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Efectos Secundarios por Leana

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Notas del capitulo:

Cumplí! Así que aquí les traigo el primer capítulo de este fic! :DD

Locuras, enredos y cosas que no estaban previstas…

 

 

Capítulo 1

 

 

 

 

La mujer de lentes sonríe mientras observa el líquido en la pipeta, tiene un color lila negruzco y contiene el poder en que la chica ha estado trabajando los últimos 8 meses.

Hanji escucha desde el pasillo la voz de Irvin cuando llama a Armin a su despacho, seguramente para hablar de las nuevas tácticas que usarán para iniciar las excursiones con el fin de afianzar la futura repoblación. Ella sale a la carrera, con 5 botellitas en la mano y entra al despacho del rubio mientras éste se sienta dejando un montón de papeles en el escritorio.

— ¿Qué sucede, Hanji? —pregunta el hombre de ojos celestes con voz calmada.

— ¿Recuerdas el experimento en el que eh estado trabajando últimamente? —dice la chica con esa sonrisa que hace estremecer al mayor, clara señal de que algo se trae.

— Aaah —suspira Irvin masajeando el puente de su nariz—. Aún estas con eso de dar sentidos de animales a los soldados ¿no?

— ¡Imagínalo! –Exclama ella dejando las botellas sobre el escritorio del rubio para levantar los brazos con emoción—. Tener la vista de un halcón, el olfato de un perro, la fuerza de un rinoceronte...

— Hanji...

— ¡Seríamos aún más perfectos, Irvin!

— De acuerdo, te escucharé –dice el hombre alzando las cejas con rendición.

Irvin conoce a la chica desde hace tantos años y han vivido muchas cosas juntos. Por ello, sabe que cuando a la castaña se le cruza una idea por delante, es mejor escucharla para frenarla de inmediato, que esperar a ver los resultados.

— ¿De qué trata?

— Escucha —comienza Hanji con los ojos brillantes de excitación—. Ésta botella tiene genes de gato, perfectamente mutados y listos para adaptarse al cuerpo humano. El de acá es de un can, un zorro y un conejo. Ya sabes que dentro de los muros no se pueden conseguir otros ejemplares...

— Óyeme bien, Zoe —la interrumpe Irvin con el semblante serio—, me encanta tu punto de vista sobre los sentidos de estos animales y lo que pueden hacer por nosotros, pero no te dejaré usarlo en humanos. —Nota que la chica comenzará a rechistar—. No por ahora, lo primordial es arreglar todo para cuando comiencen las expediciones.

Irvin toma unos documentos que están sobre su escritorio, en los que debe revisar los últimos detalles para comenzar las expediciones al mundo exterior y así poder comenzar a repoblar nuevamente.

— ¡Pero Irvin! —Exclama ella con un puchero—. Aún quedan tres meses para eso, y bueno, solo necesitaría a voluntarios…

— Que no, Hanji —repite el hombre levantándose cuando Armin se asoma por la puerta–. Pasa Arlert. Lo siento Zoe, pero seguiremos esta conversación mañana.

La chica de ojos café rojizos se levanta con un mohín, tomando las botellas y pasando junto a Armin, que le sonríe mientras pasa. Cuando sale siente la garganta seca por la repentina sed, después de haber hablado tanto con el Líder de la Legión y por la euforia de su decisión. Se dirige a la cocina haciendo una mueca de frustración, adora a Irvin pero cuando él le da una negativa se siente como una pequeña niña regañada por su padre.

Hanjie suelta un suspiro mientras deja las botellas de colores sobre la mesa y se sirve un poco de agua en un vaso. Se ha esforzado tanto en éstas pociones que ahora deberá guardar en su estantería para cuando Smith le dé permiso de experimentar.

— ¡Señorita Hanji! —Exclama Connie entrando a la cocina de golpe—. ¡Sasha se comió una patata verde y está atorada!

La cara de desesperación del calvito hace que la mujer trague el agua de una sola vez y salga corriendo junto a él.

Christa ve a Hanji correr junto a su amigo, no le extraña esos comportamientos repentinos y extraños, por lo que sigue su camino hacia la cocina. La rubia ve unos frascos sobre la mesa y frunce el ceño algo confundida, entonces recuerda que la Señorita Hanji prepara jugos naturales con un montón de cosas nutritivas. Pero las botellas no le parecen apropiadas para guardar el jugo, así que decide vaciar el contenido en unos vasos, dejándolos listos para servir, y cuando está por terminar el chico entra por la puerta de golpe.

— ¡¡Christa!! —Exclama Conny con lágrimas en los ojos–. ¡Necesito un vaso de agua, ahora!

Ella se gira tomando llenando un vaso nuevo y sale a la carrera junto al chico, que desesperado no sabe qué hacer y todo gracias a su amiga fanática de las patatas.

 

 

 

 

Levi entra al cuartel junto a Eren y Jean, sudando y llenos de polvo por limpiar el ala derecha que antes no se ocupaba, para recibir a los nuevos reclutas que se unirán a las Tropas de Reconocimiento en unos meses más. El azabache de ojos grises se quita el pañuelo mientras entra a la cocina y ve los vasos sobre la mesa.

— Adoro cuando nos esperan con algo de beber —dice Jean con una sonrisa mientras toma un vaso y se lo bebe de un trago.

— Deberías tener algo de modales, pedazo de bruto —murmura Eren tomando otro vaso.

— ¡Cállate, imbécil! —Le responde con la mirada cargada de odio.

— ¿A quién le dices imbécil, cara de caballo?

— ¡¡Tú, maldito idi…!!

— Ya basta, no estoy en una guardería como para soportar los berrinches de un par de mocosos —los interrumpe Levi acercándose a la mesa.

Mientras el azabache toma un vaso y comienza a beber, Armin entra a la estancia con una sonrisa.

— Veo que ya terminaron —comenta acercándose a la mesa.

— ¿Estabas con el Líder de la Legión?

— Sí –contesta Armin tomando un vaso y bebiendo–. Estábamos terminando los detalles para la excursión.

— ¡¡NO MORIRÉ AÚN!!

Desde la puerta, Sasha entra corriendo a la cocina agitando los brazos con el rostro morado por la falta de aire. La chica tiene la intención de beber un poco del líquido, ya que cuando Christa le llevó un vaso, ella lo tiró con sus movimientos frenéticos. Con la poca delicadeza que la caracteriza, Sasha se resbala cayendo en la esquina de la mesa, donde se apoya volcándola, provocando que todo el líquido salpique cubriendo el piso y empapando a todos.

— ¡Sasha! —Conny corre hacia la chica con el jarro de agua entre las manos y la ayuda a beber. Después de toser un buen rato, ella vuelve a respirar agitada.

— Limpiarás este desorden, niña –ordena Levi con el ceño fruncido, observando su ropa mojada y girándose para salir de ahí.

 

Todos salen del lugar con el fin de cambiarse de ropa. Conny, Christa y Sasha comienzan a limpiar antes de que vuelva el capitán. De la nada el chico se hecha a reír recordando el rostro medio morado de su amiga, ganándose más carcajadas por parte de las dos chicas.

Ya pasado el revuelo, Christa se queda para comenzar a preparar el almuerzo, cuando Hanjie vuelve a la cocina en busca de sus botellas. Gira por el pasillo y entra al lugar, pero en la mesa no hay nada. Las busca con la mirada y las ve sobre la mesa, pero están totalmente vacías.

Mierda. Mierda. Mierda.

La mujer siente que el alma se le va a los pies, avanza para tomarlas y no queda una gota de la sustancia que había allí hace un rato. Hanji escucha un sonido y se gira viendo a Christa tomar algunas verduras.

— Buenas tardes, señorita Zoe —saluda la rubia acercándose con unas patatas peladas en una fuente.

— Christa ¿Tú sabes que paso con éstas botellas? —Pregunta con voz temblorosa.

— ¿Los jugos extraños que usted prepara?

— ¿Jugos? –repite la castaña frunciendo el ceño.

— Sí, cuando me las acerqué olían dulce, así que creí que serían sus jugos con vitaminas y esas cosas —explica ella tomando una papa para picarla-. Aproveché de repartirlas en vaso para que todos bebieran, pero Sasha cayó contra la mesa y se derramó todo…

— ¡¿Qué?!

— ... —Christa da un respingo ante la exclamación de Hanji—. Lo siento, no sabía que no debía repartirlas.

— Christa, esto es importante —le dice tomándola por los hombros, suave pero con las manos tensas en el agarre—. ¿Quién lo bebió?

— Creo que Eren, el Capitán Levi y Jean —le contesta la chica muy confundida por la reacción de la científica.

Ahora sí Hanji está en problemas. La mujer suelta a Christa con cuidado y se sienta de golpe sobre una silla. Se lleva la mano a la frente “- Será mejor que no diga nada por ahora –piensa Hanji mordiéndose el labio-. Porque si no me mata Irvin, de todos modos lo hará Levi –“ La mujer golpea su frente contra la mesa mientras suelta un sollozo lastimero.

 

 

 

 

Levi avanza por el pasillo rumbo a su cuarto para cambiarse de ropa. De pronto una punzada en su cabeza que recorre su columna vertebral, lo obliga a apretar los dientes mientras se sujeta a la muralla en busca de apoyo.

— Mierda —gruñe entre dientes—. Eso dolió...

El Capitán abre los ojos y pestañea intentando recuperarse, con un bufido sigue avanzando a su cuarto y entra. Decide que será mejor darse una ducha, por si de esa manera deja de dolerle la cabeza. Toma sus ropas y se mete al cuarto de baño de su habitación, donde el agua fría reposa en un estanque que deja caer el líquido cuando se tira de una cadena. Se desviste con lentitud y se mete bajo el chorro de agua que cae por la abertura. La sensación del agua limpia cayendo por su sudada piel es deliciosa.

Una vez listo, sale hacia el corredor rumbo al despacho de Irvin para ponerse de acuerdo con los últimos detalles de las expediciones al exterior, que comenzarán dentro de pocos días.

 

 

 

 

Irvin observa al menor frunciendo el ceño levemente mientras éste mira concentrado los mapas sobre el escritorio. Armin se lleva la mano al mentón y alza uno de los papeles, haciendo una mueca extraña de concentración, la cual se le antoja muy dulce a Irvin.

— Líder de la Legión —le habla el rubio volteando la hoja—, creo que deberíamos comenzar por los territorios ya recorridos en la última expedición, puesto que es más seguro que no nos topemos con titanes, así evitaremos muchas pérdidas en caso de que estén allí.

— Tienes razón, Armin —concuerda Irvin con una sonrisa—. Entonces deberíamos cambiar la formación para cubrir más territorio de una sola vez...

— ¡Ah! —Se queja el rubio interrumpiendo al mayor.

— ¿Pasa algo? — Pregunta Irvin frunciendo el ceño con preocupación.

— Me ha dado una punzada en la cabeza —solloza el chico con ambas manos entre su cabello–. Dolió mucho…

— Deberíamos ir con Hanji —le dice clavando sus ojos celestes en él, para luego levantarse y rodear el escritorio rumbo a la puerta.

Armin asiente y lo sigue, pero cuando da unos pasos la punzada se vuelve aún más fuerte, azotando cada fibra de su cuerpo y se tambalea hacia delante. Irvin alcanza a sostenerlo antes de que caiga y él se aferra a los brazos del mayor con las lágrimas cayendo por sus ojos.

— Du-duele —murmura Armin entre dientes.

Irvin no lo piensa dos veces y toma al chico en brazos sintiendo la preocupación apretando su pecho. Sale a paso rápido camino a la enfermería. En el pasillo se topa con Sasha que se queda viéndolo.

— Dile a Hanji que venga a la enfermería urgentemente —ordena el Líder.

— ¡Sí, Señor! —Exclama la chica comenzando a correr.

El hombre entra a la estancia blanca y con mucho olor a desinfectante. Camina hasta una camilla y deja al menor con cuidado, pero nota que Armin ya ha perdido el conocimiento. Toca su frente y el rubio arde. Hanji entra corriendo al cuarto y se acerca al muchacho.

— ¿Qué sucedió?

— No lo sé Hanji, de pronto Armin se quejó que le dolía la cabeza y se desmayó camino acá –responde Irvin tragando en seco.

La castaña se tensa, Armin quizás bebió del experimento. El miedo y la culpabilidad se deslizan por su columna vertebral, respira profundo para calmarse, ahora no es momento de sentirse mal. Se levanta y camina a la estantería tomando algunos medicamentos para bajar la fiebre y estabilizarlo.

De pronto entra Mikasa con Eren al hombro, mira a la mujer con un semblante de clara preocupación y Hanji le señala que lo recueste en la camilla contigua.

— ¡Señorita Hanji! —Exclama Marco sosteniendo a Jean mientras entra.

— ¡En la camilla del costado! —Le indica la mujer acudiendo a Eren—. Mikasa, necesito que me ayudes...

— Hanji... —susurra un azabache sosteniéndose en el marco de la puerta, sin dejar de temblar.

— ¡Levi! —Exclama la de lentes volteándose hacia el chico de pecas.

— Marco, por favor ayúdalo.

— ¡Sí!

El azabache se acera a Levi, que apenas puede mantenerse de pie. Marco murmura un "permiso" mientras pasa su brazo bajo los del mayor y lo apoya en si para guiarlo hasta una camilla vacía.

Hanji toma los medicamentos sacando dosis con la jeringa y le pide a Mikasa y a Marco que la ayuden a asistir a los afectados mientras Christa se les une.

Esto la mujer definitivamente no se lo esperaba y ahora… piensa lo peor.

 

 

Notas finales:

 

¿Qué efectos tendrá en ellos esta poción?

 

Esperemos que nada grave *-*

Se esperan sus ideas y predicciones. Además de sus lindos reviews~ Que siempre son los que me motiva a seguir subiendo mis babosadas xD

 

Saludos y besos pegosos~


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