Hace mucho, mucho tiempo. En una ciudad a la que la gente llamaba “el reino de la traidora inhumanidad” reinaba Rinto, el príncipe de 14 años de edad. Los muebles magníficos y lujosos eran su debilidad, tenía un sirviente de cara similar a él y un caballo llamado josephine. Todo lo que quería lo podía tener, todo era suyo.
En esos momentos el príncipe se encontraba en una audiencia con meiko, la hija de Leon, el cual era llamado en esos momentos “el héroe de la cuidad”.
-por favor, príncipe…-lloraba meiko- por favor… es mi padre, no tengo a nadie más…
El príncipe pareció meditarlo, tenía semblante serio pero luego cambio su seriedad y sonrió.
-UJUJUJU!- rio, cosa que sorprendió a todos.- ahora de rodillas!
Todos los presentes lo hicieron, nadie se atrevía a desafiar al príncipe.
-leeeen!-grito, en ese instante len, el sirviente, apareció.- ¿de qué crimen se acusa a león?
-e-eh… de robar comida de la bodega y dársela a la gente.- dijo con aires de tristeza len.- rinto…
-¿sí?-respondió desafiante rinto, sabía que su hermano haría que no le diera condena a eon. Pero esta vez no lo dejaría.- len, ¿acaso quieres que todo el mundo se revele como la revuelta de la otra vez?
-n-no… pero rinto…-len callo al ver la expresión que tenía su hermano.
-entonces… traigan al acusado!- unos guardas trajeron a león, el cual estaba todo golpeado y un poco de sangre salía de su labio.- León… se te acusa de robar mi almacén… ¿es cierto?
-s-si su majestad- dijo león en tono de burla con las pocas fuerzas que le quedaban.
-ugg- rinto se paró y se acercó a león- odio a la gente como tú, sabes?-rinto sonrio- te condeno a…- pareció pensarlo un poco, miro a len y le sonrió.- pena de muerte.
-QUE?!- gritaron len y meiko.
-si…- rinto saco una daga de su bota derecha.- y la cumplirás ahora…-sin pensarlo dos veces rinto le clavó el cuchillo a León en el estómago, saco su cuchillo y se fue a su habitación.- ahora nadie podrá desobedecerme…
-Padre!- grito meiko corriendo hacia león pero unos guardias la detuvieron.- NOOOO!
Len se quedó estático, lagrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, corrió a donde estaba león y lo abraso.
-LEON! LEON! LEOOOON!- grito llorando.- no me dejes! No quiero estar solo! – len vio como leon sonreía y alzaba su mano hasta ponerla en la mejilla de len.
-len…- de repente león tosió sangre, la cual salpico a len. Luego le volvió a sonreír y cerró los ojos, para no abrirlos más.
-leon, león…. LEON RESPONDE!- grito len llorando mas fuerte.- NO! NO TE VALLAS!
-len…- dell, el ministro, se acercó a len.- el ya se fue…
-NOOO!- len comenzó a hiperventilarse, liego observo a meiko, la mirada de ella expresaba furia y enojo.
-me voy…- meiko volteo con los ojos llenos de lágrimas- me voy…
-len…- dell lo cojio de los hombros y lo paro.- esto no te hace bien.
-sueltame!- len comenzó a forcejear hasta que vio a dell a los ojos, vio tristeza en ellos y se dejó de mover. lo abraso, y ahí comenzó a llorar más fuerte- dell, dell.
-tranquilo…- Dell reconforto a len hasta que este se calmo y luego lo llevo a su habitación.- te encuentras bien?
-estoy bien… estoy bien…- len iba a decirle algo a dell pero un grito lo desconcentro.
-LEEEEEN!- era la voz de rinto, el cual tenia hambre y estaba esperando a len para que le traiga algo.
- como se atreve a-- -dell dejo de hablar al ver que len caminaba hacia la habitación de rinto.
-todo está bien, solo quiero verlo sonreír.- dicho esto len entro a la habitación de rinto.- que quieres comer rinto?
-len, siéntate.- dijo en tono serio.- len hiso lo que rinto le pido.- len… te eh dio que no me interrumpas cuando estoy dando una condena.- rinto estaba serio y len sabía por qué.
-lo lamento… yo no quería…- len fue callado por un beso de rinto.- que…
-quiero que solo me mires a mí!- dijo serio, empujando a len y poniéndose encima de el- porque estas tan encariñado con león?
-mal interpretas todo…- len fue callado por otro beso de rinto.
-su majes-- -dell entro a la habitación sin tocar y al ver a escena frunció el ceño
-TE EH DICHO QUE NO ENTRES SIN TOCAR!- grito molesto rinto levantándose.
-perdón…- apretó los puños- solo vine a decirle que mañana partimos al país de verde.
Dicho eso dell salió de la habitación.
-NO TE EH DICHO QUE TE PUEDES IR!- rinto iba a salir de su habitación pero len se lo impidió tomándole la mano.
-déjalo…- len le sonrio cosa que hizo a rinto dejar de pensar en dell y llevar a la cama a len.- duerme aquí hoy!
Antes de que len pudiera responder rinto se había quedado dormido y no había nada que pudiera hacer. Len lo observo un momento a rinto, se lo veía tan inocente, como una flor, pero parecía una malvada flor, de pétalos finos y colores vivos. La cual nació hermosa pero ahora se descompone.
Al siguiente dia partieron al país de verde, lo primero que hizo rinto fue jalar a len de un lugar a otro, hasta que se encontraron con Kaito, el príncipe de azul.
-tu eres rinto?- pregunto kaito sorprendido.
-si…por qué?- dijo rinto con un leve sonrojo.
-pense que eras mayor…- dijo kaito sonriendo.
-soy mayor! Tengo 14!- dijo rinto molesto.
-eres pequeño!- dijo kaito riendo.
-soy mayor que len!- dijo mirando a len, el cual tenia cara de aburrido.- el es mi geme---
-Soy su sirviente- dijo len serio.
- s…si…- rinto miro a len y luego le sonrió a kaito.-kaito quiero decirte algo…
-si, dime.- antes de que rinto pudiera decirle que le gustaba kaito lo interrumpió al ver a una chica de cabello verde inconfundible.-¡MIKU!- la chica de verde volteo y les sonrio- mira rinto… ella es mi novia.
-n-novia?- pregunto rinto hirviendo de celos.
-¡hola soy hatsune miku!- dijo sonriendo, miro a rinto y le dio una roza verde.- para ti…- luego miro a len, el cual estaba sonrojado.- y para ti…
-gracias…- len le iba a decir algo pero rinto lo interrumpió.
-nos vamos!- rinto del brazo a len y se lo llevo a rastras al barco. – le dire a dell que nos vamos hoy!
-pero rinto, no podemos irnos asi no mas… tienes que pedirle matrimonio a kaito!- dijo len sabiendo los sentimientos de su hermano.
-ya no…-rinto empujo a len a la cama y se puso encima de el.- ahora te quiero a ti
Esa noche len fue abusado por su hermano, pero no se le puede llamar abuso cuando la víctima se resiste al comienzo pero termina disfrutando al final.
A media noche len despertó, escucho unos ruidos que parecían sollozos, fue a ver que eran pero al pararse cayó al suelo por un dolor en su espalda baja.
-agg…- se quejó pero luego recordó- rinto…
Fue, con un poco de esfuerzo, a ver quién estaba llorando y se encontró con rinto, estaba en la cubierta del barco solo, llorando, con la flor de miku.
-POR QUE!? POR QUE?! POR QUE?!-aplasto la flor y la tiro al mar.-len! Ven aquí!
Len camino hacia rinto con miedo, lo abraso ligeramente pero rinto no correspondió.
-cuando lleguemos a casa…- rinto tenía la voz calmada, len se sorprendió.- quiero que destruyas el país de verde, hazlo sin preguntar.
A len le recorrió un escalofrió, no podía creer lo que estaba escuchando.
-a… a todas las chicas de pelo verde?- dijo con miedo pero sabiendo la respuesta.
-si, y que no te falte ninguna.- dijo rinto escondiendo los ojos en su flequillo.
-esta bien…-len fue a su habitación, no quería molestar a dell otra vez. Y ahí comenzó a llorar.
Al llegar a casa Rinto hiso que se cumpliera su mandato. En la guerra con el país de verde muchas casas cayeron y muchas vidas se perdieron. Y todo eso rinto no lo vio… hasta que llego len.
-que cansado estoy…-len fue a su habitación sin saber que rinto estaba ahí.
-Le-- -Rinto se quedó callado al ver toda esa sangre en len.
-oh, los siento si lo asuste.-rinto sonrió para su hermano- por cierto, la cena es biscocho!
-enserio?!- rinto sonrió alegre cosa que también alegro a len.- ah, la hora de la merienda.
Esa flor con demoniaca decoración, aunque sea una flor hermosa tiene demasiadas espinas y no puede ser tocada.
Para derrotar al malvado príncipe, la gente del pueblo se reunió. Todos eran conducidos por Meiko, la guerrera de armadura carmesí.
Aunque rinto mando a mil soldados no eran enemigo para esa gente, al final consiguieron envolver el país entero, lo cual llevo una larga guerra. Finalmente, días después, el tribunal fue rodeado, los sirvientes huyeron. Todos menos len.
-agh!- rinto golpeo una pared.- estas sucias personas entraron en mi castillo!
-rinto…-len tenía una mirada triste, solo miraba el suelo-te daré tiempo para que hullas.
-pero len, es solo una revuelta… tu puedes sacarlos de aquí…- a rinto lo comenzó a invadir el miedo.- len…
-rinto esto no es una simple revuelta…-len alzo la mirada, tenía los ojos llorosos- es una revolución.
Luego de un tiempo el príncipe fue capturado, dejaron libre al sirviente por pena.
-ag! Malditos, largo de mi castillo!- grito molesto rinto.
-pero que irrespetuoso …-dijo un peliazul con mascara.
-kaito?- dijo le príncipe sorprendido
-ahora pagaras por todo lo que has hecho sufrir a esta gente.- dijo meiko pero se callo al ver a rinto.- rinto?
-quien más?- dijo sarcástico rinto.
-n-nadie…- meiko aparto la mirada.- llévenselo
-así que tú eres rinto!?- luki empujo a rinto.-por tu culpa mi hermana murió!
-lo siento mucho…- dijo rinto mirando al suelo.
-no te mereces nuestro perdón...- luki se llevó a rinto a su celda,
Esa malvada flor, con decoración triste callo al igual que lo hiso el paraíso que anhelaba ella, lo hizo lenta pero fugazmente.
Hace mucho, mucho tiempo. En una ciudad a la que la gente llamaba “el reino de la traidora inhumanidad” reinaba Rinto, el príncipe de 14 años de edad. La hora de la ejecución era a las 3, acompañada de las campanas de la iglesia. A la persona a la cual llamaban príncipe estaba solo en una celda. En la cual estuvo solo hasta que fue kaito.
Kaito fue a ver a rinto y lo escucho hablando, algo extraño le vino a la mente.
“su voz…” se dijo a si mismo “ah de ser mi imaginación…”
-ya es hora…- encontró a rinto mirando por la ventana.
Rinto miro a kaito y una lagrima callo por su mejilla.
-lo siento…
-disculpas aceptadas- kaito lo tomo del brazo y lo llevo a la guillotina.
Esa malvada flor, con decoración triste callo al igual que lo hiso el paraíso que anhelaba ella, lo hizo lenta pero fugazmente.
Por fin llego la hora, las campanas de la iglesia marcaron el final. Y rinto, sin importar como lo veía la gente, embozo una sonrisa y dijo.
-Ah, la hora de la merienda…- y por fin la guillotina callo.
-LEN!- se escucho un grito, todos votearon a ver y era el sirviente.
-nino! Acaso estas ciego?- dijo un hombre.- el es el hijo del mal!
Tal flor que sigue floreciendo. Con una hermosa gama de colores. Todas las personas siempre la recordaran como el hijo del mal.
Días después en todo el pueblo corría un rumor, que el que había muerto era el sirviente y no el príncipe. Y en una capilla en el puerto, se encontraba el sirviente llorando.
-lo siento… len