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El caza monstruos, Seragaki Aoba! por AliceNightray

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Notas del fanfic:

Este fic es por Halloween ^^

Serán varios caps que duraran hasta noviembre.

Notas del capitulo:

Pues este fic es por Halloween, iba a salir antes pero la escuela y las tareas se joden a uno /(u.u)

En fin, espero les guste, sera un AllxAoba, o seria mas correcto decir que es un harem yaoi? Maa maa.

En fin, espero les guste y me dejen review, si consigo mucho actualizó pronto con quien ustedes elijan! (Y) 

Buen, ya decidí a todos los personajes siendo un monstruo popular (zombie, vampiro, etc, etc) así espero les guste como quedan los personajes, aun así, si tienen u a idea de que mintruo fuera X personaje pueden comunicárselo, si me gusta lo considero y veo si pega en la trama :D

En fin, empecemos con esto.

DISCLAIMER: Ningún personaje me pertenece (por desgracia) todos son de Nitro+Chiral, los uso sin fin de lucro y por las fiestas aterradoras~

ADVERTENCIA: esto subira de nivel a +18 conforme obscureca (?) la trama. También abra violaciones y tortura, así que discreción onegai shimasu 

Enjoy~

La gente del pueblo estaba aterrorizada, la razón es que dentro de poco seria Luna Llena. No es como si eso fuera malo, lo terrible era que en el Bosque Axul existía un hombre lobo que era simplemente terrible. Cada Luna llena atacaba a la aldea y asesinaba a diestra y siniestra.

Eran en esas noches que las mujeres se encerraban con llave junto a sus descendientes para que no fueran asesinados por aquel monstruo.

Los ancianos y religiosos se encerraban en la gran iglesia de Sly a rezar toda la noche por el bienestar de todos los aldeanos.

Y los hombres envalentonados se armaban de lo que tuvieran a mano y se dividían en dos, unos a vigilar la aldea y otros a ir al bosque a tratar de cazar a la terrible vestía tan negra como la noche.

.

La gente estaba ya arta, no sabrían que hacer, ese monstruo no parecía tener final. La gente se juntaba la una a la otra para no ir en soledad, aun si era de día. Esto desvonsertaba a los viajeros. Los aldeanos como buenos samaritanos les advertían de los peligros de seguir un viaje al ocaso, algunos creían, otros no.

Y es a este pueblo al que llega nuestro protagonista.

Seragaki Aoba llegaba al fin a ese bendito pueblo.

 -Estoy muerto -se quejo para sí mismo.

Al pasar Aoba atraía la atención de la gente. Él era un joven que no tendría mas de 20 años, tenia un largo cabello azul y ojos dorados, piel blanca e iba vestido con colores azules y negros. Lo que hacia que la gente se fijara en el era ver una enorme maleta y una gran pistola a sus espaldas.

La gente se metía a sus casas o evitaban la mirada del forastero.

Esto no le extrañaba a Aoba sin embargo, ya estaba acostumbrado a esas miradas. Busco con cansancio algún lugar do de beber algo y lo encontró, una pequeña posada no muy lejana.

Entro como si nada y se sento en una mesa solitaria.

Pronto se le acerco una joven bastante lo da, tenia largo cabello castaño claro sujeto en un listón, buen cuerpo y una so risa amable.

 -Buenas tardes forastero, ¿qué desea beber?

Aoba sonrio- Quisiera lo mejor del menú 

La muchacha hizo una reverencia para perderse por las puertas a la cocina.

Los hombres del lugar le miraban con sospecha, a ninguno le gustaban los forasteros.

Pronto la comida llegó, pero esta vez a manís de un hombre con pintas de oso gruñón.

-Espero tengas para pagar niño bonito -dijo con tono de amenaza.

Aoba so río vo fianzudo y saco una bolsa de su maleta, arrojo a la mesa y con tranquilidad y algo de burla en su tono dijo- eso a de bastar hasta para un par de noches.

El propietarios levanto una tupida ceja y dirimió su vista a la bolsa, al abrirla noto un gran no ton de monedas de oro.

Tanto el dueño como la hija se volvieron aun mas amabnles con el forastero y agradecieron la generosidad inclinando la cabeza un montón de veces.

Cuando el anochecer antes de la luna llena llego la gente se amontonaba en el lugar buscando comida y un lugar donde dormir.

Aoba, que aun descansaba en su mesa, veía todo el alboroto con diversión.

 -Pareciese que los atacaran una manada de lobos -dijo en broma y el silencio se hizo.

 -Eso es lo que nos pasa forastero -decía una robusta señora con miedo en su voz.

 -Les atacan los lobos? -pregunto extrañado, en esa región los lobos no eran tan abundantes como para dar problemas.

 -Ya quisiéramos nosotro -decía el dueño.

 -Usted es un cazador, ¿no es así forastero? -decía la hija del dueño en suplica al peliazul- entonces ayudenos, oh, por favor.

 -Dejalo Clara -decia el dueño- un simple cazador no podrá con ese monstruo.

 -¿Podrian contarme los detalles? -pregunto Aoba interesado.

 -Vera, este pueblo siempre ha vivido con tranquilidad, hasta hace seis meses que llego un hombre a trabajar para el cura, pero este hombre no era bueno como creíamos. Cuando el llego la gente empezó a desaparecer y a morir, y una noche de luna llena varios aldeanos lñe vieron convertirse en un monstruo peludo -decía la hija soltando un alarido lastimero- a pesar de que decía amarme y estábamos comprometidos.

 -Guarda la compostura Clara, ¿no se reirá de nosotros?

 -¿Por qué debería? 

 -Cuando los forasteros oyen nuestra historia se ríen de este pueblo supersticioso.

Aoba sonrio ante ello sacando su fiel arma "Scrap".

 -En realidad yo soy un cazador de monstruos.

Aoba yacía acostado en la cama de la posada pensando en los aldeanos que le miraban con esperanzas.

Y aunque Aoba dijo ser un cazador de monstruos eso no era completamente cierto, era un aprendiz que debía asesinar cierto tipo de monstruos para ser reconocido como tal de manera formal ante el Gran Concejo.

La familia Seragaki había sido celebres cazadores cuando las leyendas eran reales y los mitos no eran inciertos. Pero desde que el nuevo rey Toue asumió su cargo sustituyendo al joven principe suprimió estos cuentos y leyendas por ser inciertas. Todos quienes vivían en las grandes urbes habían dejado de creer en los susurros en la oscuridad y las demás criaturas que ocultaba.

Pero pueblos pequeños y lejos de la capital aun creían, y era por que estos si tenían encuentros con brujas, demonios, vampiros, fantasmas, etc.

Aoba había sido criado de pequeño para cazar a estas criaturas que ponían en riesgo la vida humana. Al principio fue difícil, pero ya se había acostumbrado.

Hasta ahora ya había matado dos hombres lobos (con ayuda), una bruja (con ayuda), un gnomo maligno (ese fue fácil), unas decenas de zombies y un shaman, pero ahora debía matar aun mas criaturas para ser un cazador de verdad.

Y aunque la bruja, el zombie y el hombre lobo eran parte de la lista él quería lograr vencerlos por su cuenta. Así que mañana al anochecer mataría al terrible hombre lobo.

Antes de caer dormido vio el collar que siempre usaba, era un amuleto protector que le dio su abuela cuando comenzó su viaje hace dos meses.

 -Espero este bien -pensó en ella y su familia antes de caer dormido.

.

Se levantó muy temprano en la madrugada, víctimas ma de otra pesadilla, se quedo sentado temblando y suprimiendo las lágrimas y los sollozos, aun se sentía como un niño pequeño y eso lo frustraba.

El sueño era el mismo, un gran río de sangre en el que flotaban personas sin caras o sus familiares y amigos.

 -Mizuki -sollozo al silencio.

Mizuki fue un amigo en su niñez y adolescencia. Él, Aoba, había sido adoptado y era nuevo en el pueblo, de niño parecía una niña y solo había un joven que lo defendió, pero ese joven, ya sin rostro, desapareció dejándolo solo, quien le consolidó era su amigo Mizuki el cual era amable con el, incluso ambos compartían el sueño de ser cazadores de monstruos y poder salvar a las personas.

Pero tragedia llego sin piedad. En una lluviosa y tormentosa noche como de leyenda, aparecieron una gran cantidad de monstruos y Mizuki había muerto protegiendolo.

Aoba, asqueado por el recuerdo, se levantó rápidamente a bañarse, aun sentía la sangre de su amigo en su piel, y es que todo fue su culpa.

.

.

Al fin el día siguiente llego, esa noche el hombre lobo, Ren, aparecería para asesinar a todos quienes estuvieran en su camino. Aoba se paseo por el pueblo para informarse de esta persona.

Aparentemente, "Ren" era un ayudante para el padre de la iglesia, el señor ya estaba muy viejo y necesitaba ayuda. Era un atractivo hombre de cabellos oscuros y ojos dorados con un excelente cuerpo (cof, cof) que era real ente amable con todos. Siempre desaparecía del pueblo en las noches de luna llena, hasta que un día, su prometida lo vio transformarse en un monstruoso hombre lobo, desde entonces se paseaba por la aldea o el bosque en busca de víctimas.

Después de reunir datos comió otro poco mas y por fin llego la noche.

El silencio del pueblo le daba mala espina a nuestro protagonista, como si fuese asediado desde la oscuridad por una penetrante mirada. Los hombres y jóvenes merodeaban con armas y los demás aldeanos yacían resguardados en sus casas.

 -Todo sereno- decía un hombre desde las alturas, vigiando (*) la seguridad... Cuando un desgarrador grito se escuchó cercano y luego el paralizante aullar de un lobo.

Lis hombres corrieron a donde escucharon el grito, y ante sus ojos una enorme creatura negra y peluda deboraba a uno de los hombres.

Rápidamente se abrió fuego contra el monstruo, el cual dejó al agonizante hombre y mordio otro, arrastrándolo consigo.

 -¡Takeshi! -gritaron algunos mientras el tal Takeshi pedía auxilio de manera perturbadora.

 -Iré tras él -dijo Aoba sin miedo, persiguiendo a la creatura y su presa por el sombrio bosque.

Aoba se guiaba por el sonido de auxilio, cuando dejo de escuchar se guio por la sangre que empapaba la tierra, para luego oír el ruido de la piel que se rasga y los huesos que se rompen, Aoba tembló ante eso, sofocando un grito de horror.

Se asomo por un arbusto y la oportuna luna dejo su cubierta de nubes para iluminar el oscuro sendero, dejando a su vista la desagradable escena de esa criatura devorar al pobre hombre.

Paso saliva, sacando su arma para apuntar, tendría que ser rápido porque con lo grande que era se notaba que no causaría tanto daño como quisiera.

Justo cuando su dedo estaba en el gatillo otra enorme sombra, no tanto como la primera, apareció mientras gruñía al otro monstruo.

 -"Dos hombres lobo" -pensó Aoba angustiado, no sabia si podría con dos, pero era su deber o perecer en el intento.

Volvió a apuntar, esta vezal mas cercano y disparo con premura, el lobo soltó un lastimero aullido y el otro lobo se a balanceo contra el lobo mas pequeño, llegando a la garganta y mordiendo con una fuerza destructora, Aoba lanzo el segundo disparo al mas grande, el cual rugió de dolor, dirigiendo su mirada a él.

 -"Oh mierda!" pensó, mientras trataba de retroceder.

EntoncesEntonces, cuando iba a escapar el lobo dio un salto, poniéndose frente suyo y disminuyendo las posibilidades de escape, atrás suyo un hombre lobo, y delante otro hombre lobo, perfecto.

Sin acobardarse apunto al que tenia de frente, dándole en un ojo, este lobo aullo de dolor y con su garra lanzo a Aoba al prado donde se peleo con el otro lobo. Aoba, tambaleante y sangrando se puso de pie rápidamente para evitar un segundo ataque y disparo a una para, pero esto no hacia mas que enfurecer al mointruo el cual se hecho sobre él.

Aoba levanto un brazo para protegerse, pero no hubo necesidad, el lobo al que disparo primero se lanzo contra el mas grande, mordiendo la yugular con fuerza mientras gruñían entre si.

El humano pensó que era mejor deshacerse del mas molesto primero, así que se unió al hombre lobo mas pequeño y disparo por donde debía estar el corazón. Pero fallo el tiro por muy poco, o eso parecía, ya que el lobo mayor se sacudió al mas pequeño y gruñía de frente a Aoba, listo para saltarle en cualquier momento. Aoba no se acobardo y apunto con su rifle... pero ya no tenia balas (maldición) y el enorme licántropo se mle hecho en cima, Aoba usaba su arma metiéndola dentro de la boca del mintruo y empujándolo para atrás.

 En ese momento sintió que el licántropo frente suyo le hablaba con una terrorífica vos, diciéndole "te destruiré". Aoba dejo de pensar en eso, apurado por sacárselo de encima y sin aparente oportunidad.

" Dejarlo en paz" escucho otra voz y el lobo pequeño se le hecho en cima al mas grande una vez mas, mordiendo su lomo.

Aoba saco una pistola para casos especiales y apunto, pero ambos licántropos se movían entre gruñidos terribles, no sabia a quien apuntar, pero ha que debía matar a ambos penso que no importaba quien fuera primero, pero entonces paso algo... sus ojos se encontraron con los dorados del lobo mas pequeño y decidió disparar al mas grande.

 Fue una fracción de segundo pero logro darle al mas grande, el cual en un ultimo intento de frustración se lanzo sobre Aoba mordiendo su mano fuertemente, sacándole un grito de dolor... Y todo cayo en calma.

El otro hombre lobo se acercó a él, Aoba debía matarlo antes de ser asesinado, pero ya no le quedaban fuerzas para oponerse, estaba muy herido y cansado, amanecería pronto, debía resistir para sobrevivir, se lo prometió a su abuela.

El licántropo se acercaba y Aoba se recargo contra el árbol, alzando sin fuerza su pistola, el vcual centro su mirada en el sin detenerse.

 "Aoba" escucho que le llamaban, tembló dejándose caer sin fuerzas.

El hombre lobo se acervo a el, lamiendo su mejilla y ante sus ojos se transformaba en un hombre...

 -¿Quien...? -pregunto sin fuerzas.

El hombre, con aun características lobunas se acercó a él, era realmente atractivo, cabellos oscuros desordenados, tatuajes con diferentes formas y hermosos ojos dorados se acercaba.

 -Aoba -volvió a llamarle, tomando la mano que el otro lobo había mordido, llevándola a sus labios para luego besar cada una de las heridas por los colmillos.

Aoba se sonrojo, tratando de quitarle su mano, pero no pudo el otro la sostuvo con fuerza mientras lamia sus dedos, metiendo uno a uno a su boca y chupando un poco. Aoba gimió por la bajo, ¿qué demonios era esto?

 -Ba-Basta

 -Aoba -esta vez se movía a su cuello lamiendo otra herida, Aoba temblaba levemente mientras trataba de pensar que demonios estaba pasando. 

Con sus garras el hombre de cabellos negros rompió su camiseta, dejando su pecho a la vista, con las heridas de las garras aun sangrando, se acerco a su pecho besando y lamiendo, Aoba jadeo mas, pidiendo que se detuviera, tratando de alejarlo sin éxito.

 -Aoba -escucho jadeaba el hombre lobo, acariciando su torzo mientras su lengua se ocupaba en un pezón.

 -"¿Qué demonios es esto?" pensaba Aoba temblando de placer, reprimiendo algunos jadeos y gemidos.

Trataba ya sin ganas de sacárselo de encima. Y cuando dejo que su lujuria ganara el otro se detuvo, logrando sacar un jadeo de frustración.

 -¿Qué...?

Pero un poco después perdió la conciencia.

.

.

Cuando abrió los ojos ya era de día, su cuerpo dolía, pero estaba en una cómoda cama en una destartalada cabañita.

 -¿Donde estoy? -se pregunto extrañado, sentándose lentamente, notando que no tenia su camisa, pero estaba vendado, del torso, el cuello y su mano.

Antes de preguntarse el cómo escuchó la puerta abrirse y por ella entro un alto joven, era el mismo de las fotos que le mostró Clara, cabello un poco largo, ojos dorados, piel muy blanca y vestía de negro, con ropa de iglesia.

 -Haz despertado, que alivio -dijo con una cálida sonrisa, en sus manos una bandeja con comida.

 -Tu eres ese tal Ren -decía Aoba desconfiado, buscando sus armas con la mirada.

 -Si -dijo el otro sin mirarle a los ojos.

 -¿Porqué estoy aquí?

 -Te eh traído aquí para curarte.

 -¿Por qué? ¿No eras tu quien asesino a los del pueblo?

 -No, no lo soy -dijo levemente molesto.

 -¡Pero si eres un hombre lobo!

 -Lo soy, pero no soy un asesino -dijo el pelinegro fríamente.

 -Explicate, porque cazo monstruos y nunca eh conocido un hombre lobo que no asesina.

 -Aunque no es como si los buscaras Aoba -decía el otro .

 -¿Cómo sabes mi nombre? Explicaté, o si no...

 -No sirven tus amenazas sin armas -decía el licántropo con calma- pero te dire.

 -Veras, cuando era un cachorro perdí a mi manada por un grupo de cazadores, me refugie en un bosque muy lejos de aquí, donde moría de hambre, y entonces te conocí, llorabas mientras decías que te dejaron solo -Aoba asintió, recordando algo así después de perder a un amigo- nos encontramos, no le tenia cariño a los humanos, así que te gruñi, y lloraste mas fuerte, así que lami tus manos para que te callaras, y logre hacer que te callaras -decía con nostalgia.

 -¡Ah! -exclamo Aoba, acordándose de un cachorrito muy tierno y esponjoso- ¡tu eras ese perrito! -exclamo sorprendido.

 -Cachorro de hombre lobo. En ese entonces mi poder para protegerme me hacia parecer un perro, tu fuiste muy amable por mucho tiempo, y por ti es que decidí perdonar a los humanos y me uní a una iglesia.

 -¿Eh? ¿Y eso por qué? 

 -¿No lo recuerdas? 

 -No

 -Bueno, no es la gran cosa. Vine a este pueblo por ordenes superiores, me gusta ayudar a la gente, cada noche de luna llena me iba al bosque para que no me vieran en mi forma lobuna y me temieran, pero hace unos meses vino a esta región otro hombre lobo y saco a flote mi secreto.

 -Por eso no te has ido al pueblo de nuevo.

 -Si, trate de deshacerme del otro, pero era muy fuerte, hasta ayer que me ayudaste.

Ambos se sumergieron en un silencio, que no era incomodo sin embargo.Hasta que...

 -¡Oh! ¡Pero eh sido mordido!

 -No te preocupes, eh curado tus heridas.

 -Pero eh sido mordido por un hombre lobo, ¿no me convertiré en un...?

 -No, esa es una leyenda creada por los cazadores para tener una buena excusa para matarnos, despujes de todo las víctimas vuelven a la normalidad cuando el lobo que lis mordió muera, es casi lo mismo con los vampiros.

Aoba quedo pensativo. Para luego agradecer a Ren por todo y comer un poco, que estaba hambriento.

.

.

Ya había pasado casi un mes, Aoba mejoro de sus heridas y en su bolso iba una bola de pelos llamada Ren. En ese mes pasaron muchas cosas.

Mientras Aoba se curaba descubrió que Ren era muy amable y servicial, y hasta se había encariñado con él. Cuando estuvo mejor fue al pueblo con Ren, pero todos le llamaron monstruo, y a excepción de Clara, nadie lo quería en el pueblo. Sin un hogar al cual ir o algo que hacer pidió ir con Aoba en su viaje. Aoba al principio no quería aceptar, pero recordó que algunos cazadores tenían "mascotas" que les ayudaban a pelear contra otros monstruos, así que acepto.

Y ahora se dirigían al sur, donde debían encargarse de un vampiro.

Notas finales:

(*) Ni idea si esa palabra existe, es de Willy de una película de huevos, me daba risa, así que mientras escribía la recordé y la puse =D

Se que el fic comienza flojo, pero es el prologo! :D

El siguiente es Koujaku, vampire Koujaku X3

Después de el quien les gustaría seguir? Que tipo de monstruo creen que les toque al esto?

Merezco un review *^*


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