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Sweet P. Club por Iratxe

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Notas del fanfic:

Bueno, llevaba un tiempo queriendo comenzar otro proyecto de fanfic largo y aquí os va~ 

 

Espero realmente que os guste.

Notas del capitulo:

Primer capítulo, allá vamos, espero que os guste mucho ya que tenía mucho mono de esta pareja ^3^ 

 

No os voy a distraer mucho esta vez, a leer:

Hacía ya dos semanas que había llegado a Tokyo y la inmensidad de la ciudad me estaba devorando; sus edificios, sus gentes, todo me hacía hundirme en una gigantesca espiral de aislamiento. Todo era tan diferente a mi hogar...la gente ni siquiera te rozaba al pasar, no tenía ningún amigo...



En el fondo puede que mis padres tuvieran razón; no era tan fácil encontrar un trabajo en una ciudad nueva y crear un modo de vida desde cero. La verdad es que no había tenido mucha suerte, pero quién iba a querer contratar a un recién graduado sin experiencia en nada.



Así que aquí estoy; en el barrio de las luces, rodeado de damas que me ofrecen sexo y de caballeros que visten trajes que yo no puedo permitirme. ¿Mi meta? Convertirme en uno de ellos; un host, un anfitrión.



El letrero de ''Sweet P. Club'' relucía con letras blancas hechas con algún tipo de tubos fluorescentes por encima de mi cabeza... Las fotos de los mejores Hosts que había dentro llenaban los enormes letreros en las paredes, sus nombres, grupos sanguíneos, tipos de mujeres que les gustaban... Me preguntaba si yo podría llegar a estar ahí algún día.



Había conseguido que me recibieran para entrevistarme, y aunque ya llegaba tres minutos tarde estaba vacilando para entrar.



-Quita de ahí-alguien me empujó hacia un lado, y tuve que forzar mi pierna derecha para mantener el equilibro y no darme de bruces contra el asfalto



-¡Oye!-me di la vuelta enfadado pero aquel tipo ya no estaba, y solo pude ver su espalda perdiéndose dentro del local



Supongo que esta pequeña confrontación me dio ánimos para entrar dentro y enfrentarme a lo que pudiera estar esperándome. Un chico para nada amable me indicó que fuera a una de las salas privadas, pero no estaba seguro de que fuera el mismo de antes. Punteé mis rodillas con los dedos sentado en aquel costoso sillón tapizado en cuero, no sabía qué tipo de entrevista sería y estaba agobiado. Un hombre largo; envuelto en un traje de raya diplomática, me recibió.



-¿Ryoga-kun?-asentí cuando me nombró y me levanté en señal de respeto-Encantado, soy Yamada, el dueño del local-me tendió la mano y se la estreché-Siéntate por favor-



Le obedecí y comenzó con la entrevista inmediatamente, la cual consistió en una sola pregunta:



-¿Por qué te interesa trabajar para nosotros?-



-Yo...esto...-mentir no era lo mío-Verá...me gustaría ser un host y...tener dinero y ser popular con las chicas...-



-Dinero, chicas, eso lo vas a tener-me miró fijamente-Yo quiero saber qué serías capaz de hacer para atraer clientas aquí, cual es tu estrategia, tu papel aquí-



-¿Es...estrategia?-



-Claro, a las chicas que vienen aquí les gustan las temáticas, tienes que parecer el chico de sus sueños de un juego otome-



-¿Otome...?-



Se llevó la mano a la cabeza, masajeándose la sien.



-Qué voy a hacer contigo...-



-Perdone, no tengo experiencia...-



-Puedo ponerte de prueba. A ver si les gustas a las niñas.-



-Eso...sería genial-sonreí



-Veamos-tomó mi mentón con su mano sudorosa-Te voy a llevar a que te arreglen y empezaremos esta noche-



-¿Ya...?-



-Sí, venga, vamos. Eres mono, hay que sacarte partido-se levantó y no tuve más remedio que seguirle



Yamada me llevó a ver a su estilista personal y no tardó en darle instrucciones:



-Quiero algo desenfadado, no quiero que las niñas se aburran, haz que parezca salvaje, que las excite-



Ah, ¿puedo excitar a alguien con mi peinado? Primera noticia.



Las manos volaban al rededor de mi cabeza, y yo veía pelo caer y caer. La verdad es que al final no quedé mal, parecía un yankee de esos.



-Ryoga, vamos-



-¿A dónde ahora?-



-A por un traje.-



-Pero...yo no puedo pagar eso...-



-No me saldrás rentable si no vas arreglado, te lo restaré de tu primer sueldo, esto es una inversión-



-Entendido...-



Así que compramos un traje a medida para mí y nos hicimos con la calle de nuevo. Y por primera vez me sentí parte de esta enorme ciudad. Tenía algo de control, y eso me encantaba. No me hacía una idea de que podría volverme adicto a esta sensación.



-¿Fumas, Ryoga-kun?-me preguntó Yamada poco después de salir de la tienda



-Ah, sí-nada más responderle tenía un cigarrillo frente a mí, que no tardé en tomar, él me lo encendió-Gracias-tomé una larga calada



-Bien, voy a explicarte el plan para esta noche, te voy a ubicar en una mesa con clientas y otros hosts para que aprendas de ellos, te guiarán. Quiero que para ellas seas un chico malo, quiero que labres tu imagen de tipo marginal que será adorable solo para ellas, ¿lo entiendes? Es un perfil que gusta bastante.-



-Estaré con alguien...¿con ese perfil?-pregunté



-Algo así, la cosa es que aprendas y consigas tu propio estilo poco a poco. Yo solo te estoy dando un entandar, todo lo demás es actuación, es un personaje que tú irás encontrando; les vendemos ilusión a las chicas, así que debes encontrar qué es lo que desea cada clienta. Por eso no quiero que te encasilles del todo, quiero que puedas variar ligeramente dependiendo del tipo de mujer con el que te encuentres en tu camino-



-Entiendo... Y de qué les hablo...-



-Ellas te hablarán a ti normalmente, les encanta saber, y les encanta que las escuches, que las aconsejes, quieren contarte sus problemas, así que trata siempre de decir algo como ''yo si fuera tu novio no te trataría de esa forma'' ya sabes, intenta que piense que es única y especial y blablabla. Eso sí, nunca les preguntes por su trabajo.-



-¿Ah...? ¿Por qué?-



-Porque más del noventa por ciento de tus clientas serán prostitutas o hostness-



-Y...etto... ¿Tengo que...tener sexo con ellas?-



-Eso no entra en tus competencias legales, pero lo que hagas en los reservados no es asunto mío, ¿entiendes? Ellas pagan por tiempo a solas contigo, cómo lo usen ya...-



-Entendido...-



-Pero no te recomiendo que lo hagas. Las chicas vienen a ti buscando un compañero, un confesor, alguien con quien estar. Buscan un aura, una sensación que tú les provoques, y eso tienes que conseguirlo sin darles sexo, debes darles su dosis de esperanza poco a poco, esquivando temas como relaciones estables con ellas y etc. Pero si lo haces con ella, ya no tendrán nada más que sacar de ti, y ya no querrán volver, tienes que hacer que te necesiten, resérvate.-



Joder, si en el fondo las cosas estaban bien pensadas y todo...



Entramos al club y todo el mundo saludaba a Yamada por el camino, más que respetarlo, parecían adorarlo. Todos estaban preparándose, poniendo a punto su pelo o su ropa. Cuando todo estuvo en calma y estábamos a punto de abrir, todos nos situamos en fila frente a la puerta. Cuando la primera chica se decidió a entrar, todos se inclinaron y, como en una ensayada coreografía, repitieron:



-Bienvenida al Sweet P. Club, ohime-sama, estamos aquí para servirla en lo que desee-terminaban levantándose de nuevo y sonriendo arrebatadoramente, así que a la llegada de las siguientes clientas, los imité



Siempre que entraba una chica su anfitrión la tomaba de la mano e iban a su lugar correspondiente; y si esta era nueva -lo cual no ocurría muy a menudo- tenía la oportunidad de escoger al host que deseara y pasar algún tiempo con él de forma gratuita hasta decidirse. Por lo que veía una vez que escogían las chicas no solían cambiar de anfitrión, porque al parecer todos conocían a sus clientas a la perfección; las llamaban por sus nombres y sabían de qué hablar con ellas. Cuando todos los hosts estuvieron ubicados con las primeras clientas de cada uno, Yamada me acompañó a uno de los puestos. Se trataba de un sofá en forma de U; en la parte central había dos hombres, uno de ellos tenía el pelo rosa y un aspecto de lo más andrógino, con unas uñas largas y cuidadosamente decoradas y un maquillaje aniñado. A su izquierda se encontraba el host más atractivo que me había encontrado en todo el tiempo que llevaba en Tokyo; con el pelo negro, no tan largo como el chico de pelo rosa lo llevaba, pero bastante como para ser un chico, su mirada pesada se clavó en mí nada más había aparecido por su campo de visión, y me estremecí. ¿Este era el que tenía mi perfil, verdad? Piercings, pantalones de cuero, una camisa de rejilla por debajo de la chaqueta americana...sí, definitivamente tenía todas las papeletas para ser un ''chico malo''. A la izquierda de este había dos mujeres, y a la derecha del tipo pequeño una; todas me miraban como si fuera su nuevo juguete o algo parecido, y supongo que en cierta medida tenían razón.



-Buenas noches, chicas-Yamada fue el que saludó en mi lugar-¿Os importa que venga Ryoga-kun con vosotras?-todas negaron con la cabeza, dándome permiso-Perfecto, es su primera noche, pero tened cuidado, es un chico malo-puso su mano en mi hombro al pronunciar esa frase, y luego me dejó a solas con el pintoresco grupo



No podía estar más nervioso que en ese momento. ¡¿Qué debería hacer ahora?! ¿Me siento, sí, me siento...dónde? Fijé mi vista en el sitio libre al lado de aquella chica de pelo corto junto al tío de pelo rosa.



-¿Te importa si me siento?-le pregunté



-Ah, está bien...-una sonrisa tímida por su parte, y tomé asiento



-Buenas noches Ryoga-kun-me saludó el tipo de pelo rosa-Yo soy Koichi, y este es Tsuzuku-me presentó



-Ah, mucho gusto-reverencia-Me esforzaré-



-¿Habéis oído, chicas?-una risa adorable por parte de Koichi-Se va a esforzar, adorable eh~-ellas acompañaron su risa-Estas son Mika-chan-señaló con la mano a la chica que se encontraba a mi lado-Megumi-chan y Saori-chan-



-Mucho gusto-sonreí lo mejor que pude, y las tres hicieron una pequeña reverencia para contestarme



Mika tenía el pelo corto y vestía de forma más elegante que las otras dos; una camisa algo abierta sugería sus curvas de mujer, seguro que también era la más mayor de las tres. Megumi estaba al lado de Tsuzuku y su largo pelo teñido de un tono caramelo con claras señales de no haberse repasado el color en un tiempo parecía haber sido ondulado con algún proceso de calor; llevaba unos pendientes que se movían cada vez que balanceaba su cabeza y tenía un aspecto dulce. Saori por su parte parecía la más tímida, envuelta en tantísimas capas de ropa, su flequillo cubría su mirada siempre en el suelo, creo que no la levantó en toda la noche.



-¿Qué deberíamos enseñarle Tsu~?-Koichi apoyó la cabeza en su hombro y lo miró desde allí, Tsuzuku le devolvió la mirada, la verdad es que con la diferencia de altura entre ambos la escena resultaba adorable



Pero no podía creerme que más que yo eran ellas las que no perdían un solo detalle del contacto entre esos dos. No podía creérmelo, esa era la... ¿estrategia? ¿Simular que eran gays o algo así? ¿Lo serían? Porque si así era madre mía...yo a Tsuzuku le hacía de todo...



Sí, vale, sí, me he metido a un host club en el que el noventa y nueve por ciento de mis clientes serán mujeres cuando no me atraen en lo absoluto, ya sé que no tiene mucho sentido, pero la zona gay está algo más lejos de mi apartamento y no me gusta del todo ese ambiente... demasiado obvio, ¿verdad? Prefiero disimular un poco, sigue habiendo mucha discriminación hacia los de mi clase en este país, es mejor no ir hondeando que trabajas en un club gay. Aquí estoy sano y salvo, nadie tiene por qué enterarse así que no me juzgarán.



Sin darme cuenta ha pasado ya un rato y a penas he abierto la boca, y lo que es peor, no me he enterado de nada de cómo funciona esto, solo sé que las tres chicas están tontas con ellos y que no parecen haber hecho gran cosa para que estén a sus pies.



-Ryo-kun-Koichi ya me había puesto un apodo cariñoso al parecer-Mika-chan déjame ir con él-se sentó a mi lado-¿Qué te pasa? Estás muy callado-me hizo dudar entre si estaba actuando o preocupado de verdad, él si que era un buen host



-Lo siento...estoy un poco nervioso-me excusé



-Oh, tranquilo...No mordemos, si no quieres claro-me mordió la mejilla, ¿conmigo también iba a ligar?



Oh dios, son como velociraptores, ahora me miran de esa forma a mí. Quieren más. ¿Así funciona entonces? Posé mi mano sobre el muslo de Koichi, y él sonrió de medio lado.



-Quiero-una sola palabra que ocasionó gritos contenidos y alguna que otra braga mojada



-Ryoga.-



La primera palabra que Tsuzuku me dirigía en toda la noche. Me muero.



-¿Sí...?-



-Aparta tu mano de la pierna de Koichi-no fue una sugerencia ni una petición, fue una orden



Las chicas se pusieron como locas mirando a Tsuzuku, ellas soñaban con que él les dijera algo así, con que las quisiera solo para él, ¿verdad? A mí no me hacía falta eso, yo con un poco de atención me conformaba.



-¿Habéis oído chicas? Tsu está celoso~-anunció Koichi, y se lanzó a los brazos de su novio ficticio-Podéis hacer fotos, esto no ocurre muy a menudo-una pequeña sonrisa y se dedicó a cubrir de besos la mejilla de Tsuzuku, quien no parecía estar muy entusiasmado por ello



Definitivamente este trabajo iba a ser interesante.







Notas finales:

Y hasta aquí, nos vemos en próximas actualizaciones de esto y de ero words~ espero que os gusten y que nos leamos pronto por aquí ^3^


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