Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Inseguridad [KaiSoo] por SoolSan

[Reviews - 158]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello :D creí que me demoraría más con este cap. Pero ya ven, salió luego >_< 

Dos cosas. Primero, disculpas si es un desorden, pero así salió, lo revise y no sé, aún no me convence y_y 

Segundo, ya dije que lo terminaría en el 16 (contando el prólogo, los extra y todo) así que éste es el pen ultimo episodio!! les cuento que queda; el 13 (fin), extra nª3 y epílogo -o algo así está en mi cabeza- 

Sin más rodeo leaaan la actu :) gracias como siempre a los que leen y comentan el fic

Capítulo 12 

 

El viaje en el auto era silencioso. KyungSoo colocó en la radio su programa radial favorito y se fue cantando la mitad del viaje. El mayor le lanzaba miradas mientras observaba la gravilla toscamente relucir. KyungSoo no está acá, sentencia JoonMyeon al ver la mirada perdida del menor.

En un momento, mientras miraba las calles pasar lenta y sigilosamente, casi recalcando segundo por segundo su existencia, KyungSoo desvió la mirada para la persona que estaba a su lado; tranquilo, cordial, semblante relajado. Todo lo contrario a él en este preciso momento, que ahora es un conjunto de músculos en tensión y nerviosismo anudado en su estómago. KyungSoo mientras observa el cielo tornarse completamente naranjo tras el cristal en un atardecer bastante romántico, en el sentido poético de la frase, ya que se siente completamente miserable y triste,  angustiado sería la palabra perfecta, a su torpe memoria llega la sonrisa de JongIn, esa que es todo dientes blancos y sincera.  

JongIn es JongIn, y ahora está a kilómetros de distancia, arriba de un Bus, camino a consolar a su amigo. Nada bueno.  Es gracioso, pues nunca creyó que la huida de su estudiante idiota mimado, alias, su novio, fuera así de tortuosa. Al menos no creía que extrañar a alguien fuera tan triste y a la vez tan corrosivo.

Delimita las facciones de JoonMyeon con sus ojos, cada articulación y músculo en movimiento lo graba. JoonMyeon es la peor persona para compadecerse de KyungSoo. Está siendo malditamente egoísta, botar toda su tristeza e ira en JoonMyeon para obtener compasión es terrible y repugnante.

Pero una última vez estará bien; una última vez para ser egoísta; una última vez para utilizar a JoonMyeon; una última vez para soltar la atadura de su corazón.

El auto de repente disminuye la marcha, se detiene prolijamente y JoonMyeon estaciona el auto. Le sonríe a KyungSoo y éste disimula una. Se bajan y la respiración del menor se detiene; al frente suyo hay un edificio de cuatro pisos, el frontis deteriorado, la pintura demacrada. Es amplio, no demasiado abrumador, pero sí bastante sofocante. Las ventanas están sucias, hay moho en algunas paredes y es casi eclesiástico como el follaje inunda la planta baja del edificio. KyungSoo chequea por última vez con sus ojos la infraestructura parado al lado del carísimo auto de SuHo y sonríe nostálgicamente.

     

—No es un callejón de mala muerte, pero puede funcionar—dice KyungSoo tranquilo, sin remordimiento en la voz.

 

—Iré por algo de beber al minimarcket, tú sube—JoonMyeon toma por el hombro a KyungSoo y deposita una sonrisa distraída. Comprensiva a los ojos del menor.

 

—Hyung—KyungSoo dirigió su mirada hacía la azotea del edificio y sonrió de forma letárgica—. ¿Te acuerdas de esa tontería?

 

—Me pareció un buen lugar, y claro que lo recuerdo, sonreís como un bobo.

 

—Es un buen lugar. Pero...

 

—No te preocupes Kyunggie. Tú sube, prepárate y déjamelo a mí—dijo finalmente el mayor para salir caminando al minimarcket de la esquina.

 

KyungSoo subió hasta la azotea del edificio lentamente. Sus pasos eran inseguros y desprevenidos. Observaba la ciudad entintada de naranjas desde lo alto del edificio y soltó un suspiro enorme, de esos que te dejan sin aliento. Tomo una bocanada de aire demasiado grande y volvió a botar un suspiro, pero más real, no tan triste como el primero.

Seúl en otoño y por las tardes es admirable. Sentencia KyungSoo mientras se sienta en el borde del edificio y deja sus piernas colgando a la deriva, coloca sus brazos sobre una barra de metal oxidada y se queda mirando fijamente el horizonte; el cielo pasando a ser negro.

¿Qué estará haciendo JongIn?

 

—Traje soda de naranja y café de mocha ¿Estás tan deprimido como para beber café?—escucha a JoonMyeon decir tras de él con tono de burla mientras lo ve sentarse a su lado.

 

—Quiero la soda—dice sereno—. No puedo creer que recuerdes este sitio hyung.

 

—Bonito ¿No?3JoonMyeon sonríe y su rodilla roza la de KyungSoo, éste lo mira de reojo y asiente—. Recuerdo que dijiste que querías hacerlo arriba de una azotea, o algo así, te traje acá y me dijiste que dejara de ser tan literal—se carcajeó el pelinegro sonoramente.

 

—Lo de la azotea no era literal tarado ¿Quién lo hace en una azotea?—suelta una risa KyungSoo—. De todos modos, es un lindo lugar.

 

Se quedaron en silencio por unos minutos mientras KyungSoo miraba el horizonte y de a poco las luces abrumadoras de la ciudad empezaban a alumbrarlos a contra luz. JoonMyeon dio un respingo con su garganta  para llamar la atención del menor, KyungSoo da un trago largo a su bebida y luego da un suspiro.

 

—Supongo que ya tengo que hablar.

 

—Supongo—sonríe JoonMyeon y da un sorbo a su lata—. Así que, JongIn.

 

—Sí, JongIn—KyungSoo mira fijo un punto hacia adelante, un edificio quizás veinte pisos más alto que en el que se encuentran y prosigue a hablar—. Lo conocí una semana antes de que empezaran las clases. Ya sabes, las reuniones de profesores, planificaciones, reglamentos internos y toda esa mierda. JongIn trabajaba en un café, bueno, trabaja. La cosa es que entré, pedí mi té blanco helado favorito. Todo bien, hasta que estaba este chico de sonrisa bonita, excesivamente hermoso y llamativo. El pecado envuelto en un chico. Me conoces, le sonreí, él también, coqueteamos en fin—JoonMyeon sólo suelta una carcajada tras la aclaración. Así es KyungSoo—. Una semana después el pecado entro por el umbral de la puerta del salón de clases tímido, le sudaban las manos al verme al frente del salón y se mordía el labio inferior. Toda una monada. No había rastros del chico sexy y candente que ponía cosas en mí cartón del té. Creo que desde ahí todo fue de mal en peor.

 

—Debió ser insistente.

 

—Un poco, sí. La verdad no en exceso. Sólo sonrió algunas veces y ya me tenía en la palma de la mano, o en mi caso,  entre sus pantalones. Fue después de semanas de follar que supe que no quería soltar a JongIn. Él simplemente rogaba por que estuviéramos juntos, y yo, como el tarado que soy, lo dejaba a la deriva, golpeándolo o yéndome de donde fuera que estuviésemos. No quería afrontar que me gustaba, que un ridículo chico de primero me tuviera así, como todo un imbécil.

 

—Lo quieres y mucho. Se nota a leguas  ¿Ese acaso es el problema?—JoonMyeon alza una ceja en forma de pregunta y KyungSoo niega. 

 

—Hoy JongIn se fue a donde un amigo, su mejor amigo. El chico termino con su novia y ella se fue de la casa—el mayor coloco una cara de asombro y notó de inmediato la mirada triste de KyungSoo con su nuez de adán temblar—. La chica es su hermana y el amigo es la persona que estuvo enamorado alguna vez JongIn.

 

—Ya veo—JoonMyeon levanta sus piernas que tenía colgadas, las deja ahora sobre la firmeza del suelo, las cruza y se voltea de frente directo al menor— ¿Tienes miedo? Digo, miedo de que JongIn lo consuele y no quiera volver contigo, o qué se dé cuenta que aún lo quiere.

 

— De que JongIn se dé cuenta que yo no sirvo para él—JoonMyeon parpadea  atónito, KyungSoo esboza una sonrisa triste y al fin saca sus brazos de encima del fierro oxidado para colocar las palmas de sus manos sobre el cemento del suelo, dirige su mirada al cielo y deja caer todo su peso en sus brazos—. Hoy cuando lo llamo TaeMin  JongIn no se quería ir. Quería quedarse y ver la estúpida película conmigo. Y me hizo feliz, muy feliz. Pero después, lo mire a los ojos, y vi cómo me estaba pidiendo permiso para ir—KyungSoo empieza a perder el aire y respira entrecortadamente, su vista se pone nublosa y no sabe cómo, pero una pequeña lagrima se escapa de sus ojos—. Me pedía permiso para ir a ver a su amigo JoonMyeon ¿Qué clase de persona soy? Yo no quiero tenerlo amarrado, jamás he amarrado a alguien a mí. Y por mí no quería ir. JongIn nunca pide nada, y si lo hace son niñerías. Me sentí egoísta y estúpido. Estúpido porque su amigo esta desgarrado y yo pienso que se lo va a montar, y egoísta porque JongIn es demasiado importante para  mí y no quiero que se vaya nunca.

 

—Eres un idiota—JoonMyeon se carcajea y le pasa un pañuelo. KyungSoo traga ya que su boca se siente seca por las estúpidas lagrimas sueltas y da un respiro—. Él te quiere y tú también. En las relaciones uno siempre es egoísta y por supuesto que vas a querer que él se quede contigo todo el tiempo, de seguro te siente miserable ahora—el pelinegro suelta un bufido y JoonMyeon sonríe—. Debes dejarte llevar y no pensar tanto en tu antiguo tú. Ahora estas con JongIn, tú presente. Sólo hazle saber que le quieres y no la cagues con cualquiera. Esto es nuevo para ti, supongo. La verdad me sorprende tú reacción, el mocoso te tiene enganchado—. Suho coloca una mano sobre el hombro de KyungSoo y sonríe—. Tú amigo, estás enamorado—KyungSoo resopla y rueda los ojos.

 

—Es un tarado. De seguro ahora está acariciándole el cabello y diciéndole “noona va a regresar Taeminnie”—hace un chasquido con su lengua y JoonMyeon se vuelver a reír. KyungSoo celoso, bastante nuevo— ¿De qué te ríes? ¿Ves? lo odio.  Hace seis meses atrás me hubiera importado una mierda y te estaría tirando en este preciso momento.

 

—¡Hey!

 

—Sabes que es cierto. Mira que patético que soy, llorar por JongIn —KyungSoo se levanta y seca con  la manga de su sweater sus ojos humedecidos—. Debí suponer que esto terminaría en algo así. Te odio.

 

—¿A poco creías que te dejaría borrar tu melancolía con sexo?

 

—No. Pero pensé que me dejarías en mi apartamento para dejarme maldecir tranquilo a JongIn solo en mi alcoba—JoonMyeon rodó los ojos y encamino sus pasos hacia la puerta que daba a la escala con KyungSoo tras él—gracias hyung. No hiciste nada, pero al menos me escuchaste.

 

—Hice menos de lo que planeabas, pero ayude, creo.

 

—Suhonnie—canturreó meloso KyungSoo sobre su oído, sólo para molestar al mayor.

 

—¡Ya vamos! Al llegar a casa te masturbas pensando en JongIn.

 

—Qué fatídico. Do KyungSoo masturbándose pensando en alguien y no tirándoselo. Mi padre debe sentirse defraudado—hizo una mueca de exasperación KyungSoo. Su adorado padre en serio estaría triste si supiera que un mocoso lo tiene colgando de un hilo.

 

—Siempre hay una primera vez Kyunggie.

 

Esa noche KyungSoo no se masturba pensando en JongIn, sino que lo llama y le desea buenas noches.

JongIn no durmió esa noche, no pego un ojo por dos razones; TaeMin lloró como una perra a su lado en el sofá, y segundo Do KyungSoo le dijo “Te extraño, llega luego”  Jodida mierda, piensa.  

 

~*~

 

Domingo por la mañana. El sol decidió no aparecer y un cielo gris amuebla a la ciudad. KyungSoo se retuerce sobre las sábanas temprano por la mañana al sentir la brisa otoñal ingresando por la torpe ventana que se le olvido cerrar anoche y se cubre hasta las narices. Luego de girar más de tres veces sobre su propio eje en la cama con los ojos cerrados fuertemente suelta un suspiro y se rinde. Ya no tiene sueño.

Se levanta a horcajadas de la cama y siente el suelo frio, se va de puntillas hacía la puerta y se coloca unas pantuflas negras opacas. Sale de la pieza directo al baño, pero primero mira de reojo la hora en su reloj que está colgado en la pared, nota las diez treinta am marcadas en el puntero y suelta otro suspiro. A dormido excesivamente hoy, tiene exámenes que redactar y mensajes de alumnos desesperados que contestar.

Hace sus necesidades fisiológicas básicas, se lava las manos y luego se lava los dientes. Sale del baño y  decide que se va a vestir antes de prepararse algo para desayunar, últimamente JongDae es demasiado invasivo, así que prefiere que el idiota no aprecie sus blancas piernas y su intimidad sólo cubierta por un bóxer.

Cuando toma bostezando el pomo de la puerta de su habitación un gemido de decibeles casi intermedios los distrae, piensa que quizás se lo inventó y da un paso hacia la alcoba. Pero ahora un “mierda ChanYeol” acompañado de un jadeo nada excitante provoca que sus ojos se habrán de par en par.

KyungSoo no es un intruso, pero la forma en que alguien da patadas a alguna superficie no es normal. Bueno quizás si ChanYeol hubiera amordazado a Baek si hubieran pasado de ser percibidos, pero Baek no gime de forma normal, ni menos silenciosa. Seis años conociéndolo le han dado a KyungSoo la honorable proeza de reconocer los gemidos de su amigo y, terriblemente, ya que ChanYeol está pegado con BaekHyun desde hace tres años, reconoce los de Chan. Qué horror.     

El que sus oídos se están deleitando en este preciso momento, es cuando BaekHyun ya está por terminar, pero hoy va acompañado de un sonido de líquido pre seminal  y saliva. KyungSoo lo sabe porque decidió ir a joderle la vida Baek y se acercó al comedor sólo para molestar.

La panorámica de BaekHyun amarrado al poste de su cocina. Repite mentalmente SU cocina. Sentado arriba de la encimera con las manos levantadas y ligeramente invertidas para que una tela de color rojo intenso amarren su pálidas manos al metal, mientras tiene las piernas abiertas y ChanYeol le propicia una deleitable mamada frente a sus ojos, quizás no se borre de aquí a unos días.

A KyungSoo le importa una mierda que follen, está acostumbrado. Pero su cocina maldita sea. BaekHyun maldito bastardo, piensa mientras da otro paso sigiloso hacía el lugar.

Cuando BaekHyun se vino –Al fin– rueda los ojos KyungSoo. Éste hizo su galante entrada;Sonriente y sereno. Caminó estoicamente hacía el lugar y se paró en el umbral de la puerta de brazos cruzado. Al parecer aún no notaban su presencia ya que BaekHyun gemía como loco y ChanYeol comenzó a besarlo desbordadamente sobre sus labios.

 

 

—¡Santa mierda!—gritó KyungSoo lo más serio posible, pero sin poderse aguantar la risa.

 

—¡KyungSoo!—chillo Baek con los ojos como platos mientras ChanYeol sólo atino a abrazarlo para cubrir el miembro expuesto de su novio—. ¡¿Qué mierda?! ¿No estabas donde LuHan?

 

—Se puso aburrido. Las acciones de mi papá y el de LuHan en serio me importan un carajo. Después llegó SeHun, me sentí un acosador y me vine—se encogió de hombros KyungSoo mientras abría el refrigerador—. Buena cosa lo de amarrarse, en serio. Te excita el doble—dijo entre risas mientras llevaba la caja de leche sobre sus labios.

 

—¡Park ChanYeol desátame y déjame matar a éste enano!

 

—Baekkie… estás desnudo…

 

—¡Desátame carajo!

 

—¿No te incomoda esa posición? A mí me acalambra un poco, JongIn es bastante certero desde ahí. Pero me duele la espalda—KyungSoo dejo la caja de leche sobre la mesa y vio cómo BaekHyun se bajaba de la encimera y agarraba un cucharon de madera que estaba encima. Ojos asesinos lo atraviesan. KyungSoo comenzó a dar pasos hacia atrás—. Supongo que Channie es más cómodo, es más alto y bueno te posiciona bien—finalizo KyungSoo sonriendo nerviosamente antes de salir disparado a su alcoba.

 

—¡Te mato! ¡Te mato Do KyungSoo!—gritó agudamente el castaño mientras perseguía al más bajo—. ¡Te voy a meter el cucharón hasta donde JongIn no ha llegado! ¡Ven cobarde!—amenazó un desnudo BaekHyun.

 

— ¡Inténtalo sometido!

 

—¡Mierda!—bufó—. ¡Te odio!

 

ChanYeol se quedó con los ojos abiertos de par en par mirando cómo BaekHyun daba patadas a la puerta de KyungSoo. Dio un suspiro y se rasco la nuca distraídamente.

Jodido KyungSoo, tres meses rogando para que BaekHyun se dejara amarrar y el imbécil interrumpe. Al fin anoche se habían quedado supuestamente solos, ya que KyungSoo tenía una fiesta familiar en la casa de LuHan, y JongDae decidió irse de putas a algún lugar de la ciudad, y el puto imbécil decidió aburrirse.

¿Debería ayudar a asesinar a KyungSoo?

 

— ¡Park ChanYeol! ¡Tráeme un pantalón y lubricante!

 

Ok, eso no suena nada de bien.

 

~*~

 

—¿En serio eso es normal?—preguntó SeHun con los ojos grandes mientras miraba la espalda de KyungSoo con un extraño aura negro a su alrededor—. Digo, Soo hyung está con un cuchillo en las manos y rasgando la madera de la mesa. 

 

BaekHyun lanzó una pequeña carcajada al aire y se acomodó al lado de ChanYeol colocando su cabeza en su hombro. LuHan que estaba revoloteando en la cocina de sus hyungs paso sus brazos por los hombros de SeHun, apoyo su mentón en unos de sus hombros y le sonrió de forma comprensiva.

 

—Completamente—dijo excesivamente sonriente LuHan, para el gusto de su novio—. Pero no es por eso que estamos aquí ¿BaekHyun hyung nos vas a ayudar en esa cosa que te pedimos?

 

—Ah por supuesto Lulu—sonrió BaekHyun—. Channie también te ayudara en la composición de la canción. Todo para tu novio Hun Hun Hun—se carcajeó.

 

—¡Sí! SeHun ¿En serio no puedes leer partituras aún?—preguntó ChanYeol mientras acariciaba la mano de su novio.

 

—Sí—se sobó nerviosamente el cuello el peligris—, me complica un poco, y bueno, siempre que Lulu me quiere ayudar terminamos en otra cosa.

 

—Demasiada información—frunció el ceño BaekHyun haciendo carcajear a todos, excepto a KyungSoo, que ahora los estaba mirando fijamente con un cuchillo en la mano.

 

—¿En serio no debo llamar a la policía?—SeHun tomó por la muñeca a LuHan y trago saliva.

 

—JongIn—musito KyungSoo—. Hijo de puta.

 

—¿Qué Kyunggie? No te escuchamos—preguntó sereno ChanYeol mientras le revolvía el cabello a BaekHyun y éste inflaba sus cachetes.

 

KyungSoo incrusto dramáticamente el cuchillo en medio de la mesa en que estaban sus amigos sentados alrededor. BaekHyun chillo por la forma en que el pelinegro colocaba todo su peso en la cuchillería barata que habían comprado y luego trago al ver los enormes ojos de su amigo irradiando odio, y tristeza a la vez. LuHan sólo se acomodó sobre el regazo de su novio y miraba expectante la escena, su KyungSoo hyung era en exceso dramático, divertido. Y bueno, SeHun y ChanYeol gritaban como niñas en sus interiores para que KyungSoo no los matara.

 

—¿Qué es eso de que se quedará hasta el martes allá? Maldito imbécil, lo asesinaré. No, primero lo amarrare en un sótano, lo violaré y luego lo descuartizare—hablo KyungSoo con un tono lúgubre mientras todos lo miraban atónitos. BaekHyun fue el primero en resoplar. 

 

—¡Yah KyungSoo! No seas melodramático, es sólo dos días más de lo planeado. Ni que te fueras a morir—comentó entretenido el castaño. KyungSoo lo ignoró.

 

—De seguro ahora está penetrando a ese tal TaeMin ¿Cómo pude ser tan tonto? Já, creerle lo de que su amigo estaba llorando, de seguro ahora lo deben estar haciendo mientras…

 

—Por favor—suspiro SeHun mientras lo tomaba de la muñeca con timidez. KyungSoo lo miro con los ojos abiertos ¿Qué le pasa al mocoso?—. JongIn no es así, de seguro TaeMin hyung debe estar muy mal.

 

—Ok. No lo está penetrando, entonces cuéntame Hun Hun—lo miro frívolamente, haciendo que sus vellos de la nuca se erizaran—. ¿Sabes que los exámenes empiezan el jueves cierto? y que JongIn no ha estudiado ni una mierda, que su culo depende de un brillante aprobado, y que ¡ah! El maldito me llamó diciendo “has el examen fácil  hyung”

 

—Él es grande Soo hyung. Supéralo ya—se carcajeó  LuHan, ya que SeHun se quedó inmóvil—. El negro debe estar haciéndolo de cupido o qué sé yo.  Búscate una zorra y bájale al drama.

 

—Ese mocoso me está matando—gruño mientras sacaba el cuchillo de la mesa—. De seguro lo está haciendo a propósito, sólo para joderme. 

 

—KyungSoo es muy raro—frunció el ceño ChanYeol—. Primero piensa en cómo matar a su novio y luego se preocupa de que va a reprobar sus clases ¿Eso entra en alguna patología psiquiátrica?

 

—Trastornos de abstinencia—acotó con cara de saber lo todo BaekHyun—. He leído que si le quitas a alguien lo que está acostumbrado a tener entre sus manos, o en este caso, en su polla, tajantemente a alguien,  puede que llegue a la locura. Más si es algo que amas y quieres mucho—ChanYeol asentía  con su dedo en su mentón mientras hablaba Baek. KyungSoo quería abofetearlo en la cara—. Considerando que hoy es lunes, mi diagnóstico es que KyungSoo está demente y caliente—finalizo con un rostro serio con los ojos cerrados y sujetando sus lentes imaginarios.

 

—¿Se puede entrar en esa etapa con sólo un fin semana doctor Byun?—preguntó entretenido LuHan.

 

—Considerando que el paciente es KyungSoo—el castaño lo observó de pies a cabeza mientras KyungSoo lo miraba fulminantemente y apretando sus manos en puños—. Y todos los presentes sabemos que es un alíen cachondo obsesionado con JongIn—todos en la mesa asintieron y el mencionado rodo los ojos —. See.

 

—Cállense perras inútiles—espetó KyungSoo demasiado enojado. Todos empezaron a reírse, incluso SeHun que estaba medianamente asustado por la actitud del extraño maestro novio de su mejor amigo. Un sonido macabro empezó a sonar y todos miraron al pelinegro, pues era su celular que sonaba con una melodía algo extravagante.

 

—Me disculpan.

 

—¿La gente normal no contesta en silencio un mensaje?—preguntó LuHan riéndose como maníaco.

 

—Soy un alíen cachondo obsesionado con JongIn ¿Qué esperaban? —resopla y sale del comedor con las miradas de burla incrustada en su espalda—. Los odio.

 

De: Kim Jonginnie

Leído a las 13:30 pm 

No me lo creerás. Encontré a noona ¡Yey! Estaba donde una amiga lloriqueando igual que Tae kkkkk al parecer son tal para cual. Los encerré en una pieza para que charlaran :D quizás llegue en la noche , todo depende de cuánto dure la reconciliación... ¿Interrumpí algo?

 

Para: Kim Jonginnie

Enviado a las 13:35 pm 

Nada. Qué bueno Jonginnie :) ojalá llegues pronto… no soporto otro día más con BaekHyun y ChanYeol  jodiendome, incluye a LuHan en ese pack, asco ¿Estudiaste algo? Te mataré cuando llegues.

  

De: Kim Jonginnie <3

Leído a las 13:38 pm 

Estudie lágrimas y lamentos kkkk mal chiste ¿Hanna está ahí? Qué hace esa perra ahí >:c ¿Por qué me vas a matar hyung D:? soy muy sexy para morir ~

 

Para: Kim Jonginnie <3

Enviado a las 13:41 pm  

Te lo mereces. No puedes dejar tus estudios así como así, y… a mí tampoco.

 

Para: Kim Jonginnie

Leído a las 13:45 pm 

Hyung… perdón, no creí que noona se escapara como lo hizo. Te extraño, no he hecho nada si es  que tu cabeza retorcida así lo piensa e_e

 

Para: Kim Jonginnie

Envíado a las 13:48 pm 

Te creeré. Yo igual te extraño. Mantente sano y lee aunque sea algo ¿Sí? Iré a atender a los tarados antes de que quemen mi cocina. LuHan está con SeHun, no te preocupes.    

 

De: Kim Jonginnie <3 

Leído a las 13:59 pm 

Oyeeeee hyung o_o SeHun me acaba de mandar un mensaje ¿Entraste en pánico? ¿Un cuchillo? Eso fue demasiado candente ~ kkk no le enseñes esas cosas a ellos.

 

KyungSoo lanza una carcajada e intensifica la risa por lo extraño que se lee eso, y de seguro si alguien lo leyese creería que están dementes, y en parte lo están. Pero ¿KyungSoo candente con un cuchillo en manos? JongIn está chiflado.

Da dos pasos hacía el comedor y de repente, se da cuenta que la irá se fue. Que ya no odia a nadie y que de pronto, la sonrisa de JongIn inunda su mente. Escucha la armoniosa risa de JongIn al momento de leer  el relato de SeHun y su corazón se acelera. KyungSoo cree que está más jodido de lo que creía, porque el maldito es el único que lo ha hecho sonreír con sinceridad en estos tres días.

Y de repente, cuando la nube de JongIn empapa su vista y montones de escenas y momentos relativamente lindos –él nunca asumirá que JongIn es lo más lindo de su mundo – se le ocurre una idea. Una flamante pero extraña idea. Algo que quizás nunca habría hecho con el resto de patanes, pero JongIn se lo merece –aún – así que cuando su víctima, hoy SeHun, se posa al frente de su mira y lo observa con su tan clásico rostro de cero emociones, le sonríe torcidamente, macabro a la vista del menor. 

 

—Hun Hun—se acerca al peligris, que lo mira nervioso y sonríe lascivamente—. ¿Tienes planes para la noche?

 

—¡Detente ahí hyung!—chilla LuHan agarrándolo por los hombros—. Conozco esa cara ¡Aléjate de SeHun!

 

— ¡Yah! Lulu, sólo necesito un favor—KyungSoo hace un puchero y LuHan frunce el ceño.

 

—No lo toques mucho—se pone en modo sobreprotector con los brazos cruzados y a KyungSoo le brillan los ojos. SeHun se queda ahí, mirando con los ojos abiertos y traga saliva. Esto no pinta a nada bueno. 

 

~*~

 

— ¡Comida casera!—sonríe KyungSoo de manera alegre y desbordante. Lo rodea una aura de niñez absoluta, algo que en años no ha pasado, lástima que no hay nadie para deleitarse—. JongIn si no llegas te mato.

 

KyungSoo observa por primera vez bien el departamento donde habitan JongIn con SeHun, ya que la única oportunidad que tuvo de conocerlo  fue por una urgencia, y digamos que no notó que las paredes del salón central eran de color azul, que había sillones de cuero negro, que en verdad es un desastre el lugar. Que la cocina no es tan amplia como recuerda, y que en definitiva la encimera de la cocina de JongIn es mucha más cómoda que la suya. Huele a adolescente y a buena vida.

SeHun se encargó de remarcar muy bien las reglas de prestarle por una noche el apartamento para darle una sorpresa a JongIn; No entrar a su pieza. No tocar nada de su propiedad, y por último, nada de juegos con cuchillos y KyungSoo.

El departamento se llena a aromas de comida casera con amor por donde sea que se huela. Kimchi, un poco de kimbap, espagueti por si JongIn tiene mucha hambre, y por su puesto el postre, sonríe al último KyungSoo. Un mensaje de JongIn diciéndole que va viajando a la casa lo hace volver a la vida, mira el reloj de la pared y nota las ocho treinta. Media hora, quizás cuarenta y cinco minutos o un poco más y JongIn llegará al departamento. Tiempo suficiente para colocar música, cantar como un loco en la cocina mientras revuelve su salsa especial de espagueti  y pensarse como actuar normal sin chillar antes de abrazarlo.

Se pasa la hora y KyungSoo está conmocionado preparando la mesa—. Vino blanco o negro—entrecierra los ojos con dos botellas en mano—. Vino negro, en fin, JongIn si quiera sabe degustarlos—se carcajea por su brillante burla hacía el niñato que sólo bebe soju barato con sus pares. Coloca todo en orden y cuando nota las nueve treinta en el reloj, sale disparado al baño. Alisa las arrugas de su camisa azul marino, ordena un poco su cabello hacía arriba, observa el dobles de sus jeans ajustados, y se burla por quinta vez en el día de sí mismo—. ¿Quién eres?—le pregunta en voz alta al reflejo que está en el espejo con un ceja alzada.

Una persona feliz y expectante, eso es.  

Escucha el sonido de alguien luchando con la cerradura del apartamento y sale a tropezones del baño. Apaga la lámpara del comedor y deja que la luz de la luna a contraluz entre por la ventana iluminando a la perfección la mesa previamente arreglada. El sonido de la puerta abrirse se escucha. Uno, dos, tres pasos a la deriva y KyungSoo se lanza a la persona que entra al departamento calmadamente. Pasa sus brazos alrededor de su cuello y susurra un sorpresa en su oído con voz ronca.

Pero el hombre que tiene entre sus brazos no huele a JongIn, no se siente como JongIn. Más delgado, un perfume más ácido, centímetros más bajo, pues la forma en que su cara está cerca de la suya no es ni parecido a la distancia real entre él y JongIn. Se escuchan pasos lentos tras de él y alguien prende la luz del lugar.

 

—¿Por qué no has prendido la luz Tae?—Escucha una voz demasiado peculiar en la entrada del departamento, KyungSoo abre sus ojos como platos y nota que la persona que tiene entre sus brazos tiene los ojos casi el triple de abiertos que él y además su rostro está pálido—¿KyungSoo?—pregunta incrédulo el pelirrubio.

 

—¡Ah!—chilla masculinamente KyungSoo y lanza al tipo lejos de sí mismo. La cara se le vuelve completamente roja y empieza a balbucear.

 

—¿Qué haces acá?—pregunta intrigado el menor. Echa una mirada a la mesa adornada con comida, con al parecer un buen vino y su pulso se acelera—. ¡¿Lo hiciste para mí?!—JongIn se abalanza donde el mayor tomándolo por la cintura y le roba un fugaz beso en los labios, pero KyungSoo no responde, aún está choqueado—- Hyung despierta—pasa su palma de su mano encima de su rostro mientras curva sus labios en una sonrisa infantil.

 

—T-tie…nes—balbucea KyungSoo apuntando al tipo que tiene a sus espaldas, traga saliva y dirige de nuevo sus ojos a JongIn—. ¿Tienes un hermano gemelo?

 

JongIn lo mira sorprendido, luego mira a TaeMin, después vuelve a KyungSoo y ve cómo esos enormes ojos oscuros andan en otro mundo. El pelirrubio abraza con más fuerza al mayor y le roba otro beso, pero ahora más largo, más real, ya que KyungSoo al parecer despertó y entrometió su lengua – ¿Está más guapo que yo? –susurra con voz ronca el menor sobre los labios del más bajo, haciendo que se le ericen los vellos de la piel.

 

—Nunca—sonríe un poco avergonzado.

 

Estaban a mitad de su mejor beso de reencuentro. KyungSoo estaba amarrado del cuello de JongIn forcejeando sus cabellos de la nuca, ambos ya sin oxígeno. Pero el beso es tan necesitado y húmedo, que hasta el hermano gemelo de JongIn –según KyungSoo –se quedó callado por la forma en que esas dos personas al frente suyo se besuqueaban y toqueteaban con tanta efusividad.

JongIn estaba a punto de separarse de los adictivos labios de su novio, cuando una voz femenina hizo un llamado de atención, haciendo que las tres personas en el departamento saltaran en sus puestos.

 

—¡Kim JongIn!—una chica delgada, alta, de rasgos parecidos a JongIn pero mucho más femenina y bastante linda según KyungSoo -pero no le digan a Kai-tomó por el hombro al moreno y puso un rostro de pocos amigos—.¡Me dijiste que el minimarcket de la esquina tenía soda dietética!

 

—¡Siempre tienen soda dietética ahí!

 

—¡Y tú inútil!—apuntó a TaeMin que estaba parado en un rincón rascándose la nuca—. ¡Deberías haber ido tú! ¿Cómo me puede gustar alguien tan idiota como tú?—la chica hizo ademán de retirar su cabello lindamente de su cara y formo una sonrisa tan encantadora mientras le estiraba la mano al pelinegro, que abrió sus ojos abruptamente por ese cambio tan drástico—. ¿KyungSoo cierto?—asiente y ella le muestras sus dientes—. Soy la hermana de JongIn, un gusto.

 

—KyungSoo—quita la mano nerviosamente y mira a JongIn, que está sonriendo de manera nerviosa, demasiado diría él—. Do KyungSoo, encantado.

 

—¡Oh sí! El idiota que está haya parado es TaeMin, mi novio.

 

—¿No es el hermano de JongIn?—grita un poco más fuerte de lo normal KyungSoo, provocando la risa de los otros tres—. Digo, son casi idénticos—se hunde en sus hombros por la vergüenza.

 

—Algo parecido tienen—se encoge de hombros la chica y se acerca al tipo llamado TaeMin, él la abraza por la cintura y deja caer su cara en el hueco de su cuello, ella sólo se deja—. Aunque JongIn es más lindo.

 

—Otra vez con lo mismo—rueda los ojos el chico moreno  demasiado parecido a JongIn y suelta el amarre—. Tú en serio tienes un complejo con tu hermano.

 

De repente, el departamento se llena de gritos e indirectas, y otras a decir verdad, bastante directas. KyungSoo mira a la pareja con asombro, ya que siempre que alguien se pone a discutir él se va y evita el dramatismo. Pero ahora no puede huir, y tiene miedo de que la chica sea demasiado impulsiva y tire al pobre muchacho por la borda.

 

—Son así, no te preocupes—le sonríe JongIn mientras posa una mano en su hombro, levanta la vista y se encuentra con el sonrojo en la mejillas del pelirrubio. Mierda—. ¿Me preparaste una cena?— las orejas y las mejillas de KyungSoo se vuelven rojas, casi del mismo color que la camiseta que JongIn lleva puesta.

 

—Ahm … sí… digo… te estaba esperando—KyungSoo quita la mirada, porque el menor está adentrándose mucho a su subconsciente y le toma la mano—. Sorpresa.

 

—Gracias hyung—musita en su oído y le da un beso en la mejilla. Excesivamente dulce para KyungSoo, pero ya que va, extrañaba esas niñerías—. En serio. Gracias.

 

—No es para tanto—balbucea nervioso y el menor se carcajea por lo hermoso que KyungSoo se ve tímido—. Aunque no creo que alcance para los cuatro—no es que no le caiga bien la noona de su novio ni nada, sólo es que KyungSoo no puede hacer ciertas cosas en frente de ellos. No en contra de su voluntad claro.

 

— ¡Oh! Nosotros—se apuntó TaeMin mientras sujetaba con su otra mano el brazo alzado de su novia, que al parecer le iba a agarrar el cabello—. No te preocupes. Sólo vinimos a dejar a Jonginnie—sonrió infantilmente mientras la chica resoplaba y daba pasos muy sonoros hacía la mesa del centro.

 

—¡Kimchi!—gritó emocionada la chica—¡Jonginnie tu novio cocina fantástico! Ya sé porque ahora odias mi comida—hizo un puchero.  

 

—¿No estabas a dieta? ¡yah! Deja, es mi comida—grito JongIn persiguiendo a su hermana que llevaba el plato con kimchi hacía TaeMin—. Noona tú cocinas fatal.

 

—¡Mocoso atrevido!—se escondió en la espalda de su novio y muy maduramente saco su lengua, JongIn rodo los ojos—. ¡Amor haz algo!

 

—¡No toques a tu hermana!

 

—¿Qué carajo? ¿Ahora estas de su parte?

 

Todo se volvió en exceso bullicioso. KyungSoo intentaba no matar a la manga de críos que estaba de repente revoloteando en el lugar, y además picoteando su comida.

Algún día de estos, KyungSoo terminara lanzando algún cadáver al rio, no tiene duda. Pero al menor JongIn ya está acá junto a él, y al parecer, ese tal TaeMin no es nada de que tenga que temer.

Un momento ¿le está tomando por las muñecas y lanzándolo al suelo?   

Sí. Definitivamente  algún día KyungSoo lanzará un cadáver al rio. Quizás hoy mismo ¿quién sabe? Antes de que se enfríe la comida puede tirar el cuerpo de la persona que está osando en tocar a su JongIn.  

 

 

Notas finales:

¿Y? Lo sé, está muy raro u_u pero asffg estaba animada a escribir boberias. 

Vieron que Suhonnie no era malo? :D jeje amo poner tensiones así :3 

KyungSoo es muy bipolar -w- lo sé. Amenlo así, con cuchillos y todo XD 

Creo que hace tiempo que no escribo lemon (?) 

En fin -suspira- espero les gusteeeeeeeeeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).