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When the flower boys cry. por Nana-Sama

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Capítulo 036

36 Te quiero

 

Tus ojos negros que sólo me miraron 
Tu nariz que sostenía el aliento más dulce 
Tus labios que susurraba "Te quiero, te quiero..."

—    Eyes, nose, lips

(Tae Yang)

 

Las vacaciones comenzaron con un sol radiante y brisas suaves que alivianaban un poco el calor del verano que recién comenzaba. Todo el mundo parecía feliz con el comienzo de las vacaciones y los jóvenes estudiantes no eran la excepción.

Cuando Se Hun le había comentado a Jong In que Lu Han le invitó a pasar el fin de semana en su casa, no había que ser demasiado listo para saber que tramaba. Y él, no se iba a negar a tal indecente proposición. Su mejor amigo estaba feliz por él. Una de las principales causas por las que se peleó con Zelo fue que Oh no era idiota, pese a que estaba enamorado y cuando no gemía su nombre él se iba sintiendo cada vez más inseguro hasta que un Yong Guk se escapó de sus labios y eso fue suficiente. Además, Jun Hong nunca mostró interés físico en él.

Así que Se Hun fue alegremente a la casa de Lu Han. Las sirvientas se tomaron el fin de semana libre para visitar a sus familias y sus padres, como siempre, estaban de viaje, por lo que el lindo ciervo se quedaría solo y aburrido y ¿Quién mejor que él para acompañarlo?  Xi le había estado mandando mensajes insinuantes durante todo el día y Oh ya no tenía más cabeza para pensar en otra cosa que no fuese su novio.

La primera imagen de su hyung fue impactante pero fortuita, había traído un ramo de flores, no porque fuese cursi, si no porque simplemente a él le gustaban las flores. En su mochila, aparte de su ropa y demás cosas personales, había obligado a meterse al ciervo de peluche. Cuando llegó no supo si había llegado tarde o temprano, pero el chino le abrió en vuelto en una bata, con una toalla enredada en la cabeza y completamente rojo como un tomate.

El menor rio internamente, aunque por mensajes su hyung fuese toda una zorrita, en persona no se animaría nunca a ser tan seductor y aunque había sido un accidente, él lo habría usado a su favor. Sin embargo, el cantante apenas sacó su cabeza fuera de la puerta, aferrándose a los cordones de su batón.

—    Hola, hyung — saludó extendiendo el regalo.

—    H-hola, Se Hun-ah —

Tomó con una mano el ramo de lirios y las observó con una brillante sonrisa en el rostro, las olisqueó un poco antes de sonreírle a su novio. Abrazando contra su pecho las flores.

—    Gracias, Se Hun-ah — dijo inclinándose a besarle en la mejilla.

—    Vamos, hyung, le secaré el cabello —

—    ¿Secar…me? —

Asintió y tiró de él hasta su habitación luego de acomodar debidamente el regalo en un florero bajo la luz del sol. Unos minutos más tarde y luego de que Lu Han superara su vergüenza inicial terminó sentado en la cama junto a Xi, con la toalla entre las manos, masajeando el cuero cabello del mayor. El mayor suspiró y se dejo hacer, las manos del menor eran mágicas y hacían que se relajara automáticamente.

—    ¿Dónde aprendiste a masajear así? — susurró con los ojos cerrados.

—    Jong In me enseñó, si cree que yo soy bueno… Pff, el es mucho mejor. Solo que me enseñó a mi porque era muy incomodo para el rey echarse a dormir con los músculos tensos —

—    Entonces ¿No te gusta? —  preguntó dándose vuelta un poco.

Se Hun rodó los ojos y lo acomodó nuevamente, acariciando con sus dedos huesudos la cabeza ajena. Mientras volvía a retomar su actividad recordó lo caliente que Xi se había encargado de ponerle desde el viernes por la noche. Sonrió socarronamente, aunque el otro no lo vio o hubiera corrido por su vida. <<Venganza>> pensó.

—    Me gusta hacerle masajes — susurró con los labios apoyados sobre su oído.

Rodeó su cuerpo con sus brazos y lo atrajo más hacia él, haciendo que se acomodara entre sus piernas, con sus manos contorneó su cuerpo sobre la toalla hasta llegar a su cuello y masajear con sumo cuidado ese lugar tan sensible. El mayor suspiró y mando su cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro del menor. Sentía la respiración del menor sobre su piel, deslizó sus brazos hacia atrás, hasta aferrarse a la cabellera colorida del muchacho, se fregó un poco contra él, ondeando su cuerpo para acercarse más a su novio.

—    Hyung…— le llamó con voz profunda.

—    Hazme tuyo, Se Hun-ah —

Las manos frías del menor recorrieron nuevamente su cuerpo hasta tenerlo fuertemente abrazado contra sí mismo. ¿Cuántas veces había soñado con que la persona que quería se ofreciese de esa manera a él? Y más si era Lu Han, en su mente y aun con miedo, reconocía que Xi le gustaba más de lo que le gustó Jun Hong, le gustaba de muchas más maneras y le encantaba con solo recordarlo. El mayor apoyó sus manos sobre las suyas, sonriendo en el abrazo y haciendo que él se anime a sonreír también.

Fue Lu Han quien guió las manos de su novio hasta el nudo de su bata, pero Se Hun le detuvo un poco. Las personas, por lo general, desperdiciaban las caricias y el juego previo y se concentraban puramente en la penetración, el adoraba dar mimos y ver como Xi se deshacía entre sus manos. Con sus dedos ladeó la cabeza del mayor, dándose acceso a su pálido cuello. Lo besó suavemente, tomándose los instantes que creía necesarios por cada beso.

Esos eran los mimos de niño pequeño a que a Lu Han le gustaban, pero las manos inquietas del menor se paseaban por todo su cuerpo, apretujando aquí y allá. Sus manos se deslizaban por sus piernas, pero no las metía debajo de su bata y comenzaba a desesperarse porque, más allá del calor que de por si hacía, su piel comenzaba a arder de una manera agradable y el chico colorido parecía no tener ni un ápice de piedad por él. Se fregó aun más por él, suspirando sobre el oído del menor.

—    S-Se Hun-ah —

—    Hyung. Shhh —

Le besó en los labios suavemente, el mayor se giró sobre sí mismo, enredando sus brazos en el cuello ajeno, besándolo con más pasión. Abrió su boca dejando paso a la lengua ajena, también lamió los labios ajenos, se mordieron, se rieron, volvieron a besarse, volvieron a morderse. Las manos del menor seguían recorriendo todo su cuerpo hasta posarse sobre su trasero y masajearlo con cuidado, como si estuviese cocinándole.

Lu Han se sentó sobre el regazo del menor, besándole con ímpetu y deslizando sus manos por el torso del menor, deshaciendo los botones en su paso. Las manos frías del chico colorido deslizaron la bata por sus hombros luego de tirar del cordón de la única pieza que lo cubría. Xi se estremeció al sentir la piel de Se Hun bajo sus dedos, sentía que tenía fiebre por el contraste de temperaturas. Bajo sus yemas podía sentir los músculos cansados, las notorias venas de su antebrazo, sus manos firmes. Se abrazó a su novio, moviéndose contra su pelvis casi inocentemente.

—    Hyung — susurró jadeante el menor.

—    Te devolveré el favor, Se Hun-ah —

Oh no tuvo tiempo de detenerse a pensar en lo dicho por el mayor cuando se sintió caer sobre el colchón. Xi estaba sentado sobre su pelvis y se movía concienzudamente sobre él, la bata que se había deslizado exponiendo su piel le tapaba demasiado poco para su deleite personal y solo podía dedicarse a gemir bajito por los movimientos del mayor.

Lu Han deslizó con sus manos experimentadas los pantalones del menor y su ropa interior,  a diferencia de cualquier otro, el menor no se alzaría sobre sus codos para espetarle cosas sucias. Conocía lo suficientemente bien a Se Hun como para saber que cerraría los ojos y disfrutaría de la sensación. Sin dudar más, tomó el pene de Oh entre sus manos masturbándolo suavemente antes de darle una extensa lamida. Se regodeó en el suspiro de su novio y eso lo animó a seguir adelante, lamió cuanto quiso antes de meter aquella carne viva en su boca, primero probando cuanto podía ser capaz de equiparar. Levantó sus ojos hacia el menor y metió todo lo que pudo dentro de su boca.

—    H-hyung —

Movía su cabeza ahuecando sus mejillas, lamía la glande, la rodeaba con su lengua, chupaba la punta, aumentó su ritmo. Sus manos pronto le acompañaron, se sintió feliz como nunca cuando Se Hun enterró sus manos en su cabello jalando suavemente, le incitó a marcar su propio ritmo y su novio, siempre se aseguró de no forzarlo demasiado.

—    V-venga… aquí —le pidió Oh. 

Xi se arrastró como un gato hacia arriba, siendo bienvenido por un fogoso beso del menor, se separaron un poco y el chico arco iris le ofreció sus dedos, Lu Han aceptó gustoso. Seguían fregándose el uno contra el otro y el mayor no podía evitar gemir suavemente de vez en cuando, pero lamió los dígitos de su novio chupándolos como si estuviese haciéndole una mamada.

Lu Han arqueó su espalda y ahogó un gemido en su garganta cuando el primer dedo entró lentamente en él. El digito se hizo camino dentro de él, girando suavemente, entrando y saliendo con lentitud. Xi se aferró al menor ronroneando y suplicando por más. Movió un poco sus caderas, incitándole a que fuese más rápido.

—    Umgh… más —

Se Hun sonrió y metió dentro de su novio un segundo dedo, lo hizo con cuidado pero cuando sintió que el otro se acostumbraba a sus invasión, empezó a moverlos e introducirlos tanto como podía. Encontró la próstata que tanto buscó y fue gratificado con los jadeos del mayor. Un tercer dedo se coló dentro de él y ya estaba hecho un desastre, así que no le importó soltar todos los gemidos y cosas que se le cruzaban por la mente.

—    S-Se Hun...ah… Se… Hun — gemía rogando por él, mirándole con sus ojos de gacela solo a él.

Se Hun le sonrió antes de tomar sus caderas y elevarlo un poco, no hizo falta más para que Lu Han también se impulsase sobre él. Primero, ambos fueron lento, tomándose el tiempo para disfrutar de las sensaciones. Oh se sentía como la persona más feliz del mundo sintiéndose apretado y recibido por Xi, quien gemía para él. Nadie más. Solo él. Se Hun y Lu Han, unidos. Cuando el mayor se irguió, empalándose así mismo le detuvo unos instantes para acariciar su mejilla.

—    Lu Han… Lu Han… Te quiero —

—    Se Hun, yo también te quiero —

Empujó su cadera hacia arriba, haciendo jadear al mayor quien comenzó a moverse a su mismo ritmo, se tomaron de las manos siendo únicamente las manos ajenas el apoyo de Lu Han. Con las pocas fuerzas que le quedaban, el mayor tiró de él haciendo que el menor se sentara para poder abrazarlo fuerte, mientras seguía moviéndose.

Se Hun le hizo caso y apoyó sus manos sobre las caderas ajenas para ayudarlo a sostener su ritmo, sus labios chocaban, sin ritmo, descoordinadamente aunque se buscaban con desesperación.

Oh tenía el cuerpo tembloroso y tampoco tenía demasiadas fuerzas para seguir sosteniendo a Lu Han, así que le correspondió el abrazo, hundiéndose muy dentro de él al mismo tiempo que llegaba al clímax. Con un jadeo fuerte por la estocaba final, Xi vio pintitas de colores en sus ojos, mientras su cuerpo temblaba y ardía viniéndose repentinamente.

 

***

 

Las noches de vacaciones implicaban más trabajo para las personas que trabajaban en el ámbito turístico como los restaurantes. Jong In había tomado el hábito de abrazarlo cada cierto tiempo susurrándole disculpas al oído. Le resultaba lindo, pero le dolía que se lastimase demasiado él solo. El no estaba ni enojado, ni triste, ni sentía dolor. Pero por más que lo aclaró treinta veces, el moreno nunca lo aceptó por completo.

Esa madrugada llegó a las tres y media, como siempre. Abrió la puerta y se encontró la casa con algunas luces prendidas y otras apagadas, se había acostumbrado a encontrar al bailarín esperándole en el sofá, dormido porque siempre estaba demasiado cansado como para poder quedarse despierto.

Lo que le inquietó fue la carta sobre la mesita ratonera. La tomó entre sus manos dispuesto a darle solo una miradita, pero terminó leyéndola atentamente.

“Señor Kim Jong In:

La empresa ha decidido que luego de sus tres años de arduo trabajo como trainee, llegó la hora de hacerlo debutar oficialmente como estrella de S.M. Entretaiment. Todos los miembros del staff le enviamos una cordial felicitación. Aunque los detalles precisos se acordarán en el contrato y en nuestras instalaciones, le comunicamos que debido a su explosivo talento, deseamos que debute en Estados Unidos, como estrella invitada de la Cámara de Nueva York…”

No pudo seguir leyendo, sin quererlo arrojó con fuerza la carta al suelo luego de arrugarla como un bollo. Pretendía salir silenciosamente y hacer un berrinche solo en su habitación, pero luego tropezó con la mesa ratonera haciendo un gran estruendo.

—    ¿¡Hyung?! — exclamó Jong In abalanzándose a ayudarlo.

El bailarín le miro preocupado, pero Kyung Soo recién se dio cuenta que estaba llorando cuando sintió sus manos cálidas secándole las lagrimas con cuidado. Lo abrazó fuertemente y Do se aferró al menor con fuerza, no queriendo dejarlo ir nunca.

—    ¿Te enteraste? —

—    Idiota —

—    Si lo hiciste —

—    ¿Qué haces aquí y no durmiendo? Pronto te irás y necesitas descansar bien, tu vida será más ajetreada que ahora cuando debutes —

—    Hyung… —

—    Vete a dormir, Jong In, estoy llorando por la impresión, nada más —

—    Te quiero —

—    No digas tonterías y vete a dormir —

—    Y me iré porque te quiero —

Kyung Soo tuvo ganas de darle una bofetada y lo hizo, mientras volvía a llorar amargamente. Jong In se separó un poco, llevando la mano a donde su mayor le había golpeado.

—    No juegues conmigo si luego te irás, idiota —

—    ¡No estoy jugando, hyung! — exclamó.

—    Entonces miénteme y dime que no me quieres. Es cruel decirme esto si estás por irte —

—    Créeme, es lo mejor para ti. Te prometí que te mantendría a salvo y ahora, yo soy tu mayor peligro. Estoy perdiendo el control de mi mismo, ya no sé quién soy y eso es malo cuando tengo otra persona en mi cabeza esperando para verme caer. Porque te quiero, me iré. Tal vez, si maduro y puedo controlarme a mí mismo, ser lo suficientemente fuerte,  pueda volver y pueda pedirte que te quedes a mi lado. Aun soy joven y estoy demasiado roto como para soportarme a mí mismo por mucho tiempo más, así que no lo olvides: Te quiero, hyung —

—    No importa Kai, te dije que me quedaría a tu lado siempre. Puedo soportar cualquier cosa por estar a tu lado, Jong In —

—    No —

—    ¡Jong In! Yo también te quiero, te quiero tanto que me duele el corazón y no sé qué haría si no estás aquí para mí —

—    Lo siento, hyung, pero debo quererte demasiado, más de lo que creí —

Notas finales:

Este capítulo me dejo un sabor amargo en la boca ¿Soy la única? Nunca estoy conforme con mis lemmon, pero la escena del final me costó escribirla. Se que quedó muy en el aire, pero en el proximo capítulo habrán más explicaciones. 

Bueno, al menos volví a actualizar regularmente como siempre y contesté con puntualidad sus rws~ *Intenta sonreir nuevamente* Esperoq ue auna sí, con la sensación extraña y todo, les haya gustado este capítulo~ 

¡Nos leemos en la proxima! 


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