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Nadie como él me sabe hacer café por Haruka Eastwood

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Notas del fanfic:

Los personajes de Naruto y Naruto S. son propiedad de Masashi Kishimoto-sama y las pendejadas aquí escritas son cien por ciento mias.

Notas del capitulo:

Hola!! Bueno, aquí les traigo un pequeño One-Shot, nacido de mi obsesión por tomar café XD también porque recorde un beso que me dierón el cual sabía a café capuchino (como se escriba xD ) y una canción donde yo malinterprete todo jajaja emm pos aqui les dejo el link por si alguien quiere escucharla n.n de todas formas no es muy relevante jajaja

https://www.youtube.com/watch?v=MKaeF-bYOLk (un pequeño fragmento aparece en el resumen, ya que no se me ocurrio que poner TmT) 

Ok, no molesto XD así que a leer!! wiii y nos vemos abajo jijiji 

 

Título: Nadie como él me sabe hacer café

Resumen: Sasuke tenía cierta obsesión por el café de Naruto, ¿Cuál será la verdad detrás de esto? ¿Realmente Naruto hacía el café delicioso?

Categoría: Naruto
Clasificación: No menores de 16 años
Género: Romance, Erótico.
Advertencias: Lemon.

Autor: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~
Nadie como él me sabe hacer café

Capítulo único: Nadie como él me sabe hacer un café

Eran personalidades opuestas, con gustos completamente diferentes y actitudes contrariadas, aun así ellos eran los mejores amigos, de hecho eran más que amigos, pero por ahora ese era su secreto. Y mientras uno era divertido, alegre y risueño, el otro era serio callado e inexpresivo.

Con dieciocho años de edad Sasuke y Naruto eran grandes amigos, pese a todas las cosas que había hecho el moreno, como irse con Orochimaru para completar su venganza contra Itachi o querer destruir Konoha. Al final de la guerra simplemente fue perdonado y reconocido como héroe de guerra gracias a Naruto. Realmente le debía tanto a ese dobe y le agradecía a su manera única y extraña, pero que finalmente al rubio le encantaba.

De eso ya había pasado un año, en donde su “amistad” incremento bastante, ya que Naruto era con la única persona que Sasuke no se comportaba fríamente, incluso el moreno sonreía alegremente con él, cosa que seguía sorprendiendo a sus amigos a pesar del tiempo. Pero es que su Naruto era único.

———

Ino se encontraba bastante aburrida en su casa ya que ese día lo tenía libre, así que decidió ir a visitar a Sakura. Cuando llegó a la casa Haruno, tocó la puerta un par de veces, saludando a Mebuki amablemente.

—Ino-chan qué bueno que viniste, por favor pasa —sonrió la mujer.

—Gracias, por cierto ¿se encuentra Sakura? —preguntó adentrándose a la casa.

—Sí, puedes creerlo —hizo una pose dramática, llevando una de sus manos a su frente—, ha estado intentando preparar café desde esta mañana e insiste que lo probemos —sonrío un poco al ver el gesto de extrañeza en la rubia—. Bueno, yo me tengo que ir, pero te quedas en tu casa.

Ante esto, Ino se adentró y fue directo a la cocina, ya que Mebuki no mentía porque toda la casa despedía ese delicioso aroma a café recién preparado. Al entrar observó a su amiga rodeada de varias tazas de café. Tomaba una, lo probaba mientras cerraba los ojos, volvía a dejar la taza en la mesa y anotaba algo en un cuadernillo, repitiendo el proceso con todas las demás.

—Sakura, ¿qué haces con tanto café? —la miro interrogante, ya que tal vez se había vuelto completamente loca o si no es que ya lo estaba—, mejor dicho ¿para qué preparas tanto café? Mebuki-san me ha dicho que estas así desde la mañana…

—Ah, Ino, perdón. No te había visto —sonrió, antes de que sus ojos resplandecieran como si en ellos aparecieran llamas a la vez que hacía una ridícula pose de victoria—. Finalmente Sasuke-kun será mío. ¡Te lo puedo asegurar!

Dijo más que nada para sí misma, provocando que una enorme gota estilo anime resbalara por la cabeza de Ino, ya que ¿qué diablos tenía que ver el café con Sasuke?

—Sakura, ¿acaso te has vuelto loca por tanto café? —dijo con burla sin apartar su mirada de aquellos ojos verdes.

—¡No es eso!

Relajó sus facciones mientras invitaba a la rubia a sentarse, poniendo galletas en la mesa, al fin y al cabo tenían bastante con que acompañarlas…

*

Sakura caminaba dirección a la torre Hokage cuando a lo lejos visualizo la figura de un rubio brincoteando alrededor de cierto moreno que le miraba inexpresivo, todo indicaba que le estaba contando algo que emocionaba solo al torpe de Naruto.

—Lo más probable es que le este diciendo sobre el nuevo sabor de ramen que venden en la tienda —dijo para sí misma, mientras seguía avanzando con una sonrisa dibujada en los labios.

Pero cuando estaba a escasos metros de ambos observó como Naruto se alejaba haciendo una señal con la mano, despidiéndose de Sasuke que correspondía el gesto, observando al rubio brincar por los tejados.

—¡Sasuke-kun! —aprovechó que estaba solo y se dirigió rápidamente con él, quien con un gesto cansino se volteó a verla.

—Ah… Sakura.

—Este… Sasuke-kun, ¿te gustaría que fuéramos a cenar algo en la noche? —le miraba tímidamente y con un leve sonrojo.

—No —respondió sin más dándose la vuelta dispuesto a marcharse.

—¡Eh! ¿Pero por qué? —inquirió mientras le sujetaba levemente del brazo.

El moreno dejo salir un suspiro cansino antes de responderle a Sakura.

—Porque quede de ir a cenar a casa de Naruto —fue una mentira disfrazada de verdad, ya que si iría, pero no precisamente a cenar, al menos no comida.

Ante sus pensamientos pervertidos que involucraban a cierto rubio se sonrojo, erótico y más que delicioso, desvió rápidamente la mirada, impidiendo que la chica lo pudiese ver. Estaba por irse pero escucho a Sakura bufar molesta ante su claro rechazo, así que la miró seriamente, observando cómo se tensaba e intimidaba un poco dando un paso atrás.

—Pero es que como todos los días vas a desayunar con él… me gustaría saber porque, además… —suspiró un poco decepcionada antes de continuar y mirar a Sasuke— yo creí que… pues que, al menos te gustaría cenar conmigo. 

El moreno arqueó una ceja, ya que todo aquello parecía reclamo, pero ese día se encontraba de muy buen humor, (algo muy extraño en él), como para arruinarlo con Sakura.

—Me gusta el café que me da —dijo como contestación a su absurda pregunta, sin pensarlo mucho esa fue la primera excusa que se le ocurrió y así dio por terminada su inútil charla con la chica y sin más se marchó dejándola con la palabra en la boca.

*

—Entonces ese es el porqué de tanto café… —señaló Ino las múltiples tazas servidas que se encontraban en la cocina.

—Si logro preparar un café mejor que el de Naruto, Sasuke-kun querrá desayunar conmigo todos los días en vez de con él —a Ino le volvió a salir una enorme gota tras la cabeza, observando a su amiga que tenía ojos de corazón y un fondo de rosas rojas

—Al menos ¿has probado el café de Naruto?

—No es necesario, tan solo tengo que concentrarme en que el que yo prepare sea delicioso, y como conozco a Sasuke-kun estoy completamente segura que le gusta el café amargo.

Ino la miraba atentamente, no podía negar el hecho de que el café que había preparado Sakura era realmente delicioso, pese a que a ella casi no le gustaba. Tan solo se preguntaba si esa era la verdadera razón de que esos dos pasaran tanto tiempo juntos.

———

Naruto se encontraba sentado en un sillón de su apartamento con una humeante taza de café, mientras esperaba a Sasuke. Hace dos días quedaron de ver una película de terror, aunque en un principio el blondo insistió en que fuera de acción, ya que no le gustaban las películas de ese género. Recordaba cómo intentó convencer al Uchiha, relatándole que había comprado una película muy buena de acción donde el protagonista era un héroe mundial y no sé qué tanto.

Incluso manoteaba para a ver si así convencía al bastardo Uchiha, pero este simplemente se negó con una de sus clásicas sonrisas de supremacía, por lo que tan solo suspiró y aceptó de mala gana, para después irse a comprar unas cosas que necesitaba.

Aun recordaba que ese día vio que Sakura se acercaba, pero como ya tenía prisa no se quedó a saludarla. Frustrado, dejó salir un suspiro para comenzar a beber tranquilamente su café, él no era de tomarlo, pero de vez en cuando le agradaba y relajaba, aún más con el frío clima.

—Hola dobe —saludo Sasuke entrando por la ventana.

—Oye teme ¿Que no conoces las puertas ttebayo? —lo miró con el ceño fruncido.

—Si —respondió como si nada.

Naruto suspiró para no gritarle lo teme que era, si no quería ver una película de terror lo mejor era no molestar al bastardo que tenía por novio. Así que fingiendo calma, se tomó todo su café y dejó la taza sobre una pequeña mesa junto al sofá.

—¿Y si mejor vemos la película de acción que compre? —le mostró la cajita para que viera la portada, tal vez así se anime pensó.

—¿Acaso tienes miedo?

—¡Claro que no idiota!

—Gatito miedoso… ¿quieres que te proteja?

—No me jodas ttebayo.

—Sabes que podría hacerlo.

Sasuke sonrió arrogantemente caminando hasta el blondo quedando parado frente a él. Naruto suspiró y levantó su mirada topándose con los ojos negros de Sasuke, los cuales parecían desvestirlo con la mirada, por lo que tomó las caderas del azabache indicándole que se acercara.

—Lo sé —ronroneó besando el vientre del Uchiha.

Su negra mirada se encontró con la azul de Naruto, erizándole la piel por completo. Cuando esté colocó ambas manos sobre su cadera, humedeció sus labios con erotismo, conteniendo el jadeo que deseaba salir de su garganta, sentándose a horcajadas sobre un Naruto que comenzaba a excitarse con la visión de un Sasuke tan cooperativo y sensual que meneaba ligeramente las caderas sobre su sexo.

Complacido, Naruto acarició la espalda de Sasuke, dibujando eróticas figurillas imaginarias que hacían estremecer al moreno, quien junto sus labios con los del blondo pasando sus brazos alrededor del cuello contrario. En un principio fue un suave, lento y prolongado beso, en donde disfrutaban del sabor ajeno. 

—Dobe~ sabes a café —susurró Sasuke entre el beso—. Ahora yo debo de saber también a café por tu culpa.  

Naruto se sonrojo abruptamente y apartó un poco al moreno que lo miraba divertido, esbozando una sonrisa socarrona que le aceleró el pulso.

—Me gusta —y sin más volvió a juntar sus labios con los del blondo en un beso más demandante, agresivo y territorial—. No sabes cuánto me provocas, dobe… y me encanta el café que me ofreces.

Esta vez Naruto lo miró interrogante ya que no entendía nada.

—¿Acaso te volviste loco, teme?

—Mmm no sé —esta vez, Sasuke arqueó la espalda, deslizando las manos sobre el bien formado pecho de Naruto, en una caricia lánguida, casi perezosa en donde sus manos terminaron por apretar el ansioso miembro del rubio sobre la apretada tela del pantalón.

—Joder —bramó estrujando fuertemente sus nalgas—. Desde cuando eres tan seductor, teme tramposo.

Pero Sasuke no le respondió, mejor comenzó a lamer esos perfectos labios que tanto le fascinaban, impregnados de un adictivo y ligero sabor a cafeína. Mientras Naruto mordía delicadamente el labio inferior de Sasuke logrando sacarle un gemidito al tiempo que apretaba ambas nalgas con sus manos, masajeándolas a placer, acercando sus caderas a su cuerpo, teniendo deseos de ronronear.

Era más que tentador apresurarse, sin embargo, Sasuke amaba desesperar a Naruto, jugar con él y enseñarle que seguía teniendo el control pese a los roles. Por lo que haciendo uso de todo su autocontrol, separó los labios de forma lenta, concediéndole permiso a la traviesa lengua de Naruto que recorría con desespero su pequeña boquita, provocándole un cosquilleo intenso en su abdomen que se iba extendiendo por todo su cuerpo. 

De un momento a otro, se dio cuenta que carecía de la paciencia necesaria. Deseaba intensificar el contacto cuanto antes, por lo que tomó a Naruto de la nuca, entrelazando sus finos dedos en el cabellos rubio, sintiendo como esa traviesa lengua que le profanaba se movía a la par de la suya entrelazándose en una danza lujuriosa, rítmica y perfecta.

Sus cuerpos se estremecían con las caricias contrarias, provocando que un calor abrasador los consumiera en segundos, aumentando el placer y las sensaciones de esas conocidas y cálidas manos. Al final tuvieron que separarse de su intenso ósculo, siendo conectados aun por un fino hilillo de saliva, para poder despojarse de sus prendas de la parte superior.

Con malicia, Naruto deslizó su nariz desde los labios de Sasuke, pasando por su mejilla percibiendo su delicioso y embriagante aroma, hasta llegar al oído de este, lamiéndolo y contorneándolo con la lengua, mordisqueando un punto erógeno en Sasuke, que se encontraba justo en su cuello, ahí donde el pulso era más evidente.

—Esta vez te toca a ti abajo —ronroneó con un deje de lujuria en su voz, haciendo que su cálido aliento erizara la piel del moreno.

—Solo si vemos la película de terror —lo miró prepotente, comenzando mover sus caderas, estimulando el miembro del rubio con su cuerpo, sintiendo el calor de ambos sexos, provocándolos e incitando a Naruto a continuar.

—Mmm me parece un trato justo ttebayo, veré todas las películas de terror que quieras mientras nos “sentamos” cómodamente en el sofá —soltó una pequeña risa al ver el enorme sonrojo en Sasuke.

—Pervertido…

—Sabes que solo por ti ttebayo.

Fue incapaz de seguir hablando o alegar ya que sus labios fueron asaltados nuevamente en un beso salvaje que le robaba el aliento, dejando su mente en blanco, teniendo que separarse  para tomar aire, intentando inútilmente que sus respiraciones se regularizaran.

—Naru… 

Llevo sus labios al pecho de Sasuke, tocando, mordiendo y degustando los rosados pezones del Uchiha quien arqueaba la espalda por placer. Y sin despegar sus labios de esa suave piel, Naruto volvió a subir hasta llegar al cuello de Sasuke donde dejaba visibles marcas de beso, mientras sus manos acariciaban descaradamente las piernas del azabache por encima de la ropa.

En un rápido movimiento, Naruto levantó a Sasuke para recostarlo en el sillón, despojándolo del resto de su ropa, posicionándose sobre él. Comenzó a dejar besos húmedos sobre el níveo pecho, bajando cada vez más haciendo estremecer a Sasuke que soltaba sonoros gemidos de placer, mientras que con sus manos acariciaba sus erectos pezones.

—Que bien te vez teme —Naruto contempló la erótica imagen de un Sasuke jadeando, con la respiración entrecortada, completamente sonrojado y una muy prominente erección.

Sin pensarlo, se relamió los labios, acariciando las piernas de Sasuke con las yemas de sus dedos en caricias lánguidas. Sus ojos estaban cargados de sexo, de hambre y de una pasión que él no había conocido jamás. 

—¡Idiota! —gritó aventándole uno de los cojines del sillón en el rostro, por lo que el rubio rió sonoramente, para volver a asaltar aquellos deliciosos labios.

Naruto besaba justo como se veía: rudo, terrenal y casual, haciendo que curvara los dedos de los pies, porque él lo besaría igual de exquisito en otros logares más suaves y oscuros. Y estaba a punto de demostrárselo. La lujuria: aguda, peligrosa e inesperada, llenó el pecho de Sasuke con tanta intensidad que apenas y podía respirar. El sonrojo se desvaneció cuando todo el calor de su cuerpo se concentró en otro lugar, uno mucho más bajo, húmedo y anhelante de más.

Quería quitarle la ropa, quería lamer su piel trigueña, marcarlo con las uñas, cabalgar sobre sus caderas, poseerlo y que él lo poseyera. Todo lo demás carecía de importancia.

—¿Quieres que sepa a café? —masculló entre el beso de manera sensual.

—¿Eh?

—Esto —susurró en su oído, haciendo alusión a su miembro, como contestación a su duda anterior, logrando que Sasuke se sonrojara aún más.

—Idiota, como diablos voy a saber si sabe a café.

—Yo lo sabré.

Pero ya no fue capaz de articular nada más, Naruto bajó su cabeza hasta la entrepierna de Sasuke y tomó su miembro, lo lamió para saborear su esencia salvaje e irresistible, acompañada de puro fuego sexual, de una pasión oscura que se concentraba solo en él, comenzando a mover lentamente su mano de arriba abajo, mientras que con el dedo pulgar hacia movimientos circulares sobre la punta, sacando sonoros suspiros del Uchiha.

—Maldita sea Naruto ¡hazlo ya! Ahh~ r-rápido...

—Teme, se supone que yo aquí soy el escandaloso e impaciente ttebayo —lo miró con un puchero, provocando la resignación momentánea del gran Sasuke Uchiha.

—Tsk —rechistó, pero el gesto no le duró mucho, ya que el blondo volvió a engullir su miembro, comenzando una lenta felación.

Poco a poco iba aumentando el ritmo, el cual hacía que Sasuke arquera la espalda por las íntimas y placenteras sensaciones de la lengua de Naruto, asemejándose a una corriente eléctrica que dejó su mente en blanco. Pronto, colocó sus manos sobre la rubia cabellera imponiéndole un ritmo frenético y más que delicioso.

Estaba a punto de llegar, sentía un cosquilleo en su vientre que se extendía como fuego líquido, anunciando que pronto terminaría.

—N-Naruto... me vengo… —tartamudeó entre gemidos intentando apartar a Naruto de su entrepierna, pero este simplemente aceleró el ritmo, sintiendo la explosión dentro de su boca para comenzar a degustar el semen del moreno.

—Sasuke —ronroneó meloso mientras preparaba la estrecha entrada del azabache con dos de sus dedos, simulando fuertes penetraciones, dando en aquel punto dulce que enloquecía a su azabache.

Cuando creyó que estaba listo, retiró sus dedos y se acomodó entre las níveas y perfectas piernas de Sasuke y de una sola estocada lo penetro, sacándole un grito de placer combinado con un poco de dolor.

—Eres malditamente estrecho teme…

—¡Cállate idiota! ¡Mejor muévete! —ordenó con voz ronca, sintiendo las profundas y certeras estocadas del rubio, dando en ese punto exacto que hacía delirar de placer, arquear la espalda y enredar las piernas en la cadera ajena, mientras enterraba las uñas en la espalda trigueña.

—¡Ah!~ N-Naruto más… —decía entre gemidos ahogados por los besos del blondo.

Obedientemente este acató la orden y comenzó a mover sus caderas en un vaivén frenético, casi salvaje, golpeando ese punto sensible dentro de Sasuke. Provocando un sonido vulgar y excitante por el choque de los testículos del blondo contra el firme trasero del moreno.

Sus respiraciones eran sumamente agitadas, y sus cuerpos se encontraban cubiertos por una fina capa de sudor, que provocaba que los mechones de cabello se pegaran a sus frentes. Estaban a punto culminar, se podía ver en sus miradas extasiadas, concentrándose  en el punto exacto donde se unían sus cuerpos

Solo hicieron falta un par de movimientos de cadera por parte de Naruto, para que Sasuke llegara al orgasmo, provocándole deliciosos espasmos que le obligaron a contraer su entrada, logrando que el Naruto se viniera dentro de él.

Luego de ese delicioso orgasmo, ambos intentaban calmar su acelerada respiración, sintiendo el delicioso calor del cuerpo contrario, dándose un diminuto beso, tierno e inocente. Sasuke se acurrucó en el brazo de Naruto, sintiéndose cansado y completamente saciado, con unas inmensas ganas de dormir, pero la voz alegre de su amante lo sacó de sus pensamientos.

—¿Listo para la segunda ronda ttebayo?

—Serás dobe —sonrió y con un rápido movimiento se colocó arriba del blondo, quedando sentado a horcajadas sobre él, comenzando a mover sus caderas de forma circular, para volver a despertar completamente el miembro semierecto de Naruto, el cual aún permanecía dentro de él.

———

Con fastidio Naruto apago su alarma, ese día Sasuke y él tenían una reunión con Tsunade a las siete en punto, pero se encontraba completamente cansado después de pasar casi toda la noche haciendo el amor con Sasuke, el cual dormía plácidamente al lado suyo, acurrucado entre las mantas de su cama.

Lo único bueno es que no habían visto las películas que tanto quería Sasuke, las cuales si mal no recordaba eran la de “Rec, El aro y El conjuro”

Con pesar se levantó dirigiéndose al baño, mas no sin antes mover a su azabache, quien de manera dulce le contestó “No fastidies Naruto” por lo que saliendo del baño se encamino a la cocina a hacer el desayuno. A los veinte minutos apareció Sasuke bañado y arreglado, pero con cara de sueño, por lo que con una sonrisa, Naruto le extendió una taza de café para que despertara y no anduviera de mal humor, mientras el calmadamente bebía su segunda tasa. 

Este lo tomó y dio un sorbo antes de poner cara de asco.

—Dobe, este café sabe horrible —dejó la tasa sobre la mesa.

—Teme, ayer dijiste que te gustaba mi café —alzo una ceja, ya que no en ocasiones no entendía a Sasuke.

—Este no —replicó calmadamente.

—¡Pero es el mismo maldito café ttebayo!

Sasuke lo silencio con un apasionado beso, lamiendo los labios de Naruto, adentrando su lengua en esa boquita de tentación, recorriéndola sin pudor alguno, entrelazando sus lenguas, repegando el cuerpo de Naruto contra el suyo, hasta que se les acabó el aire y tuvieron que separarse. Quedando unidos por un fino hilillo de saliva.

—Me refería a este —saboreó sus propios labios que tenían un suave sabor al café que le daba Naruto, solo que de esa manera si le gustaba—. Solo este me gusta.

—Eres un teme raro.

Después de aquello, simplemente se dedicaron a desayunar en silencio, ya que aún tenían media hora antes de su reunión con Tsunade. Una vez salieron del departamento de Naruto, caminaron tranquilamente hacía la torre de la Hokage, encontrándose con Sakura, quien sostenía un vaso-termo con café, ofreciéndoselo a Sasuke.

—Sasuke-kun me gustaría que aceptaras esto… te prepare un poco de café, que espero y sea de tu agrado —dijo rápidamente la chica con un sonrojo en las mejillas.

—Ah, Sakura… no me gusta el café —la miró interrogante, pero en eso recordó que no tardaría en darle sueño por la placentera desvelada con Naruto, así que terminó por agarrar lo que le ofrecía la Haruno.

—¿Eh? Pero apenas me dijiste que te gustaba el café de Naruto, por eso yo pensé… —no terminó de decir su frase, ya que fue interrumpida por un estruendoso grito de su rubio amigo, el cual estaba más sonrojado que un tomate.

—¡¿Cómo se te ocurre decirle esas cosas a Sakura-chan?! ¡Maldito teme! —lo fulminó con la mirada, dejando salir una intimidante aura asesina.

Sakura no entendía absolutamente nada, ¿Qué había de malo con que Sasuke le haya dicho que le gustaba su café? Por otro lado Sasuke estaba igual, hasta que recordó, “el tipo de café que le gustaba que le diera Naruto”, pero eso se lo acababa de decir hoy, ¿Cómo es que Sakura lo sabía?, rápidamente lo medito, no es que ella lo supiera, o de lo contrario hubiera aparecido con la intención de matar a Naruto…

Pero ya no le dio tiempo de rememorar más o analizar debidamente la situación, ya que su rubio y atolondrado amante lo empezó a atacar, lanzándole kunais y shurikens. Dejando a una Sakura aún más confundida, pero eso era lo último que a ese par le importaría…

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~
Fin

Notas finales:

Bueno, me inspire en una cancion y de hecho el titulo es una frase de la misma XD pero pues lo mio no es hacer songfics XD por eso no lo catalogue como tal jijiji espero que les haya gustado ¿merezco rw? OuO 

¿Quien quiere un café de los que Naru le da a Sasu? :D

Yo si quiero ¬u¬ jajajaja 

Cualquier duda, sugerencia, tomatazo, piedrazo, chocolate, besos o acosos favor de dejarlo en un sexy rw que con gusto respondere n.n sin más me despido y les deseo un excelente día/tarde/noche. 

Haruka Eastwood


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