~La subasta~
-¡UNO!
-No.
-¡UNO SOLO!
- Que no, TaeMin. Basta.
-¡UNO SOLITO! ¡NO SEAS AMARGADO!
-¡QUÉ PARTE DE “NO” NO ENTIENDES, TAEMIN! ¡NO VOY A COMPRARTE ESE REVERENDO OSO DE PELUCHE! ¡SIEMPRE LO MISMO, YA TE HE COMPRADO DEMASIADOS Y NO TE LOS MERECES! ¡APAGA ESA COSA! ¡ESTÁS CASTIGADO!
-¡PERO VOY A PERDER LA SUBASTA! ¡NO LO ENTIENDES! ¡ESA MALDITA SIEMPRE ME GANA! ¡SE LLEVA TODO LO QUE QUIERO! ¡MI HONRA ESTÁ EN JUEGO!
-¡NO TAEMIN! ¡Y DEJA DE METERTE A ESAS SUBASTAS ONLINE! ¡NOS VAS A DEJAR POBRES! ¡SON LOS FONDOS DE LA RESIDENCIA! ¡SI SE ENTERAN QUE TE LO GASTAS EN PELUCHES VAN A DESTITUIRME!
-¡NOOOOOOOOOOOO! ¡MI HONOOOOOOR!
-¡QUÉ HONOR NI NADA! ¡A ORDENAR LOS JUGUETES! ¡Y DESPUÉS VAS A HACER TUS DEBERES PARA MAÑANA!
- ¡AAAAAH! ¡TE DETESTO! ¡ESTO ES INJUSTO, BUMMIE, INJUSTO! ¡ESPERO QUE ALGÚN DÍA ENCUENTRES EL AMOR Y EL POBRE INFELIZ AL QUE LE TOQUE LA DESGRACIA DE CASARSE CONTIGO, SEA UN ENANO MÁS BAJO QUE TÚ!
-¡PUES SI YO ME CASO CON UN ENANO, TÚ VAS A CASARTE CON UN SAPO!
- ¡AAAAAAAAh!…. Pues ya qué… ni quería el pinche oso…
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~Zelo v/s JungHong ~
-Aaaaahfffff… estoy muerto. Me duele todo. Alguien va a pagar por esto, Gukkie. Alguien va a tener que hacerse responsable. ¡Siempre lo mismo! ¡Siempre! Entre el tarado que tenemos por vicepresidente y chiquillo hormonado que se las da de líder y que está más ocupado babeando detrás su parejita, esto no es un concejo como la gente Gukkie, ¡No lo es! El trabajo siempre acabamos haciéndolo nosotros… Aaaaaah, pero ya va a ver ese par cuando me los agarre, porque con ese mismo montón de papeles que tuvimos que firmar y redactar, voy a hacer un cucurucho y se los voy a encajar p—
-Ya, bonito, vasta. No te estreses más.
-Ay, no… besitos en el cuello no… así no se vale…
-¿Estás muy cansado? ¿Quieres un masaje?
-Mhm….
-Date la vuelta.
-….
-Eso… vamos, quítate la playera.
-Tú lo que quieres es aprovecharte de mí…
-...
-¡Yah! ¡Gukkie!
-Deja que te arregle la espalda. Nadie aquí va a hacer nada hasta que dejes de quejarte.
-¿Son ideas mías o me estás llamando quejoso?
-Sólo relájate, HimChannie.
-Oooh sí, ah, justo ahí, ahí, sí, ¡aah!
-No seas tan ruidoso o se van a dar cuenta que estás aquí, en los dormitorios de hombres y, de paso, que BaekHo escapó a la residencia de los donceles.
-¿Y qué si me descubren? ¡¡Que se atrevan a echarme!! porque les voy a patear el cul— ¡AH! ¡Dioses, Guk, un poco más a la izquierda! Mmmmmm… sí, justo ahí…
-¿Entonces… vas a quedarte?
-Mhm…
-No quiero que te regañen si se dan cuenta.
-Nadie va a extrañarme en las residencias, de todas formas, nunca se dan cuentan, así que cállate y sigue.
-Tu pijama de repuesto está sucio… te molesta usar algo mío.
-No lo sé, ¿Te molesta que duerma desnudo? ¡Ah! ¡Oye, eso no fue amable! ¡Dolió!
- Ah… y-yo… lo siento… ¿Des- desnudo? No creo que s—
-¡¡Yah!! Hablando de gente sin ropa, ¡Hace tiempo que no lo hacemos! ¿¡Estás planeando matarme del hambre!? ¡EXIJO COMIDA!
-¡Y-YAH! ¡No grites! ¡Baja el volumen!
-¡PROMÉTELO!
-¡¿Qué?!
-¡SEXO! ¡QUIERO SEX—!
-¡Oh por todos los dioses! ¡Guarda silencio! ¡A veces creo que en todo lo que piensas es en… hacerlo y ya!
-¡Soy un íncubo! ¡LO NECESITO PARA VIVIR!
-¿Pero eso es todo? ¿En serio? ¿Y si yo no estuviera, qué? ¿Sería con cualquiera?
-Yah… ¡Yah, Gukkie! ¿Qué es lo q—?
-Ahora no HimChan…. Dame… dame un minuto…
-¿Qué? ¡No! ¡Gukkie, vuelve acá!
-HimChan, por favor.
-¡No! ¡Mírame a la cara! ¿Qué demonios es lo que estás insinuando?
-HimCh—
-YongGuk, no… ¿Qué es lo que pasa? Sabes que te amo y—
-¡Lo sé! Lo sé… es sólo que… ah… tú lo dijiste… lo necesitas para vivir… ¿Qué si yo no estuviera? ¿Qué pasaría entonces? No es que… desconfíe de ti, es que… a veces creo que es todo lo que buscas de mí… No dudo que me ames pero…
-Ya Guk… basta… está bien, ven acá…
-No te ofendas por todo lo que dije, por favor… es que… es que yo…
-Shhhh… está bien… Está bien. No pasa nada. Eres un tonto, Gukkie.
-¿Qué?
-Eso. Que eres un tonto. Mírate. ¿Es en serio? Ay, Dioses, si no fuese tan maduro, sensato y responsable como soy, me hubiese ido de aquí indignado ¿Cómo es que eres el mayor de los dos? Un tonto, Bang YongGuk, eso es lo que eres.
-¿HimChan… ?
-Nunca voy a engañarte, ni a dejarte, ni nada por el estilo, y no me ofende que lo pienses porque sé que no va a pasar. Y no pienses en ¿Y qué tal si…? porque hasta que no pase, no sabremos. Además, te amo, tonto. Eso es todo y ya. Te amo. Sólo a ti.
-Pero…
-Pero nada, Gukkie. Deja de ser un tonto. ¿Sexo? Sí, me encanta… pero sólo contigo… y no es sólo eso. Me gusta todo de ti, todo lo que te involucre. No es sólo sexo… es todo. Sólo contigo. Quiero el resto de mi vida contigo, quiero que mis hijos sean tus hijos y quiero que seas parte de mi familia y yo de la tuya. ¿Está claro? No pienses cosas que no son… no te hagas eso…
-… Lo siento, HimChan…
-Yah… dime que me amas y todo olvidado. Y deja de decirme HimChan, me dan escalofríos que me hables así.
-Te amo, bonito.
-Mucho mejor.
-HimChannie…
-¿Qué?
-¿En serio quieres… tener hijos conmigo?
-¡Claro! ¡Hey! ¿… Por qué esa cara?
-Te amo…
-Oooow… También te amo.
-¿Y… qué nombre le pondrías?
-¿Qué nombre le pondría a qué?
-Al bebé…
-Aaaahm… ¡Oh! ¡Ya sé! ¡ZELO!
-¿Qué?
-¡Zelo! ¡Lo leí el otro día en una revista de moda y te juro que quedé como—!
-No
-¡¿Qué?!
- No
-¡¿Cuál es tu problema?!
-¡Un nombre normal!
-¡¿Qué?! ¡¿Qué tiene de malo “Zelo”?! ¡Apuesto a que tú elegirías un nombre tonto y aburrido como “JungHong”!
-¿Qu… qué? N-no… ¿Cómo crees… ?
-Oh Dioses… en serio, te conozco tanto, Guk…
-Ya… vamos, dejemos esto para otro día… o para cuando sea necesario, mejor… ven, a dormir…
-Ah… okey… pero Zelo es un buen nombre, que conste.
-Sí, bonito, sí. Buenas noches.
-Buenas noches, te amo.
-También te amo…
-…-
-…-
-Gukkie…
-¿Qué… ?
-¿Un rapidito aunque sea?
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~Confianza, independencia y culpabilidad ~
-Doctor.
-Dígame, señorita SooYoung.
-¿Se encuentra usted ocupado?
-No, no. Para mi joven pupila siempre tengo tiempo. Sólo estoy llenando unas fichas de ingreso, adelante, ¿Gusta algo de té?
-No es necesario. Tengo una pregunta que hacerle.
-Adelante, no se ofusque ni se sienta amedrentada, la comunicación es fundamental en las relaciones laborales y la vida misma, para llevar una vida sana y una convivencia amena. Ahora, dígame sus dudas.
-¿Qué es lo que se supone que significa que esta fotografía esté bajo su almohada?
-Ah… ah… enfermera, es de muy mal gusto inmiscuirse entre las pertenencias ajenas.
-A mí no me venga con cosas, no cuando la que limpia su cuarto, soy yo.
-Como le decía, es de muy mal gust—
-¡Por qué diantres tiene una fotografía del Cuervo Blanco, pequeño mequetrefe! ¡NI SIQUIERA SÉ SI TENGO QUE LLAMARLO PEDÓFILO O ASALTA TUMBAS!
-¡Soy mayor! ¡Mayor que usted! ¡Muestre más respeto, señorita SooYoung!
-¡El día que deje de hacerse pipí en la cama voy a tratarlo como el cuarentón que es! ¡Antes no!
-¡Tampoco estoy tan viejo! Y el que se hace pipí es este tonto cuerpo de niño….
-La foto
-¿Qué foto?
-¡Esta foto, enano depravado!
-Señorita SooYoung, la privacidad de las personas es algo elemental y que debe resp—
-¡LA FOTO! ¡O EL CONEJO MUERE!
-¡NO! ¡ESPONJOSO! ¡ÉL ES INOCENTE!
-¡LA FOTO, AHORA!
-¡ME LA REGALÓ EL JOVEN CHANYEOL! Por lo que más quiera baje ese cuchillo, señorita, ¡NO! ¡LAS COSTURAS, NO! ¡LO COSIÓ MI MAMÁ!
-¿Por qué el joven ChanYeol iba a regalarle una foto de su prometido a usted?
- ¡POR FAVOR, DEJE EN PAZ A ESPONJOSO! ¡LE DUELE! ¡COMO AGRADECIMIENTO! ¡FUE UN AGRADECIMIENTO!
-No le creo.
-¿Qué?
-No le creo. Creo que usted, enanito malicioso y pervertido, ¡LE ROBÓ ESTA FOTO! ¿Cómo pudo? Entiendo que sea un viejo verde, Doctor, ¡Pero es su estudiante!
-Enfermera, creo que esto es un terrible malentendido y—
-¡Y NADA! ¡A SU HABITACIÓN!
-¡AL MENOS DEVUÉLVAME A ESPONJOSO!
-Ya luego me voy a encargar de devolverle esto al joven Park.
-Bruja…
-¡LO ESCUCHÉ!
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~Sonatina~
Era una noche despejada, llena de estrellas resplandecientes, y el corazón de una doncella se hallaba compungido por la fiebre amorosa.
Era ella.
La nostálgica y frágil…
Érica…
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
En su diván, ese que da al balcón de su habitación, Érica piensa. Piensa en todo aquello por lo que daríamos la vida y perderíamos la cordura.
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Con la mirada perdida en el horizonte, ese horizonte por el que se pierden los sueños, una lágrima se desliza por su mejilla al tiempo que una fotografía con el recuerdo del que llenó sus fugaces amores envueltos en fuego, cae de entre sus dedos, sobre su regazo.
-Ay, papasote, Quién fuese jardinero para plantarte la callamp—
*Ring~ Ring~*
- >>¿Eric Hyung?<<
-¡Noona! ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que es *Hip*… Érica Noona?!
->>¿Hyung, estás ebrio otra vez?<<
Érica miró su copa de vino vacía… y las cuatro botellas vacías sin mucho garbo sobre el suelo
-Una copita después de almuerzo hace bien para la salud…
-<<Apostaría mi colección de espadas a que no fue solo “una copita”, Hyung>>
-¡ES NOONA! ¡ÉRICA NOONA! Y ya sabes cómo soy… soy una flor frágil y delicada que nada más comiendo galletitas de vino se le calienta el hocic—
-<<Suficiente Hyung, siempre dices cosas raras cuando bebés. Llamaba para avisarte que te llevo la saga esa del tipo raro que sodomisa y lleva a andar en helicóptero a la muchachita sin autoestima esa, ¿Cómo es que se llama? Bueno, lo que sea, pero en serio, Hyung, ¿Tan fácil es hacer que una humana haga lo que quieras? Lo humanos hacen y escriben cosas extrañas, no sé por qué lees estas cosas>>
-Y nunca lo vas a entender si sigues ahí encerrado como un ermitaño en tu cueva con tus calderos y tus plantitas venenosas ¡Nunca vas a conocer el amor verdadero y nunca te van a llevar a andar en helicóptero!
->>Tampoco es que esté en mis planes a futuro que un humano me violente de esa forma, pero, para que no te llenes esa boca ebria de calumnias hacia mi persona, te voy a decir que conocí a un chico hace unos días<<
-Wow, wow, wow… y… ¿Estaba comible? Es decir ¿Te lo serviste ya? ¡Vamos, pon orgullosa a mamá y dile que tuviste algo de acción!
->>Bueno, no precisamente con él… pero…<<
-¡¿QUÉ?! ¡PEQUEÑO PUTO, TE GUSTA UNO Y TE AGARRAS OTRO! ¡ESE ES MI CHICO! ¡ASÍ ES JUSTO COMO TE EDUQUÉ!
->>¡¿Qué?! ¡Hyung!<<
-¡VAMOS, NO LO NIEGUES!
->>Fue… bueno, no importa, pero este chico que te digo era… Wooooow…<<
-¿Woooooooow? ¿Tanto así? Vaya…
->>Sí, Hyung… Wooooow<<
-Al menos conseguiste su número o algo.
->>Um… no… y… es que… es complicado<<
-¿Cómo de complicado?
->>Me odia<<
-…
->>Y tiene novio<<
-...
->>Y quizás pasé a besar a su novio<<
-… Vaya…
->>Sí… vaya<<
-Bueno… estás frito, mi pequeño.
->>Eres una mierda, Hyung. Una mierda CON PENE, para el registro<<
-Voy a hacerte la vida imposible si llegas a contarle a alguien que en realidad no soy… ya sabes… que tengo… “eso” entre las piernas…
->>¿Qué cosa? ¿Pene? ¿Qué NO eres mujer?<<
-¡AH! ¡Lávate la boca con cloro antes de volver a decir esa barbáridad! ¡En serio! ¡EL SHOCK SERÍA MUY FUERTE PARA MIS POBRES ESTUDIANTES! Los traumarías… ellos… no saben… Han crecido creyendo que soy una dama… destruirías todo en lo que han creído todos estos años.
->>Seee… ya me imagino…<<
-Además… moriría si llegase a oídos de HyeSung-ah
->>¿HyeSung-ah?... <<
Érica soltó un suspiro.
-HyeSung-Ah~~~~ <3
->>Oh no… Hyung, por favor… no otra vez… ¿Ahora quién es el pobre desgraciado?<<
-¡¡¡¡Mi nuevo crush. Es que si lo vieras, es para llorar, en serio!!!!
->>Hyung… por favor… sé prudente…<<
-¡¡Ya cállate y ponte a hacer las maletas!! ¡¡Nadie pidió tu opinión!!
->>¡Aish! ¡Si luego te denuncian por acoso, esta vez no voy a pagar tu fianza! ¿Me oíste? ¡No voy a hacerlo!<<
-¡¡Aaaaaaaah!! ¡Una dama ya no puede beber tranquila sin que la hostiguen!
-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».
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~Buenas noches, cachorrito~
En una habitación oscura en la que dos adolescentes dormían, dos cuerpos se materializaron en medio de la penumbra. Las cortinas estaban cerradas y era realmente difícil distinguir cualquier cosa.
-Ah, YunHo, está oscuro, cuidado.- Uno de los intrusos, uno pelirrojo, aleteó por su vida cuando se soltó del otro cuerpo más alto que lo tenía firme entre sus brazos y casi se va de culo al suelo por el intento, pero los brazos mismos brazos morenos ágilmente lo sujetaron por la cintura y lo volvieron a equilibrar entre risas bajitas.
-Cuidado tú que eres el que no ve nada cuando está oscuro.
-Buen punto… ah… pero qué mierd…- Ambos rieron y cuando el pelirrojo volvió a soltarse, no tuvo tanta suerte y acabó de sentón en el piso luego de que sus pies se enredaran en algo.
-Eres un torpe Kim Junsu.- Iba a levantarlo otra vez, pero JunSu alejó su intento a manotazos.
- ¿Kris-ah?- YunHo entonces prestó más atención y, efectivamente, el hijo de Xiu estaba en el suelo, recostando su cabeza en el borde de la cama en que dormía JongIn y usando un brazo como almohada mientras que con el otro apretaba la mano de su hijo entre la suya. YunHo frunció el ceño pero de inmediato sacudió la cabeza, quitándose aquellas ideas de la cabeza - ¿Qué hace Kris-ah en el suelo? YunHo, ayúdame a levantarlo, pesa.- JunSu de inmediato se arrodilló tratando de tirar de él.
Y ahí estaba la distracción…
-Oye… no me había fijado pero esos pantalones acentúan tu trasero, Jun.
-No mientas, sí te habías fijado. ¡Ayúdame!- El pelirrojo rió pero de inmediato le dio un manotazo en la pierna.
-Voy.- Para él, obviamente Kris no pesaba nada. Cosas de Lobos y superfuerza… La mano que el rubio tenía entrelazada con la de su hijo se deslizó lejos al momento de tomarlo en brazos y alejarse en dirección a la cama contraria.
-Hufff…- JunSu, que resoplaba como si el que cargase el peso fuese él, de inmediato lo detuvo- No, no… acá, con Nini. Sabes que si no duermen juntos es como si no durmieran.
-…. – YunHo le hizo caso y esta vez, cuando dejó caer suavemente a Kris junto a su hijo, pudo notarlo mejor. No habían sido imaginaciones suyas. Se inclinó un poco más cerca de los menores y volvió a fruncir el ceño.
-¿Qué?- JunSu le picó el entrecejo con el índice- ¿Por qué esa cara?
-¿No sientes los aromas en la habitación, cierto?- Se incorporó, olfateando la habitación mientras JunSu comenzaba a quitarle los zapatos al rubio y luego los calcetines, pantalones y la chaqueta.
-¿Qué? ¿A qué huele?- Se tomó un momento para intentar olfatear él mismo, pero sólo olía… a nada… él no olía nada.
-Los niños…- Aclaró YunHo, aún serio, mirando todo a su alrededor- huelen… a muchas cosas…
-Oh… bueno… ya sabes cómo es… son unos revoltosos. Lo sacaron a mí.- JunSu se rió pero el moreno no lo acompañó. Así que esta vez sí dejó de intentar meter a Kris bajo las colchas y le prestó toda su atención a su pareja.
-No Jun… huelen como al otro… entre otras cosas.
-YunHo… ¿te das cuenta que viven pegados, no? ¡Es obvio que van a oler a lo que huele el otro!- Y el pelirrojo se soltó a risas otra vez.
-No, es más como si… Nada… olvídalo. Termina de arroparlos y deja ese canasto. No podemos quedarnos mucho tiempo.
YunHo no quiso seguir con el tema, JunSu parecía feliz así como estaba. Miró una vez más a sus niños y negó con la cabeza, esperando que supiesen lo que hacían y luego no se arrepintieran porque, no sabía exactamente qué había pasado ahí, pero a él no lo engañaban. Tenían el aroma del otro sobre la piel, fuerte e intenso, no ese perfume sutil que se pega a la ropa cuando estás mucho tiempo con alguien, sino… de otro tipo… más íntimo.
Y no era sólo eso.
Volvió a mirar a JunSu que aún arropaba a sus niños con mucho mimo y cuidado, tapándolos hasta las orejas, y se preguntó si él no sentiría acaso ese perfume floral.
No era la primera vez que sentía ese olor en la ropa de su hijo.
Olía… como una cinta de seda que JunSu tenía guardado en su cofre de recuerdos, ese que trajo desde su antiguo hogar el día que escapó hace más de 20 años. Una cinta para cabello que olía a flores. Una cinta que según JunSu, perteneció a su hermanita menor.
La voz de JunSu lo sacó de su ensimismamiento.
-Ven aquí a darles un beso tú también.- Fue imposible no sonreír como reflejo a la preciosa sonrisa en la cara del pelirrojo y, sin dudarlo, se acercó a los dos chiquillos dejando un beso en cada frente murmurando bajito “Buenas noches, niños”. JunSu le pegó suavemente en un brazo- Míralos, parecen unos angelitos.- Luego de un suspirar, JunSu se inclinó también, dejando un sonoro beso en cada mejilla- Buenas noches, cachorrito, ten lindos sueños. Tú también Kris-ah, cuida mucho de mi Nini.
- Ven, vamos Jun, las niñas nos esperan.
-Voy- JunSu se apretó entre los brazos morenos, pero no tardó en soltar un manotazo a las manos intrusas- Hey, más arriba esas manos, señor, mi espalda no está tan abajo.
YunHo ni siquiera se inmutó. JunSu no lo decía en serio, se estaba riendo.
-No.
-Descarado.
-Es que me llama.
-Sí, sí, como sea. Vámonos antes de que alguien nos encuentre.
Y en un parpadeo, ambos se deshicieron en medio de una bruma negra.
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~Buenas noches, primo Innie~
En una habitación oscura en la que dos adolescentes dormían, dos cuerpos se recortaron en medio de la penumbra, luego de traspasar un portal. Las cortinas estaban cerradas y era realmente difícil distinguir cualquier cosa. Ni siquiera esa ligera neblina negra que se disipaba con los segundos.
-¡Ah! MinAh, cuidado, está oscuro.- Una de las intrusas, una alta pelirroja, se tambaleó sobre sus tacones temiendo caer de culo al suelo con todo y la pequeña criaturita que cargaba en brazos, pero en el último momento, se alcanzó a equilibrar entre las risas de la chiquilla más pequeña que aplaudía feliz porque caerse era chistoso.
-¿Omma, es cierto que el primo Innie puede ver en la oscuridad?- Preguntó la pequeña niñita, paliducha como un papel y con un largo cabello castaño claro con suaves matices anaranjados, mientras era depositada en el suelo, queriendo ir a correr y curiosear de inmediato, pero siendo incómodamente retenida por la pelirroja que le acomodaba la falda, y el pelo y verificaba que el rosetón estuviese bien puesto y prácticamente, que cada pelo estuviese en su lugar. Cosas de madres.
-No sólo él, MinAh, todos los lobos pueden… o al menos eso es lo que escuché por ahí.
-¿Por ahí dónde?
-Por ahí…
-¿Te lo dijo el primo?
-Basta de ser curiosa, bebé, el punto es que nosotras no tenemos tanta suerte y si no te fijas, te vas a caer.
-¡Ah!- Y la niña ya estaba desparramada en el suelo.
No había sido tan gracioso como creyó que sería. Pero ella ya era una niña grande; ya tenía casi 10 años, así que con toda la compostura que una casi mujer tiene, se paró sin ayuda y se acomodó la ropa. Ahí no había pasado nada.
-¿¡MinAh, estás bien!? ¡Wah!- Y YuRa cayó al suelo también, tropezando con lo mismo que MinAh- ¿Quién demonios dejó estos zapatos aquí tirados? Ufff, hombres. Darling, alcánzame el otro, creo que está… em… por allá.
Pero MinAh era una niña curiosa, como suelen ser los niños pequeños… y el zapato pasó al olvido cuando a tientas, se topó con algo más interesante.
-¿Esta es la ropa del primo?
-Kwon MinAh, olisquear ropa ajena no es decente, quítate eso de la cara y tráemelo acá.
-¿Es cierto que el primo Innie puede saber muchas cosas sólo con su nariz?- La pequeña se acercó a gatas pero siguió con la ropa pegada al rostro y con cara de concentración. Era un gesto adorable.
-Todos los lobos, Darling- YuRa extendió la mano y la niña le entregó las prendas abultando las mejillas.
-Yo no puedo, Omma.
-Claro que no puedes, MinAh. No eres una loba.- Enternecida, YuRa acarició las mejillas de su pequeña, ayudándola luego a ponerse en pie no sin antes acomodarle la ropa y el peinado otra vez.- Vamos, ve a darle las buenas noches a Innie, a ver si así dejas de rebotar por todas partes chillando que quieres verlo.
-Yo no chillo- Reclamó la niña acercándose con cuidado a la cama para no caerse otra vez, porque aunque no lo dijera, le dolía su colita.- ¿¿Wooooah, el primo Innie es rubio?? ¡Omma, es muy guapo!
-¿Qué? No- YuRa se rió, acercándose a la cama en la que su sobrino y su novio dormían- El otro, Darling. El moreno.
-¿Oh, el que está babeando? El primo es gracioso, Omma, y su boca es bonita ¡Como una oruga gorda!
-Shhhh… no hagas tanto ruido o se van a despertar. Acuérdate que somos ninjas.
-Espías, Omma. Somos espías.
-La misma cosa.
-¿Quién es el otro, Omma? ¿Por qué está durmiendo con el primo Innie?
-Él es Kris, el novio de Innie. Y ambos viven en esta habitación, por eso duermen juntos. Como tú y yo.
-¡Woooaaah!
-Shhhhhhhh, MinAh, más bajo, niña.
-¿Puedo darles las buenas noches? ¿Puedo darles un besito de buenas noches? Omma, por favor, ¿Puedo? ¿Sí? ¿Puedo?
-Está bien, pero uno chiquito y nos vamos. Mañana tienes que ir con tus tutores y en la dimensión van a molestarse si se dan cuenta que no estamos.
-¡Sip!- La niña, como pudo, se encaramó en la cama, dejando un besito sobre cada mejilla y luego siendo ayudada por su madre para quitarse de ahí, hallándose nuevamente muy alto entre sus brazos, desde donde le hizo señas con las manos a los dos jóvenes dormidos- Buenas noches, primo Innie y buenas noches novio del primo Innie.
-Bien, MinAh, hay que irnos.- Dijo YuRa mientras un portal se abría a su derecha, mostrando una enorme habitación decorada en tonos suaves, comenzando a entrar en él.
-Omma… ¿Cuándo voy a poder conocer al primo Innie? ¿Cuándo voy a poder verlo despierto?
-Algún día, MinAh… Hoy no, pero sí algún día.
-¿Y a todos los demás? ¿Todos los de la foto?
-A todos. Lo prometo.
La niña no dijo más y simplemente se abrazó a su cuello, sacudiendo sus piececitos y dejándose cargar.
YuRa le dio una última mirada a la habitación de su sobrino y realmente deseó que su promesa se cumpliese algún día.
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~Tus labios de rubí~
~Mientras tanto en las residencias para donceles~
-¡¡Tus labios de rubiiiiiiií~~ de rojo carmesí!!
¡¡Parecen murmuraaaaar~~mil cosas sin hablar!!!
¡¡Y yo que estoy aquiiiií~~~ sentado frente a ti… me siento desangrar
¡¡Sin poder conversar!!!
-¡REN, YA CÁLLALO!
-¡SON LAS 11 DE LA NOCHE, POR TODOS LOS DIOSES!
-¡QUIERO DORMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIR!
-¡REN! ¡MAÑANA HAY EXAMEN! ¡O LO CALLAS O LO CALLO!
-¡¡Tratando de decir~~ tal vez será mejor me marche yo de aquí!!!
-¡EXACTO! ¡YA MÁRCHATE!
-¿¡QUÉ NO SE SUPONE QUE LOS GUARDIAS DEBERÍAN ECHARLO AL LADO DE LOS HOMBRES!?
-¡ESTE ES EL LADO DE LOS DONCELES, ENFERMO! ¡VETE A TU RINCÓN!
-¡REEEEEN! ¡SIEMPRE LO MISMO! ¡CALLA A TU IDIOTA!
- ¡¡Para no vernos más~~ total que más me da~~ yo sé que sufrireeeeé!!!
¡¡Pero al final tendré~~ tranquilo el corazón y al fin podre gritar...~~~
¡¡¡YO TE AAAAAMOOOOOOOOOOOOO!!!
Y mientras Ren, en su alcoba, tapándose la cabeza con su almohada, deseaba que se lo tragara la tierra… el tigre idiota seguía gritando debajo de su ventana…
-¡¡¡YOOOOOOO TE AAAAAAAMOOOOOOOOOOOO!!!
BaekHo sentía con ganas…
*****************************************************
~Los pollitos dicen…~
En una habitación adecuadamente temperada, un japonés de oscura melena cantaba a sus pequeños “hijitos”.
-Los pollitos dicen~~~
De inmediato, 9 pollitos con menos de dos semanas de vida contestaron.
-Pio, pio, caw~~~
Miyavi paró la canción ¿Caw? A ver, de nuevo.
-Los pollitos dicen~~~
-Pio, pio, caw~~~
Sorprendido, Miyavi se fijó bien en el corralito en que tenía a sus pequeños orgullos.
¿Desde cuándo tenía un pollito naranjo?
Los contó.
Uno. Dorotea
Dos. Casimira
Tres. Fabiana Catalina
Cuatro. Anita
Cinco. Rodrigo Felipe
Seis. Simón Maximiliano
Siete. Alamiro
Ocho. Eulogia Beatriz
Nueve. Panchito
¿Diez?...
El pollito número diez lo miró… y él miró al pollito número diez…
Tenía cara de Mauricio Antonio, así que así iba a llamarse.
Lo miró seriamente y el pollito le devolvió la misma mirada.
-Bienvenido a la familia, Mauricio Antonio. Desde hoy, eres un miembro más de la logia por la dominación mundial.- Entonces, le habló al resto de los pollitos- Hijos, denle la bienvenida a su nievo hermano.
Y todos los pollitos se amontonaron en torno a TaeHyung, que ahora se llamaba Mauricio Antonio, y que nada más buscaba un lugar calentito y comida para pasar el fin de semana.
Contento con su familia de pollitos aumentada, Miyavi siguió su canción
-Los pollitos dicen~~~
-Pio, pio, caw~~~
En serio ese pollito naranjo piaba raro… ¡Bah!, se encogió de hombros y siguió.
-Cuando tienen hambre; cuando tienen frio~~~ La mamá les busca, el maíz y el trigo, les da la comida y les busca abrigo~~~ Bajo sus dos alas, acurrucaditos, hasta el otro día, duermen los pollitos~~~
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~ ¿Me harías el amor una vez más? ~
Ambos se miraban a los ojos, uno había despertado antes que el otro, pero el punto es que ambos estaban acurrucados de costado sólo viéndose directamente. Con las mejillas rojas, algo avergonzados los dos, sin decir nada.
No era un silencio incómodo propiamente tal, pero tampoco es que estuviesen relajados precisamente.
Ninguno se atrevía a decir nada, era casi como si estuviesen jugando a quién sostenía la mirada por más tiempo.
La suave luz de la lamparilla sobre la mesa de noche los iluminaba levemente, aun dándole a la habitación ese ambiente tenue e íntimo, proyectando sombras largas y colores anaranjados.
El mayor fue el primero en moverse, acercándose con cuidado hasta acariciar con su nariz la punta de la ajena, logrando que ambos cerraran los ojos y el menor sonriera. Él sonrió también cuando el pequeño le dio un rápido besito en los labios, así que sin perder tiempo, profundizó el gesto con cuidado, estirando una de sus manos y acariciando la mejilla sonrojada, sintiéndola tibia bajo su palma, moviéndose todo él un poco más cerca.
Una manito pequeña se posó sobre la suya, arañándola suavecito.
-ChanYeol…- Miró los dulces ojillos avellana entrecerrados, con esas pestañas largas. Hermoso. Guardó silencio, dándole a entender que toda su atención le pertenecía y el menor pareció titubear un poco porque se mordió el labio y desvió la vista antes de volver a enfocarlo.
-¿Qué pasa, BaekHyun?- Murmuró él con cariño sobre sus labios, rodeándolo con uno de sus brazos.- Puedes decirme lo que quieras, vamos…
-ChanYeol, tú…
-¿Yo?- Apremió el cuervo, tratando de darle ánimos para continuar al pequeño que se había acurrucado en su cuello.
-Tú… ¿Me harías el amor una vez más?- Bien. Eso ChanYeol no se lo esperaba y su cara debió haberlo demostrado cuando alejó por los hombros al rubio para poder verlo, porque este de inmediato comenzó a excusarse- Ah, no… no es que yo… es decir… si no quieres, lo entiendo… sé que te obligué a—
Wow, wow, ¿qué? ¿Obligarlo? ¿A él?
-¿Qué? ¿BaekHyun, de qué hablas?
El pequeño de inmediato se cubrió la cara con las manos, avergonzado.
-Es que, te obligué a… hacerlo conmigo… y… después a tomar esa cosa… yo… entiendo si no quieres, es sólo que… bueno…
ChanYeol sonrió soltando un suspiro, haciendo que BaekHyun lo mirara.
¿Cómo podía su ángel ser tan bueno? Nunca acabaría de maravillarse en él.
-Mi ángel- Murmuró con amor sobre su cabello, besándolo y apretándolo de nuevo contra sí.- No me obligaste a nada y el que debería pedir perdón soy yo. En serio, mi amor, lo siento. Nada aquí es tu culpa, no te sientas mal. No tienes por qué. Te amo, ¿Sí? Nunca lo dudes.
BaekHyun escuchó cada palabra ronca susurrada sobre su cabello y se apretó más contra ChanYeol.
Lo amaba.
Dios, quería gritar.
¡ChanYeol lo amaba!
Cosas burbujeaban dentro de su pecho. Pura felicidad.
Se estaba tan bien entre los brazos de ChanYeol… Tan, tan bien.
-También te amo, ChanYeol.
Okey… no lo gritó. Aún no estaba listo para ir y gritarlo, pero ¿murmurarlo contra su cuello contaba, no?
Decirlo de esa forma no lo hacía menos real. No para él… y en el fondo sabía que para ChanYeol tampoco.
Comenzó a besarle el cuello, besos cortitos, apenas roces de sus labios sobre la piel tersa y… bueno, algo amoratada. No podía negarse aquello. Pero iba a enmendarle todas esas mordidas y marcas.
Quería que le hiciera el amor.
Quería que ChanYeol lo amara y lo hiciera suyo sin… esa cosa extraña que bebieron de por medio. ChanYeol la había llamado droga.
Pero quería sentirlo suyo. Como debió haber sido.
-Baekhyun…
ChanYeol pareció captarlo, porque antes de darse cuenta, lo atrajo hacia sus brazos y lo besó, metiéndole la lengua entre los labios y BaekHyun se derritió enseguida, enternecido y excitado al mismo tiempo. Recordaba claramente todo lo que habían hecho y sentía fuego en las entrañas de sólo pensar en hacerlo otra vez.
Primero fue un pinchazo, cuando él lo abrazó por el cuello y las manos de ChanYeol viajaron hacia la parte baja de su columna, luego… cuando el mayor loapretó contra él por las nalgas… las lágrimas se soltaron.
-¡AH! ¡DUELE! ¡Duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele! ¡QUITA TUS MANOS! ¡ME DUELE!
Todo se volvió caótico después de eso. BaekHyun lloriqueaba a gritos que la colita le dolía y ChanYeol no hallaba forma de que se calmara porque cuando lo tocaba, el menor más gritaba y lo correteaba diciéndole que le dolía.
Bien… Esta no era exactamente la forma en que ninguno de los dos esperaba que su “primera vez” acabara, con BaekHyun moqueando hecho bolita en la cama y ChanYeol a su lado tratando de que… bueno… no le doliera tanto… pero de lejitos, ¿eh?, de lejitos.
¿Eso era posible?
-Ángel…- ChanYeol preguntó tímidamente, tratando de ni mirarlo siquiera para que no le doliera. Y su ángel, pues, entre hipidos, lágrimas y moco, le contestó un nada sensual.
-¡¿Qué?!
-Si quieres puedo traerte un relajante muscular… o pastillas… ¿Tienes hambre? Puedo ir a por algo de comer.
-No… ¡Me duele! ¡No quiero nada!
-Ah… ¿okey?
-¿Okey? ¡¿Sólo okey?! – Y se soltó a llorar de nuevo y ahora sí que ChanYeol no sabía dónde meterse- ¡Yo quería que lo hiciéramos de nuevo, ChanYeol! ¡Y ahora me duele! ¡ME DUELE!
Más lágrimas, más moco, más grititos.
Y ChanYeol ahí… congelado con los ojos como huevo frito…
-Aaah… ah… yo… voy por ese relajante….
Baek seguía llorando y quejándose que ya no podrían hacerlo nunca más porque ahora seguramente estaba cuadrapléjico de por vida, cuando él volvió (asustado) con un vaso de agua, pastillas relajantes, una taza de té (¡té normal!) y unos cuantos bizcochitos que aún guardaba en la alacena.
**
-¿Aún duele?
-Duele un poquito menos…
Habían terminado con ChanYeol de espaldas en la cama y BaekHyun acostado de pancita sobre él mientras le masajeaba suavemente la colita.
Gracias a todos los dioses existentes, el menor se había calmado.
ChanYeol se había encargado de ayudarlo a tomarse los medicamentos, el té y le había dado bocaditos de biscocho, luego le quitó esa peluca y los restos del difunto traje de mucama para poder ponerle con mucho, EN SERIO MUCHO, cuidado, el pijama, no sin antes curar todas sus heridas (y las suyas propias).
No quería reconocerlo pero… mierda, iba a extrañar el traje de mucama…
Aunque así, simplemente con su cabello rubio y vistiendo esas camisitas de franela, recostado sobre su pecho… también estaba bien. De hecho. Estaba más que perfecto.
Algo tan simple como sentirlo respirar era la mismísima gloria.
-ChanYeol…
Miró hacia abajo, a la maraña de cabello rubio desparramada entre su cuello y torso.
-¿¿Mmhm… ??
-¿Qué era ese té que… tomamos? ¿Dijiste… que era droga… no?
El mayor suspiró y tomó entre una de sus manos una de las de BaekHyun para acercarla a sus labios y besarla.
-Sí, era un afrodisiaco… - Pudo sentir las mejillas del menor calentarse contra su piel de pura vergüenza por lo que eso implicaba, pero el problema no era ese, ChanYeol estaba preocupado por el otro detalle.- Pero, no es un afrodisiaco cualquiera, Baek. Era una droga afrodisiaca y… de las que están prohibidas por Ley en nuestro mundo. La marca del empaque pertenece a un lugar donde no venden cosas que se hallan fácilmente… yo… no sé si me entiendes. Lo que pasa es que… el lugar en donde se consigue es semejante a lo que en el mundo humano se conoce como “mercado negro” ¿Te suena? Hace mucho que no voy, así que no sé si el término aún se usa, pero, en esencia, el “mercado oscuro” de La Ciudadela es eso, un equivalente al “mercado negro” humano.
Ahora sí que BaekHyun se estremeció.
¿Mercado negro? ¿Cómo ese donde venden órganos, se pasan armas, drogas, se lava dinero y se prostituyen personas?
Oh
Por
Dios
-Ah… a… yo…- Comenzó a balbucear cuando algo hizo “click” en su cabeza.
¡LUHAN!
-¿BaekHyun?- ChanYeol lo tomó por los hombros cuando él intentó incorporarse, fallando miserablemente porque de inmediato una horrible punzada le atravesó la espalda- ¿BaekHyun qué tienes?
-¡LuHan!
-¿Hyung? ¿Qué pasa con él?- ChanYeol lo observaba confundido, tomando algo de crema deinflamatoria y frotándosela en la espalda al menor que siseó por el frío.
-Omma… fue quien me dio ese té.- Dijo Baek mirándolo entre asustado y arrepentido.
A ChanYeol le tomó un momento procesarlo.
-¡¿HYUNG?!
-¡Ay por Dios, no me grites! ¡Dije que lo sentía!
-¿¡Por qué te dio esa cosa!? ¡¿Él fue?! ¡Voy a matar a ese viejo con cara de muñeca la próxima vez que lo vea! ¡¿Dónde fue que lo encontraste?! Dioses, ¿Y por qué tenías que aceptarlo? ¡Pensé que ya te había quedado claro que Hyung es raro y peligroso!
-¡Oye! ¡Más respeto con mi Omma! Y… bueno…- La voz de Baek de a poquito se hizo chiquita, chiquita, chiquita, hasta que casi le costaba a ChanYeol oírlo-… él dijo… que ibas a amarme si te lo daba de beber…-
-¿¡AMARTE!? ¿¡BaekHyun, por todos los Dioses conocidos, amarte!? ¡¿Cómo no voy a amarte?! ¡ERES UN TONTO!
-¡BUENO, PERO YO CREÍ QUE ESTABAS ENOJADO CONMIGO DESPUÉS DE QUE SALIERA CORRIENDO!
-¡ESTABA EN SHOCK! ¡NO ENOJADO! ¡¿DE DÓNDE SACASTE QUE ESTABA ENOJADO?!
-¡¡OMMA ME LO DIJO!!
-…..
-….
-… Ahora entiendes por qué te digo que Hyung está mal de la cabeza, no?
-….
-No vuelvas a hacerle caso, y si te vuelve a dar algo, primero me avisas. Pudiste haber muerto, BaekHyun.
-¿Bueno… pero estoy vivo, no?- BaekHyun sonrió tímidamente, pero de inmediato otro detalle llegó a su cabeza.
Por la cara que puso, ChanYeol de inmediato se asustó.
-Oh no… ¿Qué otra idiotez hizo Hyung?
-Appa…- Murmuró Baek, aun tratando de hallar una respuesta lógica y ordenar todo lo que su Omma le había dicho.- Hunnie Appa… Omma tenía una bolsa llena de esas cosas cuando me regaló tres… y… dijo que eran para mi Appa.
Viendo la preocupación llenar la dulce carita de su ángel, ChanYeol apretó al menor entre sus brazos, besando su cabello para tranquilizarlo.
-Ya BaekHyun, tranquilo. No te comas la cabeza con eso hasta que no sepamos con certeza qué es lo que trama Hyung ahora. ¿Te quedas más tranquilo si te prometo tratar de averiguarlo? ¿Si te traigo noticias de tu padre y de Hyung?
Sin sacar la cabeza de entre su cuello, Baek asintió, relajándose un poco.
ChanYeol era fabuloso.
¡Era tan afortunado!
-Gracias, ChanYeol… por todo…
Y antes de que se le escapara el coraje, se estiró rápidamente para robarle un fugaz besito que dejó con una sonrisa en los labios al mayor.
-Baek, necesito que te quites un momentito, tengo que ir al baño y limpiar un poco aquí. N podemos dormir en un chiquero.
Rezongando, Baek rodó como una bola inerte hasta acabar de espaldas sobre la cama. ChanYeol ladeó su cabeza confundido, pero se encogió de hombros y se marchó al baño, retirando también los empaques vacíos de píldoras y los que habían roto o ensuciado.
Solo, BaekHyun siguió dándole vueltas al tema.
En serio esperaba que su Appa estuviera bien y el tonto de LuHan no hubiese hecho algo igualmente tonto. La verdad es que… aún estaba sorprendido. ¿LuHan en el mercado negro? Bueno… oscuro, como sea. ¿Eso no era algo así como codearse con mafiosos? ¡¿Y si LuHan era un mafioso?! ¿¡Pretendería hacer pedacitos a su Appa y venderlo luego!?
-¿BaekHyun? ¿BaekHyun qué te pasa? Estás hiperventilando.
-¡ChanYeol! ¡¿Crees que Omma quiera hacer picadillo a mi Appa y venderlo por partes a la mafia?!
ChanYeol, que venía entrando con desde su recámara con otra taza de té, píldoras y algo más de comida… no pudo evitar quedarse de pié a media entrada mirando a su extraño prometido hiperventilar, preguntándose si quizás BaekHyun no tendría algo, aunque sea un poquito, de eso que estaba mal con la cabeza de LuHan Hyung.
Bueno… de todas formas, el plan era pasar el resto de su vida con este niño y sus ideas locas, así que mejor era irse acostumbrando.
-Deja de decir cosas raras y siéntate, tienes que tomar tu medicina.
-No maaaaás….
Y aunque pataleó, se quejó y lloriqueó, ChanYeol se sintió realizado cuando logró darle los medicamentos a su ángel y luego lo hizo dormir.
Huuffff…
Había sido un fin de semana cansado… pero estaba bien. Y por suerte, ese rarito del callejón en La Ciudadela no había visto las alas de su ángel.
Sip. Todo estaba seguro y bien ahora.
Dejando un beso sobre el cabello de BaekHyun, que volvía a estar de pancita sobre su cuerpo, se dispuso a dormir también, no sin antes haber puesto la alarma a tiempo para la siguiente medicación del menor.
Mañana también iba a ser un día largo, pero de momento, iba a abrazarse a su ángel y disfrutar que estaban más juntos que nunca. Adoloridos los dos, pero bien juntitos.
Justo como tenían que estar.