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El chico de ojos grises por Keii-chan

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Notas del capitulo:

Hola mis amores! ¿Preparados para adentrarse en el mundo del chico de ojos grises una vez más? ¿Qué creen que pasara de ahora en adelante? 1313?

Definitivamente este día iba de mal en peor. ¿Por qué tenía que encontrármelo? ¿Por qué ahora? Mire hacia mi izquierda en donde se encontraban los salones, y entendí la razón por la que él estaba allí. Su clase es la 1-C, por lógica su clase va primero que la mía, ya que yo soy de la 1-D. Sabía que él me había notado ya que sentía su mirada puesta en mí. Estaba realmente incomodo, pero no podía quedarme parado allí o llegaría tarde. Continúe mi camino hacia mi salón, claramente mi expresión seguía igual de fría e inexpresiva. Si permites que los demás puedan ver a través de ti, lo usaran como herramienta para lastimarte. Es cierto, yo no soy la misma persona que solía ser, no caeré en sus redes de mentiras de nuevo y tenía que dejar de darle importancia a ese chico. Apreté mis puños y camine con más decisión. Cuando finalmente pase al lado de él, para mi gran alivio no me hablo y tampoco trato de detenerme como lo había hecho el día anterior. Aun así, sentía detrás de mí sus ojos que miraban como me alejaba. De alguna forma esto incrementaba mi inconformidad. Apenas llegue a la puerta que daba contra mi salón, rápidamente la abrí y entre, dejando salir un suspiro una vez que ya me encontraba a salvo de su insistente mirada. Mi suerte parecía que iba cambiando ya que el profesor aun no llegaba, lo cual significaba que había cumplido mi objetivo de llegar a tiempo a clase.

Una vez ya acomodado en mi usual sitio justo al lado de la ventana, comencé a organizar los útiles correspondientes a la siguiente clase. Pocos segundos más tarde el profesor llego dejando sus cosas en el escritorio designado para ello. Enseguida su clase comenzó. Era historia, estábamos aprendiendo acerca de la era medieval, la verdad ese tema me gustaba. Por lo que disfrutaba esa clase. Pero el día de hoy extrañamente no quería observar el cielo. Sentía que si lo hacía, recordaría a cierta persona que solo traería pensamientos desagradables, había decidió el poner completa atención al profesor y mis apuntes. A medida que la clase iba avanzando, note como en ciertas ocasiones el profesor se tensaba o actuaba de manera nerviosa. De vez en cuando dirigía su mirada hacia mí, pero esta solo duraba pocos segundos y luego se concentraba en su explicación. Al parecer el que enfocara mi atención en el y no en la ventana como normalmente lo hacía, lo ponía nervioso. Pero el no fue el único. Los profesores de las 3 clases siguientes también actuaron de manera similar, Me divertía un poco ver como mis ojos podían intimidar de esa forma a los profesores, aquellos seres que se supone tienen el poder autoritario dentro de clase y siempre deben mostrarse serios y centrados, cosa que al parecer mi mirada lograba irrumpir.

Finalmente la hora del descanso había llegado. Ahora podía relajarme un poco. Tal vez ir a dormir bajo la sombra de algún árbol y sumergirme en mi tan apreciada tranquilidad y soledad. Además estaba cansado, la noche anterior me había acostado tarde y más aun, había dormido en una posición poco agradable. Definitivamente ir y acostarme debajo de un árbol me haría el día. Me levante de mi puesto y organice un poco mis útiles que estaban en desorden. Solo un poco más y podre…

 

-Esto… ¿Quién eres tú? De verdad que no es buena idea que busques a esa persona-. Pude escuchar a una chica que le hablaba a alguien, el cual estaba ubicado al otro lado de la puerta.

Note que una leve voz provenía de afuera, aunque no entendía lo que decía.

-Sí, aun esta aqui, pero de verdad no es bueno que…-. De repente un chico alto y de pelo castaño, atravesó la puerta con una gran sonrisa dibujada en sus labios.

-Gracias-. Le dijo a la chica de la puerta. El verlo allí,  realmente me había dejado sorprendido. ¿Pero qué es lo que está haciendo en mi salón?

Su mirada recorrió de forma ansiosa todo el lugar, hasta que esta se encontró con la mía. Si, ese motivo por el cual estaba allí, resultaba ser yo. Apenas me vio sus ojos se iluminaron un poco y sonrió como si fuera un niño de 5 años que acababa de ver un juguete. Acto que causo desagrado en mí. Sin pensarlo mucho, comenzó a caminar hacia mi dirección. Mi suerte me había abandonado de nuevo.

¿Qué es lo que querra ahora?. En cuanto llego a mi puesto, lo mire de la manera más fría que pude.

-¿Qué quieres?-. Le dije cortante.

-¿No te cambiaste ayer? ¿Ni siquiera te bañaste al llegar a casa?-. Me pregunto bastante sorprendido pretendiendo preocupación a su vez.

¿De qué habla? ¿Cambiarme…? Ah! Lo había olvidado, yo aún seguía con mi uniforme de gimnasia, ¿Cómo pude olvidar cambiarme? Agh!

-Ese no es tu problema-. Le dije sin expresión alguna.

-¿Eh? ¿No es mi problema? ¡Pero por supuesto que si lo es! Fue por mí que terminaste todo mojado ayer. Creo que ya te lo había dicho antes, me sentiría responsable en el caso de que te enfermaras, pero… ¿Por qué no te cambiaste al llegar a casa? Después de todo te fuiste con mucha prisa-

-No tengo obligación alguna de contarte lo que hago-. Cansado de esa conversación molesta me gire en dirección a la puerta con la intención de irme y camine un poco hacia ella.

-Bueno eso es cierto, pero deberías cambiarte. Después de todo ese uniforme ya está sucio y si sigues con él, podrías aumentar las posibilidades de que enfermes-. Su voz detuvo mis pasos hacia la puerta. ¿Pero por qué se empeña en aparentar preocupación? Cada palabra de el hace que me enfade más. Además está hablando tan tranquilamente conmigo. ¿De verdad cree que puede relacionarse conmigo actuando de esa forma? Solo me indica lo peligroso que sería involucrarme con él.

-¿Crees que haría caso a un extraño? ¿Por qué tengo que hacer lo que me dices?-. Me gire hacia el.

-No actúes como un niño mimado y, solo ve a cambiarte. Además debo compensarte por lo de ayer, realmente no quiero que te enfermes por mi estupidez-. ¿Pero quién se cree que es este tipo? Dándome ordenes como si fuera mi madre. Apreté mis puños con fuerza y la rabia dentro de mí solo crecía más. Estaba a punto de perder mi autocontrol, pero unas voces a mi alrededor atraparon mi concentración.

<< ¿Quién es ese chico? >>; << ¿Cómo puede hablarle con tanta familiaridad? >>; << Nunca había visto alguien que se atreviera a hablarle de esa manera >>; << Ese chico quiere morir seguro >>; << Espera… ¿No es ese Kilian de la clase 1-C? >>.

Sin darme cuenta personas del salón se estaban reuniendo a nuestro alrededor. Justo como ayer. Este chico definitivamente llamaba la atención y al parecer era conocido. Y más aún cuando ven que alguien me hablaba tan tranquilamente, sin la expresión de miedo, disgusto y desprecio que siempre ponían al verme. Supongo que era todo un acontecimiento para ellos y todo esto me molestaba de verdad, lo que menos necesitaba ahora era una escenita. Si le gritaba ahora solo empeoraría las cosas y mostraría mis sentimientos en público, y eso definitivamente no podía pasar. Suspire de manera inconsciente, y lo mire directamente.

-Si de verdad quieres compasarme por lo de ayer, entonces solo déjame. Iré a cambiarme de todas maneras, así que deja de insistir en el asunto-

-¿Estás seguro acerca de eso? No creo que esa sea una forma de compensar…-

-Está bien-. Le interrumpi.-De verdad no hay nada más que puedas hacer para compensarme-. Solo entiéndelo por favor, déjame en paz de una buena vez. Parecía confundido ante mi petición.

-Hmm… Bien, si es lo que quieres y dices que eso es suficiente, creo que no me queda de otra-. Su rostro volvió a reflejar su acostumbrada sonrisa.-Pero de verdad ve a cambiarte-. Luego de haber dicho eso, se despidió de mí agitando su mano en el aire y salió de allí.

El… De verdad se fue… Si realmente le importara no se habría ido tan fácilmente, ¿ves? Todos son iguales, solo quieren usarte y cuando ya  no seas necesario te desechan como basura. Oculte mi rostro un poco detrás de mi pelo, fui a mi locker, encontré mi otro uniforme donde lo había dejado el día de ayer. Lo agarre y salí de del salón. Busque un baño que los estudiantes no acostumbraran usar. No quería tener ningún tipo de contacto con alguien. No después de eso. Finalmente encontré uno, en el último piso del edificio de los de primero. Muy pocos estudiantes conocían la existencia de ese baño. Después de todo quedaba muy lejos de los lugares donde solían reunirse. Yo lo había encontrado un día por pura casualidad. Una de esas veces que me dirigía a la azotea, mi lugar favorito para observar el cielo, decidí explorar un poco aquella zona que desconocía del edificio. Y sin darme cuenta me topé con este baño. Por su apariencia sabía que no estaba abandonado, había gente que se encargaba de su limpieza y mantenimiento como cualquier otro baño de la escuela. Pero este estaba un poco escondido y alejado de la vista de los estudiantes, por lo que estaba vacío. Muy pocas veces encontré estudiantes allí y eso lo convertía en un lugar donde podía estar relajado. Entre a un cubículo y me cambie rápidamente. Realmente estar de vuelta en el uniforme normal me hacia sentir mejor. Mi duda ahora estaba en que haría con el otro… Supongo que lo dejare en el locker y mañana lo llevaría a casa en una bolsa. Sería lo más practico por ahora.

Aún quedaba tiempo del descanso, pero no tenía ganas de asistir a clase, es muy raro que yo falte a clases pero no creo que logre concentrarme si voy. Solo sería una pérdida de tiempo. Abrí la puerta de la azotea, lentamente el aire fresco se apoderaba de mí. Una de mis sensaciones favoritas era sentir el aire fresco después de un día como este. Me tranquilizaba y me hacía creer que todo estaba bien, que solo éramos el cielo y yo los únicos en este mundo. Era el único momento en el que me podía relajar y sentir en paz. Allí siempre encontraba la tranquilidad. Rápidamente me acosté boca arriba, aun me costaba ver el cielo, por lo que solo cerré los ojos mientras que ponía atención a mi respiración.

 

 “–Aron, si puedes volar entonces… ¿Por qué no vuelves a la ciudad perdida de las nubes? Estoy seguro que siendo un ser alado podrías encontrarla. Después de todo, ¿No es esa el propósito de ustedes? Restaurar el pueblo de los cielos, y regresar aquellas épocas doradas-.

Había dos personas sentadas en un prado, rodeado de flores, un viento fresco que servía de canal para transportar el encantador olor de aquellas plantas. Ambos se encontraban sentados observando hacia aquel amplio y despejado cielo como si no existiera mañana. Ambos se encontraban cautivados ante su belleza. Uno de ellos era conocido como el último ser Alado, mientras que su acompañante era su guardián.

-Hmm… es cierto que si quisiera podría volar hacia los cielos y no volver a pisar tierra de nuevo, pero aún nos falta para volver a esos días Abel. Aun así, en la tierra podemos disfrutar de un paraíso único y esplendido. Solo que son muy pocos los que se percatan de su existencia-

-¿Un paraíso? ¿En esta tierra contaminada?-. Aron sonrió alegremente ante su pregunta.

-Sí. Podrías verlo si quisieras en este mismo momento-

-¿Justo ahora?-

-Sí, Justo ahora-

-¿Cómo podría hacer algo como eso? A mi parecer no veo ese tal paraíso del que me hablas-. Abel observaba el lugar cuidadosamente, buscando aquel magnifico lugar que su compañero le mencionaba.

-Te lo mostrare-. Acto seguido Aron coloco su mano sobre los ojos de su guardián, obligándole a cerrarlos.

Una vez que los ojos de Abel estaban cerrados, Aron se paró en frente de él, aun con su clásica vestimenta blanca. Una camisa holgada, unos pantalones de seda y tambien se podía divisar en su mano derecha algo parecido a un tatuaje con signo que representaba al la familia Alae, La ultima familia perteneciente al pueblo de los cielos. La ultima familia conocida que portara en sus venas el poder de los protectores del cielo.  Unas alas blancas se desplegaron de la espalda de Aron, las cuales parecían salir de los omoplatos. Las plumas comenzaron a jugar con el viento antes de que estas cayeran por completo en pasto para no volverse a mover de nuevo. Extendió sus brazos hacia los lados como si pidiera un abrazo, cerro sus ojos y respiro profundamente antes de volver a hablar.

-Aunque los humanos sean seres despiadados y codiciosos, no todos son así. Son una minoría, pero hay algunos que valen la pena y que aún tienen esperanza. Sin ti, no me habría dado cuenta de ello. Fue entonces cuando descubrí el paraíso que se encuentra en la tierra y son muy pocos los que se dan cuenta de su presencia. Escucha el cantar de los pájaros, el sonido de un rio que fluye, el olor de las flores que te rodean, el viento que acaricia tu piel, los cálidos rayos solares que te calientan, un bello cielo color azul que te abraza, y por ultimo … -. Aron lo abrazo y coloco su boca cerca de su oreja para poder susurrarle las últimas palabras.-Poder pasar tiempo con la persona que amas rodeado de todos estos elementos que he mencionado antes… ese es... el paraíso en la tierra-”

 

Un fuerte frio interrumpió mi sueño, por lo que fui forzado a abrir mis ojos. Al parecer me había quedado dormido en la azotea sin darme cuenta y el sol ya se estaba ocultando. Podía escuchar las voces de los estudiantes que ya se iban a casa o estaban en las actividades de los clubes a los que pertencian. ¿Qué clase de sueño fue ese? Dirigí mi mano hacia mi frente para tapar con ella mis ojos mientras que subía las piernas para poder apoyar mi codo en ellas. ¿Por qué tenía que haber un ser alado en el? El haber tenido ese sueño irrumpió en mi tranquilidad. Solo ayudo a recordarme el único objetivo que me es permitido tener, y con ello atrajo aquellas preocupaciones de las cuales me había olvidado en estos dos últimos días ya que mi atención se encontraba en aquel chico molesto. Apreté mis labios con fuerza. Pero… ¿Qué tipo de conversación era esa? ¿Un paraíso en la tierra? Eso no es posible. De verdad… ¿Por qué tuve que tener un sueño tan molesto como ese? Me levante, agarre mi unifrome de gimansia que habia dejado a mi lado y salí de la azotea para volver al salón y recoger mis cosas. No me importo mucho el hecho de que me había saltado el resto de las clases del día, de igual forma, no es que hubiera alguien que extrañara mi presencia, más bien creo que estaban más cómodos sin mí allí, incluyendo a los profesores. Por fin había llegado a la puerta que daba contra mi salón, pero cuando la abrí me encontré con algo que no esperaba ver.  Kilian. Él estaba en mi puesto con su cabeza recostada sobre la mesa, sus brazos hacían de almohada y parecía estar profundamente dormido. ¿Qué está haciendo el aquí? Y mas aun, ¿Por qué duerme en mi puesto? Me acerque a él, puse una mano en su hombro y comencé a moverlo para despertarlo.

-Oye, ¿Qué haces aquí? Tengo que sacar mis cosas. Despierta… ¡Oye!-. Lentamente detrás de sus parpados adormilados, pude ver como se asomaban unos ojos de un azul profundo, a pesar de que el sol ya se estaba ocultando, sentía como el cielo que tanto me atraía aún seguía allí.

Se acomodó en la silla mientras frotaba sus ojos. Luego cuando decidió que ya estaba lo suficientemente despierto, hablo.

-Ah… veo que volviste-. Me sonrió.-Estaba preocupado por ti, ¿sabes?-. ¿Eh? ¿p-preocupado por mí? ¿No le había dicho ya que dejara ese estúpido jueguito frente a mí?.-Te estaba esperando. Cuando vine unas compañeras tuyas me contaron que no habías vuelto a clase desde el descanso y vi que tus cosas aún permanecían aquí, así que decidí esperar a que volvieras. Sabía que aun seguías en alguna parte de la escuela ya que no creo que te irías de aquí sin tus cosas-

-¿Por qué volviste?, te había pedido que me dejaras, ¿No es cierto?-. ¿Por qué este chico se toma la molestia de esperarme de esa manera cuando solo esta tratando de jugar conmigo? ¿Por qué hace estas estupideces?

-¿Eh?, ¿De qué hablas? Pero si me fui-

-Pero estas frente a mí una vez más-

-Pero tú mismo me pediste que me fuera, ¿No te referías a que querías que te dejara solo para que te fueras a cambiar?, asumí que ya te habías cambiado y por eso volví-

-¿De que…?-. Volvi a suspirar.-De todas maneras, ya no me debes nada, no tienes por qué volver aquí, si ya me compensaste no hay nada que te una a mí, ¿Por qué estás aquí?-. Me estaba desesperando. ¿Cómo entendió de esa forma mi petición? Claramente me refería a que se alejara de mí y que nunca volviera.

-Yo…-. Su expresión se volvió seria, y sus ojos se encontraron con los míos. Me miraba de una manera demasiado profunda e intensa. Me estaba incomodando de nuevo.-Yo quiero estar contigo-. Mi ojos se abrieron como platos … ¿Pero de que está hablando?.- Yo quiero estar ser tu amigo, quiero conocerte, usaba como excusa el deberte algo, solo quería tener algo para poder hablarte … Me … ¿Me dejarías ser tu amigo?-.

Notas finales:

Este Capítulo me costó bastante terminarlo. Dure varios días escribiéndolo, y fue la primera vez que escribo en word antes de pasarlo a la página, y no escribirlo directamente desde mi celular. Trate muchas veces de hacerlo desde el celular, pero siempre tenía que reescribir algo, así que decidí mas bien usar word. Reescribí muchas partes, y pensé muy cuidadosamente que escribir y cómo hacerlo.

Finalmente espero que les haya gustado y que lo hayan disfrutado. Mi corazón este reflejado en mi escritura y lo hice con mucho amor.

Muchas gracias a todos mi hermsohos lectores y por sus reviews que son mi gasolina para escribir. Los amo con todo el Kokoro.

 

Keii.


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