POV. BAMBAM.
Algo estaba produciendo una irritante sensación de picor en mi mejilla, abrí los ojos y tuve que parpadear varias veces por culpa de la luz. Sentía los sentidos embotados, rasque mi mejilla y tenía algo en la cara.
-NO, cielo no te lo quites-miré a mi mamá con el ceño fruncido, ella besó mi cabeza y me estalló un dolor por toda la frente. Gemí e hizo un puchero.-voy a avisar a la enfermera...
-¿Dónde estoy?-me dolía el pecho y notaba una presión por la pierna.
-en el hospital mi pequeño gatito.-salió con la mano en la boca y supe que quería llorar, algo crujió bajo mi mano, la alce y pude ver que era un sobre. También pude darme cuenta de que tenía una vía en la mano y la otra estaba con una muñequera.
Se me aguaron los ojos al ver las iniciales que formaban el sobre. YG,
-hola pequeño-miré a la enfermera de cara afable y una carpeta en sus manos.-¿te duele mucho?
-no...-tendí el sobre a mi madre y ella lo cogió con gesto apenado, sonreí un poco-¿me lo puedes guardar mamá?
-Claro cielo-cogió el sobre y lo metió en mi mochila.
Miré al techo con un suspiro, gemí llevándome una mano a las costillas, puse cara de dolor justo cuando la puerta se abrió. Mi mamá se echó a reír y sonreí, vino y besó mi frente.
-ay mi gatito bobo-me acarició la mejilla.-esa carita que me pones...
-es que duele...-suspiró y besó mi mejilla de nuevo.
-tienes visita-mi mami se apartó y sonreí al ver a Mark con Baek en la puerta.-me los he encontrado en el Hall.
-HOLA-los dos vinieron corriendo y me abrazaron, más bien se tiraron a ambos lados de la camilla. Gemi de dolor, cuando Mark presionó mis costillas.
-LO SIENTO-negué sonreído, me puso una bolsa en las piernas, lo miré con una sonrisa.
-¿qué hacéis aquí?-los dos rieron y me acariciaron las orejas.-NIAH-lo aparte y mi madre sonrió.
-hoy es sábado-Baek se apoyó en los codos y sabía que se estaba dejando colgar un poco.
-te hemos traído una cosa-sonreí, mi madre vino y me ayudó a sentarme. Cogí la bolsa, la abrí y sonreí contento.
-OS QUIERO-los abracé con un poco de trabajo.-ME ENCANTAN LOS MUFFINS DE ARÁNDANOS.
-los chicos y Carol se preocuparon mucho...-suspire y gemí llevándome la mano a las costillas.
-cariño, se te ha caído el oxígeno.-mi mamá vino y colocó el tubito transparente que me proporcionaba oxígeno por la nariz. Baek me chupo la oreja y puse carilla de asco.
-¿qué tal el castigo?-mi mamá negó sonriendo y salió fuera.
-bueno, tu hermano no vino en estos tres días... No sé qué ha estado haciendo...-suspire agacharse las orejas
-A mí no me ha hablado más de lo necesario el chico de las ojeras...-sonreí agarrando su mano, me miró apenado y Mark se subió a la camilla para sentarse en el borde.
-puedes hablar con nosotros Bamie...-suspire apenado, Baek se subió a la camilla y asintió ante la palabras de Mark.
-no sé por qué lo ha hecho...-me limpie una lágrima y gemí sujetando mi costado, él me gustaba pero me pegó...
-tranquilo...-Mark me abrazó y Baek agarró mi mano.
-¿él...?-miré a Baek y suspiró.
-no ha ido a clase, Suho esta malo y el hermano de Carol tampoco ha ido. Carol faltó el primer día y la chica que iba con ellos... Ahora va con Carol y la vi con Cap, del club de poesía, paseando por el río.-Mark hizo un ruidito, lo miré y él sonrió.
-Tiene una guarida en plan malos malosos, es un edificio abandonado de difícil acceso... Casi me matan...-iba a hablar pero entró mi mamá y sonrió dando una palmada.
-Chicos, lo siento pero la hora de visitar se ha terminado. ¿Por qué no vais mañana a comer a casa? Llegaremos sobre las doce porque le dan el alta.
-SI-reí cuando gritaron los dos, gemí de nuevo, me abrazaron salieron de la habitación
POV. JIMIN.
-LO MATO- no podía evitar caminar de arriba a abajo de la habitación.
Kookie me había contado que el cerdo de Rap había intentado pensarlo en muchas ocasiones, que le había propinado un buen golpe al negarse y que no paraba de intentar desnudarlo.
-Jimin por favor...-lo miré y vi su temor, suspire, lo abracé y él beso mi cuello-no voy a permitir que me toque.
-ME DA IGUAL-mi pequeña pareja me miraba con una sonrisa-¿qué?
-Pues que Baek me está enseñando a defenderme.-lo miré sorprendido, rió y subió sus piernas para sentarse a lo indio en mi colchón.-Jimin...
-No, me da igual-me crucé de brazos molesto, vi que se echaba a reír y se tumbaba de lado. Cogí un cojín y lo golpee-no te rías, a mí no me cae gracia. ES UN SALIDO Y TU, CADA VEZ QUE LO VEZ, TE ECHAS A TEMBLAR.
-Jimin...-lo miré y señaló sus labios sonrojado.
-eso se llama chantaje-rió aún con ese color rosado en sus mejillas, se sentó y lo empujé, suavemente, por los hombros.
No pude evitar pensar en lo hermoso que era con ese sonrojo, las orejas echadas hacia atrás y sus labios ligeramente separados. Besé sus labios con suavidad, me rodeó el cuello con sus brazos mientras me dejaba caer encima de su cuerpo.
-eres mi pareja Kookie... Es normal que me preocupe-se sonroja hasta la raíz del cabello, apartó la mirada y pasé el pulgar por sus labios para retirar los restos de saliva.-no puedo soportar que estés a solas con él... No paró de pensar que puede estar haciéndote...-besó mi mejilla con suavidad y su cola se enrolló en mi pierna, se sonrojó cuando acarició mi entre pierna. Sonreí y besé suavemente su cuello.-te quiero Kookie.
-yo también te quiero pero no hace falta que te preocupes... Si me pasa algo salgo corriendo.-reí al oír su voz bajito, me acarició la pierna sonrojándose más aún. Lamí su oreja y empezó a ronronear, rodee su pierna con mi cola y cuando besaba su cuello me empezó a mordisquear la oreja, notaba sus colmillitos y eso me hacía sonreír.
-Niños a cenar-cogí su cola y la mordisquee para que mi madre no pensase mal. Sonrió y Kookie la miró sin soltar mi oreja-anda, jugáis luego.
-sí mamá-cerró la pierna y lo besé antes de levantarme, estaba rojo, más aún.
POV. LUHAN.
Miré el reloj aburrido, mis padres habían ido a compartir unas cosas y me habían dejado al cargo de la tienda. Sonó la campanilla y me puse recto.
-Buenas señor Xiao, lo de siempre-un chico con el pelo color caramelo, vestido con un jersey de cuello vuelto negro, una sudadera ancha con las hombreras en cuero, unos pantalones de cuero negro y converse negras. El tatuaje que cubría su cello y oreja me hizo soltar un gimoteo, pues era el de un rosal de formas delicadas perdiéndose por el cuello de su jersey.
-¿qué haces aquí?-alzó la cabeza de golpe y vi su pircing en la nariz.
-vengo a comprar, la pregunta es qué haces de tendero-me crucé de brazos y lo miré serio.
-soy el hijo del señor Xiao-se golpeó la frente y chasco un dedo hacia el pan.
-dame una barra de pan y el periódico.-obedecí, me dejó el dinero y se fue sin mediar palabra.
Sus ojos me había parecido curiosos y su aspecto me recordaba a una ardilla. Reí por mi ocurrencia y llamé a sehun para decírselo, por lo que cuando llegaron mis padre seguía riéndome.
-¿vienes a casa?
-Sí, ahora voy para allá-me Despedí de mi madre y salí tan tranquilo de la tienda.
La verdad era que estaba quedando bastante con Sehun porque Carol andaba con la chica gótica para arriba y para abajo. Eché a correr cuando la lluvia empezó a descargar sin previo aviso, corriendo llegué a la marquesina del autobús pero ya estaba empapado, me abracé por el frío mientras tiritaba.
-¿tienes frío?-pegué un brinco al ver a la ardilla, asentí y él me puso la chaqueta que llevaba por encima.-pareces un gato mojado.
-¿es un chiste?-asintió, resople y me codeo las costillas.
-vas a ver a tu novia-lo miré frunciendo el ceño.-Carol.
-no... He quedado con un amigo-sonrió-NO SOY GAY
-francamente todos los gatos lo parecéis-sonrió recostándose y vi la piel de sus brazos, musculados, de gallina.
-ya ni tengo frío-le tendí la chaqueta y se la puso-gracias.
-no hay de qué, pero no sabes mentir.-lo miré enroscando mi cola en mi pierna.-además tienes más piel expuesta que yo.
-y yo pensando que eres tonto...-me miro ofendido y vi que apretaba el puño, gracias a dios apareció el autobús.-¿subes?
-no, sólo vine a ser buena persona-señaló los bloques de edificios a mi espalda-si ves a un gato mojado... Lo mimas- gruñí cuando rió.
-hay gatos que no necesitan ser cuidados-me subí y lo deje con la palabra en la boca ofendido.
POV. YUNGYEUM.
No podía creer que hubiera accedido a ir a casa de Jackson, sabía que Bamie estaba en casa y que pretendía dejarnos solos en la habitación. Suspire mirando a mi amigo, por el contrario el me miró dándome apoyo.
-Vamos, se han ido mis padres y no vendrán hasta tarde...-suspire dejándome arrastrar por él.
Según subía las escaleras, se me estaba acelerando tanto el corazón que sentía las mejillas y orejas calientes. Jackson me sujetó cuando iba a darme la vuelta.
-¿si no lo vas a hacer porque te has vestido normal? ¿eh? ¿me lo explicas?-suspire y dejé que me empujara dentro de la habitación, lo peor era que no me había dicho nada de cerrar la puerta con llave.
-¿quién...?-oí la vocecita de Bamie y recordé mi atuendo, lo que me sorprendió fue que parecía que había llorado.
POV. BAMBAM.
Me limpie las lágrimas de nuevo, me dolían las costillas al llorar pero no podía por culpa de la carta. Me había atrevido a leerla y ahora sólo quería esconderme debajo de una piedra. Volví a mirarla y la releí
Hola Bam.
Como debería empezar? Bueno, primero agradezco que leas esto, es importante para mi...
Ya te imaginarás porque te he escrito.
Quiero disculparme por la paliza... decirte que lo siento.
Fue todo culpa de mis amigos, me mintieron y.. Reaccioné muy mal contigo. Realmente estoy muy arrepentido.
También quería decirte que, muchas gracias por tu regalo, has tenido un buen detalle conmigo.
No espero que me perdones por lo que te hice, pero solo decirte.. que te has vuelto muy importante para mí y no quisiera perderte... de verdad, no te imaginas lo arrepentido que estoy.
Quisiera quedar contigo para poder explicártelo en persona, de esta manera me sabe mal, pero era la única forma de que pudieras escucharme sin que a lo mejor, bueno, salieras corriendo.
Espero poder hablar contigo con tranquilidad.
YG
La pegué a mi pecho y gemí por el dolor, de repente oí la puerta, pegué un brinco provocando que me doliera de nuevo. Cuando abrí de nuevo los ojos había un chico de espaldas con un jersey de estrellas negras y naranjas, unos vaqueros claros, y converses negras. El pelo era rubio y no sabía si conocía a alguien así.
-¿quién...?-carraspee por la voz que me había salido, el chico golpeó la puerta con la frente. Fruci el ceño pero cuando se giró me pegué a la pared. Solté un gemido por el color de las costillas.
-Bam-se me acercó, se arrodilló en la cama.
-no me toques-agachó la mirada, estaba temblando como una hoja, miré la carta en la cama y tiró de mi por la camiseta. Gemí pero dejé que me abrazase.
-Lo siento... De verdad... Tienes que creerme... Lo siento muchísimo...-gemí de dolor, me aparte con la mueca de dolor, me miró y vi su arrepentimiento.-Bamie...
-te perdono pero suéltame porque me duele muchísimo-se me apartó de mí y miró al suelo.
-Bamie...-suspire tumbándome, intenté taparle pero no podía-espera que te ayudo- me tapó y lo miré con un suspiro.
Se sentó en el suelo y toque con los dedos su manga, pues había cruzado los brazos en el colchón, me moví un poco para acercarme a él. Tenía miedo de que me pagase pero no podía evitar ver su dolor por lo que me había hecho.
-yun... Por qué... ¿por qué estas con esta ropa... Y este pelo?-toqué sus mechones rubios y suspiró, me di cuenta que no llevaba sus pircings.-¿y tú piscings?
-yo... Quería parecerte normal...-abrí los ojos sorprendido-sé... Que no tengo derecho a pedirte que me perdones pero...
-¿tanto te molestó mi beso? Yo no quería que te enfadases...-tapó mis labios y negó, veía los orificios de sus pircings y él intentaba juguetear con algo.
-no me enfada, me sorprendió pero no me enfada.-suspiré, me acarició la mejilla y me senté con trabajo-NO HAGAS ESO.
-dame los pircings.-suspiró, los sacó de su bolsillo y me los puso en la mano.
-túmbate por favor... No quiero que te hagas daño- obedecí, cogí su oreja y me señaló el que era.-Bamie... Lo siento...-puse la tapa y suspire.
-lo sé... Pero... ¿qué te dijeron? ¿Por qué me pagaste así...?-cogí otro pircing y se lo puse en el labio, me miró cuando estaba intentando poner la tapa. Su aliento impactaba contra mi rostro, olía a caramelo.
-pues... Hace tiempo... La gente se pensaba que era idiota, se reían de mí y cuando estallé empecé a boxear... yo... Cada vez que se ríen de mi... Estallo...
-yo no me reí de ti...-acarició mi mejilla, se me calló el pircing de su labio y me paro cuando iba a mirar el suelo.
-siento haber creído una versión...-cerré los ojos para organizar mis ideas, noté su mano encima de mi corazón-lo tienes muy acelerado...
-lo sé...-acarició mi oreja y sonreí.
-Bamie...no abras las ojos...-me puse nervioso cuando noté el calor de su cuerpo cerca del mío. Aguante el aire y sus labios besaron los puntos falsos de mi frente.-ayúdame con esto.
Abrí los ojos, me acarició la mano y puso de nuevo el pircing en ella. Cogí su labio pero lo solté, me senté manteniendo recto el tronco. Se apartó un poco para que pudiera separar las piernas, volví a coger su labio, colocó las manos en mi cadera
-¿te duele?-negué, puse la tapa y movió con la lengua el pircongs. Colocó el otro del labio en mi mano y se lo puse con cuidado.-¿me perdonas?-gemí cuando tocó mi cola, la aparte con dolor y él hizo una mueca de tristeza.-Lo siento.
-tranquilo...-cogí el otro pircing con forma rara-¿esto...?
-aquí-tocó el puente de su nariz y lo miré fijamente, rió-tranquilo.
-no te pongas este...-rió de nuevo, me miró curioso-este no, lo puse en mi bolsillito en la camiseta del pijama.
-¿por qué?-cogí uno de la oreja y señaló el segundo agujero en el cartílago.
-porque no es bonito, no me gusta, tiene pinta de doler y estas bien sólo con esos.-negó colocando bien su pircing.
-¿y qué hacemos con la nariz?-cogí el pircing que giraba en su mano, se lo puse con cuidado y me sujetó por la nuca.-¿qué hacemos con el beso?
-¿qué?-me puse nervioso, se puso de rodillas, me acarició la mejilla y me aparte. Gemí cuando me estalló el dolor en las costillas.
-no te muevas- me acarició la espalda con suavidad poniéndome más nervioso, cogí otro pircing pero se me resbaló, me cogió la mano y lo puso en ella.-¿qué pasa?-negué rojo como un tomate, puse los pircing en sus orejas.
-¿por qué tan nervioso?-lo miré inflando las mejillas, sonrió y suspiró-no puedo mirarte... Tienes moratones...
-ah... Lo siento...-acarició mi brazo con suavidad, vi uno de los moratones más pequeños.
-tú no tienes que sentirlo...-acaricie una cadena que había en su cuello, extrañado lo saqué de debajo del cuello del jersey. Abrí los ojos sorprendido al ver el pircing que más me había gustado para él, sólo que estaba modificado para ser un collar.
-tú...-me tapó la boca y me tumbó con cuidado.
-¿por qué no descansas un poco?-lo miré, tenía un lío mental que no sabía ni lo que pensaba.
-Yun...-me miró de nuevo y agarré su jersey.-¿quieres tumbarte conmigo? Pareces cansado...
-bamie... Sólo te haría daño-negué rápidamente, rió, suspiró y me aparte hasta la pared. Aparte las mantas y se tumbó de lado, después de descalzarse. Me miró fijamente.-¿qué hacemos con el beso?
-no sé a qué te refieres-suspiró y tocó mis labios.
-di un número...-fruncí el ceño-del uno al diez...
-¿siete?-sonrió y acercó su rostro al mío, cerré los ojos.
-has acertado-encogí las piernas nervioso cuando sus labios acariciaron mis labios con sus palabras. Atrapó el mío entre los suyos y giré la cara.-perdón.
-no... yo... Lo siento...-me miró fijamente, separé sus labios con un dedo y toque su lengua.-tu pircing...-
-oh...-se sentó y vi que se ponía el pircing.
-no sé besar-se atragantó con su saliva y me tapé la cabeza con la colcha.
-¿cómo has dicho?-me intentó apartar la colcha, se metió debajo y me miró.-¿no sabes besar?
-yo...-sonrió, puso la mano en mis ojos y noté de nuevo sus labios en los míos. Seguí los movimientos que él me incitaba a hacer.-Yun...-suspire, me acarició el cuello, y noté su lengua con el pircing.
-¿um?-lamí sus labios, me acarició los colmillos haciéndome estremecer. Se apartó.-¿qué?
-¿por qué... Me besas?-me miró parpadeando.
-¿no te gusta?-me sonroje y asentí.
-sí... Pero...
-¿entonces? ¿qué más da?-aparte la mirada y él sonrió divertido-¿qué pasa?
-soy chico...
-y yo-lo miré curioso.-ah... Has entiendo...¿piensas que está mal?
-no, pero...
-no sé por qué, sé que me apetece pero pienso el motivo.-abrí los ojos y acarició mi mejilla-pero me gusta más enseñarte.
-BAMIE-me senté de golpe y grité por el dolor, me hice una bolita por el dolor. Oí la puerta y también como caía Yun de mi cama.-¿qué pasa?
-me duele...me hice daño... Me has asustado-Jackson rió, acarició mi pelo y gruñí.-NO TE PASES QUE TE PARTO LA COSTILLA.
-JACKSON-oí la risa de mi hermano, me estire un poco, lo miré de reojo y vi un vaso da agua.
-tienes que tomarte la medicación-me ayudó a sentarme y me tomé la medicación. Vi a YUNGYEUM con un dedo en la boca.-¿mejor?
-tarda en hacer efecto...-rieron los dos y me tumbé de nuevo.
-¿ya está todo bien?-asentí y yun asintió.-vale... Si me necesitas estoy fuera.
Miré a Yun desde mi cama, se me acercó y agarró mi mano. Jugaba con mis dedos y yo no podía evitar pensar en porque me había pedido callar.
-¿por qué no querías que hablase?-rió y acarició mi mejilla.
-no quería que le dijeras nada a Jackson... Del beso...-Abrí los ojos sorprendido-no es porque sea malo, es sólo que tengo que hablar con él.
-vale...-asentí y me dio un beso.-¿somos pareja?
-no-fruncí el ceño por su contestación.-yo...
-estás liado ¿no?-asintió suspirando.-lo siento.
POV. SUHO.
Bostece desperezándome, notaba movimiento en el colchón y eso me extrañó. Al fijarme detenidamente vi la espalda de Kris mientras se ponía las botas. Asustado, miré mi cuerpo y suspire aliviado al comprobar que tenía el pijama.
-¿a dónde vas?-pegó un brinco, sonreí y pasé el dedo por el tatuaje de su espalda. Un dragón gigante con flores y humo de estilo chino.
-Tengo que irme-miré el despertador 5:00 am, me senté pero me arrepentí por el dolor, me deje caer de espalda y me encogí con las manos en la cadera.-¿te duele mucho?
-Sí...-suspiró, miró el reloj y se pasó la mano por el pelo.
-déjame ver-subió mi camiseta y pasó los dedos por la zona presionando. Lo observé fijamente mientras hacía eso.
-¿a dónde vas tan temprano?-paró, me miró y apretó los dientes.-lo siento...
-tengo cosas que hacer-se apartó para coger una gasa y limpiarme de nuevo el tatuaje.
-¿qué cosas?-sonreí mirándolo pero él parecía serio, frío y alejado de mí.
-no te incumbe, además no somos pareja, sólo me he declarado-tiró la casa a la papelera, estupefacto, vi cómo se ponía su chaqueta de cuero, desapareció y noté su ausencia con fuerza. Dejándome caer miré el techo sin comprender el cóctel de sentimientos que inundaba mi cuerpo.
-Carol... Creo que me gusta Kris-lo mande y cerré los ojos dejando el teléfono en la cama.