Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

If you seek him por Yae

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Enjoy!

 

 

 

 

 

Era un adulto completamente funcional bordeando los treinta años, había tenido muy pocas relaciones sentimentales estables con mujeres… y hace un par de años decidió abrirse a otras posibilidades  y tal vez reducir sus expectativas.

La historia no cambio mucho, solo un par de veces se había preguntado cual podría ser el problema, era atractivo, solvente e interesante, pero nada más pasar unos meses terminaban  botándolo o el terminaba aburriéndose de su pareja sin razón aparente.

“Podrías buscar un consejero o algo así, Itachi.”

No iba a hacerlo, aún era joven como para que su reloj biológico le exigiera una relación estable si no es que descendencia, no pedía mucho… salvo fidelidad y ligero atractivo de algún tipo.

Hace exactamente dos meses llevaba saliendo con alguien menor por seis años, al principio la idea no le gusto… pero se recordó que podía reducir un poco más sus expectativas…

Desde luego que Uchiha Itachi no estaba desesperado ni nada que se le pareciera, es solo que él le resultaba interesante o eso creyó.

Él era Menma Uzumaki de apariencia bastante atractiva y personalidad hasta algo osca pero sin duda había algo que le resultaba interesante… “o eso creyó”. Su cita era a las ocho de la noche pero Menma por ningún lugar apareció, bebió un par de copas en tanto esperaba y a riesgo de parecer estúpido le llamo…

No se sorprendió… estaba apagado. Suspiro resignado, otra vez pasaba lo mismo. Bebió otra copa más, que más daba ya mañana habría alguien acosándolo e invitándolo a salir como siempre sucedía, aunque estaba considerando seriamente la idea de tomarse un tiempo fuera… olvidarse de las salidas y lo demás. Bebió un poco más hasta que apareció.

- ¿Qui-quieres compañía? ¡Hip! – con una sonrisa estúpida y apenas de pie llego indudablemente tarde.

Lo primero que le llamo la atención fue su cabello, se lo había pintado, el rubio no le quedaba mal pero no era de su preferencia, ya se lo diría después. Aunque nunca lo admitiría estaba aliviado porque hubiese llegado, esa noche Menma lucia más relajado y abierto.

La boba sonrisa que no paraba de esbozar no la había visto antes, le gustaba… luego seguro que podrían intimar mucho más y no se equivocó, pese a que la posición que ocupo no le agradó mucho le resulto de lo más placentero al culminar.

 

 

Cuando despertó y se dio cuenta de que aquel con quien había compartido la cama no era su novio entro en pánico, salió de ese departamento tan rápido como sus piernas se lo permitieron, un doppelganger* fue lo único que se le vino a la mente, eso no debía ser un buen augurio para nadie.

Cuando se encontró con el auténtico Menma la escueta disculpa de este le fue suficiente para que la teoría de Itachi permaneciera rondando en su mente como un ratón en una bodega abandonada. No se consideraba supersticioso ni creyente, pero por alguna razón no se atrevió a preguntarle si es que tenía algún gemelo malvado andando por ahí…

Y de eso se trataba exactamente.

La noche en que su novio lo invito a cenar con sus padres conoció al gemelo malvado con el cual hace unas semanas se había acostado.

- ¿No se van a saludar? – Menma los analizo con cuidado cuando los presento, pese a que ya se conocieran. Itachi se dio el lujo de sentirse estúpido por unos segundos - ¿Se conocen? – evidentemente no era un doppelganger pero hubiese preferido que si lo sea.

No solo fue lo incomodas que resultaron las preguntas que Minato y Kushina le lanzaron, era el hecho de que Naruto “el gemelo malvado” no le quitaba los ojos de encima, de modo descarado durante toda la cena le clavó la mirada azul tan parecida a la de Menma.

 

- Así que de eso se trataba – una vez que quedaron solos en la sala Naruto no perdió oportunidad para acercarse demasiado – sales con el bastardo de Menma.

No tenía que ser un genio para deducir que ambos hermanos no se llevaban bien, no le perdió detalle esperando a que su novio regresara con sus padres que de seguro estarían llenándole la cabeza sobre lo incorrecta y mal vista que sería su relación.

- ¿No prefieres salir conmigo?

No se esperaba aquella propuesta y no le causo ni un ápice de gracia – No. – Así que fue sincero.

-De acuerdo, pero esa noche no te quejaste incluso me atrevo a pensar que querías mas.

Rodó los ojos sin prestarle mucha atención, luego de ese incidente no pudo evitar comparar a Menma con su doble andante cuando estaban en la cama.

- ¿Qué es lo que realmente quieres? – se aventuró a preguntar intuyendo la respuesta.

- Nada – el rubio cruzo los brazos tras la nuca de modo despreocupado – allá tú si lo prefieres a él, no voy a decirle nada,  pero no vas a negar que nos divertimos – se acercó más casi yéndosele encima – y yo que me estaba torturando porque eres un hombre, pesándolo bien no sería tan malo – apoyo las manos en el respaldo del sofá para acorralarlo – si quieres podemos ser amigos.

La idea no le pareció tan descabellada y puede que hubiese contestado “tal vez” pero claramente el carraspear de su novio los interrumpió.

- Era evidente que ya se conocían, me gustaría saber de dónde.

- No te interesa – Naruto se levantó como un resorte dedicándole una mirada mortal a su hermano – espero que esta vez no vayas a botarlo cuando te aburras. – con aquel desalentador pronostico se dirigió a la cocina.

- ¡Naru-chan! – su madre le reprendió yendo tras él.

- ¿Sucedió algo? – Minato parecía el más ajeno a todo ese asunto.

- No, ya nos vamos.

Menma apenas logro sujetarlo del brazo con fuerza para sacarlo de la casa de sus padres. Hace poco se había dado cuenta que su novio era bastante celoso y posesivo, no le pareció malo considerando que siempre mantenía la compostura o al menos casi siempre. En silencio durante el trayecto llegaron al departamento de Itachi.

-¡¿Se puede saber dónde se conocieron?!

- Fue la noche en que me dejaste plantado en el club – no tenía ánimos para una discusión, mañana temprano tenía una junta en su trabajo, se sirvió una copa de vino para dirigirse a su habitación, si Menma quería pleito con alguien que lo buscase en otro lado.

- Itachi.

Lo llamaron, una, dos, tres veces cada ocasión en un tono mayor, pero no respondió su novio bien podía irse y dejarlo solo. Se recostó en su mullida cama dejando la copa sobre el buró, no pasaron ni dos minutos y ya lo tenía sobre el besándole el cuello de modo brusco.

- Tengo trabajo mañana… - contuvo los vulgares gemidos que osaban querer brotar de sus labios – Menma … dejémoslo por hoy – lo aparto incorporándose en el acto.

- Con que no sea por Naruto me doy por complacido – se recostó dándole la espalda al mayor.

- Tu hermano no tiene nada que ver en esto – bufo algo cansado se acomodó a su lado viendo los negros cabellos de su novio actual. Era inevitable no compararlos, eran casi idénticos salvo el color de cabello, lo demás era completa duplicidad; su compleción, sus facciones y su estatura, Menma solo le llevaba unos cinco centímetros por ende Naruto también.

- No me sorprendería que quisiera meterte a su cama – hablo sin voltearse, Itachi se mordió los labios sin atreverse a corregirlo. – Esta resentido porque cada mujer que le ha interesado terminaba en mi cama.

Parecía divertido ante sus propios comentarios, pero Itachi no le hallaba gracia. – No soy una mujer.

- Con esa cara y ese cabello… - no completo su frase y girándose se subió sobre el otro sonriendo de modo sensual – vamos a divertirnos Itachi… solo abre las piernas para mí.

Oo0Oo0O0o

 

- El costo de la remodelación puede salir de la próxima exposición, claro dependiendo de lo que se venda podría demorar más.

Administrar una galería de arte junto a sus amigos fue mejor que quedarse en la compañía de su padre y recibir más de un comentario negativo por día, se fue de su casa a los dieciocho y su pequeño hermano de nombre Sasuke nunca le perdono el que lo dejara en esa casa, no podía llevarse a su hermano hasta que pudiese brindarle estabilidad pero cuando le ofreció que viviesen juntos su hermanito ya no quiso… pese a eso lo cuidaba entre las sombras tanto como podía y jamás se negaba cuando le pedía que se vieran.

- Itachi, la junta ya termino y parece que no escuchaste nada.

- Disculpa Konan, no dormí bien – salió de la sala de juntas para dirigirse a la máquina expendedora de café - ¿gustas?

Ella negó suavemente apoyándose a un lado de la máquina - ¿Otra arrebatadora noche de pasión? – sabía que estaba bromeando pero el tono que Konan usaba al hablar era tan serio que quien no la conociera bien no sabría identificar sus modos.

-No realmente – farfullo más para sí, ciertamente su novio no lo dejo dormir bien porque después de lo placentero del sexo se había empecinado en preguntarle más de una vez sobre Naruto.

- Menma no me agrada, en las últimas semanas te llama en horas de trabajo y tiene la idea de que yo estoy interesada en ti.

Era exactamente como sonaba; a Konan no le agrada Menma así de fácil, no trataba de convencerlo de nada solo le expresaba su sentir.

- Le diré que estas embarazada y asunto arreglado.

La risa de la chica le pareció encantadora por unos segundos. – Déjalo así, no vaya a creer que es tuyo, tendrías a Yahiko agarrándose a golpes con tu novio.

- ¿Recuerdas lo del… doble? – tenía que hablar con alguien de ese asunto aunque jamás gusto de ventilar sus intimidades Konan era muy discreta, ya le había comentado lo del incidente después del club aquella noche.

- ¿El irresistible rubio que ocasiono que faltaras al trabajo por primera vez? ¿Es real?

- Son gemelos, lo conocí anoche… lo volví a ver anoche, su nombre es Naruto.

- Ya esperaba algo así, era lo más creíble… ¿te dijo algo?

- Nada relevante – bebió el café tratando de espabilarse –el clásico complejo de rivalidad entre hermanos.

- Está interesado en ti – aseguro buscando entre sus bolsillos algo que picar – no lo culpo, luego de esa noche seguro que quedo intrigado – se puso a comer la pequeña barra de chocolate que hallo.

- No lo creo.

- Tu nunca crees nada que tenga que ver con los sentimientos, por eso te sugerí que buscaras un consejero. No creo que tener a dos hermanos detrás de uno sea tan malo, al fin y al cabo son gemelos.

Arqueó una ceja ante la insinuación, su celular vibro en el interior de uno de sus bolsillos.

- Es el ¿verdad? – sin esperar a que contestara ella lo dejo solo – hablaremos después.

Inspiro hondo, Menma se estaba comportando de modo inusual eso era verdad, pero Itachi no quería arriesgarse a aburrirse de él así que apago su móvil.

Debido a que su automóvil se hallaba en el mecánico tuvo que caminar para regresar a su departamento, ya daban más de las seis de la tarde y un frio viento se había hecho presente anunciando que seguro se pondría a nevar en cualquier momento. Sus pasos lo llevaron por una de tantas plazas en la ciudad, pasando por una banca se detuvo sin mirar a quien se hallaba sentado en ella.

- El gran karma tuvo que ponerte en mi camino – de lo más animado Naruto lo miro de pies a cabeza.

- No lo creo – bufo cansado sentándose por inercia a su lado.

- Claro que sí, cuando te buscaba no podía encontrarte y ahora que decidí que lo mejor era ya no verte, apareces como por arte de magia – sonreía con bastante facilidad – pero debo ser sincero, realmente no le voy a esto.

- Ya lo dijiste esa vez.

- Es que eso creía, no me gustan los hombres pero… y nada quiero que salgamos alguna vez… - parecía algo dudoso.

- Definitivamente no es una buena idea – una ligera sonrisa asomo en sus labios a la vez que se ponía de pie.

- ¡Si quieres como amigos! Digo. – que frunciera el entrecejo basto para que el rubio se excusara torpemente, si salían estrictamente iba a ser como amigos. – Te invito una copa.

- Esa ocasión dijiste que “no le ibas a esto” – hizo ligero énfasis en la última frase – y yo te dije que lo olvidaras, que eso nunca pasó.

- Menma nunca se ha interesado sinceramente por alguien. – si quería que aceptara la invitación iba por muy mal camino.

- Eso solo nos concierne a tu hermano y a mí.

- Puede ser, pero al menos dame tu número de móvil, así podré llamarte y saber que todo va en orden entre ustedes – como niño se le arrimo para olfatearlo como una especie de perro.

- ¿Estas oliéndome? – retrocedió al sentir tremenda invasión a su persona y más cuando el rubio se le acerco más tentando su suerte abrazándolo en el acto. Abrió un poco más los ojos ante el contacto que claramente lo sorprendió.

- Hueles bien – farfullo a su oído logrando un leve escalofrió en el pelinegro.

Con una mueca infantil se alejó sujetando el celular de Itachi quien se sintió burlado del modo menos esperado, no creyó que el otro tuviese costumbres cleptómanas tan bien desarrolladas.

- Devuélvemelo – ordeno ya algo molesto la ligera simpatía que sentía hacia Naruto parecía peligrar.

- Solo quiero tu número – llamo a su móvil desde el del pelinegro – no es para tanto, algún día podríamos ser familia.

Mas irritado le arrebato su celular en cuanto el rubio se descuidó. – No te atrevas a llamarme porque ten la seguridad que no voy a contestarte.

- No te llamare si aceptas que te compre algo, ¿una limonada? ¿un café? – fue tras el cuándo Itachi se empezó a alejar.

- ¿Para qué entres en pánico como un colegial de nuevo? – bajo hacia la estación del subterráneo siendo aún seguido.

- Ya lo sé, sé que actué como un niño, ya me torture con el hecho de que seas un hombre desde esa noche, no necesitas reforzar mi agonía. Quiero disculparme si tu…

- Disculpa aceptada, ahora deja de seguirme – se detuvo esperando a que el metro no demorase en llegar.

- ¡Déjame terminar dattebayo!

Al oír como terminaba esa frase volteo a verlo con una ceja levantada.

- ¡No me mires así! – se cruzó de brazos algo avergonzado – a veces se me escapa, no puedo evitarlo.

- Ve a casa Naruto – otra nimia sonrisa se dibujaba en su rostro sin querer – a ninguno de los dos nos gustara como termina esta historia así que dejémoslo así.

- Pero si me costó horrores convencerme de que no es tan malo que ambos seamos hombres las chicas con las que salí últimamente solo me trajeron problemas – se rasco la cabeza en un gesto despreocupado – tienes bonito cabello.

- Adiós Naruto – se despidió mientras el sonido del tren aproximándose para luego detenerse fue lo único que se escuchó, las puertas se oyeron y las personas ingresaron y con ellas Itachi que se volteó para sonreírle por última vez…

 

“O eso creyó”

 

 

Naruto había cumplido su palabra y no lo había llamado en ningún momento, eso le resulto hasta curioso por el interés que el rubio había demostrado, tal vez tan solo fue su imaginación. Tal vez solo creyó que ese interés era halagador, con cientos de admiradoras y admiradores, alguien como Naruto interesado en su persona le resultaba tan interesante como cuando Menma lo invito por primera vez.

Jugueteaba con su móvil en manos releyendo la pantalla con el número de móvil de Naruto y “Gemelo malvado” como etiqueta de nombre, si no iba a contestarle debía saber a qué número.

Un pánfilo suspiro huyo de sus labios, estaba cansado y las cosas con Menma se estaban tornando agotadoras, él lo llamaba y lo buscaba más de lo habitual y siempre parecía tener muy mal humor… estuvo tentado a marcarle a Naruto… pero sin estar seguro de que le diría una vez le contestara.

- Solo tienes que apretar este botón.

Se sobresaltó en el acto cuando unos de sus amigos de nombre Deidara de quien no noto su presencia apretó el botoncillo de “send” sin su autorización.

Alarmado se levantó de la silla donde había estado sentado hace segundos, sin estar seguro de si arrojar su celular por la ventana o esconderlo en alguno de los cajones del escritorio.

- Ni que utilizar un móvil fuese tan complicado – Deidara de cabellos largos y rubios suspiro curioso al ver al pelinegro consternado logrando apenas cortar la llamada luego de un par de “beeps”

Molesto y antes de que Itachi pudiese reclamarle su osadía por la abierta puerta de la oficina aparecieron Konan y un hombre no tan mayor de enrulados cabellos rojos y mirada serena.

- Deidara, con que aquí estabas – hablo la mujer – ve con Sasori las esculturas necesitan retoques y afinar detalles antes de la exposición. ¿Pasa algo? – intrigada observo la curiosa escena.

- Hump solo le enseñaba como utilizar su celular – sonrió entretenido ante la mirada fulminante que Itachi le dedicaba. – Y mi arte no necesita retoques ni mucho menos pulir detalles hump.

Salió por la puerta junto al pelirrojo quejándose de que no apreciaban su arte y recibiendo respuestas por parte de Sasori que solo le daban por su lado en simples “sí, sí.”

- ¿Estas bien?

- Si – algo acongojado Itachi revisaba el mensaje de texto que acaba de llegarle.

“Ya sabía que me llamarías, yo estoy bien ¿y tú?”

- No lo pareces – la chica se acercó tratando de indagar en lo ajeno - ¿es Menma?

Negó con entusiasmo guardando su móvil sin responder el mensaje.

- Bueno de seguro no tarda en llamar casi siempre lo hace en la tarde – dio un suspiro – si terminas con Menma y sales con Naruto no sería ni escandaloso ni nada parecido.

- ¿De qué hablas? – falsamente ofendido la miro sin demostrar que esas palabras habían tenido efecto.

- Vamos, no me mires como si jamás hubieras pensado en esa posibilidad porque estoy segura de que no es así.

- A mí no me interesa Naruto.

- Y a mí no me interesaba Yahiko pero ya ves, ustedes ya dieron un paso importante en una relación así que lo demás seria mucho más divertido. Por Menma no deberías preocuparte no es malo cambiar de opinión – sonrió tan solo un poco para buscar algunos papeles sobre el escritorio.

- Menma no entendería – se aventuró a decir, de todos modos salir con Naruto no era una buena idea.

- “Menma” – con el ademan de comillas hecho con los dedos se aclaró la garganta – te está controlando tanto que pareciese que duda de tu fidelidad y ya sabes lo que dicen los dichos populares.

No pudo evitar la pequeña y elegante risa que broto de sus labios curvándolos de ese modo, la idea le pareció graciosa Menma no podía estarlo engañando.

- Pero dejemos los chismes de amor para después ahora tenemos que trabajar.

- Konan – de nuevo por la puerta Sasori se asomó – el cabello de Deidara volvió a atorarse en el sacapuntas – informo de lo más calmado.

- Yo me encargo – sin pensarlo dos veces ellas saco de un cajón del escritorio un par de tijeras – hablamos después Itachi – y salió junto a Sasori para socorrer a su compañero.

Y la imagen de una vieja escena de “Los tres chiflados” siendo protagonizada por sus amigos asomo por un fugaz instante en su mente.

 

ºººººººº

 

A eso de las siete de la noche siempre se disponía a preparar una ligera cena, algo de verduras y carne parecían una buena opción aquel día. Luego del incidente del mensaje recibió un par más que no se atrevió a contestar ni siquiera a leer, casi inmediatamente después su novio le llamo con insistencia, aburrido al extremo decidió apagar su incordioso celular para poder trabajar el resto de la tarde.

Ahora estaba algo más relajado pero los golpes en su puerta interrumpieron su ritual alimenticio y al abrirla ni se inmuto al ver a Menma ahí parado. - ¿Pasa algo? – fue su escueto recibimiento.

- Todo el día – el otro ingreso al departamento sin ser invitado y apartando a Itachi sin delicadeza – te llame todo el día y no contestaste ni una sola vez ¡incluso apagaste tu maldito celular!

Mientras escuchaba esos reclamos  pudo percibir el ligero olor a brandy en el aliento del otro.

- ¡¿Con quién estabas?!

- Estaba trabajando – sin mucho ánimo respiro hondo para volver a la cocina y continuar con lo que dejo pendiente.

- ¡No me mientas! – le grito sujetándolo de un brazo, pero soltándolo de inmediato como si se hubiese arrepentido – solo… solo quiero que todo vuelva a estar en orden, no quiero que me mientas.

No era buen momento pero algo le indicaba que Menma si le estaba ocultando algo – De acuerdo, ¿recuerdas la noche que no llegaste al club?, esa noche estaba bebiendo y me topé con tu hermano, no sabía que tuvieses un gemelo así que pensé eras tú.

Su novio pareció atar cabos sueltos casi tan rápido como Itachi lo hubiese hecho, su rostro no dibujo una expresión de sorpresa más parecía estar ofendido y realmente dolido.

- Entonces tu…

- Suena horrible, me acosté con Naruto – soltó esas palabras bastante rápido, tarde o temprano Menma iba a enterarse de aquel desliz y era mejor que fuese por su propia boca.

No hubo respuesta ni reacción en la próxima fracción de segundo, luego se vio empujado con fuerza contra la pared teniendo el furioso rostro de su novio a escasos centímetros del suyo.

- ¡¿Me crees idiota o qué?! ¡Ahora resulta que confundiste al imbécil de mi hermano conmigo y te acostaste con él! – estaba ofendido y tenía suficientes motivos para estarlo.

La presión con la que lo mantenía sujeto empezaba a resultar dolorosa pero mantuvo su rostro sereno, si quería arreglar las cosas y no echar por la borda esa relación debía pensar bien que decir. – Si eran gemelos al menos debiste decírmelo.

- De haber sabido que se revolcarían como animales en celo créeme que lo hubiese hecho – afilo la mirada mostrando sus blancos dientes presionados entre sí, presa de la ira estampo su puño contra la pared como si hubiese deseado golpear el rostro ajeno evadiéndolo por milímetros – que se supone debo pensar de ti.

Itachi vio claramente como los nudillos adoloridos eran retirados de la algo estropeada pared y por unos instantes se sintió culpable aunque no tuviese la culpa realmente, no sabía que se trataba de Naruto y mucho menos que terminarían en la cama.

- Puedes pensar y decir lo que quieras de mí, de todos modos no estás viendo las cosas del mismo modo que yo.

- ¡Oh! – Menma se apartó de golpe con una expresión de sarcasmo – Lo único que veo es que es que todo está fuera de control y que Naruto está muerto – su fría amenaza fue lo último que pronuncio para salir del lugar con lo restante de su dignidad.

Estaba algo confundido aun con su privilegiada mente no pudo entender del todo lo último que dijo, “tal vez debería advertirle a Naruto” pensó pero por alguna extraña razón no lo hizo.

 

Debió haberlo imaginado esa misma noche a eso de las dos de la madrugada recibió una llamada por parte de Minato Namikaze sin saber cómo había obtenido su número de teléfono, se preocupó al pensar que Menma hubiese hecho alguna locura… pero se preocupó aún más al saber que Naruto estaba en el hospital.

Desarreglado y vestido con lo primero que encontró llego al hospital buscando de inmediato al padre del rubio.

- No tenías que venir, solo quería saber si Menma te llamo o algo, no lo encontramos. – Minato le miro extrañado al verlo llegar en quince minutos desde su llamada.

- ¿Cómo está? ¿Qué paso? – ignoró por completo el comentario anterior.

- Nada muy grave por suerte – el hombre arqueó una ceja más confundido – puedes ir a verlo está en el cuarto 104 del segundo piso.

Sin decir más Itachi se dirigió al lugar mencionado, al parecer Menma si había cometido una estupidez, la paranoica idea de que tal vez pudo intentar atropellar a su hermano surco su imaginación, sería tan malo como el argumento de alguna novela barata. Se detuvo al llegar y tocar con suavidad la puerta.

- Adelante – le hablaron desde dentro y con cuidado abrió la puerta. Dentro una radiante sonrisa le esperaba, radiante y magullada sonrisa – no creí que vendrías, mi mamá acaba de irse ¿no te encontraste con ella?

Negó suavemente acercándose para sentarse en la silla que estaba cerca de la cama, por lo que podía apreciar Naruto no tenía más que algunas magulladuras, golpes y raspones. - ¿Qué paso?

- Menma – rio divertido como si no fuese grave lo que había acontecido – pero él está peor.

- Tu estas en una cama de hospital – enarcó una ceja mucho más tranquilo.

- Si pero no porque me dejara inconsciente a golpes veras… - se rasco el mentón como si estuviese pensando que decir – llego a casa de mis padres todo enojado y me grito por lo que paso entre tú y yo – su risa hizo eco en el lugar – hubieses visto la cara que tenía, creo que estaba más enojado porque creyó que al fin me había cobrado todas las que me hizo a porque me había acostado contigo.

Una extraña sonrisa apareció en el rostro de Itachi.

- Luego de gritar porque había ofendido su orgullo – volvió a reír por unos instantes sujetándose el estómago con una ligera mueca de dolor después – el me golpeo yo le devolví el golpe y así destrozamos muchas cosas en casa de mis padres. Hasta que mi papá nos separó.

- ¿Y cómo terminaste aquí?

- Porque el muy imbécil dijo que tú eras… como una fulana cualquiera que no valía la pena y que bien podía romperte la cara a ti también antes de que te quedaras conmigo, no iba a permitir que quisiera golpearte a ti.

- Puedo defenderme perfectamente – un pequeño nudo se instaló en su garganta.

- Ya lo sé, solo que en ese momento yo también estaba muy enojado y cuando él salió de la casa lo seguí para detenerlo y forcejeamos al cruzar la calle, creo que recibí un empujón, no lo recuerdo bien – arrugo el entrecejo cerrando los ojos como si pensara con mucho esfuerzo – pero creo que el automóvil paro a tiempo así que solo recibí un fuerte golpe.

Agotado inspiro con fuerza, solo había sido un accidente leve, no es que Menma haya enloquecido y quisiese matar a su hermano…  de todos modos solo llevaban saliendo algo más de dos meses.

- Te preocupaste por mi – Naruto satisfecho sonreía complacido en su actitud egocéntrica – ya sabía que no te era indiferente.

- No distorsiones las cosas -  Itachi se sobresaltó ante el comentario.

- ¿Ahora si me dejaras invitarte una copa? Indirectamente si estoy en esta cama de hospital es por ti. – de modo coqueto le sonrió.

- Pero tú no le vas a esto – le recordó con una sonrisa divertida.

- Corrección, no le iba a esto dattebayo.

Volvió a sonreír al escuchar el “dattebayo” – Tal vez, me lo pensare – concluyo poniéndose de pie para salir – sería bueno rellenar el silencio. – salió dejando algo confundido al rubio quien cuando cerró la puerta le grito “Llámame o yo te llamare”

 

ºººº

 

Curiosamente quien le llamo a los pocos días fue Menma.

- Por favor tenemos que hablar.

Era evidente que debían hacerlo así que acepto, como era sábado no tenía que trabajar pero como Menma si lo hacia lo cito en el despacho donde trabajaba, a eso de las diez de la mañana se dirigió encontrándose la recepción vacía, subió por las escaleras hasta el segundo piso de aquel pequeño edificio encontrándose con algunos empleados murmurando entre si y más al verle.

Decidió ignorarlos pero cuando se dispuso a tocar la puerta de la oficina de Menma se detuvo al escuchar gritos dentro.

¡¿Y tenías que escoger justo este maldito día para decírmelo?!

¡No estoy mintiendo!

¡No quieras verme la cara! ¡Mejor vete!

Y con aquel último grito la puerta se abrió de golpe e Itachi apenas se hizo a un lado cuando Menma salió empujando a una mujer que de inmediato reconoció como la recepcionista. Sus oscuros ojos de inmediato bajaron un poco topándose con la pequeña barriga abultada que asomaba en el uniforme de la chica que sollozaba quedito y de inmediato lo supo.

Menma hecho la cabeza para atrás maldiciendo entre dientes su mala suerte, la chica miro a Itachi con los ojos llenos de lágrimas e ignorando los murmullos que cada vez iban en aumento  se fue corriendo sin decir una palabra.

- Ha… hablemos dentro – tartamudeo regresando a la oficina esperando ser seguido.

Itachi lo medito, ahora entendía porque la chiquilla siempre que lo veía parecía avergonzada por algo, como si se sintiese culpable, no pudo notar su embarazo debido a que estando siempre tras la recepción no había manera de que lo supiese y aunque lo hubiese visto no le hubiese tomado atención. Soltando un pequeño jadeo también entro al despacho.

El rostro de Menma lucia los golpes y moretones que seguramente provoco su pelea con Naruto pero más allá de eso la expresión en su rostro fue lo que llamo la atención de Itachi… se veía culpable y tal vez hasta arrepentido.

- Antes de que digas algo… solo paso un par de veces…

- Entonces solo se acostaron un par de veces – Itachi  no parecía muy sorprendido pese a que lo dicho por Konan fuese verdad - ¿Cuánto lleva de embarazo?

- No lo sé… creo que algo más de tres meses ¡no tengo porque saberlo, ni siquiera sé si es mi hijo!

Menma estaba nervioso eso era evidente aunque por todos los medios intentaba relajarse, ahora todo su enfado para con Itachi carecía de validez si el mismo se había acostado con otra persona engañándolo no sería nada aceptable que le reclamase su infidelidad habiendo hecho ambos lo mismo.

- Por su expresión dudo que ella este mintiendo.

- Qué más da, no la quiero… me acosté con ella una vez antes de que tú y yo empezáramos a salir… luego…

- También mientras salíamos, supongo – respondió por el – dale una oportunidad si van a tener un hijo sería lo mejor.

- Así tu podrías darte una oportunidad con Naruto – hablo con sarcasmo claramente enfadado – y ya te dije que no sé si sea hijo mío.

- Hay maneras de comprobarlo – sonrió de modo disimulado, había sido divertido y no se arrepentía de haber salido con Menma, pero indudablemente si seguían juntos y como una vez le dijo a Naruto a ninguno le gustaría como acabara esta historia – adiós… - con su orgullo intacto prefirió irse de ese lugar.

- ¿Vas a dejarme solo así? ¿Es por ella?... yo te quiero a ti – por primera vez veía a Menma tan acongojado como un niño pequeño que ha hecho una terrible travesura y está en verdad arrepentido.

- Todo lo que es bueno, es bueno hasta que se estropea y ambos estropeamos esto.

Abrió la puerta y salió del lugar sintiendo indudablemente como un enorme peso le era retirado de los hombros, lo mejor ahora era tomarse un tiempo para sí mismo, iba a dejar las salidas y romances efímeros para después, el silencio incomodo que lo azolaría al llegar a su departamento como de costumbre ya no iba a perturbarlo.

Llego nuevamente a la recepción viendo como la muchacha lloraba siendo consolada por una amiga no pudo evitar acercarse un poco, ella se encogió en hombros esperando que le gritase tal vez.

- Deberías hablar de nuevo con él – con una pequeña sonrisa fue lo único que le dijo saliendo definitivamente de allí.

 

 

 

Al anochecer se vistió de prolija etiqueta para la inauguración de la exposición de Sasori y Deidara, todo se hallaba dispuesto para quienes fuesen a admirar su curioso arte y más aún para los que estuviesen dispuestos a comprarlo, las luces de las cámaras de los periodistas y las copas con champagne parecieron brillar. El lugar se llenó de conocedores y aficionados todo parecía marchar a la perfección.

- ¿Ahora si me dejaras invitarte una copa?

Aunque antes hubiese confundido esa voz en esta ocasión la reconoció, Naruto se hallaba ahí ofreciéndole una copa de vino.

- No pareces del tipo de persona que guste del arte.

Una pequeña carcajada salió de los labios de Naruto – Vine con unos amigos a uno de ellos si le interesa y mucho, ¿y tú?

- Trabajo aquí – recibió la copa que le ofrecían bebiendo un poco de su contenido.

- Me alegra haberte encontrado esta noche.

- ¿Vas a quedarte?

Sin darse cuenta ambos empezaron a caminar recorriendo parte de la exposición, el rubio aun tenia pequeños moretones consecuencia de su accidente. Se alejaron lo suficiente del gentío y del bullicio para obtener ligera privacidad.

- Si, después si quieres te llevo a casa – le guiño el ojo con picardía.

Itachi se limitó a no responder, recordaba haber preguntado algo similar la noche que se acostó con Naruto y eso lo abochornaba ligeramente.

- El Itachi de esa noche – como si hubiese leído sus pensamientos Naruto también pareció rememorar – y el que vi después… ambos me gustan dattebayo.

Quiso sonreír pero el fugaz beso en los labios del “gemelo malvado” se lo impidió.

- Y entonces me seguiste buscando… - Itachi casi afirmo algo complacido.

- Algo así, después me estuve preguntando si le ibas al sado*, como esa noche te amarre y tu ni te quejaste – con su impecable sonrisa el rubio se terminó su bebida. – Claro que si fuera así por mí no hay problemas estuve investigando en internet y encontré muchísimas tiendas que…

E Itachi dejo de escucharlo, su cerebro se había detenido por segundos al escuchar la palabra “sado”  esa idea era tan descabellada como risible, él era Uchiha Itachi, proclamado genio del clan Uchiha y desde luego que era inaceptable que ese tipo de prácticas le excitaran… un ligero escalofrió recorrió su espalda.

Definitivamente no iba a gustarle como acabase esta historia.

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

* doppelganger: el doble fantasmagórico de una persona viva.

Siempre he oído que cuando ves a tu doble es porque vas a morir eso he oído yo.

*  Sado: abreviatura de sadomasoquismo

 

¿Fin?, pues si, una historia cortita y algo simple, espero les gustase como termino, dicen que hacer finales no es lo mío (D:) ni que hubiese hecho tantos ja, ja. Personalmente no me convenció del todo hasta lo reescribí dos veces de allí que demorara en subirlo pero ustedes dirán, espero que si haya sido de su agrado esta parte fue más para ver un poco de la vida de Itachi. Es verdad, no se sabrá con quien sale Sasuke (:D) es que ni yo me lo imagino si no es Naruto o el propio Itachi. No creo hacerle una continuación porque sería meterme a algo de BDSM y no creo que pueda desarrollar una historia en ese ámbito… tendría que estudiar mucho del tema (:D), pero eso no viene ni al caso. Quería escribir algo más ligero y sin tanta angustia, no creo que resultara cómico, nunca he sido buena para escribir comedia si se han reído con algo que escribí es mera casualidad, a ver si no me aplace con el OC aunque creo que si (D:), mantener las personalidades sin darles las trágicas vidas que han tenido en el manga y/o anime siempre será un reto para los escritores en este caso de Naruto.

Gracias por tomarse su tiempo para leer y mucho más para comentar, al principio puse  que el fic estaba basado en la canción de Britney Spears “If U seek Amy” pero yo diría que está inspirada en esa canción, si hallan algún error mil disculpas,nuevamente gracias por leer todo esto, espero leerlos pronto en otros proyectos, siento la demora y creo que eso sería todo.

Yae.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).