-¡BaekHyun, él no es humano!
-¿K-KyungSoo? ¡KyungSoo, tranquilo!
El moreno estaba histérico y BaekHyun no sabía cómo calmarlo y por más que lo pensaba, no podía encontrarle sentido a la situación.
¿Cómo podía saberlo?
¿Cómo es que KyungSoo sabía que JinWoo no era humano?
Lanzó una mirada confundida y preocupada al mayor que observaba seriamente a KyungSoo y él quería llorar porque el desgraciado no estaba siendo de ayuda allí, viéndose nada más que sospechoso.
Pero ahora que lo pensaba ¿Qué no se suponía que Soo podía sentir algo espiritual o una cosa por el estilo? ¡Dios! ¡¿Por qué nunca prestó atención?! ¡Siempre creyó que era por las historias exageradas que les contaba SiWon Hyung! ¡¿Cómo se supone que él iba a saber que KyungSoo de verdad podía ver duendes o lo que sea?!
La risa estrepitosa de JinWoo y los brazos de este rodeando sus hombros y los de su hermano, lo sacaron de sus pensamientos.
-¿Esto es algo así como un juego entre ustedes? ¡Es una buena broma!
-¡NO ESTOY BROMEANDO!- KyungSoo se defendía como gato de espalda, revolviéndose para que JinWoo lo soltara.
-Bueno, pero de todas formas ¿Dijiste que no era humano, cierto? -JinWoo lo dejó ir sólo para entrecerrar los ojos hacia el cielo mientras frotaba su mentón con una mano. - ¿Un monstruo, entonces?
Listo.
BaekHyun quedó de piedra.
KyungSoo quedó de piedra.
¡EL MALDITO MUNDO QUEDÓ DE PIEDRA Y ÉL QUERÍA MATAR A JINWOO!
Hasta que la deliciosa risa del mayor volvió a envolverlos. ¡De verdad iba a matarlo si es que salían de esta!
- ¿Qué no se supone que es imposible que algo como un monstruo exista en este mundo? ¿No, Baek? -Gorjeó el peligris, codeando al menor que sudaba fío y a este le tocó recomponerse lo suficiente como para soltar una risa claramente forzada para apoyar al mayor en su embuste. Incluso V, ya despierto por todo el jaleo, piaba dándoles la razón.
-¡Ah! ¡Sí! ¡Por supuesto, imposible! ¿Cómo crees Soo? - Tomó de las manos a KyungSoo intentando ser un poco más natural. - ¿Sólo piénsalo, sí?
¡DIOS! ¡ESTABA MINTIÉNDOLE DESCARAMENTE A SU HERMANO! Y la preciosa carita confundida del pelinegro, llena de pavor, pero esforzándose por creerle a él, que era su familia, sólo le rompía el corazón.
-Pero…- KyungSoo pareció titubear, aunque se veía claramente más calmado. Bueno, hasta que le lanzó una mirada a JinWoo que le sonreía como para un comercial de dentífrico y el resto era historia. - ¡ALÉJATE DEMONIO!
De un segundo a otro, JinWoo tenía la cara empapada y él estaba siendo arrastrado a toda prisa por KyungSoo en dirección a la calle.
¡Apenas alcanzó a meter los restos de su maleta en el baúl de la moto antes de que KyungSoo arrancara avenida arriba!
-¡Gracias por acompañarme hasta aquí! ¡Disculpa!- Como pudo, volteó para despedirse del mayor - ¡CUIDA A V POR MÍ!
Le pareció oír a JinWoo gritar su nombre a lo lejos… o escupir… o ambos ¡Pero si hasta habían dejado a su bebé allí atrás! Esperaba que ambos estuviesen bien.
Ahora, más importante que eso.
-¡¿DO KYUNGSOO NO PUEDO CREER QUE LE ARROJARAS AGUA BENDITA?!- BaekHyun gritó para hacerse oír entre el rugido de los vehículos a su alrededor ¡Si hasta iban sin casco!- ¡¿CÓMO ES QUE TODAVÍA CARGAS ESO CONTIGO?!- No sabía si reír o llorar, la situación era en sí la epítome de la tragicomedia.
-¡PUES SI NO LO HUBIESE LLEVADO CONMIGO, NO PODRÍA HABERNOS PROTEGIDO DE ESE DEMONIO!
BaekHyun lloriqueó.
-¡QUE JINWOO NO ES UN DEMONIO!
-¡ESO ES LO QUE TU CREES, HEREJE, PORQUE NO HAZ VISTO AL MAL A LOS OJOS!
-¿Y SE SUPONE QUE TÚ SÍ?
-¡¡PUES SÍ!!
BaekHyun gruñó y evitó seguir con esa discusión sobre JinWoo el demonio, recordando que él había dejado de llevar consigo a los 9 o 10 años la botellita de agua bendita que SiWon Hyung los obligaba a cargar a todas partes como método de protección ¡Y habría jurado que KyungSoo había hecho lo mismo! Su Appa les había dicho que dejaran esas tonterías y ¡vamos! entre él y KyungSoo, el moreno era 10 mil veces más obediente en lo que a cualquier cosa dicha por SeHun respectaba.
Baek se preguntó hacia dónde se dirigirían, porque no estaban tomando el camino hacia su hogar, comprendiendo luego de unos minutos en los que el vehículo se detuvo frente a una enorme iglesia.
-¿Tu casa?- El rubio se frotó los brazos entumecidos- ¿Por qué no fuimos a la mía?
KyungSoo y los tíos HéeChul y Siwon vivían en esa iglesia, o en la parroquia junto a la iglesia, en realidad. SiWoon Hyung era un policía en retiro temprano que se encargaba de cuidar el lugar. La iglesia en sí no era funcional y había sido abandonada por el clero hacía algunas décadas, funcionando más como un monumento o museo local. Por lo que la familia de KyungSoo se encargaba del cuidado y mantención de la edificación para que no fuese vandalizada.
-¡Aquí estamos a salvo!- Soo lo miró con sus enormes y penetrantes ojos negros, hablando con total seriedad.- Un demonio jamás se atrevería a entrar en mi casa.
-Ya te dije que JinWoo no es un demonio, Soo.- Aburrido ya del tema que no iba hacia ningún lado, Baek se sobresaltó al sentir de pronto la mano de KyungSoo sobre su hombro, mirándolo serio.
-Baek, créeme.- Los penetrantes ojos de su hermano lo taladraron con su profundidad.- Su aura no era la de un humano. Lo vi. Era como… Como la de… -Titubeando, KyungSoo pareció perder el hilo de sus propias palabras, confundiendo aún más al rubio.- Sólo ten cuidado con él, ¿Sí?
KyungSoo dio media vuelta y abrió la marcha para ingresar al recibidor de la parroquia que ejercía la función de hogar. Plantado en su sitio, BaekHyun lo miró preocupado.
¿Qué pasaría el día en que KyungSoo se enterase de que él es un monstruo?
¿Acaso le temería también?
-¿Hm?- La voz de KyungSoo irrumpió sus pensamientos intrusivos.- Entra Baek.
Se miraron fijamente algunos segundos. BaekHyun intentando ver a través de la mirada oscura de su hermano. Esperando y temiendo el momento del rechazo.
Pero no llegó.
- ¿Baek?
Sacudiendo la cabeza, le sonrió. KyungSoo no percibía nada fuera de lo común en él; ni antes, ni ahora tampoco.
¿Quizás es porque sólo soy mitad cuervo?
- ¡Vamos dentro, Soo! ¡Ya quiero saludar a los tíos! ¡Siento que no los veo desde hace años!
- ¡Ah! ¡Sobre eso! En realidad tampoco están.- El moreno comentó por sobre su hombro mientras quitaba su abrigo y zapatos antes de entrar más allá, dejándolos pulcramente ordenados en el lugar designado para ello, siendo imitado por el rubio.- Salieron a un retiro espiritual organizado por mi secundaria y deberían estar de regreso mañana durante el día.
-Ya veo…
Secretamente, BaekHyun de alguna manera se alegró por la noticia. Se sentía destruido, física y emocionalmente y la idea de socializar y fingir que todo estaba bien cuando no era así no le atraía en lo más mínimo; sólo iba a lograr drenarlo aún más.
-¿Entonces?- Los ojos negros de KyungSoo brillaron en su dirección.- ¿Noche de películas como en los viejos tiempos?
Le rompía el corazón tener que arruinar los planes de su hermano cuando se veían por primera vez desde hace meses, pero iba a tener que declinar su oferta.
-Estoy un poco cansado, Soo. Verás, tuve un pequeño accidente camino a Seúl y me ayudaría mucho que le eches un vistazo a mi espalda. - Pequeño era un eufemismo considerando que se desbarrancó mientras huía de una cosa que quería comérselo, pero esa era información que a KyungSoo bien podría provocarle un infarto. -Luego de eso me gustaría descansar un poco. Como puedes ver, mi maleta sufrió un poco también y, de hecho, ni siquiera tengo hambre Soo, sólo quiero dormir.
-¡¿Estás lastimado?! ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! ¡Las películas pueden esperar a mañana! Espera… ¡¿Ese demonio te lastimó?!- Y los de pronto los dulces ojos de KyungSoo ardían de ira, haciendo reír a BaekHyun.
-¡No, para nada! JinWoo fue quien me ayudó a volver a salvo.
-¿A salvo? -El moreno lo miró suspicaz. -¿Entonces alguien sí intentó hacerte daño a propósito?
Murmurando maldiciones en su cabeza, BaekHyun se apresuró a corregir su propio desliz.
-¡N-No! Me refiero a que me ayudó a volver sin que siguiera lastimándome luego del accidente. Cargó mis cosas y me acompañó en el trayecto.
-Bien, bien… ¡Como sea!- KyungSoo le quitó las cosas de las manos, negándose a aceptar que JinWoo el demonio hiciera algo amable y, mucho menos que se hubiese hecho cargo de su hermano, ya que ahora él estaba allí para cuidarlo.- Adelántate al baño. Iré a dejar tus cosas a mi habitación y te buscaré un pijama. Voy a curar tus heridas y luego te vas a ir directo a dormir.
Y ahí estaba el dulce KyungSoo que él conocía. Demasiado preocupado por los demás para su propio bien, sin embargo, verlo revoloteando por la casa con el ceño fruncido por la determinación de ayudarlo, le calentó el corazón a BaekHyun. Lo había extrañado muchísimo.
Cuando se quitó la ropa en el baño y vio su espalda en el espejo, le pareció notar una relativa mejoría; definitivamente curaba más rápido de lo que lo haría un ser humano normal. Si se lo preguntaban a él, definitivamente ya no parecía que lo habían pasado por un rallador de queso.
Hasta que, claro… llegó Soo y ahí se armó el jaleo con BaekHyun haciendo malabares para bajarle el perfil al por qué y cómo había quedado tan maltratado. Sin embargo, la cara de espanto de su hermano al verlo así y sus regaños por no haberlo mencionado de inmediato, le recordaron lo agradable que era tener a alguien cuyo amor era sincero e incondicional. Eso lo lastimó un poco, pero lo hizo notar que había más para él que sólo Saint Monsters y… ChanYeol. Sus heridas no escocían tanto como el recuerdo.
Cerró los ojos y lanzó un suspiro.
Tenía que seguir adelante.
***
En Saint Monsters las cosas no estaban mejor.
La noche avanzaba y no había noticias sobre BaekHyun en ninguna parte. Era como si la tierra se lo hubiese tragado. Y aquello que preocupaba a todos era el que la última vez que fue visto, estaba adentrándose en el bosque.
De golpe, la puerta de la oficina de ChanYeol se abrió y, agitados, Kris, Kai y DaeHyun ingresaron. Se oía barullo fuera, probablemente de estudiantes voluntarios en la búsqueda de BaekHyun.
-No podemos dar con él, ChanYeol. No hay rastro alguno.- Kai se adelantó hablando con voz rasposa, visiblemente frustrado por no poder hallar al menor, sin embargo, ni siquiera había pistas de su aroma ¡BaekHyun se había esfumado! Y el que él hubiese amanecido con la garganta apretada y los sentidos turbados no ayudaba en nada a la búsqueda del cuervo.
ChanYeol que observaba la negrura del exterior desde el ventanal, giró en dirección a ellos con el ceño fruncido.
-Hemos buscado por todo el perímetro. Park- Fue DaeHyun quien se adelantó ahora.- Aún así no pudimos dar con BaekHyun y… me temo que eso sólo significa una cosa.
-BaekHyun no está aquí.- ChanYeol completó mordiendo su labio inferior.- Se las arregló para salir del territorio de Saint Monsters.
-La barrera no debería habérselo permitido.- Kris aportó sacudiendo la cabeza.- Es imposible cruzarla sin un salvoconducto.
-¿De verdad crees que ese intento barrera es un problema para el Cuervo Blanco?.- La voz tranquila de TaeMin los interrumpió; a su lado, Key lo acompañaba con porte serio.- No sé ustedes, pero lo recuerdo perfectamente rompiendo mi barrera como si nunca hubiese estado allí para empezar.
Un gruñido generalizado se oyó en la habitación. Esto sólo complicaba aún más las cosas. Como si no fuese ya de por sí un problema el que BaekHyun estuviese perdido en el bosque, ahora resultaba que estaba incluso más allá de la jurisdicción de Saint Monsters.
-Lo encontraremos, Park.- Key cortó la línea de pensamiento de ChanYeol, llamando su atención.- Bajo todos los efectos, BaekHyun es ahora un doncel a mi cargo. Voy a encargarme de gestionar un permiso con la administración.
- Gracias Key.
*
-¡¿QUÉ?!
-Lo siento… Ahora mismo no puedo hacerlo…
La profesora Érica miraba con destellos de remordimiento hacia sus estudiantes. Su voz forzosamente suave ahora quebrándose ante los gruñidos de Kai, ahora incluso más aterrador debido a la ronquera que escocía su garganta, quien escoltaba a Rey y al espíritu guardián, e importándole muy poco el estar faltando el respeto a una autoridad.
-¿Por qué?- Key interrogó haciéndose oír por sobre la reverberante cólera del lobo.- Nunca hay problemas al entregar permisos para salir de compras o a situaciones de ese estilo ¿Por qué ahora es diferente?
-Para ir a sitios manejables regidos por nuestras leyes, lugares que están bajo la jurisdicción del mundo de los monstruos.- ZiTao, quien acompañaba a Érica, fue quien explicó, no pareciendo cómodo con la situación en general y lanzando fugaces miradas nerviosas al lobo- El comité administrativo decretó que se debe aplicar con una semana de antelación cualquier solicitud para salir de nuestro territorio, sobre todo a áreas cercanas al mundo humano.
-¿Desde cuándo?.- Volvió a insistir el Rey, cada vez más molesto, sobre todo porque ambos profesores cruzaron miradas, visiblemente reluctantes a responder.
- El decreto comienza a regir desde hoy.
-¡Sin embargo, esto es urgente!.- Argumentó Key, ya perdiendo la paciencia.- ¡Uno de sus estudiantes podría estar en peligro!
- Y estamos tan preocupados como ustedes—
-Pues no lo parece.- Fue Kai quien escupió las palabras de la profesora con desdén, tomando a TaeMin del brazo y dando media vuelta para salir de allí, siendo seguido de cerca por Key, quien se encargó de cerrar la puerta no sin antes lanzar una mirada ácida a los dos profesores.
-¿Y?- ChanYeol, Kris y los demás representantes del concejo escolar esperaban en la recepción. Fue el primero quien preguntó, observando cómo Key negaba con la cabeza.
-El comité nos está bloqueando deliberadamente.
-Están haciendo demasiado obvio que no nos quieren buscando a Baek- Gruñó roncamente Kai acercándose a Kris, quien lo recibió con uno de sus brazos, notándolo ligeramente febril.
ChanYeol lanzó un suspiro agotado y se encaminó hacia la salida.
-Eso es todo. Vuelvan a sus habitaciones; no hay nada más que hacer aquí.
-¡¿De qué estás hablando?!.- Airado, TaeMin lo retuvo del brazo.- ¡¿Eso es todo?!
ChanYeol, giró para hablar hacia todos con gravedad.
-Si el comité está involucrado, no hay nada que podamos hacer.- Hizo una pausa mirándolos a todos por un momento antes de agregar.- Sé que quieren encontrar a BaekHyun pero, sólo van a meterse en problemas si continúan con esto.
- Baek está en peligro, Yeol. Meternos en problemas no significa nada.- El lobo insistió, negándose a aceptar la derrota, sabiendo que todos los demás allí se sentían de la misma manera.
-No con la escuela, Kai. Con mi madre.
Esa declaración hizo caer un silencio espeso sobre todos.
-¿Entonces qué propones?- Kris fue quien preguntó con voz conciliadora.
- Tengo un plan.
Dicho esto, se encaminaron hacia la salida, sin embargo, había alguien esperándolos fuera. Una figura pequeña que hizo a ChanYeol fruncir el ceño.
-¿Qué haces fuera de la torre?
- Hermano… Necesito decirte algo.
-Ahora no, Sandara.
-¡Es sobre BaekHyun!.
ChanYeol se detuvo en seco, sus ojos que hasta ahora la evitaban se anclaron fijamente a los de ella. Teniendo su atención, la morena continuó, su voz endulzándose a medida que se acercaba lentamente al mayor.
-Por favor, hermano.- Las manos de ella alcanzaron las contrarias, envolviéndolas tenues. Sus ojos repletos del brillo de lágrimas- Por favor, olvídate de él.
ChanYeol retrocedió de inmediato.
-No tengo tiempo para esto, Sandara.
-¡Sólo escúchame!- Volvió a insistir ella, oyéndose lastimada y desesperada a partes iguales; alcanzándolo de nueva cuenta y aferrándose a él. - ¡Estoy segura de que te quiero más que a nadie! ¡Voy a ser una buena esposa! ¡Jamás te molestaré de ninguna manera! ¡ES NATURAL PARA NOSOTROS ESTAR JUNTOS!
-¡SANDARA, YA BASTA!
Lo que ocurrió tras ese grito de ChanYeol fue demasiado rápido, tanto que a quienes presenciaban el bizarro espectáculo les costó procesarlo.
Las alas de la joven estallaron y sus garras envueltas en llamas se cerraron sobre la frente de ChanYeol.
-¡YEOL!.- Kris tuvo que retener al lobo. Key, TaeMin y los demás miraban horrorizados, tanto como lo estaba Kai, la forma en la que el cuervo parecía perder la fuerza en sus extremidades hasta desplomarse entre el cántico resentido de Sandara.
-No necesitas recordarlo… Déjame ayudarte… Desde hoy, sólo seremos tú y yo.
En el suelo, ChanYeol yacía entre los brazos de Sandara, en un sueño profundo del que despertaría sin recuerdo alguno sobre alguna vez haber conocido u oído sobre BaekHyun.
***
- ¿Baek…?
KyungSoo frotó sus ojos incorporándose sobre el futón en el suelo y lanzando una mirada soñolienta hacia su cama, donde las mantas deshechas denotaban la ausencia de su hermano.
Una luz tenue en una esquina de la habitación lo desconcertó.
-¡Ah! Lo siento si te desperté Soo…
-¿Pasó algo?- Murmuró con un bostezo el moreno, extrañado al escuchar al otro sorber ligeramente por la nariz.- ¿Tienes frío? Vuelve a la cama Baek.- De inmediato se incorporó, buscando a tientas una manta o sweater para poner sobre los hombros de su hermano.
-Soo, no es necesario, vuelve a dormir.- La voz congestionada hizo fruncir el ceño de KyungSoo.
-¿BaekHyun qué…? – KyungSoo jadeó al inclinarse junto al rubio y ver sus bonitos ojos avellana llenos de tristeza y las mejillas sonrosadas surcadas de lágrimas.
-Yo… Lo siento Soo.- BaekHyun apartó las lágrimas, esquivando la mirada inquisitiva y preocupada del contrario.- Es sólo que, estoy un poco nervioso por volver al mundo humano después de tanto tiempo y yo—
- ¿Mundo humano? -El moreno lo miró extrañado y BaekHyun se apresuró a explicar.
- ¡Quiero decir, fuera de la escuela! Ya sabes… fuera del internado…
Se sintió automáticamente más tranquilo cuando, luego de un suspiro, Soo lo miró con cariño y cierta nostalgia, acomodándose en el suelo junto a él y cubriéndolos a ambos con la colcha que cargaba en los brazos.
-Parece difícil estar en una escuela interna…
-Un poco… -BaekHyun lanzó una sonrisa temblorosa, recargándose sobre el hombro del otro.- Hay cosas buenas ¿Sabes? En realidad es más agradable de lo que parece.
-¿Lo es?- El moreno preguntó con curiosidad.
Una sonrisa tembló en los labios de BaekHyun.
-Hay unos jardines enormes y muy hermosos. La comida de la cafetería es un sueño – Lanzó una risita quebrada.- Mis profesores y amigos… son muy divertidos y… - La voz se le entrecortaba sin querer y su garganta se apretaba. Una caricia de KyungSoo en su rostro confirmó el hecho de que estaba llorando otra vez.
-¿Qué ocurrió entonces?
Ante esa pregunta, inconscientemente, BaekHyun envolvió su muñeca derecha con la mano contraria, acunándola en su pecho.
BaekHyun había ido allí, en medio de la noche, en busca de su brazalete. Lanzando una mirada hacia abajo, hacia su pluma de compromiso llameando entre sus pertenencias, entre lágrimas, respondió con toda la determinación que pudo reunir.
- No voy a volver allí.
Sin terminar de comprender del todo la situación, siguió la mirada de su hermano y recién entonces KyungSoo notó que frente a BaekHyun estaba su maleta rota, ahora abierta. La luz suave que lo guio a BaekHyun procedía de allí. Dentro de un recipiente de cristal había algo así como una pluma que refulgía como si estuviese envuelta en pequeñas lenguas de fuego.
Él había visto algo similar.
Sin embargo, se sacudió esos recuerdos y, acunando a BaekHyun entre sus brazos, lo ayudó a incorporarse. Su hermano era su prioridad ahora y sospechaba que, de alguna manera, la razón de los pesares de BaekHyun tenía nombre y apellido y, si llegaba a topárselo algún día, iba a vérselas con él por hacer llorar a su familia.
-No estoy seguro de qué es lo que pasó allí, Baek. Pero si no quieres regresar, nadie va a obligarte.
Con movimientos suaves que se oponían a la dureza de sus palabras cargadas de sobreprotección, KyungSoo lo arropó cuidando no pasar a llevar su espalda herida, terminando por acariciar su frente para despejar el amasijo de hebras rubias.
-Gracias Soo.- Con la voz temblorosa y la mirada triste, BaekHyun entrecruzó sus dedos con los del contrario.- Yo… no puedo contarte ahora lo que ocurrió pero… ¿Puedo pedirte un último favor?
-Lo que quieras, Baek.- Se apresuró el moreno con voz cálida.
-¿Podrías dormir conmigo? Como cuando éramos niños.
KyungSoo sonrió con nostalgia. Recordando los días en que ambos se abrazaban intentando olvidar que, sea como sea, parte su familia ya no estaba con ellos. Ambos habían perdido personas importantes a una edad muy joven y, aunque estaban rodeados de amor por parte de quienes aún permanecían con ellos, no borraba el hecho de que, en el fondo, eran los únicos que comprendían mutuamente el dolor de la carencia.
Cuidando no pasar a lastimarlo, el pelinegro se recostó, recibiendo entre sus brazos a BaekHyun que automáticamente se acunó en ellos.
KyungSoo no necesitó recordarle que no era necesario que le contase qué había gatillado el que ahora estuviese allí, en Seúl, llorando en mitad de la noche mientras cobijaba un brazalete… en el fondo, siempre iba a contar con él.
Este era un nuevo comienzo para BaekHyun.
Se regalaría un momento de debilidad y se despediría. Junto con ese brazalete, mañana guardaría todos sus recuerdos de lo que vivió en Saint Monsters… y con ChanYeol.
Jamás regresaría con él.
Tenía que olvidarlo.
Iba a olvidarlo.