*Ficha técnica de personajes* (por favor pincha cada palabra que diga “imagen”) (créditos a cada fotógrafo, editor y fanartista)
Nombre: Park ChanYeol (imagen)
Género: Cuervo elemental de fuego (Imagen). Como todo cuervo, su apariencia física muta dependiendo del grado de energía mágica que libere, es decir, se transforma parcialmente y de forma progresiva. (Imagen) (Imagen) (Imagen) (Imagen) (Imagen) Debido a su cruda experiencia para llegar a ser el cuervo adulto que es hoy, ChanYeol, a diferencia del común de su raza, no tiene inhibición alguna en exhibir sus alas o su cabello caramelo (su favorito, incluso más que el rojo que le sigue) y esto es porque le costó demasiado conseguirlos… partiendo del hecho de que realmente no debió tenerlos, por lo que simplemente está orgulloso de ser quien logró llegar a ser.
Edad: 16 años. Debido a lo débil que fue de pequeño, ingresó tarde a la escuela, por lo que lleva un curso de atraso.
Lugar de nacimiento: Templo sagrado de la diosa de la luna oscura.
Cargo: Honorable Presidente y Supremo Líder de la Escuela Superior Privada Saint Monsters.
Comida favorita: BaekHyun.
Cosas preferidas: BaekHyun.
Le gusta: BaekHyun.
Cosas que odia: No saber dónde está BaekHyun, no tener el control y que lo alejen de BaekHyun.
Hobbie: Molestar a BaekHyun, observarlo mientras duerme, besarlo mientras duerme, tomarle fotos mientras duerme y en general cuando no se da cuenta, robar fotos de BaekHyun para agregar a su colección. ChanYeol es un hombre ocupado, como ven.
Su mayor miedo: Perder a BaekHyun. No ser lo suficientemente fuerte.
Curiosidades sobre ChanYeol: Él y TaeHyung solían viajar desde muy pequeños al mundo humano (Con autorización de su abuela) a visitar desinteresadamente a LuHan Hyung para que este les regalara fotografías de su hijo, o para que juntos acecharan al pequeño niño rubio y al hombre alto y de cara enojada que siempre lo acompañaba. Así fue como nació su colección de fotos.
Se desligó de su familia desde muy pequeño. Ellos no lo querían porque no les era útil y ChanYeol, aunque lo entiende, no lo comparte, por lo que nunca volvió a saber de ellos. No sabe cuántos hermanos tiene, ni está muy seguro de dónde viven, ni cómo estarán padre y madre, porque realmente no le interesa saberlo. ChanYeol tiene muchas ocupaciones importantes como para preocuparse por nimiedades como su familia, por lo mismo, conoce muy pocos cuervos de fuego fuera de su abuela, LuHan Hyung y él mismo, pero no le importa, porque todo lo que necesita lo tiene junto a él. ChanYeol tiene a BaekHyun.
ChanYeol no es un monstruo poderoso a pesar de lo que se cree. Él no se considera poderoso ni mucho menos fuerte... Se cree débil, por lo que admira la fuerza física de Kai y el poder mágico de Kris. No se siente seguro de sí mismo… tiene miedo. Mucho miedo. Vive rodeado de la oscuridad del temor cada minuto de su vida y sólo BaekHyun, su ángel, es la luz de sus ojos… pero al mismo tiempo… es lo que lo sumerge en la desesperación.
Mentir, asesinar, torturar, ocultar cosas, engañar… todo es válido. La mayoría de esas cosas ya las ha hecho… y las volvería a hacer si eso le asegura la vida de BaekHyun.
ChanYeol vive por y para su ángel. Necesita saber que está sano y salvo. Moriría si algo le ocurriera. BaekHyun es su todo, la vida misma incluso, la razón por la que sigue en este mundo.
… pero el temor crece en su corazón... esparciéndose como un veneno.
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-¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡BUENOS DÍAS, SOL! ¡BUENOS DÍAS, NUBES! ¡BUENOS DÍAS, UNIVERSO!
-¡CAW, CAW!
-¡Oh, Hola bebé! ¡Buenos días!- Cantó BaekHyun apoyando las mejillas en las palmas de sus manos, con los codos cómodamente recargados contra el alfeizar de la ventana.- ¿No te parece que hace un clima maravilloso?- El pequeño rubiecito suspiró cantando como Blanca nieves a sus animalitos del bosque desde la ventana de su pequeña habitación, pero en lugar de tener a una fauna silvícola completa apareciendo para quitarle el pijama, cambiarlo de ropa, peinarlo y hacerle los deberes de la casa, sólo tuvo a su pequeño V restregando su cabecita de pajarillo contra su antebrazo izquierdo.
Ñeeee.... no importaba. Todo era perfecto hoy. El día, el sol, las nubes, su cabello desordenado, el cielo azul radiante, su pijama que no era su pijama porque era la sudadera roja de ChanYeol. TODO.
Volvió a suspirar tarareando de lo pancho que se sentía.
Le había dicho que le gustaba.
BaekHyun ocultó la cara entre las manos de pura vergüencita. ¡LE HABÍA DICHO A CHANYEOL QUE LE GUSTABA! Y, bueno… es cierto que luego huyó como una vil rata pero ¡DIABLOS, LO HABÍA DICHO! Merecía crédito por ello y se sentía realmente bien haberlo hecho… era como… quitarse un peso de encima porque se sentía liviaaaano como una mariposa rosada con brillos, que vueeeeela libre por los cielos de la felicidad entre nubes de algodón de azúcar.
Sí… así de gay como suena o incluso más, pero al diablo!!!!!
-Haaa…- Suspiró estrujando entre sus bracitos a V, llenándole las plumas de besitos y canturreando un poco más al hablar.- ¿Te he dicho cuanto te amo, bebé?
-Caw, caw- Pió el avecilla más que contenta por todos los mimos ¿Quién era él para quejarse?
-¡Porque te aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaamoooooooooooooooooooooooOoOoOoOoOOOo!
BaekHyun siguió mimando a su pequeño dejando correr su mente con esas oleadas de felicidad. El fin de semana recién comenzaba y aunque ChanYeol estuviese en cama todo el tiempo para recuperarse, no podía haber un mejor plan para el pequeño rubio que exactamente eso: Cuidar, atender y mimar a su cuervo obstinado… en la cama… definitivamente la parte de la cama no le molestaba en lo absoluto.
-¡HEY! ¡BAAAAEK!
-¿Huh?- BaekHyun, asustado por el repentino grito fantasma, miró en todas las direcciones.
-¡AQUIIÍ!
-¿Dónde?- Preguntó confundido sin dejar de buscar por todas partes la fuente de aquel grito.
-¡AQUIIIIIIIIIIIÍ!
-¡¿DÓNDEEEEE?!- Gritó más fuerte hasta que le estrujaron los cachetes.
-Aquí, niño tonto- Unas manos grandes estaban de pronto apretando la carita de BaekHyun, obligándolo a torcer el cuello hacia abajo por el borde de la ventana hacia afuera donde la pequeña silueta de Kris se recortaba en la orilla de la torre.
-¡DEJA CAER TU CABELLO, RAPUNZEL!- Gritó el alto rubio riendo y BaekHyun rió también, mirando hacia su lado donde una neblina negra se disipaba y ya no había nadie junto a él torciéndole el cuello, pero sí Kai acababa de materializarse ahora justo al lado de Kris.
-¡BUENOS DÍAS! ¡¿QUÉ HACEN, CHICOS?! ¡ES MUY TEMPRANO!
-¿QUÉ NO TE ALEGRA VERNOS, JULIETA?- Se burló Kris otra vez.
-¡YA BASTA DE NOMBRE RAROS Y DÍGANME QUÉ HACEN, IDIOTAS!- BaekHyun se rió de todas formas.
-¡EL TIEMPO ESTÁ CALENTANDO!- Contestó Kris encogiéndose de hombros mientras Kai lo abrazaba por la espalda metiéndole las manos en los bolsillos de la chaqueta y recostando la mejilla en su hombro.
-¡NOS VAMOS DE COMPRAS, BAEK!- Gritó Kai y Kris lo miró hacia atrás con el ceño fruncido como si no estuviera de acuerdo con la respuesta. Kai lo ignoró- ¡ROPA DE VERANO! ¡VEN CON NOSOTROS!
-¡DE COMP—! ¿¡ROPA DE VER—!? ¡¡YO QUIERO IR!!- Ignorando los enormes e indignados ojos con los que Kris de pronto miraba a Kai, BaekHyun se atoró con sus propias palabras antes de casi arrojarse ventana abajo… pero recordó un pequeño detalle… así que, con medio cuerpo fuera de la ventana a una altura de unos 100 metros, BaekHyun se congeló.- Yo… no puedo…- ChanYeol estaba enfermo ¿Cómo pudo haberlo olvidado? Recién anoche acababa de confesársele y hoy por la mañana ya iba planeando largarse detrás de la primera oferta de compras que le ponían frente a la nariz.- Lo siento chicos, tengo que—
-¡BAEKHYUN VA A TENER UNA CITA CON SU PROMETIDO! ¡ASÍ QUE YA LÁRGUENSE, ROBANOVIOS! ¡YA LÁRGUENSE DE MI PROPIEDAD!
-¡ESTO ES PROPIEDAD PÚBLICA!- Gritó Kai de vuelta agitando su puño en señal de protesta.
-¡¡¡LARGO DE AQUÍ!!!
-¡¡¿CHANYEOL?!!- BaekHyun se giró sorprendido hacia a la enorme figura de ChanYeol apoyado muy campante en el marco de la ventana en esa típica pose de cabrón dominante sabelotodo.
- De prisa, rubio- El mayor le guiñó un ojo antes de simplemente dar media vuelta y largarse hacia la puerta que conectaba sus habitaciones (que seguía rota).
BaekHyun tuvo que tragar duro para que un vulgar silbido tipo camionero/albañil no se le escapara porque ¡uyuyuy! ChanYeol iba con unos pantalones de cuero negro que no deberían ser legales tan temprano por la mañana, sin embargo, tuvo que tragarse toda la saliva que había comenzado a generar involuntariamente y frunció el ceño.
¿Qué rayos es lo que se supone que ChanYeol hacía vestido? De hecho… ¿¡POR QUÉ NO ESTABA ACOSTADO HACIENDO REPOSO!? ¡¡NADA MÁS AYER SE ESTABA POCO MENOS Y MURIENDO Y AHORA ESTABA A LOS GRITOS VENTANA ABAJO Y VESTIDO COMO PARA IRSE DE PUTAS O ALGO!!
-¡PARK CHANYEOL! ¡VUELVE A LA CAMA AHORA MISMO!- Chilló con forzando una voz autoritaria y poniendo los brazos en jarra. ChanYeol pasó olímpicamente de él y nada más se encogió de hombros, mirándolo hacia atrás por sobre el hombro con una sonrisita prepotente.
-Me recuperé hace mucho, rubio escandaloso.- La sorna con la que hablaba sólo molestó más a BaekHyun- El que necesita hacer algo ahora mismo eres tú y ese algo es ducharte y vestirte porque salimos en 20 minutos.
- ¿Cómo que ya estás...? Espera, ¿¡QUÉ!? ¡¿20 MINUTOS?! ¡¿ESTÁS LOCO?! ¡ES MUY POCO TIEMP—!
-Lo tomas o lo dejas.
-¡LO TOMO! ¡LO TOMO!- BaekHyun gritó gesticulando exageradamente con las manos antes de salir corriendo como las locas al baño, cogiendo de paso y carrerita su ropa y lo que fuese a necesitar, para luego cerrar de un portazo y arrojarse de cabeza a la regadera. ¡TENÍA SÓLO 20 MINUTOS! Pero ni eso iba a quitarle la sonrisa de la cara.
¡IBA A SU PRIMERA CITA CON CHANYEOL!
*** Mientras tanto Kai y Kris***
-Así que sólo de compras… ¿eh?
-¿Te enojaste?…
-¿Enojado yo? Pfff. No estoy enojado ¿Quién está enojado? Porque yo no estoy enojado. Yo sólo voy de compras.
-¡Yaaaa! ¿¡VES QUE ESTÁS ENOJADO!?
-¡QUE NO ESTOY ENOJADO, PERRO MAL AGRADECIDO! ¡IBA A COMPRARTE ALGO LINDO PERO AHORA PUEDES IR Y METERTE TU “DÍA DE COMPRAS” POR DONDE MEJOR TE QUEPA… O MEJOR, VETE CON BAEKHYUN!
-¡ESTÁS ENOJADO!- Kai chilló entre sorprendido e incrédulo.
-¡SÍ! ¡LO ESTOY, MALDITA SEA, PORQUE ERES UN M—!- Los esponjosos labios de Kai lo hicieron tragarse su insultos y sus quejas de hombre celoso, pero bueno, si de ahora en adelante cada vez que pelearan Kai iba a callarlo con un beso, puede que de pronto se sintiese más irritable que de costumbre. Cuando se separaron con Kai colgado a su cuello mirándolo con un brillo divertido en sus sensuales ojos rasgados y perezosos, el ceño fruncido que Kris se esforzaba en mantener para no parecer que caía tan fácil a los encantos del menor, tembló un poco.
-¿Esta vez voy a tener que pedírtelo yo para que se te quite el enfado, cierto?- El lobo murmuró estirándose para robarle un nuevo besito rápido. Kris fingió un resoplido de fastidio antes de cogerlo por la cintura y besarlo profundamente, casi rudo. Kai jadeaba entre risas sonrojadas cuando Kris por fin le dejó algo de espacio para respirar- ¿Aceptarías venir a una cita con este humilde hombre que te ama con toooooooooooodo su corazón?
-Ya que insistes…- Kris se encogió de hombros como quien no quiere la cosa ganándose un puñetazo de Kai.
-¡Yaaaah! ¡Tampoco te pases!
-Me paso todo lo que quiero. ¿Quién va a impedírmelo? ¿Tú? ¿Eh? ¿Tú? Responde… vamos!!!- Kris se le arrojó al cuello y Kai se doblaba hacia atrás intentando huir sin éxito porque Kris seguía apretándolo en un abrazo estrangulador aunque él le estuviese moliendo los hombros a golpes.
-¡YA PARA, OLAF ESTÚPIDO!- Gritó desesperado por huir.
-Tú déjate querer, sarnoso.- Susurró ronco frotando sus labios superficialmente con los del lobo.
-Sarnoso y todo pero así te gusto.- Se pavoneó totalmente seguro de sí mismo, devolviéndole el beso con una pequeña mordidita, tirando de los labios ligeramente fríos con sus colmillos y haciendo que el mayor por fin sonriera.
-No me gustas, me encantas.
Los ojos sinceros y llenos de amor de Kris casi noquean a Kai, que de pronto fue bombardeado con el remolino de aroma dulzón y color rosa que rodeaba a su alto conito de nieve. Kai podía leer sus emociones claramente como a un libro abierto… o más que leerlo, podía olfatearlo, percibirlo con cada uno de sus sentidos. Veía el rosa burbujeante y el empalagoso aroma de su amor, así como hace unos minutos pudo oler claramente su furia y sus celos verdes mesclados con el rojo anaranjado de la ira.
Kai sonrió como un bobo. Amaba tanto a este enorme idiota rubio.
-Ya cállate imbécil y agárrate porque nos vamos.
Y así, bien apretaditos uno contra el otro, ambos se hicieron humo directo a su primera cita de pareja oficial.
***De vuelta con Rapunzel y su cuervo***
-¡TE QUEDAN 30 SEGUNDOS, RUBIO!
-¡¡YA VOY, YA VOY, YA VOY, YA VOY, YA VOY, YA VOY!!- Más rápido que un velocista profesional, BaekHyun salió del baño, cogió impulso y pegó un brinco lanzándose con todo a los brazos de ChanYeol que estaba junto al ventanal abierto y por poco alcanzó a atraparlo en el aire.
-¡OH BAEKHYUN NO VUELVAS A HACER ESO EN TU VIDA! ¡NO ERES UNA PUTA ARDILLA VOLADORA! ¡SI NO TE ATRAPO PUDISTE HABER PASADO DE LARGO POR LA VENTANA Y AHORA TENDRÍA UN PROMETIDO CON LOS HUESOS ROTOS! ¡¿Y LUEGO QUÉ HAGO YO?! ¡¿CON QUIÉN SE SUPONE QUE ME CASO?! ¡¿QUÉ LE VOY A DECIR A NUESTROS HIJOS?! ¿QUE DEJÉ CAER A SU MADRE POR LA VENTANA?
BaekHyun rió como menso, recuperando el aliento y recostándose contra el pecho de ChanYeol.
-Pero me atrapaste- Replicó con simpleza dejándole un besito en el cuello. Aún tenía el cabello algo húmedo por la ducha express pero vaya si no se sentía todavía como el séptimo cielo de la felicidad. Además era cierto… ChanYeol podría ser muy malo y tener un pésimo gusto a la hora de bromear sobre dejarlo morir, pero nunca lo dejaría a su suerte, nunca. BaekHyun estaba seguro de eso. ChanYeol siempre iba a cuidarlo, así que cuando este se arrojó por la ventana y Baek simplemente chilló de lo emocionado que estaba. Su miedo a las alturas lo había superado hace mucho… o quizás era ChanYeol quien hacía que incluso su peor fobia luciera atractiva.
-¿A dónde vamos, Yeol? ¿Vamos a un centro comercial? ¿Vamos a Myeongdong?... ¿No? ¿Entonces a Yeongdeungpo? ¡NO, NO! ¡NO ME DIGAS! ¡VAMOS A LOTTE WORLD!
-¿Eh…? No tengo idea dónde están esos lugares, rubio. Así que silencio o el piloto va a estrellarse.
-¿Cómo que n—? ¿¡OOOOH DEMONIOS, QUÉ ES ESO!?
-Es, aquí.- ChanYeol sonrió y se deleitó con la expresión shockeada de su pequeño prometido.
BaekHyun trató de hablar pero absolutamente nada podía salir de su boca.
Era… Era… ¡ERA UNA CIUDAD! ¡UNA CIUDAD MERCADO! Pero eso realmente no sería nada realmente si no fuese porque ¡ESTABA EN MEDIO DE LAS NUBES! ¡UNA PUTA CIUDAD CONSTRUÍDA SOBRE LAS PUTAS NUBES!
Cuando aterrizaron en medio de un paseo peatonal rodeado de puestos bajo enormes edificios antiguos, BaekHyun seguía con la boca abierta. Todo era tan bello. El cielo estaba lleno de estrellas ¡A pesar de que era por la mañana! Pero bueno, si estaban por sobre las nubes, eso tenía lógica.
Unas antorchas preciosas puestas en elaboradas bases de hierro iluminaban la hermosa calle. Todo parecía tan antiguo, como si hubiese retrocedido en el tiempo, sin embargo, había enormes escaparates enseñando ropa, calzado, comida y todo cuanto pudiese imaginar.
-BaekHyun, ten cuidado y no te pierdas. Aquí las calles están vivas.
Pero BaekHyun no escuchó nada de nada porque ya iba corriendo como las cabras del monte directo a lo que sea que brillara hasta que de pronto se detuvo en seco. Algo llamaba su atención por el rabillo del ojo. Su instinto le decía que fuera en aquella dirección así que, como un depredador avanzó en piloto automático hasta tener la nariz pegada a la vitrina en la que se exhibía el conjunto más hermoso y genial que hubiese visto en toda su vida. Era un cárdigan animal print rojo intenso con manchas de leopardo negras de ensueño, marca… ¿Giyongchy? Bueno, no conocía aquella marca pero diablos, era genial y venía acompañada de un skinjeans negro lleno de cadenillas horizontales a lo largo de ambas piernas, una camiseta blanca con una enorme cruz negra en medio, unas converse negras de caña alta y un gorro con cuernitos. Todo parecía de la misma marca.
Dios. Lo necesitaba. Como respirar. Iba a comprarlo. Mierda, en serio iba a comprarlo. No importa el precio. Era un estilo completamente diferente al suyo y que nunca había probado pero ¡IBA. A. COMPRARLO!
-A ver, a ver… cuánto cuesta….- Se giró en dirección hacia donde un montón de signos extraños y muchos números con muchos ceros que iban precedidos por la palabra “Tolún”- ¿Tolún? ¿Y eso qué se supone que es?- Mejor le preguntaba a la dependienta. Había traído su billetera con todo el dinero que le había dado su Appa , listo y preparado para hacerlo reventar y dejarlo en banca rota.
-Ooooh, lo siento, joven. Pero estos papelitos no pueden ser usados para comprar nada aquí.
BaekHyun pestañeó, aturdido.
-¿Perdón?
-Como oyó. La moneda local es el Tolún y estos… ¿Cómo los llama?
-Won
-Bueno, estos- Recalcó ella agitando los “papelitos” de BaekHyun antes de devolvérselos- nunca los había visto jamás en la vida.
BaekHyun volvió a mirar en blanco a ¿HyoYeon? Sí, así decía el gafete de la despampanante rubia que tenía frente a sí.
-¿Y…. con alguna de estas tarjetas?- BaekHyun le enseñó sus tarjetas, plateadas, doradas e incluso una negra. No quería tener que usarlas porque siempre acababa en desastre. A veces cree que es comprador compulsivo o algo así… otras sólo cree que se ha dejado mal influenciar por el tío HeeChul.
-Ummm… lo siento… tampoco.- Dijo HyoYeon luego de examinar todas y cada una.
BaekHyun volvió a quedar en blanco.
¿Diferente moneda?
¿Ni siquiera su precioso bebé blackcard servía?
En otras palabras….
¡¡¡ERA POBRE EN ESTE MUNDO!!! Iba a morir de hambre... ¡o frío! ¡Oh dios, era un vagabundo! ¡TENDRÍA QUE DORMIR BAJO UN PUENTE!
-Disculpe, señorita. Me llevo ese conjunto. Completo. Y agréguele aquél bolso, por favor.- BaekHyun se giró hacia la voz profunda- ¡Ah! Y envíe sus ropas al instituto Saint Monster.
-¿ChanYeol? ¿ChanYeol, qué—?- BaekHyun no alcanzó a continuar ya que la dependienta de un jalón lo arrastró de un brazo directo a una dirección desconocida y diez minutos más tarde BaekHyun era exhibido como un diamante brillante por HyoYeon ante ChanYeol, usando el atuendo completo, más un bolso y un corderito de peluche hecho con el mismo material del bolso ¿MCM?.
-¡PERO SI PARECE UN MUÑEQUITO! ¡MÍRELO, JOVEN! ¡FUE UNA DECISIÓN MUY ACERTADA!- ChanYeol nada más asintió a las palabras de la dependienta aunque por dentro pensara que BaekHyun realmente parecía un niño pequeño con esa ropa… no es que no se viera bien, por el contrario, aquella ropa oscura y algo ruda para el usual estilo dulce de su rubio, hacían que se viera aún más hermoso de lo que ya era… lo que no quitaba que, paradójicamente, aún pareciese un niñito pequeño y el cordero de peluche no ayudaba mucho a cambiar esa imagen.
Por su parte, BaekHyun estaba retorciéndose bajo tanto escrutinio. ¿ChanYeol había comprado todo eso para él? BaekHyun no tenía idea cuánto valía un Tolún o como sea que se llamase pero en el escaparate los precios tenían suficientes ceros como para hacer temblar cualquier billetera.
Sonrojado, avanzó unos pasos hacia el mayor.
-Yo… uh… gracias…- Murmuró tímido mientras jugueteaba con su cabello.
-Dilo más contento- Gruñó ChanYeol.
-¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, EN SERIO MUCHAS GRACIAS, ESTOY TAN FELIZ QUE PODRÍA GOLPEARTE EN LA CARA, GRAAAACIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!- Esa había sido una respuesta completamente sincera por parte de BaekHyun.
-Preferiría un beso- Sin pensarlo y apenas alcanzando a darle tiempo a ChanYeol para terminar de hablar, el rubio le brincó a los brazos y, nuevamente, el mayor alcanzó por los pelos a atraparlo al vuelo antes de que el pequeño lo atacara a besos.- Así me gusta, rubio.- Ronroneó roncamente ChanYeol mientras se besaban profundamente con BaekHyun montado a su cintura como un koala y con la sonrojada dependienta HyoYeon que no sabía para donde mirar. Semejante escenita no ocurría todos los días.
Luego de salir de la tienda, recorrieron otros cientos de lugares donde ChanYeol seguía mimándolo y comprándole mil y un regalos, y paseando como dos novios normales…
Completamente normales…
Todo era perfecto. Justo como la ordinaria cita de pareja que BaekHyun soñó desde que tuvo consciencia para comenzar a fijarse en sus compañeritos varones más allá de lo meramente fraternal.
ChanYeol le había llevado conocer lugares fantásticos de la ciudad. Pasearon por toda clase de sitios. Compraron brazaletes de pareja que según ChanYeol eran mágicos así que ya no iba a poder escapar nunca más (con lo que se ganó un puñetazo cortesía de su pequeño prometido). Fueron a visitar una laguna y al regreso, tomaron una especie de carruaje con cochero que hacía recorridos por el lugar y, aunque los caballos eran algo extraños, a BaekHyun le pareció un detalle más que encantador, casi como de cuento de hadas, porque a la hora de bajar ChanYeol le abrió la puerta y le tendió la mano como todo un caballero, pero antes de que BaekHyun alcanzara a corresponderle, lo sorprendió tomándolo por la cintura y haciéndolo girar en el aire un poco antes de ponerlo sobre sus dos pies en tierra… muy pegados uno al otro… un beso obviamente conmemoró el momento.
Ahora ambos paseaban sin prisa por un paseo peatonal, ChanYeol le había comprado un helado, le hablaba sobre el lugar y otros que se le parecían, que podrían visitar en el futuro o durante su luna de miel (Nuevamente BaekHyun le regaló un puñetazo), pero lo más lindo, es que ChanYeol no había quitado el brazo de sobre sus hombros en todo el día. Desde que llegaron hasta ahora en que caminaban tranquilamente compartiendo el helado de BaekHyun, ChanYeol no dejaba de rodear posesivamente al pequeño con su brazo, robándole bocaditos de helado ocasionales y diciéndole lo hermoso que es entre plática y plática.
Todo era perfecto. Todo era soñado. Como la mejor fantasía hecha realidad… o bueno…. Lo sería si no fuese por un “pequeño detalle”… pequeño detalle que se venía repitiendo desde que llegaron.
-¡Waaah! ¡Mira, mira!
-¡Tan alto y guapo!
-¡Es justo mi tipo!
-¡Aaaaah!
-¡Voy a conseguir su número!
BaekHyun sintió que su ojo izquierdo se cerraba en un tic involuntario de pura frustración ante todas aquellas alocadas y sobreexcitadas voces femeninas pertenecientes a peatones cualquiera que se cruzaban en el camino.
Bueno… aparentemente llamaban mucho la atención… pero ahí no acababa la cosa…
-¿Quién es ese que va con él?
-No pegan para nada.
-Quizás es su hermano menor.
-Parece aturdido…
-Ni siquiera es tan guapo.
-No deberían ir juntos.
-Es mucho hombre para ese niñito.
Okey… Ahora BaekHyun estaba enojado. ¿Quiénes se suponía que eran esas zorras para venir a ningunearlo y además insinuar querer poner sus asquerosas garrotas en SU ChanYeol?
En un arrebato de esos celos que BaekHyun se desconocía, tomó a ChanYeol por el cuello de la camiseta y lo jaló para estamparle un beso que le dejara bien claro a esas mujerzuelas a quién pertenecía aquel hombre. Definitivamente no se esperó que ChanYeol lo agarrara bruscamente por la cintura y lo inclinara hacia atrás para comerle la boca en un beso profundo y para nada inocente. Demasiada lengua y demasiadas mordidas para ser inocente.
Cuando se separaron, sólo lo justo y necesario para respirar, aún con sus bocas rozándose y sin dejar de mirarse con los ojos nublados por el deseo, ChanYeol le sonrió de esa forma que podría volarle la cabeza a cualquiera.
-Había helado en tu boca, rubio.- Murmuró roncamente y BaekHyun gimió. Lo encendía el tono profundo de su voz.
-Creo… que aún queda un poco. Quítalo por mí- BaekHyun cerró los ojos antes de volver a pegar la boca a la de su cuervo, oyendo complacido los sorprendidos grititos ahogados de esas cualquiera que gruñían y maldecían verdes de envidia.
¡PUNTO PARA BAEK!
-¿B… ¡BAEKHYUN!?- BaekHyun frunció el ceño aún con los ojos cerrados y los labios entreabiertos ¿Por qué ChanYeol se detenía tan de repente? Debería estarlo besando. BaekHyun realmente estaba disfrutando restregarles en la cara a esas zorritas que ChanYeol era suyo y solo suyo.
-ChanYeol, qué hac— ¡¿CHANYEOL?! ¡¿QUÉ DEMONIOS?! ¡BÁJAME AHORA MISMO! ¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
ChanYeol lo había girado y cogido por debajo de los brazos como si fuese un gato y lo había alzado para echarse a correr con él a cuestas…. Y BaekHyun seguía gritando… Pero mientras ellos corrían (O más bien, ChanYeol corría) y el tropel de chicas seguía suspirando cuánto querían un novio como aquel muchacho alto… oculto entre las sombras de un edificio, una figura alta y de peligrosos ojos rasgados observaba a la pareja en plan de escape.
***
-¿Ocultaste tus alas?
-Sí…
- debes... tener cuidado...- ChanYeol se detuvo antes de continuar, como si sopesara sus propias palabras- Las personas podrían venir por ellas.
-Oh… - Fue todo lo que BaekHyun fue capaz de contestar, demasiado aturdido aún por todos los hechos recientes.
Ahora ambos estaban sentados en la orilla de esa enorme fuente de agua encantada que habían visitado más temprano, en el centro de la plaza principal que a esta hora ya se hallaba vacía al completo a excepción de ellos dos. Recordaba haber oído a ChanYeol mencionar que cualquier deseo de corazón podía hacerse realidad en esa fuente pero en este momento ninguno de los dos parecía estar de humor para deseos ni nada parecido. Las alas de BaekHyun habían aparecido en el momento y lugar menos indicado. Cualquiera pudo haberlo visto. Cualquiera pudo haberlo descubierto. Estaban en el medio de una ciudad comercial llena de monstruos de todo tipo y ahí estaba el mítico cuervo blanco, único y legendario, por el que todos se congregaban para dar caza en el pasado.
Habían escapado por poco. Su helado había caído durante la carrera pero un helado no era nada comparado a mantenerse a salvo y seguro.
-¿Estás bien?- La voz grave tomó por sorpresa al rubio que se había perdido en sus pensamientos. ChanYeol se oía cansado… o más que cansado, frustrado, preocupado… rendido… Su postura lo decía todo… sus codos recargados en sus rodillas, sus hombros caídos y sus ojos negros más opacos y sin vida de lo que BaekHyun nunca los había visto.
-Yo… sí…- Contestó confundido BaekHyun- Creo que sí… ¿Y tú?- Preguntó inclinándose para verlo, pero cuando ChanYeol esquivó su mirada, a BaekHyun se le encogió un poco el corazón.
El lugar al que el cuervo lo había llevado en su primera cita… era precioso, habían disfrutado un día perfecto, casi soñado y a pesar de que de pronto el ambiente se había vuelto tan pesado y cortante entre ambos sin razón aparente… BaekHyun seguía creyendo que los ojos sin fondo de ChanYeol eran lo más bello del lugar. Mucho más que el permanente cielo estrellado, o aquella hermosa fuente o cualquier cosa que intentara hacerle competencia… por lo que si de pronto ChanYeol hacía algo tan cruel como privarlo de ese pequeño trozo de paraíso que era poder mirarlo a los ojos, BaekHyun no podía evitar sentir que el corazón se le estrujaba.
El flequillo castaño cubría en parte los ojos del cuervo y el pequeño rubio no podía evitar preguntarse ¿qué podía ser tan malo para que todo de pronto haya acabado así? ¿Había hecho algo mal? ¿Era su culpa? ¿Lo había ofendido de alguna manera?
-BaekHyun- Este volvió a pegar un brinco. La voz de ChanYeol se oía pesada, como si tratase de forzarse a sí mismo a hablar.
-¿Pasa algo?- BaekHyun con cuidado puso su mano sobre la de ChanYeol, haciendo que sus brazaletes tintinearan. Sintió algo de tensión abandonar sus hombros y casi suspiró de alivio cuando ChanYeol giró su mano y atrapó la suya más pequeña, apretándola con fuerza. ChanYeol estaba temblando.
-BaekHyun, tú…- Su voz se cortó y se tomó un momento antes de seguir. Cuando lo hizo, luego de una temblorosa exhalación, su voz se oía firme.- Quiero que regreses al mundo humano.
BaekHyun parpadeó. Una bofetada no lo hubiese sorprendido tanto.
-¿Qué?- Balbuceó, pero ChanYeol sólo apretaba su mano.
-Te traje aquí a la fuerza, BaekHyun.
-Sí, pero yo no q—
-Te traje contra tu voluntad y si eso te pone en peligro…
-ChanYeol, n—
ChanYeol no lo estaba escuchando. Ni siquiera lo veía a la cara.
-Lo mejor… es mejor que te marches.- Justo en ese momento, cuando ChanYeol soltó su mano, el tintineo de los brazaletes alejándose entre sí era lo único que BaekHyun de pronto podía oír. Aturdido, BaekHyun negó con la cabeza cuando se dio cuenta que su garganta no respondía, instintivamente llevando su muñeca rodeada con el adorno de plata hacia su pecho para cubrirlo con su otra mano, como si tratase de proteger al pequeño objeto... el más reciente símbolo de su unión -No sé qué haría sin ti, BaekHyun.
Cuando ChanYeol se cubrió la cara con las manos, aún inclinado sobre sus rodillas de aquella forma tan deplorable y con la desesperación ahogando sus últimas palabras, BaekHyun quiso explicarle, quiso decirle, quiso gritarle que nada de lo que decía podía ser cierto. ChanYeol le estaba pidiendo que se fuera.
-No…- Las palabras se le atoraron dolorosamente en la garganta y todo comenzaba a verse borroso a causa de las lágrimas.
-Sí, BaekHyun.- ChanYeol murmuró exasperado, interrumpiéndolo nuevamente sin dignarse a mirarlo a la cara.
- Pero… pero dije... dije que no- Su voz apenas fue un murmullo asustado cuando las lágrimas comenzaron a caer libremente, le estaba suplicando, pero ChanYeol seguía ignorándolo, cerrado en aquella idea absurda sobre... enviarlo lejos… lejos de él… de ChanYeol… de ChanYeol que ahora era su vida…
- No puedo perderte- Murmuró negando con la cabeza. La desesperación en su voz comenzaba a tomar matices oscuros que le helaban los huesos a BaekHyun- Moriría antes de dejar que algo te ocurriera. No estás seguro aquí… No… no lo estás…
-¡DIJE QUE NO QUIERO!
Ahora sí que ChanYeol lo miró ¿Y cómo no hacerlo cuando de pronto en medio de esos murmullos sepulcrales, BaekHyun había lanzado semejante grito? Sin embargo, ChanYeol también frunció el ceño, sin hacer caso a que BaekHyun lloraba, jadeando por el repentino grito, aún aferrado al brazalete.
Mientras que el menor se había puesto de pie, ChanYeol seguía sentado mirándolo furioso desde la orilla de la fuente. Lo miraba como se miraba a un niño que trata de entender cosas de adultos y eso le dolió aún más a BaekHyun.
-¡BaekHyun, entiende que estás en peligro!- Alzó la voz también y BaekHyun avanzó un paso hacia él con el mentón tembloroso y las mejillas bañadas en lágrimas. ChanYeol no podía estarle haciendo esto. Su ChanYeol jamás le haría algo como esto.
-Pero… dijiste que me protegerías…- Lo había dicho. ChanYeol lo había dicho ¿Es que acaso lo había olvidado?
-¡¿Y si fallo?! ¡¿Y si no puedo hacerlo?!- ChanYeol volvió a gritar, gesticulando con las manos, frustrado- ¡HAGO ESTO POR TI! ¡PORQUE TE AMO!
-¡Pero yo creo en ti! ¡Confío en ti! ¡Quiero estar aquí contigo… por favor…!- Suplicó BaekHyun en un hilo de voz.
-No sabes lo que quieres realmente, BaekHyun. Quieres volver a casa, eso es lo que quieres. Ve a tu hogar al mundo humano. No tienes razón alguna para estar aquí. - ChanYeol se puso de pié y caminó dándole la espalda a BaekHyun, dando frustrado algunos pasos y luego devolviéndose sobre ellos mientras pasaba las manos por su rostro en un claro gesto de cansancio.
BaekHyun negó con la cabeza sin poder creérselo. Sin querer creérselo.
-No es ciert— ¿Cómo podía ChanYeol saber lo que él quería o no? Sólo él podía saberlo y BaekHyun quería decírselo, pero ChanYeol giró en su dirección con los ojos llenos de ira antes de que pudiera decir nada.
-¡Ya basta!- Cuando ChanYeol volvió a callarlo, sin dejarlo explicarse, sin escucharlo, enviándolo fuera de su vida sin ningún miramiento, sin compasión… fue suficiente para BaekHyun.
Suficiente.
-¡YA BASTA TÚ!- BaekHyun gritó a todo lo que le daba la garganta, con los ojos cerrados y las manos apretadas contra el pecho. No pudo verlo pero ChanYeol quedó atónito, ni tampoco pudo oír el silencio por su parte ya que enseguida volvió a gritar sin siquiera alcanzar a tomar aire-¡QUIERO ESTAR CONTIGO PORQUE TE AMO, GRANDÍSIMO IMBÉCIL! ¡¿ES QUE NO LO ENTIENDES?!
Cuando el silencio se alargó demasiado y BaekHyun ya solo oía el sonido de su respiración agitada, fue que abrió los ojos… dándose cuenta de la magnitud de todo aquello que había dicho nada más y nada menos que en voz alta y en la mismísima cara de ChanYeol.
Acaba de confesarse.
Confesarse en serio.
Confesarse de verdad.
Inevitablemente, el rubor se extendió por las mejillas del menor, mientras ChanYeol lo miraba como si le hubiesen vaciado encima una bañera de agua fría.
El cielo seguía negro lleno de estrellas. La fuente seguía haciendo fluir con una suave cascada el agua. La plaza seguía tan solitaria y tranquila como cuando llegaron… y ahora ellos se veían tan fijamente que BaekHyun se sentía cohibido ante la mirada negra de aquellos ojos que por unos minutos había suplicado internamente volver a ver.
-¿BaekHyun…?- ChanYeol balbuceó. Ni siquiera parpadeaba y los ojos parecía que fuesen a salírsele.
-Ah… Aaah… Yo… ¡TENGO QUE IR AL BAÑO!- Chilló, cogió su bolso, dio media vuelta y salió corriendo como alma que lleva el diablo.
Típico, BaekHyun… Típico.
ChanYeol nada más quedó ahí, demasiado aturdido para seguir a su prometido en fuga que se perdía entre los árboles de la plaza. Estaba sólo, acompañado por nada más que ese curioso cordero de peluche, su respiración agitada y el tenue rosa de sus mejillas.
BaekHyun corrió, corrió y corrió sin descanso, deseando más que nunca tener a esa madre ausente que siempre soñó tener junto a él… porque se supone que las madres eran comprensivas… afectuosas… y siempre están ahí para brindarte un consejo preciso, un beso dulce y un abrazo apretado... o al menos eso es lo que BaekHyun siempre había oído y con lo que siempre había soñado. Este era el momento en que BaekHyun necesitaba desahogarse y KyungSoo ya no estaba allí para él… quizás nunca más lo estaría… porque BaekHyun había dejado oficialmente el mundo humano para seguir a ChanYeol y se sorprendió a sí mismo al darse cuenta de que no sentía el más mínimo remordimiento por ello, incluso aunque ChanYeol ahora lo estuviese apartando de su vida…
El problema es que ahora Baek ahora estaba confundido y avergonzado... y necesitaba desahogarse; necesitaba un hombro familiar sobre el que gritar y lloriquear como el niñito que sabía que aún era. Pero ya no tenía a KyungSoo, no tenía a su Appa, acababa de dejar tirado a ChanYeol y tampoco tenía ninguna madre… por mucho que la quisiera.
Corrió y siguió corriendo hasta que alcanzó el servicio público para donceles que había visto antes y en cuanto abrió la puerta, jadeando por la carrera, el dolor explotando primero en su nariz y luego en su nuca lo hizo lanzar un fuerte aullido hasta acabar hecho bolita sin saber qué parte cubrir con sus manos.
Ahora sólo se oían quejidos, lloriqueos y una que otra maldición… pero dobles.
-B… ¡¿BaekHyunnie?!- BaekHyun abrió los ojos de golpe, dándose de frente con unos impresionantes ojazos avellana enormes que brillaban por las lágrimas y lo miraban tan o más sorprendido que como seguramente se miraban los suyos propios.
… y es que no podía ser cierto…
-¿¡LUHAN!?
-¡¡BEBÉ!!
Ambos estaban desparramados en el piso de aquél baño público, lloriqueando y sobándose la nariz como el reflejo de un espejo sin dejar de mirarse con la boca abierta… hasta que ambos gritaron al mismo tiempo.
-¡¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!!/¡¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!!
Ambos volvieron a mirarse rojos como un tomate, por razones distintas que nunca reconocerían ante el otro voluntariamente, antes de volver a gritar.
-¡¡YO PREGUNTÉ PRIMERO!!/ ¡¡YO PREGUNTÉ PRIMERO!!
Ahora ambos patalearon sobre el suelo, frustrados como dos niñitos.
-¡¡YA DEJA DE COPIARME!!/ ¡¡YA DEJA DE COPIARME!!
-¡¡TÚ DEJA DE COPIARME!!/¡¡TÚ DEJA DE COPIARME!!
-¡¡NO, TÚ DEJA DE COPIARME!!/¡¡NO, TÚ DEJA DE COPIARME!!
-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!/¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!- Ambos gritaron frustrados volviendo a patalear sobre el suelo en pleno berrinche hasta acabar mirándose fijo con los ojos entrecerrados, retándose. Era como un duelo entre vaqueros.
-¡YO SOY EL MAYOR ASÍ QUE EXIJO PREFERENCIA!- LuHan fue más listo y alzó su mano apuntándose mientras BaekHyun abría la boca y lo miraba indignado. Diablos, no podía competir contra eso.
-Muy listo, Xi. Muy listo.- BaekHyun murmuró mientras se ponía en pie y sacudía su ropa. LuHan lo imitó encogiéndose de hombros y tarareando, más que feliz por su victoria.
-Linda ropa… y brazalete- BaekHyun se sonrojó al darse cuenta de la extraña forma en que LuHan lo miraba a través del espejo, con la cabeza inclinada y una sonrisilla traviesa en el rostro. Sin embargo, rápidamente se recompuso y se encogió de hombros fingiendo indiferencia.
-Lo mismo digo- Murmuró abriendo su bolso sobre la mesada del lavamanos y sacando sus insumos de belleza. La verdad es que la ropa de LuHan no era ninguna maravilla, sólo unos jeans gastados y un enorme sweater con un bolso atravesado sobre él, además llevaba sandalias con correas… Pero era LuHan y su belleza etérea quien hacía que todo aquello se viese fascinante.
BaekHyun tenía que admitirlo. LuHan era tan despampanante como siempre los soñó… al menos físicamente.
-Entoooonces… - LuHan alargó la “o” mientras jugueteaba con sus dedos sobre la mesada- me debes una respuesta.
-Estoy aquí de paseo- Contestó simplemente BaekHyun sin darse cuenta que involuntariamente había acomodado su cabello tras su oído. Si LuHan no tuviese la misma manía, quizás no lo hubiese descubierto.
-¿De paseo?- LuHan definitivamente no parecía convencido- ¿De paseo tú solo? ¿Aquí?
BaekHyun rodó los ojos, esta vez sí se dio cuenta que su mano iba disparada a su cabello pero fue tarde porque LuHan tenía sus ojos fijos en aquella parte de su cuerpo que él discretamente trataba de entretener hurgando algo dentro del bolso.
-Con ChanYeol- Volvió a contestar como quien no quiere la cosa.
-Aaaah…- LuHan asintió bobamente. Aunque de bobo no tuviese nada realmente- Entonces están en una cita.- Declaró sin más ni más, asintiendo completamente convencido de sus propias palabras.
BaekHyun lo miró con la boca abierta.
-¡¿Cómo lo supiste?!- Chilló una octava más alta.
-Instinto materno, BaekHyunnie- LuHan se cruzó de brazos y volvió a asentir seriamente. BaekHyun lo miró completamente maravillado del poder de la maternidad.- Entonces… ¿Por qué estás aquí?
BaekHyun sonrió y negó con la cabeza, volviendo a revolver sus cosas para no tener que mirar a LuHan a la cara.
-Estoy aquí en una cita con ChanYeol- Avergonzado, pero lo dijo, sonriendo incluso… aunque le temblaba la barbilla un poco. No vio venir la mano chiquita y cálida de LuHan hasta que la tuvo enredada en su cabello cepillando suavemente.
-Sabes que esa no es la respuesta que quiero oír porque eso ya lo sé, bebé- BaekHyun se mordió el labio- ¿Qué haces aquí?
-Yo… - BaekHyun miró a los ojos avellana de LuHan y no pudo evitar que su voz temblara. Sus ojos estaban picando… iba a llorar.
-Se supone que deberías estar con ChanYeol-ah. No en un baño a punto de llorar.
BaekHyun no lo soportó más, pero esta vez, cuando ya no pudo contener más sus emociones, LuHan estaba ahí para sostenerlo con un abrazo apretado y un dulce beso. Tal como había deseado toda su vida.
-Él… dijo que debería irme- Volvió a romper en sollozos luego de esas pocas palabras, aferrándose con desesperación al sweater tejido de LuHan. Sólo recordarlo le revolvía el estómago, pero LuHan volvió a llenarle la cara de besos y le acarició el cabello, tarareando una melodía muy suave que a BaekHyun le parecía extrañamente conocida y tranquilizadora- Dijo… que era muy peligroso estar aquí y… me echó…
-Oh, eso es cierto, ChanYeol-ah tiene razón- LuHan comentó casualmente y BaekHyun paró de llorar en seco. ¿Qué clase de consejo era ese? ¿Estaba tratando de consolarlo o hacerlo llorar más fuerte?- Yah, no me mires así bebé. ¿Tú qué le dijiste?
-Que quería quedarme junto a él….- LuHan asintió formando una pequeña “o” con sus labios mientras BaekHyun se limpiaba los ojos con los puños- Dijo que iba a protegerme y yo le creí, aún le creo, así que le grité que iba a quedarme y luego… luego escapé…- BaekHyun miró perdido alrededor de la habitación dándose cuenta de la idiotez que había hecho. Abrió los ojos desmesuradamente y miró con pánico a LuHan- Le dije que lo amaba y… ¡escapé!
LuHan también abrió los ojos.
-¡A VER, AVER! ¡¿LE DIJISTE QUE TE QUEDABAS O QUE LO AMABAS?!
-¡AMBAS!
-¿Y ESCAPASTE?
-¡MALDITA SEA, ESCAPÉ! ¡AHORA DEBE ODIARME!- BaekHyun chilló con este último pensamiento, pálido como un papel.
-Bueno, sí… debe odiarte.
Y ahí iba LuHan de nuevo…
-Gracias…- Gruñó sarcásticamente BaekHyun fulminándolo con la mirada. LuHan lo tenía todo, el abrazo apretado, el beso dulce y el estar justo en el momento indicado… pero definitivamente en la parte del “concejo preciso”, se quedaba corto.- ¿Y tú qué haces aquí?- De muy poca ayuda sentimental, pero era un hecho que BaekHyun ya no se sentía tan pesado con la presencia de LuHan junto a él. Era una buena distracción… o quizás era que naturalmente se sentía bien estar a su lado. Se sentía correcto.- ¿Qué es eso?- BaekHyun apuntó a una bolsa de papel marrón con una etiqueta roja y dorado que LuHan antes había dejado sobre la mesada para poder abrazarlo. LuHan la miró también, sonriendo al instante.
-¡Oh! ¡Es una bolsa de hierbas mágicas para tu App—!- Rápidamente las manos de LuHan volaron disparadas a cubrir su boca. Sus ojos iban a salírsele de sus cuencas como no los cerrase pronto.
BaekHyun pestañeó aturdido.
-Appa… Hunnie Appa…- Completó frunciendo el ceño.- Ibas a decir Hunnie Appa.
-Aaah… yo…- Balbuceó LuHan riendo nerviosamente y toqueteándose el pelo de forma compulsiva- Verás…
-LuHan- BaekHyun habló en tono de advertencia, advertencia de que no se atreviera a mentir, y LuHan amarró las manos tras su espalda, porque si empezaba toquetearse el pelo, iba a ser demasiado evidente a los ojos chiquitos e inquisidores de su bebé.
-Es que iba pasando por ahí cerca y recordé que me había dejado algunas cosas cuando me fui y pues cuando llegué, a Hunnie le dolía el estomaguito y yo dije ¡OMMO! ¡VOY A COMPRAR HIERVITAS PARA TI DE UNA FORMA COMPLETAMENTE DESINTERESADA Y SIN NINGÚN TIPO DE SEGUNDA INTENCIÓN!... y… ¿Fin?
-¿Entonces esas son hiervas para el dolor de estómago?- LuHan asintió efusivamente con la cabeza- ¿Hiervas mágicas para el dolor de estómago?- LuHan volvió a asentir- ¿Hiervas mágicas cuando estoy seguro de que KyungSoo tiene cientos de plantitas raras para curar hasta el ébola?- LuHan volvió a asentir esquivando su mirada esta vez.- No te creo.
LuHan pegó un brinco y lo miró asustado.
-¿Qué no me crees?
-No son para Hunnie Appa.
-¿Qué?- Ahora el mayor estaba confundido. Su pequeño hijo lo miraba con recelo… con resentimiento.
-No son para él porque tú no lo quieres.- LuHan abrió los ojos aún más si cabía. Nada pudo haberle dolido más que eso- Si lo quisieras no te habrías ido.- Okey, LuHan se equivocó, definitivamente esto había dolido bastante más- ¿Volver ahora por unas cosas que olvidaste?- BaekHyun negó con la cabeza y miró en otra dirección- ¿Por qué volver ahora si no volviste por ellas en doce años? No trates de engañarme. ¿Tienes… tienes a alguien más? ¿Es… es eso? ¿Te fuiste con alguien más? ¿Tienes otra familia? ¿Otra pareja? ¿Otros hijos?
-¡¿Qué?! ¡BaekHyunnie, no!- Desesperado, LuHan le tomó la carita entre las manos, obligándolo a que sus miradas se encontrasen. ¿De dónde su bebé había sacado todas aquellas cosas? ¿SeHun pensaría igual?- No, bebé, No… - LuHan le dio besito en la boca y siguió dándole besitos por toda la cara hasta acabar apretándolo contra su pecho donde BaekHyun volvió a explotar en llanto- Nada de eso, bebé. No vuelvas a decir algo como aquello.
-Pero tú—
-Shhhh…. Bebé… shhhhh…- BaekHyun se apretó más contra los brazos de LuHan- Tú y SeHun… son lo que más amo en esta vida. Son lo único para mí, no dudes de eso ¿Entendido?- BaekHyun asintió torpemente a las dulces palabras del mayor mientras este le secaba con besos y caricias cada lagrimilla- Siempre voy a amarte, bebé… a ti y a tu Appa.- BaekHyun volvió a asentir. De alguna manera… aquellas palabras se sentían tan reales y tan verdaderas… de una forma extraña… como si tuviesen una doble lectura- Ahora bebé, vas a alegrar tu carita porque voy a darte un regalo para que ChanYeol-ah deje de odiarte por ser un desconsiderado- LuHan habló mucho más animado y BaekHyun lo taladró con la mirada. Definitivamente LuHan tenía serios problemas con el tacto al hablar- ¡Yaah! ¡Te dije que no me mires así! Mira.
LuHan alcanzó la bolsa de papel y rebuscó en ella mientras BaekHyun se lavaba la cara y se ponía de nuevo el delineador, pero se detuvo cuando LuHan le tendió unas extrañas bolsitas de té plateadas con forma hexágono y la etiqueta en el mismo color pero con extraños signos muy finos en rojo, luego de descartar unos iguales pero con los signos en azul. El menor obviamente frunció el ceño.
-¿Qué eso no era medicina? A ChanYeol no le duele el estómago.
-No pero—
-Y no voy a intoxicarlo para que la necesite, LuHan, así que ni lo menciones siquiera.
-¡Nooooo!- LuHan lo miró ofendido- Simplemente dáselas, sé lo que digo. Confía en el instinto materno.
LuHan, sonriente y notoriamente orgulloso de sí mismo, volvió a tenderle las tres bolsitas plateadas que BaekHyun tomó mirándolas aún con algo de recelo.
-¿Simplemente se las doy y ya?- BaekHyun miró confundido a LuHan- ¿Nada más?- LuHan pareció pensarlo.
-Bueno… no sólo nada más y ya… lo ideal sería que hirvieras algo de agua y metieras una de las bolsitas dentro y te aseguraras de que él lo tome todo y—
-Sé cómo preparar té- BaekHyun rodó los ojos riendo- ¿Pero eso y nada más?- LuHan volvió a pensarlo y esta vez miró seriamente y algo sonrojado a su hijo.
-Asegúrate de tener mucho tiempo libre luego de que se tome el té.
-¿Mucho… tiempo libre?
-Y de que estén completamente solos. No te olvides de eso tampoco. Es muy importante.
-Sí, pero por q—
-¿Bueno, quieres que se reconcilien o no?- LuHan se había cruzado de brazos.
-Uh… ¿sí?
-¡Dilo con más convicción! ¡¿QUIERES QUE SE RECONCILIEN?!
-¡Sí!
-¡CON MÁS GANAS!
-¡¡SÍ!!
-¡MÁS FUERTE QUE NO SE ESCUCHA!
-¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!
-¡¿ORGULLO, CULPA Y VERGÜENZA FUERA?!
-¿Qué?
-¡DÍ QUE SÍ!
-¡Uh… SI!
-¡CON GANAS, DIJE!
-¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!
-Entonces hazme caso y ¡Boom! Vas a tener a ChanYeol-ah de vuelta en tus brazos. Ahora tengo que irme, BaekHyunnie. A SeHun no se le va a quitar ese dolor de estómago por sí solo.- LuHan sonrió algo incómodo y agitó su mano, tomando el pomo de la puerta- Adiós…
BaekHyun quiso detenerlo, quiso tomar su mano y detenerlo… quizás darle un abrazo… quizás darle un beso… quizás darle un “gracias” como correspondía… pero todo lo que salió de su boca fue:
-Adiós…
Quiso decir algo más pero no pudo… mucho menos cuando LuHan dio la vuelta antes de desaparecer por la puerta y ambos volvieron a mirarse si decir una palabra. Había súplica en los ojos avellana de LuHan… los mismos ojos de BaekHyun.
-Puedes… - Cuando LuHan dio el primer paso que él tuvo miedo de dar, BaekHyun se creyó capaz de todo, de lo que sea que pidiera- ¿Puedes… volver a llamarme Omma? ¿Hannie Omma? Sé… que quizás pido mucho y que ya no lo merezco pero—
No alcanzó a seguir porque BaekHyun se había estampado contra él, dándole un beso chiquito en los labios antes de enterrarse en su cuello a lloriquear… por su puesto LuHan no se hizo esperar para imitarlo, sin embargo, no llegó muy lejos porque BaekHyun lo estaba empujando por la espalda y antes de darse cuenta, ya estaba puertas afuera.
-¡ADIÓS OMMA!- Gritó de corazón… era la única madre que quería y necesitaba. La única que soñó toda su vida.
LuHan sonrió inmensamente… una pequeña llama extinta comenzaba a arder en su interior. Estaba recuperando a su familia.
-¡POR COSAS COMO ESTAS ES QUE CHANYEOL-AH AHORA TE ODIA!
-¡YA CÁLLATE Y VETE A CURAR A APPA! ¡EL DELINEADOR SE ME CORRIÓ DE NUEVO POR TU CULPA!
LuHan ya no contestó, pero pudo oír su hermosa risa fresca y juvenil alejándose. Negando, divertido, se volvió nuevamente hacia el espejo. Tendría que maquillarse de nuevo.
En eso estaba cuando el delineador se le cayó de las manos gracias a un repentino pensamiento.
¡NO LE HABÍA DICHO A SU OMMA QUE ERA EL CUERVO BLANCO! ¡Y TAMPOCO LE HABÍA PREGUNTADO POR QUÉ SE SEPARÓ DE SU APPA NI SI ESTE SABÍA QUE ÉL ERA UN MONSTRUO O NO!
¡DIABLOS!
¡ESA HABÍA SIDO SU OPORTUNIDAD!
Rápidamente terminó sus labores de belleza y guardó todo en su bolso ocultando muy bien las bolsitas de té en un bolsillo interno.
Tenía que salir de allí y hallar a ChanYeol.
Era cierto que al principio realmente odiaba a ChanYeol por obligarlo y forzarlo en ese matrimonio absurdo… pero ahora no era así… ahora BaekHyun podía decir que sentía exactamente lo mismo que aquella primera vez que se conocieron.
Se sonrojó y sonrió al pensar en la tierna imagen de ChanYeol a los cuatro años…
Sí… definitivamente sentía lo mismo…
Estaba decidido. Iría por ChanYeol y se disculparía. No importa cuán vergonzoso sea, va a suplicar si es necesario y lo va a obligar a tragar con un embudo si es preciso el bendito té hasta que lo perdone.
Sí, eso haría.
Con decisión tomó el pomo de la puerta y…
-ChanYeol, siento haberte hecho espe… ¿… rar…? ¿Huh?- BaekHyun miró en blanco todo a su alrededor ¿Cómo había pasado esto? Las calles eran… diferentes ¿Por qué las calles eran diferentes?
El lugar al que había salido era completamente distinto a cuando había entrado al baño. Las calles eran estrechas y mal iluminadas si es que había algún tipo de iluminación. Las construcciones eran aterradoras y muy cerradas, apenas se calaba algo de luz hacia la calle desde ellas.
Con cuidado avanzó un paso y luego otro, bien aferrado a su bolsito de mano. Este lugar daba miedo.
“Las calles aquí están vivas”
Apretó el paso cuando la voz de ChanYeol resonó en su cabeza. ¡Así que eso significaba! ¡¿CÓMO SE SUPONE QUE IBA A SABERLO, MALDITA SEA?! ¡¿LAS MALDITAS CALLES SE MANDABAN SOLAS?!
-¡Ah!- Chilló cuando algo apretó en torno a su muñeca… la muñeca en la que llevaba su brazalete de pareja- Por favor… suélteme…
Asustado vio cómo tres tipos muy altos y aterradores lo rodeaban, uno de ellos lo sostenía bruscamente por la muñeca. Los tres sonreían. Sus bocas estaban llenas de colmillos amarillentos.
-¿Qué ocurre? ¿Estás perdido?- Habló uno de los sujetos.
-Ven con nosotros. Estarás bien.- Habló el que lo tenía agarrado del brazo.
BaekHyun sonrió cortésmente… y le estampó el bolso en la cara.
-¡ESTOY BIEN! ¡GRACIAS!
Media vuelta y echó a correr como nunca en su vida luego de rodar por debajo de los brazos de uno de los sujetos que quiso atraparlo en su escape pero, vaya, ser pequeño servía en estas ocasiones porque ni siquiera alcanzó a rozarlo… y ojalá ser pequeño sirviera también a la hora de correr por tu vida de tres energúmenos gigantescos con piernas de dos metros…. Ahí sí que estaba en desventaja.
Podía escucharlos gritar tras él. Cosas espantosas sobre lo que le harían cuando lo atraparan.
No podía dejar de correr.
Necesitaba ayuda.
De quien fuera.
Necesitaba a ChanYeol.
Pero al girar en una esquina no halló a ChanYeol con los brazos extendidos y sus enormes alas de fuego… Todo lo que halló fue un callejón sin salida.
-¡Hmmmph!- De pronto una mano grande estaba sobre su boca y su cuerpo pequeño era empujado hacia atrás contra un pecho amplio mientras unos brazos fuertes lo rodeaban.
¡¿ChanYeol?!
-Shhhh… pequeño…- La voz era rasposa… pero suave de una forma extraña- Guarda silencio.
Los ojos que lo miraban eran negros y afilados… velados por una sombra oscura.
BaekHyun estaba congelado.
¿Quién… era él?