Había pasado un mes.
Un.
Maldito.
Mes.
¡¡¡UN MES COMPLETO CON UNA SEMANA Y TRES DÍAS!!!
¿Pero un mes con una semana y tres días desde qué?
Pues… Un mes desde que ChanYeol y él… bueno… habían hecho… “eso”.
Y no porque BaekHyun no fuera capaz de decirlo por su nombre sin sonrojarse porque sentía que todo el mundo alrededor sabía lo que estaba pensando y lo juzgaba por ello… hacía que estuviese menos molesto, menos irritable, menos ansioso y que tuviese menos ganas.
¿Por qué?
¡PUES, PORQUE EL CONDENADO DE CHANYEOL NO HABÍA VUELTO A TOCARLO DESDE HACE ESA MISMA CANTIDAD DE DÍAS! ¡MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS DÍAS! ¡Y BESARSE NO CONTABA!
Y no es como si pudiese comentarlo con alguien porque, si ni siquiera era capaz de decirlo en su mente…. Mucho menos iba a poder decírselo a alguien a la cara.
Pero… Necesitaba ayuda.
¡Y ya había intentado de todo! (Todo menos decírselo a ChanYeol de frente, claro) Había puesto en juego todas sus armas de seducción y nada. No había caso. ChanYeol se limitaba a darle un besito antes de dormir y otro antes de levantarse, que aunque fuese todo lo tierno que quisiese… seguía siendo sólo eso, un simple besito. Sin comentarios fuera de lugar, sin tratar de meterle mano, ni nada ¡Incluso había comenzado a dormir en su propia habitación, sin colarse en la suya por la noche!
Y BaekHyun no quería pensar que el alto estaba perdiendo interés en él. No después del inmenso espectáculo que hizo para que lo dejara quedarse y no regresar al mundo humano. Además, no parecía ser eso, porque a su falta de “interés físico”, parecía haberlo reemplazado una innecesaria e inexplicable sobreprotección. De un día al otro, ChanYeol parecía preocupado a niveles extremos por el más mínimo detalle que pudiese complicar su existencia, desde preguntarle al menos unas 5 veces al día si estaba cómodo, si necesitaba que le abriera la ventana para coger aire fresco, si se sentía sofocado; hasta parecer peor que una madre sobreprotectora…
<<¿BaekHyun, estás mareado? ¿Necesitas que te cargue? ¿Te dueles los pies? ¿La espalda? ¿Pero seguro que no sientes los pies hinchados? ¿No quieres un masaje? Ven, quítate los botines, voy a masajear tus pies>>
Y, si con la salud ya era un exagerado, era peor con la comida… todo el día estaba sobre él preguntando si sentía hambre, si no sentía hambre, si quería comer algo, si no quería y porqué. A veces se aparecía por su habitación o en cualquier sitio, para preguntarle si tenía ganas de comer algo en particular… una vez cometió el error de decir que quería cheesecake y el mayor salió corriendo en medio de la clase de deporte a conseguirle un pastel completo… y lo obligó a comerlo mientras él se sentaba frente a él a mirarlo comer. Y eso daba miedo. Desde hace poco más de un mes, ChanYeol siempre lo miraba comer, atento a cada movimiento ¿y así quién puede disfrutar nada? El colmo fue cuando, en medio de su desayuno en la cafetería, BaekHyun se disculpó rápidamente para ir al baño y ChanYeol casi echa abajo la puerta del servicio para donceles creyendo que BaekHyun estaba vomitando.
El colmo. Todos se lo quedaron viendo y ChanYeol no se disculpó.
Pero eso no era todo, porque además, el mayor había cometido el terrible error de meterse con su peso… y BaekHyun sentía que si volvía a escuchar “¿Te incomoda la ropa?” una vez más, alguien iba a morir, porque el idiota de ChanYeol ni si quiera lo decía con un doble sentido, como creyó esa vez que lo encontró mirándolo desde el marco de la puerta mientras salía de la ducha, porque lo que creyó era una mirada de deseo (es decir, ¡estaba mojado y medio desnudo! ¡eso era una invitación para cualquiera!), terminó siendo una concienzuda mirada a su vientre por parte del mayor y este reformulando su pregunta inicial con un “¿No sientes que has subido uno o dos kilos? ¿Seguro que el uniforme no te aprieta?”
Ese día rompió una lámpara, un vidrio, dos muebles y una tetera de porcelana. Pero en ninguna de esas oportunidades logró su real objetivo… darle en la cabeza a ChanYeol.
BaekHyun suspiró, distraído de la clase de Sumerio Antiguo, mientras jugueteaba con su cabello y observaba fijamente a ChanYeol… sus manos picando por alcanzarlo y retorcerle el pescuezo, hasta que ya no aguantó más y, bufando indignado porque ni siquiera después de 90 minutos de mirarlo con toda su ira, el alto parecía aunque sea un poquito arrepentido o culpable, se giró hacia la ventana pensando seriamente que tenía que volver a evaluar sus posibilidades de buscar consejo en algún amigo.
Porque su problema seguía latente.
ChanYeol no lo tocaba ni lo miraba más allá de saber si sentía los pies hinchados, estaba mareado, o se encontraba gordo, y si evidentemente el mayor no había perdido interés en él… entonces tenía que existir alguna manera de seducirlo. Sólo necesitaba a alguien con más experiencia y de confianza a quien solicitar ayuda.
Por el reflejo del cristal, vio a Ren mordisqueando su lapicera y mirándose las uñas.
<<Hey, ¿qué tal, Ren?, ¿sabes?, ChanYeol no ha vuelto a hacerlo conmigo en algún tiempo, ¿Qué podría hacer para que… ya sabes… ?>>
Entonces Ren lo asfixiaría con su propia corbata.
No. Por supuesto que no. Mala idea ir con Ren.
Más allá, estaba TaeMin, sentado al otro lado de Kai.
<<¿TaeMin? ¿Qué podría hacer para que ChanYeol vuelva… a… hacer… ya sabes… eso… conmigo?>>
Y el siguiente en ser asfixiado sería ChanYeol.
No, no, no, no. Necesitaba a ChanYeol vivo.
Un puchero se formó en su boca cuando la campana que marcaba el final de la jornada sonó y él aún no llegaba a ninguna solución, así que, tratando de hacer lo más evidente posible su disgusto, arregló sus cosas a empujones sin prestar la más mínima atención a lo que sea que estuviese diciendo el profesor.
-¿Estás listo, BaekHyun?- Preguntó el mayor con sus cosas listas, de pié junto a él y tendiéndole la mano para que se fueran… mano que BaekHyun rechazó arrugando la naricita, provocando que ChanYeol ladeara su cabeza confundido, pero se encogiera de hombros sin darle mucha importancia. Y BaekHyun no pudo haberse ofendido más por ello. Y para demostrarlo, a pisotones decidió salir él solo del salón. Sin ninguna tonta mano y sin ningún tonto cuervo con problemas para captar indirectas, que lo ayudaran. Él podía encontrar la salida por sí mismo.
-¿BaekHyun? ¡BaekHyun, espera!- Rodó los ojos y siguió caminando… hasta que recordó que si quería subir a la torre, tenía que esperar a ChanYeol. Entonces calculó sus opciones… Una era caminar hasta la torre, subir la escalera interminable y, posiblemente, echarse toda la noche en ello, pero conservar su “orgullo Oh” intacto… lo otro era detenerse, tomar la mano de ChanYeol y llegar, de preferencia HOY, a su habitación a seguir haciendo berrinche.
Le costó y lo hizo a regañadientes, pero se detuvo… aaaah, pero nada más se detuvo, eh!! Nada más se detuvo!! Ni siquiera se giró ni nada!! No señor, él tenía su dignidad, así que sólo se paró en seco y extendió una mano con fastidio hacia atrás, bufando, y esperando a que fuese ChanYeol el que la tomara.
-¿Te apuras o qué?- Gruñó, tratando de oírse intimidante, aunque en el fondo sabía que más bien parecía un adorable cachorrito enojado y eso lo enfurecía aún más. ¡Todo era culpa de ChanYeol! ¡Él no estaría así de molesto si el alto fuese más receptivo a sus demandas implícitas e indirectas, es decir ¿Quién no sabría lo que él quería… “eso”… después de casi dos horas mirándolo?! ¡Sólo el tarado de ChanYeol!
-Rubio- Y quiso golpearlo en la cara cuando el mayor se agachó a su altura para mirarlo a los ojos, porque todo lo que había en su mirada era esa estúpida preocupación que a BaekHyun ya le estaba hinchando los huevos y que le aseguraba que lo siguiente en salir de la boca de ChanYeol, iba a ser una maldita estupidez- ¿Esos son… cambios de humor? ¿No crees que últimamente te ha estado ocurriendo a menudo? Sé sincero ¿Te sientes inestable emocionalmente?- BaekHyun, con los ojos entrecerrados y apretando los dientes mientras el castaño seguía escupiendo hipótesis tras hipótesis sobre su enfado sin atinarle nunca a la verdadera razón, estaba a punto de decirle dónde podía encajarse su inestabilidad emocional, pero ChanYeol ya lo estaba cargando en brazos mientras avanzaba a la salida.- Ángel, Kai y Kris van a llevarte hoy a la torre, así que en tanto te desocupes con el profesor Hwang, ellos te llevarán a casa. Hoy tendré que trabajar hasta tarde en el consejo ¿Puedes estar por tu cuenta? Puedo pedirle a Key que se quede contigo. Quizás deberías ir a las residencias de donceles, allá vas a estar más seguro que en la torre y si te sientes mal, pueden llevarte a la clínic—
-ChanYeol ya déjalo, no va a pasarle nada- Kai rodó los ojos mientras recibía a BaekHyun.
-Tú no te metas- Gruñó ChanYeol y BaekHyun se sentía a punto de explotar porque, esto era lo otro ¡CASI NO LO DEJABAN TOCAR EL SUELO! ¡TODO EL DÍA DE BRAZO EN BRAZO! ¡SI SEGUÍAN CARGÁNDOLO A DONDE SEA QUE FUERAN IBA A OLVIDARSE DE CÓMO USAR LAS PIERNAS!
-¿Pueden bajarme ya?- Murmuró con los dientes apretados y los brazos cruzados, conteniendo sus deseos de apuñalar a alguien. Alguien inconsciente de sus necesidades fisiológicas, por ejemplo. ¡Alguien como el idiota de ChanYeol!
-Ni se te ocurra bajarlo, Kai- Amenazó ChanYeol cuando el moreno iba a ponerlo en el suelo, y BaekHyun podría haber hecho colisionar con gusto su frente en la pared.
-No estoy enfermo. ¡No sé qué es lo que les pasa pero ya dejen de actuar así!- Pero aunque chilló y pataleó, dándole serios problemas a Kai para mantenerlo lejos del suelo, ChanYeol sólo lo quedó mirando.
Y vuelta a esa mirada…
-Te dije que Baek está teniendo cambios de humor.- ChanYeol le habló confidencialmente al moreno, como si Baek no estuviese allí.
Eso fue todo.
-Kai, sácame de aquí.
-¿Te llevo con el prof—?
-¡¡DONDE SEA!!
Y Kai tuvo el tino de teletransportarlos antes de que BaekHyun tuviese que oír de nuevo a ChanYeol repetir por enésima vez que si se mareaba, no fuera sólo al baño y lo llamasen enseguida o cualquier otra estupidez.
¿Pero qué demonios es lo que le pasaba a ese cuervo?
-¡¡¡VOY A MATARLO!!!- Gritó en tanto volvieron a materializarse y Kai rió con esa voz ronquita y adormilada.- ¡Tú no te rías y bájame!- Gruñó tirando del pelo del lobo.
-¿Seguro que puedes caminar? ¿No quedaste inválido de repente y se te olvidó contarnos? ¿No quieres que te consiga una silla de ruedas?
-Sigue riéndote de mí y el siguiente en mi lista de asesinatos vas a ser tú.- Y el moreno fingió un temblor y puso una cara de miedo completamente falsa, pero lo bajó, aguantándose la risa. Y BaekHyun sólo le perdonó el bofetón que iba a soltarle por la dicha de estar nuevamente en el suelo.
-Deja el berrinche y date prisa, vas a llegar tarde.- La sonrisa del mayor los instó a caminar y BaekHyun suspiró, dejando que el consolador brazo de Kai rodeara sus hombros y decidiendo que no porque ChanYeol fuese un idiota, significaba que tenía que cobrárselas con el moreno.
En ese punto fue que se dio cuenta que ahí faltaba alguien.
-¿Y Kris?- Miró un momento a Kai y este se encogió de hombros sonriendo aún más ampliamente.
-Por ahí.- Contestó simplemente y Baek frunció el ceño.
-¿Por ahí?
-Dijo que iba por ahí- Y ahora se rió, lo que al rubio no le hizo ningún sentido porque esos dos eran como siameses.
-¿Y eso te hace reír?
-Siempre que dice eso, me trae pollo frito - Kai volvió a encogerse hombros y lo empujó delante de la puerta de la oficina del profesor Hwang. Era cierto, desde hace aproximadamente un mes que Kris se desaparecía, pero le traía pollo a su regreso.-Oh, hay algo ahí.
BaekHyun se fijó en lo que Kai miraba y, en la puerta, descubrió una nota adhesiva de color amarillo.
>> No estoy. Si me estás buscando, vete.
A menos que seas BaekHyun de primero.
Si eres tú, Baek, por favor ve al laboratorio a darle agua a las mandrágoras.
Mañana seguimos con lo del homúnculo porque hoy me tomé un día administrativo <<
BaekHyun había estado haciendo de asistente de laboratorio más o menos desde la llegada del profesor Hwang, cuando, al pasarse por la clínica antes de la clase de Historia a agradecerle por comerse su pesadilla (porque el hombre había estado tan mal que tuvieron que internarlo) este le propuso que, para nivelarse con sus demás compañeros sin tener que tomar clases extra, podía convertirse en su ayudante. Y desde ese día (Bueno, en realidad desde el día siguiente, que fue cuando le dieron el alta al pobre hombre), se queda con él después de clases a ayudarlo en tareas que van desde cosas tan simples como ordenar y limpiar el laboratorio luego de una clase, u otras tan importantes como recopilar información para proyectos de investigación que luego serían publicados en famosas revistas científicas del mundo de los monstruos. Y entre tanto traquetear de acá para allá, BaekHyun ya conocía al revés y al derecho cada ingrediente, instrumento y medida necesaria para crear cualquier poción básica.
A BaekHyun, el hombre no era un mal tipo. Es decir, ningún profesor se había tomado la molestia de hacer eso por él y, cuando todos los demás lo dejaban a su suerte o trataban de meterle por la fuerza todos esos nombres raros, encajándole libro tras libro, y todas esas cosas que él no entendía; el profesor Hwang lo dejaba ir a su propio ritmo. Dejaba que fuera BaekHyun el que se interesara y al que le picara la curiosidad por saber qué es lo que estaba haciendo en el caldero cuando llegaba a ayudarlo y, por lo general, no se lo decía, sino que le daba pistas y era BaekHyun quien tenía que averiguarlo, rebuscando entre ingredientes, libros de hechizos, instrumentos y otras cosas hasta que daba con la respuesta. Luego tenía que replicarlo él mismo.
Así es como actualmente, BaekHyun tenía una pequeña plantación de mandrágoras y estaba pronto a tener su propio homúnculo… y, de momento… no había tenido que comer ningún bebé. Iba a tener que aclararle algunas cosas a SiWon Hyung la próxima vez que lo viera.
-¿Entonces al laboratorio?- Kai preguntó tomando su mano- ¿Te llevo a inspectoría a buscar las llaves primero?
-No, tengo una copia, vamos.- Kai lo miró extrañado pero los teletransportó a ambos y era cierto, Baek contaba con sus propias copias tanto de la llave del laboratorio, como de la oficina del profesor.
-Oye, Baek- El rubio hizo un sonido de asentimiento para que el lobo supiera que tenía su atención luego de materializarse frente al laboratorio escolar.- No vayas a enojarte pero… te vez mucho más tranquilo ahora ¡NO LO DIGO PARA MOLESTARTE! ¡NO ME MIRES ASÍ! ¡LO ESTOY DICIENDO EN SERIO!
-¿Qué? ¿Vas a empezar con lo mismo tú también? - BaekHyun rodó los ojos pero sonrió, abriendo la puerta del laboratorio y tirándole una oreja a Kai cuando iba a entrar sin ponerse una bata.
-Nop… ¡Pero reconoce que es extraño! Parecía que ibas a arrancarle la cabeza a Yeol hace unos minutos y ahora estás como… no sé… dopado o algo así.
-No es eso, es que… ¡Agh! ¡ChanYeol me estresa! ¡Ha estado insoportable! Y estar aquí me relaja.- Ahí no estaba ChanYeol hostigándolo ni dándole más importancia a unos pies hinchados inexistentes que a… él mismo. Era agradable ir al laboratorio este último tiempo… ahí podía maquinar tranquilamente sus planes de seducción.
-¿Insoportable? ¿Insoportable cómo? ¿Ya no lo quieres?- Kai lo miró alarmado y él lo salpicó con agua de la regadera.
-¡Por supuesto que no, idiota!- Kai le respondió con un estornudo- Es que… - Frunció los labios, tratando de hallar las palabras adecuadas, pero ni regar sus mandrágoras podía con su frustración, vamos, ¡Había pasado más de un jodido mes con ChanYeol no sólo sin tocarlo, sino con un ChanYeol que de un día a otro le controlaba hasta el número de veces que parpadeaba por minuto! Y esto sumado a todo, fue lo que le quitó, sin darse cuenta, el filtro a su boca.- Es que… me trata como si… no sé ¡Fuese a romperme o qué se yo! Ni siquiera sé lo que pensar, Kai ¡No sé si ya no me quiere, o es que en realidad me quiere demasiado, porque un momento me dice que estoy gordo y—
-¿¡Dijo que estás gordo!?- Hasta para Kai, eso era excederse.
-¡Y luego no es capaz de dejar que camine por mí mismo! ¡SI NI SIQUIERA ME DEJA IR AL BAÑO TRANQUILO! No sé qué es lo que le pasa, Kai, pero desde que lo hicimos—
-Espera… ¡¿Qué?!
-Que desde que lo hici…- Ahí fue cuando BaekHyun, al ver la mandíbula desencajada de Kai, se dio cuenta por fin de lo que estaba diciendo- Ay…
-¿¿¿¿¡¡¡LO HICIERON!!!????
-¡¡¡No lo digas tan fuerte!!!- Rojo hasta el pelo, la regadera voló de sus manos a la cabeza del lobo, pero este se había hecho humo para aparecer justo frente a él, tomándolo por los hombros y sacudiéndolo como a un trapo.
-¿¿¿¡Lo hicieron???!- Estaba gritando en susurros… lo que no hacía las cosas más fáciles para BaekHyun.
-Es que… nosotros… es decir…
-¿Lo hicieron? ¿En serio? ¡¡¿Cuándo?!! ¡¡POR QUÉ NO LO SUPE ANTES!! Espera, ¿Kris lo sabe? ¿¿¿¡POR QUÉ NO ME LO DIJO!???
-¡¡¡¡No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado!!!!- BaekHyun se tapaba los oídos infantilmente, apretaba los ojos y gritaba para no oír a Kai, pero el lobo lo zamarreó aún más fuerte.
-¡¡Claro que escuchas, pequeño sin vergüenza!! ¿¿¡¡Qué fue lo que le hiciste a mi pequeño Yeol!!?? ¿¿LE QUITASTE SU INOCENCIA A MI HIJO?? ¿¡EXIJO SABER DESDE CUÁNDO ESTÁS ARRASTRANDO A MI YEOL POR EL CAMINO DEL MAL!?
-¡HACE UN MES, CON UNA SEMANA Y TRES DÍAS, MALDITA SEA! ¡¡¡Y NO ESTOY ARRASTRANDO A NADIE A NINGUNA PARTE PORQUE EL IDIOTA DE CHANYEOL NO ME PONE UN DEDO ENCIMA DESDE HACE ESA MISMA CANTIDAD DE ESTÚPIDO TIEMPO!!!
Y se soltó a berrear…
Quizás sí estaba teniendo cambios de humor, porque toda su vergüenza pasó en segundo a ira y, ahora… era pura frustración y lágrimas. Y Kai no sabía qué hacer con eso… él siempre fue pésimo consolando a las personas. Alguien se ponía a llorar y él entraba en pánico ¡Y AHORA CHANYEOL IBA A CORTARLE LAS OREJAS COMO SE ENTERARA QUE HABÍA HECHO LLORAR A SU NOVIO! ¡Y PEOR SI SE ENTERABA QUE LO HABÍA HECHO CAMINAR!
-Y… Yah… ¿¿B-Baek?? Baek no… no llores… ¿¿te zamarree muy fuerte?? ¿¿Es eso?? Lo siento, yo—
-¡¡¡NO ES ESO!!! – Y lloró aún más fuerte ¡¿POR QUÉ NADIE LO ENTENDÍA?!
-¿¿Entonces… te asusté?? ¡Olvida lo que dije! ¡¡Por supuesto que puedes arrastrar a Yeol al camino del mal!! Tienes mi permiso, pero por favor deja de llorar ¿Quieres chocolate? ¿Si te traigo chocolate, eres feliz?
-¡NO QUIERO CHOCOLATE!
-¡¿Cheesecake?!- A Baek le gustaba esa mierda dulce.
-¡¡¡NO QUIERO CHEESECAKE!!!- Okey, a Kai se le habían agotado las ideas de consuelo.
-¡¿ENTONCES QUÉ?!
-¡¡¡QUIERO QUE CHANYEOL VUELVA A HACERLO CONMIGO!!!
Listo.
Lo había dicho.
-Oh…- Fue todo lo que dijo Kai y Baek siguió llorando con más fuerza aún, tapándose la cara… y en ese punto… incluso él comenzó a creer que a su estabilidad emocional le pasaba algo.
De pronto, sintió la mano de Kai en su espalda, subiendo y bajando en una caricia torpe.
-¿Ese es el problema?- Baek sorbió sus mocos e hipó, llorando aún y asistió con la cabeza. Se sentía mejor haberlo dicho… aunque eso no le quitaba la vergüenza- Entonces… ¿Por qué no… lo hacen y ya?- Se notaba que Kai estaba incómodo y eso incomodaba aún más a Baek, pero al menos estaba haciendo el intento de ayudarlo y él se sintió increíblemente agradecido.
-Porque ChanYeol es un idiota y… y… ¡Y dijo que estoy gordo!
-Oh… Entonces… Tú quieres… ¿pero ChanYeol no quiere? ¿Es eso?- A Kai le estaba costando entender, estaba haciendo su mejor esfuerzo pero ¡Era difícil!
-Ni si quiera sé si quiere o no quiere, pero yo quiero.
-¿No sabes si quiere?
-No…
-¿Y él sabe que tú sí quieres?
-No, pero—
-¿Entonces estás llorando porque quieres, pero ChanYeol no, aunque en realidad no sabes si no quiere porque no le has dicho que tú sí y no has preguntado si él también?
-Ah… bueno… ¿Algo así?
-¿Y eso desde hace cuánto?
-Un... un mes…
Kai se lo quedó mirando con una cara que a BaekHyun le dejó clarísimo lo que el lobo opinaba sobre su inteligencia… y tuvo que reconocer que incluso para él, el asunto sonaba algo estúpido. Ok… algo MUY estúpido.
-¿Qué vas a hacer?
-No lo sé- Y estaba siendo sincero, porque no sabía qué carajo hacer.
-¿No deberías hablarlo con él y ya?
BaekHyun suspiró viendo la cara de confusión de Kai, frotándose los ojos con las mangas de la bata.
-No es tan sencillo… tú también has visto cómo ha estado comportándose conmigo este último tiempo… Es… complicado.
-Baek, sabes cómo es Yeol. Si se entera que te hice llorar va a cortarme la cola y las orejas… él es así- Y cuando Kai se encogió de hombros, hablando con tanta simpleza, Baek se dio cuenta que era cierto… ChanYeol siempre era sobreprotector con él, aunque a veces lo molestara y lo arrojara de la torre.
-Pero desde hace un mes, exagera, Kai. Es demasiado. Incluso para ser él, es demasiado.
Kai pareció pensarlo un poco.
-Bueno… Lo hicieron, Baek. No es una cosa sin importancia. Por supuesto que va a querer cuidarte más, es decir… cualquiera querría cuidar lo que es suyo, además, ¿Ustedes van a casarse, no? Quizás está sobreprotegiéndote un poco, pero… dale tiempo… deja que se acostumbre o, ¿Qué sé yo? ¿Por qué simplemente no se lo dices y ya? ¡Háblalo con él, no conmigo!
Y BaekHyun se dio cuenta que eso tenía bastante más lógica que mirarlo feo por más de una hora ¿Por qué simplemente no se lo decía y ya? Le daba vergüenza y había estado esperando que el mayor fuese el que adivinara lo que quería y diera el primer paso, pero… ¿Por qué no hacerlo él mismo?
-Tiene lógica…- Tuvo que admitir el menor, formando un puchero con los labios y Kai se inclinó para terminar de limpiarle la cara.
-Deja de llorar, Baek, te ves más lindo cuando sonríes- Y obviamente Baek sonrió, porque le encantaban los cumplidos- ¿Quieres que te lleve al concejo con Yeol?
El pequeño asintió pero luego otra idea llegó a su mente.
-¡Ah! ¡No! ¡Llévame a la torre primero!
Kai se encogió de hombros y sonrió, yendo a recoger la regadera y a guardar las batas, antes de volver con él y teletransportarlos, luciendo completamente satisfecho por haber logrado que Baek dejara de llorar.
***
-¿Está bien que Yeol te vea caminando?
-Por supuesto. Márchate. Gracias por todo, Kai. Puedes irte ya- BaekHyun trataba de despacharlo rápidamente, pero Kai no parecía muy convencido de dejarlo andar sólo hasta la oficina.
-¿Y si luego me regañan? ¡¡Acabamos de hablar sobre Yeol sobreprotegiéndote!! ¡Y yo valoro mis orejas justo donde las tengo!
-¡YA VETE! ¡Y recuerda pasar por la torre a buscar a V para que no se asuste porque no llego!- Harto de discutir lo mismo por más de 15 minutos, el pequeño rubio explotó, empujando a Kai para que se diera media vuelta y saliera de la zona en que se hallaban las instalaciones del concejo, pero Kai se agarró al marco de la puerta y obviamente los bracitos de Baek no podían hacer mucho empujándolo por la espalda.- ¡Hoy voy a resolverlo, lo juro!
Y como si fuera la palabra mágica, Kai se soltó.
-¿Lo prometes?- El menor asintió con la cabeza- ¿Y le vas a hablar en favor de la salvación de mis partes vitales?
-¿Tus orejas son tus partes vitales?
-Mis orejas y mi cola son mis partes vitales- Le corrigió Kai y el cuervo alzó una ceja- Sólo promete que vas a conversarlo con él, Baek. Yeol va a entender si demuestras que confías en él.
BaekHyun lo pensó mientras Kai le dejaba un besito en la frente y se esfumaba… quizás lo que necesitaba era precisamente un poquitos más de confianza. Confianza en sí mismo y en ChanYeol… en que, no importa qué, todo iba a ir bien.
Necesitaba confiar un poquito más en ellos, dejar la vergüenza y creer que el mayor no iba a burlarse o rechazarlo.
Confiar en sus propios sentimientos y en los del mayor.
-Confianza…- Murmuró para sí mismo y sus mejillas se tornaron rojas cuando apretó la mano en torno al bolso que llevaba colgado al hombro.
Ahí estaba su confianza.
Si no podía hacerlo por sí mismo… quizás una ayudita no le vendría mal.
Pero avergonzarse no le ayudaría en nada. Se suponía que el fin de aquello era todo lo contrario, decidió. Así que tomando aire, caminó con paso firme a la oficina de Yeol, dando media vuelta justo antes de tocar la puerta porque no podía hacerlo allí…
-Dae, por favor. Juega conmigo ¡Sólo por hoy!
-Dije que no. Hay mucho que resolver hoy en el concejo y no tengo tiempo para perderlo contig—
-¡VICEPRESIDENTE!- BaekHyun gritó porque ¡Ahí estaba la solución a todos sus problemas! Y tan concentrado en conseguir su objetivo estaba, que ni cuenta se dio de la presencia del muchacho que acompañaba al vicepresidente, agarrado como una lapa a su brazo, pero que sí parecía haberlo visto a él porque lo escaneaba con recelo de arriba a abajo.
-¿Baek? ¿Qué haces aquí?- DaeHyun miró asustado en todas direcciones- ¿El Presidente Park sabe que estás caminando por ti mismo?
El pequeño rodó los ojos.
-No, no lo sabe, pero ahorita se va a enterar- Y antes de que DaeHyun comenzara a hiperventilar, se apresuró a preguntar lo que le interesaba- ¿Hyung, me prestas el baño de tu oficina, por favor?
¿Y cómo DaeHyun, el pobre DaeHyun, el enamorado DaeHyun… iba a resistirse a esa hermosa criatura si juntaba sus manitos en una tierna súplica mientras formaba un puchero con los labios???
-S… sí… adelante…- Como un palurdo, extendió el brazo y se quedó mirando alelado al pequeño prometido del Presidente correr deprisa mientras gritaba un “gracias, Hyung”, antes de meterse en su oficina.- ¡AH!- Indignado, salió de su ensueño cuando el dolor picó en su brazo- ¿YoungJae, qué dem—?
-Ya no quiero jugar.
Y el Vicepresidente lo miró irse sin acabar de entender cómo funcionaba el humor de los donceles. Pero se encogió de hombros y caminó a la oficina de YongGuk. Aún necesitaba recoger el acta de los presupuestos para las actividades del receso escolar y luego tratar de que el maldito de Park se concentrara por una vez en su vida en hacer su trabajo.
Y en eso estaba cuando vio pasar veloz como un rayo a BaekHyun, que le gritó un nuevo “Gracias, Hyung” antes de desaparecer, doblando el corredor hacia la izquierda, mientras él volvía a quedarse pasmado mirándolo correr… pero… ¿Sus botines siempre fueron blancos? ¿Y por qué llevaba abrigo?
Volvió a encogerse de hombros y se metió a la oficina del Tesorero.
-¡YAH! ¡QUÉ NO SABES TOCAR LA PUERTA, ENTROMETIDO!
-¡LAS OFICINAS DEL CONCEJO ESCOLAR NO SON PARA QUE TE LO MONTES CON YONGGUK ARRIBA DE LA MESA, ASÍ QUE GUARDATE LA CALENTURA PARA CUANDO ESTÉN EN SU CUARTO! ¡AGH, MIS OJOS! ¡CREO QUE ME PEGUÉ ALGO SÓLO CON VERTE!
-Lo sentimos, DaeHyun.- Murmuró el dueño de la oficina acomodándose rápidamente la ropa y acomodando la de su novio.
-¡¡NO!! ¡NO SENTIMOS NADA! ¡ES TU CULPA POR METERTE SIN LLAMAR!
-¡PODRÍA DENUNCIARLOS! ¡DENUNCIARLOS PARA QUE LOS DESTITUYAN!
-¡ATRÉVETE, VIRGEN DE MIERDA!
-¡¿CÓMO ME LLAMASTE, ZORRA MALDITA?!
-¡¡DIJE QUE ERES UN JODIDO VIRGEN DE MIERDA!!
-Ay no…
Y YongGuk no supo cómo pasó de tener a su lindo novio entre sus brazos… a tener que prácticamente despegarlo, otra vez, del vicepresidente.
***
~Y de vuelta con BaekHyun~~
Abrir… o no abrir la puerta… He ahí el dilema.
El pequeño tomó aire y apartó la vista furibunda del picaporte de la oficina de ChanYeol, para mirar las puntas de sus botines blancos.
¡Se suponía que esto tenía que darle valor! ¡¿Por qué infiernos no estaba funcionando?! Supuso que esto iba a ser mejor que llegar sin nada; algo así como una forma de disfrazar esa timidez que siempre lo embargaba cuando estaba con ChanYeol.
¿Pero, en qué estaba pensando de todas formas? ¿Sólo iba a abrir la bendita puerta y saltar dentro gritando qué? ¿Sorpresa? ¿Feliz no cumpleaños?
En serio. No tenía un plan, ni nada. Aunque el haber pasado un mes con una estrategia de seducción tan mierda como “mirar feo hasta que adivinen lo que quieres” debió haberle dicho a BaekHyun que tenía serias deficiencias como estratega.
Pero ahí estaba, delante de la puerta y con el picaporte a centímetros de los dedos.
Era ahora o nunca.
-¡ChanY—!
Nadie.
No había nadie en la oficina.
Escritorio vacío, sillones vacíos, esquina izquierda vacía, esquina derecha vacía también. ¿En el baño? El pequeño caminó hasta el baño, tocó… nada. Abrió la puerta y baño vacío también. ¿Estaría escondido en el estante de los archivos? Lo abrió de golpe y estaba vacío… aunque era realmente poco el espacio que había allí, quizás cabría él pero, ¿De dónde diablos sacó que ChanYeol podría estar ahí dentro? Caminó hasta la enorme silla negra del presidente y se sentó. Sus piernas colgaban y las balanceó, pensando.
Esto no era una mala situación, concluyó, dejando caer su bolso bajo el escritorio.
ChanYeol no estaba, pero había mencionado algo sobre trabajar hasta muy tarde hoy, así que tenía que regresar en algún momento y esto le daba la oportunidad perfecta para prepararse y sorprenderlo. El mayor creía que él estaría o en la torre o con el Rey Key, así que seguro no iba a esperarse encontrarlo en su oficina.
Bien. Ya tenía una parte de su plan. Esperar.
¿Pero y luego qué? ¿Debería sentarse sobre la mesa con las piernas cruzadas? Él había visto que en las películas las secretarias que querían seducir a sus jefes hacían eso. ¿Debería intentarlo? ¿De verdad esa mierda funcionaba en la realidad?
¡¡Agh!! ¡¿Por qué tenía que ser tan difícil?!
Frustrado, dejó caer la cabeza contra el escritorio, lloriqueando y golpeando la superficie con los puños… pero el berrinche no lo dejó escuchar la puerta siendo abierta.
-¿BaekHyun?- Y al levantar la cara del escritorio, BaekHyun pudo apreciar perfectamente el rostro de ChanYeol pasando de la confusión y la sorpresa, hasta que la preocupación y el pánico estalló en sus facciones, y habría rodado los ojos de no ser porque aún estaba sorbiéndose los mocos del llanto. Además el tipo ya estaba sobre él sacudiéndolo por los hombros para conseguir respuestas… Definitivamente así no era como BaekHyun esperaba que acabara su sorpresa- ¡¿BaekHyun, qué ocurre?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te duele algo?! ¡¿Estás mareado?! ¡Ven, deja que te acompañe al baño! ¡Voy a llamar al doctor, pero dime qué te duel—!
La respiración se le atoró en la garganta a BaekHyun cuando ChanYeol calló de golpe, congelado, porque entre todo el tironeo por tratar de ponerlo en pie y cargarlo hasta el baño, la capucha de su abrigo de uniforme cayó hacia atrás, dejando que todo su larguísimo cabello rubio cayera suelto hacia atrás.
Sin decir una palabra, con el ceño fruncido, ChanYeol sentó a BaekHyun sobre el escritorio, abriendo su abrigo botón por botón hasta dejarlo caer a un lado en el suelo. Luego, cómo si no supiera qué hacer con sus manos, dejó que estas cayesen sobre los suaves muslos del menor, moviendo sus pulgares, sin darse cuenta, en una caricia sobre la tela de las largas calcetas a rayas blancas y rojas.
BaekHyun podía ver sus deliciosos labios apretados en un rictus y su mandíbula tensa, al igual que sus hombros bajo el uniforme negro de presidente que, aunque estuviese acariciándolo de aquella manera tan sutil… todo su cuerpo parecía estar bajo un férreo control. Como si estuviese conteniéndose… y BaekHyun pudo ver también la sombra del deseo en los ojos negros que lo veían a él… y a su traje de enfermera.
De pronto el ambiente se había vuelto pesado porque, era eso. Puro deseo fluyendo entre ambos.
ChanYeol se estaba conteniendo. BaekHyun lo había conseguido y no necesitó ninguna señal más que esa.
No había plan. A la mierda el plan.
Sólo eran ellos dos.
BaekHyun por fin tenía a ChanYeol donde quería y no iba a perder su oportunidad, porque, podía estar que gritaba de puro nervio y miedo y vergüenza, pero llevaba más de un mes esperando por esto.
Mierda, él podía improvisar.
Sus manos se movieron por sí mismas hasta las solapas del traje del Presidente, jalándolo bruscamente hacia él y detuvo a milímetros, con sus narices rozándose y dejando que su respiración temblorosa acariciara los labios del mayor unos segundos antes de lamerlos y conseguir que ChanYeol los separara para él.
Gimió de gusto cuando por fin se besaron, enrollando sus piernas en la cintura del mayor, porque, lo había extrañado, maldita sea. Había echado de menos tenerlo así, completamente pegado a él, besarlo, sentir su lengua contra la del otro y sus manos grandes acariciándolo y, cuando ChanYeol gruñó ronco contra su boca porque él le mordió la lengua, ya no había nada que pudiese detenerlo.
Nunca diría cuánto disfrutó que ChanYeol le enterrara los dedos en la cintura a través del vestido, a todas luces molesto, cuando él se separó, sin embargo su mirada se tornó salvaje al notar que él se dejaba caer de espalda sobre su enorme escritorio, sonriendo traviesamente mientras tiraba de su corbata para que se uniese a él.
Esta vez fue el mayor quien lo besó, fiero y salvaje, con necesidad, y BaekHyun rió, absolutamente satisfecho y excitado, entre el beso.
Tenía a ChanYeol caliente. Por fin.
La hombría del mayor, aun dentro del tosco pantalón de uniforme, se empujaba contra el fino encaje blanco de su ropa interior porque ChanYeol no había demorado ni tres segundos en levantarle la falda hasta la cintura. Ambos estaban duros y Baek se mordía el labio esperando a que Yeol se decidiera a romperlo y tocarlo directamente.
Pero cuando sus manitos se movieron a desabrochar el cinturón del mayor, fue coo si de pronto este hubiese recordado algo, porque apartó las manos como si BaekHyun le quemara y, de no ser porque él aún tenía las piernas envueltas en torno suyo, tenía la sensación del castaño estaría a su buena cantidad de metros lejos de él.
Extrañado, trató de alcanzarlo de vuelta, pero todo lo que consiguió fue una mano deteniéndolo por los hombros y otra suavemente posada sobre su vientre… y el rostro de pánico de ChanYeol.
-¿ChanYeol qué pa—?
-BaekHyun… no creo que esto sea buena idea… yo— ChanYeol estaba nervioso. Nadie necesitaba decírselo a BaekHyun ¿Pero por qué?
-¿Qué ocurre?
ChanYeol no le contestó y desvió la mirada, provocando que él bajara sus piernas, dejándolas caer por la orilla del escritorio nuevamente mientras buscaba la mirada esquiva del mayor; sus manos buscando las ajenas y acariciando allí donde estas le tocaban el vientre por sobre la tela de su vestido.
De pronto una posible explicación al continuo rechazo del mayor volvió a su mente. Lo había pensado… pero no quería creerlo.
-ChanYeol… sé sincero… ¿Es que ya no te gusto?- No quiso sonar tan dolido… pero tenía miedo. Desde hace un mes que el mayor ya no lo tocaba ni nada, sólo lo besaba muy fugazmente y en contadas ocasiones. ¿Y si era cierto y ChanYeol ya no lo quería?- Es… ¿Es porque estoy gordo?
Las lágrimas estaban a punto de salir de nuevo. El labio inferior le temblaba… pero todo lo que salió de su boca fue un gritito de sorpresa cuando el mayor lo tomó por los hombros y comenzó a ahogarlo a preguntas.
-¿Subiste de peso? ¿Cuánto? ¿Por qué no me lo habías dicho? ¿Hace cuánto te pesaste por última vez y cuánto marcab—?
Su mano se estrelló contra la boca del mayor, callándolo por fin y, diablos, se sentía bien pararlo ¿Por qué no lo había hecho antes?
-ChanYeol, no. No he subido de peso, de hecho, bajé dos kilos y medio.- Era cierto. No sabía cómo, pero había bajado de peso, incluso con ChanYeol sin dejarlo mover un dedo por su cuenta.- Pero tú lo repites todo el tiempo… así que creí que por eso… yo… ¿Ya no te gusto, ChanYe—?
La boca de ChanYeol sobre la suya fue toda la respuesta que obtuvo, eso, y las enormes manos del mayor acariciando su rostro con una delicadeza que hablaba de sentimientos sinceros y mucho… mucho amor.
-¿De dónde sacaste eso, Rubio tonto?- ChanYeol rió levemente antes de dejarle otro besito sobre los labios y separarse definitivamente.
BaekHyun bajó la mirada, avergonzado ¿Cómo explicarlo cuando le daba tanta pena reconocer que echaba de menos sus caricias y su atención en “ese” sentido? Pero este era el momento. Tenía que sincerarse y confiar en que ChanYeol lo escucharía. Demostrar que lo que tenían… era en serio. Ser capaces de resolver sus problemas juntos.
-Yo… bueno…- Maldición ¿Por qué tenía que ser tan difícil? – Es que tú no… Es decir… desde…
-¿Desde?- Trató de animarlo ChanYeol y eso lo hacía sentir bien. El mayor de verdad parecía interesado en lo que le ocurría.
-Que desde…- Vamos, se lo había gritado a Kai ¿Cómo no iba a ser capaz de decírselo Yeol? Tomo aire y… - Desde que lo hicimos no has hecho otra cosa que evitarme. No has vuelto a tocarme, ChanYeol. No… hemos vuelto a… hacerlo y… ¿Es porque piensas que estoy gordo?
Y ChanYeol se rió.
¡El desgraciado se rió!
Pero antes de que pudiera golpearlo, tomar su abrigo y mandarse a cambiar de allí, el mayor lo tomó de las muñecas y volvió a besarlo. Más profundo esta vez. Lento. Y BaekHyun, aunque quiso resistirse, no pudo evitar cerrar sus ojos y quejarse cuando el mayor decidió alejarse, obligándolo a despegar los párpados para ver su sonrisa linda en esos labios pequeños, llenos y que a él le robaban el sueño.
-No estás gordo, BaekHyun ¿De dónde sacaste eso? Si incluso tú mismo dices que perdiste peso.- El mayor negó con la cabeza como si no entendiera la forma en que él razonaba y Baek sintió deseos de estrangularlo.
-¿Dónde? ¿En serio? ¡¿De dónde?! ¡Tienes que estar bromeando!- Ahora sí que le soltó el manotazo- ¡TÚ ERES EL QUE LO REPITES TODO EL TIEMPO!
-¿Yo?- Antes de que pudiera golpearlo de nuevo, ahora en su estúpida cara ofendida y confundida, el mayor volvió a atraparlo por las muñecas.- ¿Cuándo?
-¡Siempre!- Chilló enfurecido- ¡Siempre estás insinuando que el uniforme me aprieta! ¡Y… hostigándome sobre haber subido de peso!
-Oh, así que es eso- Comentó de lo más tranquilo. Y verlo tan calmado mientras él prácticamente echaba fuego por la boca, no hacía más que enfurecerlo el doble- No es que crea que estás gordo, BaekHyun. Lo que quiero es saber si tú crees que has subido de peso o no.
-¿Entonces por qué me rechazas? ¿Por qué… no hemos vuelto a… hacerlo? ¿O por qué no me besas como corresponde al menos?
-Porque yo—
De pronto, ChanYeol se quedó extrañamente callado. Como si quisiera decir algo pero no se decidiera a hacerlo y BaekHyun sintió que este era el día de darse empujoncitos entre sí para que las palabras se desatorasen de la garganta. Así que sonrió y quitó una de sus manos de entre las del mayor para acariciarle la mejilla.
ChanYeol también tenía que confiar en él.
-Porque tú…?- ChanYeol miró hacia abajo, luego hacia un costado, luego al techo y parecía realmente indefenso, tanto, que BaekHyun quería abrazarlo… y lo hizo, sintiendo al mayor corresponderle en seguida, ciñéndolo y cobijándose en su cuello.- Puedes decirlo, ChanYeol. No voy a molestarme.
-Es que…- El mayor lo estaba apretando tanto que casi no lo dejaba respirar, pero BaekHyun se sentía bien así.- Tengo miedo de lastimarte.
-¿Qué?- BaekHyun se alejó de los brazos de ChanYeol y de esa mano que le acariciaba suavemente el vientre, pestañeando pasmado un par de veces y entonces fue su momento de reír. Y rió con tantas ganas que cayó nuevamente sobre el escritorio con ChanYeol mirándolo sin entender, hasta que sin saber por qué, comenzó a reír también.- ¿En… en serio era eso?- Una risa perezosa le entrecortaba las palabras y ChanYeol asintió bobamente con la cabeza- Y yo todo este tiempo pensando que ya no me… querías de esa forma… ¡Eres un tonto, me asustaste!
-Lo siento.- murmuró el mayor recostando la cabeza sobre su estómago, besándolo a través de la tela.
-¡Hey! ¿Qué crees que haces?- Le acarició el cabello y lo jaló de las orejas. ChanYeol lo miró extrañado- Ven aquí.
Y el mayor subió hasta que BaekHyun volvió a atraparlo y lo besó, disfrutando del delicioso roce de sus labios, pero sin poder evitar que, poco a poco, ese beso perezoso… se volviese más y más pasional. Más difícil de controlar.
-BaekHyun, no creo que—
-Shhh… silencio, ChanYeol. No hay manera de que me lastimes.- Volvió a callarlo con un beso pequeñito antes de que volviese a protestar- Lo prometiste.- Volvió a besarlo, pero ChanYeol se apartó.
-¿Lo prometí? ¿Qué cosa?
-Prometiste que ibas a hacerme el amor una vez más- Y lo soltó tan naturalmente; con tanta suavidad, que incluso él mismo se sorprendió. Aunque no por eso sus mejillas se tornaron menos rojas. Y así, cepillando sus dedos entre el cabello del castaño, vio a tan solo centímetros de sus ojos, la comprensión inundando las orbes oscuras del mayor.
Sí.
Hace más de un mes, cuando lo hicieron por primera vez. Cuando le prometió a BaekHyun hacerle el amor como correspondía; sin ninguno de los dos drogado o algo por el estilo y con completo consentimiento.
ChanYeol lo había prometido y su sonrisa, en un principio un poco tímida, pero que poco a poco se tornó en una sonrisa cómplice compartida por ambos, le dijo a BaekHyun que el alto iba a cumplir su promesa.
Y él no podía estar más feliz por ello.
ChanYeol fue quien volvió a besarlo y la sensación se tornó distinta en un parpadeo.
Las manos de ChanYeol recorrían sus muslos, apretando y arañándolo un poco, consiguiendo que BaekHyun gimiese y le dejara el camino libre para besarlo a profundidad. Cambiando expertamente el ángulo de sus rostros, el mayor introdujo su lengua y él suspiró de gusto, chupando y mordiendo, sin poder contenerse y sin querer hacerlo.
Necesitaba a ChanYeol.
Ya lo había esperado mucho.
Sin embargo, cuando el mayor llevó una de sus manos a los botones de su camisa y el saco de su uniforme, mientras le comía el cuello a BaekHyun, este lo detuvo y ahora era ChanYeol el que quería gritar.
¿BaekHyun quería detenerse?
No.
Todo lo que había en sus ojos era deseo puro. La habitación se había vuelto caliente y los ojos avellana del menor era un reflejo de la excitación que los recorría a ambos, y cuando BaekHyun sonrió de esa forma traviesa que ChanYeol recordaba perfectamente del chico vestido de mucama, un delicioso escalofrío de anticipación lo recorrió.
-Deja que lo haga por ti.
Las manitos del menor lo empujaron por los hombros y se incorporó luego él mismo, comenzando a desabrochar lentamente los botones de su traje mientras lo tentaba rozándole apenas los labios, pero sin llegar a besarlo. ChanYeol sólo quería tocarlo, pero cada vez que intentaba llevar sus manos a su falda, BaekHyun le daba una palmada y volvía a su labor más lenta y tortuosamente que antes.
Y ChanYeol sólo podía apretar los labios y dejarlo hacer.
Pero cuando su pequeño ángel pasó a trabajar su bragueta, habiéndole quitado sólo el saco y dejando intactos su camisa y su corbata, su cara de confusión debió delatarlo porque BaekHyun sonrió, dándole una mordida juguetona en el mentón que lo hizo gruñir de necesidad.
-Me gusta tu uniforme.- Murmuró en un susurro tan malditamente erótico, que incluso si a ChanYeol le quedase voz para protestar, el rubio acompañó sus palabras de sus pequeñas manitos sacando su erección sólo por la abertura de la bragueta de su pantalón y dejándola caer sobre los pliegues de la faldita blanca del vestido de enfermera, que él simplemente olvidó cualquier forma de razonamiento y se lanzó nuevamente sobre él.
El beso que se dieron fue agresivo. Pura lengua, mordidas, gemidos y jadeos. ChanYeol tomo os muslos de BaekHyun y lo jaló bruscamente hacia él, hasta tenerlo tan pegado a él que el roce de sus cuerpo le alzaba la falda al pequeño y sus erecciones por fin se frotaron juntas. BaekHyun gimió, sin recato alguno, olvidando el lugar en que estaba y dejando caer su cabeza hacia atrás cuando las manos de ChanYeol le apretaron el culo para tenerlo más cerca y frotarse contra él, embistiendo contra el encaje de su ropa interior. El mayor no perdió tiempo en volver sobre su cuello y el chasquido de los besos húmedos sobre su piel, junto a la increíble sensación de sus pollas juntas, lo volvía cada vez más y más loco.
-ChanYeol- Su gemido necesitado fue acallado con un beso que lo mareó. Demasiado intenso. La lengua de ChanYeol entrando y saliendo de su boca, imitando sus embestidas, hacía a BaekHyun prácticamente lloriquear porque le arrancara la ropa interior y se lo hiciera de una vez.
Pero esta vez fue el turno del mayor para divertirse.
Con una sonrisita que asustó y excitó a BaekHyun de igual manera, ChanYeol descendió sus besos, mordiendo su piel hasta que la ropa ya no lo dejó, pero en lugar de quitarle el traje de enfermera, se dedicó a besar y mordisquear a través de la tela.
Creyó que moriría cuando mordió, lamió y frotó sus pezones, que se traslucían a través de la tela blanca mojada con la saliva del mayor. Pero incluso cuando bajó a sus muslos, besándolos y marcándolos, ChanYeol no pareció sentir misericordia de por su prometido que se retorcía de placer sobre su escritorio, porque levantó su falda y subió con sus caricias, pero evitando a propósito la parte de su cuerpo que más lo necesitaba.
Besó el hueso de su cadera y el ángulo que formaban sus muslos, burlándose de él hasta que el pequeño ya no aguantó más y sus deditos jalaron el cabello del mayor.
-ChanYeol…- Volvió a gemir, mordiéndose el labio porque en serio lo necesitaba… aunque ChanYeol aún parecía dispuesto a divertirse a sus costillas porque alzó una ceja divertido, sin apartarle las manos de su cabello, pero burlándose de él con su sonrisa insolente y descarada.
-¿Qué pasa, Rubio?
ChanYeol quería que suplicara y BaekHyun, en otro momento, quizás se hubiese avergonzado. El detalle es que estaba demasiado caliente para fijarse en detalles como aquel.
-Rómpelo.
Pudo sentir al mayor tensarse con su murmullo cuando con sus manos guió las contrarias sobre la fina y delicada tela blanca de encaje.
Sabía que ChanYeol podría romperla en un abrir y cerrar de ojos y gimió cuando el sonido del encaje rasgándose junto a la ligera quemadura de la prenda siendo arrancada sin delicadeza, le llegó como un latigazo de placer recorriendo su vientre con una sensación de anticipación exquisita.
Luego sólo estaba Yeol tragando su erección. El pequeño tuvo que dejarse caer hacia atrás de nuevo porque sus propios brazos no lo sostenían y el mayor de pronto lo estaba jalando más cerca de la orilla hasta que prácticamente tenía medio culo en el aire y las piernas en los hombros de ChanYeol, con este masturbándolo y lamiéndolo, metiéndoselo en la boca tan profundo que BaekHyun en serio sentía que iba a perder la cabeza, porque había algo singularmente perverso en toda aquella situación, con él vestido de enfermera, con ChanYeol en su imponente traje negro de uniforme intacto a excepción del saco, y ambos montándoselo en nada más y nada menos que la oficina del Presidente del Consejo de la escuela… y sobre el escritorio, para rematar.
Ni en su mejor fantasía las cosas habrían salido tan bien, así que cuando el mayor le acercó tres de sus dedos para que los lamiese, BaekHyun estaba demasiado excitada para pensárselo siquiera y se los metió a la boca, lamiéndolos tal como Yeol lo hacía con su erección. Y, mierda, sabe que gritó cuando el mayor rodeó su entrada con la lengua, mordiendo sus nalgas antes de volver a lamerlo justo allí, pero se sentía increíble. Nunca había sentido algo igual. La tibieza y la humedad. Su espalda se arqueó cuando la lengua del ChanYeol traspasó el anillo de músculo y mordió los dedos que aún permanecían dentro de su boca, sin poder contenerse.
Sin embargo, todo ese calor que le quemaba las entrañas, desapareció en segundos cuando el primer dedo se empujó dentro.
Ouch.
Era terriblemente incómodo. Y aunque ChanYeol se mantuviera jugueteando con su lengua y sus testículos, él no pudo evitar tensarse.
Dolía.
¡Maldición, dolía!
¡¿Por qué dolía tanto?!
¡La primera vez no le dolió así! De hecho ¡La primera vez no le dolió nada!
Y a pesar de que trató de aguantarlo estoicamente, porque en serio quería esto, cuando ya el tercero estaba dentro, jadeó ahogadamente de puro dolor.
¡¿POR QUÉ INFIERNOS DOLÍA TANTO?! ¡Justo cuando ya empezaba a acostumbrarse iba y metía otro dedo!
-¿BaekHyun?- Con un chasquido obsceno, el mayor soltó su erección de la boca para hablarle. Se oía inquieto y BaekHyun, cuando se obligó a abrir los ojos, que los había cerrado mientras mordía sus propios dedos para aguantar cuánto le dolía, vio la mirada negra de ChanYeol bañada en preocupación.
Y lo más loco de todo… fue que sintió pánico de que ChanYeol se detuviera.
¡¡Él quería seguir!!
-¡No te atrevas a detenerte ahora, Park ChanYeol!- Amenazó murmurando con los dientes apretados, moviéndose él mismo contra los dedos del mayor cuando este se detuvo, sin embargo, el ardor lo hizo lanzar un quejido que sólo logró que el mayor lo retuviese por la cadera.
-BaekHyun, no puedes seguir así. Estás demasiado tenso.
-¡Pero duele! ¡La primera vez no dolió tanto!- Con las lagrimillas de frustración comenzando a saltársele de los ojos, ChanYeol lo besó. Despacio. Y cuando se separaron, en su rostro, a escasos centímetros del suyo, había una dulce sonrisita indulgente.
BaekHyun se sintió como un niño.
-Eso es porque la primera vez estabas drogado, BaekHyun. ¿Lo recuerdas?
Y cayó en la cuenta de que era cierto… ¡Maldición!
-¿Entonces… va a doler así siempre?
ChanYeol acarició su cabello, apartándole el flequillo de la frente y besándolo allí.
-Podemos detenernos aquí si quieres.
-¡NO!
El grito se le escapó mucho antes de haberlo meditado y era cierto, maldición, él no quería detenerse. A pesar de todo, no quería. Y con una mano empuñando la corbata de ChanYeol y con la otra jalándolo del cabello, tiró del mayor a un beso con sabor a su intimidad y, cuando Yeol le acarició la cadera metiendo las manos debajo de su falda, él movió las suyas hasta alcanzar la descuidada hombría del contrario, dándole la atención que ninguno de los dos le había dado. Lo masturbó y se masturbó a sí mismo, olvidando un poco la incomodidad de los dedos que se movían en su interior y cuando sintió el líquido preseminal escurrir de ambos penes, frotó el de ChanYeol con ambos fluidos, tratando de lubricarlo un poco, escuchando complacido a ChanYeol gemir contra su boca, respondiéndole él mismo con otro gemido y una mordida a su labio inferior.
Él mismo fue quien dirigió el miembro del mayor contra su entrada y, con una mirada de asentimiento y las mejillas rojas, le dio a entender que lo quería… que lo necesitaba ahora.
-Abrázate a mí, Ángel- ChanYeol murmuró luego de escupir su mano y frotar su miembro con saliva, entonces dejó caer la frente sobre la suya comenzando a introducirse y, esta vez, cuando el dolor lo atravesó como un latigazo, estaba oculto con la nariz enterrada en el cuello del mayor y este le acariciaba la cintura con una mano y con la otra, bombeaba su miembro, tratando de darle algo de placer que aminorara el dolor.
Sintió que pasaron siglos hasta que ChanYeol estuvo completamente adentro, pero cuando por fin se quedó quieto, con sus pieles completamente juntas y las respiraciones agitadas de ambos haciendo eco en la gran oficina, BaekHyun se sintió increíblemente completo, tanto así, que tarareó un murmullo de felicidad, acariciando el cabello del mayor y buscándole los labios con los suyos.
Y así permanecieron un momento, simplemente besándose y disfrutando la sensación de estar unidos de aquella forma única e íntima.
Ambos jadeaban. De calor, de necesidad, de querer ir más allá… y fue BaekHyun, quien con un pequeño quejido de incomodidad, se movió tentativamente contra ChanYeol, provocando que este gimiera y le mordiese el hombro, reteniéndolo con fuerza por la cintura para que se detuviese.
-Muévete, ChanYeol- Lo instó, susurrando a su oído y mordiéndole el lóbulo, jugueteando con él en su boca y ChanYeol gruñó, enterrándole los dedos en la cadera. Eso iba a dejar marca.
Pero se movió, con cuidado y, si bien fue incómodo, ChanYeol lo distraía con besos y caricias, además de que seguía masturbándolo lentamente, al ritmo de sus movimientos y, BaekHyun no está seguro en qué momento fue, porque su cabeza está cada vez más y más lejos del planeta tierra, pero de pronto se halló a sí mismo gimiendo y buscando más profundidad, siendo recompensado con embestidas duras que hacían palmear sus pieles al chocar y al pobre escritorio crujir.
Pero si creía que ya estaba comenzando a sentirse realmente bien, cuando ChanYeol alzó una de sus piernas sobre su hombro, sujetándolo con fuerza por el muslo y cambiando levemente el ángulo de sus penetraciones, BaekHyun vio las jodidas estrellas.
Su espalda se arqueó sobre el ébano del escritorio y sintió el conocido estallido de energía inundando su pecho y estallando tras su espalda mientras ChanYeol continuaba dando en su punto con una fuerza brutal, mordiéndole los pezones a través de la ropa y sus manitas volaron a su erección, masturbándose frenéticamente porque estaba malditamente cerca.
Alcanzó el orgasmo gimiendo sobre la boca de ChanYeol, que se tragó el sonido con un beso que le robó el poco aliento que le quedaba, sin dejar de embestirlo en ningún momento y, cuando él aún sentía las oleadas de calor recorrerlo, ChanYeol lo mordió fuerte en el hombro empujándose duro dos o tres veces más antes de salir y masturbarse hasta correrse sobre él, dejando que la mancha blanca de su esperma se confundiese con la de huella del orgasmo de BaekHyun, sobre su vientre, y cuando acabó, aún duro, volvió a introducirse y se movió lentamente haciéndolos gemir a ambos y soltar murmullos de placer y pereza por el orgasmo reciente.
Ambos jadeaban y ChanYeol, que se había dejado caer sobre BaekHyun, dejando libre su pierna y acomodándose la ropa, saliendo del interior del menor, antes de que este se envolviera nuevamente alrededor de su cintura. Rió suavemente antes de besar al menor, lento, sin apuro, y alzarlo en vilo hasta caer sentado sobre su enorme silla presidencial con BaekHyun a horcajadas sobre su regazo. Así que ahí, recostado contra el pecho de ChanYeol, abrazado a su cuello y respirando su delicioso aroma, BaekHyun no podía sentirse menos que absolutamente satisfecho. Adoraba la sensación de los brazos del mayor apretándolo y sus manos grandes subiendo y bajando por su espalda con caricias lentas, apartándole el cabello largo y acomodándole la toca de enfermera que se le había corrido.
Sep. Concluyó, acomodándose mejor en el cuello del mayor mientras este jugueteaba con sus alas provocándole deliciosos escalofríos. Esto era felicidad.
-¿Así que enfermera, eh?- Escuchó al mayor reírse y él, sorprendentemente, no sintió vergüenza, sino que la risa estalló en él también.
-Tenía que convencerte de alguna manera, cuervo tonto.- Se estiró para besarlo y disfrutó del momento haciéndolo lento y sin prisas, sólo sintiendo al mayor tan relajado y satisfecho como lo estaba él mismo.- ¿Ves que nadie salió lastimado? ¿Eres un exagerado, Yeol?
-¿Lo dice el que llora por tres dedos?
-¡Yo no lloré!
-Por supuesto, Rubio.
BaekHyun bufó, aguantándose las ganas de darle un trompazo por idiota.
-¿Al menos ahora vas a dejar de estar sobre mí todo el tiempo? No necesito que me sobreprotejas, ChanYeol, ya aprendí. Si me dejas caminar por mí mismo desde el salón hasta el laboratorio o la cafetería, no va a pasarme nada. Tampoco si me dejas ir al baño solo. No voy a volver a salir corriendo al bosque o persiguiendo a la primera criatura peluda que me encuentre.
Estaba siendo serio, había llegado el momento de conversar y, cuando miró a Yeol, no encontró el rostro serio dispuesto a replicarle que esperaba, sino esos mismos ojos de culpa de cuando le preguntó por qué no lo tocaba desde hacía un mes.
-BaekHyun… hay algo que tengo que decirte.- No estaba seguro del porqué, pero a ese lindo momento de confianza de pareja post relaciones, lo había reemplazado un desagradable retorcijón en el estómago- Ángel, yo no… estaba asustado de lastimarte durante el sexo y… de verdad lo siento si te sentiste asfixiado pero… no te sobreprotegía sólo porque sí, yo…
-ChanYeol, me estás asustando.
-BaekHyun, creo que podrías estar embarazado.
El rubio pestañeó una, dos, tres veces… Luego, se soltó a reír pero con ganas. Y la cara de pasmado a ChanYeol no se la quitaba nadie.
-Chan—ChanYeol…- La risa no lo dejaba hablar- ¿De dónde sacaste eso? ¡Los hombres no se embarazan!- Y siguió riendo con aún más ganas.
ChanYeol esperó pacientemente a que terminara e incluso le limpió las lagrimillas de risa, y cuando por fin se había calmado, le tomó las mejillas y lo hizo enfocarse.
-Los hombres en general no, pero los donceles sí.
Oh – oh…
-¿¿¿¿¡¡¡¡ESTOY EMBARAZADO!!!!????
Ahí fue cuando BaekHyun comprendió por qué ChanYeol apenas lo dejaba moverse, controlaba lo que comía, cuándo y por qué iba al baño, si la ropa le quedaba o no y todas esas cosas con que llevaba hostigándolo día a día.
¡ChanYeol quería saber si tenía náuseas y antojos, maldita sea!
-No lo sé… existe la posibilidad, pero no es cien por ciento seguro- Pero ni el tono conciliador de ChanYeol, que trataba de calmarlo, podía evitar que hiperventilara. ¡Y que ChanYeol tuviese una mano sobre su estómago no ayudaba! ¡Era como si diera por sentado que ahí dentro había algo!
-¿Existe alguna forma de estar seguros? ¿Orinar en esos palitos? ¿Test de embarazos? ¿Crees que el doctor GongChan tenga de esos?
-Existe una forma- ChanYeol lo miró preocupado.
-¿Cuál?- BaekHyun tenía un mal presentimiento.
-Se llama Hierba Doncella y yo… conseguí un poco hace algunos días. Pero necesitaba hablar contigo antes de que dártela.
-¿Hierba Doncella? ¿Cómo se supone que funciona?- Estaba nervioso. Prácticamente se arrancaba el mechón de cabello que tironeaba con sus dedos.
-La tengo en la torre. ¿Por qué no te das una ducha y te cambias mientras voy por ella? No puedo sacarte de aquí vistiendo así.
Aturdido, BaekHyun asintió, dejando que ChanYeol lo ayudase a ponerse en pié y lo llevase al baño privado de la oficina, llevándole luego el bolso con su ropa y despidiéndose con un beso antes de salir por la ventana directo a la torre.
Embarazado.
BaekHyun podía estar embarazado.
No podía terminar de asimilarlo pero… ChanYeol había tenido cuidado de no correrse dentro de él cuando lo hicieron en la tina y… ahora entendía por qué.
¿Pero y luego?
No podía recordarlo.
Simplemente no prestó atención.
… Y ahora cabía la posibilidad de que ahí, dentro suyo, hubiese algo creciendo.
Aun estaba bajo el agua, con sus manos sobre su vientre sin otarlo, cuando ChanYeol entró y, realmente seguía aturdido porque el mayor tuvo que secarlo y vestirlo, luego llevarlo en brazos hasta el uno de los sillones y le entregó una tasa con algo que humeaba vapor en su interior.
BaekHyun arrugó la nariz.
No más tés ni nada por el estilo. Por culpa del último estaba como estaba.
-Tienes que beberlo, BaekHyun. Está hecho de Hierba Doncella.- ChanYeol le acariciaba el cabello húmedo, pareciendo realmente culpable. Y BaekHyun se sintió mal por él porque no era su culpa, sentía que no era culpa de ninguno de los dos y, a la vez, responsabilidad de ambos. Ni siquiera sentía que fuese culpa de LuHan por darle ese bendito té en primer lugar. Pero definitivamente ChanYeol no tenía que lucir así por ello. Como… como si lo hubiese forzado a hacerlo y eso no era cierto.
-No me veas así, ChanYeol. Sonríe- Trató de sonreír. Demostrar que lo que sea que ocurriese… iba a estar bien y cuando consiguió que ChanYeol esbozara una sonrisa, de verdad sintió que con o sin bebé, todo habría valido la pena.- Entonces… ¿Cómo se supone que funciona esto? ¿Me lo tomo y ya?
-Tienes que beberlo.- Asintió ChanYeol, apretando una de sus manos pareciendo verdaderamente ansioso y, BaekHyun, para sorpresa suya… no lo estaba. De pronto se sentía tranquilo.
Miró los ojos oscuros de ChanYeol y esa enorme devoción con que el cuervo de fuego lo adoraba y pensó… que no importa lo que ocurriese, juntos iban a estar bien. Así dio el primer trago.
Sabía dulce. Bastante rico.
Dio el siguiente y pudo ver las cejas de ChanYeol alzarse de expectación, como si estuviese esperando que ocurriese algo.
Se lo terminó y le entregó la taza al mayor.
-¿Y ahora qué? ¿Estoy… embarazado o—?
-No… no lo estás- BaekHyun no supo si lo que vio en los ojos de ChanYeol fue decepción o alivio… porque ni siquiera él mismo estaba seguro de cómo se sentía con la noticia… y quizás por eso fue que no pudo evitar preguntar.
-¿Estás seguro? ¿Cómo lo sabes? ¿Sólo me tom—?
-¿Sabía dulce?- Lo interrumpió el mayor.
-Sí, ¿Pero eso qué tiene q—?
-Si estuvieses encinta… ahora estarías vomitando en el baño. Las personas embarazadas no toleran la Hierba Doncella.
-Oh…- Murmuró sin saber qué más decir, la mano que mantenía contra su vientre, cayendo sobre su regazo. ChanYeol la atrapó y la besó.
-Vas a poder volver a caminar por ti mismo, Rubio.
BaekHyun miró a ChanYeol y rió… ambos tenían la misma mirada aliviada y decepcionada por partes iguales y, ahora que BaekHyun no podía sonreír, era el turno de ChanYeol de reanimarlo. Y funcionó.
Pero aún así gateó por el sillón hasta el regazo del mayor y allí se abrazó a él. Un abrazo apretado en el que ambos se daban consuelo.
-Las personas embarazadas pueden caminar, ChanYeol. No necesitan que las carguen todo el tiempo.- Le dio un golpe en las costillas.
-Sólo estaba preocupado de que tú o el bebé se lastimaran.
BaekHyun sintió amargo.
-Pero no hay bebé…
-No… no lo hay…
ChanYeol lo apretó aún más fuerte contra sí y BaekHyun se sintió increíblemente afortunado.
-Gracias- Murmuró contra su cuello y no esperó a que ChanYeol le contestara- Gracias por cuidar de nosotros este último mes.
Y dijo nosotros sabiendo que el mayor entendería que hablaba del bebé y de sí mismo. Porque aunque no estuviese embarazado, ChanYeol había cargado con la responsabilidad de ambos, cuidándolo y atendiéndolo por dos, sintiéndose culpable cuando no tenía por qué.
-No deberías agradecer… pude haber arruinado tu—
-Shhh… -BaekHyun lo besó para callarlo y cuando se separó, su sonrisa era infinita- Cuando llegué el día, ChanYeol, vas a ser un gran appa.- Lo siguiente que besó, fue la sonrisa de ChanYeol, esa sonrisa bonita y enorme que pocas veces veía y que adoraba porque le daba una hermosa luz de vida a sus ojos siempre opacos.- Pero tienes que dejarme caminar por mí mismo o me voy a volver una bola obesa y ya no me vas a querer.
-Siempre te voy a querer- E iba a besar el mohín con que BaekHyun lo esperaba, pero tres golpes en la puerta lo hicieron gruñir un nada amable- ¡¿Qué?!
-¡Presidente, llegó una carta de Y.G.!- La voz acelerada del vicepresidente se oyó del otro lado de la puerta.
-¿Y.G?- BaekHyun miró a ChanYeol que había vuelto a su semblante frío.
-La escuela rival- Fue todo lo que contestó el mayor.
BaekHyun sintió que, lo que sea que dijese la carta, no iban a ser noticias buenas.
***
Mientras tanto en lugar perdido en las montañas de Japón.
-¿Qué demonios fue eso? ¡Le pedí algo para el dolor de estómago! ¡No para que—!- No alcanzó a terminar de decir aquello cuando una nueva ola de arcadas azotó su cuerpo demasiado delgado y frágil, doblándolo por la mitad sobre el escusado.
La mirada reticente que lo juzgaba sin un ápice de piedad desde el marco de la puerta, avanzó sólo para dejarse caer junto a él y apartarle el flequillo de la frente mientras él seguía vomitando.
Cuando las náuseas parecieron remitir un poco y pudo, al menos, limpiarse la boca con algo de papel higiénico, su compañía decidió hablar.
-Era Hierba Doncella.
-¿Qué… ?
-Felicidades, Lulú… estás embarazado.
No había un ápice de felicidad en su tono. JiHyo no estaba contenta e iba a querer explicaciones.
Los ojos de LuHan se llenaron de lágrimas y, cuando las arcadas volvieron a doblarlo por la mitad, la reina JiHyo siguió allí con él, como sólo una madre cuidaría de un hijo que sabe… acaba de meterse en un lio más grande del que puede manejar.
Xi LuHan estaba embarazado.