protegen.
"Sasuke, nunca te dejaré solo"
Ahora que lo pensaba, eran dos promesas rotas. Maldición, ese imbécil se había atrevido a...
Escucho la puerta principal de la casa abrirse y cerrarse. Se acomodó en su cama tapandose con las sabanas hasta la cabeza. Naruto no entraría al cuarto porque puso el seguro. Escucho que el rubio maldecia por lo bajo y se alejaba del cuarto.
Poco después escuchó otra vez la puerta principal abrirse y cerrarse...
¿Se fue?
¡Bah! Eso que importa. Mejor que se vaya a trabajar horas extra para conseguir dinero y ocuparlo en lo que sea que lo necesite, maldito idiota, decerebrado, dobe, estúpido, grandisimo... ¿Ah?
¿Qué es ese ruido de ramas moviendose? Bueno, eso no importa, será mejor que ya se vaya a dormir.
Pero el ruido es tan insistente...
¡¿Qué?!
¡Han abierto la ventana del cuarto! Sasuke fijó su mirada en la ventana y veia un tipo entrando. ¡Carajo, justo acaba de irse Naruto...! ¡ESPERA! ¡El es Sasuke Uchiha! Claro que puede hacerse cargo de un tipejo que osaba interrumpir en su cuarto, no necesitaba al idiota de Naruto, claro que no.
Se levantó, agarró el bate que tenía preparado debajo de la cama para estas ocasiones y lo alzó en lo alto. Se encaminó lentamente al swich de la luz y lo encendió.
—¿Naruto?
—¡¿Sasuke?! ¿Que haces despierto...? ¿Y ese bate?
—¿Tu qué haces aquí?
—Eh... pues...
—Deje en claro que no dormirias conmigo. Vete.
—Espera, Sasuke. Dejame explicarte... ¡Ah, espera! ¡Baja el bate! ¡El bate, el bate!
—No necesito ninguna explicación. ¡Fuera!
—¡Estaba en el trabajo! —Naruto huia de Sasuke.
—¡Lo sé! —el moreno intentaba darle, pero el usuratonkachi era demasiado habíl. Seguro se debía a los años de experiencia que tenia de esquivar sus golpes en todo ese tiempo que eran pareja.
—¡La razón por la que necesitaba el dinero...!
—¡No me importa!
—¡Era un anillo!
—¡Qué no me impor...!
Sasuke se detuvo.
Naruto intentaba recuperar el aire que había perdido intentando salvarse la vida.
—Estuvo cerca... —susurró aliviado.
¿Un anillo?
Sasuke se enfureció.
—¡Ya no sabes que inventar para salir ileso! ¡Mentiroso!
—¡¿Qué?! ¡No, no es...! —Sasuke soltó el bate y este obviamente cayó al suelo— ¿Ya te calmaste? —preguntó extrañado al ver el gesto.
—¡Me gustan más mis puños sobre tu cara! —e intento darle.
—¡Dame un respiro!
Sasuke seguía corretiando a Naruto por todo el cuarto. En un momento de distracción, el rubio no miró el bate y resbaló con él dando de bruces contra el suelo boca arriba. Sasuke se abalanzó sobre él, alzó el puño y...
Y...
¿Qué era esa cajita negra que se cayó del pantalón de Naruto...?
.........
Oh....
No me digas que...
—¿No vas a matarme? —el blondo preguntó quedito cubriendose con los brazos al ver la posición de puño en alto de Sasuke, pero este parecia distraido con algo.
El corazón del Uchiha le golpeaba el pecho como loco. ¿Enojo? ¿Indignación? ¿Orgullo Uchiha? ¡Qué todo eso se vaya a la mierda!
¡¡Frente a él hay un anillo!!
—¿Era... en serio? —no podia despegar sus ojos de la cajita.
—¿Hah? —el rubio siguió la mirada de Sasuke hasta toparse con lo que veia—Eh... —Naruto se puso completamente rojo.
Un. Anillo. De. Compromiso.
Naruto rodeó con los brazos al moreno atrayendolo hacía él, entonces se sentó sobre el suelo teniendolo sobre sus piernas. Sasuke no sabía si mirar al rubio o a la cajita. ¿Qué debía mirar? ¿Que debia hacer? ¿Cómo debía reaccionar?
"Creo que es buen momento para desmayarme" se dijo valientemente el pelinegro.
—...
—Sasuke... bueno, veras... han pasado cinco años desde que tu y yo vivimos juntos, sumandole los otros años de "amistad" que hemos tenido, asi que estaba pensando... —Sasuke volteó a mirarlo y ya no supo como seguir.
"Tal vez debería finjir demencia" se dijo heroicamente el rubio.
—¿Y...? —preguntó el Uchiha.
—"¿Y?" —repitió con inseguridad el rubio.
—¡Sé hombre y dilo, imbécil! —Sasuke le dió un puñetazo en el pecho.
La agresividad era una forma de calmar su euforia.
—¡Bastardo, eso dolio! —con una mano se acarició la parte afectada y con la otra agarró la cajita negra. La abrió y la giró hacia el moreno, el cual parecia haber dejado de respirar— Sasuke —le habló con una inusual firmeza y agarró la mano del Uchiha y cuidadosamente colocó el anillo en el dedo. Lo miró a los ojos con una suave sonrisa en los labios— ¿te casarías conmigo?
Sasuke lo asfixió...
...con algo llamado abrazo.
—Sabes la respuesta, usuratonkachi; no me obligues a deletreartelo —susurró en la curvatura de su cuello.
—Lo sé, y lo siento. Es por eso que estuve llegando tarde a casa estos días.
—No me lo recuerdes —dijo con un tono amenazador.
Naruto soltó una suave risita
—Mis disculpas, señor Uzumaki.
—Vamos a la cama —susurró insinuante.
—¿Ya es la luna de miel? —preguntó alegre.
—No, idiota, ya es tarde y tengo sueño.
—Ahhh...
—Pero si me convences, tal vez...
Naruto saltó sobre Sasuke después de decir eso.
Epílogo.
—Naruto.
—¿Mmh?
—Tengo frio.
Naruto lo rodeó con sus brazos.
Sasuke no era de los que decian "abrazame". Naruto es conciente de que al Uchiha le gusta que le demuestren cariño sin importar cuantas veces niegue que le guste.
—Yo también te amo, Sasuke.
—Pero yo nunca...
Ojala Sasuke lo repitiera con más frecuencia, eso seria bonito.
—Sí, sí, lo que digas —le dio un tronador beso en la frente, de esos que abochornaban al Uchiha— por cierto, te confiscaré el bate después de la boda.
—Gallina.
—Asesino.
Y ahí va otro beso.
Fin.