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Love Monster [BaekYeol] por BaekPrincessPuppieTocino

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Notas del capitulo:

HOLA DE NUEVO, BEBÉS!!!!

Gosh... se me había olvidado contarles que mi computador, MI HERMOSO COMPI, murió hace como dos semanas (COMPI!!!!! TT O TT WAAAAEEEEEE!!!????) see... aparentemente no era tan "4x4 Todo terreno" como yo creí ]Q v Q ... lo bueno... es que conseguí recuperar toda la info (y mi porno... y aexo... y el p9orno de exo...) entre todo eso pude haber perdido los abanses de muchas cosas de la U y BOOM todos los avances de Love Monster y los otros fics O - O La cosa es que ahora estoy actualizando desde un puto teléfono porque mi hermano se fue y era él el que prestaba computador TT - TT.... (A Omma le cuesta escribir de esta forma...)

Asfadjjahdjkf XD basta de lamentos y pongámosle azúcar a la vida <3 AQUÍ ESTÁ LA ÚLTIMA PARTE DE ¿QUIERES LECHE EN TU TÉ? YEHET!!!! (En serio tuve toda la intención de actualizar ayer pero con Clau_Iru tuvimos problemas técnicos y nos atrasamos... un poquito XD jajajj nada que temer = v =)

Bueno, bebés, besitos a todos los que le dan su amor a la adaptación, los que la agregan a favoritos y los que me agregan a mí a fav XD (kekekek me pongo coqueta * 3 *) pero en especial, besotes y abrazotes a todos los hermosos bebés que comentan (los nuevos y los que ya lleva tiempo en la familia <3) que en se4rio me llenan de felicidad con sus mensajitos tan lindos y tan divertidos, los leo todos y me encanta ver que nuestra familia crece y crece <3 ; w ;

Wewno bebés, el cap va dedicado a dos bebés que mucho antes de enterarse del especial HunHan, ya estaban pataleando por él XD: YO SOY CHANBAEK SHIPPER y mi hermosa bebé VANEXIITA!!!! todo suyo bebés!!!!

Ahora sí que sí, hijos míos, ENJOY THE HUNHAN MAYO!!!! (Extra larga como la YehetConda ¬//v//¬)

LuHan se sentía el rey de aquella mansión, riendo y bajando las escaleras con un cadencioso movimiento casi  lánguido y perezoso, aunque por dentro su corazón parecía querer salirse de su pecho. Paso a paso disfrutó el roce suave de la fina tela semi transparente de su holgada camisa roja, riendo complacido al ver su reflejo en los espejos que adornaban los pasillos y, sintiéndose como un jovencillo, arrojó besos a las cámaras de seguridad mientras giraba coquetamente sobre sí mismo para que la delicada tela revoloteara a su alrededor mostrando partes de su cuerpo desnudo.

Luego, como siempre, tendría que asegurarse de borrar aquellas grabaciones… aunque se veía demasiado guapo para eso… mejor se las robaba y ya, así podría revivir este día cada vez que se le antojase.

<<Porno casero>>

Volvió a soltar una risilla mientras se estiraba y atusaba su cabello como un gato meloso. Sentía las mejillas rojas pero ¡Diablos, si no estaba que reventaba de emoción! Así que, sin más vueltas, apuró el paso por el último tramo de escaleras y el pasillo, directo a la habitación del menor.

La puerta estaba abierta cuando LuHan penetró con sus brazaletes, tobilleras de rubíes, sus labios cubiertos con gloss y su cuello fragante a perfume de orquídeas…. Y Hunnie estaba en el suelo… a escasos centímetros de la cama, pero en el suelo al fin y al cabo.

LuHan se quedó allí… contemplándolo con la cara en blanco. Su cabello ondulado dio un bote cuando ladeó la cabeza con expresión de no saber qué demonios hacía su pequeño tirado como un trapo en el piso… hasta que por fin se le iluminó la ampolleta… (Ahora ya comprenderá el público de dónde es que BaekHyun salió tan lento)

-¡AY CARAMBA, YA LO MATÉ!- Con un chillido de pánico se tiró al piso también- ¡HUN! ¡HUN, RESPONDE!- Entre zamarreo y sacudidas poco le faltaba para desprenderle la cabeza del cuello al pobre castaño inconsciente, pero SeHun seguía sin dar señales de vida y LuHan seguía chillando como si le estuviesen apretando una nalga- ¡SANTA CHINGADA, AHORA SOY MADRE SOLTERA! ¡HUNNIE! ¡HUNNIE NO TE MUERAS! ¡¿HUNNIE?! ¡SI TÚ TE MUERES YO ME MUERO CONTIGO! ¡HUNNIE! ¡HU…!

3…

2…

1…

¡LAS DROGAS!

LuHan volvió a quedarse en blanco unos segundos (todavía empuñando la camisa del menor entre los dedos y la cabeza de este cayendo libremente hacia atrás) antes de que toda la información se reacomodara lenta… leeeeentamente en su cabeza (en serio lentamente)

-La droga…- susurró ampliando sus ojos por el “reciente” descubrimiento cuando la información por fin terminó de cargar en su cerebro, mirando con los ojitos iluminados al inconsciente y afiebrado SeHun, pegando de inmediato la oreja a su pecho donde casi grita de felicidad al escuchar el latir descontrolado golpeando su caja torácica.

¡ERA LA DROGA!

LuHan se rio de sí mismo y se palmeó las mejillas con ambas manos ¡Pero qué bobo era, si él mismo fue quién armó el plan, ¿Cómo es que iba y se le olvidaba?! , no tuvo mucho tiempo para pensar en una respuesta a su propia pregunta porque SeHun nuevamente se fue de costalazo al suelo con un seco sonido de su nuca golpeando la cerámica gracias a que LuHan… simplemente lo soltó y ya.

El rubio volvió a quedarse en blanco mirando al menor unos segundos… concluyendo que lo mejor sería acarrearlo a la cama… por seguridad…

No sin esfuerzo, logró ponerlo sobre el enorme colchón, quedándose de rodillas en la orilla, en el suelo, contemplándolo embobado porque le parecía inusualmente atractivo ver subir y bajar su pecho con descontrol y su boquita de labios finos soltar jadeos y quejiditos mientras su rostro parecía sumido en un sueño muy pesado. Se imaginó que de pronto SeHun era algo así como la Bella durmiente y él el príncipe…. Pero esa versión de la Bella durmiente donde el príncipe Felipe viola a la princesa Aurora y luego se larga de ahí dejándola todavía dormida y, además, preñada.

LuHan torció la boca… ¿Qué demonios? Eso no era bonito… No era bonito en ningún aspecto.

Negó con la cabeza haciendo botar sus ondas rubias nuevamente como si con eso se espantara sus propias divagaciones locas.

No, no, no, LuHan era mucho mejor que ese príncipe violador de señoritas y abandonador de hijos no natos (o al menos así lo creía él), porque él en serio quería a su Hunnie ¡Lo adoraba! Y prueba de ello era que él, aunque se hubiese ido… realmente nunca se fue… porque siempre estuvo ahí cuidándolo desde las sombras…

como ahora… que con la mitad del cuerpo sobre la cama y la otra mitad aun de rodillas en el suelo, se preocupaba de revisar los signos vitales de su pequeño, sintiendo su pulso acelerado pero aún latente en su cuello blanquito, que palpitaba caliente bajo las yemas de sus dedos, y en la forma tierna y cuidadosa, casi con miedo a romperlo, en que le apartaba el flequillo desordenado para pegar la frente a la suya y comprobar su temperatura.

 Alejándose nuevamente y pegando la mejilla al colchón para poder deleitarse viéndolo otro ratito, LuHan sonrió complacido al comprobar que todo estaba en orden. Que el somnífero había hecho efecto y el afrodisiaco…. Lanzó una rápida mirada desde el rostro afiebrado hasta la entrepierna del menor…. Bueno, sonrió más ampliamente, parece que el afrodisiaco también.

Alargó una mano y sin vergüenza alguna le sobó el paquete al castaño, que lanzó un ronco gemido entre sueños.

Sip.

Efectivamente el somnífero y el afrodisiaco habían hecho efecto.

Siguió sobando la endurecida entrepierna ajena pensando en lo listo que había sido. ¡¡Si por cosas como esta es que LuHan se jacta de cuánto ama y se preocupa por su Hunnie!! Porque si no lo quisiera y no le preocupara su seguridad, le habría dado el afrodisiaco nada más, a riesgo de que le doliera y  lo dejara medio muerto por el exceso de narcótico para el que su organismo humano no está preparado pero, en cambio, como lo quería mucho, mucho, mucho, se había encargado de ponerle un potente somnífero para que le anestesiara toda la parte fea del asunto… Sin contar que se mantendría tranquilito y dormidito en lo que él podía hacer a sus anchas lo que se le antojase… porque el somnífero no iba a anular el efecto afrodisiaco, no señor.

¡LuHan era inteligente! (O eso es lo que piensa él mientras sigue manoseando la entrepierna de su ex esposo)

Esto le abría un mundo de posibilidades, podría hacer lo que quisiera sin correr el riesgo de que SeHun lo descubra ¿Cómo es que esta magnífica idea no se le había ocurrido antes? ¿Y por qué demonios aún seguía de rodillas en el suelo, a un costado del colchón? ¡SeHun era suyo! ¡Lo tenía enterito para él! ¡Hay que subirse a la cama, hombre! ¡Se acabaron las noches de quedarse como un perrito echado en el suelo!

Pero….

Habían pasado tantos años… Tantos, tantos años en aquella misma posición, con SeHun durmiendo y él simplemente mirándolo desde el suelo… Tan cerca pero al mismo tan lejos… Que de pronto tener la posibilidad de cruzar aquellos límites le parecía irreal; un sueño que con el más mínimo movimiento en falso, iba a acabar simplemente.

Pero aunque los años de rutina le hacen temer dejar la seguridad del suelo para aventurarse sobre la cama junto a SeHun, LuHan se da ánimos él solito, viéndose a sí mismo y todo el esfuerzo que puso en arreglarse y lucir guapo para el menor, porque es cierto que este no puede verlo ni puede tocarlo por voluntad propia, pero LuHan en serio se empeñó en lucir tal como al castaño le gustaba cuando eran jóvenes, por lo que el gloss de cereza, sus ojos maquillados, su perfume de orquídeas, los millones de wons en joyería y aquella finísima camisa serían aún más en vano si simplemente desaprovechaba su oportunidad y no se encaramaba pronto en el mueble.

¡FIGHTING LUHAN!

1, 2, 3, ¡HOP!

Con los ojos cerrados y de un brinco, el rubio tomó impulso y aterrizó rebotando de pansa en la enorme cama que se hundió deliciosamente bajo su peso.

¡ERA EL PARAÍSO!

La cosa esta debía estar hecha de pedacitos de nube porque LuHan casi gime de sólo estar sobre ella… pero…

Estaba arriba…

Por fin estaba arriba…

Se sentó como impulsado por un resorte observando su reflejo en un espejo de cuerpo completo en una de las esquinas de la habitación. Su cara dolía de tan grande que era su sonrisa pero ¡y un carajo! ¡ESTABA SOBRE LA CAMA!

Patalea, salta, rueda, se ríe como un descosido y grita porque ¡ESTÁ SOBRE LA CAMA! ¡SOBRE LA CAMA DE SEHUN!

SeHun…

Deja de brincar al instante en que se acuerda del menor, viendo su cuerpo inerte botar como un títere al que le cortaron las cuerdas sobre la cama, casi a punto de caer por la orilla de tanto movimiento. Chilla y se arroja al rescate al instante, salvándolo por poco de un nuevo costalazo, y lo tironea del costoso traje hecho a medida hasta que consigue hacerlo rodar al centro del colchón.

Huff… está cansado…

-Pesas, Hunnie….- Se queja, sentado a lo indio junto al menor, recriminándolo con la mirada hasta que de pronto se da cuenta de un diminuto detalle- Hunnie… llevas mucha ropa- Acota completamente serio. Y decide  mentalizarse en la labor de… “desvestirlo”.

Su pulso se acelera, traga duro, las manos le tiemblan y puede sentir su cara completamente roja cuando vuelve a repasar de arriba abajo el masculino cuerpo inconsciente a su merced.

Va a desvestirlo

¿Cuántos años hacen desde la última vez que con sus manos le quitó, prenda por prenda, la ropa a SeHun? ¿Cuántos años desde que pudo deleitarse quitándole la corbata y desabotonando los botones de su camisa? ¿Cuántos desde que pudo arrojar a un costado sus pantalones y su ropa interior sumergido en la pasión del momento? ¿Cuántos desde que pudo enterrar sus dedos en el cabello marrón para desordenarlo y jalarlo hacia un beso?

A LuHan hasta se le dificulta recordarlo de tanto tiempo que ha pasado, porque recuerda la sensación, pero ha pasado tanto tiempo que si se mira la entrepierna… casi cree ver telarañas.

Pero ahora es su momento. Es su noche y SeHun está servido como un manjar frente a él y ese pensamiento lo excita y lo pone aún más ansioso… sólo tiene que coger el coraje para devorarlo.

Y va a hacerlo.

Ronronea de gusto cuando, como una damisela con su vestido, se alza los bordes de la camisa con las puntas de los dedos para que nada estorbe su paso cuando se monta justo sobre la pelvis del menor que jadea con las mejillas afiebradas; pero este sigue perdido en el país del dopaje mientras LuHan disfruta de la sensación de algo duro y caliente empujándose contra su trasero.

-¿Tienes calor, Hunnie?- Se inclina, deleitándose de repasar lascivamente su lengua por el cuello del indefenso SeHun que gime y se retuerce bajo sus manitas que le rasguñan el pecho sobre la camisa. Le murmura en el oído y lo llena de besitos y mimos con la punta de la nariz, en una extraña mescla de ternura y excitación, sin poder decidirse por una. Es la gloria poder besarlo tan libremente luego de ¿cuánto? ¿12 años? ¡Por fin puede llenarle el cuello de mordidas y besos! ¡Por fin puede extenderse sobre su cuerpo hasta que ya simplemente no circule el aire entre ambos!... Ni qué decir de poder restregar la mejilla contra su pecho kilométrico y poder sentarse sobre su estrecha cadera…. Y todo se vuelve mejor si SeHun gime.

LuHan le restriega el trasero sobre la polla sólo para seguir oyendo esos roncos y sensuales sonidos, gimiendo a la par cuando su propio miembro se frota contra la metálica dureza de la hebilla del cinturón de SeHun…. Pero eso le recuerda algo

Aún lleva el cinturón puesto… el cinturón y todo el resto de ropa….

¡Diablos, LuHan, concéntrate! ¡Se supone estaba desvistiéndolo, no refregándosele!...

Aunque es realmente delicioso restregársele…

¡¡¡PERO CONCENTRACIÓN, LUHAN! ¡CONCENTRACIÓN!!!

Lo mira desde lo alto, con las manitas apoyadas en su vientre cubierto por la camisa y lo ve tan hermoso que se le encoge el corazón con una ternura y una nostalgia sin límites…. Lo había extrañado tanto

-Deja que Hannie Ge te ayude con esto- Murmura acariciándole los costados suavemente y casi quiere gemir cuando el primer botón cede entre sus dedos, los primeros dos ya estaban abiertos pero el tercero es todo suyo, y se le hace imposible no descender con una hilera de besos húmedos que van desde su lóbulo izquierdo hasta el límite del camino que van abriendo sus dedos desesperados sobre los botones de la camisa, hasta que inevitablemente tiene que incorporarse porque, si quiere seguir bajando más allá del ombligo del menor para recorrer el incitante camino de vello que baja hasta perderse en su ropa interior, tiene que quitar el trasero de donde lo tiene y quitar el pantalón y todo lo demás de en medio.

Con desesperación, le desabrocha el cinturón que suena ruidosamente cuando el metal de la hebilla choca contra las baldosas al ser arrojado lejos sin cuidado alguno, pero lo ridículo es que, en su apuro, ni siquiera se toma la molestia de bajarle el pantalón ni la ropa interior como corresponde cuando ya está engullendo el miembro grande y caliente sobre el que se arroja en tanto asoma mínimamente por entre las prendas estorbosas.

¿Desesperado él? ¡Cómo creen!

Bueno, sí, la verdad es que el rubio se avergüenza un poco de sí mismo al darse cuenta que ni siquiera ha besado en los labios a SeHun como corresponde todavía, pero ahí está él en cambio, con la boca y las mejillas llenas de la gruesa excitación del menor que gime y resopla sin poder despertar, impulsando la pelvis inconscientemente y consiguiendo que su pulsante erección impacte contra la campanilla del mayor, pero aunque esto le provoca arcadas, LuHan se deleita por ello y, lejos de querer quitársela de dentro de la boca, la lame de arriba abajo antes de volver a engullirla golosamente, enterrando las uñas en la blanca cintura descubierta cuando siente su garganta siendo penetrada violentamente… y gime… gime alrededor de la erección caliente porque su sabor es increíble.

Un sabor que extrañaba.

Un poco salado pero que se siente deliciosamente viscoso sobre su lengua, en la que puede notar la mescla de su propia saliva junto al líquido preseminal que bebe con gula, como si fuera el néctar más delicioso. Pero se le está cansando la mandíbula, así que aunque no quiere, con una larga lamida que hace jadear al menor y revolver la cabeza contra la almohada, LuHan se la quita de la boca para ayudarse con ambas manos, subiendo y bajando mientras aprieta con sus deditos entorno a las venas que sobresalen.

Ante la vista de aquello no puede evitar inclinarse para lamer entre sus dedos las porciones de piel enrojecida que aparecen y desaparecen, dejando besitos húmedos en la punta por la que desliza la lengua embarrándolo todo de gloss y se ríe por eso, de pansa sobre el colchón entre la piernas abiertas de SeHun, el mayor sacude sus pies de arriba abajo como un niñito porque sabe que los costados de su boca están tan manchados de brillo labial como se miran sus dedos y la polla del menor…

… pero a su juicio no es suficiente…

… así que, con una sonrisa hambrienta, se inclina para lamer y chupar los testículos con los que juguetea dentro de su boca, repasándolos con la lengua, entre ronroneos de gusto sin dejar de masturbar con ambas manos la extensión que se siente caliente y tersa bajo sus palmas.

Lo cierto es que su propia polla también pulsa, está caliente, dura, roja y chorrea líquido preseminal manchando la orilla de su finísima camisa; pero no piensa tocarse, porque en este preciso momento sólo quiere dedicarse a disfrutar de SeHun, por lo que, en lugar de deslizar una de sus manos hacia su propia hombría, sigue cogiendo firmemente con ambas la del menor, liberando los testículos con un sonoro “pop”, que chasquea de saliva, sólo para restregar la mejilla contra ella como un gatito en busca de mimos. Está caliente pero suave al mismo tiempo y así se siente contra su piel; la droga hace que todo el cuerpo de SeHun queme y, en particular su miembro, arde de una forma deliciosa contra su mejilla y cuello.

Lo cierto es que está mucho más grande, admira el rubio, aunque eso tiene lógica considerando que SeHun ahora es un hombre de más de 30 y no un adolescente que bordea los 20 con suerte. Ahora SeHun es un hombre, con un cuerpo de hombre que incluye la enorme polla con la que LuHan juguetea salivando de gusto por tenerla toda para él.

Grande; grande y sólo para él.

Mejor prepararse como corresponde, medita finalmente mientras hace círculos con la lengua sobre el glande, porque aunque le gustaría metérsela de un sentón, iba a partirse el trasero si intentaba semejante hazaña.

Puchereó cuando tuvo que apartarse, viendo el rostro sonrojado, sudoroso y jadeante de su Hunnie, cuyo pecho subía y bajaba como si le faltara el aire. Le gustaría que SeHun fuese el que lo preparara… sus manos también habían crecido, observó con gula. Pero si ni siquiera era capaz de abrir los ojos, difícilmente iba a poder ayudarlo a prepararse, así que, suspirando, se encogió de hombros decidiendo que ese parecía un buen momento para probar aquellos labios finos por los que escapan suaves quejiditos, por lo que repta por el cuerpo a medio desvestir y se arroja sobre ellos mientras desliza una mano por entre sus muslos para alcanzar su entrada, sin dejar de masturbar en ningún momento con la otra mano la erección que sigue completamente dura.

Ronronea de felicidad, deslizando su lengua entre las comisuras entreabiertas y probando cada rincón de la cavidad caliente.

Hunnie sabe dulce… y el mayor sabe que no es por el gloss de cereza porque ese se quedó desparramado lejos por allá abajo. Simplemente sabe a él mismo. A SeHun. A su niñito hermoso y tímido. Dulce como todo él y el tiempo se le escapa a LuHan entre besos llenos de gemidos en los que SeHun apenas coopera, pero al mayor no le importa, porque sigue sabiendo a gloria y, cuando ya prácticamente le gime más de lo que lo besa, el rubio sabe que su preparación ha sido suficiente.

En lo único que piensa es en tener a SeHun lo más pronto posible en su interior, está caliente y necesitado como sólo alguien con 12 años de celibato a cuestas puede estarlo, así que sin moverse de donde está, recargado pecho contra pecho y boca contra boca, alza su trasero dejándose caer inmediatamente sobre el eje que se abre paso a la fuerza en su interior, distendiéndolo de una forma que lo hace gritar de placer… años de placer… y SeHun gime también, empuñando las sábanas.

LuHan le araña los pectorales sin ser capaz de moverse porque sus dedos siguen siendo demasiado finos para llegar a equipararse a la enorme polla de Hun… pero así le gusta… esa quemazón en su parte baja le agrada porque la extrañaba, así que sin pisca de sentido común, se apresura a rotar la cadera de forma circular volviendo a gritar el placer que colapsa desde su vientre hacia arriba saliendo por su garganta. SeHun no coopera. Su polla está dura como el acero pero sólo puede gemir atrapado entre sueños y revolver la cabeza cada tanto contra la almohada sin dejar de empuñar las cobijas y esto pone un poco triste a LuHan, porque le gustaría besarlo y ser besado; tocar y ser tocado… pero es lo que tiene y va a aprovecharlo.

Se arroja con salvajismo sobre los labios de SeHun, penetrando su boca con la lengua al tiempo que comienza un inmediato ritmo frenético. Necesita sentirlo, rápido, duro, brutal… y así se mueve sobre el cuerpo del menor haciendo todo el trabajo él mismo para llevarlos a ambos al orgasmo. Los músculos de sus muslos queman por los repetidos movimientos y su vientre contraído también, pero ni así se detiene, mordiendo los labios de SeHun para no gritar y abrazándose a su cuello cuando se siente cerca. Sabe que está yendo demasiado rápido; las sensaciones son demasiado intensas y el rostro de SeHun se vuelve borroso entre sus pestañas porque los ojos se le nublan de puro placer. Con cada feroz golpe de cadera que resuena por el palmeo de sus pieles, puede sentir el glande caliente impactar contra su próstata en un delirante golpeteo que lo tiene gimiendo sin control hasta que se corre con un estruendoso grito, deleitándose con la vista de su polla disparando cuerdas blancas y viscosas sobre los abdominales de SeHun. Esto lo excita el doble, haciéndolo mecer el culo en un sensual movimiento rítmico para regodearse con su propio orgasmo. El cuerpo le hormiguea y siente el culo lleno y satisfecho, por lo que, ahí se queda, respirando agitado y deshecho hasta que sus brazos no soportan su propio peso y cae sobre el enorme pecho de SeHun que le sirve de soporte… un soporte que se mueve de arriba abajo porque el menor sigue respirando como si trataran de quitarle el oxígeno.

LuHan ronronea agotado y satisfecho sobre SeHun, con la nariz enterrada en su cuello y los brazos firmemente envueltos en torno suyo. Pero la polla del menor, que no se molestó en retirar de su culo, aún pulsa dentro suyo, tan grande y caliente como al principio.

LuHan alza la cara como una suricata mirando por sobre su hombro hacia donde asoma su trasero descubierto.

SeHun sigue duro.

Frunce el ceño porque, en efecto… SeHun sigue duro… cosa que comprueba cuando mueve su trasero hacia un costado para caer lateralmente sobre el colchón y la polla del menor salta disparada como por un resorte… dura, roja y perlada de líquido preseminal apuntando hacia arriba.

LuHan la mira boquiabierto entre jadeos agotados por el reciente esfuerzo y no es capaz de detenerse a sí mismo cuando ya la está golpeando con el índice como si de una cosa extraña se tratase.

Sigue duro.

Se revisa el trasero.

Nada de semen.

¡No se corrió! ¡SeHun no se había corrido!

¿Pero qué demonios? LuHan mira asustado a SeHun que sigue jadeando en sueños y parece más afiebrado que nunca, luego, mira su propia polla ahora flácida tras el orgasmo. ¿Será que los años ya le están pasando la cuenta? Porque él se corrió en seguida y SeHun sigue ahí con la resistencia de un toro. Luhan muerde su labio inferior, pegado como una lapa a SeHun, pensando, mientras lo masturba, que quizás se está volviendo anciano, es decir, ya casi cumple los 40. Quizás es por eso que….

¡Babo! ¡La droga!

LuHan vuelve a ampliar sus ojos. ¡Por supuesto! ¡La droga! ¿Por qué siempre tiene que olvidarlo?

Por supuesto que la droga le va a mantener excitado… pero de todas formas no logró hacer que se corriera. LuHan quería su interior rebosante de semen y lo único que consiguió fue quedar medio muerto por el esfuerzo físico (aunque del orgasmo no se queja, porque fue INCREÍBLE). Entonces se da cuenta de otro detalle aparte de la notoria erección de su ex marido…

¡SEHUN SIGUE CON LA ROPA PUESTA! ¡Apenitas y tiene la camisa y la chaqueta del traje abiertas y la bragueta del pantalón descorrida con el bóxer bajado ligeramente sólo lo justo y lo necesario para que lo que le interesa a LuHan salga libremente!

¿Por qué tiene que ser tan babo? Se reprende mentalmente.

Pucherea, inflando sus mejillas, y bate las pestañas con el ceño fruncido mientras se incorpora sobre sus manos y rodillas (Que tiemblan y amenazan con ceder por el agotamiento físico) para restregar su naricita con la de SeHun en un tierno besito esquimal.

-Lo siento, Hunnie- Murmura besándolo repetidamente sobre los labios, besos cortitos y sonoros- Voy a compensártelo- Y no sabe si lo dice no haber logrado que se corriera, o por haber olvidado quitarle la ropa en su apuro por follárselo.

Sacude la cabeza frenéticamente. No. Él no se folló a SeHun, él le hizo el amor. El príncipe Felipe es el que va por la vida follándose y preñando princesitas dormidas. LuHan a SeHun le hizo el amor. Fin de la discusión.

Aunque lo cierto es que lo montó con la ropa prácticamente intacta…

Pero va a compensárselo porque lo ama, y aunque está cansado y le gustaría descansar un poco antes del segundo round, Hunnie sigue dormido y caliente como el infierno… además… LuHan no quiere desaprovechar un solo segundo del tiempo que tiene a su lado. Lo tiene por fin luego de 12 años y ni sus músculos agarrotados ni su trasero dolorido le van a impedir aprovechar de SeHun al máximo.

Pero esta vez va a tomárselo con calma y esta vez va a quitarle la ropa como corresponde.

Y así lo hace…

Con las mejillas sonrosadas y un cuidado infinito, hace que el saco y a camisa se deslicen por los hombros de SeHun revelando su cuerpo bien formado de hombros anchos y brazos tonificados. Se deleita saboreando cada porción de piel blanca que sus dedos descubren y revelan, subiendo ocasionalmente a dejar tímidos besos cortitos sobre las mejillas rojas porque esta labor lo cohíbe de una forma muy loca si consideramos que hace menos de 5 minutos estaba haciendo rebotar su trasero sobre la polla del menor. Pero esto es distinto… o así le parece a LuHan, que suelta sorprendidos jadeos por cada prenda que queda fuera del camino.

Lo ama tanto.

Lo adora.

Se admira de cada parte de su maravilloso cuerpo que arde bajo sus palmas.

Cuando le baja el pantalón, enredando sus deditos en la pretina para jalarlos hacia abajo hasta que los zapatos le impiden seguir, elimina este obstáculo también y toma entre sus manos unos de los tobillos del menor, luego de haberle separado las piernas, dedicándose a adorar su piel con tiernos besos ascendentes, pegando los labios a los muslos blancos hasta que su nariz se roza contra la suavidad del bóxer negro.

-Muy bonito- Comenta el mayor admirando cómo la prenda se pega sensualmente al cuerpo del castaño y no puede evitar relamerse los labios antes de hacerlos desaparecer de su vista porque, por muy llamativos que sean, la polla se SeHun sigue pareciéndole mil veces más atractiva. Frota su palma contra ella y ronronea a la par que el menor gime, bañando su cuerpo de besos y frotando sus labios y mejillas contra la cadera descubierta mientras juguetea a rodear su ombligo con la punta de la nariz.

Se siente bien tener la libertad de poder mimarlo de esta manera. De poder tocarlo tan libremente. De poder llenarlo de besitos y caricias. De poder marcarlo como suyo.

Le muerde el hueso de la cadera y al oír el gruñido que suelta el menor, dictamina que ya es momento del segundo round.

Tiene una erección de la que hacerse cargo.

Vuelve a montarse sobre SeHun, recogiendo los bordes de su camisa, y con una de sus manos dirige el miembro del menor directo a su entrada que se contrae de expectación. Mueve el culo sobre la punta y ríe cuando SeHun mece su cadera ligeramente hacia arriba. No hay que seguir haciéndolo esperar, se dice, así que con un gemido largo y perezoso, se deja caer lentamente, gozando de cada terminal nerviosa activada con la deliciosa intromisión.

Se queda ahí.

Sentado con toda la polla de SeHun dentro de su culo y tira la cabeza hacia atrás para ronronear de gusto al sentir su propio miembro endurecerse al instante y alzar obscenamente la orilla de la camisa con el glande húmedo. Sonríe pleno, una sonrisa grande y brillante de ojos cerrados y mejillas arreboladas, porque la sensación de estar repleto por dentro lo abruma al punto de que todo a su alrededor deja de ser perceptible.

O, bueno… casi todo…

-¿Hyung?

No oye la vocecita llamando desde el corredor hasta que es demasiado tarde y la expresión “Ciervo encandilado por los focos” nunca estuvo tan bien aplicada como cuando el cuello de LuHan casi se disloca al voltear tan bruscamente en dirección a la puerta que en su apuro se olvidó cerrar, donde lo recibe un gritito ahogado que escapa de unos acorazonados labios rosados que se ocultan con vergüenza, sorpresa e incredulidad tras una manito blanca.

A LuHan siempre le gustaron los enormes ojos del pequeño KyungSoo, porque le parecía que eran la cosa más graciosa del mundo, especialmente en momentos como este en que casi se salían de sus órbitas. El niño siempre le agradó (a diferencia de la zorra de HeeChul), aunque dudaba que este supiese que alguna vez se conocieron porque KyungSoo en esa época era aún un bebé… pero con todo y esa simpatía que le provoca el chiquillo, lo mejor sería intimidarlo un poco.

Sin pensárselo dos veces hace explotar sus alas con un crepitante y estruendoso sonido, y con su cabello y ojos ardiendo en llamaradas, le sonríe perversamente al niño que en menos de tres tiempos sale corriendo despavorido hasta que ya ni los gritos de “¡aléjate satanás!”, ni el motor de su moto son audibles en la distancia.

LuHan se ríe a mandíbula batiente (y hasta aplaude) porque es completamente consciente de que SiWon ha criado como un miedoso al pequeño KyungSoo, obligándolo a temer de cosas tan ilógicas como diablillos, espíritus y todas esas incoherencias, pero bueno… mejor para LuHan si al niñito se le ocurre creer que él es un demonio o algo igualmente ridículo. Incluso si piensa que es la niña del Aro a LuHan ya le basta, porque así las probabilidades de que lo descubran se reducen considerablemente.

Pero mejor guardarse las alas, que cuando no puede concentrarse bien, pierde el control de ellas y pasa a quemar cosas (y nadie puede concentrarse cuando tiene semejante cosa tan grande en el trasero).

Pero algo lo detiene.

Y ese algo es una mano que sube por su muslo derecho hasta empuñar débilmente su camisa transparente.

-¿Magia?

La voz es suave, entrecortada, perezosa por las drogas y jadeante. Una voz que logra hacer que el corazón se le acelere de una forma tan brusca que definitivamente no puede ser sano. Su respiración se estanca en su garganta y sus ojos se amplían cuando su mirada incrédula choca de lleno con unos ojillos nublados que luchan por permanecer abiertos.

Sus alas se desvanecen y puede ver el reflejo del fuego en los ojos oscuros de SeHun mientras una oleada de recuerdos llena su mente... recuerdos de ese primer encuentro… cuando sin saberlo, SeHun salvó al mundo de la destrucción y a LuHan de consumirse a sí mismo… Cuando él tenía 10 y el menor apenas rozaba los 4… Cuando todo inició…

-Sí, mi pequeño… - Las palabras se le entrecortan y la imagen de SeHun se vuelve borrosa. Está llorando- Hannie ge está haciendo magia

Esas no son exactamente las mismas palabras que le dirigió al menor aquella primera vez, pero puede ver una sonrisa luchando por formarse en su rostro cansado, que parece usar cada resquicio de fuerza por mantenerse despierto.

-Quema…- Lo oye murmurar y LuHan solloza tapándose la boca con la mano porque su voz es ronca, lenta y suavecita; embotada por la droga, pero hermosa porque le está hablando a él… sin desprecio ni asco, sólo con esa fascinación con la que solía hablarle de niño, así que, sin poder evitarlo, le acaricia la cara con las manos que le tiemblan y SeHun cierra los ojos bajo su toque, inclinándose ligeramente hacia sus manos, pero en seguida entreabre los ojos, como si tuviese miedo a no poder volver a abrirlos.

-Deja… deja que Hannie Ge te ayude, Hunnie… deja… déjame…

Tartamudea y las palabras se le enredan solas; SeHun en cambio habla como si algo le pesara sobre la lengua.

-No llores, Ge,… te pones feo cuando lloras…

Pero LuHan no lo puede evitar y llora más fuerte, riendo pero sin dejar de llorar, cayendo sobre el pecho del menor que sisea por el movimiento que lanza corrientasos directo a su columna porque el mayor aún está empalado en su polla, pero está tan adormecido que solo atina a girar ligeramente la cabeza para atrapar con sus labios la boca de LuHan mientras le envuelve pesadamente la cintura con los brazos.

-SeHun, no… no es necesario que tú… deja que yo…- LuHan objeta débilmente entre besos porque no quiere que su Hun se canse, no es necesario, él va a encargarse de todo… pero SeHun lo calla  con más besos lentos y flojitos.

-Shhhhh, Ge…. – Sin saber cómo, el mayor acaba bajo el cuerpo de SeHun que sigue besándolo mientras lo aplasta con el peso de su cuerpo contra la cama porque no es capaz de sostenerse en sus brazos y LuHan lo sabe y aunque le quita la respiración, deja que el menor caiga libremente sobre él si es lo que quiere.

Se besan lento y esta vez son las lágrimas de LuHan lo que ambos saborean, donde la responsable no es una pesadilla de medianoche, sino un sueño en el que ambos aún se aman como se amaron alguna vez.

Ambos gimen, LuHan casi a gritos y SeHun murmurando más dormido que despierto, cuando este último embiste contra el mayor. Es lento, suave, perezoso, agotado… pero el mayor llora de felicidad porque es SeHun quien le hace el amor, quien lo besa y le murmura en la boca que se quite la camisa, que se ve hermoso, que todo él es hermoso y el rubio le cree y le obedece entre besos, risillas y más lágrimas, abrazándose a su cuello y rodeándolo con las piernas, ronroneando de gusto al sentir sus cuerpos desnudos frotarse entre sí.

Las embestidas son lentas y pausadas; es notorio cuánto le cuesta a SeHun mantenerse despierto porque sus párpados caen sin que lo quiera, pero aun así, LuHan está hecho un mar de gemidos desbocados porque la penetración y los movimientos de cadera de SeHun los siente hasta en las puntas de los pies, que se encogen y le hacen apretar los muslos entorno a la cadera del menor.

Le araña la espalda, le jala el cabello y lo besa acompasando su ritmo desesperado con la lucha que el menor mantiene entre el somnífero que lo aturde y el afrodisiaco que lo mantiene caliente y lo impulsa a mover las caderas casi involuntariamente.

Se siente maravilloso. LuHan está en el paraíso. SeHun le gime en la boca y lo mira a los ojos con sus impresionantes orbes oscuros, además de que lo besa y le acaricia con mimos embotados el cuello, los costados y las mejillas… y LuHan, tras acomodarse bajo el peso del menor, con cada embestida lenta y profunda, siente su punto dulce ser golpeado de una forma deliciosa. En esta oportunidad es hiperconsconsciente de absolutamente todo; de sus respiraciones desiguales, de su miembro aprisionado entre ambos cuerpos que lo frotan y lo aprietan, del palmeo suave de sus pieles y del tintinear de sus brazaletes y tobilleras que chocan entre sí al ritmo de cada embestida en una melodía obscena.

Sabe que ambos están cerca porque lo siente en su vientre bajo que cosquillea con un calor que se equipara al que desprende el cuerpo sudoroso del menor, cuya respiración se entrecorta más agitada que antes y ya casi ni pueden besarse porque ambos están demasiado ocupados gimiendo sobre la boca del otro. Están muy cerca. Las embestidas se vuelven desiguales y LuHan clava los talones en el colchón para ayudar al menor impulsando el culo al encuentro de sus penetraciones hasta que ambos culminan; SeHun con un gruñido ronco y el mayor clavándole las uñas en los hombros a los que se aferra porque se siente cayendo a un abismo de placer ciego. El orgasmo es avasallador y los arrastra a ambos con la sensación delirante de calor ardiendo en sus entrañas.

Puede sentir al mayor llenando su interior de semen caliente y a él mismo embarrando sus vientres de esencia viscosa y esto sólo lo satisface más. Quiere esta sensación por siempre. Quiere a SeHun corriéndose en su interior y a sus propias entrañas exprimiéndolo por el resto de la eternidad. Quiere quedarse así, abrazado como un koala al cuerpo grande y caliente y sentir su peso aplastarlo.

-Te extrañé, Ge…

Y tras estas palabras que se pierden en la habitación, ambos alcanzan a ver el reflejo de sus propios ojos en los ajenos una última vez antes de que los párpados del menor simplemente se cierren… y ya no se vuelvan a abrir.

LuHan le acaricia el cabello y mira el techo con las lágrimas cayendo por sus mejillas mientras la cabeza de SeHun reposa a un costado de la suya sobre la almohada, donde cayó inconsciente, y aunque lo está aplastando, LuHan se rehúsa a quitárselo encima; se rehúsa a liberarlo de la prisión de sus piernas y brazos; se rehúsa a dejar de sentirlo tan cerca y pulsando aún en su interior lleno con su semilla.

Relaja la espalda, aún algo tensa luego de arquearla tras correrse, mientras el orgasmo aún hormiguea dulcemente en su cuerpo con una sensación  cálida deliciosa que no lo deja respirar apropiadamente.

-También te extrañé, mi pequeño…- Murmura finalmente con un último sollozo y una sonrisa triste, y lo repite en susurros girando la cabeza para pegar sus labios al oído del hombre inconsciente que, para él… sigue siendo el mismo niñito entrometido y empalagoso. El niñito que amó y sigue amando. El niñito que le enseñó a amar la vida-… También te extrañé…

***

Tras este último encuentro, LuHan sucumbe al cansancio tal como SeHun, pero con sus últimas fuerzas, los mete a ambos bajo las colchas y se abraza al menor como si la vida le dependiese de ello, rodeándolo con sus brazos y piernas y acomodando los brazos del inerte SeHun en torno suyo, que aunque no apriete, no deja de ser una sensación infinitamente reconfortante por hallarse cobijado entre sus brazos. LuHan sabe que el somnífero va a mantener noqueado a SeHun un buen tiempo, así como el afrodisiaco lo mantendrá constantemente duro, así que simplemente duerme… duerme pegado al amor de su vida como en 12 años no lo había hecho.

Pero el fin de semana se le escapa y ya es momento de partir.

LuHan, que despertaba a ratos a diferencia de SeHun y su cuerpo cataléptico, se dedicó a besar y masturbar al menor hasta que la pereza volvía a consumirlo como contagiado por el letargo del menor, que con sus párpados permanentemente cerrados lo incitaba a acurrucarse y retozar sueños perezosos a su lado. Cambia la posición de ambos muchas veces sobre la cama, probando todas las formas en que el cuerpo del menor puede entrar en contacto con el suyo. Duermen de cucharita, usa el brazo de músculos torneados como almohada, reposa acunando a SeHun entre sus brazos y sobre su regazo mientras le canta, yace sobre su pecho admirando sus pestañas oscuras mientras acaricia y desordena su cabello marrón para luego volverlo a peinar suavemente con los dedos, le besa el mentón y le mordisquea el cuello. Lo masturba a ratos, toquetea su cuerpo cada vez que se le antoja, lo besa de arriba abajo, presiona ambos miembros juntos y le manosea el trasero hasta el cansancio. Incluso hubo un momento en que dormía de espaldas a SeHun envolviéndose la cintura a sí mismo con los brazos del menor, y este meció su cadera hacia adelante empujando ligeras embestidas entre los muslos del mayor que apretaban su miembro grande, hasta que se corrió manchando las sábanas y las piernas de LuHan que, de tan sorprendido por aquella acción del castaño, ni siquiera se le pasó por la cabeza tocarse a sí mismo. Lo hacen dos veces más durante el fin de semana y LuHan se ha restregado con descaro contra el cuerpo del menor lo suficiente para sentir que no podría volver a correrse o tener un orgasmo dentro de una buena temporada.

Pero el tiempo se le está acabando y la respiración del menor cada vez se vuelve más acompasada así como sus mejillas vuelven a adquirir ese color pálido característico.

Se monta sobre la cadera ajena una última vez y su trasero duele, pero aun así vuelve a empalarse jurando que va a ser la última vez antes de huir de ahí dejando todo como si nunca nada hubiese ocurrido. Lo jura entre besos y lágrimas de frustración que en serio trata de retener mientras aprieta las mejillas del menor con desespero, sabiendo que es una despedida… sabiendo que es el fin de su fin de semana juntos.

No quiere despedirse. No quiere irse. Ha pasado tanto tiempo y se siente tan bien estar sobre la cama y junto a SeHun, que la perspectiva de volver al suelo le parece abominable. Una fea pesadilla.

Pero cuando se va… SeHun sigue dormido, la habitación ordenada, las sabanas limpias y el cuerpo del menor cubierto con un pijama de seda negra.

Nada nunca ocurrió.

LuHan no mira atrás cuando la puerta de la habitación se cierra a su espalda, y así sigue, con la vista dolorosamente puesta al frente incluso cuando entre sus dedos se deslisa el código de bloqueo de las entradas a la mansión... porque se conoce y sabe que si mira atrás... no va a tener el corazón para largarse como sabe que tiene que hacer.

***

Cuando SeHun despierta al día siguiente con el cabello húmedo por una ducha que no recuerda haber tomado, LuHan está ya muy lejos, volando hacia la ciudadela comercial entre las nubes a agradecerle al dueño de la tienda de artes oscuras…. que tiembla y trata de huir cuando lo ve asomarse con su cara bonita y su cabello revuelto a través del cortinaje de la tienda y, aunque LuHan se disculpa por lo de la pierna fracturada y el hombro dislocado (además de haberle achicharrado el 40% del cuerpo, haberle quebrado la nariz y tumbado algunos dientes), el hombre simplemente le arroja toda la dotación de té que posee y le suplica entre lágrimas que por favor no vuelva a aparecerse por ahí…. Y el rubio no se queja, sino que sale del lugar con un cantarín adiós y una enorme sonrisa. Quizás vaya a pasar lo que resta de día a una de las casas de la Reina JiHyo (que seguramente estará vacía) para revisar las grabaciones que robó antes de huir, pero primero, palomitas, bubble tea, caramelos, gomitas y galletas.

Necesita azúcar para aplacar a su cuerpo y a sus ganas de volver como un tornado a la mansión antes de que SeHun caiga dormido y él pueda regresar a su lugar en el suelo junto a la cama.

***

El lunes por la noche cuando SeHun ve a KyungSoo, de pasada mientras este sale apresurado de la mansión porque va tarde a su clase de canto y tiene serios problemas para desatar el nudo de su mandil, lo cierto es que nota que este se sonroja más que de costumbre y que esquiva su mirada más de lo normal, sin contar que tartamudea y las manos le tiemblan cuando le dice que la cena está recién hecha en el horno, borbotando un “adiós, Hyung” antes de desaparecer del lugar como si lo siguiese el diablo.

SeHun rueda los ojos y ríe un poco, rodeándole la cintura con los brazos mientras pega el rostro del niño a su pecho para que le deje ver el nudo rebelde que fácilmente deshace antes de separase y acariciarle tiernamente bajo el mentón, regalándole una de sus escasas sonrisas cuando una de las manos del pequeño queda suspendida en el aire a medio camino de su cuello… cuello que mira demasiado fijamente y con unos ojos demasiado asustados si le preguntan a SeHun, que no sabe que lo que KyungSoo observa son aquellas tenues marcas rosaditas, como de mordidas y besos, que perturban casi imperceptiblemente la blancura de su piel. SeHun no lo sabe porque a pesar de tener la casa llena de espejos, todo en su vida es un procedimiento tan mecánico como rutinario… incluso el vestirse o asearse, así que detalles como una, dos o la considerable cantidad de marcas que asoman apenas por el cuello almidonado de su camisa, le es completamente indiferente.

No así para KyungSoo… que de tanto observarlo… que de tanto admirarlo e idolatrarlo a lo largo de toda su corta vida, sabe identificar hasta el más mínimo detalle perturbando la perfecta figura del padre de su mejor amigo (que además es su padrino), especialmente si este pequeño detalle está pegado a su nariz empañando la maravillosa sensación de miles de mariposas en su pansa gracias a aquel repentino abrazo… pero todo parece esfumarse de su mente al tiempo que sus neuronas se hacen papilla cuando el mayor le acaricia el cuello con sus manos grandes como si él fuese un gatito, junto a aquella sonrisa perfecta y esos ojos marrones casi negros que le vuelven flan las rodillas, por lo que… ¿Quién puede culparlo por salir huyendo con la cara roja como un tomate?

… y mientras KyungSoo corre de sus propios sentimientos, no puede evitar pensar que definitivamente lo que vio el fin de semana no lo soñó ni lo imagino, las marcas en el cuello de su Hyung lo prueban… así como no puede evitar pensar que el rostro de ese demonio se le hace extrañamente familiar.

Cuando el pequeño escapa, el mayor no lo sigue ni hace nada más porque realmente no tiene el tiempo ni las ganas de estar lidiando con jovencillos hormonados y sus enamoramientos unilaterales. Su semana ya había comenzado con el pie izquierdo porque no sabe cómo pero durmió todo el reverendo fin de semana, y por paradójico que sonase, se sentía realmente cansado, además de que su trabajo se había retrasado considerablemente y lo peor… es que no dejaba de sentir el aroma de… él… allá donde fuera…

De mal en peor para SeHun.

Gruñe y decide ir a trabajar a su despacho antes de dormir…. Seguro eso le va ayudar a dejar de estar imaginando cosas donde no las hay.

Notas finales:

sfadhfjadgjkdf BOOOOOOOOOOOOOOM!!!!!!

La LuJuana me da pena :C
y SeHun también...
Kyung me da risa pero lo demás sólo me da pena A KYUNG LE GUSTA HUNNIE, CARAJO!!!! Y SEHUN LE HACE CARIÑITO!!!!! ASGDFAGFHDGSFSDGHKDFHGGF!!!! DENÚNCIENLO POR ASALTA CUNAS!!!!

Ya... pero en serio que LuHan me da pena....
y el señor de la tienda de artes oscuras también me da pena (LES DIJE QUE LUHAN ERA PELIGROSO!!!)

Lo bueno... es que ahora todos sabemos qué eran exactamente el té rojo y el té azul O - O ¿Impresiones u opiniones sobre eso? adelante, no se cohiban XD YO LES DIJE QUE LUHAN ADEMÁS DE LESO, ERA PELIGROSAMENTE LESO!!!!

HSGFSDGF pero cada vez hay pasajes sobre cómo el HunHan se conoció * - * ¿Teorías o hipótesis sobre eso? ¿No? !OPINEN CARAMBA! XD!!!

jajajajaj ya ^^ en serio espero que les haya gustado <3 con Clau_Iru bebé nos esforzamos para darles este capítulo así bien lindo y lleno de amorsh <3 

así que ahora HASTA LA PRÓXIMA EN EL ESPECIAL KRISKAI!!!! DONDE SE VIENE....

-LA CITA!!!
-LO QUE KRIS Y CHANYEOL HABLAN A ESCONDIDAS!!!
-LA PERSPECTIVA Y LOS PLANES A FUTURO DE KRIS!!!
-Y LA CANCIÓN QUE TODAS LA NOCHES LE CANTA AL LOBO!!!!
-Y MUCHA NOSTALGIA Y AMOR GHEI!!!

BESITOS Y MORDIDAS, BEBÉS!!! NOS LEEMOS EN LOS COMENTARIOS!!!! <3 <3


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