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Love Monster [BaekYeol] por BaekPrincessPuppieTocino

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Notas del capitulo:

Hola bebés!!! Espero que hayan tenido una semana agradable, poooorque van a necesitar bastante energía para el capítulo de hoy (Y no es que los quiera asustar ^ - ^°) y es que la cosa se viene juerte, aunque ya no les quito más tiempo jejeje

ENJOY THE MAYO!!!!

Entendido.- ChanYeol habló completamente serio. Miraba hacia el frente, esquivando sus ojos.- Haremos su equipaje de inmediato.

-Lo siento mucho. No hubo nada que pudiésemos hacer.

BaekHyun parpadeó confundido. La Sangsen era la única que miraba con algo de culpa allí. ChanYeol, por su parte, seguía hablando como si la cosa no fuera con él.

-No se preocupe. De todas formas, BaekHyun no tiene demasiadas cosas. Va a ser rápido.- Y así como si nada se puso en pie y se encaminó hacia la puerta.

Y ahí quedó BaekHyun, sintiendo cómo sus mejillas se tornaban rojas y la indignación subía por su pecho.

-¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?!

Y tiene que haber gritado muy fuerte, porque la profesora lo miraba con ojos asustados y ChanYeol pues también, pero además con la boca abierta.

-¿BaekHyun?- El mayor balbuceó el mayor como pudo. La sangsen seguía en shock, por lo visto.

¿Había gritado? ¿Él?

Sí, él.

Y aún no acababa por lo visto.

-¿PERO QUÉ DIABLOS SE SUPONE QUE ESTÁS DICIENDO? ¿ESTÁS LOCO? ¿CÓMO PUEDES DECIR “SÍ” TAN FACILMENTE? ¿EN QUÉ SE SUPONE QUE ESTÁS PENSANDO? ¿ESTÁS PENSANDO SIQUIERA? ¡¡NO PUEDO CREERLO!!

-¡BaekHyun! ¡Espera un segundo!- ChanYeol avanzó hacia él, tratando de alcanzarlo, pero el pequeño, furioso aún, rodeó la silla para usarla como barrera entre él y el cuervo traidor.

-¡NO TE ME ACERQUES! ¡NO VOY A ESPERAR NADA! ¡DEJASTE TODO PERFECTAMENTE CLARO!

-¡BaekHyun te digo que escuches!

-¡YA ESCUCHÉ LO SUFICIENTE! ¡TÚ, PERVERTIDO ESTÚPIDO CON COMPLEJO DE HERMANA!

Y BAAM. Salió de allí cerrándoles la puerta en la cara.

Ya fuera corrió. Corrió tanto como las piernas le dieron y, como si de pronto toda esa rabia y esa indignación hubiesen drenado toda la energía de su cuerpo, paró, miró al cielo y lloró.

ChanYeol lo había echado.

Ya no lo quería con él.

 

 

 

***Residencia para donceles***

-Y eso fue lo que pasó…- Entre lágrimas, BaekHyun limpió su nariz. Taemin y el Rey Key, desde el sofá de enfrente en la sala común, lo miraban casi sintiendo compasión por Park. Definitivamente estaba en problemas.- ¿No creen que está siendo cruel?

- Bueno.- Key sonrió tras un suspiro, sorbiendo algo de su té.- Conociendo a Park, probablemente tenía algo en mente ¿No crees?

-¿Hm?- BaekHyun parpadeó en su dirección, dejando que TaeMin le secara las lágrimas con una servilleta.

-Eso es cierto.- Murmuró el guardián frunciendo el ceño.- Puede que no me agrade pero también creo que debe haber estado pensando algo.

BaekHyun puchereó, sintiendo la esperanza iluminar tenuemente la oscuridad en la que estaba sumido, pero entonces negó con la cabeza.

-No puedo.- Se incorporó, luciendo más decidido ahora. Menos triste. Sólo cansado… decepcionado, pero rehusándose a seguir penando por el mayor. No iba a mendigar el amor de nadie.- No puedo perdonarlo.- Y se giró ahora hacia TaeMin, forzando algo que intentaba ser una sonrisa.- ¿Puedo dormir en tu habitación hoy?

-¡SÍ!- Los ojos de TaeMin brillaron y cualquier intención de abogar por ChanYeol, quedó en el olvido.- Park es un idiota, olvídate de él ¡Vamos a pasarla increíble!

-TaeMiiiin.- El Rey llamó como una advertencia y con ojos inocentes, el espíritu detuvo su carrera hacia su dormitorio (en la que arrastraba a BaekHyun) para mirar con ojos inocentes a Key.- Pero si tú lo oíste, lo que hizo es imperdonable y no tiene excusa ¡Vamos Baek! No importa si no tienes ropa ¡Puedes usar la mía!

Y sin más salieron de ahí.

Dejando a un cansado Key en la sala común y a tres pares de maliciosos ojos mirando ocultos desde el rellano en la escalera, quienes observaban satisfechos la evidencia de que la pareja dorada de S.M. ya estaba separada.

Ahora, sólo había que comenzar con el plan.

 

 

**Mientras tanto en la torre**

Entre bruma negra, Kai se materializó frente ChanYeol y Kris. Este último comiendo con cara de hastío algo de helado sobre el diván, mientras el cuervo caminaba en círculos pareciendo un león enjaulado. En tanto el lobo apareció, ambos se detuvieron de inmediato, mirándolo expectantes.

-Está en la residencia con Key y los demás donceles. Va a pasar la noche con el espíritu y, por lo que dijo el Rey, está bastante molesto.

Gruñendo, ChanYeol pasó su mano por sobre su rostro.

¿Cómo es que todo había terminado así?

-De verdad piensa que soy el malo aquí.

-Yo sí creo que eres un mal tipo.- Comentó el rubio como si nada, sin siquiera mirarlo, ganándose un puñetazo por parte de Kai que se arrebujaba junto a él.

-¡Kris!

-No… tiene razón.- ChanYeol volvía a pasearse en círculos.- Se lo podría haber dicho de otra manera.

-Bueno… pero si se molestó, significa que le importas ¿no?- Kai aportó conciliadoramente.

-¡Por supuesto que le importo! Y ese es el problema…- Con un suspiro, miró hacia la que, desde el día siguiente, dejaría de ser la habitación de BaekHyun. Hace unas horas, ellos habían estado ahí, haciendo el amor… y ahora…- Supongo que haré yo mismo sus maletas. Gracias chicos.

No necesitó verlos para saber que se habían ido. Podía sentir sus miradas de lástima.

Él ya caminaba hacia la otra habitación para rebuscar entre sus cosas y, lo primero con lo que su mirada se cruzó, fue el recipiente de cristal en que BaekHyun guardaba su pluma de compromiso y su brazalete de plata de pareja.

Sobre la mesilla de noche, refulgía como la única luz en la habitación. Sin poder soportar verla, encendió las luces presionando el interruptor en la pared

Eso fue lo primero que guardó en la maleta de BaekHyun. No lo quería en la habitación mañana por la mañana.

 

 

** Al día siguiente **

BaekHyun estaba en pleno viaje astral meditando qué hacer ahora. Se encontraba en la sala común de la residencia y su rostro de profunda concentración debía ser llamativa porque los gemelos SoRyong y DaeRyong incluso se tomaron el tiempo para detener su juego de cartas y preguntarle qué le pasaba… sin éxito alguno.

BaekHyun no reaccionaba. Estaba ocupado meditando sus opciones.

Después de una buena noche de sueño, era fácil para él calmarse y ver las cosas de otra manera. Ahora, el dilema estaba en que, sí, seguía resentido con ChanYeol, sin embargo, lo intrigaba saber lo que quería decirle y él se había rehusado a escuchar.

No iba a volver ni iba a suplicar. Pero iba a escuchar lo que tuviera que decirle.

En ningún caso es que estuviese pensando que de la nada ChanYeol iba a sacar una razón mágica que lo explicara absolutamente todo, él lo entendiera clarísimo, porque en realidad el mayor se preocupaba muchísimo por él y le dijera que lo amaba, para después abrazarse y darse besitos.

Por supuesto que no.

Esas no eran sus fantasías.

Sin embargo, se levantó de un brinco del sofá y tomó rumbo hacia la escuela, de todas maneras, pensó, tenían que hacer sus maletas aún. No le tomó demasiado tiempo llegar luego de atravesar los jardines siguiendo el sendero hacia la zona central del campus.

-¿Y ahora?.- Ya en el edificio, se preguntó dónde podría estar ChanYeol, concluyendo que lo mejor sería ir a revisar las oficinas del consejo y, si no lo encontraba, pedir orientación allí mismo a los Hyungs.- El consejo será.- Masculló para sí, pero, ya a punto de girar en la nueva dirección, algo lo retuvo por la manga.

-¡Hey!

- ¿YoungJae?- Era el primo del Vicepresidente y este debe haber visto los ojos de confusión del rubio porque, rodando los ojos, puso dos objetos a sus pies.

-El presidente las dejó. Dijo que no tenía tiempo para ti ahora, pero que iría a verte más tarde… en algún momento.- Y así, sin más se marchó, pero no sin antes darle una mirada de pocos amigos que a Baek no le pasó desapercibida, y le habría preocupado un poco más el asunto si no fuera porque allí, junto a él, estaban su maleta y su bolso, los mismos con los que había llegado Saint Monsters a inicios de semestre.

En blanco, las contempló por lo que cree, fue una eternidad.

Así que esto es lo que ChanYeol quería… ¿Y qué demonios se suponía que era eso de que no tenía tiempo para él ahora? ¿Se suponía que tenía que quedarse ahí esperando hasta que se le ocurriera que era digno de su precioso tiempo? La ira burbujeó en él. Sus manos temblaron vueltas puño en sus costados y ni si quiera sentía deseos de llorar, aunque el pecho se le oprimía.

No.

Ni si quiera había tenido la decencia de entregárselas en persona.

Pero ahora lo iba a escuchar.

Vuelto una real furia, BaekHyun tomó sus cosas y caminó enervado hacia las oficinas del consejo. Si ChanYeol creía que podía deshacerse de él así como así, como si valiese menos que nada, estaba rotundamente equivocado. Si alguien se cruzó en su camino, BaekHyun no lo vio; no le importó. Tenía una meta fija y esa era ir y que ChanYeol le diera la cara como correspondía.

Al abrir la puerta de la oficina, la maleta y su bolso automáticamente se deslizaron de sus manos. Toda la ira que irradiaba hace segundos, desapareciendo de golpe para dejarlo lívido al punto de sentirse mareado.

Sí.

Allí estaba ChanYeol.

Y allí estaba también Sandara, sobre el regazo de ChanYeol y ambos se besaban como si nada a su alrededor importara. Un gemido tenue por parte de la morena fue toda la señal que BaekHyun necesitó.

Sintiendo su corazón retumbando en sus oídos, silenciosamente cerró la puerta, dio media vuelta y salió de allí.

No corrió, no lloró.

No necesitaba esto.

No.

No merecía esto.

¿En qué momento de su huida recogió sus cosas? No estaba seguro. No le importaba. No iba a dejarse humillar de esta manera ¡Había tenido suficiente! Ni siquiera iba a hacer un escándalo de ello ya que seguir allí no tenía sentido. ChanYeol lo había llevado hasta ese lugar y ahora lo hacía marcharse.

Sí. Era suficiente.

BaekHyun volvía a casa.

Caminó firmemente y con el rostro impertérrito, cruzó las enormes puertas del colegio, siendo encandilado por la fuerte luz del mediodía, paró un momento y miró a su alrededor, divisando a lo lejos, su pase de salida. Se sentía como un cascarón vacío y, en realidad, ni siquiera titubeó, en su lugar, continuó caminando decidido hacia el lugar que había estado evitando completamente durante meses.

¿Era peligroso? Poco le importaba. Por ahí llegó y por ahí se iría. Cruzó en línea recta cortando por los jardines, sin responder a más de una voz que lo saludaba o le preguntaba hacia dónde iba. Ignoró cualquier cosa que no fuese la línea verde oscuro que se recortaba frente a sus ojos.

-Baek

No se detuvo. No se dio por aludido, aunque la voz fue familiar para él.

-¡Baek!

Apretó los puños en torno a las correas de su bolso y la maleta, pero sacudió la cabeza y continuó avanzando.

Esta vez, cuando la vocecita volvió a llamar, algo lo retenía por la ropa. Se detuvo con un profundo suspiro y sus ojos cansados pero llenos de determinación voltearon a ver al pequeño niño de cabello naranja que sostenía los bordes de su cárdigan.

-Baek…

-Me voy.- Por un segundo, su propia voz lo desconcertó ¿Ese era él? Se escuchaba tan… vacío. Los hermosos ojillos rasgados de su niño lo miraron amplios y asustados, su cabecita negando y sus manos tirando de su ropa en la dirección opuesta.

-¡Baek!- La súplica estaba allí, el llamado lastimero… pero él no iba a hacer nada al respecto; se rehusaba a ceder.

-Puedes venir conmigo si así lo quieres, pero yo no voy a regresar con él. Me voy a casa. Mi casa.

Con una última mirada, dio media vuelta y avanzó, sintiendo tras de sí rápidamente el sonido de fuego crepitando y luego estaba un peso conocido sobre su hombro junto a las caricias ásperas de la cabecita emplumada frotándose contra el lateral de su cuello. Una sensación reconfortante se entendió dentro de él y, aunque fuera un gesto mínimo, era agradable no tener que estar solo. Saber que no todo fue mentira y, al menos para V, seguía siendo alguien preciado. 

No notó ningún cambio relevante cuando se adentró más allá de la línea de los jardines, sólo la vegetación espesándose cada vez un poco más. Vagos recuerdos de la noche en que conoció a TaeMin llegaron a él y cómo realmente no había sido tan grave. Ahora estaba relativamente bien, pensó para sí; lo más molesto del asunto era el por qué estaba allí en primer lugar, jaloneando una maleta que se atoraba entre raíces superficiales y torciéndose los pies con los botines que no estaban hechos para aventurarse en el bosque.

Pero estaba bien.

Iba a estarlo en tanto volviera a Seúl, se corrigió no sin algo de amargura.

Si no recordaba mal, era imposible salir del bosque y encontrar el camino de regreso a la carretera que le llevaría al paradero de autobús en el que llegó, esto por alguna especie de hechizo mágico o lo que fuera… Peeero, igualmente, se suponía que había un a gran y poderosa barrera que no te dejaba salir del campus y mira, ahí estaba él, con el tacón del botín enredado desde hace 5 minutos entre una raíz y con el atardecer al caer, por lo que, si a él le preguntaban, ya estaba a sus buenos kilómetros de Saint Monsters y ni a palos lo iban a arrastrar de vuelta, por lo que, o llegaba al maldito paradero o llegaba al maldito paradero. No había otra opción.

Volviéndose rápidamente niño, V usó sus manos pequeñitas para ayudarlo a tirar y así enanchar el vano para la salida de su desafortunado zapato, sin embargo, cuando tres pasos después otra raíz alrededor de su tobillo lo hizo tambalear, BaekHyun comenzó a repensar cuánto de todos sus tropiezos desde hace más de una hora eran casuales.

Bueno, sólo había una manera de averiguarlo y el BaekHyun que acababa de tomar sus cosas para mandarse a cambiar lo más lejos posible no estaba de humor para hacer las cosas bien, cuidadosa ni discretamente.

-V, bebé ¿Me harías el favor de prenderle fuego a eso, por favor? Sólo cuida no quemarme.

La avecilla ladeó su cabecita ligeramente en confusión, pero al ver que BaekHyun lo miraba esperando sin siquiera pestañear, lanzó una pequeña bola de fuego.

El chirrido que siguió al fuego fue espantoso, tanto BaekHyun como V se ovillaron en el suelo sosteniendo sus oídos. Las raíces se recogieron azotando al azar a su alrededor, en torno a un árbol en particular, uno torcido y oscuro.

La buena noticia: Su tobillo estaba libre.

La mala noticia: Su suposición era correcta y había una cosa viva intentando atraparlo desde hace más de una hora.

Pero si estaba libre, podía correr.

-¡V! ¡Arroja otra a la base de ese árbol!

Los agudos chirridos no se detuvieron, era estridente, pero él no se iba a detener. Eran él y V ahora. Se cruzó el bolso, levantó su maleta y corrió, sintiendo la explosión del fuego tras él empujándolo en su carrera. Sí, tenía miedo, estaba aterrado y le encantaría acurrucarse en algún rincón a llorar mientras alguien más se encargaba del asunto, pero el cansancio lo superaba ¡Estaba malditamente harto de ser la víctima en ese lugar de locos! ¡Estaba agotado de ser la damisela en apuros!

Cuando otra raíz rugosa se arrastró por su piel como una serpiente, toda esa rabia la empujó fuera tomando firmemente el asa de su maleta y, girando sobre su propio cuerpo, golpeó todo lo que estaba intentando retenerlo.

-Mierda…- Jadeando, con ojos amplios, vio una forma rugosa y oscura moverse lentamente hacia él, las raíces levantándose del suelo como tentáculos en un crujir semejante al de huesos resquebrajándose.

-¡CAW!- V voló junto a él, graznando y sacándolo de su estupor porque, o corría ahora, o era la cena de esa cosa. Hubiese deseado tener algo con filo como un cuchillo, pero todo lo que tenía era una maleta y, entre nada y algo, la maleta tendría que servir, se dijo mientras la levantaba para aplastar con fuerza otra de las raíces que se levantaba.

Pensando rápido a la vez que se abría paso a empujones entre la vegetación que le cortaba, saltando tantos obstáculos como podía, se dio cuenta de que la cosa (porque era una cosa y no se iba a detener a pensar ni a preguntarle qué demonios era) no avanzaba rápido; era torpe. Si lograba perderlo entre la vegetación, tenía algo así como una oportunidad si rezaba porque no tuviese algunos rugosos amigos por allí para hacerle la vida más difícil a BaekHyun.

Jadeando, lanzó una mirada a V, señalando que viraran por entre la espesura. Iban a tener que arriesgarse porque, de todas maneras, la resistencia de BaekHyun nunca fue buena, aunque tenía que reconocer que estar a punto de morir estaba sacando al Usain Bolt que llevaba dentro.

Ahora, lo que no esperó, tras correr y realmente creer que había alguna esperanza para ellos en perder al monstruo que los seguía ¡Es que se toparan con un maldito barranco!

-No puede ser…

-¡CAW!- El graznido alarmado de V, le dijo que sus opciones se reducían, porque la cosa chirriaba cada vez más cerca de ellos por entre los árboles, con la promesa de que en cualquier minuto los alcanzaría.

Respirando fuerte, miró abajo. La pendiente no era en sí vertical, sin embargo, era lo suficientemente alta como para que el viaje le dejara más de algún doloroso recuerdo en caso de que llegara vivo abajo. Un correntoso río pasaba al fondo, pero este era bordeado por una rivera de rocas, arena y no mucha vegetación. Una caída de unos buenos 40 o 50 metros de pura tierra rocosa dura.

El chirrido de la cosa y el suelo retumbando lo hizo voltear la vista a la espesura del bosque tras él. Estaba cerca.

Mirando a su compañero, rápidamente se descruzó el bolso y se lo entregó a V.

-Vas a tener que llevarlo. Ve primero.- Tras esa orden y tras asegurarse de que este se perdía barranco abajo, sintiendo los chirridos del monstruo a sus espalda, BaekHyun abrazó como pudo su maleta y saltó.

Mordió su grito porque la quemazón de la caída dolía a pesar de que intentaba usar la maleta como soporte e iba bien, iba todo bien, podía ver el río aproximarse a velocidades estrepitosas y él seguía medianamente en una pieza. Hasta que algo se enganchó en su tobillo y, como un latigazo, su cuerpo cayó, colgando de pronto de cabeza siendo sostenido sólo por su pie. Su grito fue desgarrador.

-No, no, no, no- Repitió aterrado. La cosa lo arrastraba barranco arriba, lentamente. Doblándose sobre sí mismo, no le importó el roquedal rasgando sus ropas y la piel de su espalda, balanceando la maleta que no sabe cómo aún colgaba entre sus manos, gritó- ¡NO!- Un golpe- ¡NO!- Un grito y otro golpe y no sabe cuánto se repitió pero la bestia lanzaba gritos igualmente estridentes que se mezclaban con los suyos y con su dolor, hasta que sabía que la maleta estaba rota y él caía desbocado barranco abajo, intentando como podía proteger su cabeza con sus brazos cansados.

El golpe llegó y fue duro, tanto que arrancó el aire de sus pulmones. Intentó abrir los ojos y enfocar, pero todo le daba vueltas. Algo pitaba en sus oídos y, sin embargo, podía sentir algo, alguien, empujándolo.

-¡CAW!

V lo empujada y, Dios, cómo lo agradecía.

Sin ver realmente, se arrastró hacia donde su bebé lo empujaba con desesperación. Estaba oscuro, húmedo y en su vida había estado tan agradecido, porque cuando su vista se aclaró, se dio cuenta de que V los había ocultado entre una pequeña cueva formada por rocas en la base del barranco.

Su corazón se saltó un latido cuando escuchó a la bestia aullar con furia. Se abrazó a V, oyéndola por algunos segundos, aterrado al principio y aliviado después. La bestia aún lanzaba esos sonidos atronadores, pero no parecía poder alcanzarlos. Temblando, BaekHyun quitó la mano con la que sostenía sus propios gritos de sobre su boca para lanzar una sonrisa tambaleante a V.

Sin embargo, un nuevo conjunto de gritos frenéticos los hizo saltar en su propia piel y, de pronto, ese alivio se tornó en un profundo pánico cuando lo que pensó era la cosa gruñendo de rabia por no poder atraparlos, se transformó en la certeza de que la bestia no estaba sola arriba en lo alto del barranco.

Allí arriba había algo más, y ese algo más era lo que estaba haciendo que quien los perseguía agonizara. Los gritos se detuvieron luego de unos segundos interminables y, desde la oscuridad de su escondrijo, el fuerte olor de madera carbonizada superó la humedad del estrecho lugar.

Ese era un aroma que BaekHyun conocía y, detestó que algo dentro suyo burbujeara de esperanza… y luego cayese en decepción cuando la preciosa carita sonriente de JinWoo asomó bloqueando la poca luz que se colaba desde el exterior.

-¿Perdiste esto de casualidad?

Y allí estaba él… en un intento de cueva, temblando abrazado a un pájaro, con tantas heridas que ni siquiera quería pensar en ello, recién pateado del lugar en el que había sido inmensamente feliz estos últimos meses para luego ser arrancado de golpe a punto de ser la cena de quién sabe qué bicho del bosque viendo cómo JinWoo agitaba lo que quedaba de su maleta frente a él.

¿Y era su ropa interior lo que colgaba del bolsillo del mayor?

Con un agotado suspiro… BaekHyun decidió que no sabía por dónde de todo ese descalabro, quería empezar.

Notas finales:

UFFFFFFFF Ó w Ó miren, no sé ustedes, pero yo AAAAAMOOOO al Baek así todo perrón empoderado y enojado. Naturalmente, no me gusta el origen del cambio, pero VIRGENCITA la wawa está enojada!!!

¿Qué opinan ustedes al respecto? Pasaron muchas cosas en este capítulo ¿Qué dicen? ¿Castramos Yeol?

Los dejo con esa tareíta para la casa y con muuuuchos besitos y mordidas en el cuello ( / ^ 3^)/

XOXOOOOOOOOOOOO <3


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