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Recuerdos y Un suave beso por OkamiNoryoku

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Notas del capitulo:

Hey, desde hace un tiempo ya que queria escribir un FanFic pero la señorita inspiracion no venia y pues no escribia ninguno, pero como soy fan de Soul Eater y me gustan algunas parejas Yaoi que hay en el pues decidi escribir sobre mi favorita porque se que no hay muchos FanFic's de ellos dos por lo que me anime a hacerlo.

Ni Soul Eater ni sus personajes me pertenecen, todos pertenecen a su respectivo autor, este FanFic ha sido realizado sin ánimo de lucro por una fan para fans.

Espero les guste ~

Había pasado un buen tiempo desde que la guerra en contra del Kishin, o mejor dicho Asura termino gracias a Maka Albarn y a Soul Evans Eater, aún le estaba costando el acostumbrarse a la ausencia de su honorable padre ya que nunca imagino que este moriría con solo activar la tercera línea de sanzu. Suspiro con terrible pesadez, claramente su trabajo como Shinigami era muy pesado por lo tanto comprendía la enorme carga que llevaba su padre cuando este aún estaba vivo.

Obviamente había estado superando su amor por la simetría lo cual ayudaba mucho en cuestiones de trabajo, Spirit se ofreció a ayudarle ya que estaba dejando de lado su faceta de mujeriego para acercarse más a Maka con la cual hacia todo lo posible para que su hija le prestara al menos un poco de atención y dejara de tratarle con indiferencia por lo ocurrido entre su ex-esposa y el, recargo su cabeza en su asiento soltando un largo suspiro, termino todo el trabajo que hubo ese día por lo que pensó en regresar a casa pues seguramente Liz y Patty se hallaban esperándole preocupadas, finalmente se decidió a quedarse en la Death Room, sin embargo un recuerdo llego a su cabeza, amargo pero a la vez triste, la persona de aquel recuerdo: Justin Law.

Justin Law, un Death Scythe que llego hasta la posición en la que estaba sin un técnico, solo por sus propios esfuerzos, y eso había logrado causar admiración en el joven shinigami desde muy joven, pero sin embargo se terminó enamorando del rubio sin poder evitarlo, más de una vez quiso confesársele pero no pudo al final ya que su padre lo había asignado a la división europea.

Recordó con dolor como el rubio traiciono a Shibusen perdiéndose en la locura, la ardua devoción que le tenía a aquel que había puesto el mundo patas arriba, el que colaboro con Noah en su secuestro y después simplemente desapareció, jamás nadie, ni siquiera el desde que acabo la batalla contra el Kishin supo de su paradero. No pudo evitar dejar salir un sollozo y las lágrimas empezaron a bajar de sus ámbar ojos, sintió que alguien, una mujer le abrazaba consolándole e intentaba calmarle.

– Ojala pudiera cambiar lo que paso Liz… –Oculto su rostro en el hombro de su fiel amiga y compañera.

– Lo sé pero ya nada se puede hacer, el destino ya tenía preparado esto –La rubia acaricio el cabello de su técnico y lo cargo para llevárselo a casa.

– Lo siento por todo esto, de verdad… –Se dejó llevar.

– No te preocupes, vamos a casa que Patty nos espera para la cena –Palmeo aun cargándole, la espalda con suavidad.

Finalmente llegaron a la gran mansión, Patty los recibió con una gran sonrisa y les animo a ir primero a comer para luego meterse a la ducha. Kid probo bocado de lo que había preparado Patty, sus ojos brillaron ante lo que su compañera había preparado y continuo comiendo junto con ellas animadamente alejando aquellos dolorosos recuerdos del rubio, como compensación se ofreció a lavar los platos junto con los cubiertos y los vasos pero Liz le detuvo haciéndole saber que tenía que descansar ya que últimamente había estado trabajando mucho y casi nunca se detenía a tomarse un descanso, suspiro pues era verdad, acepto a duras penas y se fue a darse una ducha, tomo su toalla y se metió al baño, se quitó la ropa para luego abrir la manilla de la bañera para llenarla con agua. Se metió en la bañera para luego recargar su cabeza contra el borde dejándose nuevamente perder en aquellos recuerdos sobre Justin, en aquellos recuerdos felices.

Sonreía sin darse cuanta conforme pasaba cada recuerdo, recordó cuando se vieron por primera vez, fue cuando él se dirigía a la Death Room a ver a su padre ya que este había prometido pasar todo el día con el como compensación por haberle descuidado, por el pasillo absorbido por sus pensamientos choco contra el alguien cayendo al suelo, se sobo la frente y ese alguien le ayudo a levantarse, le agradeció pero luego le miro quedando sorprendido, ese alguien no era nadie más que un joven Justin Law el deducía que para ese entonces el rubio tendría unos 11 o 12 años de edad mientras él tenía 6 años.

– Oh, lo lamento mucho no me fije por donde iba. ¡Lo siento! –Se disculpó el pequeño Shinigami.

– ¡No, yo soy el que se debe disculpar! Estaba escuchando m… ¿Eh? –Justin se le quedo mirando bastante sorprendido.

– ¿S-Sucede algo? –Se asustó al ver que el rubio no respondía, estuvo a punto de llamar a Spirit hasta que noto que reaccionaba.

– Oh… ¡Pero que honor tan grande es de conocerle! ¡Usted debe ser el hijo de Lord Shinigami! ¡Un gusto, Justin Law, a su servicio! –Noto aquella sonrisa sincera y alegre a la vez que miraba la reverencia que le hacía, sonrió un poco.

– E-El gusto es mío, Death The Kid. No es necesaria la reverencia –Negó con un cabeceo.


Finalmente se hicieron amigos aquel día, ya no se sentía tan solo y por primera vez en su vida tuvo un amigo, solían verse cuando Justin terminaba alguna que otra misión y cuando el terminaba de tener sus cortas horas con su padre. Sin embargo otro recuerdo apareció en su mente, cuando cumplió los 10 años decidió que era hora de empezar a entrenar para ser fuerte, se entrenó en la lucha cuerpo a cuerpo siendo vigilado por el compañero de su padre, Spirit. Durante uno de los días de entrenamiento, Justin le dio una visita inesperada, y pensó que tal vez fue ese el día en que se empezó a enamorar de él.

Otro recuerdo, cuando el rubio regreso a Shibusen por el motivo de la liberación del Kishin a causa de Medusa y sus ayudantes, lo primero que hizo cuando se enteró de su regreso fue directamente a verlo pues había pasado ya un tiempo de no verse, respiro agitadamente sosteniéndose de sus rodillas ya que había estado corriendo y subiendo apresuradamente las escaleras de lugar para llegar lo más pronto posible y levanto la vista, sus orbes ámbar brillaron con intensidad al verlo salir del Shibusen con los ojos cerrados y sosteniendo el aparato donde estaban conectados sus auriculares, tuvo que hacer un mero esfuerzo por disipar aquel sonrojo.

– ¡Justin! –Le llamo a pesar de que este tuviera los auriculares puestos.

– ¿Uh? –El de ojos color azul mar levanto la vista y se topó con el joven Shinigami– ¡Oh, Kid-kun! –Sonrió con amplitud al verle y fue hacia el para después darle un abrazo– Ha pasado mucho tiempo ~

–S-Si, mucho tiempo. Me alegra verte de nuevo por estos lares –Correspondió al abrazo algo ruborizado y palmeo con suavidad su espalda.

– Lo mismo digo Kid-kun ~ –Sintió como Justin revolvía su cabello para después dejarlo como estaba antes.


Esa vez pasearon durante todo el día hasta la noche entre plática y plática, habían ido a una cafetería, a entrenar un poco, luego a pasear mientras tomaban un helado, sonrió con nostalgia y tristeza a la vez mientras se terminaba de bañar. Salió de la bañera y se secó para después secarse bien el cabello, noto que Liz o Patty le había dejado el pijama y un bóxer ordenado simétricamente en el wáter, se vistió, estiro la toalla en una parte del baño para que se secara y después salió para irse a su habitación.

Finalmente llego a su cuarto, cerró la puerta y apago la luz bastante agotado a pesar de que había descansado un poco, se dejó caer en su cama mirando fijamente el techo, dedico un último pensamiento a su adorado pero a la vez amado, Justin Law, cerro sus ojos para después quedar dormido.

Una figura entro a la habitación, con cuidado pero sigiloso camino hasta la cama donde Death The Kid dormitaba y aparto unos cuantos mechones de la angelical cara del Shinigami, la figura sonrió con ternura y se quitó la capucha dejando ver aquel cabello rubio y sus brillantes ojos azules, Justin acaricio la mejilla de Kid con suavidad y con cuidado para no despertarle, deposito un suave, tierno pero a la vez lleno de amor en los labios del pelinegro.

– Descansa Kid-kun… –Sonrió triste y dejo caer una lágrima en la mejilla del pelinegro para después marcharse sigiloso como siempre, agradecía que Stein y Marie no le hubiesen dicho nada al Shinigami de que estaba vivo porque era mejor que siguiera muerto para Kid que vivo.

Notas finales:

Espero les haya gustado, la verdad es el primer fanfic que hago y espero les haya gustado, mi espera leer sus Reviews ;w;

Hasta luego~


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