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El suicidio de Severus por Conejita_yaoi

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Notas del fanfic:

Primer Fic de HP. aclararé una cosa. no soy fan de HP. de hecho el personaje me cae como patada al higado, Sólo Severus se salva de mi "desprecio" (ajá ¬¬) pero bueno, eso no importa. me hice fan sólo por el yaoi, así que espero les guste. no conozco mucho de las pelis, sólo vi las tres primeras ( y eso porque creí que serian interesantes, pero me aburrí fatalmente por que no pasaba de Harry Harry y Harry, Dios! me frustraba que no hubiera nada de acción! ) ok, no molesto con mis ñoñeras, espero les guste y si les parece algo inconcuerdo con las personalidades, bueno... quizas por que así me pareciron mejor para el fic.

Harry Potter es de J.K.

Notas del capitulo:

Bueno, antes que nada, una dedicatoria a todos esos fics que he leido en donde Sevy se deprime y quiere suicidarse pero lo rescatan... yo hice que en verdad se suicidara porque así se sabría cómo hubieran reaccionado ante ése hecho.

por cierto, si una personita lee esto, quiero que sepas que me hiciste fan de este fandom... no preguntes cómo te involucraste en eso, pero te lo aseguro, tú fuiste la culpable de mi perdición, así que dedicado a tí: marychanpotterhead. si, fuieste tú. por cierto, a mis lectores de mi fic de Naruto, no lo he podido continuar por falta de tiempo para escribir... (lo que pasa es que su historia me es más compleja y quiero que salga bien y no se me heche a perder como otros proyectos que jamás veran la luz por volverse unas basofias)

ahora si, a leer.

Finalmente había pasado. Se sentía miserable, odiaba a esos estúpidos merodeadores. Estaba decidido. Ya no soportaba más ésta situación. Su madre había muerto, su padre era un desgraciado bastardo que no paraba de golpearlo en cada oportunidad que tenía, pasando incluso en situaciones aún más desagradables. Desde la muerte de su madre, aquel desgraciado lo acosaba ya no solo para golpearlo, sino también para intentar violarlo. Borracho como estaba siempre, terminaba confundiéndolo con su madre y cuando su vista se aclaraba y lo veía a él en lugar de su madre, lo golpeaba tan salvajemente que creía por momentos que moriría a golpes. Pronto, el maldito asqueroso dejó de importarle que no fuera su madre e igualmente intentaba abusar de él. Pero siempre lograba zafarse debido a su borrachera, pero una vez, casi no tuvo esa suerte y casi lo violaba en su propia cama, afortunadamente el maldito bastardo estaba demasiado bebido para permanecer consciente y así fue como logró salvarse de suerte de una violación segura.

 

Pero ahora ya no aguantaba más… la vida se le había hecho imposible, y ni Lily estaba a su lado ahora, se habían peleado y ahora ella parecía disfrutar más la compañía de esos malditos abusadores… odiaba su vida más que nunca. Miró el horizonte, sus ojos se inundaron de lágrimas… un paso, solo uno y listo. Lento, muy lentamente…

 

Su cuerpo cayó…

 

Severus Snape, se había lanzado para su suicidio. ¿Alguien lo supo? Claro que sí. Hubo un testigo, vio su cuerpo caer y con horror echó a correr y a gritar como poseso lo visto.

 

-¡Severus Snape se lanzó a su muerte! ¡Snape se ha suicidado!

 

El grito se escuchó a lo lejos y a lo ancho de todo el castillo, todos lo supieron. Albus, horrorizado por aquello, salió al encuentro del chico y preguntar el lugar donde vio al pelinegro caer. Todos se enteraron de la horrible noticia. Si Severus esperaba que con eso, al menos se hiciera notar por todos, lo logró. Si pensó que se alegrarían de su muerte… eso no fue así. Muy al contrario de lo que se hubiera pensado, aún en bromas, eso jamás pasó. El desconcierto, las dudas, la incredulidad, la culpa y hasta la tristeza inundó a un sin número de estudiantes y también de profesores.

 

Buscaron el cuerpo del pobre chiquillo, pero nunca lo encontraron. Lo único que lograron hallar y cerca del bosque prohibido, fueron restos de su uniforme, desgarrado y ensangrentado. Se preguntaron, ¿creaturas sedientas de sangre y hambrientas de carne habrían olido su líquido vital y arrastraron el cuerpo para descuartizarlo después? Nunca nadie se atrevió a averiguarlo.

 

Lo que pasó después fue un sinfín de sucesos. Albus, sintiéndose en gran parte culpable y responsable de aquella tragedia, se puso más serio que antes. Se dijo a sí mismo, “nunca más volveré a bajar la guardia, ningún otro estudiante se verá menos ante los demás”. Así, que luego de eso, se puso a averiguar las circunstancias alrededor del suicidio de Severus. Interrogó a todo estudiante con el que el chico tuvo algún contacto. Compañeros, amigos (si los tenía) y demás. Lo que pudo averiguar y que de hecho ya sabía, pero que jamás puso ningún caso (ahora se odiaba por eso) era que los autonombrados Merodeadores lo molestaban, torturaban y burlaban. Mandó a llamar a los chicos, confirmándolo. Se sentían culpables. Sirius más que nadie. Una vez le había dicho cosas hirientes respecto de que si muriera a nadie le iba a importar… James también se sentía culpable… pero la más afectada fue la única amiga (o lo era) de Sev. Lily se sentía culpable, ella sentía como si hubiera sido quien empujó a su ahora difunto amigo. La pobre chica se enfermó de tristeza e incluso dejó de hablar con todos. Su pequeño noviazgo (no oficial) con James terminó e incluso lo culpaba de la muerte de Severus. Ahora ella le odiaba y a su grupo de amigos. Se había amargado con todo mundo.

 

Todos se sintieron en algún modo, asesinos. Nadie se salvó de la culpa, y nadie se salvó del ahora desprecio que despotricaba la pelirroja. El año escolar nunca más fue el mismo desde la muerte de uno de sus estudiantes.

 

Hubo noches enteras donde James miraba el vació, remordiéndose la conciencia. Lily nunca más volvió a hablarle, y así lo prefería. No tenía cara para verla y recordar, que él había sido el culpable de la muerte de su amigo. Incluso, hubo ocasiones en las que se preguntaba, ¿No sería él un monstruo realmente? Una noche, lleno de curiosidad, se dispuso a averiguar más acerca de Snape. Ya no gustaba de llamarle con esos nombres despectivos y burlones, no después de “eso”. Trató de saber más, pero no sabía dónde buscar. La pelirroja no era una opción. Ahora lo odiaba tanto o más de lo que Snape le odiaba. Trató con algunos Slytherins, pero ninguno le daba la información que quería. Muchos de ellos incluso le echaban en cara que sus constantes acosos habían provocado el suicidio de su compañero. James los odio. Actuaban como si ellos nunca le hubieran hecho nada. Entonces, se dio cuenta. Snape no tenía a nadie… estaba solo… fue ahí que entendió que el pobre chico no contaba con el apoyo y menos con el cariño de alguien y del único con el que contaba era la amistad que Evans le proporcionaba y que él tan cruelmente le arrebató. Comprendió que efectivamente, él y sólo él, era culpable. “Asesino” lo que podía leer en su cabeza. Él había matado a Snape.

 

Buscando ahora en la biblioteca, buscaba algún conjuro que le ayudara a aclarecer las cosas. Había tenido sueños (pesadillas) recurrentes donde Snape estaba tirado, en un charco de su propia sangre, destrozado y con huesos fuera de lugar, carne desgarrada y piel podrida y cayéndose a pedazos. Buscó en cada libro, incluso en los de artes oscuras… descubrió muchas cosas interesantes, entonces comprendió al fin el tan incansable interés que Snape tenía por aquello. Le había juzgado mal. Varios de esos hechizos y maldiciones podrían servirle o al menos el conocer la forma de contraatacarlos con mayor efectividad si conocía mejor su función y puntos débiles. Descubrió que podía defenderse de varios de esos hechizos conociendo mejor el cómo funcionaban que sólo saber cómo contraatacar con algún contra hechizo. Por ejemplo, hubo uno, que había escuchado hace tiempo de una vieja historia que le había contado un conocido, sabía cuál era el contra hechizo que se necesitaba, pero al saber que ciertos puntos de esa maldición tenía ciertos puntos a considerar, le ayudaron a comprender mejor como usar eso a su favor… luego se sintió culpable… ahora él actuaba tan interesado en lo que antes odiaba… por el simple hecho de que necesitaba encontrar algo.

 

Tiempo de estar largas horas leyendo libros prohibidos, sirvió. Encontró un hechizo antiguo y considerado en las artes oscuras. La posibilidad de conocer la vida de una persona con los propios ojos. Era considerado en las artes oscuras debido a que las experiencias del sujeto, sea vivo o ya fallecido, se vuelvan las propias, viviendo cada momento de su vida como la propia. Vaciló, pero se decidió al fin.

 

Tres noches después, luego de haber preparado una poción de la cual, milagrosamente realizó con éxito (ahora comprendía la alegría que le provocaba Snape el preparar esos brebajes) y dejándola reposar, ése día se disponía a usarla. La bebió toda. Viviría cada experiencia de Severus en un orden aleatorio, hasta el momento en que la poción se agotara. Tenía entendido, dependiendo del lugar o personas conocidas del sujeto con las que se encontrara, vería esos recuerdos. Se dirigía por los pasillos, donde pequeños recuerdos lo inundaron. El primer encuentro de Snape con él. Peleas que tuvieron los chicos con el pelinegro y conversaciones tranquilas con Lily. Hubo una que le llamó la atención.

 

“-¿Te sigue golpeando a ti y a tu madre?

-A veces…

-¿Te duele aún el golpe?

-Ya no… casi ha desaparecido el moretón… perdón, no quería preocuparte…

-No me pidas perdón. Somos amigos, se supone que los amigos se apoyan.

 

Severus le sonrió levemente agradecido. James podía sentir el dolor del moretón. Sentía incluso el dolor en casi otras partes del cuerpo. Su mente captaba incluso los sentimientos de Severus. Podía sentir el agradecimiento y la felicidad.

 

El recuerdo se removió a otro menos grato. Una pelea con Lily, la que habían tenido poco antes de su muerte. Podía sentir dolor, un dolor que no era físico, era agobiante, una cantidad tan aterradora que quería deshacer el hechizo y librarse de ese tormento. Pero… sabiendo que él era culpable, pensó que sentir los dolores de Snape seria una penitencia, su castigo.

 

Los recuerdos terminaron ahí. Regresó a su sala común a descansar. Pero el tormento no terminaría ahí. No, regresaría al día siguiente. En las clases, donde su cuerpo y mente se transformaban en las de Severus, sintiendo cada dolor, cada pensamiento de odio y… tristeza… podía sentir en su mente, lo leía… ¿Qué he hecho para que me odien? James sentía que no fue Snape quien se preguntaba eso, sentía que él mismo había formulado esa pregunta. El tormento se prolongó hasta que regresó a su sala común a descansar. Pero ya ni ahí se veía a salvo. Sus sueños eran un constante recuerdo de las vivencias de Snape. En sus sueños él mismo se había convertido en Snape y vivía y revivía todas y cada una de las experiencias sufridas por el chico.

 

Finalmente no pudo soportarlo. Huyó. Creía que si permanecía lejos de Hogwarts no volvería a sentir ni ver aquello. Escapó al mundo de los Muggles. ¿Cómo logró escapar? Fue complicado. Sufrió heridas, se había perdido en lugares que no quería volver a pisar hasta que luego de días lo consiguió. Se alegró que no lo hubieran encontrado. Ahora caminaba sin rumbo, no sabía a dónde tenía que ir ahora. Llegó hasta una calle donde luego lo atacó un recuerdo… entonces, supo que Snape vivía cerca… caminó por donde el recuerdo le había indicado y como si en verdad conociera ése lugar, llegó a la casa del pelinegro. Al parecer no había nadie. El padre de Severus no estaba. ¿Cómo lo sabía? En sus recuerdos, el padre de Severus se marchaba a cierta hora, y era precisamente la hora que no estaba. Aprovechó y entró como su fuera su casa. Su mente se llenó de las experiencias de Severus. Los golpes, que podía sentir al grado que en verdad creía que lo estaban golpeando. Fue un constante tren de recuerdos donde solo los golpes iban y venían, lágrimas, una madre ahora muerte e incluso palabras de desprecio. Los recuerdos se detuvieron. James miró el lugar, sintiendo la malsana necesidad de explorar a pesar del riesgo de vivir más recuerdos.

 

Caminó hasta las escaleras, llegó a donde los recuerdos en su mente le indicaban que ahí estaba la habitación de Snape. Entró y nuevamente su mente se llenó de más recuerdos. Esta vez, nada gratos. Intentos de abuso, la casi exitosa violación que estuvo por sufrir Severus… ¡Merlín! Él mismo podía sentir la desesperación, el miedo y el asco que Severus sintió. Finalmente tuvo suficiente y se largó de ahí.

 

Vagó por diferentes lugares. Llegó a un campo donde vio los últimos recuerdos que sentiría de Severus, porque luego de eso, se fueron y no regresaron más.

 

James se odiaba… adiaba al padre de Severus y odiaba la vida que le habían obligado a vivir… sus ojos se llenaron de lágrimas. Lo extrañaba… si, lo admitía y sin pudor alguno. Al conocer su vida y al probar algunos de sus gustos, se sintió más cercano a ese chico, lo vio por fin, logró ver lo que el chico escondía al mundo, pudo apreciar sus sentimientos de primera mano, conoció su vida y de alguna forma, estuvo con él en cada una de esas desagradables situaciones, sufrió con él y lloró con él. De una manera retorcida, ahora se sentía conectado al chico ahora muerto. Un vacio se instaló en su alma. Con horror, descubrió que le hubiera gustado estar físicamente con él para consolarlo, darle su hombro para llorar y brindarle palabras de cariño y protegerlo… entonces, lo supo… justo en eso último lo supo…

 

Se había enamorado de Severus…

 

Que tarde era pare eso ahora… él ya estaba muerto y sus sentimientos no servían de nada.

 

Caminó por largas horas, sin rumbo fijo. No sabía qué hacer. Tropezó varias veces. La última cayó al suelo y no se molestó en levantarse. Tan sólo se quedó ahí, tirado, llorando. Lloró con amargura, con desesperación y con odio. Lloró hasta que las lágrimas ya no salieron y sus ojos se quedaron secos. Se quedó ahí por largas horas, sin importarle el frío que comenzaba a inundarlo. En silencio.

 

De pronto lo escuchó. Un llanto. Eso lo desconcertó. Reconocía ese llanto, lo había escuchado por largo tiempo como para no reconocerlo. Se incorporó lo suficiente para enfocarlo. Entonces, ahí lo vio. Era un chico, lloraba con desesperación, vio su cuerpo temblar, su piel blanca y su cabello negro, ese cuerpo… no podía ser…

 

Se levantó con cuidado, se acercó lentamente sin alertar al chico. Dos paso lo separaban de aquel chico. Recordó entonces. Nunca encontraron el cuerpo de Snape, y solo se especuló su supuesto descuartizamiento por parte de bestias que nunca se llegaron a ver cerca… él único testigo solo lo vio caer, pero no lo vio llegar a su final… sacando esas conclusiones, se acercó más y entonces, con el impulso que su cuerpo le ordenaba, se acercó a su lado. Él, levantó su mirada, sus ojos negros, ya tan bien conocidos, conectaron con los de James, sorprendidos y asustados. James se lanzó al cuerpo ahora tenso y lo abrazó como si la vida se le fuera en ello y lo besó.

 

Severus no pudo reaccionar. Su cuerpo se volvió rígido, sintiendo esos brazos rodearle con posesividad y luego, esos labios tocando los suyos con anhelo. Su mente se quedó aturdida. ¿Por qué?

 

-Eres tú, en verdad eres tú… no tienes idea de cuánto te extrañe. Perdóname, por favor perdóname…

 

Pidió con desesperación, abrazando con más fuerza al más bajo. Severus no sabía como reaccionar.

 

-No comprendo… creí que nadie me extrañaría y que se alegraría…

-¡Claro que no!

 

Gritó enojado, mirándolo directo a los ojos y volviendo ese abrazo a un agarre firme en sus delgados brazos por esas poderosas manos. Se miraron, uno molesto y triste y el otro confuso y angustiado.

 

Los ánimos se volvieron tensos. James calmó su enojo, pero seguía triste y feliz por volver a ver a Severus. Sin importarle nada a su alrededor, se acercó lentamente al chico que retrocedió asustado por el acercamiento de James. El otro se detuvo de su intento, recordando las vivencias de Severus, el odio, la tristeza y el miedo. Potter sonrió con tristeza.

 

-Se que no merezco esto… pero al encontrarte me ha hecho tan feliz que quiero besarte y amarte…

-¿Qué?

 

Su voz salió como un pequeño susurro.

 

-Te amo y me he dado cuenta de eso, creyendo que era tarde… soy un imbécil y tuve que pasar por el sufrimiento de tu supuesta muerte para darme cuenta de lo mucho que te anhelo…

-¿Mi supuesta muerte? ¿Qué no ves que sí estoy muerto? Soy un fantasma, de lo que fui… ya no existo…

 

James no comprendía.

 

-No entiendo.

-Eres un idiota. Vete, olvida que me viste y finge que no sabes nada, finge que en verdad estoy muerto… quiero estarlo, para el mundo, para todos…

-¿Y tú? ¿Qué harás?

-Que importa.

-Yo me quedaré contigo, muerto también.

-¿Qué?

-Escapé… nadie sabe dónde estoy… ahora que te he encontrado quiero “morir” contigo. Déjame estar muerto a tu lado.

-Yo…

 

Ambos se miraron. Por un momento, no supieron que decir a hacer. Sus cuerpo se movieron solos y sus labios se unieron en un cálido y dulce beso. Cerraron sus ojos y sólo se dedicaron a sentir el contacto con el otro. La confusión inicial dio paso a una pregunta.

 

-¿Estás seguros que quieres “morir” a mi lado?

 

Por respuesta, James le sonrió gentil y cómplice.

 

-Ya estoy muerto, pero quiero estarlo contigo.

 

Severus procesó aquello y luego, después de ver esos ojos, y al ver la sinceridad en ellos, sonrió. Se dejó abrazar nuevamente. Se había sentido tan sólo esos días después de su “suicidio” que había llorado incontables veces. Al ver y sentir ese cariño que tanto necesitaba, lo aceptaría. No le importaba que fuera su antiguo y odiado enemigo. Podía ver un cambio en él, como si ahora ése chico hubiera vivido una tragedia en su vida, idéntica a la suya, podía verlo en esos ojos, que le decía, “ya he pasado lo mismo y ahora compartimos algo en común”.

 

-Bien, moramos juntos.

 

Sonrieron. Hubo sin embargo, una duda que a James no le interesó en averiguar. ¿Cómo logró fingir su suicidio?

 

**** -Flash Back- ****

 

Severus había planeado todo cuidadosamente. Había encontrado una forma de escapar de todo. Había planeado todo con anticipación y éste era el momento. Ahora o nunca. Sabiendo que tenía un testigo, se lanzó al vacío, sabiendo que el tonto no se quedaría a ver el desenlace. Usó un hechizo para levitar y evitar su golpe final que se supone lo mataría. Se desgarró la ropa y se alejó un poco, la dejó tirada, con una pequeña abre cartas, se cortó la mano y dejó salir su sangre y de pasó machó su uniforme ya destrozado, creó un rastro falso y se aseguró de hacer creer que había sido arrastrado hasta el bosque prohibido. Sabía que nadie se adentraría a cerciorarse si su cuerpo se encontraba ahí. Sonrió feliz y se marchó. Ya no más. Huiría. “Moriría”. Huyó a su hogar, se escondió por largo tiempo, esperanzado de que todo terminara… pero se sentía triste porque estaba solo y ahora sí, no habría nadie a su lado. Pero no le importaba, mientras se alejara de todo aquello que le hacía daño… intentaría iniciar de nuevo, ahora como un “fantasma”.

 

**** -End Flash Back- ****

 

Severus y James, comenzaron una vida juntos, un nuevo comienzo. Se olvidaron de todo lo referente a la magia, a su mundo y a todos sus conocidos, se volvieron fantasmas. Ambos, se amaron y dieron a sus vidas un nuevo comienzo.

 

Porque ahora, ambos estaban “muertos”.

 

Notas finales:

Si llegaron hasta quí y no me quieres trinchar, entonces felicidades ^^ por supuesto no hiba a matar realmente a mi Sevy, lo amó demasiado como para hacerle esa INJUSTICIA, solo quice atormentar a los demás con su supuesta muerte jiji. (Seeee, sufran malditos, sufran!) en fin, espero que me dejen un lindo review como recompensa. por cierto, si quieren leer otro fic mío de este fando, tengo uno en SlasHeaven, solo que la pareja es HarrySev. pero si les interesa, pasense, se llama Realidad de un sueño. jojojo ^0^ Bye!


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