La vuelta a la rutina, un día más de trabajo para Suho. Eran eso de las 5:00a.m cuando se paseaba por toda su habitación en busca de un montón de papeles y carpetas que necesitaba para la reunión de la tarde. Se dirigió a la habitación de la pequeña y comenzó a rastrear entre sus cuadernos de dibujos y libros de pintar, intentando encontrar los preciados papeles. Con sumo silencio tomó los papeles que se asomaban por debajo de la cama notando que éstos estaban llenos de dibujos y brillantina. Refunfuñó enojado dirigiéndose de vuelta a su habitación, tomando el maletín de una silla y acercándose a la puerta para abrirle a la joven niñera que llegaba tarde debido a su segundo trabajo.
Suho miró su reloj mirándola de reojo- Llegas tarde -ella miró la hora en su teléfono y afirmó con la cabeza agacha avergonzada- Cuanto lo siento, mi otro traba… -Suho negó con la cabeza y respondió- Todo está bien, voy atrasado. Cuidala bien –se escuchaba su voz alejándose por el corredor hasta el ascensor.
Al llegar abajo, abrió la puerta de su auto e introdujese en un segundo en éste debido a la prisa que llevaba.
Llegaba con unos minutos de retraso al trabajo y Lay, su jefe lo esperaba con el ceño fruncido en la puerta de su oficina. Suho tomó aire mientras caminaba hacia él con la mirada en el suelo para no seguir viendo su expresión, se imaginaba que lo regañarían, pero Lay tomó su hombro cambiando el gesto de enojo en su cara- Suho, ¿conoces al encargado de recluír personas en la zona de administración?, él me pidió que tú fueras quien se encargara del chico nuevo que tomará el puesto de Kris. –asentía asustado.
Que estas esperando, ve enseguida, debe estar en recepción. –Suho corrió al ascensor y viendo como éste se encontraba apenas en el piso 1, optó por bajar las escaleras. Tal como si alguien lo persiguiera, saltaba escalones para apresurarse.
En el piso 10 se tropezó con un chico que venía en sentido contrario. El chico tenía buen aspecto, alrededor de unos 20 años, tez blanca como la nieve, excepto por sus mejillas rosadas, tenía ojos que le hacían perder la cabeza, pelirrojo y vestía un traje negro, que contrastaba perfecto con el color blanco de su camisa. Llevaba un maletín bajo su brazo y por culpa del choque de ambos éste había terminado lejos.
El chico se disculpaba infinitas veces con el pelirrojo que solo se interesaba en recoger los papeles que había tirado.
Suho le ayudaba a recoger los papeles y éste se los quitaba desinteresado en establecer alguna amistad con él, hasta que el pelirrojo levantó la mirada, a la vez Suho lo imitó y quedaron viéndose- Debes ser el nuevo, ¿no? –la mirada del chico volvía a sus papeles, estiró su brazo y estrechó su mano- Minseok, ¿y tu? –Suho se relamía los labios mirando directo a la boca del chico quien esperaba una respuesta- Me llamo Suho… -el pelirrojo estaba satisfecho con las escasas palabras del otro.
Entonces, supongo que aquí todos son igual de hospitalarios como tú –se sentaron a tomar café en la oficina de Suho, quien seguía hablando con frases cortas, estupefacto a la hermosura de Minseok- Claro, pero supongo que nadie aquí podría tratarte como yo- el mayor arqueaba una ceja confundido –digo, porque seré quien te entrenará en estas semanas –su corazón se agitaba mas de lo normal al ver a este chico, Minseok lucía preocupado ante este sentimiento que lo acomplejaba. -Como podría un chico enamorarse a primera vista -se cuestionaba mientras Suho bebía de su café.
Las horas pasaban y el fin del día de trabajo estaba cerca, ambos seguían en la oficina de JoonMyeon quien luchaba contra sus impulsos para no parecer desesperado, Minseok le sonreía ladino ante un silencio que se hizo incómodo. Y, ¿tienes novio? –decía un Suho nervioso jugando con los papeles que estaban sobre su escritorio, Minseok seguía con su sonrisa, se levanto de su asiento y tomo su maletín, Suho se levantó también siguiéndole hasta la puerta.- Si te molesto la pregunta yo… -El chico posó una mano en su hombro y dio palmaditas en él- No es nada, solo que se me hace tarde. –Suho respiraba de nuevo.
Cuando JoonMyeon llegaba de vuelta a su apartamento notaba la ausencia de su hermana y de la niñera, pero en la mesita del teléfono se encontraba una nota sobrepuesta a él como pudieron. “La llevaré al parque, si no te molesta me gustaría que se quedara a dormir en mi casa esta noche, cualquier problema con esto no dude en llamarme” –leía el chico sereno. Bien, creo que ya que tendré paz esta noche, me pondré a revisar el trabajo para mañana.- El teléfono comenzó a sonar intermitente y Suho se levantaba del sofá para alcanzarlo, en la pantalla de su móvil se mostraba el nombre de su jefe. Joonmyeon lo miraba desesperado- Maldición, he olvidado la reunión. –contestó el teléfono alejándolo un poco de su oído escuchando los gritos, sermones y regaños que Lay le daba por el pequeño aparato. Como ese chico le había hecho olvidar todo por completo, ¿se estaría enamorando ya tan rápido?.