11:45 AM - 01:45 PM
-Nagisa-
Me arden los ojos de tanto llorar ¿Por qué Rei-chan es tan insensible? ¿Por qué hace esto conmigo? ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? ¿Por qué?
Yo pensaba que nuestra relación era seria, porque por lo menos para mí lo es. Me había preparado mucho para esta fecha. Durante semanas estuve planificando esto, pensé minuciosamente en que regalarle, que iba a decir y que haría para que él se sintiera especial. En esta ocasión yo quise haberle dicho que lo amaba… Pero es un completo idiota ¿Cómo pudo olvidar una fecha tan importante?... No me puedo explicar el cómo, ni el por qué de esta situación… Lo único que tengo claro en estos momentos, es que para mi desgracia estoy enamorado de un tonto.
Siento muchas de ganas llorar, tengo un nudo en la garganta y siento el pecho apretado, esto es casi insoportable… Ahora ¿Qué debería hacer? ¿Qué le diré? ¿Me buscará? ¿Seguiremos estando juntos?... La última pregunta me hace imaginar lo peor, no podría soportar la idea de dejarlo, no quiero dejarlo.
Creo que no aguanto más la presión de todo y exploto en llanto, me tumbo en la mesa, cubriendo mi cara para intentar “disimular”, pero toda la clase se percató de que lloraba. La profesora lo único que dijo fue – Clase, por favor concéntrense en su examen, yo veré lo que le sucede a Hazuki-kun.
Se acercó a mí, me toco suavemente el hombro y me dijo -Hazuki-kun ¿Se encuentra bien?
Aun apoyado en mi mesa, entre sollozos y lágrimas, logré hacer un gesto de negación.
- ¿No prefieres ir a tomar un poco de aire? Para que te calmes un poco.
Levanto mi cabeza y la miro, seco un poco mis lágrimas y con un nudo en la garganta logro decirle – Po-por favor, n-necesito salir.
Ella me mira conmovida, me hace un gesto de que espere y se dirige a la puerta, hace un par de señas con sus brazos y en un par de segundos aparece un inspector en el salón. Nuevamente se acerca a mí y me dice – Ven, acompáñame, vamos a tomar un poco de aire- en el acto ella comienza a encaminarse hacia a la salida y me hace un ademán para que la siga.
Me levanto de mi asiento lentamente y comienzo a seguirla. En el trayecto logré escuchar un “Fuerza Nagisa” y un “Cuídate mucho Nagisa-kun”, a los cuales yo respondí con una muy poco convincente sonrisa, en señal de agradecimiento a su preocupación.
Al estar fuera de la sala de clases, la maestra me dice – No tienes por qué preocuparte por el examen, luego lo podrás rendir con más tranquilidad, en ese estado no podrías hacer nada-
- G-gracias Aya-chan-sensei – digo entre lágrimas.
Ella comienza a caminar y yo la seguí. Recorrimos lentamente varios pasillos de la escuela. Yo seguía llorando, encerrado en mis pensamientos, no puedo parar de pensar en todo lo que ha pasado hoy, definitivamente hoy ha sido un día fatal.
Estúpido Rei. Siento mi pecho apretado y el nudo de mi garganta es muy fuerte. Creo que estoy en una pesadilla, uno de mis grandes temores se ha vuelto realidad. A la persona que más amo no le importo. Nunca en mi vida me había sentido tan triste. Me detengo en la mitad del pasillo y lloro con rabia, impotencia y frustración, me siento realmente mal, no quiero estar aquí, quiero desaparecer, quiero correr y nunca más regresar. Cubro mi cara con mis manos y sigo llorando. De pronto siento que alguien me rodea con sus brazos y me abraza con fuerza. Entonces una voz maternal me habla –Hazuki-kun, sé que debes estar muy triste, pero debes comenzar a calmarte.
Creo que al oír estás palabras me sentí más aliviado y comencé a tranquilizarme. Luego de unos minutos ya había controlado por completo el llanto, entonces levanté mi rostro y miré a mi profesora, ella me sonrió y me dijo - ¿Ves? ya estás mejor - Se separa de mí, acaricia mi rostro y me pregunta amablemente–¿Cómo te sientes?
Pienso un momento y luego le respondo -Me siento igual, igual de triste, igual de frustrado, tengo mucha rabia, pero aun así me siento más liberado… Gracias por su preocupación- y le hago una pequeña reverencia.
- No te preocupes, es lo menos que puedo hacer por un estudiante tan alegre como lo eres tú, además debo preocuparme por el bienestar de mis alumnos… Ahora, estos últimos días has estado muy animado y has dado muy buenas ideas en clases ¿Qué hizo que tu ánimo cambiara tan bruscamente?
- Ehh bueno... es que yo… la verdad es quee… yoo
Se ríe de mi balbuceo –Mira, mejor vamos a comer algo, todas estas emociones te debieron haber dejado exhausto ¿No crees? Podemos ahí conversar mejor.
- Creo me agrada la idea de comer algo.
- Ven vamos, sígueme iremos a tomar algo.
Asiento con mi cabeza y emprendemos camino al casino. En todo el transcurso mantengo silencio y comienzo a analizar todo lo que me ha pasado hasta ahora. Definitivamente debo hablar con él, debo enfrentarlo, debo saber el por qué de toda esta situación. Esta era la única fecha que íbamos a celebrar, este era el único “cumple mes” que conmemoraríamos. No hablábamos mucho del tema, para que todo fuera una sorpresa, esto para mí era especial. Sé que él es bastante cerrado con sus sentimientos y estas cosas tan cursis le son difíciles de hacer, pero tenía muy claro que esto era realmente muy importante para mí. Al parecer esto no le importó en lo absoluto, duele saber que a la persona que amas no le interesas, pero creo que antes de juzgar debería conocer su versión de las cosas, pero por ahora no verlo, oírlo o sentir su presencia cerca, no quiero saber nada de él hasta que me sienta capaz de enfrentarlo. De pronto alguien interrumpe mis pensamientos –Hazuki-kun ¿Qué quieres para beber?- era mi profesora la que preguntaba.
Yo un poco confundido le respondo –Ehh, me gustaría un néctar de de frambuesa.
- ¿Te apetece algo de comer?
Ahora que lo recuerdo no alcancé a comer nada para poder llegar a la hora a la estación, mi estómago está realmente vacío. Observo la vitrina, hay un montón de variedades de tartas, pero hay una que me llama a gritos, entonces contesto –Me gustaría comer una tarta de frutillas.
-Una tarta de frutillas será- Me sonríe amablemente y comienza a hacer la orden.
En eso, yo me quedé anonadado con tanta variedad de pasteles, se veían tan deliciosos y suculentos ¡Los comería todos y cada uno de ellos! Babeo un poco hasta que Aya-chan-sensei me llama –Hazuki-kun, está lista su orden.
- Ya voy, gracias- digo más entusiasmado.
Me despego lentamente de la vitrina y me dirijo al mesón a retirar mi pedido, doy las gracias y me dispongo a seguir a mi profesora, quien me está esperando con una taza de café en la mano. Nos sentamos en una mesa cercana, entonces le digo – ¡Gracias por la comida!
- Por favor, no es necesario que me lo agradezcas, esto no es nada.
- ¿Cómo no le agradecería a la persona que me ha comprado el desayuno?
- ¿Desayuno?
- Sí, este es mi desayuno.
-¡¿Cómo que es tu desayuno?! ¡¿Tienes idea qué hora es?!
- No había sentido hambre en todo el día hasta que vi la vitrina con tartas.
- Debes cuidar tu alimentación, eres deportista, necesitas alimentarte apropiadamente y no comiendo, haces muy mal… Dios ¿No tienes hambre?
- Ahora estoy casi muriendo de hambre.
- ¿No te apetece nada más de comer? Ya ha pasado mucho tiempo desde que no comes.
- Creo que sí.
- ¿Qué quieres ahora?
- Me gustaría una tarta de arándanos.
- Espera aquí, iré a ver qué hago.
En el acto se levanta de su sitio y fue nuevamente al mesón. En menos de un minuto ella volvió con una tarta de arándanos. Se veía suculenta, deliciosa, maravillosa, básicamente brillaba con todo su esplendor. La tomé en mis manos, se me hizo agua la boca con sólo mirarla, no aguanté más y me la eché a la boca, simplemente exquisito.
Al terminar de comer me percato que Aya-chan-sensei me está observando, toma un sorbo de café y me pregunta –Ahora… ¿Me quieres contar lo que ha sucedido para que te tenga de esta forma?
La miro intrigado, creo que me ha tomado desprevenido, pero aun así respondo –Tengo algunos problemas con… mi… novia- Mentí.
Muy pocas personas sabían de mi relación con Rei, sólo sabían Haru-chan, Mako-chan, Gou-chan y Rin-chan.
Estoy un poco nervioso, no acostumbro a mentir, pero debo admitir que soy bueno haciéndolo.
- Hazuki-kun, te noto un poco nervioso ¿Te incomoda hablar del tema? Si te incomoda, no debes preocuparte yo entiendo que no quieras hablar.
- Desearía omitir el asunto por un momento, necesito sentirme mejor, no me gusta sentir esa presión en el pecho y mucho menos ese incomodo nudo en la garganta.
- Me alegro que quieras sentirte mejor, pero también debes solucionar tus problemas, meditar bien las cosas y hablar con tu novia, aclarar los malos entendidos y cerrar el tema.
Pienso un momento en lo que me acaba de decir, tiene toda la razón y precisamente eso era lo que tenía planeado hacer, creo que las relaciones de pareja son más difíciles de lo que me imaginaba.
- Gracias por su consejo, creo que tiene la razón- En respuesta ella me sonríe amablemente y toma un sorbo de café.
- Hazuki-kun, hay algo en ti que me tiene sorprendida, eres una persona muy sensible y en chicos de tu edad eso es bastante extraño.
- Creo que algunas circunstancias me han hecho así… La verdad es que tengo tres hermanas mayores y cuando yo era más pequeño me molestaban, me vestían de mujer y jugaban a que yo era una niña, además de que tengo el nombre de una. Y por eso en muchas ocasiones me sentí como una chica. En lo general soy bastante sensible, aunque a veces me gustaría ser más frío, creo que las cosas se simplificarían mucho, en este tipo de situaciones no me gusta ser yo… En estos momentos quiero desaparecer y no volver jamás.
Ella me mira comprensivamente, medita por un par de segundos y me dice – Hazuki-kun, que seas una persona sensible no tiene nada de malo, en muchas ocasiones es bueno serlo, ya que te da la capacidad de ponerte en el lugar del otro y saber cómo se siente… Ahora debes aprender a que entra y que no a tu corazón, sino sufrirás mucho en la vida.
- Tiene razón, a veces ser sensible no es tan malo, sólo debo aprender a qué dejar entrar en mi corazón.
- Cambiando de tema… Por el examen no debes preocuparte por ahora, ya lo rendirás con más tranquilidad más adelante, pero por favor necesito que busques mañana a primera hora para acomodar la fecha ¿Está bien?
- ¡Sí! Muchas gracias.
- ¡Ah! Y otra cosa, si gustas puedes tomarte la tarde libre. Para que pienses y te relajes un poco.
- Es bastante tentador, pero ya me siento mucho mejor, además hoy tengo entrenamiento y no puedo faltar, queda cada vez menos para la competencia regional- Saco mi teléfono móvil para ver la hora, son las 13:15 PM, ya es bastante tarde. Me levanto de la mesa, me reverencio ante mi maestra y le digo –Gracias por todo lo que ha hecho hoy por mí Aya-chan-sensei.
- No tienes por qué agradecer, ha sido un placer ayudarte- Me dice dulcemente.
- Ahora si me permite debo regresar a clases.
- Puede retirarse.
Me retiro del lugar con una rápida reverencia y me dirijo al baño para refrescarme un poco.
En el trayecto pienso en lo que conversé con Aya-chan-sensei y ella tiene toda la razón, me tomaré un tiempo para pensar bien en lo que haré respecto a lo que ha pasado, lo mejor es no ver a Rei hasta que me sienta mejor, si llegase a buscarme, aunque dudo que lo haga, pero en el caso de que eso suceda le diré que necesito un poco de tiempo. Ahora debo ser realmente muy frío con él para que note que en serio estoy muy molesto.
Cuando llegué al baño había un auxiliar de aseo barriendo trozos de vidrio y en un lavabo había un poco de sangre. Al ver eso me recordó que al momento que vi a Rei entrar al salón de clases, él tenía vendada su mano ¿Sería él el causante de esto? ¿Qué lo habrá impulsado?
Dejo de pensar en eso y me aproximo a un lava manos cercano, doy el agua y me lavo la cara, tengo sueño y estoy cansado. En estos momentos lo único que quiero es que sea de tarde, para entrenar junto a Haru-chan y Mako-chan, ellos siempre saben cómo hacerme sentir mejor. Espero que no noten que estoy mal, no quiero preocuparlos. Tomo un poco de agua de la llave y vuelvo a mojar mi cara. Corto el agua y me miro al espejo, mis ojos están rojos y sumamente hinchados. No quiero que me vean mal, bueno debo decir que la clase me vio llorar, pero no quiero que me vean tan demacrado. Doy nuevamente el agua y comienzo a mojar una y otra vez mi rostro, cierro nuevamente la llave y me miro en el espejo, ahora no me veo tan mal, pasaría desapercibido, doy un suspiro y me retiro del lugar.
Ya es hora del almuerzo y tengo mucha hambre. Voy tranquilamente a la sala de clases, hasta que recuerdo un pequeño y muy significante detalle ¿Cómo voy a evitar a Rei, si somos compañeros de clase? Mi corazón se acelera, no quiero encontrarlo, no quiero verlo y menos hablar con él. Camino más rápido, subo algunas escaleras y doblo por los pasillos hasta llegar al salón. Dentro de él sólo había un grupo de chicas charlando alegremente, me acerco a ellas y les pregunto – ¿Han visto a Ryugazaki-kun?- Cuchichean entre ella y una con una voz algo tímida me dice –Él tuvo que ausentarse de clases, antes de que se fuera me comentó que iba al hospital-
-¿Al hospital? ¿Le pasó algo?
- Como te iba diciendo, el fue al hospital por una vacuna contra el tétanos y no volverá hasta mañana.
-¿Sabes lo que le pasó?
- Se cortó la mano con un espejo.
En ese momento me viene a la mente la imagen de los vidrios rotos en el baño, ahora tiene sentido ¡Bien merecido se lo tiene!... No debería estar diciendo esto, es mejor no desearle mal.
Una de las chicas interrumpe mis pensamientos –Nagisa-kun ¿Te encuentras mejor?
Despierto de mi trance – ¿Eh?... Oh sí, me siento mucho mejor, muchas gracias Lina-chan- en ese instante ella se ruboriza y sus amigas ríen.
- Ah y gracias también a ti Mika-chan.
-No hay de que, Nagisa-kun- dice amablemente.
Me retiro de su grupo y me dirijo a mi banco en busca de mi almuerzo, salgo del salón y voy a la azotea a almorzar con Haru-chan y Mako-chan.
Al llegar allá, ellos ya estaban sentados almorzando. También estaba allí Gou-chan, los saludo alegremente y me siento con ellos. A los breves minutos Gou-chan me pregunta – ¿Qué le ha pasado a Rei-kun que no está aquí?
La sonrisa de mi rostro se desvanece casi al instante, doy un suspiro y le digo –Hace poco rato fui al baño y había un auxiliar de aseo barriendo vidrios rotos…- Fui interrumpido por Makoto que agregó –Yo también lo vi, quedó todo un desastre en el baño –Me hace una pequeña seña para que siga.
-Recordé que vi a Rei-chan con unas vendas en la mano. Luego le pregunté a unas chicas si lo habían visto, ya que no lo encontraba y ellas me dijeron que él había ido al hospital por un asunto de una vacuna contra el tétanos. Al parecer él fue el responsable del espejo roto.
Gou-chan con un tono de preocupación me pregunta –Nagisa-kun ¿Sabes si está bien? ¿Qué lo habrá llevado a eso?
En un tono frío y desinteresado le digo –No sé nada más de él y tampoco quiero saberlo.
Todos me miran sorprendidos con lo que acabo de decir y Haru-chan me dice –A ti te pasó algo con él ¿Qué te hizo?
-Nada, nada, no me ha hecho nada ¿Por qué tendría que hacerme algo?... Sólo que ahora no me siento de ánimo para hablar de él, además no lo he visto en todo el día.
Gou-chan cambia rápidamente de tema y nos dice entusiasmada – ¡Chicos el entrenamiento de hoy será intenso para todos! Trabajaremos, resistencia, rapidez y relevos, aunque Rei-kun se ausente debemos esforzarnos al máximo, luego veremos su caso… Eso le pasa…- Interrumpo agregando a su idea –Tarado- Haru-chan y Mako-chan se ríen y Gou piensa un momento y dice –No era exactamente lo que iba a decir, pero se acerca al concepto- Reímos todos
- Ahora, deben esforzarse mucho ya que quedan menos de dos meses para las competencias regionales ¡Tienen que estar preparados y en forma para esa fecha! – Dice animadamente nuestra manager.
-¡Así se habla Gou-chan! ¡Eres la mejor!- digo entusiasmadamente.
- Gracias, pero creo que estás exagerando.
Ahora estoy con los chicos, todo es mejor y olvido mis problemas por un rato. Miro la hora en mi móvil, son las 13:45 PM, sólo faltan 15 minutos para volver a clases… Me siento mucho mejor.