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Sell my soul por Aomame

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Notas del fanfic:

Primero que nada unas cuantas aclaraciones y advertencias sobre este Fanfic.

 

1. El universo de este escrito esta basado en gran medida en "La Divina Comedia" de Dante. También encontraran referencias del manga "Ángel Sactuary" de Kaori Yuki, más adelate. Y de muchas cosas que he leído en paginas de internet incluyendo la Wikipe...articulos de revistas y libros. Así de alguna manera será un revoltijo.

2. Probablemente no sea necesario, pero acalro que, es posible que el tema que trataré sea tema sensible para algunas personas. Pido que si es así, dejen la lectura. Por mi parte confieso que religiosa no soy y tal vez por eso me atrevó a escribir estas blasfemias, pero respeto a quienes lo son, por ello lo minimo que pido es reciprocidad.

3. Por ultimo, y va con lo anterior. Este fanfic no tiene otra intencion más que la de entretener y mostrar una historia de amor dificil pero hermosa. Ni más ni menos. (y claro, aumentar los fic Haitsu en la red XD)

Notas del capitulo:

Tú mi objeto más preciado

 

si vas en dirección contraria

 

no importa a donde, guíame 

 

como si fuera un niño

Sell my soul

Primero: El guía

Estuve a punto de morir. De verdad. No te miento. A penas fui capaz de sobrevivir. Fui arrollado por algún borracho al volante. Me recuerdo a mi mismo tirado en el frío asfalto, el chirrido del auto al marcharse, la suave llovizna que caía sobre mi rostro. No sentía más que frío, ni siquiera dolor. Y entonces lo vi por primera vez.

Él se acercó a mí, todo él estaba rodeado de luz. Su mano cálida se posó sobre mi frente y me sonrió suavemente.

-No te preocupes-me dijo- estoy aquí, estarás bien.

Él me acompañó hasta que la ambulancia llegó, hasta que llegué al hospital y hasta que me pusieron anestesia para operarme. Pensé que había sido un sueño, pero no fue así, cuando abrí los ojos, detrás de toda mi familia, estaba él, cerca de la puerta como un guardián. Nadie más  lo vio, nadie más se percató de su existencia, todos se marcharon pero él siguió ahí.

Entonces le llamé.

-Gracias-le dije- gracias por acompañarme.

Él me miró con los ojos muy abiertos, como si no creyera que le estuviera hablando a él.

-¿cómo te llamas?-le pregunté y él aún más sorprendido se acercó a mi cama.

-¿puedes verme?-me preguntó

-Sí, claro ¿por qué no podría?

Él me sonrió a manera de respuesta.

-lamento lo que pasó-dijo- pero estaba escrito que tuvieras ese accidente. Intente cuidar de ti lo mejor que pude.

-no importa-le dije- gracias a ti estoy vivo.

No me preguntes porque, no preguntes, yo sólo sé que estaba seguro de haber sido salvado por él. Su presencia quizás evitó que muriera. ¿Ya te dije que todo él era luz? No es que brillara como una lámpara, era que su rostro era luminoso, brillante, hermoso.

Él era mi ángel guardián. Y a partir de entonces percibí su presencia como puedo sentir las cuerdas de mi bajo en la punta mis dedos. Podía verlo, hablarle, escucharlo y hasta tocarlo.

Hay muchas cosas que quiero contarte acerca de él. Si estás dispuesto a escuchar te lo diré todo.

+++

El hombre frente a él lo miró  sencillamente. Vestía elegantemente en negro y blanco, su cabello era ligeramente largo, llevaba barba incipiente y entre sus dedos, índice y medio se consumía un cigarrillo.

-Parece interesante-dijo- cuéntame, el camino es largo y un poco de distracción me vendría bien.

Tetsu asintió y caminó detrás de él dejando el umbral de la puerta donde se encontraba.

-¿puedo hacerte una pregunta?-dijo en voz baja por si no era correcto.

-Adelante.

-¿Eres un demonio o un ángel?

El hombre se detuvo y girándose para verlo comenzó a reírse.

- Ni lo uno ni lo otro, soy un guía-dijo-me pidieron que te acompañara durante tu viaje.

-¿Mi guía? ¿Y cómo te llamas?

-Ken-dijo simplemente- no tienes que decirme quien eres tú, ya lo sé. Ahora te diré algo que debes saber. Soy tu guía pero no tu guardaespaldas. No te ayudaré si estas en problemas. ¿Entiendes?

-Entiendo- No esperaba nada diferente.

-Bien.

Caminó a pocos pasos detrás de Ken, viendo el humo que se elevaba sobre su cabeza. Se detuvieron  de pronto y Tetsu  se hizo a un lado dejar de mirar la espalda de su guía y ver lo que este veía.

-Este es el río Aqueronte-explico Ken- Debemos cruzarlo. Pero al parecer hay esperar.

-¿esperar a qué?- Tetsu entornó los ojos.  ¿Eso era un río? Él no veía nada, sólo neblina extendiéndose  en todo el horizonte.

-La barca-dijo Ken y suspirando se sentó -. Será mejor que te pongas cómodo.

Palmeó la tierra junto a él y Tetsu se sentó a su lado.

-cuéntame un poco más de ese ángel tuyo.

+++

+++++

Solía cantar. Durante mi recuperación en el hospital, a veces, me despertaba con grandes dolores. Eran dolores inidentificables, los sentía por todo el cuerpo, como un hierro caliente quemándome cada órgano. Era espantoso; gritaba y me agitaba. Las enfermeras cuando me escuchaban me traían analgésicos que me dejaban noqueado, y cuando no lo hacían, él me cantaba.

Ponía una de sus manos en mi frente y la otra en mi pecho, y lentamente su voz comenzaba una serie de tonos armoniosos. Su voz era muy hermosa, nunca escuche voz así jamás. Y cada nota musical que salía de sus labios ingresaba por los poros de mi piel y se difuminaba.

Él fluía dentro de mí como medicina (1). Me calmaba, y me liberaba del dolor. Estaba ahí para mí como nadie más. Y yo lo agradecía.

Todas las noches escuche su voz, hasta que salí del hospital y el dolor ya no era demasiado. Pero incluso después. En la total calma, en la oscuridad, en los momentos turbulentos, él siempre tenía una canción para templar mi alma. Era increíble como las palabras en su voz cobraban otro significado, y le daban una razón a mis días.

Él solía cantar. Y cuando lo hacía, yo era feliz.

+++

++++

De pronto por entre la neblina se dibujó una figura oscura, avanzaba lentamente. Poco a poco la figura cobró la forma de un hombre, un anciano para ser precisos (o al menos lo parecía). El hombre llevaba un largo palo, que fungía como una especie de remo, entre las manos; lo enterraba en el agua del río y empujaba así la barca en la que se trasportaba.

Ken se puso de pie, y Tetsu lo imitó. El anciano detuvo la barca en la orilla. Se enderezó y los miró alternativamente. Sus ojos brillaron con conocimiento. Se dirigió a Ken.

-¿A dónde vas?-le dijo

-Al otro lado ¿a dónde más?

El viejo chasqueó la lengua-¿y ese?-dijo y señaló a Tetsu con sus largos dedos arrugados.

-Este también va.

En anciano negó con la cabeza al tiempo que chasqueaba la lengua varias veces- ¡Imposible!- Exclamó- ¡Ese no está muerto!

-Tsk-. Ken se quitó el cigarrillo de entre los labios- ¿Y crees que no lo sé?

-Cuida tus palabras, insulso-dijo el anciano mirándolo con el cejo fruncido-No está muerto, y si no lo está no puede pasar al otro lado. Porque el otro lado es sólo de los muertos.

Ken se encogió de hombros.

-A mi no me digas. Son órdenes de Uriel.

-¿Uriel?

Ken asintió. El anciano miró a Tetsu de arriba abajo, parecía preguntarse que tenía de especial ese sujeto como para que lo dejaran pasar.

-No me gusta-, dijo, pero hizo una seña con la cabeza para que subieran a la barca.

Ken subió primero, Tetsu detrás de él, y comenzó el viaje.

-él es Caronte-Explicó Ken- es un viejo testarudo. Ya han venido otros como tú, y no le gustan.

Caronte hacía su labor, pero entre dientes murmuraba lo mismo una y otra vez “No me gusta, no me gusta”. Ken se inclinó suavemente por el borde de la barca.

-Este río es la orilla-continuo-del otro lado te espera la desolación. No te preocupes por el olor, no escuches las voces que murmuran. Piensa en tú ángel y estarás a salvo, escucha su voz dentro de tus recuerdos. Cuando abras los ojos estaremos del otro lado.

Tetsu no comprendió que quería decir con “cuando abras los ojos”, pero lo averiguó. De las sombras provenían murmullos, palabras que parecían maldiciones. El olor era fétido como el de las cloacas. Pudrición, descomposición… eso era. Sus sentidos se embotaron, se estaba mareando. Se abrazó a sí mismo y cerró los ojos.

Pensó en él, en su ángel de la guarda. Lo evocó en imágenes y en sonidos, recordó el tacto de sus manos, y tono de su voz, así como su sonrisa y el aroma que despedía. Pensó fuertemente en él, aferrándose a este recuerdo para que no se fuera con el viento (2).

 

 

Ken lo sacudió del hombro y él abrió los ojos. No sabía cuánto tiempo había transcurrido pero todo indicaba que el viaje había terminado. Bajó de la barca y le dirigió un débil “gracias” a Caronte que frunciendo el ceño y murmurando lo mismo de antes, se alejó de nuevo.

-Sígueme-dijo Ken y él obedeció.

El lugar era diferente. No era desolado, era un jardín y había personas en él, estas los miraban con curiosidad mientras pasaban e incluso algunas saludaban a Ken con efusividad.

-¿dónde estamos?

-En la antesala-dijo- Estas personas no tienen un lugar exacto.

-¿qué quieres decir?

-Son sabios, científicos y herejes-dijo-No cometieron ningún pecado, pero dudaron de Dios más de lo que debían. Yo vivo aquí.

Tetsu lo miró sorprendido, Ken le sonrió y se llevó el cigarrillo a los labios.

-Es divertido-dijo- casi mejor que el cielo. Podemos hacer lo que nos gusta, nadie nos persigue, y tenemos todo para estar relativamente cómodos. Tampoco somos personas que podamos estar quietas en el paraíso donde todas las respuestas están dadas y donde todo se nos provee. Nosotros conservamos  la creatividad y la curiosidad… incluso, nuestras dudas.

Tetsu asintió y lo siguió. Le pareció ver por ahí, muchas personas que sólo estaban en sus libros de texto de la escuela. Pero no estaba muy seguro, muchas de esas imagines eran dibujos, verlos en persona le dejaba la duda de si eran o no.

Caminaron por largo tiempo. Sin embargo, Tetsu no se sentía cansado. Ken se detuvo de pronto y se giró para mirarlo.

-Debiste haber hecho algo muy malo-le dijo.

-¿eh?-contestó él confundido.

-Perdiste a tu ángel de la guarda ¿no?-dijo Ken liberando el humo del cigarro mientras hablaba-De otra manera no estarías aquí ahora.

Tetsu bajó la vista y asintió.

-Sí, cometí un... una equivocación-corrigió-. Y por eso estoy aquí.

-¿Sabes que lo que buscas, puede que no se te conceda?  No puedes confiar en nadie ahí adentro.

-Lo sé, pero…

Ken levantó la mano para callarlo. Se hizo a un lado y le dejo ver. Altas y negras, se extendían hasta donde los ojos no podían ver: Las puertas del infierno.

-Cómo tú han venido muchas personas ya. Hombres y dioses, héroes y cobardes. Todas desean algo, pero incluso los más aventurados no han logrado su cometido. Esta es la Tierra de Yomi(3). Quien entra no sale nunca una vez que ha probado alimento de esta tierra. Este es el infierno, aquí los pecados son castigados. Aquí mora en la profundidad, quién buscas.

-No-dijo Tetsu- no es él a quién busco.

Ken entornó los ojos, lo miró interrogativo.

-¿entonces?

-Buscó a mi ángel.

Ken le sonrió condescendientemente, asintió y acomodando el cigarrillo entre sus labios de nuevo se paró frente a la puerta.

-sí, es lo que quieres-y dijo-: ¡Hey Minos (4), traigo carne fresca!

Las altas puertas rechinaron, un gélido aliento se extendió por el cuerpo de Tetsu haciéndolo temblar.

-El hades-dijo Ken mientras las puertas terminaban de abrirse-Ya Orfeo intentó lo que tú e Izanagi cruzó la oscuridad de Yomi con el mismo propósito (5). Ninguno de los dos logró salir con su persona amada entre los brazos. Tú quieres a un ángel, es la empresa más difícil que he escuchado. Tal vez… estás tocando la puerta equivocada.

-No, no puedo simplemente pedir que me lo devuelvan, ¿verdad? Él, no me lo devolverá. Necesitó a su opuesto, necesitó de alguien que lo desafíe. ¿Comprendes?

-Comprendo, pero ese que mencionas, no trabaja gratis.

-Es por eso, que vengo a  ofrecer mi alma.

Ken asintió de nuevo y extendió sus manos hacia enfrente mostrándole el oscuro camino detrás de las puertas.

-Bienvenido al infierno, Tetsuya Ogawa.

 

Segundo

El valle de la Lujuria

___

1 Alusión a Evergreen by HYDE: そっと身体に流れる 薬みたいに 溶けて行ったね (Sotto Karada ni nagareru, kusuri mitai ni toketeita ne) Suavemente fluyendo en mi cuerpo, como medicina de vas disolviendo. O bien su versión en inglés: You flow right through me like a medicine. Bringing quiet to my soul (Fluyes através de mi como una medicina, trayendo tranquilidad a mi alma)

2Alusión a Kaze ni kienaide by L’arc en ciel: この風にきえないように君をつかまえた (Kono kaze ni kienai you ni kimi wo tsukamaeta (Para que no desaparecieras con este viento, te atrapé.)

3Yomi no kuni (泉の国) “Tierra de Yomi” el en sintoísmo Japonés, es e lugar a donde van a morar los muertos.

4Minos: en la mitología griega, rey  de Creta e hijo de Zeus y Europa. A su muerte se convirtió en el juez de los muertos en el Hades. En la Divina comedia, juzga los pecados de cada alma y les asigna un castigo enrollando su cola sobre sí mismo, tantas vueltas como círculos debe descender.

5Orfeo e Izanagi: de la mitología griega y japonesa respectivamente, descendieron al mundo de los muertos para recuperar a sus esposas muertas, la única condición para liberarlas era no verlas. Ambos fallaron, y regresaron al mundo de los vivos sin ellas.

 

Notas finales:

Wola!! Espero que les haya gustado e interesado. Es un fic que siempre he querido hacer, pero  no había encontrado lo personajes correctos para ello, y que mejor que Hyde sama para ser el ángel de está historia.

Dejaré notas al final probablemente la mayoria de las veces, el fin es que si tienen dudad de que diablos habló puedan tener una idea, por supuesto en internet encontraran todo más detallado.

Sobre las canciones, la parte en español es mi libre traducción, si estan o no deacuerdo con ella o pueden mejorarla, adelante.

Eso es todo, creo. ¿Acompañaran a Tet chan en el siguiente nivel? Espero que sí!

Hasta la proxima!  

                                continuará...

 


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