-¿Seguro que estás bien, Baek?
-Seguro, sólo… Ouch ¡HEY! Devuélvemelo, puedo llevarlo.
Se cruzó de brazos y vio a JinWoo sacarle la lengua para luego tomarlo de la mano y ayudarlo a incorporarse. Con un suspiro que hizo a su espalda doler tanto como antes de que el mayor le arrebatara su bolso y su maleta rota, accedió mordiendo su propia lengua porque DOLÍA.
-¡CAW!- V pió en desacuerdo por sus manos aún unidas, pero él estaba cansado, dolorido y, no va a mentir; bastante hambriento.
-¿Y qué se supone que era eso?- BaekHyun preguntó, obviamente refiriéndose a la cosa que intentó matarlos. JinWoo había aparecido en el momento en que él se desbarrancaba y el resto era historia. Los había ayudado a salir de la pequeña cueva y constató que él no tuviese nada roto. Ahora, JinWoo se rehusaba a darle sus cosas ¡Y vaya que le costó hacer que volviera a meter su ropa interior de vuelta en la maleta!
-¿Qué no te diste cuenta de que estás fuera del territorio de Saint Monsters?- JinWoo lo miró confundido y él se sonrojó, lanzándole una mirada de obviedad ¿Se estaba riendo de él?
-Por supuesto que me di cuenta.
Demonios, era difícil no notarlo con ¡TODOS ESOS INTERMINABLES ÁRBOLES Y MONSTRUOS INTENTANDO ZAMPÁRCELO PARA LA CENA!
-¿Y qué nadie te enseñó que ir por el bosque era peligroso?- El mayor mordía una sonrisa y Baek le lanzó una mirada afilada. Bien, sí se estaba riendo de él.
-Sí. Lo sé. Gracias por recordarme lo obvio.- Lanzó secamente y JinWoo ahora sí que se carcajeó a mandíbula batiente. Cuando por fin pareció calmarse, la curiosidad aún estaba allí.
-Eso sigue sin explicar por qué, aún pareciendo completamente consciente de los peligros que hay en el bosque, estás aquí y no en un lugar seguro… con Park, por ejemplo.- JinWoo no lucía contento al decir eso, sin embargo, sacudió la cabeza y le sonrió- Ven, te llevaré con él. Este no es un lugar para que estés. Apuesto que alguien te jugó una broma. Iba hacia allá de todas maneras así que te voy a dar un aventón.
JinWoo empezó a caminar, tirando de él, pero BaekHyun no se movió de su lugar. En su lugar, lo miró seriamente.
-¿Baek?
-JinWoo, estoy aquí porque yo lo decidí.- Liberó su mano de la del mayor y se abrazó a sí mismo, dirigiendo su mirada a la corriente que fluía estrepitosa. No quería ver la lástima en los ojos del otro. Tomando una respiración profunda, lo soltó.- Vuelvo a Seúl, a mi hogar. Estoy dejando Saint Monsters.
Tras un silencio que sólo hizo sentir aún más humillado a BaekHyun, el mayor habló con cuidado.
-¿Debo suponer que algo ocurrió con Park?
Bien, dolía escucharlo. Su mirada amarga debió haberle dado una respuesta a JinWoo.
-Va a casarse con Sandara.- Intentó ser lo más imparcial posible al decirlo y hasta él casi se creyó que el asunto no era consigo mismo.- Ya no hay ningún motivo para seguir allí.
-¡¿Van a casarse?!- El peligrís no parecía estar al tanto de la noticia, si es que su boca abierta podía decir algo al respecto.- ¿Desde cuándo?
-Sus padres lo decidieron.
-¿Y él aceptó?- Incluso para él era difícil creerlo.
-¡JinWoo, ya no importa! ¡LOS VI BESÁNDOSE ESTA MAÑANA!
Y eso fue todo lo que bastó para que estallara en llanto; para que liberara todo aquello que trataba de encerrar y que lo carcomía poco a poco. La realidad de que él se estaba marchando porque ChanYeol ya no lo quería.
Ser fuerte era difícil… Y, de alguna manera, cuando JinWoo lo abrazó contra sí y él sollozó incluso más fuerte, algo en él se sintió un poquito mejor.
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-Vaya… Así que eso fue lo que ocurrió. Ahora entiendo.- Comentó JinWoo alegremente, ya quitándole hierro al asunto, sobre todo porque, si le preguntaban a él, no le cabía duda de que tanto Sandara como CL estaban detrás de todo ese embrollo de telenovela.
-¡Ya deja de reírte!
Más tranquilo y, para qué mentir, algo deshidratado después de tanto llorar, BaekHyun le tiró del cabello y eso sólo hizo a JinWoo reír más fuerte, contagiándolo también a él. Los tres ahora surcaban el cielo aparatosamente: V sosteniendo su bolso, JinWoo sosteniéndolo a él tan cuidadosamente como podía y él sosteniendo lo que quedaba de su maleta para que nada saliese volando. Era incómodo y su espalda dolía un poco, pero el viento se sentía reconfortante sobre sus ojos hinchados.
Un suspiro de JinWoo llamó su atención.
-Te dije que tuvieras cuidado con los Park. Son un Clan… diferente. No puedes oponerte a ellos.
-Sí…
Seguro… como si “Diferente” realmente pudiera abarcar todo lo que estaba mal en esa retorcida familia.
Una imagen de ChanYeol junto a Sandara volvió a él y BaekHyun sacudió la cabeza, quitándose aquel recuerdo y mirando hacia la línea de árboles bordeando un camino hacia el que descendían con cuidado.
Apreció el esfuerzo de JinWoo por aterrizar suavemente.
-Siguiendo por este camino, al pie de la montaña, está la estación.- Efectivamente, más allá, por entre los árboles, podía distinguirse la forma del pequeño edificio.
-Gracias, JinWoo, puedo seguir desde aquí.- Presionó su palma contra el hombro del mayor, pero el agradecimiento en su mirada se transformó en confusión cuando este tomó su mano con una de las suyas.
-No seas bobo. Estoy acompañándote y me voy a asegurar de que nada te coma antes de que llegues a tu casa… excepto yo, claro.- Masculló lo último, pero no lo suficientemente bajo como para no ganarse un palmetazo y una mirada de pocos amigos cortesía de Baek, que terminó en risas, por supuesto.
-De verdad, puedo llegar solo.-Insistió él, suavizando su mirada. No tienes que molestarte.
-Entonces, imagino que tienes dinero para tomar el tren.- El shock en la mirada de BaekHyun le dijo todo lo que necesitaba saber.
-Demonios…- Presionó su palma contra su frente y ¿Cómo se suponía que estaba huyendo cuando ni siquiera tenía dinero para volver a la ciudad? ¡Bien pensado, BaekHyun! ¡El escapista del siglo!
La mano de JinWoo revolvió su cabello.
-Pues, es tu día de suerte porque aquí tengo algunos wons.
Y BaekHyun lo habría golpeado por su mirada suficiencia, pero estaba demasiado impactado.
-¿Y tú por qué tienes dinero humano contigo?
-Poooorque, aunque tú no lo creas, voy bastante seguido al mundo humano.
-¿En serio? ¿Por qué?- Y ahora era genuina curiosidad lo que embargaba a BaekHyun, sin embargo, JinWoo sólo se encogió de hombros y agitó el dinero frente a su nariz.
-¿Lo quieres?
-¡Sí, por favor!- La sonrisa maliciosa del mayor debió haberle dicho algo y, en efecto, cuando fue a alcanzar el dinero, JinWoo levantó el brazo y lo dejó fuera de su alcance.
-¿Lo quieres o no?
Perfecto, ahora sí iba a golpearlo. Lanzándole una mirada de muerte, BaekHyun se cruzó de brazos.
-No voy a saltar, JinWoo.
-No tienes que hacerlo.- Este sonrió incluso más amplio.- Me dejas acompañarte y el dinero es tuyo.
-¿Era eso?- Y sin poder evitarlo, se soltó a reír. Esto debió desconcertar a JinWoo, porque en un descuido, él pudo arrebatarle el dinero y guardárselo en el bolsillo de la bermuda- Bien, pero tú cargas las cosas.
Y así sin más, se tramó a caminar. No tardó en escuchar los pasos del mayor tras sí, mientras V y él caminaban sin peso, lo que en realidad agradecía porque le dolían hasta las pestañas.
Cuando llegó a Saint Monsters, lo hizo en autobús. BaekHyun no tenía idea de que había una estación de trenes cerca. Una vez allí, mientras esperaban, aprovechó de pasar a uno de los baños públicos del lugar para cambiarse de ropa y limpiarse un poco, sobre todo la espalda herida, con ayuda de V (A pesar del sugerente ofrecimiento de JinWoo por ayudarlo a quitarse la ropa). Cuando el tren llegó, BaekHyun se sentía un poco mejor con ropa limpia y… entera; su uniforme tuvo que dejarlo en el basurero del baño público. No tenía salvación alguna.
Ahora que lo pensaba… miró a JinWoo sin dejar de acariciar a V que dormía sobre su regazo, adormilado seguro por el confortable movimiento del tren y sonido constante del movimiento sobre los rieles.
-Hey, JinWoo ¿Por qué preferiste que viajáramos en tren?
-La estación de autobuses estaba en la otra dirección. Habríamos demorado más y habríamos pasado demasiado cerca de Saint Monsters.
BaekHyun rio cuando el mayor le dio un golpecito en la nariz con el índice.
-No, no me refiero a eso.- BaekHyun sonrió en su dirección.- ¡Pero gracias! No lo había pensado. Lo que quiero decir es ¿Por qué en tren y no volando? Demorarías mucho menos si usaras tus alas.
JinWoo lo miró con el ceño fruncido y chasqueó la lengua.
-Niño tonto ¿Qué nadie te enseñó que los humanos no deben saber de nuestra existencia?
-¡AH! ¡CIERTO!
¿Cómo no lo había pensado? Si de pronto llegaran volando las personas entrarían en pánico. ¡Qué bobo! Las manos de JinWoo sobre sus mejillas lo sobresaltaron. El mayor lo miraba seriamente, obligándolo a devolverle la mirada.
-BaekHyun, tienes que poner atención ¿Entendido?- Él tuvo que asentir, prometiéndolo, para que el peligrís continuara.- Si enseñas tus alas frente a un humano… Créeme, no querrás descubrir lo que podrían hacerte.
Algo se hundió dentro de BaekHyun. Algo pesado que revolvió su estómago. Eso era el conocimiento de que, si bien ya no pertenecía a Saint Monsters… Tampoco lo hacía más al mundo humano.
Él ya no era humano.
¿Lo fue alguna vez?
Suspiró, con sus hombros hundiéndose.
-¡Hmph!- De pronto, JinWoo lo empujó contra sí, obligándolo a yacer contra su pecho a la vez que lo rodeaba con un brazo.- ¿JinWoo?
El mayor no lo miraba a él, sino que, en su lugar, parecía ocupado mirando más allá de los árboles que pasaban rápido por la ventanilla.
-Duerme un rato. Aún queda tiempo para llegar a Seúl.- Sus dedos comenzaron a acariciar agradablemente por entre el cabello rubio de BaekHyun y este, sin querer, comenzó a sentir el peso del día. Su huida por el bosque, el escape y su caída por el barranco, el vuelo junto a Jinwoo que lo llevó hasta allí, el tren. Sí, no pasaría nada si se echaba una siestita.
-JinWoo…- Susurró ya sintiendo su mente nublarse.- Muchas gracias.
Esperaba que el mayor lo hubiese oído. La única señal de reconocimiento por parte del otro fueron las caricias en su cabello deteniéndose apenas un segundo, para retornar de inmediato.
BaekHyun sólo lamentó el que, incluso en la bruma del sueño, algo dentro de él aún se torturaba preguntándose si ChanYeol lo extrañaría… aunque sea un poco…
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-¡Vaya! Qué inusual por parte de nuestro líder pasar tanto tiempo en su oficina.- Masculló DaeHyun, lanzando una mirada despectiva hacia la puerta tras la que se encontraba el presidente desde su regreso tras la reunión que solicitó ante el consejo de padres… y eso había sido hace horas.
-Dijo que estaba esperando a Baek.- Comentó YongGuk, sin prestar demasiada atención, en su lugar, parecía mucho más interesado en revolver un estante de archivos.
Por otra parte, quien sí parecía interesado en la conversación, era HimChan y, este, con una sonrisa de yo no mato ni una mosca, se acercó al vicepresidente.
-Bueno.- Ronroneó él.- Sólo para tu información, a nadie se le ha permitido entrar en esa habitación desde que él llegó- HimChan miraba sus uñas como si tal cosa, hasta que pareció recordar algo y agregó.- ¡Oh! A excepción de Baek, por supuesto. ¿Qué crees que estarán haciendo allí dentro, solos loa dos y con el seguro echado en la puerta todas estas horas?
El silencio mortal que se extendió luego de esas últimas palabras podría haberse cortado con un cuchillo, sin embargo, cuando ya el secretario estaba a punto de estamparle una cachetada a DaeHyun, en pos de traerlo de vuelta al mundo de los vivos porque sí parecía haber sufrido una especie de infarto o algo, este de pronto comenzó a gritar como un desaforado.
-¡YongGuk, prepárate para hacer una intervención de emergencia! ¡BAEK, YO SALVARÉ TU PUREZ—
La puerta se abrió y la lúgubre figura de ChanYeol llenó la habitación, quien caminó de frente con pasos pesados, ignorando al tesorero que sostenía como podía al vicepresidente y al secretario despatarrado de la risa sobre una mesa.
-Me voy al dormitorio de los donceles.
Y así, sin más, casi arranca la puerta del golpe que dio y, para ser honestos, a ninguno allí le quedaban ánimos de reír o pelear después de eso… Lo que era un alivio si le preguntaban a YongGuk.
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-¡¿QUÉ NO ESTÁ AQUÍ?! ¡¿Y DÓNDE SE SUPONE QUE ESTÁ, ENTONCES?!
-No grites en mis dormitorios, Park. Estás alterando a mis chicos.
La tranquilidad con la que el Rey se estaba tomando el asunto sólo enardeció aún más a ChanYeol.
-Me importan una mierda tus donceles, Key.- El cuervo murmuró con los dientes apretados.- Quiero saber dónde está mi prometido ¡AHORA!
-Hasta dónde yo sé, BaekHyun no es nada tuyo ahora- ChanYeol gruñó en dirección a TaeMin, que lo miraba sin expresión.- No, no. No pienses en seguir con el berrinche. Te conviene escuchar.- Apretanto su mandíbula con fuerza, ChanYeol, a regañadientes tomó una respiración profunda.- BaekHyun salió de aquí por la mañana y, por lo que sé, lo vieron salir de la escuela con sus cosas. Ya sabes, el bolso y la maleta que le dejaste a YoungJae.
ChanYeol gruñó, presionando el puente de su nariz entre sus dedos.
-Le dije expresamente que le diera sus cosas y le dijese que me esperara hasta salir de la reunión con el consejo de padres. ¿Qué no lo entendió?
No había ni rastro del futuro rey para preguntarle, pero a TaeMin parecía realmente no preocuparle demasiado.
-¿Qué importa realmente?- TaeMin se encogió de hombros y dio media vuelta para entrar a los dormitorios.- ¿No eres tú acaso el que lo sacó de la habitación y lo envió fuera para quedarte con tu nueva prometida?
ChanYeol tuvo que morder el impulso de arrojarse sobre el cuello del espíritu.
Porque TaeMin tenía razón.
En su lugar, con las manos envueltas en un puño, se dio media vuelta antes de hacer algo de lo que luego se arrepentiría. De todas maneras, BaekHyun no estaba allí.Hizo estallar sus alas tras su espalda, a punto de dar media vuelta para salir de allí, pero algo lo retuvo por la manga del uniforme.
-Hermano, ¿Dónde vas?
Los enormes ojos negros de Sandara lo miraban con algo parecido a la inocencia en ellos. ChanYeol pasó de eso. Su hermana venía acompañada de la sirena y del gato rubio, con el que BaekHyun solía hablar. Frunció el ceño y guardó sus alas.
-¿Ren, cierto?- Quitando suavemente la mano de la castaña de sobre sí, se dirigió al felino, sin saber cómo había recordado su nombre en primer lugar.- ¿Eres amigo de BaekHyun, verdad? ¿Lo has visto hoy? TaeHyung tampoco ha aparecido
-¡Ah! ¡Eh… Yo… No! ¡Hoy no lo he visto!- Sonrojado, el felino agitó sus manos de uñas afiladas frente su rostro.
-Ninguna de nosotras lo ha visto hoy.- Aportó la sirena secamente.- Hemos estado en la piscina.
-Oppa.- Las manos de la castaña y su voz dulce se enredaron en su rostro, obligándolo a girar en su dirección.- No sé dónde estará él, pero tranquilo.
-Sandara…
-Shhhh, él debe estar por ahí. Seguro estará hambriento y volverá, así que olvídalo. Ven- Ella tomó ahora sus manos y tiró de él por el sendero que los alejaría del complejo con los dormitorios de los donceles.- Vuelve conmigo ¿Sí?
ChanYeol negó con la cabeza y le sonrió, desprendiendo con cuidado, nuevamente, las manos con las que ella lo aferraba.
-Lo buscaré en el bosque. Vuelve a la torre. Esta noche hará frío.
Dio media vuelta, hizo estallar sus alas y salió de allí. Sandara lo vio surcar el cielo cuestionándose cuánto de lo tenían y tendrían en el futuro sería real y cuánto más ChanYeol seguiría penando por el mocoso rubio.
No le gustó su propia respuesta a esas preguntas.
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BaekHyun fue encandilado por las luces de la ruidosa Seúl en su apogeo nocturno. Giró sobre sí mismo maravillándose en los carteles fluorescentes, los rascacielos, el ir y venir de los vehículos, así como el incesante pulular de las personas a su alrededor. La nostalgia lo embargó de golpe y… aún así… al mirar al cielo allí no había estrellas. Las luces de la ciudad las ocultaban y, de alguna manera, algo en sí las extraño.
Desde Saint Monsters podía verlas.
Desde la torre, cada noche al irse a dormir, podía verlas.
<<Pero ya no estás en Saint Monsters>>
-¿Es tarde, eh?
La mano de JinWoo sobre su hombro los sacó de la amargura de sus propios pensamientos y, con un amago de sonrisa, volteó hacia él, que aún cargaba sus cosas.
-Está bien.- BaekHyun hizo un gesto con la mano desestimando el asunto.- Appa trabaja hasta tarde. Seguro aún no ha vuelto a casa.
Los tres caminaron juntos por entre la multitud, V aún dormitaba, pero ahora sobre la cabeza del mayor, acurrucado contra su cabello y, si bien no fue algo inmediato, luego de unos minutos de caminata silenciosa, BaekHyun se dio cuenta de que aquel escozor ligero que parecía sentir… era incomodidad. Bajo las luces de la ciudad, el movimiento continuo de las personas no se detenía. Era como un amasijo de figuras borrosas, entremezclándose con las sombras y la realización le llegó a él de golpe y es que… le incomodaba estar rodeado de tanta gente. Se sentía extraño de esta manera e inconscientemente se estaba pegando poco a poco al costado de JinWoo.
Hastiado por toda esta ridícula situación, lanzó un suspiro.
-¡Hey!
Confundido, volteó para ver a JinWoo, de pronto asustado de quizás estar a punto de ser atropellado o algo, por ir sumido en su propia cabeza. Pero no era a él a quien el mayor hablaba, no. Este sonreía alegremente a un chico en ropa deportiva que sonreía de igual manera y agitaba una mano en su dirección mientras cruzaba una calle, alejándose de ellos.
-¡Oh!- Preguntó él con curiosidad.- ¿Le conoces?
-¡Seguro! Es de primer año en Yang Goon.- Contestó él como si tal y BaekHyun tenía la mandíbula desencajada.
-¡¿Un monstruo?!.- Gritó él en susurros, mirando paranoicamente a su alrededor.- ¡¿Por qué está aquí?!
¿Lo habrían visto acaso? Quiso cuestionarse, pero si creía que imposible sorprenderse más, es porque JinWoo aún no terminaba de hablar.
-¿No lo sabías?.- El peligrís lo miró inclinando su cabeza a un costado en confusión.- Somos enviados a vivir aquí tras graduarnos.
-¡AQUÍ!
Ahora sí que su quijada tocaba el suelo y fue JinWoo quien lo ayudó a colocarla en su sitio empujando su mentón hacia arriba con un índice entre risas.
Esto era demasiada información para él en un día tan agitado como este. Y su paranoia parecía no querer remitir aún porque lanzó sospechosas miradas a su alrededor.
¿Habría más monstruos por allí?
Sin duda todo parecía relativamente normal… a excepción de un grupo de personas cuchicheando más allá y mirando directamente hacia ellos.
¿Serían monstruos? ¿Los habrían descubiertos? ¿Serían amigables? ¿O cuando menos no tratarían de matarlos? Él nada más se conformaba con irse a dormir hoy sin que nadie más intentara asesinarlo. Pensándolo bien… ¿Qué tan triste es que esa fuese tu meta del día? Pues bienvenidos a la asombrosa vida de BaekHyun.
-Ese chico de allá…- Los susurros del grupo vagamente se filtraron hasta él y, automáticamente, se puso en alerta.- ¡Es genial! ¡ES TOTALMENTE MI TIPO!
-¿Crees que sea un modelo? ¡Parece un modelo!
-¡Yo creo que sí!
-Pero… ¿Por qué estará con ese niñito?
-¿Será su hermano? Aunque no se parecen en nada.
Bien, hasta ahí llegaba la preocupación de BaekHyun por el grupito ese de mujeres hormonadas, aunque, mirando hacia JinWoo, este sí parecía un modelo o algo por estilo. Ni siquiera el ir cargado como una mula le quitaba un ápice de encanto.
-¿Baek?
Se detuvo.
Él conocía esa voz. Volteando hacia su izquierda y allí, a orilla de la calle, bajando de una motocicleta, había alguien quitándose un casco para sacudir su cabello que brilló bajo las luces de la noche.
-¡¿KYUNGSOO?!
La emoción lo embargó de golpe y corrió a los delgados brazos que esperaban extendidos para él. ¡Dios! ¡Cuánto lo había extrañado! Entre risas dejó que KyungSoo le llenara la cara de besos y lo estrujara completo. Se alejó sólo para darle una mirada general y es que estaba precioso con su uniforme de colegio, su cabello negro y esos ojazos despampanantes igualmente oscuros ¡Y esa sonrisa! ¡Cuánto había extrañado su sonrisa de corazón!
-¡BaekHyun, estaba tan sorprendido cuando Hyung me dijo que de la nada te transferiste a un internado! ¡REALMENTE QUERÍA IR CONTIGO! ¡Pero nadie me hizo caso! Dijeron que ya había sido seleccionado en mi escuela actual y que era demasiado cara para cambiarme.
Oooow, BaekHyun quería comérselo con todo y zapatos ¡¿Y no era un encanto acaso?! Haciendo pucheritos y todo porque lo había extrañado… Pero no es como si BaekHyun pudiese ir y decirle que iba a una escuela de monstruos…
-Todo fue muy rápido, Soo.- Se rió BaekHyun, respondiendo de forma vaga y dejando que el moreno lo estrujara de nuevo.
-¡No llamaste siquiera una vez! ¡Ingrato!
- Los teléfonos estaban prohibidos… aunque en realidad la señal es pésima así que no habría servido de mucho.- Al menos esa parte era cierta.
-¿Un amigo tuyo o el amor sólo surgió a primera vista?- JinWoo, con V aún sobre su cabeza, apareció de pronto junto a ellos, riendo como siempre.
-¡JinWoo! Deja que te lo presente.- Comentó alegremente.- Este es Do KyungSoo ¡Crecimos como hermanos y es mi mejor amigo en toooodo el mundo mundial!- Volteando hacia KyungSoo, agregó.- Soo, este es JinWoo. Es el presidente del colegio que compite con el mío.
Con una sonrisa encantadora, JinWoo se dirigió al moreno.
-¡Encantado de conocerte, KyungSoo!
Sin embargo, la sonrisa desapareció y la reverencia que hacía se congeló a la mitad, cuando KyungSoo se aferró fuertemente al brazo de BaekHyun, retrocediendo.
-¿Soo?- Confundido, BaekHyun miró hacia él. KyungSoo temblaba.- ¿Ocurre algo?
-Baek ¿Quién es él?- El pelinegro susurraba, sin dejar de mirar con ojos asustados a JinWoo.
-¿A qué te refieres? Es JinWoo, mi amigo.
Intentó él con palabras suaves, sin embargo, lo siguiente que escuchó de labios de su hermano, lo dejó completamente helado. Tanto a él como a JinWoo.
-Baek, él… Él no es humano.
Los ojos aterrados de KyungSoo lo decían todo.