¿Por qué pasaba esto? ¿Por qué el amable y dulce YuKwon hacía algo como esto?
-¡SUÉLTAME! ¡YUKWON! ¡¿ME ESTÁS ESCUCHANDO?! ¡BÁJAME AHORA!
-Baek… Lo siento…- BaekHyun dejó de retorcerse y tratar de arañarlo porque después de minutos gritando y arrojando golpes a diestra y siniestra para recibir sólo indiferencia y un silencio horrible a cambio, YuKwon por fin había decidido dirigirle la palabra… y para nada más y nada menos que disculparse. Bien, pues si lo dejaba libre ahora y se disculpaba como correspondía, BaekHyun podía dejar pasar este pequeño arrebato y volver a ser tan amigos como antes.- Baek… Ya no puedo más… Estar viéndote junto a Park… me lastima…
-¿Eh? ¿Te lastima? ¿Tienes algún problema en los ojos o algo? Porque yo una vez tuve principios de cefalea y me dolía la cabeza y me mareaba y no alcanzaba a ver un chingo frente a mis narices.
*Detalles sobre Byun BaekHyun* à El muchacho es un poco “lento” cuando le llega un chico con sentimientos sinceros…
-¿Qué? ¡No! Lo que estoy tratando de decir es que… que…- A YuKwon, toda la valentía se le había ido al carajo y para peor, BaekHyun lo observaba fijamente con sus inocentes y confundidos ojillos de almendra- Lo que quiero decir es que… que… pues… Baek tú…. Tú me…. Yo, yo… yo… me gus… me… - Ay Dios. Un minuto más de esta tortura y a YuKwon le iba a dar algo ¡PERO ERA AHORA O NUNCA!- ¡TÚ ME GUSTAS!.
Y “POOF”…
Con una nube de vaporoso humo blanco, ambos chicos acabaron de trasero sobre el suelo. El pequeño YuKwon con su uniforme escolar roto por la brusca transformación y BaekHyun, con su uniforme de doncel desarreglado y sucio, agitando los brazos porque su pequeño zorrito había regresado.
-¡¡¡VOLVISTE A TU FORMA ORIGINAL!!!- Con su tormenta de hormonas disparadas, BaekHyun se le arrojó encima a YuKwon para apretarlo en su abrazo asesino.
-Pero… en… ¿En qué fallé….?
YuKwon no entendía y no podía pensar claramente en las causas de su transformación incompleta por el demoledor abrazo del rubio, sin embargo, no tuvo que esperar demasiado por la respuesta que necesitaba, ya que una voz haciendo eco desde alguna parte de ese espacio negro e infinito, se la ofreció de forma dura y fría. Una voz que YuKwon conocía.
-Eso es porque tu alma no creció en lo absoluto- Era una voz de hombre. Una voz de hombre mayor.
Una ligera brisa y el sonido de campanillas repicando, acompañó la materialización de dos zorros anaranjados, uno más grande que el otro. Ambos apareciendo de entre las sombras como si se hubiesen desprendido de ellas, caminando con gracia alrededor de donde BaekHyun y YuKwon habían caído, rodeándolos. Acechándolos.
-¡Padre!, ¡Mamá!- YuKwon exclamó, contento y a la vez sorprendido por verlos. Definitivamente no esperó la salvaje mordida en uno de sus brazos por parte del zorro más pequeño, que consiguió romperle la ropa y hacerle sangrar con una herida en donde los colmillos se habían clavado.
-¡Te he dicho que me llames “Madre”!- El zorro habló con voz humana entre gruñidos, antes de lanzar unos metros por el aire a YuKwon con la fuerza de su mordida.
-¡¡¡YU!!!- BaekHyun gritó de miedo y preocupación pero YuKwon solamente bajó la cabeza, incorporándose y cubriéndose la herida con la mano. El zorro más grande, que aparentemente era el padre de Yu, se acercó a BaekHyun, rodeándolo e impidiendo que pudiera escapar. Lo había acorralado.
-No te asustes, sólo le está dando una lección que ese muchacho nunca aprenderá.
-Eso, chiquillo. No te asustes- La madre de Yu volvió a acercarse a donde BaekHyun y el zorro más grande estaban. Su voz era femenina. Suave y femenina. Ella se acercó donde el otro zorro y se sentó junto a él, sin dejar de mirar a BaekHyun que no cabía en sí de los nervios- Y discúlpanos por hacerte ver algo como esto, pero estamos mucho más cómodos así que en nuestras formas humanas.
-¡Ah! ¡N… no! No… yo…- BaekHyun se enredó con sus palabras, cada vez más nervioso, cada vez con más miedo. Así que finalmente bajó la cabeza, temblando, sin poder resistir más la presión de esas dos miradas animales sobre sí.
Era suficiente.
BaekHyun iba a colapsar como no saliera de ahí rápido.
Primero tratan de devorarlo, luego tiene que correr por su vida, luego lo secuestran a quién sabe dónde carajos y ahora habían dos zorros aterradores gruñendo frente a él.
Era suficiente.
Si no era alguien tratando de secuestrarlo, era alguien acosándolo, tratando de matarlo o de violarlo. No podía seguir viviendo así. Desde que había llegado a este colegio extraño lleno de monstruos que todo se había vuelto patas arriba. Su vida se había vuelto una lucha por la supervivencia y BaekHyun ya no quería más.
Ya… no más…
Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
BaekHyun no quería estar ahí.
BaekHyun quería volver a casa.
BaekHyun quería sus cobijas y un abrazo. Un beso tibio de buenas noches y sentir la protección de unos brazos fuertes que le aseguraran que al despertar todo estaría bien.
Pero estaba ahí atrapado… y no conocía la salida… ¡ni sabía si existía siquiera!
-YuKwon… - El zorro más grande lanzó un gruñido gutural que reverberó en los oídos de BaekHyun, intimidándolo aún más.- Pareciera que este niño no quiere estar aquí…
-¡Sólo un mocoso estúpido forzaría a alguien que le gusta de esta forma! ¡Eso no es amor maduro! ¡Llegaste hasta aquí pero no has crecido nada! ¡Tu interior sigue igual de vacío!- La madre parecía dispuesta a ir a morder nuevamente a YuKwon cuando el padre la interrumpió, acercándose a BaekHyun lentamente y husmeando con su nariz en su ropa y cabello.
Asustado, BaekHyun retrocedió y apretó los ojos, haciéndose bolita y cubriéndose con los brazos al sentir los resoplidos del zorro sobre sí.
-Hueles a humano… ¿Por qué llevas el uniforme de S.M?
BaekHyun no tuvo tiempo de explicarse, entre su lengua que se negaba a cooperar por miedo y por la vocecita que se le adelantó.
-Baek no es humano. Él es el legendario Cuervo Blanco.
No.
BaekHyun abrió los ojos y miró asustado a YuKwon. No podía decirlo. ChanYeol dijo que no hablara más de ello. Ni de ser un Cuervo Blanco ni de mostrar sus alas.
-¡YU, NO DIG…!
-¡Es la verdad!- YuKwon lo ignoró y siguió hablando con los dos zorros que bufaron, incrédulos.
-¿Qué estás balbuceando ahora, YuKwon?- La madre gruñó, esta vez más fastidiada y aburrida que molesta.
-El niño tiene olor a humano y tal cosa como los Cuervos Blancos no existen YuKwon.- Gruñó también el padre.
-¡NO ESTOY MINTIENDO!- YuKwon giró hacia BaekHyun que observaba todo sumido en el mutismo de no saber qué demonios hacer, ni cómo escapar de esa situación. BaekHyun se encogió un poco sobre sí mismo- ¡Baek! ¡Enséñales tus alas!
-Yu… no… no puedo, yo… - BaekHyun balbuceó entre sus nervios. No podía. ChanYeol había dicho que no. No entendía por qué ni hasta qué punto, pero aparentemente era algo peligroso tener alas blancas. Prueba de ello habían sido esos gemelos.
-¡Pero lo hiciste esta mañana!
-Lo siento, no puedo hacerlo bajo presión. Si estoy nervioso no aparecen.- Rápidamente buscó la mejor escusa que se le ocurrió. No iba a arriesgarse otra vez. YuKwon no parecía del todo convencido pero su padre comenzó a gruñir. Grave, gutural. Erizando su pelaje y posicionándose al asecho en una dirección que apuntaba hacia algún rincón de esa inmensa oscuridad. La madre de YuKwon rápidamente se situó a su lado, acariciando con su cabeza y nariz a su pareja alterada.
-¿Cariño? ¿Pasa algo…?- Su voz era preocupada y temerosa. Algo no andaba bien.
-Es la dimensión…- El zorro mayor gruñó y rápidamente giró su cabeza gruñendo en otra dirección y luego en otra, como si no acabara de decidir desde qué lugar provenía la amenaza o hacia dónde atacar. La madre parecía cada vez más preocupada y el padre cada vez más ansioso - Se está distorsionando ¡ALGUIEN ESTÁ DISTORCIONANDO NUESTRA DIMENSIÓN!
El padre de YuKwon sólo alcanzó a gritar eso cuando un fuerte viento y ruido estruendoso hizo volar el sendero de piedras, antorchas y luces que comenzaron a deshacerse… entre llamas.
Todo acabó consumido entre remolinos de fuego y viento hasta volverse puras cenizas y dejar todo sumido en una oscuridad total. Sin viento, sin fuego, sin luz. Tan rápido como comenzó, todo llegó a su fin.
Era como si nunca nada hubiese ocurrido.
Sólo se oían los gruñidos de los zorros y las respiraciones agitadas de BaekHyun y YuKwon.
Nadie veía nada. La oscuridad era absoluta.
-Cariño… ¿Qué está pasando…?
El padre gruñó ante la preocupación de la madre, pero cuando habló, aunque su voz iba cargada de furia, lo hizo con un tono conciliador, tratando de tranquilizarla.
- No puedo retomar el control sobre la dimensión. Quédate junto a mí. Hay alguien aquí, puedo sentirlo.
Entonces una luz se encendió.
Una llamarada roja pequeña que ardía iluminando partes de un cabello rojo y dos ojos de lava brillante. Una llamarada que ardía desde la punta de un dedo índice. Unos pasos acompañados de los gruñidos cada vez más fuertes de los zorros, resonaron al momento en que toda la mano comenzó a arder junto a dos alas enormes estallando e iluminando todo el lugar.
Ahora todos podían verse a sí mismos… y al intruso en la dimensión zorro.
El padre fuel primero en rugir.
-¿Quién… ? ¡¿QUIÉN ERES?!
-¡CHANYEOL!- BaekHyun gritó la respuesta poniéndose en pie tan rápido que un fuerte mareo amenazó con volver a dejarlo en el suelo, pero lo ignoró todo: la oscuridad, los zorros gruñendo listos para atacar, el mareo, sus piernas temblorosas y su corazón agitado… para correr hacia ChanYeol.
Los brazos que lo recibieron eran los que quería, los que lo hacían sentirse seguro, protegido.
El aroma que llenaba sus pulmones era el que lo hipnotizaba, haciéndolo olvidar todos sus temores.
La voz que lo envolvía con su profundidad era la única que quería oír, la que le aseguraba que todo estaría bien. Que ese era su lugar.
-Vine por mi prometido- Simple, claro, preciso y conciso. La voz de ChanYeol fue potente y no pudo hacer menos que impresionar a todos y lograr que BaekHyun frotara su mejilla contra su pecho, sonriendo y dejando que sus lagrimillas se secaran contra la tela del uniforme.
-No sé de lo que hablas… ¡EXPLÍCATE AHORA! ¡¿QUÉ QUIERES DE NOSOTROS?!- El padre de YuKwon avanzó destilando amenaza con cada paso hacia donde ChanYeol y BaekHyun estaban. BaekHyun apretándose un poco más contra ChanYeol, y ChanYeol preparándose para el ataque, preparándose para defender a su rubio. Lo que nadie se esperó fue que la madre se cruzara en su camino a detenerlo.
-¡CARIÑO, DETENTE! ¡Él es el presidente de Saint Monsters! ¡Eso aparecía en la documentación de la escuela cuando fuimos a matricular a nuestro YuKwon. Ambos tienen la misma edad pero él es mucho más guapo! <3 <3 <3
BaekHyun se despegó rápidamente del pecho de ChanYeol para mirar a la madre de YuKwon… que le estaba haciendo ojitos a ChanYeol…
¡¿QUÉ DEMONIOS?! ¡¿ESA ZORRA LE ESTABA COQUETEANDO A SU CUERVO?!
El padre no pareció notarlo (ni el coqueteo descarado de su esposa, ni la mirada de furia de BaekHyun), porque paseó la mirada confundido desde la pareja hasta su esposa y viceversa.
-¿Entonces por qué busca a su prometido aquí?- BaekHyun abrió la boca incrédulo… ese zorro no podía ser más lento…- Espera…- Recién parecía que se le había prendido el foco y miró indignado a su hijo que se encogió en su puesto.- ¡KIM YUKWON! ¡¿SECUESTRASTE AL PROMETIDO DE OTRO?!
-Ay Dios… dame paciencia… ¿Qué hice para merecer esto…? Dime en qué fallé…- La madre había dejado de coquetearle al presidente y ahora se dedicaba a lamentarse.
ChanYeol decidió que ya había sido suficiente y su presencia y la de su rubio eran innecesarias, así que separándose y luego tendiéndole una mano, habló sólo para que ambos oyeran.
-¿Volvemos?
BaekHyun sonrió.
No había nada que quisiera más.
Solos él y ChanYeol.
Sin embargo sus dedos apenas alcanzaron a rozar la palma de ChanYeol cuando un grito con su nombre en él, rompió su burbuja.
-¡BAEKHYUN! ¡BAEKHYUN ESPERA!- Y BaekHyun se detuvo. Sus dedos apenas entrelazados a los de ChanYeol, mientras dirigía su atención hacia el pequeño zorro.- ¡¿VUELVES?! ¡¿QUÉ NO TE OBLIGÓ, PARK, TAMBIÉN A VENIR A ESTUDIAR A SAINT MONSTERS?! ¡TODOS EN LA ESCUELA LO SABEN! ¡TODOS SABEN QUE ÉL TE FORZÓ Y TE FUERZA CADA NOCHE!- El zorro gritaba con una mezcla de celos, rabia y rencor. Si él no podía tenerlo, nadie lo haría.- Ya no puedo soportarlo más Baek…
-¡¿QUÉ?! ¡NO! Osea sí… ¡¡PERO NO!!- BaekHyun chilló, negando completamente avergonzado y ChanYeol tuvo que apretar el agarre sobre su mano para que no se alejara, puesto que involuntariamente se había movido hacia el zorro para aclarar el malentendido. BaekHyun no podía creerlo. ¡YUKWON NO PODÍA DECIR ALGO COMO ESO FRENTE A SUS PADRES! ¡ERA VERGONZOSO! ¡Y NO ERA CIERTO! Bueno, en parte sí… ¡PERO NO AL COMPLETO! ¡ÉL AÚN ES VIRGEN Y NADIE LO HA FORZADO A NADA! Osea sí… ¡PERO NO CHANYEOL! O quizás un poco también… ¡PERO A NADA GRAVE!
ChanYeol simplemente se encogió de hombros, despreocupado, pensando que seguramente habían sido el exagerado de Kai y el paranoico de DaeHyun los que habían salido con semejantes chismorreos.
La tranquilidad no le duró mucho.
El agarre de BaekHyun sobre su mano se volvía débil y el mismo BaekHyun ahora estaba inmóvil. Algo se oprimió dentro de ChanYeol cuando BaekHyun avanzó un paso y luego otro… hasta que finalmente nada los unía.
BaekHyun se alejaba paso a paso hacia donde YuKwon había creado un portal que se recortaba en la negrura de la dimensión y que mostraba calles despejadas… tiendas caras… restoranes de lujo… casas enormes…
La mano de ChanYeol ahora yacía suspendida en el aire, ahí donde BaekHyun la había soltado, y extendida hacia la silueta pequeña que se alejaba.
-¿Es este tu hogar, BaekHyun?- La pregunta de YuKwon no necesitó respuesta alguna.
Las calles de Seul. Su hogar.
BaekHyun apenas pudo asentir con la cabeza.
Era su hogar.
- Ahora puedes huir yo te ayudaré a ser libre. Baek, dime el lugar en el que vives y yo te llevaré ahí. Sólo dímelo.
Hipnotizado por la imagen que se proyectaba ante sus ojos, BaekHyun avanzó un paso y otro… sin poder dar crédito a lo que tanto tiempo había desaedo.
-Es… más hacia el sur… hacia Gangnam pero saliendo hacia la periferia… - BaekHyun apenas podía sacar la voz. Él conocía todas esas calles. Era… todo lo que le gustaría tener a su alcance…- Un poco más hacia el sur… sigue ese camino… es… tras esa verja, en esa casa gris…- BaekHyun quiso llorar cuando vio su enorme casona frente a sí, nunca se había sentido tan feliz de verla. Siempre le había parecido lúgubre y fría, pero ahora parecía un cálido recuerdo lejano. ¡Era su casa! ¡El lugar en el que creció! -¡Appa!- BaekHyun gritó y sintió las lágrimas caer cuando el portal le mostró la imagen de la sala con sus sillones de cuero negro y las cerámicas del mismo color.
Ahí, dentro de esa sala moderna y monocromática, estaba uno de los cuadros más recurrentes de su vida cotidiana… su ex vida cotidiana.
Limpió sus lágrimas y rió al ver a su padre gritando y golpeando a HeeChul Hyung que se maquillaba de pansa sobre la mesa donde su Appa intentaba trabajar, llenándole los documentos con su melena larga, castaña y revuelta; y como era de esperarse, KyungSoo no tardó en aparecer con su cabello negro perfectamente peinado, su mandil de conejitos y su uslero a amenazarlos para que se queden quietos en lo que él seguramente les preparaba la cena y ordenaba la casa.
BaekHyun suspiró. Sin BaekHyun cerca para cuidar de él, su Appa seguramente dependería un cien por ciento de las bondades de su KyungSoo, HeeChul Hyung y SiWon Hyung.
Había veces en las que Baek pensaba que en realidad él y Soo habían sido cambiados al nacer. BaekHyun siempre tuvo la personalidad loca, fabulosa y descomplicada de HeeChul, mientras Soo era tranquilo, trabajador y centrado, como su Hunnie Appa. Baek y Soo eran opuestos por donde se los mirara, pero eran los mejores amigos del mundo, igual que HeeChul y SeHun; nadie podía explicarse semejantes amistades. Pero Baek era un monstruo igual a LuHan, y KyungSoo había sido adoptado por HeeChul (el hermano de su madre fallecida) así que definitivamente no habían sido cambiados al nacer.
BaekHyun los extrañaba. Eran toda la familia que tenía. Es decir, tenía abuelos (los padres de su Appa) pero vivían en Japón así que rara vez los veía y… nunca conoció a la familia de LuHan. Todo lo que tenía era a su Appa, a KyungSoo, al tío HeeChul y al tío SiWon. Toda su vida se había resumido a KyungSoo ordenando la casa y preparando la comida porque su Appa y él mismo eran un cero a la izquierda en la cocina y HeeChul se negaba a arruinarse las uñas. Su padre gruñendo porque no los quiere en su casa haciendo disturbios, pero al final igual los recibiría nuevamente y aceptaría las galletas que Soo le llevaba para que “endulce la vida”. Luego aparecería el tío SiWon con sus biblias a tratar de robarles un minutito antes de cenar para hablar sobre el reino de Dios, HeeChul rodaría los ojos y se pondría a blasfemar hasta que nuevamente KyungSoo tuviera que poner orden con su uslero antes de que a SeHun le diese un ataque o BaekHyun muriera ahogándose con su propia risa. Todos cenarían juntos y pelearían otro poco antes de que KyungSoo y sus padres debieran volver a su propia casa y él y su Appa tuvieran que ir a dormir, estudiar o trabajar.
Esa era la vida de la que BaekHyun había sido arrebatado y esa era la vida que ahora tenía frente a sí, al alcance de su mano. Lo que había deseado recuperar durante todo este tiempo. El lugar al que quería regresar. El lugar en el que volvería a ser humano. El lugar en el que todo volvería a ser normal.
No más miradas extrañas.
No más monstruos extraños.
No más acoso, no más abusos, no más intentos de violación.
-Puedes volver a casa Baek… Si saltas, puedes regresar al mundo humano…- BaekHyun escuchó las palabras de YuKwon y frunció el ceño limpiando sus lágrimas y deteniéndose ante el portal. Era todo lo que quería… Volver a tener una vida normal… Volver a donde estaban su Appa y sus amigos… Su familia… Su vida… Su hogar.- Usaré mis poderes para ayudarte a volver… ¡Así que salta!
BaekHyun dio un paso.
Podría volver. Volver donde estaban todos.
-¡BAEKHYUN NO VAYAS!
-¿Eh… Chan…? ¡¡CHANYEOL!! ¡¿CHANYEOL QUÉ TE OCURRE?! ¡¿POR QUÉ ESTÁS HERIDO?!- Todo lo que sea que BaekHyun estuviera pensando pasó al olvido en cuanto vio a ChanYeol de rodillas en el suelo con sangre corriendo de sus ojos y por las comisuras de sus labios, su piel se rompía con cortes de puñaladas invisibles y su cabello ya no refulgía con esa tonalidad roja fuego. Su cabello, al igual que sus ojos, se apagaba poco a poco hasta volver a su color natural.
Parecía que ChanYeol iba a contestarle porque sus labios se entreabrieron pero todo quedó en un incontrolable y doloroso acceso de tos en el que acabó por escupir sangre y acabar apoyado en sus manos para no caer. Sus hombros se sacudían por los espasmos mientras la dimensión completa parecía volver a caer en el caos. Un caos que se volvía en contra de ChanYeol.
Viento y fuego envolvían el lugar volviéndolo todo un infierno y ChanYeol estaba ahí en el suelo sobre un charco de sangre que manaba de todos los cortes en su cuerpo. Lo único que seguía ahí para indicar que aún le quedaban fuerzas… eran sus alas. Sus preciosas alas de fuego.
-¡Muchacho!- ChanYeol ni si quiera fue capaz de levantar la vista ante los gritos del padre de YuKwon, cuya voz se alzaba lo más posible para hacerse oír entre la tormenta de viento y fuego.- ¡Ya lograste llegar hasta aquí y de por sí es muy impresionante, no hay duda de que eres realmente fuerte y un digno líder de Saint Monsters, pero si no te marchas ahora y dejas nuestra dimensión en paz, vas a morir! ¡Estás en el límite de tus fuerzas! ¡SAL DE AQUÍ AHORA O PREPARATE PARA PERDER LA VIDA!
ChanYeol no fue capaz de responder… era verdad… no le quedaban fuerzas… Sólo pudo resoplar por aire y volver a estremecerse entre espasmos de sangre y tos.
No.
No podía ser cierto.
¡¿EN QUÉ DEMONIOS ESTABA PENSANDO CHANYEOL?!
BaekHyun cerró los ojos y agitó la cabeza para negarse a ver lo evidente. ChanYeol iba a morir si no salía rápido de ahí.
ChanYeol iba a morir.
-¡CHANYEOL! ¡¿CHANYEOL, QUÉ HACES?! ¡VETE DE AQUÍ! ¡YA LO OISTE, REGRESA RÁPIDO! ¡CHANYEOL… POR FAVOR… !- Desesperado. Así estaba BaekHyun… más aún al ver al enorme cuervo tratar de incorporarse y fallar miserablemente.
Ni siquiera podía alzar la cabeza para mirarle a la cara.
-Si tú… no regresas conmigo… entonces no lo haré…- Su voz, esa voz imponente y gruesa, apenas podía oírse en el infierno en que la dimensión se había convertido. BaekHyun negó con la cabeza y se tapó la boca para acallar sus sollozos… No podía estar hablando en serio ¡Maldito cuervo idiota!- No… te dejaré… ir…
-¡BAEK! ¡EL PORTAL SE CERRARÁ! ¡DATE PRSA Y SALTA! ¡ESTA ES UNA OPORTUNIDAD ENTRE MIL! ¡¡¡¿¿NO QUIERES REGRESAR A TU PROPIO HOGAR??!!!
¿Quería?
BaekHyun abrió los ojos imposiblemente cuando esa duda lo hizo titubear.
Las palabras de YuKwon resonaron en su cabeza acallando sus sollozos y los gritos de los zorros al ver su dimensión vuelta un caos de fuego y viento.
BaekHyun vio el portal que se hacía cada vez más pequeño tras su espalda. Casi podía sentir el perfume dulce y frutal de KyungSoo mesclado con el aroma a galletas recién horneadas, el esmalte de uñas caro de HeeChul y la loción de afeitar de su Appa.
¿Quería volver?
¿Quería volver a casa?
No. La pregunta no era esa. La pregunta era otra…
¿Era ese su hogar…? ¿Era ese el lugar… al que quería regresar?
Un fuerte sonido de algo rompiéndose, algo así como un *CRACK*… como el sonido de huesos siendo triturados y los gritos de la madre de YuKwon hicieron volver a BaekHyun a la realidad, al caos, al infierno y la aterradora imagen de ChanYeol sin una de sus alas.
Estaba rota…
No…
Con un horrible sentimiento de dolor, pánico y desesperación invadiéndolo, BaekHyun pudo ver cómo ese viento que envolvía a ChanYeol y lo llenaba de cortadas… había arrancado de cuajo una de sus alas. No había desaparecido como siempre lo hacían… una de sus alas seguía estando ahí… pero la otra estaba en el suelo consumiéndose a sí misma hasta desaparecer…. Pero a pesar del evidente dolor que debía suponerle… ChanYeol no gritaba… no hacía el más mínimo sonido y eso era aún más aterrador, hasta que sus brazos, los únicos que lo sostenían de caer y consumirse a sí mismo… cedieron.
Ese fue el momento en que BaekHyun le dio la espalda completamente al mundo que lo vio nacer y crecer… el mundo en el que por 15 años vivió… El mismo mundo en el que estaba la única familia que había tenido…
Ese fue el momento en que BaekHyun, con un grito lleno del nombre de ChanYeol, dejó que el portal se cerrara tras de sí y corrió hacia lo único que realmente importaba.
Hacia su único y verdadero hogar.
Sus enormes alas blancas se desplegaron para impulsarle en su carrera hasta donde ChanYeol ya no se movía… ni respiraba.
BaekHyun se arrojó sobre el charco de sangre, bañado en lágrimas y abrazó el cuerpo inerte contra su pecho, abriendo sus alas y cubriéndolos a ambos con ellas para protegerlos del fuego y el viento… para proteger a ChanYeol.
BaekHyun besó con desesperación cada parte del rostro ensangrentado, llorando y susurrando al cuerpo inconsciente promesas de estar bien, de que ambos iban a estar bien, de que nunca más se alejaría de su lado, de que iba a portarse bien e incluso iba a estudiar mucho… pero que por favor… por favor no lo dejara solo… No ahora…
Porque ambos aún tenían que regresar a casa…