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romance prohibido por lost loverblack

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Notas del fanfic:

una historia monotona pero que puede ocurrir.

Notas del capitulo:

ya traspasare todo lo demas... y lo seguire escribiendo ya que esta historia esta desde el año pasado (comienzos de el)... pero si les gusta la continuare. XD 

Sayonara.

Cuando mis padres murieron dejándome en una enorme casa, mi nuevo tutor; un hombre frio, el cual solo se preocupaba de revisar mis cuadernos y notas, es el único con el que he estado desde los ocho años…

 

Me fui fijando en el con el tiempo, de que a pesar de que nunca me ha mirado a los ojos; me mira mi cuerpo.

 

No de mala manera, si no revisando como me desarrollo; como he crecido, ahora ya tengo diez años, soy un niño aún… pero hablando del amor del amor, con mi amiga del amor me he dado cuenta de que este hombre me atrae…

 

Asustado por lo que me he dado cuenta, corro a buscarlo, en mi casa lo encuentro y agitado le pregunto:

 

-eh… ¿es usted… es usted un pariente mío?-

 

Sé que es de idiotas no saberlo, pero a mí nunca me ha importado realmente.

Cuando era pequeño solo le hice una pregunta que me interesaba mucho, y esa pregunta fue: “¿Dónde fueron mis padres?”, él me había escuchado preguntarle a muchas personas lo mismo, y se dio cuenta de que yo no les creía a ellas que se habían ido de ‘viaje’.

Él fue el único que me dijo: “han muerto”, su carácter sin remordimientos de haberme dicho eso a mis ocho años, él me fascino desde esa edad.

Por trabajos de colegio yo sabía que él trabaja de guardia de seguridad, para ser especifico, del supermercado ‘Codige SuperCrop’.

 

El me respondió:

-no, no lo soy, realmente me sorprende que nunca antes lo hubieras preguntado. Yo era un muy buen amigo de tus padres, por ello ellos me dejaron como tu padrino y tutor.

 

Después de aquella conversación, hable con mi amiga, quería acercarme a él, quería que se fijara en mí. Ella me dijo que en ese supermercado a los asaltantes.

Mi locura por él fue creciendo tanto, haciendo que me obsesionará con la idea de que se se fijara en mi de otra forma de la forma en que yo lo veía… con los ojos de amor.

Hasta que lo decidi, entre a robar a ese supermercado, sin necesidad… y me deje atrapar.

Los guardias me llevaron a una sala, parecía una pequeña cárcel, me metieron detrás de una reja que sellaba un pequeño cuartucho…. Y comenzaron a golpearme de manera brutal, pero había algo raro en esos golpes, dolían mucho, claro… “por favor… por favor, llega” pensaba con desesperación.

 

Los golpes el dolor se intensificaban cada vez más, en mi cuerpo ellos dolían como fuego.

De repente sentí algo que no era dolor, era lo que sentía extraño, me estaba exitando…

¿Cómo era eso posible?

 

Pues simple, mi tutor nunca me había golpeado en su vida, lo único que hacia cuando me portaba mal o tenía una mala nota era castigarme, pensando en el en ese estado y siendo golpeado por ellos que llevaban el uniforme que ocupaba el, me éxito demasiado…

 

-¿eh?... ¿eres gay?-

 

-¡cla-claro que no!-digo jadeando, gimiendo y con mi cuerpo temblando con cada golpe que me propinan… El endurecimiento de mi genital era latente, ya que con cada golpe el también crecía, parecía no formar parte de mi cuerpo… de repente unas manos me desvestían.

 

-ahora pagaras por habernos excitado; si no eres gay, desde hoy lo serás, ¿no crees?-dijo una voz burlesca-chico, creo que si te portas bien ahora, te perdonaremos e intento de robo… y no creo que trates de volver a hacerlo de nuevo… todo felices con este trato, ¿no?

 

-¡pa-paren! Po…por favor-digo, suspirando las últimas palabras.

 

-no queremos-dijo una voz fría y dominante.

 

Me esposaron en la reja antes vista, que quedaba enfrente de la puerta principal, y al lado de un cuarto que estaba cerrado… me cargaban el cuerpo para quedar recargado a la reja, cuando sentí que tomaron mis caderas y de improviso sentí un dolor horrible en mi trasero… me habían penetrado sin piedad.

 

-¡ah!~ Duele, por favor… No-…

 

Lo sentía en mi interior, entrando y saliendo, el dolor era profundo, pero para mis deseos guardados, era una especie de tubo de escape… todo por el amor prohibido que sentí a por mí tutor, por él había llegado allí, a esta desgarradora situación actual, el dolor y la frustración fluyeron por mi cuerpo, dejándolo y saliendo por mis poros, dejándome con un placer indescriptible… dándome un placer prohibido.

 

Unas manos me sacaron de mi abstracción, tomándome la cara, obligándome a abrir mi boca, otro de los guardias me penetro por ella, no podía hacer nada; me sentía totalmente indefenso ante esos extraños sentimientos y esas personas a las que no le importaba el dolor que sufría por sus acciones… el dolor que ya ni casi tenía… sin darme cuenta la mayor parte del dolor se había convertido en placer: me había dejado llevar por esas extrañas sensaciones.

 

No pudiendo hacer otra cosa que apretar los fierros en un intento de descargar el enojo por mí mismo y el placer que me estaba siendo otorgado, esos que no desaparecían, el dolor aunque disminuido seguía en mi entrada, igual que los fluidos de sus cuerpos y el mio, y por supuesto el placer no desaparecían mis piernas temblaban y escalofríos recorrían mi cuerpo…

Cuando ellos explotaron dentro de mí, los espasmos no se detenían, ya que yo también me había corrido… pero ellos no se detuvieron, no descansaban de mí, seguían moviéndose, cambiando de posiciones entre ellos… eran dos, me di cuenta.

 

Mis fluidos no cesaban de salir, me sentía exhausto, cansado de tanto placer invadiéndome, humillado también, sentía mi piel dolorida por las fuertes embestidas, sentía el gotear del semen de nosotros tres en el suelo, salir y gotear de mi barbilla el suelo, de entre mis piernas, me sentía lleno de semen… sentía que pasaban horas y días, mis lágrimas corrian por mis mejillas, porque el placer que sentí en algún momento se esfumo dejando en mi tracero un dolor parecido al del fuego, sentía que me desgarraban mi entrada… dolía mucho.

 

Y se abrió la puerta.

 

Mis ojos trataron de ver quien era… y al lograr verlo, los guardias se corrieron nuevamente, sentí mi cara manchada con semen y mi entrada igual, no pude evitar soltar un gemido de satisfacción por también haber llegado a liberarme.

 

Por primera vez me dejaron, tendido en el suelo con mis muñecas doliéndome sujetas por las esposas…

Pero más que el dolor de las esposas, me dolía que él me viera de la forma en la que estaba en ese momento, desnudo y bañado en semen de esos guardias, lleno de moretones, golpes y sangre…

Me dolia las mejillas por tener la boca abierta tanto tiempo, mis labios sangraban y tenia los pomulos rojos y moreteados por la golpiza.

 

 

-¿¡QUE ESTAN HACIENDO!? ¿¡YUURI!?-

-Él… ¿él es Yuuri? Mazoku Yuuri, ¿tu encargado?

...

Notas finales:

como digo antes, la continuare si les gusta.


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