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Inseguridad [KaiSoo] por SoolSan

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Notas del capitulo:

Hellow ~se pone a cantar SHINee 

No creí actualizar tan rápido, pero aquí estoy ^^ 

LEMON, LEMON, LEMON, LEMON, LEMON, LEMON, LEMON.

Espero les guste *u* hoy no tengo mucho que decir =_= sólo acotar que este capi es un poco más extenso que los demás, y ya puse la advertencia :3

Gracias a las personas que comentan

Ojalá se de su agrado lectoreeeeeeees!

 

 

Capítulo 6

 

Caminar y sentir la fresca brisa que corre en la noche por las amplias calles de Seúl es algo que KyungSoo disfruta muy pocas veces solo, y hoy viernes por la noche es precisamente uno de esos días. El gris de la ciudad desaparece cuando las luces se encienden y el cielo se torna de un color oscuro, ciertamente, mil veces más reconfortante que una metrópolis monocroma.

Sus piernas caminaban por inercia por encima de la gravilla que iba avanzando detenidamente delante de sus ojos, que sólo notaban la luces de la cuidad enceguecerlo por los focos fluorescentes que adornaban el lugar. La brisa que está corriendo revuelve sus cabellos haciendo su peinado un desastre. Entre sus dedos lleva una bolsa en donde adentro se encuentra su cena comprada en un local de comida rápida casera que compro de pasada en un local que logro llamar su atención.

KyungSoo iba pensando en lo bien que le hacía falta un día de soledad, acurrucarse bajos sus mantas y comer tranquilamente viendo una buena película acompañado del silencio del departamento, BaekHyun salió con su novio al cine así que dudaba que llegara temprano.

Pasando por delante de un pasaje bastante lúgubre, KyungSoo escuchó lejanamente el sonido de alguien golpeando algo, o alguien, realmente no identificaba bien que era, y su curiosidad supero las ganas que tenía de llegar a su departamento. Se adentró a aquel callejón con la vista en alto, que lo recibía con algunas luces parpadeando y un mal olor alrededor suyo,  y a lo lejos D.O notó a alguien pateando un basurero sin compasión alguna, se acercó lentamente a la persona que parecía fuera de sus cabales y cuando estaba a unos escasos metros cerca de él sus ojos se salieron de orbita. Noto a esos cabellos rubios relucir con notoriedad, esa tez morena que KyungSoo ya ha probado antes, acompañado de unos abultados y sensuales labios, ahora, ensangrentados. 

 

— ¡Hey Kim!—El moreno levantó la vista y vio la silueta del pelinegro acercarse—¿Qué estás haciendo?—JongIn dio el último golpe al tarro de basura que estaba tirado miserablemente en el piso y se pasó la mano por sobre sus labios.

 

– ¿Qué haces acá?— preguntó el moreno  a gritos. KyungSoo se acercó al menor y pasó la mano por sobre sus labios ensuciándolos con sangre.

 

— ¿Qué mierda te paso Kim? no evadas mi pregunta—dijo demasiado serio el pelinegro mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo, lo colocó sobre su rostro y secó la sangre que corría por la comisura del labio del moreno mientras éste lo miraba atento. 

 

— Me asaltaron. Unos idiotas me sacaron mi mochila y luego me empujaron a este callejón—habló inquieto el menor mientras KyungSoo lo escuchaba—. Le di un golpe al idiota mayor y aparecieron tres más de la nada.

 

— ¿Eres tonto cierto? ¿Qué culpa tenía el pobre basurero de tu mala suerte?—dijo entre burla y regaño el mayor. JongIn bufó y luego hizo una pequeña mueca de dolor por el tacto de KyungSoo en su herida.

 

—Quería matar a alguien. No tengo celular, dinero,  ni forma de transporte, sólo quería botar mi ira—KyungSoo miró al menor y notó su mirada perdida, de nuevo sintió una punzada en su pecho pero ignoro por completo el dolor y agarró al rubio por las muñecas arrastrándolo a la avenida principal.

 

— ¡Espera Soo!—Gritaba enérgicamente el menor mientras KyungSoo lo agarraba con más fuerza y lo arrastraba por las calles—. ¡Qué te tranquilices maldición!—el pelinegro se detuvo en seco su marcha y el menor choco con su cuerpo.

 

— ¡Cállate y sígueme!—El mayor le dirigió una mirada fulminante y JongIn tragó—. ¿Acaso estás en condición de ir a otro lugar?—JongIn negó y siguió los pasos de su maestro.

 

Luego de haber pasado a una farmacia y esperar a su maestro afuera del lugar, JongIn ahora se encuentra en lo que percibe como el departamento de KyungSoo. Mientras da el primer paso al lugar, nota como el sitio se va abriendo tan cálidamente que el menor se sintió reconfortado de inmediato. KyungSoo cerró la puerta tras él y luego avanzó a una mesa que estaba en el living, JongIn se quedó estático en la entrada y observaba en detalle el abismante lugar donde el mayor vivía.

 

— ¿Te vas a quedar parado ahí? Ven siéntete te haré una curación —JongIn asintió y se sentó en el sillón color crema que se encontraba al frente de la pequeña mesa.

 

JongIn sentado con las manos sobre su regazo movía nervioso sus manos mientras veía como el pelinegro estaba encima de él haciendo una pequeña curación en su labio. Apoyando sus rodillas en el sofá, el mayor se encontraba muy cerca del rostro de JongIn. El rubio dirigió su mirada a los inmensos y oscuros ojos del mayor, y sintió como el calor en sus mejillas comenzaban a apoderarse de él.

KyungSoo era perfecto; exageradamente adorable, sensual y jodidamente lindo, demasiado como para ser su profesor. Y maldita sea, ¿cómo podía estar encima de él así? A la poca distancia que los separaba, KyungSoo notó el rostro descolocado del menor y sonrió por lo sumiso que JongIn lucia ahí sentado.

 

— ¿Quieres llamar a alguien? Supongo que tus llaves también se las llevaron.

 

—No quiero molestar.

 

—No seas tonto Kim, no molestas, ten—KyungSoo le entregó en las manos al moreno su aparato y se alejó del sillón llevando en sus manos los trapos sucios. 

—Gracias.

 

—¡Basta!  me asusta tu cordialidad—se burló el mayor desde la cocina que estaba al lado del living con una abertura en la muralla que los conectaban. JongIn se carcajeó.

 

 

Marcando

Número desconocido

5697788XXX

 

—¿Aló?... ¿Con quién hablo?

— ¡SeHun!, soy yo JongIn.

— ¿Kai? ¿Qué diablos? ¿Y tú celular?

— Ah… Me acaban de asaltar.

— ¡¿Qué?!

— ¿Puedes venir a buscarme Sehunnie? 

— Eh... ¿De dónde mierda me llamas? ¿Te robaste un teléfono?

— ¡No seas idiota! Estoy donde… KyungSoo…

—..........

—..........

— Ok, no necesito más información. Kai, iría encantando a rescatar tu culo, pero estoy lejos y no tengo intenciones de volver hasta la mañana.

— SeHun no me hagas esto, ¿Qué es más importante que ayudar a tu mejor amigo?

—Créeme que esto vale la pena, además ¿Por qué no vas donde Yixing?, él te atendería encantado.

— ¿Recuerdas que Lay se fue donde su novia? ¿Qué tan lejos puedes estar para no venir a recogerme?

— Digamos que estoy en una playa, a trecientos kilómetros lejos de ti.

— Te odio.

— Mañana paso por ti Innie-yah, velo como un regalo de bodas.

— No jodas.

— Dile al profesor Do que acepto en forma de agradecimiento un bubble tea.

— No me causa gracia SeHun.

— A tu culo sí. Adiós Inie-yah, nos vemos en la mañana, mándame la dirección en un mensaje, claro, si no estás muy ocupado.

—Espera Se-

 

El sonido constante de un pitido retumbando en su oído le hizo caer en la cuenta que SeHun le había cortado. JongIn miró con un rostro entre furia y desconsuelo el aparato y lanzó su cabeza hacia tras en un suspiro ahogado. KyungSoo se acercó a donde el muchacho rubio y le pasó una botella con agua en las manos.

 

— ¿Y?—preguntó en su puesto el mayor cruzándose de piernas. 

 

—SeHun llega mañana en la mañana—el menor se agarró los cabellos color amarillo nerviosamente mientras KyungSoo lo miraba con una pequeña “o” formando su boca.

 

—Tienes suerte—KyungSoo apuntó el ventanal que estaba a un costado—. A fuera no está muy fresco, ¿Te presto una manta para que estés más cómodo?—sonrió ahora último.

 

—Por favor—dijo serio el menor. KyungSoo abrió sus ojos atónitos y no pudo evitar reírse a carcajadas del moreno.

 

—Es broma Kim ¿Cómo te voy a dejar afuera?, duerme acá hoy. BaekHyun anda con su novio, no creo que llegue temprano—dijo aún sonriente el mayor tocando el hombro de su estudiante.

 

— ¿En serio KyungSoo?—preguntó emocionado e incrédulo el canelo con un brillo en los ojos.

 

—Claro tonto ¿O acaso no quieres dormir conmigo JongIn?—habló en claro doble sentido el pelinegro para luego morder su labio inferior.

 

— ¿Mandaste a que me robaran para violarme?—El rubio enarco una ceja—. No hay otra explicación para que me pillaras en ese callejón. Si querías sexo no tenías que ser tan dramático ¿sabes—JongIn sonrió con picardía, y KyungSoo soltó una risita.

 

—Ojalá se me hubiera ocurrido esa genial idea para traerte a mi casa antes—dijo KyungSoo sonriente mientras colocaba sus piernas alrededor de  los muslos de JongIn y ponía todo su peso sobre su cadera—. JongIn, ¿Te han dicho lo atractivo que te ves indefenso?—susurró en el oído del menor haciendo estremecer al pelirrubio, en acto reflejo el moreno coloco sus manos alrededor de las caderas de KyungSoo, sus partes sensibles se rosaron levemente y JongIn se mordió su labio inferior—. Eres como un pequeño cachorro bajo la lluvia, desamparado—la lengua del mayor comenzó a jugar con el lóbulo de su oreja.

 

—Tienes un pequeño problema con sentirte superior al resto—susurró en el oído del más bajo haciendo que ahora sus miradas se conectaran, los ojos de KyungSoo denotan un brillo especial que JongIn identificó como el mismo que vio en el baño hace unas semanas atrás.

 

—No sería maestro si no fuera porque me gusta sentirme así—el mayor comenzó a mover su cadera con lentitud sobre la intimidad de su alumno haciendo jadear inmediatamente al menor. Sus erecciones se estaban rozando sin escrúpulos, cuando JongIn agarró por la nuca al mayor y acercó sus rostros en un precipitado beso húmedo.

 

Las lenguas de ambos luchando por dominar la boca del otro, haciendo que los jadeos se escaparan de la boca del pelinegro concibiendo sonreír satisfecho al rubio, que ahora tiene sus manos bajo la polera del mayor tocando su suave y blanca piel –Hoy sabremos quién domina a quien – dijo JongIn alejando sus labios y susurrando sobre los del mayor.

 

— ¿Interesa realmente?—Sonrió en respuesta—. No ensuciemos el sofá de Baek, vamos a mi pieza—. KyungSoo levantó su cuerpo que estaba sobre el menor. Parado al frente de éste, que lo miraba con ojos de sobrexcitación, el mayor le ofreció una mano para que se dirigieran al lugar,  a lo cual  JongIn la tomó amablemente.

 

Caminando apresuradamente a la habitación por el pequeño pasillo JongIn arrinconó al mayor y lo comenzó a besar nuevamente, bajando a su cuello y haciendo pequeñas marcas en él. KyungSoo pasó sus brazos por sobre los hombro del rubio y se amarró de su cuello. Mientras sus lenguas se conectaban adictivamente, el canelo agarró por los muslos al pelinegro y lo levantó haciéndolo amarrarse a sus caderas—. ¿Puedo ensuciar tus paredes?—gruñó en el oído del bajo, los jadeos del mayor se escucharon entre cortados ya que JongIn lo tenía aprisionado en la fría pared y empuja cada vez más fuerte su erección sobre su culo sobre la fina tela de sus jeans—. Baek me asesinaría—otra virtual estocada hizo retorcerse al mayor tirando su cabeza hacía tras y JongIn aprovecho de lamer y besar la zona—. Lástima—otro empujón sobre la pared y ahora JongIn se llevó al mayor a la puerta, que según su instinto era la del pelinegro.

 

Abriendo la puerta prácticamente con el cuerpo de KyungSoo, el rubio colocó el cuerpo de su profesor sobre la cama que se encontraba en la habitación. JongIn sacó su polera apresuradamente y la lanzó por los aires abalanzándose sobre el cuerpo del mayor besándolo ahora con necesidad.

 

— ¿No deberías estar triste por tus cosas?—preguntó el mayor mientras JongIn sacaba su polera dejando expuesto su blanco torso. Las habilidosas manos del moreno acariciaban su miembro erecto sobre la tela haciendo jadear al mayor mientras besaba su cuello con urgencia.

 

—¡A la mierda! Esto es mil veces más importante—contestó mientras mordía los gruesos labios de KyungSoo.

 

 

Rotando su cuerpo, KyungSoo se posicionó por sobre el cuerpo de JongIn y quedó sentado sobre él. Comenzó a besar lentamente el torso descubierto del menor, llegó hasta su abdomen bajo y mordisqueó la zona—. Qué trabajado Kim, ¿Haces algo para lograrlo?—Sonrió travieso para luego volver a besar su abdomen.

 

—Práctico danza—dijo entre jadeos y gruñidos el rubio. El mayor levantó la mirada, lo observó de reojo y comenzó a bajar su boca lentamente hasta cierta zona sensible. Ya en la tela del pantalón pasó su mano sobre la evidente erección del canelo y empezó a bajar lentamente el cierre.

 

—¡Puedes apurarte!—rogó el rubio sujetando ahora las hebras de cabello del pelinegro.

 

Bajó el elástico del bóxer lentamente dejando el miembro de JongIn expuesto frente a su cara, KyungSoo relamió sus labios bajo la atenta mirada del canelo. JongIn gruñó por esa escena sacada de la mejor película porno de la vida—. Por favor no pongas esa cara, que me corro así sin más—KyungSoo lanzó una pequeña risita y agarró entre sus manos la longitud del canelo.

 

—Idiota.

 

Las manos de KyungSoo comenzaron a moverse de abajo hacia arriba en la extensión del menor, su labios daban pequeños besos en su miembro totalmente erecto y de pronto su lengua jugueteaba con ella. JongIn jadeaba por la fricción y se contraía por la exquisita sensación de la lengua de su jodido maestro  sobre su pene. De la boca del rubio salían improperios y maldiciones cuando la boca de KyungSoo abordo toda su longitud y aun moviendo sus manos por sobre su miembro, JongIn creía que no podría aguantar mucho más.

 

—Mierda Soo …—las manos de JongIn se aferraron bruscamente a los cabellos del mayor mientras la humedad de su boca lo abordaba por completo—. Eres brutal … nmh.

 

La espalda de JongIn comenzaba a arquearse sintiendo una corriente correr por su médula espinal, pero KyungSoo se detuvo cruelmente al sentir como los muslos del canelo se contraían. Los ojos del rubio estaban abierto de par en par mirando al mayor que sonreía lindamente.  El pelinegro en un abrir y cerrar de ojos se quitó los pantalones y sólo en bóxer se colocó cerca de la erección del menor, sus muslos  se aferraban con fuerza a las piernas de JongIn mientras lo besaba en un total descontrol. JongIn agarraba la cintura de KyungSoo con fuerza moviéndolo con determinación por sobre su regazo, su erección chocaba con los apretados bóxer del pelinegro y ambos jadeaban sobre sus lenguas.

JongIn mientras saboreaba los deliciosos y adictivos labios del mayor, colocó sin pudor su mano por dentro de la ropa interior de éste atrapando entre sus manos la erección pulsante de éste, un gemido sonoro se escapó de los labios de KyungSoo y el canelo sonrió campante. Movimientos incesantes entre su longitud y sus caderas, moviéndose en frenesí sobre el regazo del rubio, estaban llenando de gemidos obscenos la habitación. La cabeza del pelinegro se inclinó hacia atrás por el tacto glorioso de las manos del canelo, y JongIn aprovecho para devorar su cuello, mientras el líquido pre seminal del pelinegro se desbordaba en la palma de su mano.

 

—JongIn-ah …Nmh—sus bocas se conectaron nuevamente, pero con un poco más de sutiliza, mientras el canelo se aferraba con su mano libre a la cintura del mayor—. En el velador…ah.

 

—Será muy incomodo, pero si te gusta ahí…

 

— ¡Están los condones idiota!.... nmmh—dijo entre jadeos y risas el pelinegro. JongIn le mordió el labio inferior y sonrió con dulzura.

 

Saco su mano de entre medio de los bóxer de KyungSoo y se inclinó para sacar del primer cajón de la mesita que estaba al lado de la cama un condón y una botella de cierto líquido facilitador de entradas. JongIn lo miro con picardía mientras el mayor aún seguía sobre su regazo y besaba todo los rincones de la piel color miel de éste. El sonido hueco de la tapa abrirse hizo que ambos se quedaran mirando detenidamente, los enormes ojos de KyungSoo abordaron los marrones orbes del menor y con un brillo particular JongIn sintió su pecho arder.

 

—Deja hacer esto por ti JongIn ah—habló el mayor con voz ronca mientras agarraba la mano del rubio y lo llevaba a sus abultados labios. Metiendo dos dedos dentro de su boca, KyungSoo empezó a lamerlos tan vulgarmente, que la erección de JongIn dolía el triple.

 

Sin quitar la mirada sobre el menor, KyungSoo lamía y pasaba saliva a los dedos de JongIn, dando entender que la botellita aún no sería ocupada. Kai estaba tan duro mirando la escena que KyungSoo se estaba montando, que ni él sabía cómo aún no se corría sobre la erección del mayor, que por cierto, aún está pulsante sobre la suya.

Dejando el hilo de saliva correr, JongIn no perdió tiempo e ingreso a la entrada del pelinegro sin vacilación, el mayor se retorció unos segundos tirando su cabeza hacia atrás, mientras JongIn lamia su cuello y besaba sus hombros lentamente para disipar un poco el dolor.

 

—Eres un depravado—sonrío dudoso el menor mientras KyungSoo comenzaba a mover sus caderas adentrándose a los intrusos dedos del canelo, sin ninguna pisca de delicadeza.

 

—Mueve los dedos Kim, hoy no quiero ser dulce—el pelinegro se mordió su labio inferior y JongIn inmediatamente obedeció.

 

—Maldito loco.

 

Los dedos de JongIn se introducían tan adentro de las paredes de KyungSoo que los gritos se desbordaban de sus labios, los cuales claro, JongIn los callaba con su propia boca. La mano del mayor agarró la botella de lubricante y empezó a extender el líquido por sobre el pene de JongIn. El menor gruñía mientras el frío líquido lo hacía estremecerse. Sacó los dedos dentro del pelinegro y éste soltó un quejido por el vacío.

Agarrándose con firmeza del  cuello de JongIn, KyungSoo comenzó a ser penetrado lentamente por el menor. Aferrados con fuerza, ambos se empezaron a besar desbordando toda la pasión acumulada; semanas, días y horas de excitación acumulada, soltados en un beso que quien los viera pensaría que son amantes de años,  obviando el hecho de que ni siquiera se habían dado el tiempo de abrir el condón.

JongIn completamente adentro de KyungSoo se agarró con determinación del trasero del mayor y le sonrió ladino, éste roto los ojos.

 

—Tus manos.

 

—Dijiste que no querías cosas dulces—el menor le dio una bofeteada al redondo y blanco glúteo del mayor con su sonrisa que es todo dientes y KyungSoo rodó los ojos—. Además deberías preocuparte de otra cosa hyung—JongIn alzó un poco sus caderas y un gemido salió de la boca de KyungSoo mientras se mordía su labio inferior, sintiendo sus paredes ampliarse.

 

—Te permito las manos en mi culo, pero vuelves a darme una nalgada y no saldrás vivo de esta habitación.  

 

—¡Eres tan mandón!—Las manos de JongIn apretaban cada vez con más fuerzas el trasero del pelinegro, sólo para molester a su inquieto maestro—. ¿Puedo empezar ya?

 

Y sin previo aviso las caderas de KyungSoo comenzaron a subir y a bajar sobre el miembro del menor, el sonido de piel con piel chocando se volvía cada vez mayor en la habitación. Acrecentándose  cada vez más por las cuatros paredes, de fondo, se escuchan  los gemidos que salen de la boca de ambos; desbordantes, altaneros, pasionales y sobre todo placenteros. El cuerpo del canelo está completamente sudado y KyungSoo moviéndose en contraste por sobre el regazo del menor se aferra a los omoplatos de éste; rasguñando y apretando su piel. JongIn comenzó a besar los labios del pelinegro para calmar un poco a la pequeña bestia –llamada KyungSoo –que tiene encima.

En una especie de transe exquisito, la erección de KyungSoo chocaba con el abdomen del rubio y sintiendo esa ya tan conocida sensación de querer rebasar todo, un JongIn jadeante, sudoroso y sobrexcitado agarro su miembro y empezó a mover su mano sobre su eje, las piernas del pelinegro temblaron y el canelo arqueo su espalda. Un zigzagueante “Hyung eres  increíble” acompañado de un “JongIn más duro” es lo último que sale de sus bocas, antes de que ambos se corrieran casi al mismo tiempo.

El líquido de JongIn llenaba el interior de KyungSoo, mientras el menor aún movía sus caderas casi por inercia. Su abdomen pegajoso y un profesor insaciable sobre su regazo ahora se encuentran aferrado a sus hombros, ambos con la respiración entre cortada se miran como si no hubiera más. La sonrisa que JongIn le dedicó al pelinegro, esa misma que es todo dientes y que a KyungSoo le hace sentir retorcijones en el estómago, es tan dulce que el mayor siente como sus latidos aumentan al triple. Y esta vez se da cuenta que no es la adrenalina que corre por su cuerpo.

Aún en la misma posición, pero sin JongIn adentro de él, KyungSoo desordena las hebras de cabello rubias del menor, más de lo que estaba, y observa en detalle todo su rostro; su línea de la mandíbula, sus labios, todo.

 

— ¿Por qué elegiste ese tono de cabello JongIn-ah?—preguntó con delicadeza el mayor, casi en un susurro mientras calmaba su respiración agitada.

 

— ¿No te gusta?—el menor acercó su boca y rozó los labios del pelinegro, éste sonrió y negó con la cabeza. 

 

—Tengo curiosidad.

  

—SeHun y yo hicimos una apuesta, el eligió el rubio y yo el gris, jamás pensamos que nos quedaría tan bien—sonrió nuevamente el menor con egocentrismo de por medio. El mayor lo observó serio por unos segundos y asintió.

 

—Me gusta tú pelo JongIn—sonrió KyungSoo. El menor lo observó por unos segundos y quitó el flequillo sobre su rostro—. Aunque no sea verdad lo de la apuesta—JongIn hizo un chasquido con su lengua haciendo sonreír al mayor. KyungSoo se salió encima de él y comenzó a buscar su bóxer que estaba en alguna parte del suelo.

 

—Entonces…—el menor se quedó observando el cuerpo de KyungSoo semi desnudo deambular por la pieza y se acomodó en la cama—. ¿Traes alumnos a tu departamento y después te los follas?—dijo con tono de burla.

 

—Sí—sonrió impecablemente—. Ese es mi pasatiempo los días viernes—se carcajeó y se encogió de hombros. Ya con su intimidad cubierta, mirá a los ojos al menor—. ¿Así que practicas danza?

 

—Síp—estiró sus brazos y se lanzó encima del colchón, cubriendo su cuerpo desnudo con las sábanas, a lo que KyungSoo lo miró entretenido—. Un pasatiempo que tengo de niño, soy realmente feliz cuando lo realizo—sonrió con emoción. KyungSoo dejo de dar vueltas en círculo y se sentó al lado del menor—. ¿Estas inquieto por algo en específico?—enarcó una ceja.

 

—No—mordió su labio inferior y observó el pecho descubierto del menor color miel perfecta con gotas de sudor caer deliciosamente por su cuerpo y trago duro—. ¿Así que un bailarín ingeniero?—subió con la mirada hasta las perfectas clavículas de JongIn y luego mordió con más imprudencia al llegar a los bíceps torneados del menor. KyungSoo se estaba poniendo duro de nuevo.

 

—¿Mi cara está acá sabes?—apuntó su rostro entretenido.

 

— ¡A la mierda!—KyungSoo se lanzó encima de los labios de JongIn, dejándolo sin aliento, de nuevo. Mientras sus lenguas se degustaban nuevamente, se colocó a la perfección encima del cuerpo del menor y colocó sus manos en su pecho—. ¿Podemos hablar luego?—dijo nervioso mientras aprisionaba más su cuerpo a la semi nueva erección de JongIn.

 

—Tú no caminaras mañana hyung—el menor lo agarró por la nuca, atrayéndolo con impaciencia a sus labios, apretando con más fuerzas sus hebras de cabello.

 

KyungSoo cree que a veces las palabras sobran, y más cuando se trata de sexo. Pero hoy las palabras estaban consumiéndolo. De a poco sus latidos aumentaban al escuchar la grave voz de JongIn gastada por la lujuria desprendida, y necesitaba detener ese movimiento anormal de su corazón de una u otra forma.

 

—No tengas piedad JongIn-ah—jadeó, logrando sacar una sonrisa orgullosa al peli rubio. 

 

 

Notas finales:

Como siempre espero sus reviews <3

 

Perdón por el mal lemon -w- 

 

 

 


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