-¡CHANYEOL!
-¡¿CÓMO PUDISTE HACERLE ESO?!
Con una mezcla de furia y temor, las exclamaciones de angustia llenaban el pasillo a aquellas horas de la madrugada, sin embargo, la cuervo sólo levantó la mirada tranquilamente, sin dejar de acariciar los cabellos oscuros que se desplegaban sobre su regazo, donde ChanYeol inconsciente se mantenía ajeno a la situación surrealista a su alrededor.
-Si lo que quieren es pasar por lo mismo que mi hermano, entonces sigan hablando. De lo contrario, lo mejor es que cierren la boca.
Todos retrocedieron uno o dos pasos cuando la voz suave y desinteresada de Sandara se deslizó hasta ellos. No necesitó gritar; sus ojos vacíos y su tono calmo eran todo lo que requería para hacer temblar a los demás.
Ahora eran sólo ChanYeol y ella. Por fin lo tenía para sí y no lo entregaría a nadie.
O eso pensó hasta que, de un fuerte tirón en la parte trasera de su camisa que incluso la hizo asfixiarse un poco, estaba ahora malamente en pie a la fuerza intentando zafarse de las garras de CL que la retenía como un gato por la parte posterior del cuello.
-¡CHAERIN!- Gimoteó y manoteó confundida y ofuscada a partes iguales, luchando por mantenerse firme sobre sus dos pies.
-¿Se puede saber en qué es lo que estabas pensando para hacer semejante estupidez?
Sandara parpadeó, desorientada.
-¿Por qué me hablas así?.- No terminaba de entender qué estaba mal y por qué estaba siendo regañada ¡Por CL, para más remate!
Las manos de la sirena se anclaron a sus mejillas y la forzaron a mirarla directamente a los ojos.
-Dara, ¿Sí te das cuenta de que el amor no es algo que puedas manipular y utilizar a tu antojo? No puedes forzarlo a amarte y no puedes hacerle daño poniendo como excusa lo que sientes.
Luego de unos segundos en los que lució supremamente confundida, la realización pareció golpear a la joven cuervo, sin embargo, si su ceño fruncido y su rostro ofendido podían decir algo, es que no le gustaba lo que estaba oyendo. De inmediato luchó por desprenderse de las garras que la retenían.
-¡Cállate! ¡Nunca he recibido un insulto como ese y menos de ti!
-No es un insulto, Sandara. Son hechos. Crece y asúmelo.
-¡No!
-Sandara…
-¡¡NO!!
Era como tratar con una niña y luego de esa última negativa, la sirena pareció perder completamente la paciencia, aunque lo que siguió a ella soltando el rostro de la morena no era para nada lo que todos allí esperaban.
Sandara se retorcía entre los brazos de CL mientras esta… ¿¡le hacía cosquillas!?
-¡DETENTE! ¡QUE PARES! ¡PARA!- La risa le cortaba las palabras y el rostro se le sonrojaba mientras luchaba por quitarse a la contraria de encima.
Sin darse por aludida y luciendo imperturbable, CL continuaba con su ataque implacable en los costados y bajo los brazos de la chiquilla, mientras esta perdía la fuerza en las piernas sintiéndose hecha de gelatina de pronto. Ya en el suelo y sin planes para que la sirena se detuviese, la morena intentaba huir a gatas por el suelo.
Tomándola por el tobillo, CL tiró de ella arrastrando a Dara que era un tumulto de lágrimas, risa y frustración sobre el piso, para continuar con las cosquillas hasta que la redujo a una criatura temblorosa y acalambrada.
-La pizarra.- Gruñó CL extendiendo una mano hacia atrás esperando algo que sin demora Ren le alcanzó. Era una pizarra de aquellas antiguas, esas verde oscuro en las que se debía escribir con tiza.
-¡¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!
Con un grito ensordecedor, Dara se acurrucó lloriqueando sobre el suelo mientras intentaba cubrir sus oídos como podía. CL arrastraba sus uñas por sobre la pizarra provocando un chirrido estridente que calaba hasta los huesos y, aunque este era incómodo, todos observaban de piedra cómo la chica cuervo se retorcía como si le estuviesen metiendo corriente.
Luego de uno o dos minutos, la sirena se detuvo, apoyando la pizarra contra su cadera y mirando sin piedad a la joven sobre el suelo.
-Conozco otros 7 de tus puntos débiles y esto no es ni remotamente lo peor que puedo hacerte.
Todos pudieron ver allí cómo Sandara, temblorosa, intentaba incorporarse lo suficiente como para quedar sentada sobre el suelo.
-Wow… Creo que ahora entiendo su poder jerárquico- Con un escalofrío, Kai se arrebujó contra el costado de Kris, que lo rodeó con un brazo al tiempo que asentía con los ojos bien abiertos igual que todos los demás.
-Lo— Lo siento… -La morena aún lloraba sin parar y se restregaba los ojos con los puños, luciendo como una niñita. Los hipidos y los sollozos cortándole las palabras- ¡Lo siento mucho, ChaeRin!
-No es a mí a quien tienes que pedir disculpas. Nada de esto estaría pasando si hubieses consultado desde el principio conmigo qué hacer. Siempre voy a estar de tu lado, pero todo tiene un límite, Sandara. Devuelve las memorias de tu hermano.
-¡No puedo!- Y se puso a llorar más fuerte entonces.
-¿Cómo que no puedes?- CL se arrodilló junto a ella, acariciando los cabellos oscuros en un intento por calmarla y que lograra explicar de corrido lo que quería decir sin ponerse a llorar otra vez.
- No sé cómo hacerlo… No sé cómo devolver los recuerdos cuando ya los borré.
Un jadeo generalizado se escuchó. El temor latente y la duda que todos compartían al unísono.
¿ChanYeol realmente olvidaría a BaekHyun?
El movimiento desde el piso advirtió que muy pronto lo sabrían, porque ChanYeol comenzaba a despertar. Se abalanzaron sobre él, rodeándolo y llamándolo en conjunto. Kai, Kris, DaeHyun, Key, YongGuk, HimChan y TaeMin, siendo los primeros quienes lo ayudaron a incorporarse a medias. ChanYeol lucía adolorido y desorientado, hundiendo la cabeza entre sus manos.
-¿Dónde… estoy?
-ChanYeol… -Kai comenzó suavemente, intentando alcanzar al cuervo, sin embargo, pequeñas manitos se adelantaron a las suyas y de pronto estaba TaeMin tomando por las solapas del uniforme a ChanYeol para sacudirlo ante las miradas atónitas de todos.
-¡Tú estabas buscando a Baek, cuervo idiota! ¡ASÍ QUE POR TU BIEN MÁS VALE QUE TE LEVANTES EN ESTE MOMENTO Y LO TRAIGAS DE VUELTA A SAINT MONSTERS AHORA!
Como si hubiese sido impulsado por un resorte, ChanYeol se puso de pie entre todos quienes hasta hace un minuto los sofocaban sobre el suelo, mirándolos con los ojos bien abiertos.
-¡Sí! ¡Seguro! Chicos, como les dije, vuelvan a sus dormitorios.- Volviendo algo más severa su mirada, los observó detenidamente a todos para comprobar que lo escuchaban.- Necesito contactar a alguien que pueda ayudar. En la mañana les diré si tuve suerte.
Todos lo miraban boquiabiertos desde el piso.
-Pero… ¿Qué? ¡Puedes recordar!- Kai se atoró con sus palabras roncas por el dolor de garganta, tropezando para ponerse en pie, con las manos de Kris sosteniéndolo presto para evitar que volviese al piso de sopetón.
- ¡Todavía lo recuerda!- Key jadeó, con Himchan a su lado cubriendo su boca con incredulidad. Incluso TaeMin lucía sorprendido a pesar de ser quien lo gritoneó de aquella manera.
-Pero cómo…- Sandara se tambaleó hacia atrás, palideciendo aterrada, cuando ChanYeol se detuvo para observarla. CL automáticamente la envolvió con sus brazos, pegándola contra sí a pesar de que ella misma sentía su propia sangre helarse.
-¿No podías ser tan tonta como para creer que realmente podías causarme algo más que un dolor de cabeza con un truco como ese, o sí?- Paso a paso, el cuervo se acercaba a ellas.- No puedes engañarme. No puedes lastimarme. No puedes hacer que olvide a la persona que realmente amo.
Cuando alzó su mano en dirección a ellas, ambas se encogieron inevitablemente. Ninguna esperaba que el cuervo se remitiera a revolver el cabello oscuro de Sandara, sobre todo porque el gesto fue efímero y ChanYeol ya se retiraba, dándoles la espalda para salir de allí con todo el resto, dejándolas a ambas solas en el corredor… sin poder creer que habían salido enteras de aquello.
Con un gran suspiro, Sandara levantó la cabeza, mirando hacia el frente a nada en particular.
-Regresemos a Yang Goon, CL.
-¿Estás segura?- Con cautela, ChaeRin retrocedió un paso, pero sin liberar aún su agarre de la contraria. Sus siguientes palabras le supieron amargas. - Pensé… Que ibas a darlo todo por él.
El rostro de la cuervo se volvió un bonito ceño fruncido.
-No volveré a preocuparme por él ¡No puedo creer que haya preferido a ese mocoso antes que a mí! ¡NOS VOLVEMOS A NUESTRA ESCUELA!
Y ahí estaba la Sandara que CL conocía, pateando el piso de pura frustración. Y no es que a ella le molestara en lo más mínimo volver a su propia escuela ¡Allá no habrían gatos!... Y tendría a Dara para ella sola.
Más contenta de lo que probablemente debería considerando que podrían haber muerto hace unos minutos, CL las guio fuera para ir a buscar sus cosas antes de partir.
Estos cuervos Park eran todos tan raros; CL creía que jamás los entendería.
*
*
*
Fuera de allí, ChanYeol caminaba a paso rápido, ya listo para extender sus alas y llegar a su torre, sin embargo, Kris lo retuvo por la manga. Los demás ya se habían marchado a sus respectivos dormitorios y sólo Kai permanecía un poco alejado aún despidiéndose a la distancia de TaeMin y el Rey.
-Hey ¡Yeol!- Mirando por sobre su hombro, Kris se aseguró que Kai aún estaba en lo suyo, murmurando bajo hacia el cuervo - ¿Realmente no nos necesitas? Podemos ayudarte a encontrar una forma de romper la barrera.
-Gracias Kris- EL moreno lanzó una mirada significativa hacia el contrario – Pero conozco a alguien que puede ayudarnos con eso. Ahora vuelvan con Kai al dormitorio, pareciera que va a desmayarse en cualquier momento.
Con una mirada de obviedad ante el estornudo que Kai lanzaba acercándose a ellos, ChanYeol pareció dejar claro su punto. Kris se encogió de hombros apenas.
-Tampoco sabía que los lobos se resfriaban.
-¡No lo hacemos!- Gruñó roncamente el susodicho cuando los alcanzó, aunque un fuerte estornudo que soltó a continuación y sus mejillas afiebradas poco hacían por darle credibilidad.- Creo… ¡Oh! ¿Ese no es TaeHyung?
-¿Ves?- Apuntilló ChanYeol hacia Kris.- Si ya hasta está desvariando.
-¡Lo digo en serio!- Carraspeó Kai, apuntando más allá de las espaldas de Yeol y Kris.
-TaeHyung se fue con Baek, Kai— ¡OOff!
Y de un golpe en la espalda que lo dejó un poco sin aire, ChanYeol comprobaba boquiabierto que efectivamente, el pequeño cuervo rojo estaba allí.
-¡¿TaeHyung?!- Levantándolo del piso y tras revisarlo de patas a cabeza para comprobar que no estaba herido, se dio cuenta de que este llevaba una especie de nota atada.- ¿TaeHyung, dónde está Baek?
-CAW - El pequeño pajarito graznó y negó con la cabeza, señalando con una de sus alas la nota de la que ChanYeol lo desprendía. La avecilla no estaba contenta y él estaba a punto de descubrir por qué.
Ante las miradas curiosas de sus amigos, Yeol desplegó el mensaje.
“¡Hey, Park! Soy yo, JinWoo.
Imagino que estás cuidando bien de mis chicas ¿Eh?
Estaba pensando volver por ellas cuando me encontré con Baek. Parece odiarte mucho ahora, ya que decía que no pensaba volver nunca a Saint Monsters.
Por otra parte, Baek y yo estamos disfrutando de nuestro profundo amor en el mundo humano.
¡No te preocupes por nosotros! ¡Nos vemos!
PD: Dile a CL y Dara que vuelvan a Yang Goon para los exámenes finales.”
La carta se arrugó en su puño que temblaba de ira, ardió en llamas y cayó hecha nada más que cenizas al suelo.
TaeHyung, Kai y Kris observaban el espectáculo con los ojos abiertos como platos.
-Entonces… ¿Dice algo de Baek?- El valiente fue el lobo. Grave error.
-Baek está bien. Se acabó la búsqueda.
La voz de ultratumba de Yeol llegó junto al sonido característico de sus alas estallando y entonces Kai y Kris estaban solos en medio del jardín viendo cómo los dos cuervos se alejaban, literalmente echando fuego, en medio de la noche.
*
*
*
¿Y Baek?
Bueno.
Baek estaba barriendo.
KyungSoo, ahora pelirrojo, barría junto a él un poco más allá.
¿Qué había pasado?
Pasó que SiWon y HeeChul llegaron de madrugada, luego de las explicaciones pertinentes (muchos abrazos de por medio) y un fashion emergency cortesía de HeeChul para ponerle picante a la vida, los tenían limpiando la iglesia.
Así tal cual.
BaekHyun, que aún no sabía cómo había pasado de los abrazos, al barniz de uñas y luego a la escoba, en realidad barría en piloto automático con la mirada perdida en el más allá.
-Lo siento por tener que ayudarme a limpiar…
Tan o más aturdido que él mismo, KyungSoo balbuceó sombríamente moviendo su escoba cerca del altar mayor con movimientos robóticos.
El rubio atinó a mirarse las uñas. Tenían un bonito diseño. ¿Era por eso que el tío HeeChul las había pintado? ¿Para que el dolor del embuste no doliera tanto? ¿No se veían desde hace meses y lo primero que hacía era mandarlo a hacer aseo? BaekHyun se sentía ultrajado y era obvio que KyungSoo también; ahí se había ido su día de películas.
-Al menos tu cabello se ve increíble a la luz de los vitrales. - Baek apreció con sinceridad observando el corte y color nuevo de su amigo. Este estaba un poco más corto en los costados y la nuca, casi formando un undercut, pero lo que más lo hacía resaltar era el color rojo oscuro con que lo habían tintado, dándole un aspecto mucho más atrevido al siempre tímido y dulce KyungSoo.
Las mejillas estallando en rubor de su hermano no tenían nada de atrevido, sin embargo. Este lo miró de vuelta sonriendo.
-Creo que fue una buena idea. -Balbuceó él tocando su cabello aun sintiéndolo extraño pero agradable. Su sonrisa se ensanchó. – Quería probar algo diferente y llamativo… más parecido a ti ¡A ver si así por fin pasa algo interesante en mi vida! -Dijo esto último frunciendo el ceño hacia su escoba.
BaekHyun soltó una carcajada y KyungSoo lo siguió, porque era evidente que el plan no estaba funcionando.
-¿Y qué tal es tu escuela? ¿Divertida?
-¿De verdad crees que recurriría a algo tan bajo como esto si la escuela fuese divertida?- Soo lo miró directo a los ojos apuntando a su cabello nuevamente.- ¡Apenas tengo tiempo para nada y como la escuela está en una zona distinta, no conozco a prácticamente nadie! Me gustaría que hubieses estado conmigo… -Puchereó el pelirrojo, recargándose en el mango de su escoba -¡O al menos haber podido ir contigo al menos!
-¡Oh, vamos! Tu cabello se ve genial. -Baek volvió a reír, no queriendo entrar en el tema de él suspendiendo sus exámenes y teniendo que ir a Saint Monsters… y todo lo que había pasado después.
Sacudió la cabeza, quitándose aquellas ideas de encima.
Ahora estaba aquí, en el mundo humano, y eso era todo lo que importaba.
O eso es lo que creía…
-¡BAEEEEEK! ¡UN AMIGO TE BUSCAAAAAA!
<<¿Qué?>>
No podía ser cierto…
El corazón de BaekHyun se saltó un latido y giró de golpe hacia el portal de entrada, por donde HeeChul Hyung asomaba sonriendo maliciosamente.
-¡TE ATREVES A ENTRAR A LA MORADA DEL SEÑOR, DEMONIO!
El rostro furibundo de KyungSoo y su grito opacaron un poco de esa ligera decepción que lo embargó al ver que allí, tras su Hyung, estaba JinWoo con su rostro sonriente.
-Por favor, guapo, siéntete como en tu casa- HeeChul rápidamente fue hacia su hijo, tapándole la boca y arrastrándolo lejos de ahí, mientras le gruñía entre dientes sin perder en ningún momento la sonrisa- Soo, cállate y no le arruines el amorío a tu hermano.
-¡PERO TE DIGO QUE ES UN DEMONIO! ¡VOY A DESTRUIRTE, HIJO DE SATANÁS! ¡ESTÁS EN MIS DOMINIOS AHORA!
-Sí, sí… estoy seguro de que Baek puede encargarse de él…
Eso fue lo último que se escuchó del par y era obvio lo que HeeChul pensaba de la situación.
Baek no sabía cómo iba a sacarlo de su error luego y JinWoo, que se había acercado a él entre todo el jaleo, no lucía para nada preocupado por el malentendido.
Baek lo miró amargamente.
-¿Sabes? Al menos podrías fingir que te alegras de verme. - Comentó él riendo y picándole el ceño fruncido.
El rubio rodó los ojos, pero sonrió a su amigo.
-¿Cómo supiste de este lugar?
-Tengo mis métodos- Comentó con voz misteriosa, sacándole otra carcajada al pequeño. -Traje tu bolso; pensé que podías tener problemas sin él.
Con una cálida sonrisa, Baek lo recibió en sus brazos.
-Gracias por las molestias JinWoo. Por todo. Incluido lo de ayer. -El peligrís desestimó su agradecimiento agitando ligeramente su mano para restarle importancia.- ¿Y V?
-¿Quién?
-Mi cuervo bebé. Quedó ayer contigo y el bolso.
-¡Ah! ¡El pajarito ese! Lo envié de vuelta a Saint Monsters, pensé que tendrías problemas con él frente a tu hermano.
BaekHyun dudó un poco. Quizás JinWoo tendría razón. El lugar de su bebé no era en el mundo humano. Estaría mejor en Saint Monsters… Con su verdadero dueño.
Aun así dolía un poco…
-Veo que no estás solo... Todos los tuyos están aquí.
-¿Qué?- Sin comprender las palabras de JinWoo, que lo sacaron de su ensimismamiento, BaekHyun giró hacia él, creyendo que se refería a su familia, pero viéndolo pasear por la nave central de la iglesia, curioseando las pinturas y esculturas que adornaban las paredes.
Siguiendo su mirada, comprendió lo que JinWoo observaba. Dejando su bolso en uno de los bancos cercanos, caminó al encuentro del peligrís, chocando su hombro con el contrario en un golpe suave.
-No son cuervos blancos, JinWoo- Él también los observó intensamente, intentando ver en ellos algo de sí mismo. -Son ángeles.
Estaban ante una pintura particularmente bella sobre la anunciación.
-¿Ángeles?- JinWoo lo miró sin comprender. Era evidente que nunca había escuchado sobre ello.
-Emisarios de Dios. Son enviados al mundo humano por Él.
-¿Haces alguna especie de recado?- El gesto confuso se intensificó en el rostro del mayor.
-Yo no soy un ángel, JinWoo.- Sonrió él, pero el gesto se tornó ligeramente amargo.- No soy tan bueno como ellos. Tengo alas blancas por accidente y ningún tipo de poder.
El mayor lo observó profundamente durante unos segundos, probablemente viéndose reflejado también en esas palabras con un deje triste. Sin embargo le regaló una cálida sonrisa compasiva porque podía entender completamente la forma en la que BaekHyun se sentía.
-Seguro ¡Pero tú eres mucho mejor, Baek!- Comentó el mayor, imitando su gesto de antes y chocando su hombro contra él, haciéndolo perder el equilibrio de golpe y sonsacándole una risilla, cortando el ambiente repentinamente tenso.
Después de un momento de agradable silencio compartido en el que observaban en calma las obras que decoraban la construcción, JinWoo comentó con cuidado
-¿Realmente no regresarás a Saint Monsters, verdad?
BaekHyun suspiró, cerrando sus ojos.
-Ese es el plan.
Estaba tan cansado… Tan cansado de pensar en ChanYeol…
La reconfortante mano del mayor se envolvió en la suya, dando un apretón ligero para transmitirle su apoyo silencioso.
-Pareces haber tomado tu decisión.
-Me he sentido un poco mejor desde que regresé con mi familia. -Se encogió de hombros él. Las cosas mejorarían de a poco. -Me siento más cómodo aquí que en S.M. Quiero recuperar mi vida aquí como un humano normal.
-Ya veo…- JunWoo tomó una respiración profunda y lo miró con sinceridad. -Entonces tienes mi apoyo, Baek y… vendré aquí también tras dejar YangGoon.
-¿Qué?- Él lo miró desconcertado, sus manos aún unidas.
-Me resta sólo un año para graduarme. Vendré aquí tras terminar.
-Pero… ¿Por qué harías…?
No pudo continuar. Una de las palmas de JinWoo subió a su mejilla, sosteniéndolo mientras el mayor lo miraba con un ligero rubor en el rostro, pero luciendo determinado.
-Porque quiero vivir mi vida contigo, BaekHyun… Para siempre.