Otro paso más, solo uno. No es difícil. No será difícil. No será difícil. ¿Estudiaste lo suficiente? Eso espero. ¡Vamos! Oh, no, no. Ahora no es un paso, ahora es un pasillo entero.
¡Idiota!
¡Retrasado!
¿Retasado?
¡Si, retrasado!
Por Dios, estoy frito, muerto… qué se yo.
Abrumado.
Asustado.
Enamorado.
Reprobado…
¿Enamorado? ¿He dicho, enamorado? Joder, seguramente.
–Trümper –mierda, mierda, mierda, jabón, jabón, mierda–. ¿Qué hace usted fuera de mi clase? O debo decir, ¿de mi examen?
Sin abrir los ojos, que tenía fuertemente cerrados, giré en mis talones y sentí su respiración golpeando mi cabello. ¡Oh cielos! ¿Debía abrir los ojos o continuar soñando? Y si él me besa… y luego, luego me vuelve a besar. Y me besa…
– ¡se ha quedado dormido!, El colmo.
–lo. Lo siento profesor, estaba un poco… ¿confundido? –que idiota.
– ¿profesor? ¿Ha dicho profesor? ¡Cuantas veces tengo que explicar que a mí no se me dice profesor!, a mí se me dice: su señoría Kaulitz.
–cierto, disculpe usted. Su señoría Kaulitz –no se cómo no tartamudeé, pero dije esas palabras con total naturalidad, casi parecieron recitadas, posiblemente, yo las veía de esa forma porque su apellido estaba en ellas.
–tome asiento y mas le vale una excelente calificación, de lo contrario será excluido de mi curso, Trümper. Y eso seria lamentable, muy lamentable para mí.
–exacto, su señoría Kaulitz, excelentes –casi baboseé. Era su perfume, su perfume el que mis sentidos percibieron al pasar por su lado, era esa esencia que tanto me ha gustado, era tan perfecto. No, perfecto seria si me besara, si no me viese como un niño o un alumno, quería que me viese como alguien especial. No como un amor imposible.
Amores imposibles.
…de esto es la evaluación,
“Lírica y amores imposibles”.
1-. Mencione los principales poetas y dramaturgos Alemanes. Escriba sus biografías con las fechas correctas de su nacimiento y defunción.
2-. Mencione y explique los recursos literarios usados por sus poetas favoritos.
3-. De una reseña de las tendencias usadas en nuestro país al momento de escribir, realice una línea del tiempo, explicando los cambios generales de escritor a escritor. Desde1800 hasta 1900.
4-. Redacte un verso que defina su amor imposible.
«Por Dios, ¡que fácil! » pensé con ironía.
Y yo que creí haber estudiado bien. Pero, creo que, si le observo…
Joder, joder, joder.
Estaba en su escritorio, con sus gafas de lectura y algunos libros al lado, era… era como un Dios, si un Dios. Seguí contemplándolo y mi mente dio otro vuelco más, pese a lo temprano del día. Entonces empecé a escribir, sonriendo:
¿Mi amor imposible?
Solo puedo resumir
Al esto describir,
Que mi amor imposible
Un trenzado es al fin.
Que irónico, que mal,
Que dolor me hace sentir,
Que difícil es percibir
Como pesa este sufrir.
Solo espero recibir
De sus labios un te quiero,
Si es posible el anhelo
Que tanto espero sentir,
Disculpe si debo mentir
Maestro de mí vivir,
Pero tal vez Por su amor
Algún día tenga que morir.
Releí y… ¡Que risa!, mis poemas infantiles, ¡ay, que risa! empecé a lloriquear de un momento a otro por la gracia. Si, Lo hice. No supe cuando pero alguien me llamó la atención: él.
– ¿me cuenta el chiste, Trümper?
…la risa seguía y yo no podía ver claramente, mis ojos estaban nubados por lágrimas.
Lo que sí me cortó la risa de golpe fue sentir como alguien cogía mi examen.
No
No
¡No!
¡Oh, no!
Abrí los ojos al instante y pude ver como el maestro leía lo que había escrito, no me miró. Dejó el examen sobre mi mesa y regresó a su asiento. No se si fue ira pero sus mejillas estaban rojizas, se le notaba incluso nervioso y empezó a escribir algo, por Dios, por Dios, ¿que hago?
Tomé la goma de borrar y borré todo lo escrito, luego intenté recordar las otras preguntas y también traté de no verle, me sentía tan avergonzado, y por mi actitud las dudas de que pudiese ser otro trenzado están despejadas, no dije nada sobre un maestro ¿verdad? Bueno…
Fue cuando mentalmente recité de nuevo mis palabras y reparé en el enorme error: él ya lo sabía. No tengo más maestros trenzados, ya lo sabe, sabe que estoy enamorado de él, y por supuesto, también sabe que es un amor imposible, sí no es que enfermo…
Mi corazón se hundió en mi pecho fuertemente y no le mire aunque quisiera hacerlo, de seguro me evitara de ahora en adelante, y a su enloquecido alumno expulse de su curso, que más da.
«Rrrrrrrrrrr Rrrrrrrrrr»
El timbre hizo que me sintiera un poco mejor, aunque suene tan cobarde, prefiero poder irme…
–Todos entreguen sus exámenes y salgan –su voz sonaba… distinta, afanada, podría jurar que ansiosa, claro, su alumno le declaró su amor indirectamente, que mas puede sentir ahora que temor a una violación–. Todos excepto Trümper.
Mierda. Lo dijo justo cuando con las mejillas sonrojadas dejaba mi hoja blanca en la que estuvo su poema en el escritorio. Joder.
Intenté echar a correr pero todos estaban en la puerta y el profesor, por muy extraño de su parte que fuese, se levantó y me tomó del antebrazo. Y me gesticuló un «por favor».
Sin duda me derretí, pero no le vi lo bueno a su acto, de seguro me quiere correr del curso personalmente y de una vez.
La puerta se cerró con un fuerte golpe y me sentí tan pequeño he indefenso ahí, solo, con él…
Con él.
De pronto suspiré al verlo tan lejos de mi alcance, pero tan cerca de mi cuerpo. Me sentí impotente.
– ¿esto es cierto Trümper? –preguntó alzando mi examen totalmente en blanco y otra hoja que no reconocí.
– ¿Qué qu-que cosa, su señoría Ka-Kaulitz? –tartamudeé tanto que mis mejillas se colorearon al instante, y pude sentir un frio molesto recorrer mi espina dorsal.
–su poema, joven. Ya sabe, el que me escribió, ¿ya se le olvido? Yo lo recuerdo muy bien, es mas, ya lo aprendí de memoria, dice así:
¿Mi amor imposible?
Solo puedo resumir
Al esto describir,
Que mi amor imposible
Un trenzado es al fin.
Mi mirada fue al suelo, que lindo recitó eso–. ¿Trenzado? Vaya, me agrada que tome tanto en cuenta mis trenzas, joven; Continúo:
Que irónico, que mal,
Que dolor me hace sentir,
Que difícil es percibir
Como pesa este sufrir.
– ¿sufre? Usted sufre por mí, y es cierto, joven, es tan irónico… – ¿irónico? Irónico que él sea mi maestro, por Dios, mi cara ardía de vergüenza–. Prosigo, Trümper.
Solo espero recibir
De sus labios un te quiero,
Si es posible el anhelo
Que tanto espero sentir,
Disculpe si debo mentir
Maestro de mí vivir,
Pero tal vez Por su amor
Algún día tenga que morir.
–si, aquí me ha mentido, joven Bill, es cierto, no morirá de amor por mí, no lo hará porque simplemente yo ya muero de amor por usted –me quedé pensando en lo que dijo y en primera instancia no entendí, pero cuando reaccioné… cuando reaccioné sentí su aliento chocar contra mis labios, levanté mi vista y el se encontraba más cerca de mí, con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa cautivadora, ¿Qué estaba pasando? Mis piernas se doblaron y casi pierdo el conocimiento, fui a trastabillar al suelo; pero sentí unos brazos fuertes sostenerme y dejándome a la altura media de nuestros cuerpos, me atreví al fin a abrir los ojos y él me miraba con sus ojitos canela aguados, me sentí culpable, estaba a punto de llorar, cerré mis ojos y corté al fin la distancia insana entre nuestros labios, cuando su boca encajó con la mía una lagrima se deslizó por mi mejilla una danza serena bailaron nuestros labios al compas de la saliva que emitía un sonido hermoso. El cielo, estaba tocando el cielo, levanté mi mano con cautela y acaricié su rostro suave, luego él, sin romper el beso, me recostó con cuidado en el suelo, acarició con cariño mi cabello y pude sentir el tacto de sus dedos suaves paseándose por mi cuello con tranquilidad; respiró contra mi rostro y sonrió contra mis labios. Separó su boca de la mía y susurró cerca de mi oído:
–gracias, ese poema ha salvado mi vida, Bill –no lo podía creer, me había dicho Bill, no Trümper, ni joven.
–y usted la mía, su señor… –cuando iba a decir su ridículo nombre de imprenta él me calló. me calló del modo mas tierno que se puede conocer, posó su dedo índice sobre mis labios y luego beso sobre él.
–Dime Tom, solo Tom, ahora por desgracia debo volver a mis clases, pero cuando salgas lee esto, por favor –me cedió la hoja junto a mi examen y de la emoción le besé fugazmente la mejilla, él se sonrojó un poco y yo mucho más. En un lento movimiento levantó su cuerpo sostenido en sus rodillas y me tendió la mano derecha con una pequeña reverencia, era tan perfecto…
Luego señaló la puerta y yo salí por ella con el corazón a millón; preguntándome si todo esto era cierto o no.
En la nota que me dio primero aprecié mis versos escritos con su letra, no lo podía creer, los había escrito y además aprendido… y luego algo más estaba rezado en la nota:
Los senderos del olvido
Han tocado mis respiros,
Han marcado mi esperanza
Y se han llevado ese oxigeno,
El oxigeno que has devuelto
Solo con abrir mis libros.
Disculpa por antes no decirlo,
Disculpa por hacer que sufrieras,
Disculpa por no pedirte antes…
Que mi amor quisiera que fueras.
Bill y Tom, Nuestro amor imposible.
Cuando terminé de leer en vez de gritar como desesperado: reflexioné.
Si, reflexioné.
Porque: tal vez esa persona a la que amas solo esta esperando que tú le des la oportunidad de volar, tal vez ella quiere que le enseñes a volar, tal vez no debas sentarte a esperarle, vamos, búscala y dile que mueres, porque «tu amor quisiera que fueras».
Fin.