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El príncipe y el bufón por SholeSuperKawaii

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Notas del fanfic:

Ohh... la verdad es que había esperado muuucho tiempo para poder subir este fic >w<

 

 

... Talves muchas piensen que tengo abandonado el fic;-; pero no es así ;A; intentare escribir el ultimo capitulo pronto y traerselos. Pero no se cuando:( mi laptop volvió a morir;-; así que espero mas paciencia ;-; por mientras pondré que el fic esta finalizado. Eso! Disculpe las molestias:

Notas del capitulo:

Buenaaas..! :33... Uhuhu... espero que les guste el primer capitulo ^^... a mi parecer creo que me salio corto :c... pero bueno xdd... los demás serán más largos >u

‘’Había una vez, un bufón que vivía al servicio de un viejo país, que se enamoró de la princesa del mismo, pero ese deseo jamás se realizó. Esta es una historia contada por nadie…’’

 

La música sonaba armónicamente, la orquesta ahí presente tocaba una deliciosa pieza musical, todos los invitados, mayoritariamente, personas de la realeza, duques y condes junto con sus familias, repletaban aquel salón del castillo, todos elegantemente vestidos, hombres, mujeres y niños con distintos tipos de disfraces, todos hechos de la mejor tela y calidad.

El salón, bellamente adornado, con jarrones blancos y detalles dorados, de rosas blancas y rojas, colocadas junto a los grandes ventanales que daban hacia unos pequeños balcones, también adornados con grandes lazos de tela blanca con encajes dorados en el borde. En el centro del recinto se encontraba un gran candelabro de oro, con pequeños velones blancos, iluminando aquel lugar, mientras que en las murallas, también había unos velones, pero en candelabros individuales, además, en la unión de la muralla con el techo, habían colocados unos largos trozos de tela, también blancas.

En la escalera, que se encontraba en el centro del gran salón, se pudieron vislumbrar tres siluetas, elegantemente vestidos, al igual que todos los presentes. Al verlos, la música dejó de sonar, y todos los invitados fijaron su vista en la familia real, que hacia acto de presencia entre la multitud.

El vocero del lugar, subió rápidamente las escaleras, para comunicar que la familia real, se presentaba en aquella fiesta.

-          Haciendo acto de presencia, la familia real Takahashi – comenzó diciendo el hombre – el rey Takahiro Takahashi, junto a la reina Manami Takahashi, acompañándoles el hermano del rey, el príncipe Misaki Takahashi.

Al escuchar a los recién nombrados, se escuchó un gran aplauso por parte de los invitados, todos admirando los hermosos trajes de los recién nombrados, conjunto a aquellos hermosos antifaces a juego de su vestimenta, hermosamente adornados, con plumas, cadenas y algunas joyas, verdaderamente bellas.

El mayor de la familia Takahashi y a la vez rey de aquella monarquía, se dirigió al frente, les entregó una sonrisa y se dispuso a hablar.

-          Muchas gracias a todos los presentes, se les agradece el que hayan asistido a la celebración número diez y ocho de mi pequeño hermano Misaki – habló sin quitar aquella sonrisa de su rostro – Misaki, ven aquí – le llamó haciendo unas señas con su mano, para que su hermano caminara hacia su lado.

-          Muchas gracias a todos por haber venido – dijo Misaki, quien también sonreía, al igual que su hermano Takahiro – les pido que disfruten de la fiesta, coman y disfruten de la música, son totalmente bienvenidos – finalizó el muchacho, haciendo una pequeña reverencia al público.

Todos comenzaron a sonreír y aplaudieron por la muestra de sencillez y afecto por parte de la familia a sus súbditos.

-          Como ha dicho Misaki, disfruten todo lo que quieran – finalizó Takahiro, y los aplausos se volvieron a escuchar, la música reinó nuevamente y la familia se adentro a la multitud, para saludar a los conocidos, quienes querían felicitar al cumpleañero.

La fiesta continúo alegremente, Misaki, quien a pesar de estar acostumbrado a este tipo de celebraciones, no le agradaba la idea de que al hacer esas reuniones, su hermano invitara a demasiada gente, él prefería pasar esos momentos acompañados de su familia, amigos y de las personas que más estimaban, pero eso no quería decir que no agradeciera que esas personas asistieran a las reuniones que siempre realizaban en su nombre, a pesar de todo, se sentía feliz.

Al cabo de unas horas, la luna se encontraba en su punto más alto, iluminando todo el pueblo, pero en el castillo, la fiesta aún continuaba, y parecía no querer acabar.

-          Y ahora, para la entretención de los presentes, se realizará una pequeña muestra de música – dijo el vocero, quien se colocó en la escalera central. Todos lo miraron intrigados, atentos de lo que fuera a suceder en ese ‘’escenario’’.

Los empleados del castillo, fueron apagando poco a poco los velones que se encontraban colocadas en las murallas del salón, dejando únicamente, la habitación iluminada por la tenue luz que daba el candelabro central.

El vocero pidió que despejaran la pista de baile y se colocaran en los lados, para dejar el lugar para que la pequeña muestra diera lugar, y comenzó.

De entre las sombras apareció un hombre de buen porte, vestido con un traje que ocupaban los bufones de los castillos, de color violeta y dorado grisáceo, y con detalles dorados. Su rostro, era escondido por la mitad de un antifaz de color blanca, por lo que solo se podía admirar la parte derecha de su rostro. Su cabello, armónicamente revuelto, le daba un cierto toque, además de su peculiar color, entre rubio y gris. Y sus ojos, esos ojos inexpresivos, pero que sí los vez bien, puedes ver perfectamente sus sentimientos, esos bellos ojos color morado, que admiraban todo a su alrededor. Su vestimenta con sus rasgos físicos, combinaban hermosamente, dándole un toque de sensualidad y masculinidad.

Se dirigió al centro de la pista. A la luz de las velas, su expresión cambio totalmente, no se veía igual a la apersona que entró hace unos pocos segundos atrás, si no que, un aura de amabilidad, tristeza y un sinfín de sentimientos comenzaron a sentirse alrededor de él.

Misaki, quien se encontraba junto a toda esa multitud, fijo su vista en el bufón que acababa de entrar, hechizándolo de inmediato, por su hermosa figura y por esa intrigante aura que lo envolvía.

Aquel bufón, se acercó la flauta que traía entre sus manos hacía su boca, y comenzó a sonar una hermosa melodía de ella.

Todos los presentes le miraron cautivados, esa melodía, era realmente hermosa, atrayente para sus oídos. Misaki no se quedaba atrás, le miraba totalmente embelesado, admirando cada movimiento que el hombre realizaba con las manos, los gestos que realizaba con su rostro al momento de tocar, y las sutiles inclinaciones que realizaba con su cuerpo. Al cabo de unos minutos, la flauta dejó de sonar, sus manos se detuvieron. La melodía había acabado.

Todos, incluyendo a la familia real, aplaudieron completamente fascinados. El bufón se inclinó unos instantes en señal de respeto a todos los presentes y dejando en claro que su número había terminado.

Se alejó lentamente de la pista de baile, hasta salir del gran salón. La iluminación volvió, y la fiesta prosiguió.

Todos se preguntaban quién era aquel misterioso hombre, que a simple vista se veía que era el bufón del castillo, pero Misaki, nunca en su vida lo había visto dentro de su hogar, por lo que extrañado, siguió el rastro de este.

Siguió caminado a través de la multitud, quería y necesitaba saber quién era aquel hombre, que se escondía bajo a ese antifaz blanco, continuo haciéndose paso entre los presentes, salió por la gran puerta del salón, y lo pudo ver, a él, ese bufón, caminando entre los árboles de palacio.

-          ¡Hey! – le llamó Misaki para poder llamar su atención. El hombre detuvo su andar, estático se quedó en su lugar, sin querer dar vuelta la mirada, sabía perfectamente quien era el que le llamaba. Su corazón dio un gran vuelco, ¿cómo poder confundir esa hermosa voz?

-          Su majestad, ¿qué hace aquí? Tiene que volver a palacio inmediatamente – le dijo el peliplata, sin mirarlo. Una mueca de tristeza se formó en su rostro.

-          No me iré hasta saber tu nombre – sentenció el chico.

-          ¿Para qué lo necesita saber? – cuestionó el hombre, moviendo un poco su rostro para poder verlo por el rabillo de sus ojos, al encontrarse de espaldas de él.

-          No lo sé – se limitó a decir Misaki – pero tengo claro que no me quedaré tranquilo hasta saber cómo te llamas – le confesó.

Todo quedó en silencio, aquel hombre sintió una gran pena al escucharlo hablar así, sentía que aquello no era más que una jugarreta de la vida, su corazón le dolía al encontrase en esa situación.

-          Por favor, vuelva a palacio, su hermano se puede preocupar – le volvió a insistir, sin mirarle completamente aún.

-          Ya te lo dije, no me voy a ir hasta que me digas tu nombre- le recordó el chico – además, ¿qué sabes tú sobre si mi hermano se preocupará, o se enfadará o la reacción que tenga?

Y pues, lo que no sabía el joven príncipe era que, aquel hombre que tenía frente a sus ojos, estaba al tanto de todo lo que le pasaba, de todo lo que le ocurría y sentía, él sabía todo de la persona que ama.

En un rápido movimiento, el hombre tomó a Misaki de los costados y lo apegó al árbol más cercano. El príncipe, completamente sorprendido no supo qué hacer, se sintió completamente nervioso por lo que podía suceder en esa situación. El bufón apegó su cuerpo al del chico, le observó por unos segundos, le sonrío y luego juntó sus labios con los de Misaki, en un dulce y casto beso.

Misaki no sabía qué hacer en esa situación que estaba viviendo, no sabía si empujarle o corresponderle, pero inconscientemente optó por el último, y comenzó a mover sus labios tímidamente, rozándolos delicadamente con los de aquel hombre. Un sentimiento cálido se formó en su pecho, se sentía, por alguna extraña razón, completamente seguro junto a aquel bufón.

Al cabo de unos segundos el beso terminó, cuando se dieron cuenta que el oxigeno les faltaba en su organismo. Se separaron lentamente y observaron por unos segundos, estudiando cada detalle, cada rasgo del otro, cada cosa que hacia única a la otra persona, se miraron como para encontrar algo para no olvidar a la persona que tenían en frente.

El bufón, poco a poco, comenzó a acercar su boca hacia la oreja del menor, para susurrarle unas pequeñas palabras al oído.

-          Quería saber mi nombre ¿no es así? – le cuestionó, con una voz cargada de sensualidad. Misaki solo asintió con la cabeza – pues le daré en el gusto, mi príncipe – dijo esto para luego darle un pequeño mordisco al lóbulo – pues mi nombre es Usami Akihiko, mi señor…

 

Notas finales:

Les gusto..? Les gusto..? Les gusto..? OwO... Espero que si..! TwT... espero sus comentarios..! ^^... gracias por darle una oportunidad :33... Hasta el próximo capitulo..! *-*


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