Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿El amor existe? [ ChanKai ] por K BL

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pareja rara, tomadlo en cuenta antes de leer... 

 

Deja de lado el orgullo y arrodíllate ante él, no puedes contra el amor.

 

ChanYeol :

 

Mi madre siempre me decía que no me fiase de las personas que vivían lamentándose la vida, pero me fue imposible convertirme en el mejor amigo de un “señor vivo lamentándome el pasado” y la verdad, no me arrepiento de ello.

Él vale la pena, aunque siempre este llorando enfurruñado en un rincón. Bueno, ante todos es el sujeto más fuerte del jodido universo, pero cuando está sólo en casa o a mi lado, las lágrimas escurren de sus ojos sin siquiera darse cuenta. Recuerdo cuando lo conocí, él era un pequeño cervatillo que iba por la calle con una sonrisa radiante e incluso ilumino mi aburrido día con su melodiosa voz, recuerdo que jugueteaba con un chiquillo bajito que sonreía de igual forma, solían lucir felices. Es una lástima que ahora parezcan dos figurillas de hielo.

Él siempre solía decirme que soy demasiado frívolo, que si seguía así, jamás conseguiría a alguien que desease pasar sus días a mi lado y sí, siempre le ignoraba continuando con mi rutina. No es que no me agradara conocer personas, sólo que no deseaba una persona que me estuviese controlando a cada momento y además, no estaba para llorar por algún tonto adefesio que sólo se burlara de mis sentimientos, como le sucedía a él.

Quizás no debí permitir que aquel tipo se robase la luz que iluminaba sus ojos o el brillo de su sonrisa, tal vez debí proteger su inocencia… Fue una lástima que no me di cuenta a tiempo de que aquel demonio había acabado con ese hermoso ángel, porque ahora me reprocho por nunca haber pateado el culo de LuHan cuando me enteré de que jugaba con mi mejor amigo.

Pero yo no tenía una pareja, jamás había conocido lo que es el amor incondicional a un ser que deseas mantener para siempre a tu lado. Muchas personas creían gustar de mí y me coqueteaban sin reparos, más nunca les di una oportunidad.

Primero fue Yoona y sus vanos intentos por conquistarme, después vino Sulli e intento tomar mi corazón, pero nunca lo permití. Luego estaba Jessica, que trato con todas sus fuerzas de conseguir meterse en mi cama, jamás lo logro y de esa forma vinieron muchas más, pero nadie logro nada.

Soy un caballero, no jugaría con una dama ni con nadie.

Y entonces tuve otro amigo, originalmente era amigo de JongDae, pero él me lo presento y trajo un poco de caos a mí controlada vida. De ser un amable y dedicado caballero, pase a ser un sujeto medio rebelde pero sin dejar de lado al educado Yeol.

Jugueteaba con él, reía y hasta hacia tonterías, no el tipo de tonterías que hacía con el frágil JongDae o el dulce KyungSoo, sino esa clase de tonterías que haces con una persona que te gusta o eso fue lo que me dijo mi mejor amigo.

Pero él tenía a alguien más, simplemente no podía ir ahí y romper algo tan lindo, por lo que opte por buscar una relación con alguna de las chicas. Cosa que JongDae impidió, diciéndome que era tonto que intentase obligarme a estar con alguien a quien no quiero.

Y fue de esa forma como seguí siendo un solitario hombre en un mundo de luces tenues e incendios repentinos.

Yoona iba todos los días a mi casa y me llevaba de comer, con la tonta idea de que quizás con el tiempo podría atraparme. Decidí que quizás podría darle una oportunidad, pero las cosas pasaron muy a prisa y termine enredado en una bruma obscura que hacia mi cabeza doler.

JongDae daba muy buenos consejos, pero jamás podría darse uno a sí mismo y seguirlo con exactitud y aunque fuera un chiquillo maravilloso, ese idiota lo destruyo. Porque cuando quise darme cuenta, él lloraba en un rincón por aquel sujeto sin escrúpulos.

Ese día descubrí que el amar a alguien es doloroso, que lo es, sí la otra persona juega con tus sentimientos. La irá me poseyó, pero no hice más que abrazar el delicado y delgado cuerpo de mi mejor amigo, aprisionándolo en mis brazos mientras meditaba lo que había pasado en los últimos días.

Primero sucedió lo de BaekHyun y sus mil formas de rechazarme indirectamente, así fue como comprendí que él tenía a alguien más a quien quería, por eso me fui por otro lado.

Después me entere de que el sujeto aquel se estuvo burlando de mi personita especial, a esa que tanto me empeñe en proteger y que cuando me descuide un momento, la hicieron trizas. Luego note que KyungSoo era hermoso y que fue tan lindo al apoyar a mi bebé en todo momento, sacándolo de aquel feo agujero… y después, algo que jamás hubiera imaginado me sucedió; ahora estoy en una relación y siquiera supe en que momento sucedió.

 

 

Era un día frío y estaba en una cafetería, bebía un té de limón mientras esperaba a que JongDae me llamase y así pudiéramos vernos más tarde, ya estaba deseando apretujar sus mejillas y hacerlo sonreír para que así dejase de pensar en aquel tipo. Mi mente estaba en caos, pensando en un sinfín de situaciones.

­—Hola— me gire y observe de quien provenía la voz que interrumpió el hilo de mis pensamientos, encontrándome con un niño bastante lindo.

—Hola— salude de vuelta y una sonrisa adorno sus rojizos labios, mientras sus mejillas se teñían de un tenue rosa pálido.

— ¿Me permitirías ser el único que siempre este aquí?— preguntó a la par que apuntaba al puesto a mi lado, sinceramente no comprendí y simplemente asentí. — Gracias Yeol—susurró colocándose a mi lado y tomo mi mano, intercalando nuestros dedos.

Le miré extrañado y ligeramente impresionado, él sabía mi nombre sin que me hubiese presentado y justo en este momento estaba invadiendo mi espacio personal con aquel íntimo agarré. Pero no dije nada, no era quien para negarme a verle sonreír de aquella forma tan radiante.

 

 

Él siempre sonreía y sostenía mi mano, esperando a que dijese alguna frase memorable o tan sólo pasar el rato conmigo. Al principio no comprendía nada, luego me di la oportunidad de sentir la felicidad que le provocaba a aquel pequeño ser, que nunca se dio a la tarea de hacerme mal y siempre luchando por verme sonreír.

Su risa me causaba cosquillas, provocándome ataques de risa al escucharle reír o sonreír al verle contento. Él despertó en mí algo que creí que nunca sería capaz de experimentar, por él me volví la persona más dulce del universo… pero sólo para él.

Adoraba presionar sus mejillas que se sonrojaban cuando le susurraba algo dulce al oído, o verle mordisquear su labio cuando besaba su mejilla. Era tan inocente y lindo que no podía quitar mis ojos de encima de él, tenía la esperanza de llegar a conocer el amor a su lado.

 

 

Estaba sentado en una banca mientras esperaba a que él apareciera, hoy hacia un buen día y había un clima muy agradable. Observe el cielo azul que se extendía magistral sobre la ciudad, admirando los suaves rayos de sol rozar las nubes, perdiéndome en las sinuosas y esponjosas figuras, no me di cuenta en que momento él llego.

—Buh— escuche y me sobresalte un tanto, e instintivamente me giré para verle ahí; él lucía hermoso con aquella sonrisa radiante que me invito a sonreírle.

—JongIn— salude y él rió mientras tomaba el lugar a mi lado, recurriendo a su manía de tomar mi mano con la suya e intercalar nuestros dedos en el proceso.

—Te he extrañado bastante— admitió tomándome con la guardia baja, le observe con los ojos bien abiertos, notando como miraba al frente y sin poder evitarlo suavice las facciones de mi rostro.

—No lo hagas más, ya estoy aquí… contigo— aseguré y apreté el agarré entre nuestras manos, él soltó un suspiro y se lanzó a mis brazos, apretándose fuerte contra mi pecho.

—Gracias por estar aquí, no quiero estar sin ti… nunca— susurró y deposito un beso en la base de mi cuello, logrando que un nudo se formará en mi garganta.

 

 

Adoraba verle sonreír mientras corría hacia mí, me encantaba ver sus mejillas sonrojadas cada que admitía extrañarme, me fascinaba ver sus ojos brillar cuando me susurra un “Me gustas”. Él sabía cómo derribar todas mis defensas, sentía que cada día estaba más cerca de volverse indispensable…

A pesar de que solía sostener mi mano con firmeza, o besuquear mis mejillas… Yo, yo nunca le dije que le quería o que me gustase, tampoco tuve la oportunidad de saborear sus rosados labios.

Besarlo se volvió una especie de fantasía, sostenerlo entre mis brazos un objetivo y protegerlo en mi delirio, tenía la ilusión de poder hacerle feliz… Pero una felicidad sincera, no una simple mascara o fachada que dijera que era momentáneamente feliz, deseaba verle feliz por siempre y es que su sonrisa era la cosa más hermosa que jamás hubiera visto.

 

 

—ChanYeol — escuche que me llama, más esta vez no me giré y me mantuve estático en mi puesto.

— ¿Sí? — cuestione con cautela, encontrándome con su figura plantada frente a mí.

—Te quiero— exclamó y se acomodó entre mis brazos, pegando su frente a mis labios y me fue inevitable sonreír, él era adorable.

—El sentimiento es mutuo— susurré contra su piel, luego deslice mis labios por su cara hasta llegar a aquellos belfos rojizos y deje de respirar al sentir su aliento impactar contra mis labios, ebrio con su aroma me aventuré y posé mis labios sobre los suyos, le bese suavemente, sólo un simple roce.

El “Te quiero” quedo atrapado entre nuestros labios, mientras compartíamos el primer de muchos besos.

 

 

Mis días se han vuelto cada vez más interesantes, podría decirse que casi insólitos por el simple hecho de tener a JongIn ahí, a mi lado.

He comenzado a creer que podría soportar muchas cosas terribles si él está a mi lado, pero otras creo que las cosas se vuelven hermosas porque él está aquí, conmigo. Otras veces, JongDae me ha dicho que parezco un adolescente enamorado y yo, me niego rotundamente a creer esa patraña.

¿El amor existe siquiera?

Yo creo que no, quizás porque nunca lo he experimentado y puede que con el tiempo cambie de opinión.

En otros temas, mis sueños han comenzado a tomar forma y vida, ahora hay colores, luces, flores, matices, felicidad… Y en todos, él está presente.

Desde que le conocí, comencé a flaquear y dudar de mi creencia en que el amor no existía, porque él parecía un chiquillo enamorado, que lleno de ilusiones se pavoneaba a mi alrededor y me contagiaba con su alegría inexplicable e inagotable. Me volvía loco que besara la comisura de mis labios para después reír con diversión, como si hubiese hecho alguna especie de travesura.

Él lucía tan inocente, tan puro y adorable… Él comenzaba a atrapar mi mente, a monopolizar mi tiempo, a volverse indispensable, a volverme dependiente de su presencia.

Su aroma a frutas del bosque, aquel embriagador olor que me mareaba si no lo olía a mí alrededor, había impregnado mi alma con su dulzura, con su cariño y calidez. Él, él había derretido el glasear que resguardaba mi ser.

Cuando quise darme cuenta, él ya era parte de mí y me estaba enamorando sin reparos ni temores.

 

 

Observaba un partido de soccer en la TV, época mundialista, época para ver fútbol desde el amanecer hasta el anochecer. El sueño de mi vida, ver a Cristiano Ronaldo, mi ídolo, levantar la orejona con el Madrid.

Estaba tan inmerso en el partido, que no me di cuenta en qué momento se instaló a mi lado y tomo mi mano, intercalando nuestros dedos juntos.

—Te amo— me voltee a verle, encontrándome con su mirada brillante, con esos hermosos orbes color caramelo envolviéndome en sus cálidas y sinceras palabras, aunque yo estaba renuente a creer que él había dicho eso.

El amor no existe ¿Verdad?

— ¿E-eh? — sé que soné como un completo imbécil, el acababa de confesarme sus sentimientos hacía mí y yo sólo respondí con un monosílabo a modo de cuestión, sin embargo, él sonrió de la forma más dulce posible y beso mi brazo, acurrucándose cual gatito.

—Te amo Yeol— repitió, dándole otro beso a mi cuerpo, pero esta vez en mi hombro, luego volvió a decir aquello y beso un poco más arriba, luego un poco más y más, hasta que hubo alcanzado mis labios. Sello ese momento hermoso con un beso.

Y bebiendo el dulce elixir de sus labios, me descubrí a mí mismo correspondiéndole, amándolo.

Yo, el hombre que juraba y perjuraba a su mejor amigo, el amor era una ilusión a la que el ser humano se sometía con la intensión de buscar calor de otro ser  vivo.

—Y yo a ti, te amo JongIn—susurré cuando el beso se hubo acabado, él sonrió aún más amplió y radiante que hace un momento, con lágrimas surcando sus ojos, pero antes de que estás abandonasen sus ojos, él se abrazó fuertemente contra mi pecho, ocultando su rostro entre mi cuello y hombro.

—Creí que jamás lo dirías, me hace feliz que puedas amarme como yo a ti— murmuró, casi tan quedo que me podría haber pasado desapercibido, sin embargo, yo estaba ahí para escucharlo, consolarlo, para cuidarlo, quererlo, para besarlo, abrazarlo… Estaba ahí para amarlo, porque él fue en primer lugar quien me enseño que es el amor.

 

 

Desde entonces, nunca he vuelto a dudar del amor… Ahora creo que existen diferentes tipos de amor, porque todo depende de quién te enamores y si esa persona es capaz de lidiar con tan bello sentimiento.

Porque cuando te enamoras, dejas de pertenecerte a ti mismo y tu mente se intoxica de ese ser, que magistral se posa en lo más alto y profundo de tu ser, tomando todo y nada a la vez.

Bueno, que voy a contarles yo del amor, sí esta es la primera vez que me enamoro y ha sido de una forma pura, no como la mayoría lo conoce…

Mi versión de amor es diferente a la de JongDae, más eso no significa que él no conozca el amor o que no fuera él quien en primer lugar, me dijo que me había enamorado.

 

Gracias JongDae, gracias JongIn…. Ustedes me han hecho creer y sentir el amor en su forma más pura, inocente y limpia.

Ahora me declaro firmemente enamorado de Kim JongIn, mi dulce y adorable novio. 

Notas finales:

Sí desean dejarme algún comentario, pueden hacerlo, sin duda me harían muy felices con ello. 

 

Por primera vez, voy a dejarles algo de lo que quizás me arrepienta, pero lo dejaré para mis lectoras adoradas. 

 

Mi WA: (52) 3314855053.

Cualquier cosa, pueden contactarme por ahí y por supuesto, atendere de inmediato a sus comentarios, dudas, quejas y sugerencias, además de que pueden pedirme lo que deseen desde ahí. -Menos dinero, porque estoy gastada porque voy a irme de viaje.- 

 

Bye bye, les amo. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).