— Tommy, Gerad nos invitó a una pequeña reunión en su casa.
— ¿El chino va a celebrar sus cumpleaños?
— Sip, pero solo van a ir los G’s, Andy, tú, yo y las Müller.
— Oh, todo es en familia por así decirlo.
— Exacto! Y nos toca llevar el trago.
— Vodka y tequila? O vodka y ron?.
— Deja pasarle un wa a Georg, para ver que dice.
— Ok.
— “Georgii mi amor, mi amorfo, llevamos vodka y tequila o vodka y ron?”
— “Lleva 2 de todo pequeño William, oh y lleva tus propios condones xD por si acaso xD”.
— “Calla animal :* “
— Dijo que llevemos 2 de cada uno y…condones extra.
— Ok! Yo voy por el lico mientras tú vas por los condones.
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— Fue tan gracioso! La señora se quedó en total shock! Malditos condones con pupitos!!.
— Jajaja y eso no fue lo peor!, lo peor fue cuando le dijo que era un chico responsable por cuidar a su novia.
— JAJAJA y que dijiste!!!? — preguntó Kelly
— Pues, que en realidad era por la sensación cuando mi novio me la metía.
— Omaigad! Le dijiste eso!!??
— Seep, no es mi culpa ser una persona tan honesta.
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— Chicos! Ya que estamos todos reunidos, tengo algo que decirles.— dijo Tom en un tono serio
— Uyuy Thomas está hablando en serio.
— Habla de una vez!.
Tom se acercó hasta donde Bill estaba sentado, lo miró a los ojos, se arrodilló y sacó una cajita, mostrando un hermoso anillo con diamantes incrustados en todo su alrededor.
— Bill, Billy mi amor, te conozco desde hace 10 años, estamos juntos desde hace 8 y ya es hora de dar este paso, William Trümper…¿Quieres casarte conmigo y aguantar por lo que queda de nuestras vidas junto a este sexy hombre?
— Oh Tommy!!, yo…sí! Si quiero!
Tom le colocó el anillo a Bill y se unieron en un un dulce y amoroso beso, mientras sus mejores amigos, sus hermanos de no sangre, su familia, daban aplausos y gritos de emoción.
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— ¿Qué!?, pero ¿Qué pasó?...Kelly pásame a la Puchie.
— Andy vente para la clínica, Tom está grave y de Bill aún no nos dicen nada.
— Pero Puchie ¿Qué diablos pasó!?.
— Tuvieron un accidente saliendo de casa del chino y…Andy ven, por favor, solo estamos Kelly y yo.
— Ya salgo para allá, pásame el nombre de la clínica y la dirección.
— Ok, ok pero apresúrate.
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— Familiares del señor Kaulitz?
— Nosotros —dijo Andreas acercándose al doctor.
— Buenos días, soy el doctor Pejic, el señor Kaulitz se encuentra estable y en unos minutos más lo pasarán a una habitación, cualquier cosa, con la señorita Grey, que tengan buen día.
— Espere doc, y Bill?
— Bill?
— Trümper, Bill Trümper.
— Oh bueno, no se les ha informado nada?
— No, nadie nos ha dicho nada, tenemos toda la madrugada aquí, pero no nos querían decir nada
Se acercó la Puchie hasta donde estaban Andreas y el doctor, no sin antes dejar a Kelly con Gustav.
— ¿Qué pasa?, ¿Hay algún problema?
— Por favor, síganme.
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— NO! Eso es mentira!, dime que es mentira, dime que Bill está bien!, que está en casa esperando que salga de aquí!
— Tom, Tom hijo, lo que dice Gerad, tristemente es cierto…Bill, Bill murió.
— Callate! Él no está muerto!, él no me pudo dejar!!
— Tranquilo, Gerad llama a la enfermera, ahora!
— Si-í señor Kaulitz.
— Es un bastardo!, un maldito cobarde!! Lo odio, lo odio, lo odio por dejarme!
En ese momento entró la enfermera Grey a la habitación y le inyectó un sedante a Tom, para que se tranquilizara y durmiera por lo menos un par de horas.
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—Simone…
— Dime mi amor.
— Podemos, podemos ir a verlo, por favor.
— Sí amor, en 5 minutos salimos.
— Gracias.
Simone – la madre de Bill- y Tom, salieron rumbo al cementerio, mejor dicho, al Campo Santo de la familia Trümper.
Una vez llegado a la lápida de Bill, Tom soltó todas las lágrimas que no había dejado salir, se acercó y sacó una hoja que tenía doblado en el bolsillo.
— Hola Billy…perdóname por no haber venido antes, perdóname por no haberte llorado, por haber dicho que te odiaba, sabes…te extraño, me haces mucha falta, rayos! Tú sabes que el de las palabras aquí eras tú, así que yo te escribí algo…
” Bill, mi pareja ideal, mi alma gemela, mi mejor amigo. Tantos fueron los momentos de risas, de llantos, de peleas y reconciliaciones. Lamento mucho el no haberte pedido que te casaras conmigo mucho antes, me odio por eso.
Me vas a hacer mucha falta, ya me haces falta, Te amo como no tienes idea, que no daría por volver el tiempo atrás y convencerte de quedarnos en casa, viendo o una película de esas tontas románticas que tanto te gustan o simplemente estar sentados en el sillón dándonos nuestro cariñitos de novios de primer grado.
Bill, te llevaste una gran parte de mí, pero lo que no sabes o sabías, es que dejaste parte tuya, sí mi amor, seremos padres, Te amamos Billy”
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FlashBack
Bill y Tom se estaban despidiendo de Gerad, ya que se les había hecho muy tarde y no habían dejado suficiente comida en los platos de Scotty.
— Gracias chicos por haber venido.
— Nah! Tú sabes que eres el pequeñito y 22 no se cumplen todos los días.
— Calla Bill, calla.
— En fin chino, nosotros nos vamos, procura no incendiar la casa y a ver si te animas con la Puchie.
— Tarado, vayan con cuidado, no quiero accidentados.
Dicho esto Gerad entró a su casa, Bill y Tom se dirigieron a la camioneta del raspudo y antes de si quiera poder subir, Bill se giró, quedando frente a frente con Tom.
— Te amo.
—Yo también te amo.
— Ven y dame un beso, pero como si fuera nuestro último beso.
Tom un poco extrañado con las palabras de Bill, unió sus labios en lo que para ambos ese fue el beso más largo y más cargado de amor que se pudieron haber dado.
— Nuestro último beso…de ésta noche.
— Pero solo de ésta noche.
— Ajam…ahora dame las llaves que yo conduciré.
— Y ¿Porqué te dejaría conducir a ti?
— Por que…tú tomaste más y por que te estás durmiendo.
— Ok, ganaste.
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— Papi, ¿Por qué lloras?
— Oh, por nada mi amor, es solo que me acordé de tu papi Bill.
— ¿Extrañas a papi Bill?
— Mucho mi amor, lo extraño demasiado.
— Y…¿Cuándo regresa?
— Él…él no va a regresar, yo voy a ir con él.
— Y…me vas a dejar sola, así como hizo papi Bill.
— No, nunca te dejaré sola, y él no nos dejó solos, él está ahí arriba, brillando para nosotros, como siempre lo ha hecho.
— ¿Me lo prometes por el dedito?
— Te lo prometo por el dedito.
— Sí! Te quiero papito mío — alzó la mirada al cielo y dijo — A ti también te quiero mucho papi Bill.