-Ha…Ha… Ha….- Correr no es lo mío. Odio correr, además está oscuro y hace frío… Oh Oh… No es que haga frío… ¡ES QUE YO ESTOY HECHO SOPA!- Ah… Aaaaaaah… ¡AAAACHOOOO!- ¡Y TAMBIÉN ODIO ESTORNUDAR! Bendita la hora en que el estúpido HyeSung me dejó caer al estúpido lago. De hecho… Bendita la estúpida hora en que acepté venir a este estúpido colegio, para acabar metido con el estúpido ChanYeol, para después conseguir que su estúpido hermano la cogiera conmigo para molestarlo, para que después me aventara al estúpido lago Y TERMINAR RECORDANDO ESTÚPIDAS COSAS QUE NO DEBERÍA RECORDAR!!!!!!!!! ¡¡¡¿Y POR QUÉ DEMONIOS SIGO CORRIENDO?!!!
Okay… recapitulemos…
Pasé a recordar cosas vergonzosas que no tenía la absoluta intención de recordar…
<<¡¡Omma!! Cuando BaekHyunnie crezca… ¡¡Quiere casarse con ChanYeol!!>>
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH! ¡¡¡¡FUI EL PRIMERO QUE SE CONFESÓ Y ADEMÁS SE LO PROPUSE ASFDGFafhasdgfdfhgjkjl….!!!! – Desparramado en el suelo, desde una posición completamente NADA cómoda, digna ni elegante, le lancé una mirada de odio a la raíz atrevida que había osado levantarse de la nada para cruzarse en mi camino y hacerme una zancadilla. Con un suspiro rodé sobre mí mismo hasta tumbarme de espaldas. Al menos había caído blandito sobre el césped.- ¡¡¡TE ODIO BOSQUE!!!- Grité sacudiendo el puño… pero el bosque me contestó con el suave susurro del viento que casi me congela las pelotas y el bonito cielo estrellado con su luna grande y redonda… que en este momento también odiaba profundamente.
Gemí de frustración y me llevé las manos al rostro como un avestruz cobarde. Mi cara ardía como el infierno así que seguro en este preciso momento parecía una luz de tránsito… fue buena idea taparme la cara. En mi cabeza sólo se repetía una sola palabra una y otra vez: ¡ VERGONZOSO, VERGONZOSO, VERGONZOSO, VERGONZOSO, VERGONZOSO, VERGONZOSOOOOOOOOO!
Appa… ¿Cómo fue que BaekHyunnie dijo algo como eso?
Volví a resoplar, frotando ahora mis palmas contra mis ojos cansados. Mi ropa seguía húmeda… aunque tampoco es que esta fuera mucha, es decir, sólo era unas vans, un short, una camiseta y la chaqueta de ChanYeol.
ChanYeol…
Algo se removió en mi estómago al deletrear su nombre en mi mente. Aparté las manos de mi cara y le lancé una mirada de desaprobación a mi panza.
-¡Yaaaah! ¿Y ahora qué se supone que es eso? ¿Maripositas?- Bufé y volví a mirar el cielo notando lo poco cuerdo que debía estar para hablarle a mi barriga.
ChanYeol…
Mi cara volvió a calentarse y mi estómago volvió a burbujear.
Es un hecho… estoy perdido…
Pero… ese cuervo es un mentiroso… Era… un niño tan bonito… Tan hermoso y delgado… ¿Cómo no quererlo con tan sólo ponerle el ojo encima? Así tan guapo… tan pequeño… tan frágil…
En cambio ahora…
-BaekHyun- Las palabras graves y agitadas llegaron de golpe junto al conocido sonido de las alas crepitantes y el golpe de sus pies al aterrizar firmes sobre el suelo. De inmediato giré sobre mí mismo, sentándome sobre mis pies, de rodillas, y viéndome en la necesidad de apoyarme en mis manos sobre el césped para no irme de boca con su imagen despampanante. Estaba de pie a unos cuantos metros de mí, sus alas se batían soltando decenas de plumas chispeantes antes de desaparecer como una llamarada sofocada. ChanYeol en toda su gloria… y yo no podía ni cerrar la boca ni detener el golpeteo en mi pecho. Sus ojos negros parecían querer atravesarme, sin embargo, guardó la distancia y no se me acercó. Su voz se oyó cautelosa.- ¿Estás bien?
En cambio ahora… es tan apuesto… tan… tan él
Simplemente indescriptible.
Su cabello castaño revuelto por el viento y su piel pálida contrastando con la negrura de la noche. Sus ojos negros y su ceño fruncido… Tan él…
Simplemente ChanYeol.
Quise creer que las mariposas en mi panza y los caballos galopando en mi caja torácica eran sólo producto de la adrenalina de casi morir ahogado y de que su imagen nunca se había visto tan imponente con la luna y el cielo estrellado enmarcando su gloriosa figura gigantesca y odiosamente masculina… demasiado abrumadora para mi propio bien, mi sanidad mental y mi pobre corazón… Pero sería mentirme, ChanYeol siempre tenía ese estúpido efecto en mí.
Me tiemblan las rodillas.
Mi cara arde.
Y comienzo a balbucear sonrisas que ni siquiera sé por qué llenan mis labios.
-Ahora tú… puedes volar muy bien- Mis mejillas están calientes y mojadas. Mierda. Estoy llorando. Una risita boba escapó de mi garganta. Estaba llorando y me estaba riendo- Después de que cayeras… estuviste volando... No… - Un sollozo claro y fuerte me cortó las palabras. Estaba llorando pero mi sonrisa era enorme - No moriste. ¡Estás vivo ChanYeol! ¡Estás vivo!- Ahora sí me largué a llorar con todas sus letras… pero el hormigueo y la presión en mi pecho era pura felicidad… Puro alivio.
ChanYeol no había muerto. ChanYeol está vivo.
Vivo conmigo.
Yo estaba llorando fuerte y ya comenzaba a sentir mi nariz picando lista para empezar a moquear. Debo estar hecho un asco. Mojado, sucio y berreando como un crío en el suelo.
Entre tanto berrido no fui consciente de que ChanYeol se había acercado a mí hasta que ya estaba enterrado en su pecho y agarrándome con desesperación a su playera negra sin dejar de llorar. Pero mi pecho dolía… o no es que doliera, sino que más bien… me sentía ahogado. Lo necesitaba para respirar. No tenía suficiente. Lo necesitaba más cerca. Necesitaba saber que lo tenía conmigo. Que no era un sueño o un espejismo. Que era real y lo tenía junto a mí.
La verdad me golpeó con una patada seca en el estómago.
Tenía miedo. Estaba feliz y aliviado de que viviera y de tenerlo cerca, cerca como para enterrarme en su pecho y agarrarme como una lapa a su ropa para que no se me escapara. Pero estaba aterrado. Me temblaba cada parte del cuerpo de puro terror. Miedo a que casi, casi lo pierdo… ¡Se salvó de morir por un pelo! ¡Si sus alas no hubiesen aparecido ChanYeol estaría muerto!
Lloré aun más fuerte con este pensamiento y ChanYeol me abrazó con más fuerza, instantáneamente me relajé al llenarme con su aroma. ChanYeol seguro debe creer que soy un pobre estúpido infantil sin control de sí mismo para estar llorando de semejante forma pero y un carajo con eso, me apreté más contra él, sin embargo ChanYeol me tomó por los hombros y me separó de su cuerpo. Yo no podía verlo bien entre tanta lágrima y moco, además de que no sabía si era él quien me estaba zamarreando o era yo que estaba dando brinquitos de tanto hipar… aunque al menos ya no estaba llorando tan fuerte.
-Tú… -La voz de ChanYeol se oía rara. Incluso carraspeó- Tú… lo recuerdas?
Yo lo vi a los ojos tres segundos antes de que su imagen se volviera a empañar y yo ya estuviera berreando sin control otra vez.
-SÍ….!!!!!!!!- Lloriqueé volviendo abrazarme a él entre grititos y gimoteos, muchas lágrimas y mucho hipo. Pero el pecho de ChanYeol vibraba bajo mi mejilla… ¿Qué carajos? Apenitas alcé mi cara para ver cómo el estúpido de ChanYeol se partía de la risa en mi cara.- ¿Y TÚ POR QUÉ CARAJOS TE RÍES? ¡BESTIA!- Comencé a golpear su pecho indignado. Yo llorando como una magdalena y el muy troglodita se ríe de mí en mi cara ¿Pero qué demonios se cree?
No me esperé su boca contra la mía, ni su cuerpo presionándome contra el césped, ni su risita haciendo eco en mi boca. Paré de llorar en seguida. Seguramente seguía hecho un real asco pero ahora al menos ya no parecía alarma chillando y chillando sin dejar de soltar agua. ChanYeol se apoyó en sus antebrazos y me miró desde lo alto con sus enormes ojos negros, reflejando en ellos la enorme sonrisa que a mí me dejó congelado.
-Lo recuerdas. ¡Recuerdas cómo nos comprometimos!
Yo estaba a punto de abrir la boca para corregirlo cuando de sopetón volvió a besarme, mucho más profundamente que antes, robándome el aliento y como siempre… llevándose mi cordura poco a poco. Pero no señor. Había que poner los puntos sobre las íes, así que haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad lo cogí por los hombros y traté de frenarlo suficiente para girar mi cara y gritar (okey, okey… chillar). Mi cara iba estallar de tanto que quemaban mis mejillas.
-Te… ¡TE DIJE… YO TE DIJE QUE OLVIDARAS ESO!
-¿Por qué?- Su tono muerto volvió a ser el mismo, igual que sus ojos vacíos. ¡MALDITO BIPOLAR!
-¡¡PORQUE ERAMOS NIÑOS!!
ChanYeol ladeó la cabeza como si no pillase el punto en todo lo que yo estaba hablando y estaba a punto de replicarme cuando se sintieron los gritos de Kai. De inmediato ambos giramos la cabeza hacia donde Kai y Kris se materializaban entre unos matorrales.
-¡HEY! ¡BAEK!- Kai agitaba los brazos y gritaba demasiado emocionado, corriendo hacia nosotros hasta arrojarse de un salto y aplastar a ChanYeol… y a mí, por supuesto… que estaba al fondo de la pila humana- ¡FINALMENTE TE ENCONTRAMOOOOOOOOOOOS!- Kai se sobaba contra mi mejilla y la de ChanYeol cuando Kris se acercó, yo lo miré con súplica para que interviniera y controlara a Kai y de paso a ChanYeol… pero cogió impulso y se echó sobre nosotros de un salto también. Todos nos quejamos mientras Kris reía y Kai también.
-JAJAJJAJAJAJAJ ESTÁBAMOS BUSCÁNDOLOS DESDE HACE MUCHO RATO- Oh Dios mío… me quejaría por todos los huesos que de seguro me quebraron pero estaba demasiado impactado con el hecho de que el serio Kris, el perfecto Kris, el siempre correcto Kris… estaba riéndose a mandíbula batiente y revolcándose en el césped con todos nosotros.
Apocalipsis.
-¡Baek!- Kai logró hacerse con mi cuerpo mientras Kris le hacía una llave al cuello a ChanYeol, golpeando en la cabeza sin dejar de reír- ¡En serio nos impresionaste! ¡Jamás en la vida hubiésemos esperado que fueses el mítico Cuervo Blanco!
Por la cara que seguramente debí haberle puesto, Kai dejó de zamarrearme.
-… ¿El qué…?- Apenas alcancé a decir esto cuando Kris empujó a Kai y me cogió por la cintura alzándome en el aire y luego volviéndome a atrapar al vuelo para volver a repetirlo una y otra vez.
-Supe por ellos en leyendas e historias de la gente más antigua de mi pueblo, ¡Pero nunca pensé que existían de verdad! ¡Qué existes de verdad!- Kris sonreía realmente feliz y yo no terminaba de entender QUÉ CARAJOS ESTABA PASANDO!!!! ¿ES QUE TODOS ESTABAN VOLVIÉNDOSE LOCOS?
Miré a ChanYeol con súplica entre cada brinco que me hacía dar Kris pero aparentemente ahora era Kai el que lo estaba tratando de ahorcar.
-Te lo tenías bien guardado, eh? No nos lo dijiste, Yeol. No fuiste sincero con nosotros que te queremos tanto. ¡KRIS, DILE ALGO! ¡NUESTRO YEOL NO CONFÍA EN NOSOTROS!- Kai apretujaba y le daba uno que otro coscorrón a ChanYeol que tenía cara de que alguien por favor lo asesinara y acabara con su sufrimiento… genial… estábamos en igualdad de condiciones.- Tú también, Baek!! ¡ZAMARRÉALO, KRIS! ¡PARA QUE SUELTE LA VERDAD!
-Hey… ¡Hey, Kris…! ¡Kris, para!- Mierda, me estoy mareando. Kris paró de alzarme y atraparme, pero me mantuvo por la cintura en lo alto, yo de inmediato me aferré a sus hombros para que no volviera a agitarme como a un batido- ¿Qué… qué dijiste que era?
Las risas pararon de inmediato.
Kris me miró atónito.
Pude oír a Kai balbucear un confundido “¿Qué?”.
ChanYeol se desembarazó de Kai y caminó hasta nosotros tomándome suavemente de las manos de Kris para ponerme con cuidado en el suelo.
-Baek… Ahora todos saben que tus alas son blancas…- Su voz se oía ligeramente decepcionada… ¿o era preocupada? No estoy seguro.- Ya no es necesario que ocultes tu naturaleza.
-Mi… ¿Mi qué?- Los miré a todos sin entender qué carajos era lo que todos estaban hablando- ¿Ocultar qué cosa? ¿Qué rayos es lo que están hablando?- Me centré en los ojos negros de ChanYeol- ¿Mis qué cosa blancas?
-¿Qué le pasa a Baek? ¿Por qué sale con esas?- Pude oír a Kai preguntarle a Kris.
-Es extraño… - Kris me miraba serio. Ya no había risitas por ningún lado y eso me ponía aún más nervioso. ¿Por qué nadie decía nada?
-Quizás… alguien selló la memoria de Baek….
-OH DIOS MÍO!!!!! TAEMIN QUÉ HACES AHÍ??????- Chillé y me abracé a ChanYeol cuando vi a TaeMin aparecer detrás de un arbusto con su voz de ultratumba. El Rey estaba junto a él mirando con recelo las ramitas y hojas que se habían pegado a su uniforme.
-¿Sellar su memoria?- ChanYeol me apretó contra sí, llenándome de su calor y de inmediatamente pude sentir mi corazón tranquilizarse.
TaeMin se cruzó de brazos y miró seriamente ChanYeol
-Sí… Alguien debe haberse asustado de que cuando el legendario Cuervo Blanco apareciese… causara una conmoción en nuestra sociedad. Así que la memoria de Baek y la del Cuervo Blanco fueron selladas.- ¿Legendario Cuervo Blanco? ¿Por qué todos usaban esas palabras para referirse a mí? Miré a ChanYeol para buscar respuestas pero este tenía el ceño fruncido en dirección a TaeMin- ChanYeol… no sé si es bueno o malo, pero esa poca memoria perdura en alguna parte de la mente de Baek y tú, ChanYeol, debes ser la llave para que el sello se rompa o no. Pero tú poder no es suficiente… ten en cuenta que está en peligro…
Memoria… miré a ChanYeol que mordía su labio sin dejar de fruncir el ceño. Memoria…
La alas de ChanYeol….
ChanYeol cayendo…
No…
Yo era quien caía… y ChanYeol volaba… y luego…
Luego…
De inmediato llevé mis manos a la cabeza. Dolía. Me quejé y me hice bolita en el suelo con la esperanza de que eso aliviara el dolor aunque sea un poco. ChanYeol de inmediato se agachó junto a mí y me abrazó contra su pecho susurrando que respirara y me calmara. ¿En qué momento comencé a hiperventilar? Ah! Sí! ¡EN EL MOMENTO EN QUE ME DÍ CUENTA QUE YO TAMBIÉN SOY UN MONSTRUO! Tenía alas… ¡Alas como ChanYeol! ¡Volaba como LuHan o ChanYeol! Un estruendoso pitido en mis oídos ahogaba las voces preocupadas de los demás. Traté de concentrarme en la de ChanYeol, su voz grave, sus susurros profundos, sus caricias en mi cabello y su perfume cálido.
De a poco el dolor fue atenuando, sin embargo me apreté más contra ChanYeol. No quería volver a sentir eso. Mi cabeza iba a estallar. Fue horrible.
-¿Quién pudo haberle hecho algo así?- Esa era la voz incrédula del Rey. Se oía preocupado. Yo jadeaba tratando de acompasar mi respiración sin querer abrir mis ojos.
-Hmm… Un cuervo hace lo que mejor sabe hacer… ¿Verdad ChanYeol?- TaeMin no se oía preocupado.- Más aún si le conviene.- ¿Qué estaba insinuando? No entiendo nada… aún duele…
Los brazos de ChanYeol me cargaron y me apretaron protectoramente. De inmediato yo me hundí en su cuello, temblando por el frío y el temor a que volviera a dolerme así, pero los latidos de ChanYeol palpitando en mi oído fueron un tranquilizante demasiado efectivo.
-No te preocupes BaekHyun… Yo voy a protegerte.- ChanYeol susurró lo suficientemente fuerte para que su voz grave resonara en el bosque silencioso. Me estremecí aún negándome a abrir los ojos o a separarme de él.
ChanYeol dejó un beso sobre mi coronilla y yo volví a sentir manadas de rinocerontes galopando en mi barriga, pero esta vez no me molesté en reprender a mi panza impertinente… me sentía demasiado seguro entre esos fuertes brazos como para molestarme por cualquier cosa.
-¿Por qué rayos intiman aquí afuera en medio del bosque? Kris, diles que se busquen un cuarto. Vamos, diles.
-Kai… Ya cállate….
-Huuumm… Un Cuervo Blanco… Eso es genial… Yo también quiero uno. ¡Bummie! ¡Cómprame uno!
-¡TaeMin! ¡BaekHyun no es un juguete! ¡No puedes agregarlo a tu colección!
-ChanYeol…- En medio de todo el alboroto de los otros cuatro, alcé la cabeza de mi escondite para centrarme en ChanYeol, que de inmediato me taladró con sus ojazos negros que me cortaban la respiración. Levanté una mano para acariciar su mejilla. Esta vez no sería tan tonto. Esta vez BaekHyunnie sí se preocupará a tiempo de lo que debe preocuparse- ¿Estás bien?- Mi voz apenas era un susurro y por la cara de confusión que puso ChanYeol, imagino que no entendió- Tu hermano… ¿Estás bien? ¿Qué pasó con HyeSung?
-¡HYESUNG-AH DESAPARECIÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAH!- ChanYeol y yo brincamos del susto por la atronadora voz de la profesora Érica que lloraba dramáticamente de panza en medio del claro. Gritando desgarradoramente por su alumno perdido. Todos estábamos de piedra- ¡¡¿PODRÍA SER QUE MIS ENSEÑANZAS NO SON LO SUFICIENTEMENTE BUENAS?!! ¡¡¿ES ESO?!! ¡¡¿HE FRACAZADO COMO EDUCADORA?!!- La profesora pataleaba y lloriqueaba rodando por el pasto con el maquillaje completamente corrido y la peluca mal puesta.
-¡N… NO! ¡ÉRICA SANGSENIM, USTED… USTED ES LA MEJOR!- Kai se acercó temblando a darle palmaditas en la espalda.
-¿En serio?- Gimoteó ella.
-¡POR SUPUESTO!- Kris también se inclinó, junto a Kai, TaeMin y el Rey que le tendía un pañuelo de seda para que se secara las lágrimas.
Un poco más repuesto del shock, miré a ChanYeol… ambos teníamos la boca abierta.
-Te dije que la Sangsenim se quería ponchar a tu hermano…. – ChanYeol cerró la boca y asintió con la cabeza algo aturdido por el descubrimiento. La verdad es que yo también estaba bastante impactado.- ChanYeol… ¿No vas a ir a buscarlo? A HyeSung, digo…. ¿No irás tras él?
ChanYeol volvió a pegarme a su pecho y hundió la nariz en mi pelo húmedo. No era la primera vez que hacía eso… ya lo ha hecho antes. Cuando no quiere pensar en algo o cuando no quiere hablar de algo… simplemente se oculta entre mi cabello.
-No… Ya sé dónde está…
La noche gobernaba completamente el cielo cuando ChanYeol me llevó a la torre. Hacía frío y yo sólo quería acurrucarme y dormir un siglo.
Demasiadas cosas en un solo día…
***
-AAAA… AAAAAAAAH… ¡¡¡AAAACHOOOOOOOOOOOO!!!- HyeSung se tambaleó en medio del vuelo con el estornudo que soltó, frotándose la nariz con rabia y mascullando insultos por lo bajo.- ¡MIERDA! ¡ALGUIEN DEBE ESTAR HABLANDO MAL DE MÍ! ¿POR QUÉ SIEMPRE SOY YO EL MALO? ¡ESTO ES INJUSTO!... Aunque… irme sin decirle adiós a esa profesora….
HyeSung mordió su labio inferior.
<<¡¡¡HYESUNG-AH!!! <3 ¡ALMUERZA CONMIGO! <3 <3>>
-¡AH! ¡AH! ¡¿EN QUÉ ESTOY PENSANDO?! ¡TODAS LAS PROFESORAS SON ESTÚPIDAS!
HyeSung no tuvo mucho tiempo para seguir tirándose los pelos porque ya comenzaba a surcar los terrenos familiares.
La enorme construcción que se erguía frente a él era una enorme casona tradicional, de madera y tejas firme que más cabía en la clasificación de mansión que de casa como tal. Rodeada por inmensos jardines y pistas de entrenamiento, así como dentro de la construcción, todo estaba también lleno de dojos y gimnasios.
Antes de poner un solo pie en tierra ya lo estaban recibiendo. HyeSung guardó sus alas y caminó por el sendero de piedra caliza negra, bordeada de pilares en los que ardían antorchas llameantes que nunca se apagaban, representantes del poder del Clan Park. Aquí era donde todos se entrenaban y desde donde se dirigían y gestionaban los asuntos del Clan, sus miembros y sus relaciones con los demás clanes y especies.
-¡Joven maestro HyeSung!
-¡Joven maestro, bienvenido de vuelta!
HyeSung ignoró todas las venias y saludos llenos de respeto y caminó entre todos esos hombres vestidos con ropas de entrenamiento.
-¿Dónde está mi padre?- HyeSung esperó la respuesta sin detenerse. Esta llegó pronta y el castaño apuró sus pasos.
-La maestra está en el ala oeste, en su despacho.
-¡Padre! ¡PADRE!
HyeSung acabó corriendo. Tropezando con sus pasos hasta tener la puerta completamente abierta y tenerse a sí mismo jadeando frente a ella…
En medio de una habitación enorme, sentada en un sofá a todas luces costoso, estaba ella… aterradoramente preciosa y fría. Su mirada negra calculadora y severa fue a parar directamente a HyeSung. Sus labios llenos de carmín rojo se comprimieron en un gesto de reproche junto a sus perfectas cejas oscuras. Su cabello largo y castaño se agitó en cuanto dejó sobre una pequeña mesita baja los pergaminos que leía sin apartar en ningún momento su mirada severa de la de HyeSung.
-HyeSung… ¿A qué se debe tanto alboroto?- Su voz, al igual que toda ella, era perfecta y aterciopelada, pero sin dejar ese matiz frío. HyeSung la veía y la veía hermosa… con su piel pálida y su cuerpo lleno de curvas, ese lunar en su mejilla que le daba un toque sensual y sus ojos negros y rasgados. Preciosa… inalcanzablemente preciosa. Ella arqueó una de sus cejas mientras cruzaba una pierna sobre la otra- Has vuelto… Estudiar no sienta bien…
No se oía contenta pero no hizo más comentario que ese. HyeSung se hallaba desde que había entrado a la habitación, a una distancia prudente de rodillas sobre el suelo como signo de respeto y veneración, separándolos únicamente la pequeña mesa en la que ahora descansaban los pergaminos.
-Padre, no es tiempo para hablar de eso ahora. Tengo grandes noticias. Padre, tus especulaciones eran correctas. El chico de nombre BaekHyun no es un humano normal. Él es… ¡¡Un Cuervo Blanco!!
La hermosa mujer entrecerró los ojos con desprecio y HyeSung tembló bajo su mirada.
-¡Idiota! ¡En este mundo no existe nada similar a un Cuervo Blanco!
-¡¡P… PERO ES VERDAD!!- HyeSung mantenía la cabeza gacha y la mirada sobre el suelo para no faltar el respeto a la mujer que gruñía desde el sofá.- Es como pensabas, padre. Sus alas aparecieron pasado el tiempo y son blancas!!!
HyeSung se atrevió a levantar los ojos del suelo cuando pasados los segundos no se oía nada por parte de la mujer… pero la halló mordiéndose el labio con una mirada confusa y el ceño fruncido. Su mano derecha acariciaba su mentón mientras la otra hacía resonar sus uñas en el reposabrazos del sofá.
-…. Cuando oí que ese muchacho era hijo de LuHan… sospeché algo sobre él…. No imaginaba… que terminaría siendo un Cuervo Blanco.
-¿LuHan?- Los dos presentes en la sala giraron de inmediato en dirección a la suave y emocionada voz proveniente de una de las puertas de acceso al despacho, donde una jovencita pequeña y muy hermosa había abierto la puerta de par en par con una enorme sonrisa y ojos brillantes.- ¿Qué le ha pasado a mi Lulu?
Sus pies descalzos resonaron contra la madera vitrificada cuando correteó por la estancia, haciendo revolotear los tules transparentes de su túnica blanca y haciendo tintinear el sinnúmero de joyas que adornaban sus tobillos, muñecas, cuello, frente y ajustaban la túnica a su cintura pequeña, enredándose con hilos plateados también a su largo cabello ondulado de color caramelo.
-¡Madre, he vuelto…!- HyeSung levantó tímidamente una mano cuando la pequeña muchacha pasó corriendo frente a él… ignorándolo por completo.
La hermosa chiquilla pasó corriendo directo a sentarse sobre las piernas de la mujer sobre el sofá que la recibió con una dulce sonrisa y los brazos completamente abiertos. La muchacha no perdió el tiempo para acurrucarse en su regazo y mirarla con sus brillantes ojos rojos. Era como una muñeca. Preciosa, chispeante, pequeña y perfecta.- ¡Fanny, mi amor, dime. ¿Cuándo vendrá Lulu?!- Su voz animada reflejaba toda la emoción de sus palabras…. Demasiada emoción.
HyeSung vio a su “padre”, Park Tiffany, forzar una sonrisa llena de ternura, rabia y adoración mientras acariciaba dulcemente la pequeña carita de muñeca de su madre, suspirando para juntar coraje y mentirle nuevamente al único ser con el que HyeSung la había visto mostrar emociones…
-No le pasa nada, mi vida… Sabes cómo es el mundo humano. LuHan tiene muchas cosas que hacer.- Su voz era tranquila y suave, acompasando sus caricias a su tono melodioso… pero HyeSung podía leer la impotencia en su voz y sus cuerpo tensarse en cuanto la pequeña muñeca bajó la mirada y sus ojos rojos se llenaron de lágrimas. Su semblante se volvió sombrío y lastimero en seguida.
-Oh… ya veo… - Tiffany acarició su cabello y sonrió mientras la estrechaba posesivamente contra sí, besando sus cabellos acaramelados. Recién entonces la pequeña pareció notar la tercera presencia en la habitación- ¿Eh? ¿HyeSung, has vuelto ya?- Sus preciosos ojos de muñeca ahora estaban fijos en el castaño que se estremeció. Tiffany le lanzó una mirada de advertencia a su hijo.
-Sí madre… he vuelto ya…
La pequeña se liberó de los brazos de Tiffany y echó a correr hasta estar frente a HyeSung, inclinándose muy cerca pero sin tocarlo. Tiffany desde el sofá apretó los puños y volvió a apretar los labios frunciendo el ceño.
-¿Cómo está ChanYeol? ¿Lo viste? ¿No está enfermo, no?- Su voz volvía a ser animada y su mirada roja risueña. HyeSung sonrió con tristeza contenida pero terminó mirándola con ojos llenos de adoración.
-No, madre... Él está bien.
-¡Waah! ¿En serio? ¡Qué bien!- Ella sonrió dulcemente logrando que sus ojos incluso se cerraran.
-TaeYeon, ven…- La pequeña corrió a donde Tiffany la esperaba con los brazos extendidos. – Deberías retirarte. Mañana a primera hora tienes una cita con el primer ministro de Japón. Debes descansar- Su tono no era severo y acarició con reverencia los cabellos caramelo cuando los tuvo a su alcance.
-Fanny… ¿Por qué ChanYeol nunca viene a visitarnos?... cariño… ¿Por qué?- TaeYeon se dejaba acariciar mirando lastimeramente los ojos negros de Tiffany, que le devolvían una mirada dulce llena de amor.- ¿Es… que acaso no nos quiere?
-No, mi vida. Nadie podría no quererte- Tiffany se inclinó levemente para atrapar de forma suave los labios de TaeYeon, dejando un pequeño rastro de carmín en su piel pálida perfecta y completamente al natural.-Ven… vamos. Tienes que dormir, mi amor.
Con una mano posesivamente puesta en la espalda baja de la pequeña muñeca, la castaña guió el cuerpo delgado y menudo hacia la puerta por la que había entrado con anterioridad, abriéndola para ella y dejándola pasar antes de adentrarse también, cerrando sin siquiera una segunda mirada para el joven que quedó de rodillas en medio de la habitación, con los puños apretados y los ojos anegados de lágrimas.
-ChanYeol…. Siempre ChanYeol…- HyeSung se tomó su tiempo para recomponerse antes de salir de ahí con lo que le quedaba de amor propio y la frente lo más alta que pudo… iría a torturar al que se le cruzara en los campos de entrenamiento.
***
*Al día siguiente. Jardines frontales de la cafetería de Saint Monsters. 08:00 am*
-Chicos…. ¿Qué… es… lo que están haciendo… ?
BaekHyun tenía la boca abierta y los ojos que se le salían de la impresión. Estaba congelado en su sitio y estaba seguro de que el bolso en que traía sus útiles se había deslizado de sus dedos directo al piso.
Él se había despertado temprano y había preparado preciosos ramos para pasarse por la enfermería antes de ir a desayunar. Le había pedido ayuda a ChanYeol y este lo había dejado en la clínica escolar antes de irse al consejo un rato para encontrarse más tarde en la cafetería a desayunar con los chicos. Y sí… había sido raro… y hasta ahora no se había explicado por qué todos los que estaban ingresados en la clínica a los que él le había llevado flores lo miraban casi con reverencia. Incluso YongGuk y HimChan, que no se despegaba ni a palos de su novio, lo trataron de una forma… distinta. Y eso que él nada más iba dejar flores y ver que su bebé estuviera entero. Y fuera de esa excesiva emoción con la que fue recibido… hasta ahora se explicaba por qué todos lo miraban raro, desde el doctor GongChan y la enfermera SooYoung, hasta HimChan y YongGuk, excluyendo a su bebé, porque echaba humo durmiendo.
Pero ahora todo tenía sentido… o se complicaba el doble que antes…
¿QUÉ RAYOS?
Ahí frente a él había un gigantesco cartel blanco con letras celestes brillantes sobre el techo de la entrada a la cafetería y todo el alumnado y profesorado de Saint Monsters amontonados entre gritos, aplausos, confeti y serpentinas.
Baek volvió a leer lo que el gigantesco letrero decía y se tambaleó un poco de la impresión.
>>¡BIENVENIDO <3 HERMOSO CUERVO BLANCO!<<
Y frente a toda la multitud estaba Ren mirándolo con órgullo, entre todo ese mar de monstruos que incluso lloraban y portaban ramos de rosas blancas y obsequios mirándole con reverencia.
-¡Baek! ¡Buenos días!- De un solo jalón, Ren arrastró consigo a BaekHyun por el brazo, sin dejar de gritar y apuntarlo mientras andaba hacia la cafetería.- ¡ESTE DE AQUÍ ES MI MEJOR AMIGO, EL LEGENDARIO CUERVO BLANCO, OH BAEKHYUN!- Muchos aplausos estallaron antes de que ambos fueran interceptados por TaeMin, que de inmediato se aferró al otro brazo de Baek.
-¡ES MENTIRA! ¡YO SOY SU MEJOR AMIGO!
En eso llegó Kai que cogió por la cintura a BaekHyun y lo alzó por sobre su cabeza como un trofeo, lejos de las garritas de los dos donceles.
-¡PERO YO SOY SU MEJOR AMIGO NO DONCEL QUE SE TELETRANSPORTA Y ES SEXY!
-Haaaa…. Intentaría pararles… pero… ya sabes… siempre es agradable ver cómo abusan de una criatura legendaria que además es tu pareja- Kris se recargó contra el hombro de ChanYeol riendo entre dientes. ChanYeol no mostraba señales de vida en su cara de nada.
-¡Baek! ¿Puedes enseñarnos tus alas? ¡POR FAVOOOOOR!- Ren hizo aegyo para enfatizar su su petición acompañado del rotundo “SIIIIIIIIIIIIII” coreado por el resto de los estudiantes que lloraban de emoción.
-¿HEEEEEEEEEEEEEEEEh? ¡¿Y cómo quieres que haga eso?! ¡NO PUEDO!- Baek lo miró como si estuviese pidiéndole a una oveja que volara… ¿De dónde quería que sacara alas?
-¿Pero qué no lo hiciste ayer cuando te caíste?- Ren hizo un puchero y Baek buscó con desesperación la ayuda d ChanYeol.
-Ch… ChanYeol!! ¡Ayuda! ¡Diles que no puedo!
-Todos están esperando BaekHyun. No puedo ayudarte- ChanYeol habló mirándose las uñas e ignorándolo completamente- Sólo enséñaselas y ya. No vas a perder nada.
Genial…
Gracias pajarraco bueno para nada.
-¡Pero no sé cómo hacer que mis alas salgan!- BaekHyun iba a ponerse a llorar como no dejaran de presionarlo.
-Baek…- TaeMin se acercó susurrando a su oído- Sólo tienes que pensar “Quiero volar”.- BaekHyun lo miró atónito.
-Sólo eso…
-Yep.
-O… Okey… Ahí voy… Lo voy a intentar….- BaekHyun cerró los ojos y frunció el ceño en concentración mientras susurraba en su mente una y otra vez “Quiero volar, quiero volar, quiero volar, quiero volar”
Todos miraban expectantes, sin perder detalle alguno del gesto de concentración del rubio, un sonoro “Aah”, se escapó de la multitud asombrada cuando Baek intensificó su gesto de concentración para luego decir….
-Lo siento… no puedo…- El rubio dejó caer los hombros agotado.- Soy un humano normal….
-¡BAEK! ¡TRAS TU ESPALDA! ¡MIRAAAA!
-¿Heh?- Baek vio tras su espalda y… ¡HABÍA UN PEQUEÑO PAR DE ALITAS BLANCAS QUE CASI PARECÍAN DE JUGUETE!- ¡¡¿¿HEEEEEEEEEEEEEEH??!!- Baek se estaba mareando en serio… Le habían aparecido alas. ¡¡PEQUEÑAS PERO, DIABLOS, LE HABÍAN APARECIDO!!
-¡BAEK! ¡TRABAJA DURO Y CONSIGUE UNAS ALAS MUCHO MÁS GRANDES!- Gritó con los ojos brillantes Ren.
-¡TE ENTRENARÉ DURO, MI PEQUEÑO SALTAMONTES!- Gritó TaeMin agitando los brazos igual o más sobreexcitado que Ren.
-ChanYeol… ¿Qué no dijiste que protegerías a Baek?- Kris preguntó sin real preocupación recargado en un árbol junto ChanYeol.
-Meeeh… - Fue todo lo dijo ChanYeol encogiéndose de hombros y viendo con una sonrisa malévola en la cara cómo su rubio caminaba como un patito mareado siendo acosado por centenares de monstruos.
¿Y Baek?
Baek de repente se veía a sí mismo cayendo por un espiral sin fondo lleno de monstruos asquerosos y retorcidos que iban a comérselo…. No… espera… ¡¡ÉL TAMBIÉN ERA UN MONSTRUO!! ¡¡UN MONSTRUO COMO LUHAN!! ¡AHORA TENDRÍA QUE DEDICARSE A SALIR DE LOS ARMARIOS A ASUSTAR NIÑOS PEQUEÑOS PARA CONSEGUIR ENERGÍA PARA SU CIDAD DE MONSTRUOS!
ChanYeol volvió a reír y esta vez Kris también lo acompañó en sus burlas porque sí que era divertido ver cómo Ren, Kai y TaeMin se peleaban como peeros hambrientos por BaekHyun que parecía a punto de desmayarse o sufrir un colapso nervioso.
Sin embargo… algo más apartados del resto de las multitud pero con una vista perfecta de lo sucedía, dos muchachos observaban todo con sus notorios caninos sobresaliendo de sus labios gruesos debido a sus sonrisas idénticas.
-Así que realmente es el Cuervo Blanco. Sorprendente.- Uno de ellos silbó de admiración.
-El chico que está unido al presidente…- El otro lo dio un codazo al primero a modo de juego, sin dejar de sonreír peligrosamente- Te dije que era especial.
Ambos eran donceles ya mayores. Era su último año. Ambos singularmente guapos y de facciones masculinas bien definidas, con hermosos ojos caídos y apariencia desenfadada.
Una tercera voz, muy suave se alzó un poco para hacerse oír. Por su uniforme, no era doncel… aunque su apariencia pequeña, casi la propia en un niño, decía lo contrario.
-SoRyong, DaeRyong… no creo que sea correcto… Deberíamos detenernos antes de que algo malo ocurra… Quitar las plumas al Cuervo Blanco es…
-¡IDIOTA! ¿¡ESTÁS ASUSTADO O QUÉ!?
-¡MÍRATE YUKWON! ¡ERES PATÉTICO!
Entre ambos gemelos lo golpearon hasta que estuvo hecho una bolita en el suelo. Entonces SoRyong sonrió maliciosamente.
-¿Puedes imaginar cuánto ganaríamos si vendiésemos las plumas del mítico Cuervo Blanco?
-¡Engañarlo y robar sus plumas nos bastaría para vivir bañándonos en dinero el resto de nuestras vidas!- Secundó DaeRyong. Ambos viendo cómo el presidente se echaba al hombro al Cuervo Blanco y caminaba sin prisa dentro de la cafetería.
BaekHyun estaba exhausto… y el día nuevamente recién comenzaba.