Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quizás, yo sí deba morir por MaryAnn

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno... Primero que nada me gustaría decir que, por favor Sarai... No me vayas a matar (lol) XD

Listo, ahora que ya rogué por mi vida (?) aclaro que este one shot es de una perspectiva diferente a la del one shot original (el cual les dejé en el resumen del fic).

Espero que les guste, yo personalmente lo disfruté bastante mientras lo escribía en una noche de insomnio x3

Y sin más que decir...

¡A leer!

Quizás, yo sí deba morir.

 

 

 

Un largo tiempo había pasado desde que supe algo de él. Desde la última vez que peleó con su padre no me había vuelto a llamar, y sinceramente, aquello me tenía sin cuidado. Sabía muy bien que le prohibían tener una relación, pues su familia era en extremo anticuada y, si por las casualidades del destino llegaran a descubrir que él estaba saliendo con otro hombre… ese sería el fin. Lo matarían.

Y lamentablemente, esa mala jugarreta del destino ocurrió. Su padre al poco tiempo descubrió nuestra "relación" —si es que se podría llamar así—. Esa misma noche me llamó extremadamente alterado, comentándome que su familia consideraba que el hecho de estar conmigo era una “deshonra” para ellos. Intenté consolarlo lo mejor que pude, y no funcionó. Quizás mi indiferencia le afectó, pero a fin de cuentas, ese era su problema, no el mío.

 

Esa fue la última vez que hablé con él. Con el pasar del tiempo, comencé a dar por sentado que nuestro noviazgo  había terminado. Tampoco intenté buscarlo, pues no valía la pena. ¿Para qué hacerlo? Al menos podía decir que el reto que me habían propuesto lo había logrado con honores.  “¿Qué reto?” Se preguntarán muchos. Muy bien, se los resumiré en una sola palabra:

 

…"Conquístalo"

 

Esa proposición hecha por mi mejor amigo en un momento de risas y diversión fue la causante de que dicho juego iniciara. Un juego indecoroso que yo estaba dispuesto a llevar a cabo sin importar las consecuencias.

No sería sencillo, eso ya lo sabía. Conocía muy bien sus gustos, pero no estaba dispuesto a darme por vencido tan fácilmente. Tenía algo a mi favor, y era su profundo sentimiento de soledad. El vacío y la evidente falta de afecto que él sentía en lo más hondo de su frágil cuerpecillo sería la clave de mi victoria.

 

Y así como si hubiera sido una predicción hecha por una especie de adivino, se cumplió.

 

Un par de palabras bonitas, y ya lo tenía comiendo de mi mano. Tan fácil que resultaba tedioso.

 

Eres especial para mí…

 

Me gusta estar contigo, eres diferente a los demás…

 

Sé que ambos somos chicos, pero en serio te quiero. Por favor… Acéptame

 

¿Cómo podía ser tan idiota para creerse todo aquello?

 

Era tan ingenuo…

 

 

En poco tiempo nos establecimos como pareja. Todos mis amigos quedaron realmente impresionados. Sus caras eran un poema que jamás olvidaré. Pero no era para menos, había logrado que el chico más asociable y tímido de toda la preparatoria saliera conmigo. Me sentía tan orgulloso de mi mismo... Había escuchado ciertos rumores acerca de él, muchos decían que le temía “al amor” por ciertas decepciones amorosas —lo que explicaría su conducta retraída a la hora de abrir su corazón a otra persona—, por lo que conseguir que accediera a tener una “relación” conmigo era definitivamente un gran logro. Me sentía todo un casanovas. 

Sin embargo, todo tiene su final. Y aquello no era diferente. Luego de regodearme por mi supremo triunfo, llegó el momento de romper con él. No obstante, jamás pensé que me resultaría tan difícil hacerlo, debido a que…

 

… Sentía lástima por él.

 

Y es que era inevitable sentirla. Su rostro tan casto e inocente me producía una intensa sensación de culpa. Sus sedosos cabellos castaños cayendo delicadamente por el contorno de su semblante, mientras me dedicaba una de sus más deslumbrantes y genuinas sonrisas… me hacía retroceder con mi rotunda decisión. No me atrevía a romperle el corazón, no mientras me miraba con aquellos enormes y tiernos ojitos cafés.

 

Después de todo, él no resultó ser tan antipático como solía aparentar. En el fondo era una persona muy dulce y gentil. Una vez me llegó a confesar, que su actitud repelente no la podía evitar. No se comportaba así porque quisiera, sencillamente aquello era como su “armadura” inconsciente para protegerse de los demás, pues temía que alguien quisiera hacerle algún daño cómo muchos le habían hecho en el pasado.

 

“Si tan sólo supieras que yo…”  

 

...

 

Sería una vil mentira si dijera que los momentos que compartí con él fueron insufribles. Francamente, los disfruté demasiado. Más de lo que debería. Él me hacía reír como pocos, y siempre tenía algo interesante que contar como ninguno…

 

“Rayos, ese chico es toda una cajita de sorpresas...”

 

 

Cuando iniciamos el nuevo año escolar, no intercambiamos palabra alguna. Ni siquiera cuando nos cruzábamos de repente por el pasillo y correspondíamos nuestras miradas. Y así estuvimos por un largo tiempo, hasta que un día común y corriente en el patio de la preparatoria uno de sus pocos amigos se acercó a mí, con la intención de informarme como un intermediario que mi relación había terminado.

 

“Cómo si ya no lo supiera…”

 

 

Después de eso, mis sentimientos comenzaron a tornarse confusos. A pesar de que él me había hecho el gran favor de romper en mi lugar con nuestro amorío, ciertamente me sentía decepcionado; pues no fue precisamente la forma más adecuada para hacerlo. Él nunca llegó a enterarse de mis malas intenciones, por lo tanto…  ¿Por qué se comportaba así conmigo? ¿Por qué ni siquiera se presentó para decirme algo tan íntimo como eso? ¿Es que acaso yo no significaba nada para él?

… Pero lo que más me cuestionaba con inquietud, era el porqué le estaba dando tantas vueltas al asunto. Sí todo había sido sólo un reto para mí… ¿Por qué me importaba tanto la forma en que terminara? ¿Por qué de un momento a otro me sentía tan herido?

 

 “Tal vez… Sólo tal vez… Significó más que un juego para mi”

 

 

Luego de un corto tiempo, su amigo nuevamente apareció ante mí. No obstante, esta vez venía con una noticia un tanto diferente…

 

Mi “ex” deseaba hablar conmigo.

 

En el fondo ese hecho me alegró, sin embargo me molestaba que aún no se atreviera a darme la cara.  —No hablo con ninguno de mis ex —Decreté con superioridad, cruzándome de brazos y sonriendo con malicia, sintiéndome como el amo de la Galaxia por mi patética “venganza”.

 

¿Qué rayos me estaba pasando?

 

Comenzaba a comportarme como un niño inmaduro cada vez que se trataba de él; pero poco a poco terminé por restarle importancia, pues ni yo mismo sabía lo que me estaba sucediendo. Al menos tenía como consuelo la placentera satisfacción que sentía al imaginarme cómo mi escarmiento le haría pasar un mal rato.

 

Los días transcurrieron con normalidad, y tal como lo supuse, el chico no dio acto de presencia. ¿Por qué era tan cobarde?  ¿Por qué ni siquiera se atrevía a buscarme el mismo? Eso era lo que más me enojaba. Yo simplemente quería que él personalmente rompiera conmigo. Sólo eso. O quizás…

 

“Tan sólo quiero hablar con él una vez más…”

 

 

Poco a poco comencé a sentirme peor. Luego de verlo tan decaído, comencé a cuestionarme sí realmente debería buscarlo yo para hablar con él.

Un día me escabullí entre los pasillos, y lo seguí hasta la parte trasera de la preparatoria. Y allí se encontraba él,  llorando sobre el regazo de uno de sus buenos amigos.

—Es mi culpa... sólo mi culpa… —Repetía entre sollozos—. Quiero morir… —Aquella frase me petrificó, desbastándome  por completo. Me sentía tan culpable. Tan maldito.

La impotencia que me producía verlo en ese estado era indescriptible. Por un momento deseé correr hasta él, y acurrucarlo entre mis brazos como solía hacer. Pero sabía muy bien que ya no podía hacer eso.

 

“No llores más…Todo estará bien”

 

Le susurré desde mi escondite, deseando que al menos mis palabras tuvieran algún efecto en su interior; y dándome la vuelta, me marché a mi casa con desdén, sin saber que aquellas palabras serían las últimas que pronunciaría.

 

 

Una brusca sacudida me hizo despertar ese mismo día en medio de la fría noche. Me sentía confundido y desorientado. “¿¡Qué está pasando!?” Intenté gritar aterrorizado al percatarme que me encontraba completamente amarrado de pies y manos a la madera de la cama, pero no logré articular ninguna palabra, tan sólo conseguí mascullar debido a que una sucia mordaza cubría mi boca.

De repente, una suave y calmada voz me siseó, sentándose junto a mí en el borde de la cama. —No hagas ruido, no querrás que nos escuchen… ¿verdad? —me dijo de forma burlona, permitiéndome de inmediato identificar de quien se trataba. No había dudas… Era él.

 

Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, pude contemplar levemente su rostro. Su singular calidez había desaparecido por completo, al igual que su inocente sonrisa.  —¿Por qué debería morir yo? —Me preguntó de modo imprevisto, seguido de una risa enfermiza que logró estremecerme hasta los huesos—. Si todo esto es tú culpa… —Esbozó una maquiavélica sonrisa en su rostro, que tan sólo me inspiraba temor—. ¡¡Entonces muere tú!! —Gritó con furor, incrustándome con brutalidad una daga en el estómago, provocando que arqueara retorcidamente mi espalda por el intenso dolor que me causaba, junto con varias lágrimas amargas que se deslizaban sin permiso por mis mejillas—. ¡Eso! ¡Llora, llora, llora! —Me repitió sin parar al verme sollozando por el suplicio, apuñalándome repetidas veces en el torso cómo si realmente lo estuviera disfrutando.

 

“¿Por qué me hace esto?” Me cuestioné a mitad de mi agonía, y al parecer leyó mis pensamientos, pues al instante me gritó con odio… “¡Sufre como yo sufrí…! ¡¡Sufreee!!”

Y allí entendí todo el daño que le había causado. Todo el sufrimiento que había padecido por mi culpa.

“Quizás, esto me lo merezco…” Pensé, exhalando un último suspiro de vida.

 

… “Quizás, yo sí deba morir”

 

 

 

 

Notas finales:

Vaya final... XD Espero que les haya gustado, ¡muchas gracias a todos los que leyeron!

Pero antes de despedirme me gustaría preguntarles... ¿Qué tal les pareció? ¿Sintieron lástima por el chico o creen que se lo tenía merecido?

Les agradecería mucho sus opiniones :3 (¡Vamos! que los reviews son gratis... lol)

 

¡Nos leemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).