Capítulo 019.
19 Recuerdos
Si tú fueras mi estrella,
Yo sería tu cielo
— Boats and birds.
(Gregory and the Hawk)
A veces, odiaba haber venido a Corea. Ahora que estaban lejos de China, sus padres pasaban aun menos tiempo con él de lo poco que antes compartían de por sí. Pero a él, súper brillantemente, se le había ocurrido la preciosa idea de escapar de sus problemas como si el cambiarse de colegio, de país y de idioma fuese a solucionarlos. Acostado en su cama, pensaba en Do Kyung Soo, aquel hombre increíblemente talentoso que había dejado su cuerpo y su mente a un hombro que no lo merecía. Había reaccionado como todos diciendo: “¡Qué barbaridad!” pero en el fondo, lo entendía. Él también hubiera hecho lo posible por mantener a su amado a su lado. Dio vueltas en la cama enredándose con las sabanas. ¿Hubiera dejado que lo golpearan? Tal vez no ahora, pero hace tres años hizo muchas cosas idiotas. <<Le hubiera dejado>> sopesó enterrando la cara en su almohada.
Como siempre en esos tiempos, Se Hun había invadido su cabeza. El niño rubio había demostrado ser bastante distinto a lo que Yi Fan había sido. Aun así, no quería echarle la culpa de todo lo feo al basquetbolista. Él había tenido la culpa por insistir tanto en una relación que sabía que no tenía bases solidas, insistió tanto que terminó lastimándose así mismo mientras intentaba convencerse que su gran amigo si sentía algo por él más que amistad.
Se vistió rápidamente y le avisó a Amber que saldría por un rato. Usando su lógica sabía en qué hotel se estaría hospedando el equipo de su ex novio. Cualquiera le gritaría que no hiciera lo que estaba por hacer, pero necesitaba hablar con Yi Fan una última vez.
Mientras caminaba pensaba en sus recuerdos junto al rubio, no todos habían sido malos. Cuando ellos eran tan solo amigos su relación era perfecta, pero Lu Han quiso más y terminó embarrándolo todo. Kris era un muy buen amigo, pero un pésimo novio. Lo sabía, después de todo, eran como hermanos. <<Ah~ Soy tan tonto>> pensó.
Luego de todo el problema andante que resultaba el chino para él, estaba Se Hun. Oh, luego de Kris, había sido una de las pocas personas con las que había establecido una relación más o menos estable y estos no se le habían declarado. El más joven era un grandioso buen amigo (Aunque estaba seguro de que esa cosa que ellos tenían no era la definición clásica de amistad) pero si le pedía tener algo más ¿Terminaría siendo igual que con Yi Fan? ¿También se cansaría de su amor? Con la sola idea de perderlo, le recorría un escalofrío. No quería Se Hun viese ese lado tan obsesivo y traumatizado de él. No era sano para nadie y nunca aprendió a tener relaciones que no sean enfermizas.
Encontró el hotel y preguntó por su ex novio. No le fue demasiado difícil encontrarlo. Kris siempre había sido llamativo y era un animal de costumbres. Él, estaba en el café del hotel, sentado solo –como siempre solía hacerlo- leyendo un libro.
— ¿Yi Fan-ah? —
Los ojos oscuros del más alto recorrieron el lugar hasta toparse con Lu Han, quien le miraba con cierto recelo. El rubio le dedicó una amplia sonrisa, indicándole que se sentara frente a él. Kris llevaba su cabello rubio sujetado por una fina vincha ondulada y estaba vestido con sencillez. Pidió un café para sí mismo y para el chico frente a él.
— ¿De qué quieres hablar, Lu? — comentó tomando un sorbo de su bebida — No creo que vengas a buscarme solo para revivir los viejos tiempos —
— Yo te prometí en algún momento que te querría para siempre —
— ¿Sigues recordando eso? Fue una promesa de niños, Lu —
— Aun así — Xi apretaba los puños sobre su regazo, ladeó su rostro intentando ocultar su rostro sonrojado — No sé si me alegra o no decirte que he roto esa promesa —
— Cuéntame quien es el afortunado — se inmiscuyo echándose hacia atrás en su silla —
— Aish, no puedo creer que me guste tanto un niño. —
— ¿Cuántos años tiene? —
— 15 —
— ¡Eres un asalta-cunas! Daebak, antes tenían más moral —
— ¡Hey! Eso ya lo sé — infló sus mejillas hundiendo su nariz en su taza de café.
— ¿Y cómo se llama? Vamos, no tengo ganas de hacerte preguntas así que cuéntame —
— Oh Se Hun — delineó suavemente cada parte de su nombre, sonriendo inconscientemente — ¡Ah~! Él es simplemente hermoso. Es bastante serio para ser tan joven, pero tiene una risa hermosa. Me ha cuidado de manera muy tierna estos últimos tiempos ¡Y pinta como los dioses! —
YI Fan sonreía al ver a su amigo tan feliz. Le gustaría que la felicidad de Lu Han durase quinientos años. Pero lo único que podía hacer para garantizar eso era rezar para que las cosas entre ese par no saliese mal. <<Buena suerte a ambos>>pensó.
***
Se Hun miró los estantes de la casa de Jong In, había algo que faltaba y le estaba preocupando, sabía que estaría ensayando en esos momentos y que tenía toda la siesta para encontrar eso antes de darse rienda suelta a sí mismo y entrar en pánico. Estaba revolviendo los armarios de la cocina buscando eso desesperadamente cuando encontró algo que no debía estar en la alacena. Recordaba ese álbum de fotos, él lo había tirado en un arranque de furia y Jong In lo había guardado porque a él le dolía olvidar a las personas. Sabía que lo tendría guardado en un lugar donde Se Hun nunca buscaría. Se olvidó de su búsqueda principal y se sentó en el suelo a ojear el libro de fotografías.
Eran de sus últimas vacaciones. Eran fotos hermosas, estaban ellos tres en la playa corriendo como niños y se turnaban para sacar las fotografías. Choi Jun Hong se animó así mismo a pronunciar su nombre mentalmente. ¿Qué pasaría si el volvía como prometió hacerlo? ¿A quién se aferraría? ¿A Jong In que cada día estaba peor? ¿Al fantasma de una madre a la que nunca ve? Se animo a pensar que ya no dolía tanto su recuerdo. Ahora, le causaban risa ciertas actitudes en ellos que adelantaron el inevitable final de su joven e inescrupulosa relación. <<Posiblemente podría aferrarme a Lu Han>> pensó. Y entre todos sus pensamientos le pareció el más lógico. <<Si Zelo volviera, yo me aferraría a mi hyung. Lu Han me cubriría los ojos y me mantendría atado entre sus brazos y así estaría a salvo>>
— Me gusta más Lu Han que Zelo — pensó en voz alta antes de darse cuenta de lo ridículo que se estaría viendo.
<<Igual es la verdad y es bueno asumirlo en voz alta>> medito mirando detenidamente una fotografía de su ex novio. Los comparó mentalmente, aunque Zelo era más alto que su hyung, Lu Han era bastante más tierno. A veces, compartían ciertas expresiones faciales, pero no eran parecidos. Mientras que Jun Hong había sido quien lo había convencido de teñirse de ese llamativo rubio (Mismo tono que usaba él) el cabello reservado color chocolate de Xi no se quedaba atrás. Resolvió que iba a teñirse nuevamente. Cerró el álbum y marcó rápidamente un número que se había aprendido de memoria.
— Yeoboseyo — la voz suave de Lu Han le respondió al otro lado.
— Hyung ¿Cuál es su color favorito? —
— Antes se decía “Hola” mocoso —
— Hola —
— No tengo un color favorito, Se Hun-ssi — rio un poco — Todos los colores me gustan —
— Hum —
— ¿Por? —
— Era para un retrato, pero está bien —
***
Lu Han no había visto a Se Hun en todo el fin de semana luego del partido, habían hablo por mensaje de texto y llamadas, pero se enteró que había faltado ese día y nunca era bueno cuando un alumno de preparatoria faltaba en las clases antes de la primera instancia de exámenes. Las actividades del club ya habían comenzado y estaban atareados creando listas de reproducción y buscando cuadros o demás cosas con las que pudiesen adornar su stand. Media hora después, la puerta del club se abrió y creyeron que era Jong Suk. Pero apareció un chico muy parecido a Oh, solo con el cabello de todos colores como si el arcoíris durmiera en su cabeza. Además, había desaparecido su raya al costado y su frente despejada ahora era ocupada por un colorido flequillo que le llegaba casi a los ojos.
— ¿Se Hun-ssi? — preguntó Lu Han no muy seguro de estar tratando con su donsaeng —
— Él mismo ¿Quién más? —
— ¿Dónde te caíste? ¿En el vomito de un unicornio o en el popo de nyan cat? — masculló Jong Dae.
— Le queda lindo a Se Hun — comentó Baek Hyun acercándose a palmear la cabeza del menor del grupo.
Xi todavía estaba pasmado por el repentino visual shock en el que se había convertido el ex rubio. Para Min Seok la imagen de un G-Dragon más joven y más alto pasó por su mente.
— Perdón por llegar tarde — hizo una reverencia.
— Has faltado todo el día, muchacho — farfulló el mayor de todos.
— No me perdería las actividades del club por nada del mundo — aclaró el chico de todos colores sentándose al lado de su hyung favorito.
Se Hun comenzaba a ponerse nervioso, el mayor no había dicho nada y solo se dedicaba a mirarlo con sus de ciervos aun muy abiertos por la sorpresa <<Seguramente no le gustó>>
El resto de la tarde pasó con demasiada tranquilidad y el chino no hizo ninguna aclaración sobre su nuevo cambio de estilo. A media jornada del club había aparecido Yi Xing sosteniendo que lo había visto en cruzando el pasillo y que se había enamorado de su alocado cabello y que le había dado antojos de caramelos y gomitas por algún motivo. Lo fotografía hasta que el menor casi quedó ciego por el flash y luego se marchó. Hasta Baek Hyun Soy-el-dios-de-las-selcas se tomo una selfie con él.
Cuando terminaron las actividades el menor ayudó al presidente a ordenar todo. Era horrible el incomodo silencio en el que estaban. Lu Han parecía estar teniendo un debate mental consigo mismo y parecía estar cada vez más confuso, pero Se Hun no lo apuró ni nada, mientras barría el salón. Ambos estaban sentados sobre los pupitres y el mayor pareció terminar su discusión consigo mismo cuando lo miró con sus ojos de avellana.
— Se Hun-ssi —
— ¿Qué pasa, hyung? —
— ¿Puedes…? ¿Puedes cerrar los ojos? — le pidió casi como un susurro.
El menor acató completamente obediente. Lu Han se fue corriendo hacia él haciendo más escándalo de lo que quería haciendo sonreír al menor, cuando llegó a su lado cumplió esa fantasía que tuvo desde que lo vio entrar hora y media atrás. Primero fue un roce suave de su mano contra su cabello, luego, con su dedo índice y corazón enrulo unos mechones entre sus dígitos mientras con la otra mano se apoyaba en el pecho ajeno. Se estiró sobre sus rodillas con miedo y con aun más dubitación enterró sus dos manos en la cabellera ajena y tiro un poco. Se Hun nunca recibió una caricia tan erótica en su corta vida. Estaba seguro que el mayor no sabía los pensamientos que le causaba con lo que estaba haciendo ni tampoco tenía la intención de causar eso en él. Era un niño y tenía sus hormonas a flor de piel y aunque era una persona con mucho temple, había ciertas cosas que no podía soportar, como que la persona que te gusta te jalé del cabello como lo haría si estuviesen teniendo sexo, era una de las cosas que no podía aguantar. Sujetó la cintura del mayor e hizo que apoyara una rodilla a cada lado de sus piernas. Lu Han no le soltó el cabello en ningún momento. Se Hun levantó su cabeza, sus narices se rosaban y ambos buscaban sus labios como si no se conociesen, como si estuviesen ciegos y despacio, muy despacio lo besó.
Lu Han sabía que no podía escapar del Efecto Oh y, como hechizado, correspondió al beso a fuego lento. Una de sus manos permaneció en el cabello arco iris y la otra mano, se deslizó por la espalda del más joven.
No tenían pensado separarse hasta que escucharon la voz del profesor Joon Myeon junto con otro profesor. Se dispersaron rápidos como una flecha. Antes de que abrieran la puerta para irse, el chico colorido pegó su boca al oído del mayor.
— Este será nuestro secreto, hyung — ronroneó.