Una bonita brisa de verano entraba por la ventana, anunciando que ya era hora de levantarme, y tenía que, ya que aun que fuera el últimodía de la semana los niños necesitaban su obento y preparar el desayuno junto con el de Sasuke.
Todo eso prepararlo antes de las ocho de la mañana y sin demoras, la verdad era que al inicio cuando comencé a vivir en esta casa fue agotador y me dabamuchísima pereza pero con la rutina me fui acostumbrando.
Sin más,decid ílevantarme de la cama para poder comenzar bien este ultimo día, lo bueno era que las vacaciones de los pequeños ya se acercaban también y no faltaba mucho,solo unas horas.
Me dirigí hacia el baño para poder lavarme los dientes y la cara, posteriormente ponerme una ropa normal, típica para poder andar en casa, y que me permitiera moverme adecuadamente.
Como lo esperaba,la planta baja de la casa estaba en total silencio, sabía que aun dormían todos, aprovechando los minutos que aun les quedaba de sueño.
Como era ya costumbre prendí la cafetera para el café de Sasuke,y empezar por el desayuno uno muy típico creo yo, un pan tostado con huevo y tocino, para todos con jugo denaranja, pero para la pequeña Yuui unos hotcakes, son sus favoritos.
Alterminar serví todo y me dedique a sus obentos, ya que seríamejor terminar todo de una vez si no queríamos retrasos.
Escuche unos suaves pasos bajando las escaleras y paseándose por la sala,sabía que era Sasuke por esa colonia que utilizaba para después de afeitarse, la verdad es que me encanta como huele.
-Naruto ¿no has visto unosdocumentosque deje en la mesa del comedor?
-¿Los de la carpeta amarilla?
-Sí
-En tu portafolio, abajo del mueble de la sala
-Bien-el pelinegro se dirigió al lugar mencionado-. Naruto
-¿Sí?
-¿No has visto mi corbata?
-Junto a tu saco.
¿Ven? Todo lo dejan por todos lados, si no fuera pormí,que le doy su lugar correspondiente a las cosas,esta casa estaría patas arriba.
Terminé de acomodar los obentos de todos;ya que mis habilidades de preparar obentos en tiempo record habían mejorado, por las prisas que esta familia siempre se carga.
Al voltearme de nuevo hacia el comedor de la cocina casi me llevo un susto, los gemelos estaban en sus respectivos lugares y,como siempre,viéndome con esa mirada fea que no me gustaba para nada, pero como estaban medio adormilados aun no me prestaban mucha atención.
-Buenos días Ryosuke,Daisuke.
-Hmp-fue la respuesta de ambos niños.
¡Va pero que malos son con la persona que los alimenta, les lava la ropa y mantiene limpia su casa!
-Buenos días,Naruto-okasan
-Buenos días,cielo
Lo bueno era que Yuui siempre entraba en los momentos oportunos, salvándome de sus malos hermanos.
-¿Qué hay de desayunar?
-Hotcakes
-¡Waa! ¡Mis favoritos!
-Lo sé, por eso loshice.
-Te quiero mucho,Naruto-okasan
Los gemelos vieron esa escena con fastidio, simplemente.
-Niños,apúrenseque se les hace tarde.
Cuando termine de arreglar a los pequeños e incluso a Sasuke,poniendo las cosas que olvidaban en sus mochilas o portafolio e incluyendo su obento.
-Nos vemos más tarde, Naruto.
antes de marcharse con los chicos al coche, invade mi espacio personal y obviamente me da un beso, se que siempre me siento tonto y un cualquiera cuando el termina de besarme pero esta vez pienso que esta bien, que es correcto y para mi sorpresa el beso es dulce.
Espero que los niños no hayan visto nada.
-Está bien.Que tengan un buen día, chicos. Adiós.
-Adiós,Narutooka-san
Mientras losdespedíaen la puerta, me di cuenta queteníaunas cuatro e incluso cinco horas muy buenas para poder arreglar la casa, tener la comida listaylavar la ropa.
Losé, ya sé que solo pienso en limpiar y acomodar, perono lo puedo evitar ya se volvióuna horrible costumbre, si mi madre me viera se reiría de mí.
Terminede hacer todos los quehaceres de esta casa incluso limpie los cuartos de todos, hasta el mío, aun faltaban unos cuartos mas pero estoy muy cansado como para terminar.
Una vez terminé, dieron las doce del mediodía. Muy oportuno. Me daba tiempo de pasar por el súper mercado y luego recoger a los niños, era una fortuna que el colegio quedara tan cerca.
Tal como lo planee, salí de casa y pase por el súper. Fui caminando al colegio y, a unos metros, pude observar a los niños, que salían corriendo. No era para tanto, después de todo, sus vacaciones comenzaban aquel día.
ParaYuuiera su primer año en primaria,pasaríaa segundo año mi angelito y los dos gemelosestánen tercer añoasíque pasaran a cuarto ahora que entren otra vez.
Comocrecenrápidolos niños de hoy endía.
Estaba ya en la esquina para poder ir por los niños,solo teníaque esperar la señal en verde para poder yo caminar.
Cuandopuedo ver a mi pequeñaYuuiy ella me ve a mí,ledice algo a sus hermanosy los tres salen corriendo en midirección.
-¡Niños! ¡Esperen ahíque aun no cambia la luz! Es peligroso.
Pero los niños no me escuchan y siguen corriendo.
-¡Paren que es peligroso!
Los niños no escuchaban mis gritos y mas seguían corriendo, mi corazóndio un vuelco cuando vi que cruzabanla carretera y un coche venia hacia ellos, asíque sin pensarlo dos veces me lance hacia ellos, gracias a dios una de las maestras agarro a Yuui pero no alcanzo a los gemelos.
-¡Ryosuke!¡Daisuke!
Solo vi la confusión de los niños en sus rostros por mi reacción, pero solo pude aferrarlos a mi cuerpo fuertemente y cubrirlos lo mayor que pude, solo cerrélos ojos y escuche un grito antes de sentir el golpe.