Luna roja teñida de sangre.
Tu corazón palpitante me llama desde las sombras.
Me devorarás esta noche
Tentación.
Sonríe. O más bien, ríe. Con anterioridad me pregunté, ¿qué diablos tiene este tipo que todo mundo cae a sus pies? Honestamente, aún no estoy seguro. Pero esa sonrisa debe tener mucho que ver en ello.
-Mira Tet chan, se marcaron más mis abdominales.
-¡Vamos, Doiha! ¡Termina de vestirte!- Tetsu le estrelló una prenda en el torso- Deja de dar tentaciones ¿quieres?
Y él se ríe. Supongo que las abdominales también tienen que ver…En fin, creo que entiendo porque Tetsu lo escogió como el vocalista de la banda. El vocalista es muchas veces el centro de atención de una banda, por lo tanto debe tener ciertas características. Ya sea guapo, o tener una hermosa voz, o estar lo suficientemente loco como para que sus extravagancias se tomen como un motivo de aplauso. Hyde tiene todo eso y más. Es un “todologo”, por así decirlo.
Es capaz de encantar a hombres y mujeres, puede hacer que un heterosexual diga “sí es con él, si tendría novio” o que una chica heterosexual diga “aunque se vea como chica, lo amo” Ese tipo de cosas, como histerias colectivas, menciones en redes sociales, miles y miles de fans en el mundo que gritan “¡Hyde!” “¡Hyde!” aunque lo vean sólo detrás de una pantalla y exista nula posibilidad de que él les escuche; esas cosas, pocos personajes pueden.
Sí, Tetsu eligió bien. Si a un hombre tierno, misterioso, pervertido, seductor, sexy y guapo le sumamos que es talentoso, sensible y carismático, como resultado tenemos la mejor llave para el éxito. Tetsu hizo bien en perseguirlo hasta lograr convencerlo. Tetsu es inteligente. Mucho.
Han pasado veinte años desde que conozco a Hyde, y puedo contarme entre los hombres heterosexuales que alguna vez pensó que tener una noche con él o una relación, sería perfectamente aceptable. Eso sí, lo prefiero cuando lleva el cabello largo y se maquilla los ojos, me encanta su figura andrógina, donde sabes que es hombre pero ¡Dios! Es tan hermoso como una chica.
Por supuesto he tenido fantasías con él. Me da vergüenza, pero hasta sueños húmedos donde es el protagonista. Él saca lo peor de mí, y también lo mejor. Me parece una persona completamente libre, no le importa el qué dirán, y lo que no quiere que se sepa lo oculta, sí, sin que le importe tampoco que le recriminen por eso. Está loco. Y eso lo hace encantador a mis ojos y a los de muchos.
-Ken chan, apúrate tú también-me dice, me sonríe y palmea mi espalda.
-ya voy, ya voy-le digo y miró su espalda tatuada marcharse.
Hay otra cosa en la que Tetsu tiene razón. Hyde da tentaciones. Y sólo yo sé cuantas veces me he visto tentado. Y no precisamente porque Hyde se proponga tentarme, es más bien, mi puro antojo.
Sí, Hyde se me antoja. Así como si fuera un dulce. Me gustaría desenredarlo y desnudarlo ante mí. Quisiera con mi lengua probarlo lentamente, cada recoveco, cada pedacito de su piel. Y deshacer sus labios en mi boca. Me he preguntado muchas veces cual es el sabor de sus besos, besos reales. Besos que me vuelvan su esclavo.
¿Te ríes de mí? ¿Qué te digo? él saca mi lado más masoquista. Me gustaría ser reducido por él, que me doblegara y me mostrara el demonio que vive en su interior, un súcubo que me muestre que el límite del placer siempre se puede aplazar. Quisiera fundirme en su carne, y dentro de él descubrir el infierno. Seguramente no me importaría quemarme una y otra vez, renacer de las cenizas para ser devorado de nuevo. Ese tipo de placer culposo, puedo apostar, sólo él es capaz de darme.
Y por otro lado, sin duda, me gustaría abrazarlo con la ternura propia de un amante. Sí, él también saca mi lado tierno. Me gustaría dirigirlo y gentilmente inundar su cuerpo de mi esencia. Y con mis dedos marcar su piel, descubrir la textura del tatuaje en su espalda, y lamer cada una de las plumas simuladas en ella. También besarlo, besarlo mucho, hasta que sus labios se hinchen, hasta que sus suspiros se ahoguen en mi garganta. Me encantaría tanto sentir el espasmo del placer recorrerlo, conocer su rostro en ese momento. Seguramente sería una expresión de ensueño.
Y su voz… quisiera escuchar sus gemidos, sus suspiros, mi nombre pronunciado de forma desfalleciente.
Tentación. Eso es lo que es él. Él sería mi único desliz homosexual. Sería también mi experiencia sexual más completa y satisfactoria. No me preguntes, sólo lo sé. Pero…
Hay una cosa más en la que Tetsu fue muy inteligente. Una más… Convirtió al objeto de mis desvaríos en su amante, me está prohibido tenerlo siquiera por un segundo.
Dicen por ahí que negarse a la tentación enferma el alma. Sí, quizás mi alma enferme, pero parte del encanto de Hyde es eso, su inaccesibilidad. Y así mi deseo crecerá más y más.
Una de dos, o muero consumido por ese deseo… o simplemente espero a que Tetsu cometa un error; lo cual es complicado, como ya te dije es un tipo inteligente, mueve sus piezas demasiado rápido.
Aunque, por supuesto, la esperanza es lo último que muere.