06:00 AM - 11:45 AM
-Rei-
Despierto de golpe con el sonido del despertador -¡Nunca me pasa eso!- Normalmente estoy despierto antes de que suene la alarma, pero ayer estuve hasta tarde y creo que estar desvelado con frecuencia me está pasando la cuenta. Tengo sueño, estoy cansado y lo más probable es que tenga unas gigantes ojeras, las cuales son para nada hermosas.
Me levanto de mala gana y perezosamente me dirijo al baño, al llegar me desvisto y entro a la ducha para darme un baño de agua fría y despertar mi cansado cerebro que aun se encuentra dormido. Mientras me baño pienso en cómo le diré a Nagisa lo que siento por él o más bien cómo averiguaré lo que siento por él, pero creo que es demasiado temprano para estar pensando en eso, ahora en lo que tengo que poner todas mis fuerzas es en el examen de física que tengo hoy… Medito un momento…-Examen de física-…- física-…-¡¡Oh!! ¡¿Cómo pude haberlo olvidado?!- . Salgo de la ducha desesperadamente, me coloco una toalla y me voy corriendo a mi habitación, al llegar a esta busco con rapidez mi uniforme y me coloco la camisa, la corbata, la chaqueta, los calcetines, etcétera. Voy a la cocina saco una leche en caja, mi almuerzo y un poco de fruta para el camino. Tomo mis llaves y me encamino a la puerta, al llegar al recibidor me pongo los zapatos. Cuando estaba en posición de irme me di cuenta de un pequeño detalle, en vez de pantalones llevaba una toalla color rojo y para remate tampoco había traído conmigo la mochila. Me devuelvo a mi pieza y me pongo los pantalones apresuradamente. Saco un par de libros de mi estante y los echo a la mochila. Ahora sí está todo listo. Corro a la salida, cierro a la puerta y me voy trotando a la estación. A todo esto son las 06:20 de la mañana, si me apresuro alcanzaré el tren de las 06:30.
Mientras corro pienso: El examen es a las 11:25 AM, si me salto las tres primeras horas de clases podré estudiar tranquilamente en la biblioteca. Llegaré a la escuela aproximadamente a las 07:25 AM, desde entonces tengo 4 horas exactas para dedicarme a preparar la prueba. Muy bien, todo planificado.
Al llegar a la estación, compro el boleto rápidamente y me dirijo al andén. Son las 06:28 AM, por suerte llegué a tiempo. Al cabo de dos minutos, el tren se detiene en la estación. Está casi vacío, este abre las puertas y me apresuro a tomar un asiento. Ya me encuentro más calmado y si logro hacer todo lo que tengo planeado, el examen no tendría por qué salir tan mal. Saco un par de libros, comienzo a leer y ejercitar.
Cuando ya han pasado 45 minutos, el tren ya se iba a acercando a la estación de mi destino. Guardo mis libros en mi mochila, me levanto de mi asiento y me dispongo a bajar del vagón. Al bajar de este salgo corriendo en dirección a la escuela para “ganar” algo de tiempo para estudiar. Durante el camino saco mi teléfono móvil y lo apago. En estos momentos lo que menos necesito es algún tipo de distracción. De pronto recuerdo a Nagisa -¡Oh! Lo dejé esperando en la estación… ¿Qué me está pasando hoy?-. Ha sido una mañana maldita – Deje a mi novio plantado, e-esto, esto es ¡Para nada hermoso!-. ¿Cómo se supone qué olvide a mi novio? ¿Ahora qué haré? ¿Qué le diré? ¿Se enojará? Nagisa-kun perdóname, pero este examen es muy importante para mí. Estoy más que seguro que él entenderá -¡Tiene que entender!- digo en voz alta. Algunas personas me miran extrañados, sin embargo decido ignorarlas.
Ya no importa Nagisa, ahora debo concentrarme en estudiar. En este último tiempo he estado muy desconcentrado de mis deberes a causa de él.
Llego a la escuela y me dirijo directamente a la biblioteca, subo las escaleras, corro por un par de pasillos y finalmente llego a esta. Veo la hora en el reloj mural, son las 07:25 AM. Tengo el tiempo suficiente para estudiar. Busco un lugar en dónde sentarme, encuentro uno que da a la ventana y que más tarde será alumbrado por los rayos del sol, eso me servirá para mantenerme despierto. Me siento y de inmediato saco mis libros, mis apuntes y un par de lápices para poder ejercitar.
Por fin puedo concentrarme… Por fin podré estudiar.
Han pasado tres horas en las cuales no he parado de estudiar, me comienza a doler la cabeza y decido salir de la biblioteca para despejarme un poco, beber un poco de agua y terminar mi jornada de estudio.
Caminaba tranquilamente por el pasillo en dirección al baño, cuando me percaté de que Nagisa venía subiendo las escaleras, sus ojos se encontraban rojos, al parecer había llorado.
Entonces me decido a llamarlo - ¡Nagisa!
- Rei - Dice en un tono sorprendido
Sus ojos se comienzan a tornan vidriosos y noto un pequeño temblorcillo en sus labios. Lo más probable es que está intentando decir algo pero no puede hablar. Por un momento hubo un silencio bastante incómodo hasta que me decidí a hablar -Hola
Él me miró y me preguntó -¿Tienes idea de qué fecha es hoy?
La pregunta me ha tomado desprevenido.Intento recordar, pero no recuerdo nada importante a parte del examen de hoy. Comienzo a asustarme al ver su expresión triste. Entonces Nagisa me saca de mis pensamientos.
-¿No lo recuerdas verdad? - dijo sollozando
-¿Recordar qué? - digo un tanto sorprendido
Me mira fijamente, comienzan a descender lágrimas de sus ojos y lo único que logró decir fue - ¡¡Hoy cumplíamos seis meses de ser novios!! ¡¡Idiota!!
Al terminar su frase subió corriendo las escaleras y lo perdí de vista.
Quedé helado. Aun en shock logré sentarme en un escalón, estoy realmente sorprendido, definitivamente hoy ha sido un día asqueroso. Olvidé por completo un examen por pensar en Nagisa, pero olvidarme de esto - ¡Seis meses!- Tanto tiempo que esperaba esta fecha ¿Cómo se me pudo olvidar esto? ¿Por qué me pasan estas cosas a mi? Yo lo único que quería para esta fecha era decirle lo que sentía por él, quería aclarar estos sentimientos, quería que fuera especial, pero ha salido todo lo contrario.
Luego de un par de minutos, decido levantarme de mi asiento y bajar los escalones que me faltaban para llegar al baño. Al llegar a este me enjuago la cara, miro el espejo y en ese instante viene a mí la imagen de Nagisa llorando, he roto su corazón. En ese momento sentí rabia de ver mi rostro y como si fuera inercia golpeé el espejo, en un instante este se quebró y cayó en pedazos. Siento un ardor muy fuerte y mi mano comienza a sangrar, doy el agua de la llave y comienzo a enjuagar la zona en donde me corté - ¡Oh maravilloso, ahora me corté la mano!-.
La herida comienza a arder, la sangre comienza a brotar nuevamente y comienzo a caminar en dirección a la enfermería. Por suerte esta queda muy cerca del baño. Al llegar a esta, pido permiso y abro la puerta. Ya estando dentro la enfermera se levanta rápidamente a ver lo que me sucedía.
- ¿Pero qué ha sucedido? - pregunta preocupada.
- Golpeé el espejo del baño – respondo un tanto avergonzado de mi impulsivo acto.
Me mira un tanto enojada - ¿Cómo se le ocurre hacer algo cómo eso? ¿En qué estaba pensando?
- Fue un arrebato de mi parte, cuando contengo mucha rabia y esta explota, suelo golpear cosas
- Entiendo – dice la enfermera con un tono de extrañeza – Ahora déjame ver tu mano.
Le acerco mi mano, ella la toma y se dirige a un lavabo cercano. Da el agua y pone mi mano bajo chorro. Se aleja por un momento en busca de algo. Al regresar, vuelve con un par de apósitos, entonces comienza a limpiar la zona herida. Cierra la llave y me pasa unas toallas de papel para que me seque. Me hace unas señas de que me recueste en la camilla, le hago caso.
Se acerca a mí y me dice – Bueno, ahora limpiaré esta herida, removeré los pedazos de vidrio que queden para finalmente hacer una sutura.
- Disculpe, pero ¿Cuánto tomará esto? – Pregunto un tanto asustado - No por un simple corte voy a perder mi examen
- No se preocupe, dentro de 30 minutos todo estará listo
-Gracias
Al cabo de un poco más de media hora, ya tenía vendada mi mano, con una pequeña sutura. Me bajo de la camilla y agradezco a la enfermera, ella me dice – Ryugazaki-kun, al terminar su examen debe ir un hospital, para que le pongan la vacuna contra el tétanos. Venga luego y le daré una orden para esa vacuna.
- No se preocupe iré a penas concluya la evaluación – Respondo cortésmente.
- Ah y otra cosa más, venga en 4 días más para retirarle los puntos.
- Estaré aquí sin falta, con su permiso – Hago una reverencia y me retiro del lugar.
Me dirijo nuevamente a la biblioteca a retirar las cosas que había dejado. En el camino lo único que hay en mi cabeza es la imagen de Nagisa llorando. Siento una presión en el pecho, me duele el haberle hecho daño ¿Cómo puede ser tan estúpido al olvidar esta fecha?... Ahora debo disculparme con él ¿Me disculpará?... Lo más probable es que no me quiera ver ni en pintura, pero no pierdo nada con intentarlo.
Llego a la biblioteca, retiro mis cosas y me encamino al salón de clases. Simplemente el hecho de hacer llorar a Nagisa es devastador para mí y esa presión en el pecho se hace más fuerte. Me apoyo en una pared cercana y comienzo a descender hasta llegar al piso. Esto es muy frustrante para mí, yo no quería que sucedieran así las cosas, yo no quería hacerlo sufrir. Sin darme cuenta la primera lágrima cayó de mis ojos y esta dio paso para que las demás vinieran sin previo aviso. Abracé mis rodillas, guardé mis lentes y lloré en silencio. Creo que esto es mil veces peor que olvidar un examen.
Pasaron un par de minutos y siento que alguien se apoya en mis rodillas. Levanté la vista para ver quién era, era una chica muy bella y me miraba un tanto preocupada, ella me pregunta - ¿Te encuentras bien?
Sequé mis lágrimas con mi brazo y en voz baja respondí- La verdad es que no, no me encuentro bien.
- ¿Puedo ayudarte en algo? – y me sonrió cálidamente.
- No te preocupes, ya estaré mejor.
- Cambiando de tema, ¿Tú eres Ryugazaki Rei? Vamos en la misma clase.
- Lo sé, y tú eres… Hatsushi Mika ¿No es así?
- ¡Sí! Pero puedes decirme Mika.
- No tenemos la suficiente confianza para dejar las formalidades.
- Está bien pero no es necesario que te pongas tan serio. Ahora debemos irnos ya se nos hace tarde para el examen de hoy – En el acto se levanta y me tiende su mano.
- Por favor no me recuerde ese examen, me ha traído muchos problemas hoy – Tomo su mano y ella me ayuda a ponerme de pie.
Nos pusimos en marcha hacia el salón, íbamos caminando silenciosamente, hasta que ella me pregunta – Ryugazaki-kun ¿Qué te sucedió en la mano?
- Eh bueno, me corté con un espejo.
- ¿Te duele? ¿Es muy grave?
- Sí me duele, pero no es grave.
- Oh, ya veo – Hace una pausa – Disculpa lo entrometida pero… ¿Por qué llorabas?
- Algunos problemas.
- ¿Puedo preguntar cuáles?... Claro si deseas hablarme de eso.
- Preferiría no hacerlo
- Entiendo – dice un tanto desanimada.
Seguimos caminando hasta llegar al salón. Cuando entro a este lo primero que veo es la cara de Nagisa, me mira desconcertado y cubre su rostro con sus manos. Sus ojos estaban rojos e hinchados, como si hubiera llorado por largo rato. Al verlo así, nuevamente las ganas de llorar se apoderan de mí, pero debo contenerme. Agacho mi cabeza entro a la sala y tomo asiento. Miro la hora son las 11:45 AM, entra la maestra a la clase. El examen ha comenzado. El examen que me ha traído más problemas en toda mi vida.